Capitulaciones de Santa Fe

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Capitulaciones de Santa Fe

Artículo bueno

Registro de las Capitulaciones de Santa Fe conservado en el Archivo de la Corona de Aragón.

Las Capitulaciones de Santa Fe son un documento suscrito por los Reyes Católicos el 17 de abril
de 1492 en la localidad de Santa Fe, a las afueras de Granada, que recoge los acuerdos
alcanzados con Cristóbal Colón relativos a la expedición que se planeaba de este por el mar hacia
occidente.

En el documento se le otorgan a Cristóbal Colón los títulos de almirante, virrey y gobernador


general de todos los territorios que descubriera o ganase durante su vida, así como la décima
parte de todos los beneficios obtenidos. También se le concedió un diezmo de todas las
mercaderías que hallase, ganase y hubiese en los lugares conquistados. El texto fue redactado
por el secretario Juan de Coloma y el original, hoy perdido, fue firmado por los dos monarcas.
Las Capitulaciones de Santa Fe significaron un reparto anticipado entre Colón y los Reyes
Católicos de los beneficios que reportaría la conquista de lo que después se llamaría América.
Con esos beneficios, Colón logró un rápido ascenso social, al pasar a formar parte de la nobleza
cortesana.

Existe controversia sobre varios aspectos de las Capitulaciones. Durante los pleitos colombinos
se discutió su naturaleza jurídica: mientras que los herederos de Colón afirmaron que
representaba un contrato vinculante, la Corona defendió que se había tratado de una mera
merced revocable; la cuestión sigue siendo debatida hoy día.1 2 Por otra parte, el
encabezamiento del documento afirma que Colón «ha descubierto» ciertas tierras, lo cual ha
dado argumentos a los partidarios de un pre-descubrimiento de América anterior a 1492. Otros
aspectos del texto que han suscitado interpretaciones encontradas son el tratamiento de «Don»
otorgado a Colón y la concesión de los títulos de manera inmediata, que contrastan con una
merced posterior, la Real Provisión del 30 de abril de 1492, que condiciona los títulos al hallazgo
efectivo de nuevas tierras y no utiliza el Don al mencionar a Colón. Esto ha dado pie a la teoría
de que el documento pudo ser modificado en 1493 tras el retorno de Colón de su primer viaje a
las Indias.3

Índice [ocultar]
1 Antecedentes

1.1 Capitulaciones para la conquista de Canarias

1.2 La búsqueda de patronazgo para el proyecto de Colón

1.3 Negociación final

2 Contenido

2.1 Encabezado

2.2 Capítulos

2.3 Fecha y firmas

3 Ejemplares conservados

4 Confirmación y desarrollo

5 Anomalías y controversias

5.1 Naturaleza jurídica

5.2 "lo que ha descubierto"

5.3 Objetivos de la expedición

5.4 Trámite burocrático atípico

5.5 Título de virrey

6 Consecuencias

6.1 Descubrimiento de América e instauración del monopolio colombino

6.2 Segundo y tercer viajes de Colón

6.3 Ruptura del monopolio descubridor

6.4 Pleitos colombinos

6.5 Inscripción en el registro de la Memoria del Mundo

7 Referencias

Antecedentes[editar]

Capitulaciones para la conquista de Canarias[editar]


En aquellos años la palabra "capitulaciones" designaba varios tipos de documentos jurídicos o
diplomáticos, tanto entre estados como entre particulares y estados.2 Para la conquista de
nuevos territorios, en la Edad Media la Corona de Castilla no recurría a ejércitos propios
permanentes sino que contrataba la misión a particulares poderosos, a cambio de títulos y
beneficios económicos que se recogían en una capitulación.

Esto ocurrió en particular durante la conquista de las islas Canarias, cuyas capitulaciones son el
antecedente inmediato de las capitulaciones de Santa Fe.4 Las capitulaciones firmadas por los
reyes de Castilla a principios del siglo XV para la conquista de Canarias eran típicamente
feudales: los nobles que emprendían la conquista se erigían en señores de las islas, vasallos de
Castilla pero con amplia autonomía. La justificación de la empresa era, al menos en teoría, la
propagación del cristianismo. Por el contrario, las acordadas a finales de siglo por los Reyes
Católicos se limitan a conceder beneficios económicos pero no señoríos, lo cual es un reflejo de
la monarquía autoritaria que impusieron sobre la aristocracia a lo largo de su reinado. Los
documentos seguían mencionando un móvil religioso pero cada vez más como mero pretexto.4
Sin embargo, las capitulaciones con Cristóbal Colón romperán este esquema ya que le
concederán un señorío hereditario sobre las tierras conquistadas y no se hará ninguna mención
de objetivo religioso.5

La búsqueda de patronazgo para el proyecto de Colón[editar]

Véase también: Cristóbal Colón#La búsqueda de patronazgo

Hacia 1480 Cristóbal Colón vivía en Portugal, en las islas Madeira, y por matrimonio había
entrado a formar parte de la nobleza portuguesa. Debió ser por entonces cuando concibió la
idea de navegar hacia occidente por el océano Atlántico hasta llegar a Cipango o a las Indias.
Entre 1483 y 1485 le presentó su proyecto al rey Juan II de Portugal pero este fue escéptico y,
tras consultar con tres de sus consejeros expertos en cosmografía, desestimó la propuesta.6 Los
portugueses llevaban al menos desde los años 1460 realizando viajes de exploración hacia el
oeste de los archipiélagos de Canarias, Madeira y Azores.7 El 3 de marzo de 1486, poco después
de la negativa a Colón, Juan II sí autorizó una expedición liderada por Ferdinand van Olmen
(conocido en Portugal como Fernam Dulmo) para descubrir y conquistar la isla de las Siete
Ciudades.8 En la capitulación con van Olmen, el rey le concedió un señorío hereditario sobre
todas las tierras que conquistase a cambio de que él financiase y organizase el viaje
íntegramente. El que Colón probablemente no dispusiese de dinero para armar su expedición
pudo ser uno de los motivos por los que Juan II rechazase su proyecto en favor del de van
Olmen.9
Colón, tras su fracaso ante el rey, sumado quizás a la muerte de su esposa 10 o quizás también a
la campaña lanzada por Juan II contra la Casa de Braganza,11 emigró de Portugal al vecino reino
de Castilla.

Colón les propuso su proyecto a los reyes de Castilla y Aragón, Isabel y Fernando, que no lo
aceptaron por varios motivos. En aquel momento los reyes dedicaban todos sus recursos a la
conquista de Granada, último reino musulmán de la península Ibérica. Hernando de Talavera
temía que el viaje propuesto por Colón transgrediera el tratado de Alcáçovas firmado con
Portugal y llevase a la apertura de otro conflicto bélico.12 Por otra parte una comisión de
expertos dictaminó que era imposible que fuera verdad lo que decía Colón.13

Colón viajó entonces de nuevo a Portugal, en 1488, por motivos desconocidos.12 Allí pudo asistir
al regreso de Bartolomeu Dias 14 del viaje en el que había descubierto el cabo de Buena
Esperanza, extremo sur de África tras el cual se abría a los portugueses la vía marítima a la India
por el océano Índico. A partir de entonces Juan II se centró en la explotación de esa ruta y
desestimó la exploración hacia occidente por el Atlántico.7 Colón regresó a Andalucía y le
planteó su proyecto al duque de Medina Sidonia, que lo rechazó, y después a Luis de la Cerda,
duque de Medinaceli, quien se mostró interesado y acogió a Colón durante dos años.12 Sin
embargo, al ser consultada, la reina mandó llamar a Colón 15 y le prometió ocuparse de su plan
tan pronto como terminara la conquista de Granada.

Negociación final[editar]

El 25 de noviembre de 1491 Granada se rindió a los cristianos. Los representantes del reino
nazarí y los de Castilla y Aragón firmaron unas capitulaciones (llamadas "capitulaciones de
Granada", a no confundir con las "de Santa Fe") que detallaban las condiciones en que se
realizaría la transferencia de soberanía. Colón partió del monasterio de la Rábida, donde se
encontraba desde octubre, y se unió a la corte en Santa Fe hacia el 31 de diciembre.16 Santa Fe
era el campamento que habían establecido los reyes castellano-aragoneses en la vega de
Granada como cuartel general durante el asedio.

Se entablaron negociaciones entre Colón y la Corona por medio de dos representantes: Juan
Pérez, fraile de la Rábida, por Colón y el secretario Juan de Coloma por la Corona.17 Según los
relatos de Hernando Colón y de Bartolomé de las Casas, no fue posible llegar a un acuerdo
debido a que Colón reclamaba los títulos de almirante y virrey, por lo que fue despedido de la
corte. Entonces Luis de Santángel, un alto funcionario, intercedió por Colón ante la reina y se
comprometió a adelantar el dinero que tendría que invertir la Corona en la expedición. Siempre
según la versión de Hernando Colón y Las Casas, la reina cambió entonces de opinión, envió a un
correo a traer de vuelta al genovés y le ordenó a Coloma que aceptase sus peticiones.18 El 17 de
abril de 1492 alcanzaron finalmente un acuerdo y se redactaron unas capitulaciones que
posteriormente se han denominado Capitulaciones de Santa Fe.

Contenido[editar]

Wikisource-logo.svg Texto completo de las capitulaciones de Santa Fe

Encabezado[editar]

El documento, del cual se conservan varias copias, comienza mencionando los dos motivos por
los que los reyes conceden a Cristóbal Colón "las cosas suplicadas": en primer lugar por "lo que
ha descubierto" en el Atlántico y en segundo lugar por el viaje que pronto va a emprender. El
texto llama a los reyes "vuestras altezas", lo cual sugiere que fue redactado por Colón y que la
Corona se limitó a aprobarlo.19 Según la versión conservada en el Archivo de la Corona de
Aragón:

Las cosas suplicadas e que vuestras altezas dan e otorgan a don Christoual de colon en alguna
satisfacion de lo que ha descubierto en las mares oçeanas y del viage que agora con el ayuda de
dios ha de fazer por ellas en seruicio de vuestras altezas son las que se siguen

Capítulos[editar]

A continuación se listan en cinco puntos, denominados "capítulos" en la época, los títulos y


privilegios otorgados a Colón. Al final de cada uno de ellos se lee "Plaze a sus altezas. Juan de
coloma."

El título vitalicio y hereditario de Almirante de todas las "islas y tierras firmes" que Colón
descubriese o conquistase "por su mano o industria" en "las Mares Oceánas". Para precisar
cuáles eran las atribuciones de este título, se especifica que serían las mismas que tuvo Alonso
Enríquez de Quiñones,20 almirante mayor de Castilla fallecido en 1485. La familia Enríquez había
alcanzado una gran importancia en la sociedad castellana de la época y las responsabilidades del
cargo de almirante eran, al menos en teoría, muy amplias: era el jefe de todas las flotas de
guerra y de los astilleros así como administrador de la justicia en el mar y en los puertos.21 En la
práctica ni Colón ni la Corona sabían exactamente en 1492 cuáles eran las atribuciones y los
privilegios de los almirantes de Castilla.22

Primeramente que vuestras altezas como Sennores que son de las dichas mares oceanas fazen
dende agora al dicho don Christoual Colon su almirante en todas aquellas islas y tierras firmes
que por su mano o industria se descubriran o ganaran en las dichas mares oceanas para durante
su vida y despues del muerto a sus herederos e successores de uno en otro perpetuamente con
todas aquellas preheminencias e prerrogativas pertenecientes al tal officio e segund que don
alfonso enriquez, quondam, almirante mayor de castilla e los otros sus predecessores en el dicho
officio lo tenian en sus districtos.

Los títulos de Virrey y Gobernador de dichas tierras, que incluía el derecho de presentar a la
Corona una terna de candidatos para cada oficio de gobierno.20 El documento no precisa las
atribuciones de estos cargos ni si serán hereditarios o no. Esta ambigüedad se aclararía en cartas
de privilegios posteriores.21

Otrosí que vuestras altezas fazen al dicho don Christoual su visorey e gouernador general en
todas las dichas tierras firmes e yslas que como dicho es el descubriere o ganare en las dichas
mares; e que paral regimiento de cada huna e qualquiere dellas, faga el election de tres personas
para cada oficio, e que vuestras altezas tomen y scojan uno el que mas fuere su seruicio; e assi
seran mejor regidas las tierras que nuestro Sennor le dexara fallar e ganar a seruicio de vuestras
altezas.

El 10% de todas las ganancias económicas que se generasen en los territorios de su Almirantazgo
(el otro 90% quedaba para la Corona). Esta cláusula era muy diferente de la práctica habitual,
que consistía en que el capitulante financiaba su expedición él mismo y con los bienes obtenidos
primero cubría sus gastos y luego le entregaba un impuesto del 20% sobre los beneficios a la
Corona (el "quinto real"). Se cree que la excepción en las capitulaciones de Santa Fe se debe a
que fue la Corona la que financió el viaje de Colón.23

Item que de todas e qualesquiere mercadurias siquiere sean perlas piedras preciosas oro plata
specieria e otras qualesquiere cosas e mercadurias de qualquiere specie nombre e manera que
sean que se compraren trocaren fallaren ganaren e hovieren dentro en los limites del dicho
almirantadgo, que dende agora vuestras altezas fazen merced al dicho don Christoual e quieren
que haya e lieue para si la dezena parte de todo ello quitadas las costas todas que se fizieren en
ello por manera que de lo que quedare limpio e libre haya e tome la dicha decima parte para si
mismo e faga della a su voluntad quedando las otras nueve partes para vuestras altezas.

La autoridad para Colón, o para un teniente designado por él, de juzgar los pleitos mercantiles
que se originasen en la empresa. En este caso al "Plaze a sus altezas" se le añadió una frase que
condicionaba este derecho a que también lo hubiese tenido el almirante Enríquez: "si pertenece
al dicho officio de almirante segunt que lo tenia el dicho almirante don alonso enriquez,
quondam, y los otros sus antecessores en sus districtos y siendo justo". En la práctica Colón
nunca llegó a ejercitar este derecho.23

Otrosi que si a causa de las mercadurias quel trahera de las yslas y tierras que assi como dicho es
se ganaren o descubrieren o de las que en trueque de aquellas se tomaren aqua de otros
mercadores naciere pleyto alguno en el logar dondel dicho comercio e tracto se terna y fara que
si por la preheminencia de su officio de almirante le pertenecera conocer del tal pleyto plega a
vuestras altezas que el o su teniente e no otro Juez conozcan del tal pleyto, e assi lo prouean
dende agora.

Por último la opción, pero no la obligación, de contribuir con la octava parte de los gastos de
toda futura expedición, a cambio de recibir luego una parte similar de los beneficios obtenidos.
Los historiadores discrepan sobre si Colón llegó a ejercer esta opción alguna vez.24

Item que en todos los nauios que se armaren paral dicho tracto e negociacion cada y quando y
quantas vezes se armaren que pueda el dicho don Christoual colon si quisiere contribuyr e pagar
la ochena parte de todo lo que se gastare en el armazon e que tanbien haya e lieue del prouecho
la ochena parte de lo que resultare de la tal armada.

Fecha y firmas[editar]

El texto concluye dando el lugar y la fecha en la que se despachó el documento:

Son otorgadas e despachadas con las respuestas de vuestras altezas en fin de cada hun Capitulo
en la villa de Santa fe de la vega de granada a XVII de abril del anno del nacimiento de nuestro
Sennor Mil CCCCLXXXXII [1492].

Las copias conservadas incluyen a continuación las frases "yo el Rey" y "yo la Reyna" para indicar
que el original había sido rubricado por ambos monarcas, así como el nombre del redactor, Juan
de Coloma,25 que era el secretario del rey.26 Por último en algunas copias se indica que el
documento fue registrado por "Calçena", es decir, el registrador de la Cancillería de Aragón Juan
Ruiz de Calcena.

Ejemplares conservados[editar]

El Archivo de Indias de Sevilla conserva dos transcripciones del original de las Capitulaciones de
Santa Fe.

La copia más antigua de las Capitulaciones de Santa Fe se conserva en el Archivo de la Corona de


Aragón, dentro de la unidad Archivo Real (Real Cancillería). El texto de las Capitulaciones se
registró en los folios 135v-136v del volumen 9 (registro 3569) de la serie Diversorum sigilli
secreti, en la que se transcribían documentos expedidos con el sello secreto del rey.25 En el
índice del volumen el documento aparece titulado con el nombre de la parte a la que se refiere:
Christofori Colon.27 En el mismo registro 3569 figuran justo a continuación otros dos
documentos relacionados directamente con el primer viaje de Colón: un salvoconducto y una
carta de presentación a cualquier soberano extranjero con el que se encontrase la expedición (el
nombre del monarca fue dejado en blanco). Ambos textos fueron redactados en latín por Juan
de Coloma y fechados en Granada a 17 y 30 de abril respectivamente.28

A Cristóbal Colón se le debió entregar el original, hoy perdido, que a su muerte fue depositado
en el monasterio de la Cartuja de Sevilla. De él se conservan en el Archivo General de Indias dos
copias posteriores: un traslado realizado por un notario en la Española en diciembre de 1495 29
y un asiento en un registro cedulario.30 Bartolomé de las Casas transcribió alguna de estas
copias en su Historia general de las Indias,31 introduciendo una modificación en el primer
párrafo: en vez de "ha descubierto" anotó "ha de descubrir".

La primera publicación impresa del texto de las Capitulaciones se debió a Martín Fernández de
Navarrete en 1825, que se basó en el traslado notarial de 1495 y siguió el mismo criterio que Las
Casas. El primero en llamar la atención sobre el registro conservado en el Archivo de la Corona
de Aragón fue el investigador Gustav Bergenroth, que publicó en 1862 una traducción al
inglés.32 La obra de Bergenroth dio a conocer por primera vez el contenido exacto de las
Capitulaciones, incluyendo el "ha descubierto", lo cual vino a reforzar las tesis de los partidarios
de un pre-descubrimiento de América.33

Confirmación y desarrollo[editar]

Escudo del Almirante Cristóbal Colón dibujado por Gonzalo Fernández de Oviedo en su Historia
(1536).

Las Capitulaciones de Santa Fe fueron copiadas, desarrolladas y ampliadas en una serie de


documentos oficiales emitidos entre 1492 y 1497.

Real privilegio del 30 de abril de 1492

Wikisource-logo.svg Texto completo

Al igual que las Capitulaciones de Santa Fe, este documento fue redactado por Juan de Coloma y
firmado por los reyes. Mientras que de las Capitulaciones del 17 de abril se discute si fueron una
concesión regia o si tuvieron valor jurídico como contrato, este documento del 30 de abril se
considera unánimemente una merced concedida por los reyes.31 Se conserva su registro oficial
en el Archivo General de Simancas.34
En contraste con las Capitulaciones de Santa Fe, este documento no trata a Colón de "Don" y
condiciona la concesión del título de almirante a que efectivamente Colón descubra y gane
nuevas tierras.35 Por otra parte, establece de manera inequívoca el carácter hereditario de los
tres cargos concedidos, no solo el de almirante sino también los de virrey y gobernador.1 Rumeu
de Armas ha señalado que esta última disposición era ilegal y nula por contravenir una decisión
de las Cortes de Castilla de 1480 que había prohibido la transmisión hereditaria de cargos
públicos.36

Carta de confirmación del 28 de mayo de 1493

Tras regresar Colón del primer viaje, los reyes confirmaron el privilegio del 30 de abril de 1492
por medio de un documento fechado en Barcelona y redactado por el secretario Fernando
Álvarez de Toledo.37 En él establecieron además una demarcación geográfica clara al cargo de
Almirante del mar Océano: a occidente del meridiano que "pasa de las islas de los Azores a la isla
del Cabo Verde", que es el mismo límite que por las mismas fechas fijó la primera de las Bulas
Alejandrinas para los dominios de Castilla en el Atlántico.38 También le otorgaron el derecho de
usar el sello real y expedir documentos en nombre de los monarcas.39 El original se conserva en
el Archivo General de Indias. Hernando Colón publicó el texto íntegro en su Historia del
Almirante, impresa en Venecia en 1571.40

Carta de privilegio del 23 de abril de 1497

Cuando Colón regresó de su segundo viaje a las Indias, solicitó a los reyes una confirmación de
las Capitulaciones de Santa Fe elevándolas al rango de carta de privilegio emplomada. Los reyes
accedieron, por lo cual la Cancillería Mayor del Sello Mayor redactó y selló el documento,
fechado a 23 de abril de 1497 que incluye palabra por palabra el texto de las Capitulaciones. Hoy
día se conserva el original de esta carta de privilegio en el Archivo General de Indias 41 y su
registro en el Archivo General de Simancas.42

En la misma fecha de 23 de abril de 1497 Colón recibió otra carta de privilegio emplomada que
confirmaba sus títulos de almirante, virrey y gobernador así como una serie de copias
autorizadas de todos los privilegios de los Almirantes de Castilla, a los cuales se había
equiparado en categoría gracias a las Capitulaciones de Santa Fe. Con copias todos estos
documentos Colón constituyó en 1498 el denominado Libro de los privilegios, cuyo original se
conserva también en el Archivo de Indias.43 Con posterioridad, en 1502, Colón ordenó hacer
cuatro copias manuscritas del Libro, de las cuales dos se las envió al embajador genovés Nicolò
Oderigo. Una de ellas se conserva todavía en el archivo de Génova mientras que la otra está en
París porque fue robada por el ejército de Napoleón. Una tercera copia fue depositada en el
monasterio de la Cartuja, fue usada por los herederos de Colón y más tarde desapareció. La
cuarta copia, en papel y no en pergamino como las otras, se la envió Colón a su representante en
Santo Domingo, Alonso Sánchez de Carvajal; también se perdió.44 La familia Colón hizo también
una pequeña edición impresa de la carta de privilegio a finales de los años 1520, durante los
Pleitos Colombinos.45

Anomalías y controversias[editar]

Naturaleza jurídica[editar]

Existe controversia sobre la naturaleza jurídica de las Capitulaciones y su valor efectivo. En


particular se discute sobre si se trató de un contrato vinculante o de una merced.31 Para los
herederos de Colón las Capitulaciones de Santa Fe eran un contrato privado que vinculaba a las
dos partes. Esta opinión la reflejan hoy día historiadores como Luis Arranz.46 Por el contrario la
Corona defendió que se trataba de una concesión graciosa y por tanto revocable, interpretación
con la que está de acuerdo Francisco Morales Padrón.2 Entre ambos extremos algunos
historiadores piensan que se trató de un pacto de naturaleza feudal, en el que las dos partes
asumieron obligaciones pero no como iguales.25

"lo que ha descubierto"[editar]

El uso del pretérito perfecto "ha descubierto" en el encabezado de las capitulaciones sugiere que
Colón se atribuyó descubrimientos de tierras anteriores a 1492, lo cual para historiadores como
Henry Vignaud,47 Juan Manzano, Luis Arranz o Gustavo Vargas respalda la teoría del
predescubrimiento de América.46 48 Por el contrario Antonio Ballesteros Beretta opinó que el
"ha descubierto" refleja una mera hipótesis que Colón habría planteado sobre una ruta hacia
oriente por occidente. Esta es la interpretación que recogió el gobierno de España en la
descripción de las Capitulaciones enviada a la UNESCO en 2007.25 27 El historiador Antonio
Rumeu de Armas sostuvo una tercera interpretación según la cual el registro conservado en el
Archivo de la Corona de Aragón correspondería a una versión de las capitulaciones modificada
en 1493, tras el retorno de Colón del primer viaje. Los oficiales de la Corona habrían introducido
interpolaciones que modificaron la redacción original. Ello explicaría tanto el "ha descubierto"
como otras dos anomalías del texto: el llamar "Don" a Colón, tratamiento que no tuvo hasta
marzo de 1493;3 y el afirmar que los reyes son "señores (...) de las mares océanas", un título que
no utilizaron hasta mayo de 1493.49 Siempre según Rumeu, "el viaje que agora ha de fazer"
mencionado en el encabezado de las Capitulaciones sería el segundo viaje de Colón y no el
primero.50

Este aspecto de las Capitulaciones fue desconocido durante varios siglos porque tanto
Bartolomé de las Casas como Alonso de Santa Cruz decidieron modificar la frase original
cambiando el "ha descubierto" por "ha de descubrir" o "había de descubrir". La forma
modificada "ha de descubrir" es la que adoptó también Martín Fernández de Navarrete en el
siglo XIX,51 y como su transcripción fue ampliamente copiada y traducida a otras lenguas, el
error se propagó.46

Objetivos de la expedición[editar]

El texto de las Capitulaciones de Santa Fe no menciona en ningún momento ni Asia ni las Indias
como objetivo del viaje mientras que parece presuponer la existencia de tierras en el océano
Atlántico.25 El objetivo de la expedición es puramente imperialista ("descubrir" y "ganar" tierras)
y económico, ya que cita perlas, piedras preciosas, oro, plata y especias. En ningún momento se
menciona ningún objetivo religioso o evangelizador.25

Sin embargo, en el salvoconducto en latín entregado por la Corona a Colón junto con las
Capitulaciones de Santa Fe y dirigido a cualquier autoridad extranjera con la que se encontrase,
se lee que Colón ha sido enviado “per maria oçeana ad partes Indie” ("por las mares océanas a
las partes de la India") para, entre otros fines, "fidei ortodoxe aumentum" ("el aumento de la fe
ortodoxa").52

Trámite burocrático atípico[editar]

El texto de las capitulaciones fue registrado por el sigillator de la Cancillería de Aragón, Juan Ruiz
de Calcena,26 y se conservó en un archivo de esa Corona. No se conserva ningún registro
equivalente entre los documentos de la Corona de Castilla del Archivo General de Simancas. Lo
normal para un documento castellano habría sido que lo acordase el consejero real Rodrigo
Maldonado de Talavera, lo registrase Sebastián de Olano y le pusiese el sello de la poridad el
canciller Francisco de Madrid 53 pero las Capitulaciones fueron tramitadas por tres burócratas
aragoneses: Juan de Coloma, Juan Ruiz de Calcena y Miguel Pérez de Almazán. Se da la
circunstancia de que la orden de expulsión de los judíos de Castilla (el llamado Edicto de
Granada), casi simultánea a las Capitulaciones de Santa Fe, también fue tramitada por los tres
aragoneses, también fue copiada en el registro 3569 del Diversorum sigilli secreti aragonés y
tampoco se conserva su original en ningún archivo castellano. La orden de expulsión era un
documento secreto, fechado el 31 de marzo de 1492 pero enviado con instrucciones de no ser
leído hasta el 1 de mayo. Esta similitud ha llevado al historiador Antonio Rumeu de Armas a
postular que las Capitulaciones de Santa Fe también debieron ser un documento secreto y por
ello tramitadas de manera anormal para esconderlas de espías extranjeros.54
Por otra parte en las transcripciones de las capitulaciones de Santa Fe se lee al final de cada uno
de los capítulos la frase "Plaze a sus altezas. Johan de coloma." Hay otras capitulaciones de la
misma época en las que la Corona responde punto por punto pero las de Santa Fe son las únicas
en las que además firman los reyes.2 Por otra parte, la inusual fórmula "plaze a sus altezas"
podría ser una influencia de la práctica de las cortes catalanas, cuyas propuestas eran aprobadas
por el monarca escribiendo "plau al senyor rei" (es decir, "place al señor rey").55

Es también anormal que el documento no marque ninguna contrapartida ni limitación a las


prerrogativas de Colón. Por ejemplo habría sido lógico que regulase cómo recibiría la Corona el
90% de los beneficios que no correspondían a Colón o en qué puerto deberían descargarse las
mercancías. La Corona parece haberse limitado a aceptar pasivamente el texto propuesto por
Colón.19

Título de virrey[editar]

En las Capitulaciones a Colón se le concedió el título de virrey de los territorios que descubriera.
Durante el siglo XV dicho título era utilizado oficialmente en la Corona de Aragón,
principalmente para el reino de Sicilia, cuyo virrey en 1492 era el castellano Fernando de
Acuña.56 En la Corona de Castilla no existía oficialmente el cargo pero sí se llamó así
oficiosamente a los dos gobernadores generales nombrados por los reyes durante la guerra de
Granada para gobernar los territorios castellanos al norte del Sistema Central: el condestable
Pedro Fernández de Velasco y el almirante Alonso Enríquez de Quiñones.57 Por otra parte es
anómalo que las Capitulaciones otorguen primero el título de almirante y después el de virrey,
ya que el cargo de virrey normalmente era más importante. Según Rumeu de Armas esto pudo
deberse a que el redactor original del documento fue Colón y a sus ojos el título de almirante era
más prestigioso.58

La concesión de títulos de tanta autoridad como los de virrey y almirante supuso una ruptura
con la tendencia impuesta por los reyes Fernando e Isabel en las capitulaciones anteriores a la
de Santa Fe —las de la conquista de Canarias— en las que habían eliminado la concesión de
señoríos a fin de preservar el poder de la monarquía autoritaria. Tampoco se encuentran cargos
señoriales ni vitalicios en las capitulaciones posteriores acordadas para la conquista de América;
como mucho, a algún conquistador la Corona lo nombraría gobernador de algún territorio.59

El por qué la Corona aceptó en el caso de Colón concederle títulos y cargos tan excepcionales es
objeto de debate entre los historiadores. El rey Fernando, veinte años después, dio su versión
del motivo: "todo lo que agora se puede descubrir es muy fácil de descobrir y no mirando
estando todos los que hablan en descobrir quieren tener fin a la Capitulación que se hizo con el
Almirante Colon y no piensan como entonces nynguna esperança avía de lo que se descubrió ny
se pensaba que aquello pudiese ser la merced que Yo le hago"; es decir, Fernando justifica las
concesiones a Colón por las bajas expectativas con que se veía su proyecto.60

Consecuencias[editar]

Descubrimiento de América e instauración del monopolio colombino[editar]

Ilustración de una de las cartas anunciando el Descubrimiento de las Indias publicada en 1493
tras el primer viaje de Colón.

Artículo principal: Primer viaje de Colón

La firma de las capitulaciones de Santa Fe y las órdenes regias emitidas a continuación


posibilitaron la organización por Colón de su primer viaje a las Indias, el cual se considera el
punto de inicio del descubrimiento de América. Participaron tres carabelas: la Pinta, la Niña y la
Santa María, al mando de Martín Alonso Pinzón, Vicente Yáñez Pinzón y Juan de la Cosa,
respectivamente. Según la versión de Bartolomé de las Casas, que es la aceptada
mayoritariamente por los historiadores, las naves partieron de Palos el 3 de agosto de 1492 y se
dirigieron a las Canarias. El 12 de octubre llegaron a la isla de Guanahani. Colón siguió con su
periplo por el Caribe, llegó a Cuba el 28 de octubre y a la Española el 6 de diciembre. El 24 de
diciembre la Santa María encalló en las costas de La Española y con sus restos se construyó el
Fuerte Navidad. La expedición emprendió el regreso el 16 de enero de 1493 y unos días más
tarde una tormenta separó a las dos naves supervivientes. La Pinta, al mando de Pinzón, llegó a
Bayona (Galicia) a finales de febrero y anunció a los Reyes Católicos el descubrimiento.61 Al
recibir la noticia los reyes decretaron la prohibición inmediata de ir "a las Yndias" sin
autorización 61 y encargaron a sus embajadores en Roma la obtención de unas bulas,
denominadas "Bulas Alejandrinas", con las que el papa Alejandro VI otorgaría a Castilla y León el
monopolio de las tierras descubiertas al oeste de cierto meridiano. Entre tanto, la Niña, en la
que viajaba Colón, hizo escala el 17 de febrero en la isla portuguesa de Santa María, en las
Azores, y el 4 de marzo recaló en Lisboa. Embajadores portugueses salieron inmediatamente
hacia la corte de los Reyes Católicos, situada en esas fechas en Barcelona, para reclamar las
tierras descubiertas por los navegantes castellanos, en un ambiente de tensión diplomática y
pre-bélica. Colón regresó a Castilla por el puerto de Palos y de allí marchó a Sevilla y después a
Barcelona, donde fue recibido por los reyes, que reconocieron su descubrimiento y le
confirmaron sus títulos de almirante, virrey y gobernador. Al mismo tiempo le apremiaron a
completar la preparación de una segunda expedición a las Indias, mucho mayor en barcos y
hombres, bajo la supervisión del obispo Juan Rodríguez de Fonseca.
Segundo y tercer viajes de Colón[editar]

Artículos principales: Segundo viaje de Colón y Tercer viaje de Colón.

El Segundo Viaje finalmente partió de Cádiz el 25 de septiembre de 1493 con diecisiete naves. Su
objetivo oficial era explorar, colonizar y predicar la fe católica por los territorios que habían sido
descubiertos en el primer viaje, mientras en la península continuaban las negociaciones
diplomáticas entre Castilla y Portugal, que culminaron en la firma del Tratado de Tordesillas en
1494. Colón desembarcó en la isla de Puerto Rico el 19 de noviembre y fundó la ciudad de La
Isabela en la Española el 6 de enero de 1494. Poco después regresaron a España doce buques de
la flota mientras en el Caribe continuaban los viajes de descubrimiento a distintos territorios.
Fonseca envió varias flotillas con provisiones en 1495 y 1496 mientras que la larga ausencia de
Colón de la Española llevó a pensar que había muerto. Por ello en 1495 la Corona reorganizó el
gobierno de las Indias y liberalizó las expediciones privadas de descubrimiento y comercio.62 Al
oír estas noticias, Colón retornó alarmado a Europa en junio de 1496 e inmediatamente reclamó
sus derechos. Tuvo éxito ya que en 1497 recibió cartas plomadas de confirmación de sus títulos y
privilegios.41 Más aun, logró que la Corona anulase el decreto liberalizador de 1495 y que por
tanto le quedase a Colón tácitamente el monopolio sobre todo el Nuevo Mundo, incluso sobre
los territorios que no descubriese él mismo. Este último privilegio suponía, sin embargo, ir más
allá de lo acordado en Santa Fe en 1492.63

Colón regresó al Caribe el 30 de mayo de 1498 desde Sanlúcar de Barrameda al mando de seis
barcos. Llegó el 31 de julio a la isla Trinidad y desde el 4 al 12 de agosto exploró el golfo de Paria,
el cual separa Trinidad de Venezuela. El 19 de agosto marchó a La Española para encontrarse con
que la mayoría de los españoles allí asentados estaban descontentos, al sentirse engañados por
Colón sobre las riquezas que encontrarían. Colón intentó repetidas veces pactar con los
sublevados, los taínos y los caribes. Algunos de los españoles que habían retornado denunciaron
a Colón ante la corte por mal gobierno. En 1499 los reyes nombraron a Francisco de Bobadilla
nuevo gobernador para La Española, despojando a Colón del cargo.64 A su llegada a la isla, el 23
de agosto de 1500, Bobadilla detuvo a Colón y a sus hermanos y los embarcó presos hacia
España.

Ruptura del monopolio descubridor[editar]

En 1499, antes incluso del retorno de Colón encadenado, la Corona comenzó a otorgar a otros
exploradores permisos para ir a descubrir nuevas tierras a las Indias. Se acogieron para ello a un
punto que había quedado ambiguo en las capitulaciones de Santa Fe: si el monopolio de Colón
se extendería o no a toda tierra que se descubriese en el futuro.62 Cada candidato a descubridor
se encargaba de financiar y armar su expedición tras negociar unas capitulaciones específicas
con la Corona, representada por el obispo Fonseca. Entre los primeros viajes así lanzados
destacan el de Alonso de Ojeda, que llegó hasta la actual Venezuela en 1499, y en el mismo año
el de Vicente Yáñez Pinzón que se convirtió en el primer europeo en llegar al río Amazonas y las
costas del actual Brasil. Las capitulaciones para estos viajes, contrariamente a las de Santa Fe, se
limitaron a otorgar beneficios económicos y, como mucho, cargos de gobernador pero no
señoríos hereditarios.65 Por otra parte la Corona dejó la financiación de la mayoría de las nuevas
expediciones en manos de sociedades mercantiles, formadas por el capitán de cada expedición,
capitalistas que no se embarcaban y otros socios menores que aportaban sobre todo su
trabajo.66

Colón fue liberado a su retorno a España por orden de la Corona y emprendió la tarea de
recopilar todos los documentos que le habían concedido títulos y derechos en un Libro de los
privilegios. Más tarde, en 1502, emprendió su cuarto viaje a las Indias, para el cual tuvo que
firmar con la Corona una capitulación específica al igual que los demás descubridores privados.
Poco antes de partir, los reyes informaron a Colón del nombramiento de un nuevo gobernador
para la Española, Nicolás de Ovando, con lo cual Colón quedaba despojado de ese título.62 En
este viaje Colón perdió todos sus barcos y no consiguió su objetivo de hallar un paso hacia Asia.
Regresó fracasado a España en 1504 y murió dos años después. Le sucedió en el cargo de
Almirante de la mar Océana su hijo mayor, Diego Colón.

Pleitos colombinos[editar]

Artículo principal: Pleitos colombinos

Desde el nombramiento de Ovando como gobernador de la Española en 1500, primero Cristóbal


Colón y luego su primogénito Diego presentaron varios memoriales y peticiones a la Corona
reclamando los derechos que estimaban pisoteados. En 1511 Diego inició la reclamación por vía
judicial de los privilegios y títulos otorgados por los reyes a su padre, principalmente en base al
privilegio del 30 de abril de 1492, a las capitulaciones de Santa Fe (a las que se llamaba "la
Capitulación de los çinco capítulos") y sus confirmaciones posteriores. Diego Colón arguyó que
todos estos documentos eran contratos y no mercedes, y en particular lo defendió para el del 30
de abril de 1492 porque era el que afirmaba sin lugar a dudas que todos los títulos eran
hereditarios, contrariamente a las capitulaciones de Santa Fe, que eran más ambiguas sobre este
punto.1

Dio así comienzo un largo pleito al que los historiadores han llamado "los pleitos colombinos".
Los fiscales de la Corona inicialmente centraron su defensa en negar valor contractual a los
documentos otorgados a Colón. En 1535, sin embargo, el nuevo fiscal encargado del caso dio un
giro a su estrategia y concedió que las capitulaciones de Santa Fe sí que habían sido un contrato
(no así los otros privilegios). El fiscal se centró en demostrar que Colón había incumplido dicho
contrato porque los auténticos descubridores de las Indias habían sido en realidad Martín Alonso
Pinzón y sus hermanos.1

Tras varias sentencias provisionales que luego fueron revocadas, la parte principal del pleito
terminó en 1536 con un arbitraje: a los herederos de Colón se les reconoció el título de
almirante (no los de virrey y gobernador), así como el ducado de Veragua (en la región del
Darién) y la gobernación de Jamaica.67 Persistieron aún disputas judiciales entre diferentes
ramas de la familia Colón que solo se resolverían a finales del siglo XVIII.62

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