Ensayo
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EL ORIGEN
BIOLÓGICO DEL
ALTRUISMO
Ética de la práctica docente
14 de Junio de 2013.
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nos dan una muestra de la gran cantidad de recursos que tienen y lo que de alguna
manera regalan, retribuyen o donan a un sector de la sociedad. En este caso este tipo de
filantropía claramente revela un interés solidario pero egoísta denominado hipocresía
filantrópica2 haciendo alarde de un acto generoso pero con tintes de protección de la
reputación o imagen ante los demás.
Es así como comienza este escrito donde el altruismo cobra protagonismo, como un
acto de "ayuda a los demás" que parece ser meramente humano, como un medio de
autoreconocimiento es decir "sentirse bien con uno mismo" o como reconocimiento
social e incluso como una forma más, de pagar impuestos.
Pero en este caso esta acción se visualiza como una conducta negativa o egoísta, pero
¿realmente tiene este objetivo el altruismo?, ¿qué significa ser altruista?, ¿el altruismo
es una acción egoísta?, ¿cómo surge o que origen tiene? y ¿es exclusivo de los seres
humanos?
El altruismo es considerado una disposición humana, manifestada a través del
comportamiento donde los individuos actúan a favor de sus semejantes sin obtener
gratificación alguna.3 Hablamos de un hecho desinteresado en favor de los demás, pero
entonces retomando el ejemplo anterior de la hipocresía filantrópica, nos damos cuenta
de un cambio del objetivo natural del altruismo, una transformación que obedece a un
proceso cultural y social que de alguna manera ha ido desfigurando un valor moral, que
ha existido siempre y que ha sido la contraparte de diversas concepciones
individualistas y de egoísmo.
El altruismo ha ido adquiriendo relevancia y de alguna manera se le ha dado distintos
enfoques, como el filosófico, psicológico y sociológico, sin embargo todos convergen
en un solo origen el biológico o evolutivo. De hecho la perspectiva que adopta el
altruismo, desde el punto de vista psicológico, social y filosófico se orienta más a la
estructura sociocultural del ser humano, pero su origen está vinculado a la
supervivencia, reproducción y cooperación entre especies pertenecientes al grupo de
animales, plantas, protistas, hongos y bacterias que tienden a agruparse y trabajar en
conjunto.
4 En: http://lema.rae.es/drae/srv/search?key=hedonismo
5 Sober E. Sloan D. y López C. 2000. El comportamiento altruista: evolución y psicología. Editorial siglo XXI. Madrid, España. 327 p.
6
Hinde R.A., Groebel J. 1991. Cooperación y conducta prosocial. Visor Distribuciones. Madrid, España. 393 p.
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de hecho es posible que sus compañeros más cercanos u otros no tan allegados, no lo
hagan, pero ¿por qué? existen indicios de que el castigo altruista puede estar relacionado
por fuertes emociones negativas que los tramposos provocan en los cooperadores6.
Por otro lado, si sabemos que nuestro cerebro es el que provoca y controla este tipo de
emociones y comportamientos, entonces el altruismo y el castigo altruista son parte de
este tipo de eventos. Hay pruebas que señalan que cuando se actúa de manera altruista,
se activan áreas del cerebro como la unión temporoparietal, asociadas a las recompensas
personales, es decir el ser altruistas nos hace sentir bien, sin recibir una recompensa
exterior, de hecho también se dice que este tipo de personas tienen el área del
hemisferio derecho del cerebro más grande, que aquellas que no son altruistas7.
Ambos contextos antes mencionados emergen de un marco social, establecido en una
sociedad humana que busca ante todo, que las personas realicen actos para hacer el bien
a otros, tomando como base las acciones filantrópicas como las que se señalaban en un
principio.
Hasta ahora sólo hemos mencionado al ser humano como exclusivo ejecutor del
altruismo, pero en verdad es así es decir la cooperación es exclusiva del ser humano, en
realidad no, ya que al ser nosotros parte del reino animal, es imprescindible hablar de
otros grupos como: cuando cuatro leonas acechan y matan conjuntamente a un búfalo y
luego defienden juntas el cadáver de la presa de una manada rival o un cocodrilo que
abre su boca para dejar que un chorlito picotee entre sus dientes en busca de
fragmentos de comida. Ejemplos como este existen muchos en el mundo animal, como
los insectos sociales entre los que destacan: abejas, hormigas, termitas6, etc., pero la
cooperación no se limita a estos organismos también hay ejemplos de altruismo en
bacterias, las cuales se consideran muy solidarias ya que algunos experimentos revelan,
que cuando una bacteria consigue desarrollar resistencia a un antibiótico, transmite esa
capacidad a su descendencia y se sacrifica para mejorar las posibilidades de
supervivencia de las más débiles del grupo. 8 Incluso protozoarios parásitos como
Giardia intestinalis, benefician a pequeñas poblaciones ante condiciones adversas,
como la deficiencia de nutrientes o la presencia de un agente tóxico o un fármaco, e
incluso evitan la sobrepoblación de parásitos, en beneficio de la población9.
Esto se diferencia claramente del altruismo social propiamente humano, ya que en este
caso aunque los organismos ya mencionados son ejemplo de un actuar o favorecer a
otro, con fines de supervivencia y/o reproducción, lo cierto es que en este caso no hay
una intencionalidad consiente 10 y si esta intención existiera sería en gran medida
desconocida. Entonces esta afirmación de no haber una intención como tal puede ser
cierta en organismos como bacterias que no poseen una capacidad cognoscitiva como la
del ser humano, e incluso en mi opinión su altruismo no puede ser egoísta.
7
Meléndez, 2013. El cerebro y nuestro comportamiento altruista. Periódico Diagonal. En:
https://www.diagonalperiodico.net/saberes/cerebro-y-nuestro-comportamiento-altruista.html
8
Sanz E. 2010. Las bacterias también son solidarias
En: http://www.muyinteresante.es/salud/articulo/las-bacterias-tambien-son-solidarias
9
Hernández P. C., Chaparro J., Velandia M. L., Álvarez W. A. y M. P. Pérez. 2012. Muerte celular programada en protozoarios: el
caso de Giardia intestinalis. Revista Salud Bosque. Bogotá, Colombia. Vol. 2 No. 1. 25-33 pp.
10
Ruse M. 2005. Altruismo: una perspectiva naturalista darwiniana. Saga. Revista de los estudiantes de filosofía. No. 10. 95-110
pp.
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programa para trabajar en conjunto, para hacer el bien, que como lo señala la ley moral
de Kant se cumple por medio de la razón y cuando conocemos los principios morales,
fundamentados en la ética y con los valores que nos inculcan.
A diferencia de la perrita, las bacterias, las leonas o el cocodrilo, nosotros sabemos a
partir de estos valores si lo que hacemos está bien o mal, nos ayuda a saber si Ana hizo
bien en no prestar sus apuntes a Pedro e incluso le da el libre albedrio para elegir si hará
lo que dice Sofía o no.
Incluso también podemos hablar de que esta base moral permite saber a Carlos Slim si
lo que hace es realmente un acto altruista genuino o es un acto para aparentar ser una
buena persona y no se le encasille como un rico egoísta, por los demás.
Es así que podemos concluir que el altruismo es un acto de origen biológico, que surge
a partir de que hubo vida en la Tierra, asimismo se le puede señalar como un
programador que nos mueve hacia el trabajo en conjunto, que nos beneficia a nivel
individual y que además tiene el fin de mantener la vida en el planeta.
Por ello es importante que nuestra sociedad este sustentada en perseguir siempre el bien,
ya que esto se verá reflejado en una mejor calidad de vida, así como permitirnos dejar lo
mejor de nosotros a las futuras generaciones.
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Referencias
Ruse M. 2005. Altruismo: una perspectiva naturalista darwiniana. Saga. Revista de los
estudiantes de filosofía. No. 10. 95-110 pp.