GESTALT
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GESTALT
Este es el concepto clave sobre el que se asienta el EG. En pocas palabras darse cuenta es
entrar en contacto, natural, espontáneo, en el aquí y ahora, con lo que uno es, siente y
percibe. Es un concepto semejante en algo al de insight, aunque es más amplio; una especie
de cadena organizada de insights. Es la capacidad que tiene cada ser humano para
percatarse de lo que está sucediendo dentro de sí mismo y en el mundo que lo rodea.
El ponerse en contacto con uno mismo y darse cuenta de lo que realmente uno siente y
desea, es el primer paso para conseguir lo que queremos.
Podemos distinguir 3 aspectos en el darse cuenta
1. El darse cuenta del mundo exterior: Esto es, contacto sensorial con objetos y
eventos que se encuentran fuera de uno en el presente; lo que en este momento
veo, toco, palpo, degusto o huelo. Es lo obvio, lo que se presenta de por sí ante
nosotros. Incluye todo lo que está fuera, más allá de mi piel. Se relaciona con los
sentidos: lo que oigo, veo, toco, huelo.
2. El darse cuenta del mundo interior: Es el contacto sensorial actual con eventos
internos, con lo que ocurre sobre y debajo de nuestra piel. Tensiones musculares,
movimientos, sensaciones molestas, escozores, temblores, sudoración, respiración,
etc. Darse cuenta de sí mismo, es decir de la zona interna, que comprende todos
aquellos acontecimientos que ocurren dentro de uno mismo: sensaciones,
sentimientos, emociones.
3. El darse cuenta de la fantasía, la Zona Intermedia (ZIM): Esto incluye toda la
actividad mental que transcurre más allá del presente: todo el explicar, imaginar,
adivinar, pensar, planificar, recordar el pasado, anticiparse al futuro, etc. En este
momento me pregunto qué haré mañana en la mañana, ¿será algo útil, bueno? En
Gestalt todo esto es irrealidad, fantasía. Aún no es el día de mañana, y no puedo
saber y decir NADA acerca de ello. Todo está en mi imaginación; es pura y simple
especulación, y lo más saludable es asumirlo como tal.
EL AQUI Y EL AHORA
Es obvio que muchas veces hablamos de acontecimientos del pasado o expectativas hacia el
futuro, sin embargo en Gestalt estos recuerdos o expectativas se traen al presente, para
darnos cuenta de cómo está repercutiendo en el momento actual.
Por ejemplo, un duelo no resuelto por una muerte o una separación amorosa, observamos
cómo está influyendo y cómo continua vivo en el presente aunque pertenezca al pasado. A
veces una película nos trae a la memoria asuntos del pasado.
El pasado existe e importa tan sólo como parte de la realidad presente; cosas y recuerdos
acerca de los cuales pienso ahora como pertenecientes al pasado. La idea del pasado es útil
algunas veces, pero al mismo tiempo no debo perder de vista eso, que es una idea, una
fantasía que tengo ahora.
De igual modo el miedo al futuro nos puede incapacitar y es conveniente darse cuenta de
qué tiene que ver con los miedos u otras emociones del presente. Por ejemplo, los hijos que
nunca terminan la carrera o que no encuentran trabajo por miedo a enfrentarse a las
responsabilidades de la vida adulta.
Nuestra idea del futuro es también una ficción irreal, aunque algunas veces de utilidad,
cuando lo asumimos como un ensayo y sólo como eso. Tanto nuestra idea del futuro como
nuestra concepción del pasado se basa en nuestra comprensión del presente. El pasado y el
futuro son nuestras concepciones acerca de lo que precedió al momento presente y lo que
presagiamos que seguirá a lo actual. Y todo este adivinar ocurre AHORA.
El ahora es el presente, aquello de lo que me doy cuenta. Ya sea que estemos recordando o
anticipando, lo estamos haciendo ahora. El pasado ya fue, el futuro aún no llega. Es
imposible que nada exista excepto el presente. Mencionó el ejemplo que alguien medio una
vez: si coloco un disco en el fonógrafo, el sonido aparece cuando el disco y la aguja hacen
contacto. No antes...ni después. Si pudiéramos borrar el pasado inmediato o la anticipación
de lo que vendrá de inmediato, nos sería difícil entender la música del disco que estamos
escuchando. Pero si borramos el ahora, entonces no hay nada. De modo que no importa si
estamos recordando o anticipando, de todas maneras lo hacemos en el aquí y ahora.
“REGLAS” DE LA GESTALT
1. El principio del ahora: Este es uno de los principios más vigorosos y más fecundos de
la TG. Con el fin de fomentar la conciencia del ahora, y facilitar así el darse cuenta,
sugerimos a la gente que comunique sus experiencias en tiempo presente. La forma
más efectiva de reintegrar a la personalidad las experiencias pasadas es traerlas al
presente, actualizarlas. Hacer que el sujeto se sitúe allí en fantasía y que haga de
cuenta que lo pasado está ocurriendo ahora. Para ello hacemos preguntas como las
siguientes: ¿De qué tienes conciencia en este momento? ¿De qué te das cuenta
ahora? ¿A qué le tienes miedo ahora? ¿Qué estás evitando actualmente? ¿Cómo te
sientes en este momento? ¿Qué deseas?
2. La relación Yo-Tú: Con este principio procuramos expresar la idea de que la
verdadera comunicación incluye tanto al receptor como al emisor. Al preguntar ¿A
quién le estás diciendo eso? se le obliga al sujeto a enfrentar su renuencia a enviar el
mensaje directamente al receptor, al otro. De este modo suele solicitársele al
paciente que mencione el nombre de la otra persona; que le haga preguntas directas
ante cualquier duda o curiosidad; que le exprese su estado de ánimo o sus
desacuerdo, etc. Se busca que tome conciencia de la diferencia que hay entre
"hablarle a" su interlocutor y "hablar" delante de él. ¿En qué medida estás evitando
tocarlo con tus palabras? ¿Cómo esta evitación fóbica para el contacto se expresa en
tus gestos, en el tono de tu voz, en el rehuir su mirada?
3. Asumir la propiedad del lenguaje y la conducta, o sea, responsabilizarse de lo que se
dice y/o se hace. Esto se vincula directamente con el lenguaje personal e impersonal.
Es común que para referirnos a nuestro cuerpo, a nuestras acciones o emociones,
utilicemos la 2º ó 3º persona. "Me causas pena" en lugar de "Yo siento pena"; "Mi
cuerpo está tenso" en lugar de "Yo estoy tenso", etc. Merced al simple recurso de
convertir el lenguaje impersonal en personal aprendemos a identificar mejor la
conducta y a asumir la responsabilidad por ella. Como consecuencia, es más probable
que el individuo se vea más como un ser activo, que "hace cosas", en lugar de creerse
un sujeto pasivo, al que "le suceden cosas". Las implicancias para la salud mental y
para dejar atrás nuestras “neurosis” son obvias.
4. En Gestalt está prohibido decir "no puedo"; en su lugar se debe decir "no quiero",
esto es, ser asertivo. Ello debido a que muchas veces el sujeto se niega a actuar, a
experimentar, a entrar en contacto, descalificándose antes de intentarlo siquiera. No
se puede obligar a la persona a hacer algo que no desea, pero sí se le puede exigir
responsabilidad, a asumir las consecuencias de su decisión evasiva, para lo cual un
honesto "no quiero" es lo más adecuado. Del mismo modo, también deben evitarse o
hacer que el paciente se de cuenta de sus "peros", "por qués", "no sé", etc. Hay que
recordar que en el ser humano el lenguaje es uno de los medios de evitación por
excelencia: se puede hablar de todo y no entrar en contacto con nada, poner entre
nosotros y la realidad una muralla de palabras.
5. El continuum del darse cuenta: El dejar libre paso a las experiencias presentes, sin
juzgarlas ni criticarlas, es algo imprescindible para integrar las diversas partes de la
personalidad. No buscar grandes descubrimientos en uno mismo, no "empujar el
río", sino dejarlo fluir solo, libremente.
6. No murmurar: Toda comunicación, incluso las que se supone son "privadas" o que
"no interesan al grupo", debe ventilarse abiertamente en él o en su defecto evitarse.
Las murmuraciones, los cuchicheos sobre los demás, las risitas cómplices, son
evitaciones, formas de rehuir el contacto, además de faltar el respeto al grupo e ir
contra su cohesión al establecer temas "que no le competen" en su presencia. Esta
regla tiene por fin el promover sentimientos e impedir la evitación de sentimientos.
7. Traducir las preguntas en afirmaciones; salvo cuando se trata de datos muy
concretos. Preguntas como "¿Puedo ir al baño? ¿Me puedo cambiar de sitio? ¿Me
puedo ir?", etc., deben ser traducidas como "Quiero ir al baño; Me quiero cambiar de
sitio; Me quiero ir". Así, el preguntón asume su responsabilidad y las consecuencias
de lo que afirma, en lugar de adoptar una postura pasiva y de proyectar su
responsabilidad en el otro, a fin de que él le dé la autorización.
8. Prestar atención al modo en que se atiende a los demás. ¿A quién le prestamos
atención? ¿A quién ignoramos?, etc.
9. No interpretar ni buscar "la causa real" de lo que el otro dice. Simplemente
escuchar y darse cuenta de lo que uno siente en función a dicho contacto.
10. Prestar atención a la propia experiencia física, así como a los cambios de postura y
gesto de los demás. Compartir con el otro lo que se observa, lo obvio, mediante la
fórmula de "ahora me doy cuenta de ..."
11. Aceptar el experimento de turno; correr riesgos al participar en la discusión.
12. Considerar, aunque no se haga explícito, que todo lo dicho y vivido en el grupo es
estrictamente confidencial.
http://www.psicologia-online.com/colaboradores/cvasquez/gestalt.shtml
http://darsecuenta.bitacoras.com/
LOS SUEÑOS EN TERAPIA GUESTALTICA
En el Enfoque Gestáltico los sueños son vistos como proyecciones de la personalidad del
soñante, de su campo experiencial; son partes de su experiencia que se encuentran
enajenadas o no asimiladas y que se manifiestan en las imágenes oníricas como mensajes
existenciales. Todos los elementos del sueño, así representen a otras personas, a ideas que
no son propias o a lugares que no conocemos, se vinculan con nuestra experiencia; deben
ser vistos como algo propio, como expresiones propias, que nos pertenecen, pero que se
encuentran desga-jadas de nosotros.
En consonancia con los principios y reglas de la Gestalt, el trabajo de sueños debe ser
realizado en todo momento transfiriendo la responsabilidad por la debelación de su
significado al propio soñante, no asumiéndola el terapeuta mediante el lucimiento con
interpretaciones y comentarios "brillantes" que no sirven de nada. En principio, debe
adoptarse como axioma que sólo la persona que sueña es la única autorizada para saber, por
sí misma, qué significan sus sueños. Toda otra interpretación desde fuera, al estilo freudiano,
atenta contra el respeto que merece el cliente y lo ayuda poco.
Los sueños, al igual que toda experiencia, deben ser experimentados en lugar de explicados.
El soñar en sí mismo es un proceso pasivo; los sueños "nos ocurren" y por ello permanecen
separados de nosotros, como algo ajeno, sin saber que nos quieren decir y sin utilizar su
energía. Por su propia naturaleza los sueños son evitaciones del contacto con lo que nos
ocurre; son experiencias reprimidas, "inconcientes", que por diversos motivos no se
constituyen en figuras mientras es-tamos despiertos. Al experimentarse los sueños,
utilizando las diversas técnicas gestálticas, el rol pasivo que juegan cambia de giro, y se
convierten en algo "que hacemos", pudiendo asumir nuestra responsabilidad por ellos.
Con el trabajo de sueños en Gestalt se persiguen por lo menos dos objetivos: 1) Facilitar que
el cliente determine cuál es el mensaje existencial que conlleva su sueño, y 2) Reincorporar
dicha experiencia enajenada a su personalidad.
Las técnicas utilizadas son las mismas que se usan comúnmente en la terapia grupal o
individual: traer el sueño al presente y al aquí; narrarlo en primera persona (es aconsejable
que inicie el relato con la frase "esta es mi existencia" o "esta es mi vida" para facilitar la
identificación con lo que se narra), inicialmente tal y como ocurrió, y luego, en un segundo
relato, centrándose en los diversos elementos que van apareciendo. El sujeto debe "ser"
cada cosa que figura en su sueño. Si sueña con un mar agitado, pues él mismo debe ser el
mar, su agitación, los peces que contiene, las algas, la arena, el cielo que lo cubre, las
nubes..., sentirse como tales, representarlos, de tal modo que al actuarlos -como en un
psicodrama individual donde el cliente representa todos los roles, incluyendo el de libretista-
pueda acceder a su mensaje, entenderlos, ver de qué manera se asocian con su vida, e
incorporarlos al sí mismo. El terapeuta se limita, primero, a contener sus ímpetus
interpretativos y a escuchar con atención lo que se dice y, luego, a guiar al cliente por el
sueño haciendo que se detenga en las partes que, según su experiencia, pueden ser
importantes, para que las vivencie; en las Gestalten inconclusas que surgen en el relato; en
lo que experimenta y, sobre todo, en lo que evita experimentar (llamo aquí la atención sobre
las polaridades ocultas: trabajar también con lo opuesto de aquello que se presenta en el
relato del sueño; por ejemplo, si en el sueño todo es un prado verde y primaveral se puede
hacer que el sujeto se sitúe imaginariamente en un desierto estéril y en medio de una
tormenta de arena, así surgirán cosas o-cultas que cautamente se evitan y se vivenciarán los
opuestos).
En todo momento se debe preguntar: ¿Qué sientes? ¿De qué te das cuenta? ¿Qué te
recuerda ello? ¿Cómo se vincula tal o cual cosa con tu vida? ¿Qué evitas? ¿Con quién estás
ahora? ¿Dónde estás?, etc., de tal modo que facilitemos el awareness del sujeto.
Finalmente, si hemos realizado un buen trabajo, sin interponer nuestras propias expectativas
y deseos de descubrir "grandes asuntos" para sentirnos bien, en el proceso, "sin empujar el
río" forzando las cosas, es muy probable que el cliente logre darse cuenta de algo
constructivo para él y que facilitemos así su crecimiento.
Al igual que en el caso de los sueños, frente a los llamados "mecanismos de defensa" el
enfoque Gestáltico a-sume una postura muy peculiar y creativa.
Por tal motivo, es explicable su interés por es-te tema y por el anterior (los sueños), aunque
no se debe asumir erróneamente que no es más que una simple copia o plagio del
psicoanálisis.
En Gestalt, los mecanismos de defensa antes que proteger al Yo de las pulsiones internas
amenazantes o de las amenazas externas, son concebidos como formas de evitar el con-
tacto, tanto interno como externo; como autointerrupciones del ciclo de experiencia (ver
separata Nº 02).
Como se vio, el organismo -la totalidad de cuerpo y mente que somos todos- se regula a sí
mismo a través de ciclos sucesivos de siete fases o etapas (reposo, sensación, formación de
figura, movilización de energía, acción, contacto y reposo). En los diversos espacios que
median entre las fases del ciclo se pueden producir las autointerrupciones, con la finalidad
de evitar el dolor, el sufrimiento, no sentir, no vi-vir, separarse de lo amenazante en uno
mismo, huir del estrato fóbico, etc. De ahí lo de "de defensa".
Fritz Perls (y Laura, su esposa, cofundadora de la Terapia Guestalt) describó hasta cinco
mecanismos: introyección, proyección, confluencia, deflexión y retroflexión. Salama y
Castanedo, en su libro Manual de psicodiagnóstico, intervención y supervisión para
psicoterapéutas (1991), mencionan las variantes que los diversos autores (Goodman, Latner,
Polster, Petit, Pierret) han propuesto en cuanto a orden y número de los mecanismos, para
proponer ellos mismos una lista, tal vez excesiva, de ocho: desensibilización, proyección,
introyección, retroflexión, deflexión, confluencia, fijación y retención. Lo interesante y
novedoso del aporte de estos au-tores (aunque requiere todavía de mayor comprobación y
refi-namiento) es su intento por desarrollar una psicopatología Guestáltica, que busque
entender los problemas emocionales a partir de las interrupciones del ciclo de la
experiencia.
A fin de no entrar en polémicas sobre cuál pro-puesta es la más adecuada, nos apegaremos a
la propuesta de Perls para la exposición, incluyendo, por considerarlo adecuado, una de las
fases de Salama y Castanedo.
La introyección (F. Perls), media entre la formación de figura y movilización de energía para
la acción. Aquí el sujeto se "traga" todo lo que le dan sin masticarlo lo suficiente; las
influencias externas son engullidas sin hacer la necesaria crítica y selección, de acuerdo a sus
necesidades personales. El sujeto sufre un verdadero empacho de mandatos, órdenes,
influencias, imagos, etc., incuestionables, que cumplen en sí una función parasitaria pero
que el sujeto asume erróneamente como propios, como normas y valores morales. "Haz
esto", "No hagas esto", "No debes", "Deberías", etc. Los introyectos impiden el libre flujo de
los impulsos y la satisfacción de las necesidades: no seas agresivo, no forniques, conserva tu
virginidad, a la madre no se le dice eso...bla, bla, bla. Importante: detrás de todo introyecto
hay figuras importantes para nosotros y Gestalten inconclusas en relación a ellas. Su frase es
"Debo pensarlo o hacerlo así".
La confluencia (F. Perls), también se da entre acción y contacto. El sujeto para ser aceptado
o no entrar en discusión con figuras importantes simplemente se mimetiza a ellas; debilita
los límites de su Yo para fusionarse al otro. Se adoptan así, sin crítica ni cuestionamientos,
decisiones, ideas, estilos de viva ajenos. Se adopta una postura cómoda donde se abdica de
la propia responsabilidad, de la capacidad de tomar decisiones, para siempre "estar de
acuerdo". Los con-fluentes son personas "sin carácter ni personalidad", "pasivas", que
practican la desesperanza aprendida o la identificación con el agresor temido. Su frase es
"Acéptame, no discuto".
TÉCNICAS DE LA GESTALT
1. Las T. Supresivas;
2. Las T. Expresivas; y
3. Las T. Integrativas.
1. Técnicas Supresivas: Pretenden básicamente evitar o suprimir los intentos de evasión del
cliente del aquí/ahora y de su experiencia; es decir, se busca con ello que el sujeto
experimente lo que no quiere o lo oculto a fin de facilitar su darse cuenta.
Entre las Principales Supresivas tenemos:
Experimentar la nada o el vacío, tratando de que el "vacío estéril se convierta en
vacío fértil"; no huir del sentimiento de vacío, integrarlo al sí mismo, vivirlo y ver que
surge de él.
Evitar "hablar acerca de", como una forma de escapar a lo que es. El hablar debe
sustituirse por el vivenciar.
Detectar los "deberías" y antes que suprimirlos es mejor tratar de determinar qué
puede haber detrás de ellos. Los "deberías" al igual que el "hablar acerca de" son
forma de no ver lo que se es.
Detectar las diversas formas de manipulación y los juegos o roles "como si" que se
desempeñan en terapia. También, antes que suprimirlos es mejor vivenciarlos, hacer
que el sujeto se de cuenta de ellos y del rol que juegan en su vida. Entre las
principales formas de manipular podemos hallar: las preguntas, las respuestas, pedir
permiso y las demandas.
Expresar lo no expresado.
Expresar lo no expresado:
1. Maximizar la expresión, dándole al sujeto un contexto no estructurado para
que se confronte consigo mismo y se haga responsable de lo que es. Se
pueden trabajar con inducciones imaginarias de situaciones desconocidas o
raras, para que aflores temores, situaciones inconclusas. También se puede
minimizar la acción no-expresiva.
2. Pedir al cliente que exprese lo que está sintiendo.
3. Hacer la ronda, que el sujeto exprese lo que quiera a cada miembro del grupo
o se le da una frase para que la repita a cada uno y experimente lo que siente.
Terminar o completar la expresión:
Aquí se busca detectar las situaciones inconclusas, las cosas que no se dijeron pero
pudieron decirse o hacerse y que ahora pesan en la vida del cliente. Una de las
técnicas más conocidas es la "silla vacía", es decir, trabajar imaginariamente los
problemas que el sujeto tiene con personas vivas o muertas utilizando el juego de
roles. También se pueden utilizar inducciones imaginarias para reconstruir la
situación y vivirla nuevamente de manera más sana, expresando y experimentando
todo lo que se evitó la primera vez.
3. Técnicas Integrativas: Se busca con estas técnicas que el sujeto incorpore o reintegre a su
personalidad sus partes alienadas, sus hoyos. Aunque las técnicas supresivas y expresivas
son también integrativas de algún modo, aquí se hace más énfasis en la incorporación de la
experiencia.
Es importante recordar que estos procedimientos o técnicas son sólo un apoyo para lograr
los objetivos terapéuticos, pero que no constituyen en sí la Terapia Gestalt. Lo importante, lo
realmente terapéutico, es la "actitud guestá-tica" que se adopte, el reconocimiento de la
importancia de proceso, y el respeto por el ritmo individual del cliente. No empujar el río,
dejarlo ser. Tampoco aplicar las técnicas estereotipadamente, son asimilar la filosofía
implícita en el Enfoque Gestalt.
http://www.psicologia-online.com/colaboradores/cvasquez/gestalt2.shtml