El Concreto Lanzado
El Concreto Lanzado
El Concreto Lanzado
Un poco de historia
La tecnología del concreto lanzado tuvo su origen a comienzos de siglo, cuando el doctor Cal
Ethan Akeley, naturalista norteamericano, reparaba el museo abierto de ciencias naturales de
Chicago. En esa ocasión, el científico inventó una máquina de doble cámara presurizada para
proyectar mortero por vía seca, en la que el agua era acondicionada en la boquilla a fin de
humedecer el material antes de su consolidación neumática en la superficie en que se aplicaba. Su
finalidad era forrar las figuras de animales prehistóricos, ya que con el cimbrado convencional no
podía lograr las formas irregulares de los músculos de estos animales. El proceso fue patentado
por la Cement Gun en el año 1911 con el nombre de Gunita.
En los años que siguieron se introdujeron muchas marcas nuevas tales como Guncrete, Pneucrete,
Blastcrete, Biocrete, Jetcrete, para describir procesos similares.
En la década de los treinta surgió el término Shotcrete, empleado por la American Raitway
Engineering Association para describir el proceso de Gunita, aunque actualmente se lo utiliza en
Estados Unidos para referirse a morteros y concretos lanzados.
En los años cincuenta se creó en Estados Unidos la máquina de Rotor, sobre la base de una
patente holandesa de 1929 que posteriormente se perfeccionó en Suiza y permitió la incorporación
de agregado grueso en la mezcla. Este sistema es el que predomina en las máquinas actuales de
colocación de concreto por vía seca debido a su alto rendimiento, solidez y facilidad de operación.
Las máquinas de concreto lanzado por vía húmeda se desarrollaron en los cuarenta. En este
método, el agua y los aditivos (excepto acelerantes) son adicionados antes de que la mezcla sea
transportada, y se inyecta aire adicional en la boquilla para incrementar la velocidad en función de
su proyección contra la superficie, agregando el aditivo acelerante en la misma.
Hoy día, la tecnología del concreto lanzado continúa desarrollándose gracias a la creación de
nuevos aditivos superplastificantes, el humo de sílice, fibras, materiales refractarios, máquinas de
control remoto, etcétera. Responde así a nuevos y mayores retos ingenieriles, ampliando su uso
para diversos tipos de obras.
Según el ACI 506 R, el concreto lanzado "es un mortero o concreto transportado por algún medio,
vía húmeda o vía seca, a través de una manguera y proyectado neumáticamente a una gran
velocidad contra una superficie".
En cuanto a su elaboración, utiliza los mismos ingredientes que el concreto convencional: agua,
cemento y agregados. Se trata simplemente de un sistema de colocación de concreto cuyas
principales diferencias con la forma tradicional son las siguientes:
a) Se coloca y compacta por impacto de manera simultánea, en vez de colocarse primero y luego
compactarse por vibración, como es el caso del concreto tradicional.
El concreto lanzado ha demostrado tener muchas ventajas en trabajos subterráneos tales como
túneles y obras de minería. Entre sus usos principales está el de servir como soporte o como
protección: en el primer caso, la mezcla empareja la superficie para la aplicación posterior de un
recubrimiento impermeable, y en el segundo, se la utiliza para recubrir, sujetar y proteger la
impermeabilización.
Las puzolanas son materiales de sílice o sílice aluminio que por sí solos poseen poco o ningún
valor cementante, pero que al estar finamente divididos y en presencia de humedad, reaccionan
químicamente con el hidróxido de calcio formando compuestos con propiedades cementantes.
Al utilizarse humo de sílice, éste actúa de dos maneras principales; como filler, consigue una gran
compasidad y aumenta por lo tanto las resistencias y la permeabilidad, y como puzolana, se
combina con el hidróxido de calcio formando silicatos hidratados, con lo cual disminuye la
porosidad e incrementa las resistencias físicas y químicas.
En la mina Proaño del grupo Peñoles, en la ciudad de Fresnillo, Zacatecas, era necesario
consolidar la roca para evitar derrumbes, sellar algunas filtraciones de agua, reforzar fallas
geológicas y proteger la roca del intemperismo. Todo ello para lograr una mayor seguridad en los
trabajos de minería con la protección del personal y el equipo.
Se utilizaron anclas incrustadas en la roca con mallas de acero de refuerzo y concreto lanzado vía
seca para formar un anillo autotransportante, resistente a las condiciones del trabajo.
Se analizaron las propiedades físicas de los agregados y se obtuvieron los siguientes datos:
Después de analizar las propiedades físicas de los agregados, se procedió a hacer un diseño de
mezcla para un f’c = 250 kg/cm 2, tomando en cuenta la curva granulométrica del ACI 506 R con la
graduación número 2 para combinar los agregados. Se utilizaron inicialmente 400 kg de cemento
portland tipo 1 y una dosificación de aditivo acelerante al 3 por ciento en relación con el peso del
cemento, adicionándosele humo de sílice con una dosificación al 10 por ciento en relación con el
peso del cemento.
Acelerante si al 3% si al 3%
Fibra* 20 kg 20 kg