La Fotosíntesis y El Calentamiento Global
La Fotosíntesis y El Calentamiento Global
La Fotosíntesis y El Calentamiento Global
La fotosíntesis es, entonces, un proceso en virtud del cual los organismos con clorofila,
como las plantas verdes, las algas y algunas bacterias, capturan energía del sol en forma
de luz y la transforman en energía química. Prácticamente toda la energía que consume
la vida de la biósfera terrestre procede de la fotosíntesis.
La fotosíntesis es un proceso cuya finalidad fue ya intuida por Van Helmont a principios
del siglo XVII. Sin embargo, la comprensión de su base molecular, imprescindible para
poder ser imitada artificialmente con el fin de obtener energía, sólo empezó a lograrse
durante la segunda mitad del siglo XX.
Sin embargo, esto no es más que una simplificación de un proceso muy complejo, en el
cuál la etapa clave es la rotura de una molécula de agua por la luz solar, liberándose
oxígeno gaseoso, y obteniéndose iones hidrógeno y electrones. Estos últimos servirán
para reducir el CO2 (ganando electrones) hasta glucosa en las etapas siguientes de la
fotosíntesis:
Como podemos ver en la fórmula, seis moléculas de dióxido de carbono más doce
moléculas de agua, en presencia de luz solar y de clorofila, producen una molécula de
glucosa, seis moléculas de agua y seis moléculas de oxígeno, este último liberado hacia
la atmósfera.
Las hojas captan la energía lumínica del sol gracias a la clorofila, pigmento verde que está
en los tilacoides de los cloroplastos de las células. el dióxido de carbono de la
atmósfera penetra por los estomas (poros) de las hojas. Las raíces absorben agua y
sales minerales (savia bruta) que llegan a las hojas a través del tallo. El hidrógeno del
agua (separado del oxígeno) se combina con el dióxido de carbono y originan glucosa y
nuevas moléculas de agua, en tanto el oxígeno derivado del agua que llegó desde las
raíces se libera hacia la atmósfera. Las plantas aprovechan la glucosa como alimento y
guardan una parte como reserva
Investigaciones científicas indican que, aparentemente, la cantidad de dióxido de carbono
(CO2) atmosférico había permanecido estable durante siglos, en proporción de unas 280
ppm (partes por millón). Sin embargo a la llegada del año 2009 era ya de 390 ppm (aun
cuando su concentración global en la atmósfera es de apenas 0,039 por ciento), a causa
del uso indiscriminado de los combustibles fósiles (carbón, petróleo y sus derivados).
Considerando esto entre el aumento total en partes de millón en los últimos 160
años ha sido del 110 partes por millón.
La concentración del dióxido de carbono es de 10,000 partes por millón volumen
que equivale al 1%
X= 0.011%
X= 103.25 ppm