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Universidad del Rosario.

Facultad de Jurisprudencia, Especialización en Derecho Ambiental.
Principios Constitucionales y Sistema Nacional Ambiental –SINA.
Presentado a: Hugo Alejandro Sánchez Hernandez.
Presentado por: Julián Esteban Cantillo.

Análisis del Sistema Nacional Ambiental- SINA desde la perspectiva de un

Ingeniero Ambiental.

En respuesta a las preocupaciones mundiales por el deterioro acelerado de los recursos

naturales y la falta de instrumentos normativos que promulgaran su adecuado uso y

preservación, Colombia a partir de la conferencia de Estocolmo desarrollo el Código

Nacional de los Recursos Naturales en 1974 donde el artículo 2 estableció como principio

que “ el ambiente es patrimonio común de la humanidad y necesario para la supervivencia

y el desarrollo económico y social de los pueblos (…)” (Presidente de la Republica de

Colombia., 1974).

Seguido a esto y teniendo en cuenta que, en la época, Colombia no tenía una base

institucional adecuada cuya finalidad fuera regular y dinamizar la legislación ambiental

existente además de promover los instrumentos reglamentarios necesarios para

salvaguardar el medio ambiente y los servicios ecosistémicos asociados, por medio de la

Cumbre de la Tierra de 1992 y la creación del programa 21, en el cual se abordaron los

temas ambientales desde un enfoque de cooperación entre las partes en beneficio del

desarrollo sostenible (Organización de las Naciones Unidas, 2020), Colombia estableció

la Ley 99 de 1993 en la cual mediante el artículo 1, numeral 1, ratifico el proceso de

desarrollo económico y social del país mediante el seguimiento de los principios

universales y de desarrollo sostenible contenidos en la Declaración de Rio de 1992

(Congreso de Colombia, 1993).

Sistema Nacional Ambiental –SINA.

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En este sentido y bajo la Ley referida se estableció el Sistema Nacional Ambiental –SINA,

definido como: “el conjunto de orientaciones, normas, actividades, recursos, programas

e instituciones que permiten la puesta en marcha de los principios generales ambientales,

orientados hacia el desarrollo sostenible.” (Subgerencia Cultural del Banco de la

República, 2015).

Estos principios generales ambientales contenidos en la Declaración de Rio sobre el

Medio Ambiente y el Desarrollo, no solo se encuentran consignados en la Ley 99 de 1993,

sino que también se ven reflejados en la Constitución Política de Colombia de 1991, a

pesar de esta haber sido escrita con anterioridad. A su vez, es importante resaltar como

la normatividad ambiental colombiana, aparte de ratificar los principios de Rio mediante

la Ley, los desarrollo entre otras formas con la creación del SINA el cual es descrito

brevemente en el artículo 4 de la ley 99 de 1993 y donde se resaltan los criterios de

composición del mismo especificando en términos generales las partes que hacen parte

de dicho sistema.

En cuanto a los principios referidos, de los acuerdos sobre medio ambiente

internacionales y que en su mayoría se encuentran reflejados en la Constitución Política

de 1991 y la normatividad siguiente a esta, la consolidación del SINA encuentra

fundamento en el derecho colectivo a gozar de un ambiente sano, el cual desde una

visión antropocéntrica tiene como objeto la preservación de los recursos naturales para

el aseguramiento de las condiciones de vida adecuadas de las generaciones presentes

y futuras, siendo este la base de la preservación de otros derechos fundamentales, ya

que algunos de ellos como el derecho a la vida y la salud son dependientes del medio

ambiente y por lo cual la preservación y por ende el goce efectivo de un medio ambiente

Sistema Nacional Ambiental –SINA.

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sano no puede desligarse de estándares de calidad adecuados de vida y salud (Corte

Interamericana de Derechos Humanos, 2017).

Es importante mencionar que el SINA desarrolla dos tipos de enfoques en el marco de

sus competencias: el primero de estos es la definición de políticas públicas y el segundo

es la ejecución, vigilancia y control de los asuntos ambientales, enfoque asignado por el

Estado y el cual tiene como objetivo la conservación y protección del medio ambiente a

cargo de cada una de las instituciones que hacen parte del sistema y que de forma

multidisciplinar deben trabajar conjuntamente en beneficio de un bien común (Molina

Triana, 2014)

De lo anterior, la correcta articulación del SINA resulta ser vital para la asignación de

competencias que en conjunto permitan la promoción y aseguramiento de un derecho

colectivo como lo es el medio ambiente, sin embargo, el deterioro institucional en temas

ambientales ha conllevado a no responder adecuadamente a las preocupaciones

mundiales frente al uso inadecuado de los recursos naturales, la generación en exceso

de residuos y sustancias contaminantes, entre otros.

Este deterioro institucional se ha evidenciado debido a la pérdida de autonomía y

autorregulación que en un primer momento tenía el SINA, toda vez que inicialmente las

políticas del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible podían armonizarse

con las políticas regionales y lo cual se ha visto seriamente afectado por la influencia

negativa del gobierno, además del desmantelamiento del Ministerio por medio de la

reducción presupuestal de este (Salinas Mejia, 2007).

Sistema Nacional Ambiental –SINA.

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Esta reducción presupuestal se ve reflejada en la falencia de personal idóneo, equipos

necesarios para investigación, recursos para generación, promoción y divulgación de

información y conocimiento, entre otros factores, que actualmente enfrentan los Institutos

de Investigación, las Corporaciones Autónomas Regionales, Las Corporaciones de

Desarrollo Sostenible, La Unidad Administrativa Especial del Sistema de Parques

Nacionales Naturales de Colombia, la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales y el

Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Al evidenciarse una falencia generalizada de recursos tanto humanos como monetarios

el avance en investigaciones ambientales, información base para estudios ambientales,

ejecución de proyectos, actividades, y obras, generación de información y acceso a esta,

resulta ser mínimo. Un claro reflejo de esto es la falencia de cartografía detallada respecto

a la cantidad de acuíferos existentes en el territorio nacional y de cuerpos de aguas

superficiales, así como una clara falencia en los mecanismos de delimitación de

ecosistemas estratégicos tales como los páramos (El Tiempo, 2019).

De igual forma, el problema no hace referencia únicamente a la falta de recursos sino

también a la falta de pertinencia que le da el Estado al medio ambiente, donde este último

no es un tema prioritario y por ende no es considerado como una política de estado que

perdure a lo largo del tiempo (Baptiste, 2019). De allí se refleja que las acciones

encaminadas a salvaguardar el medio ambiente no perduren, además de evidenciar la

falta de educación en materia ambiental que tiene nuestro país.

En este sentido y acorde con las falencias en investigación ambiental resulta imposible

la generación de políticas públicas regionales armonizadas con las políticas públicas

nacionales, puesto que estas últimas con la finalidad de darle cumplimiento a los tratados,

Sistema Nacional Ambiental –SINA.

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acuerdos y convenios internacionales de los que Colombia hace parte, desconocen la

realidad del territorio, desconocen la realidad de estado actual de los recursos naturales

y no se comprometen realmente a la asignación de recursos que permitan conservar y

proteger los distintos ecosistemas de nuestro territorio, lo que trae como resultado serias

inconsistencias en los criterios orientadores del medio ambiente.

De igual forma y teniendo en cuenta que recursos básicos para la construcción de líneas

bases ambientales, que permitan analizar los diferentes impactos que el desarrollo de un

proyecto pueda traer sobre un área delimitada, no están disponibles debido a las falencias

en investigación mencionadas anteriormente resulta realmente difícil dar conceptos

técnicos adecuados que permitan evaluar la viabilidad de un proyecto. En este sentido el

SINA y cada una de las instituciones que lo conforman no muestran una estructura sólida

y de cooperación puesto que los intereses individuales y privados tienen prioridad sobre

la preservación del medio ambiente.

Esto último se evidencia con la asignación desmedida de Licencias Ambientales sin los

correctos estudios necesarios que avalen la ejecución de los mismos, de igual forma

denota una falta de coordinación puesto que a pesar de que las competencias para cada

institución están definidas, estas en algunos puntos pareciesen no ser coherentes,

generando así graves impactos ambientales que resultan ser irreparables en el corto

plazo (Semana, 2017).

En consecuencia, si bien es cierto que la creación del SINA tuvo como principio ser el

“mecanismo de articulación entre el Ministerio del Medio Ambiente, las Corporaciones

Autónomas Regionales y como una forma de concertación entre el sector público y

privado a través del Concejo Nacional Ambiental (CNA).” (Salinas Mejia, 2007) su

Sistema Nacional Ambiental –SINA.

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debilitamiento a través de los años por sus reformas estructurales y presupuestales ha

ocasionado que uno de sus principales objetivos, que es la generación de conocimiento

en beneficio de la conservación, preservación y protección del medio ambiente, se

encuentre seriamente disminuido.

Esto sin mencionar en detalle los diferentes casos de corrupción que se han evidenciado

en las instituciones que hacen parte del SINA y los cuales han contribuido a la pérdida

de confianza en una serie de instituciones cuya finalidad es salvaguardar el medio

ambiente. Lo que en sumatoria trae como consecuencia una clara falencia en la

generación de información necesaria sobre el estado de los recursos naturales y por ende

el desarrollo de políticas públicas que promueva su sostenibilidad a partir de estrategias

legislativas que regulen y orienten el manejo adecuado de los recursos.

De allí se hace evidente que una política ambiental que se estipule en el largo plazo debe

estar soportada en una institucionalidad solida donde las distintas instituciones de

carácter nacional, regional, local y de carácter investigativo que hacen parte del sistema

canalicen los recursos, de todo tipo, con una única finalidad: el aseguramiento de los

ciudadanos y en general de los organismos vivos a gozar de un medio ambiente sano.

Por eso como Ingeniero Ambiental considero que la visión de institucionalidad debe ser

difundida junto con la importancia de la conservación del medio ambiente, desarrollando

educación ambiental pero también educación respecto a las funciones y competencias

de nuestras entidades, donde se promueva la investigación y la generación de

información como el sustento necesario para la toma de decisiones. Considerando así la

complejidad del territorio en miras del desarrollo sostenible donde el mejoramiento

Sistema Nacional Ambiental –SINA.

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económico y social no se desligue de la preservación del medio ambiente y, por el

contrario, estas tres dimensiones se armonicen y orienten en una misma dirección.

Bibliografía
Baptiste, B. (27 de Julio de 2019). “En Colombia, la investigación en temas ambientales
es débil”: Brigitte Baptiste. (S. Sostenible, Entrevistador)

Congreso de Colombia. (1993). Ley 99 de 1993. Colombia.

Corte Interamericana de Derechos Humanos. (2017). Opinion Consultiva OC-23/17 de

15 de Noviembre de 2017 solicitada por la Republica de Colombia.

El Tiempo. (02 de 12 de 2019). MinAmbiente no cumpliria con delimitación del paramo

de Santurban. Colombia.

Molina Triana, A. G. (2014). Las Autoridades del Sistema Nacional Ambiental. Un analisis
desde la politica publica. Bogota D.C.: Universidad Sergio Arboleda.

Organización de las Naciones Unidas. (2020). Departamento de Asuntos Economicos y

Sociales- División de Desarrollo Sostenible. Obtenido de Departamento de
Asuntos Economicos y Sociales- División de Desarrollo Sostenible:
https://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/index.htm

Presidente de la Republica de Colombia. (1974). Decreto 2811 de 1974: Código Nacional

de Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente. Colombia.

Salinas Mejia, J. A. (2007). La Politica Ambiental y su Institucionalidad en Colombia.

Pereira.

Semana. (20 de Mayo de 2017). La otra cara de las licencias ambientales. Bogota D.C.

Subgerencia Cultural del Banco de la República. (2015). Red Cultural del Banco de la
Republica en Colombia. Obtenido de Red Cultural del Banco de la Republica en
Colombia.: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/ayudadetareas/ciencias/sina

Sistema Nacional Ambiental –SINA.