Calidad de Vida y Funcionamiento Psicosocial en TMG PDF
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Resumen:
Los trastornos mentales graves y crónicos implican, para las personas que los padecen, una importante afectación tanto en su
funcionamiento cotidiano, como en su calidad de vida. Considerando ambas cosas, se ha generado un número importante de
recursos de intervención. En la Comunidad de Madrid, existe una red de recursos de atención social a personas con trastornos
mentales graves y crónicos. En este trabajo, se presenta la evaluación de la calidad de vida y funcionamiento de 970 personas,
usuarios de diferentes recursos de atención social de esta red, evaluando la relación entre sí de las distintas medidas utilizadas y
la relevancia del género en ambas variables.
Palabras clave: trastorno mental grave y crónico, calidad de vida, funcionamiento, género.
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calidad de vida es una valoración individual y subjetiva de to- Esta red de centros y recursos del Plan trabaja en estrecha
dos los aspectos que conforman la mayor o menor satisfacción coordinación con la red de Servicios de Salud Mental de la
con la vida del sujeto, incluyendo aspectos psicopatológicos, Consejería de Sanidad y Consumo, como responsables de
satisfacción final de las necesidades, etc. la atención psiquiátrica, rehabilitación y seguimiento de las
personas enfermas mentales crónicas y que constituyen el
La enfermedad mental grave y persistente tiene un gran im- canal de derivación de usuarios a los recursos de la red de
pacto en la vida de las personas por lo que el interés de la ca- atención social.
lidad de vida de las personas con este tipo de enfermedades
ha sido una constante en el desarrollo de los programas de El trabajo que aquí se presenta se enmarca dentro del tra-
atención a este colectivo (Bobes, González, y Bousoño, 1995; bajo de evaluación encargado por la Comunidad de Madrid,
Hasanah y Razali, 2002) y, de hecho, su mejora, como ya se Consejería de Familia y Asuntos Sociales, a la Universidad
ha comentado, supone uno de los objetivos explícitos de estos Complutense de Madrid, concretamente al equipo dirigido
programas (Sederer y Dickey, 1996). De esta forma, la evalua- por el Dr. Manuel Muñoz, con el objetivo de aumentar la in-
ción global de la calidad de vida puede ser muy adecuada como formación disponible sobre la atención y resultados de la red
medida ya que es un marcador indirecto del estado de salud de recursos de atención social a personas con enfermedad
global, y de adaptación social de la persona, y por lo tanto del mental grave y crónica.
impacto de la intervención (Mubarak y Barber, 2003) estando
muy relacionada, además, con otros aspectos centrales como
la sintomatología experimentada (Sañudo, Herrero, Lamas y Objetivos
Franco, 2010).
Los objetivos de este artículo son:
A pesar del reconocimiento de la importancia de considerar
este aspecto, esto tampoco resulta sencillo por los importantes Presentar la descripción del funcionamiento y la calidad de
problemas relacionados con la evaluación del constructo cali- vida de las personas con trastornos mentales graves y cróni-
dad de vida: imprecisión, confusiones conceptuales, falta de cos, usuarios de la red de atención social a este colectivo exis-
acuerdo sobre las medias utilizadas y sobre los indicadores, fal- tente en la Comunidad de Madrid, así como el análisis de la
ta de evidencia empírica de los modelos, entre otros problemas relación entre ambos aspectos.
metodológicos (Bobes et al., 1995; Muñoz et al., 1999).
Analizar la relación del funcionamiento y la calidad de vida
Como ya se ha comentado, en los últimos años se han desa- de los usuarios con el género de los participantes.
rrollado un número importante de recursos dirigidos a la aten-
ción de las personas con trastornos mentales graves y crónicos. Analizar la relación entre las dos medidas de funcionamien-
Concretamente, la Comunidad de Madrid, cuenta actualmen- to psicosocial utilizadas, entre sí, y con la calidad de vida.
te con una red de recursos de atención social a personas con
enfermedad mental grave y crónica con un estilo de atención
fundamentado en la filosofía de rehabilitación psicosocial y el Método
apoyo a la integración social y laboral como eje director de la
intervención (González y Rodríguez, 2002), y que ha sido des- Participantes
crita en publicaciones previas (Rodríguez, Muñoz y Panadero,
2007). Aunque estos recursos comenzaron a desarrollarse a fi- Los datos que se incluyen en el presente artículo corres-
nales de los años 80´, recibieron un importante impulso con el ponden a 970 personas, usuarios de la red de atención social
Plan de atención social a personas con enfermedad mental grave y a personas con enfermedad mental grave y crónica durante
crónica 2003-2007, de la Consejería de Familia y Asuntos So- el año 2009. Concretamente, usuarios de Centros de día y
ciales de la Comunidad de Madrid, que supuso el crecimiento soporte social (294), Centros de Rehabilitación Psicosocial
y consolidación de una red de recursos dirigidos a cubrir las (357) y Equipos de Apoyo Social Comunitario (319).
diferentes necesidades psicosociales y sociales de las personas
con enfermedad mental crónica y apoyar la mejora de su auto- Algunas de las características sociodemográficas de los
nomía y calidad de vida y promover su integración social así participantes aparecen recogidas en la Tabla 1. Como se
como apoyar a sus familias. En la actualidad existen dentro de observa en dicha tabla la mayoría de los usuarios, el 62,5%,
esta red diferentes tipos de recursos: Centros de Rehabilita- eran varones, con una edad media de 44,52 años (DT=9,62).
ción Psicosocial, Centros de Rehabilitación Laboral, Equipos Concretamente, el 64,6% de los usuarios tenían entre 31 y 50
de Apoyo Social y Comunitario, Centros de Día y Soporte So- años y más de uno de cada cuatro tenían entre 51 y 65 años
cial, Recursos de alojamiento (Mini-residencias, pisos super- (27,1%).
visados y plazas supervisadas en pensiones) y Recursos de re-
habilitación específicos para personas sin hogar con trastornos También se recoge información sobre los meses en el cen-
mentales graves y crónicos. tro. De media, los participantes llevaban más de dos años y
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evaluación de la calidad de vida. Al no encontrarse otro ins- das entre 1 (puntuación mínima) y 7 (puntuación máxima))
trumento que se ajustase mejor a las demandas de los profesio- aparecen recogidas en la Tabla 2. Las puntuaciones medias
nales se decidió realizar un nuevo instrumento de evaluación más elevadas hacen referencia a aspectos materiales como el
partiendo de éste y respetando su esquema de formulación de lugar de residencia, el barrio en el que viven, los servicios y
preguntas y su escala de respuestas, que sí fueron considerados recursos de la zona, la comida y la ropa que visten. En todos
adecuados. Por lo tanto, sobre el SLDS, y mediante un proceso estos casos la satisfacción media se situó por encima del 5.
participativo, se realizaron diferentes modificaciones a partir Esto también ocurrió con otros aspectos relacionados con
de la opinión de los profesionales de los centros. Concretamen- las relaciones sociales de los usuarios. Concretamente, las
te se añadieron ítems sobre la satisfacción con salud (forma físi- puntuaciones medias de satisfacción con las personas con
ca, salud mental), vida sexual, pareja, y vida en general. las que convivían (Media = 5,20 (DT =1,61)) y su relación
con su familia (Media = 5,11 (DT =1,70)), además de con sus
El instrumento resultante está compuesto de 26 items en los actividades de ocio (Media = 5,08; DT = 1,59).
cuales se pregunta por la satisfacción del usuario con distintos
aspectos de su vida. Para la puntuación analógica se utiliza una Por otro lado, la satisfacción menor (por debajo de 4) se
escala analógica visual de 7 puntos con caras que varían desde encontró en aquellos aspectos relacionados con su vida
1 (máxima insatisfacción) hasta 7 (máxima satisfacción). sexual (Media = 3,91; DT = 1,96), con la ausencia de amigos
(Media = 3,52; DT = 1,90), no tener pareja (Media = 3,70;
El coeficiente alpha del instrumento resultante es de 0,955. DT = 1,91) y no tener actividad laboral (Media = 3,42; DT
= 1,86).
Además se recoge información sobre algunos datos sociode-
mográficos (sexo y edad) y de atención (tipo de recurso y meses Respecto al funcionamiento psicosocial, evaluado me-
en atención). diante el EEAG, los resultados se recogen en la Tabla 3. El
EEFG considera la actividad psicológica, social y laboral a
Se distribuyó la versión definitiva de los instrumentos y del lo largo de un hipotético continuum de salud-enfermedad,
procedimiento de aplicación a todos los centros, así como las e implica la selección de un único valor que refleje del me-
bases de datos diseñadas para la codificación de la información jor modo posible el nivel global de actividad del individuo.
de los instrumentos. Como se puede observar en la tabla la puntuación media de
los usuarios fue de 50,03 (DT =14,38). Aunque se asigna un
En este caso, el instrumento fue complementado por los único valor al funcionamiento de la persona, la escala EEFG
usuarios a petición de los profesionales de los diferentes recur- está dividida en 10 niveles de actividad. En la mayoría de
sos que, en aquellos casos en los que fue necesario, ayudaron a los casos, las puntuaciones de los participantes se encontra-
los participantes en dicho proceso. ron en los intervalos 41-50 (25,8%; Síntomas graves (p. ej.,
ideación suicida, rituales obsesivos graves, robos en tiendas) o
Como ya se ha comentado, los datos que aquí se incluyen co- cualquier alteración grave de la actividad social, laboral o es-
rresponden al año 2009. colar (p. ej., sin amigos, incapaz de mantenerse en un empleo)
y 51-60 (28,5%; Síntomas moderados (p. ej., afecto aplanado
Análisis estadísticos y lenguaje circunstancial, crisis de angustia ocasionales) o di-
ficultades moderadas en la actividad social, laboral o escolar
Los análisis estadísticos consistieron en análisis descriptivos (p. ej., pocos amigos, conflictos con compañeros de trabajo o de
de los diferentes aspectos considerados y en el análisis de corre- escuela)).
laciones (Pearson) para determinar la relación entre las dos me-
didas de funcionamiento y la de éstas medidas con la calidad de Continuando con el funcionamiento psicosocial, esta vez
vida. Además, para analizar la relación del género con el funcio- evaluado mediante la DAS-I, la Tabla 4 incluye las puntua-
namiento y la calidad de vida de los participantes se utilizó la ciones medias de cada una de las escalas contempladas en
prueba t para muestras independientes. Para realizar el proceso este instrumento (Cuidado personal, Ocupación, Familia
de análisis de datos se utilizó el sistema de análisis estadístico y y hogar y Contexto social) y el porcentaje de usuarios con
de gestión de datos SPSS (versión 15 para Windows). funcionamiento con asistencia en cada una de estas áreas.
El evaluador puntúa las discapacidades utilizando una es-
cala dada de 0 (“ninguna discapacidad”) a 5 (“discapacidad
Resultados máxima”) para cada una de las áreas específicas de fun-
cionamiento. En las cuatro escalas la puntuación media se
Descripción del funcionamiento psicosocial y la calidad de situó entre 2 y 3, lo que se correspondería con una disca-
vida pacidad obvia, que supone que: Existe desviación llamativa
de la norma, interfiriendo con la adaptación social: usuario
Respecto a la satisfacción de los usuarios con los distintos ligeramente discapacitado bastante tiempo o moderadamente
aspectos considerados, las puntuaciones medias (comprendi- discapacitado durante un corto tiempo (40%). Sin embargo, a
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pesar de encontrarse en el mismo intervalo hay que señalar Tras la descripción de la calidad de vida y el funcionamien-
que la puntuación media que indica un menor grado de afec- to psicosocial de los usuarios se analizó la relación de ambas
tación sería aquella que hace referencia al cuidado personal variables con el género de los participantes.
(Media = 2,02; DT = 1,42) mientras la puntuación mayor, es
decir, aquella que indica un mayor grado de discapacidad, Tabla 3: Puntuaciones en funcionamiento psicosocial evalua-
hace referencia a la Ocupación (Media = 2,92; DT = 1,40), do mediante EEAG.
que se refiere a las funciones como trabajador remunerado EEAG n
en un empleo, estudiante, ama de casa, etc. Media (DT) (1-100) 943 50,03 (14,38)
1-10 1 0,1%
Respecto al número de usuarios con funcionamiento con 11-20 18 1,9%
asistencia el 16,1% de las personas evaluadas en el área de
21-30 82 8,5%
Cuidado personal necesitaba apoyo en ese área, y un por-
centaje algo superior a lo encontrado en el área de Ocupa- 31-40 120 12,4%
ción (14,5%). En las áreas de Funcionamiento en la familia y 41-50 250 25,8%
hogar y en el contexto social, este porcentaje fue del 11,9% y 51-60 276 28,5%
12,4% respectivamente. 61-70 146 15,1%
71-80 36 3,7%
Relación entre las medidas de funcionamiento psicosocial
81-90 13 1,3%
y calidad de vida y otras variables consideradas.
91-100 1 0,1%
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Respecto al género de los usuarios, y su relación con el fun- Tabla 4: Puntuaciones en funcionamiento psicosocial evalua-
cionamiento psicosocial, no aparecieron diferencias signi- do mediante DAS-I.
ficativas respecto a la puntuación global en el EEAG, ni en n
las escalas de Cuidado personal, Funcionamiento familiar y en Cuidado personal (Media (DT)) (0-5) 938 2,02 (1,42)
el hogar y funcionamiento en el Contexto social de la DAS-I. Funcionamiento con asistencia 156 16,1%
Tan sólo aparecieron diferencias estadísticamente significa- Ocupación (Media (DT)) (0-5) 890 2,92 (1,40)
tivas entre hombres y mujeres en la escala de Ocupación de
Funcionamiento con asistencia 141 14,5%
la DAS-I. Concretamente, en el caso de los varones la pun-
tuación media en esta escala fue de 3,01 (DT = 1,38) frente Familia y hogar (Media (DT)) (0-5) 933 2,57 (1,25)
a 2,77 (DT = 1,42) en el caso de las mujeres, que indica una Funcionamiento con asistencia 115 11,9%
significativamente menor discapacidad entre éstas últimas Contexto social (Media (DT)) (0-5) 938 2,69 (1,34)
(t(888) = 2,50; p<0.05). Funcionamiento con asistencia 120 12,4%
Por otra parte, también se encontraron diferencias significa- estadísticamente significativa entre la puntuación del EEAG
tivas en algunos de los aspectos considerados en la evaluación y todas las escalas de la DAS-I. Concretamente con las esca-
de la calidad de vida: la de Cuidado personal (r=-0,505; p<0.01), Ocupación (r =
-0,590; p<0.01), Familia y hogar (r=-0,550; p<0.01) y fun-
Satisfacción con la salud en general. En este caso la puntua- cionamiento en el Contexto social (r=-0,589; p<0.01).
ción media de los varones fue de 4,64 (DT = 1,60) mientras
que la de las mujeres fue de 4,28 (DT = 1,99) (t(303,71) = Por otro lado, respecto a la correlación del funcionamiento
2,18; p<0.05). psicosocial, valorado por los profesionales, con los diferentes
aspectos de la calidad de vida considerados por los propios
Satisfacción con la relación con las personas con las que usuarios se encontraron correlaciones estadísticamente sig-
convive. La satisfacción de los varones fue significativamente nificativas entre:
mayor en este aspecto que la de las mujeres (t(1,97) = 284,95;
p<0.05); mientras la puntuación media de los varones en este La puntuación global del EEAG y la satisfacción con la
aspecto fue de 5,29 (DT = 1,47), la puntuación de las usuarias comida (r=0,94; p<0,05) y con no tener pareja (r=-0,101;
fue de 4,98 (DT =1,85). p<0,05).
Satisfacción con no tener pareja. En este caso la puntuación La escala de Cuidado personal del DAS-I y satisfacción con
de las mujeres resulta significativamente mayor que la de los el lugar de residencia (r=-0,101; p<0,05), comida (r=-0,93;
varones (t(230,01)=-2,59; p<0.05): la media de las mujeres se p<0,05) y ropa (r=-0,117; p<0,05).
sitúa en 4,07 (DT = 2,08) frente a 3,55 (DT = 1,82) en el caso
de los varones. La escala de Ocupación del DAS-I lugar de residencia (r=-
0,088; p<0,05) y su barrio como lugar para vivir (r=-0,103;
Satisfacción con su vida sexual. En este caso también la p<0,05).
puntuación media de las mujeres (Media = 4,18; DT = 2,13)
resultó mayor (t(269,86) = -2,00; p<0.05) a la de los varones La escala de Familia y hogar del DAS-I y su alojamiento
de la muestra (Media = 3,79; DT = 1,87), es decir, las usuarias (r=-0,092; p<0,05) y su relación con su familia (r=-0,151;
estaban más satisfechas con su vida sexual que los varones. p<0.01).
Satisfacción con el hecho de no realizar actividad laboral. La escala de Contexto social del DAS-I y lugar de residencia
La satisfacción en este caso fue mayor (t(300,05) = 2,00; (r=-0,107; p<0,05) y actividades de ocio (r=-0,097; p<0,05).
p<0.05) en los varones (Media = 3,53; DT = 1,77) que en las
mujeres (Media = 3,17; DT =2,02).
Conclusiones y discusión
Relación entre las medidas de funcionamiento psicosocial y
la calidad de vida Este trabajo presenta fundamentalmente los resultados
obtenidos en calidad de vida y funcionamiento psicosocial
También se analizó la relación entre las dos medidas de fun- en una muestra de usuarios de recursos de atención social
cionamiento utilizadas entre sí, y con la calidad de vida subje- para personas con enfermedad mental grave y crónica de la
tiva de los participantes. Comunidad de Madrid. Teniendo en cuenta la población a
la que van dirigidos estos recursos, los resultados de funcio-
En ese sentido se calculó la correlación existente entre las namiento psicosocial de los participantes resultan, en cierta
dos medidas de funcionamiento psicosocial utilizadas: el medida, esperables ya que muestran una importante afec-
EEAG y la DAS-I. Los resultados indicaron una correlación tación. La escala global de funcionamiento (EEAG) indica
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importantes problemas en este sentido, señalando dificulta- Diversos estudios han apuntado la existencia de diferencias
des de moderadas a graves entre los participantes, con pun- importantes entre varones y mujeres con trastornos menta-
tuaciones medias muy parecidas a lo encontrado por otros les graves en los más diversos aspectos, incluyendo el fun-
autores en muestras de similares características (Hansson, cionamiento psicosocial (Usall, Araya, Ochoa et al., 2001),
Middelboe, Sørgaard et al., 2002). La DAS-I, ayuda a con- y en menor medida en calidad de vida (Bengtsson-Tops y
cretar qué áreas del funcionamiento psicosocial están espe- Hansson 1999; Eack et al., 2007; Picardi, Rucci, Giovanni et
cialmente afectadas en esta población. Y así, aunque todas al., 2006). En general, estos trabajos han encontrado un me-
las escalas consideradas por este instrumento muestran una jor funcionamiento psicosocial en el caso de las mujeres. En
discapacidad obvia, también es cierto, que esto parece espe- nuestro caso, al igual que otros autores (Hintikka, Saarinen,
cialmente acentuado en el caso del área denominada como Tanskanen et al., 1999) no aparecieron diferencias cuando se
Ocupación, que nos habla del desempeño de las personas en consideró el funcionamiento como una única medida global
su empleo, estudios, labores del hogar, etc. (EEAG). Tan sólo se han encontrado diferencias significa-
tivas respecto a una de las escalas de funcionamiento eva-
En este trabajo también se ha abordado la coherencia entre luada mediante el DAS, el Funcionamiento ocupacional. Al
las dos medidas de funcionamiento utilizadas. Esto surge igual que en otros estudios previos (Andia, Zisook, Heaton
principalmente por las limitaciones que algunos trabajos et al., 1995; Galuppi,Turola, Nanni et al., 2010; McGlashan y
han señalado respecto al EEAG, especialmente la conside- Bardenstein, 1990; Test, Burke y Wallisch, 1990) las mujeres
ración conjunta de síntomas y funcionamiento, en una única parecen presentar menores dificultades en este área.
puntuación (Bacon et al., 2002; Moos et al., 2000). Algunos
autores han señalado que la puntuación de este instrumen- Para finalizar, aunque es necesario señalar que este trabajo
to correlaciona más fuertemente con escalas de síntomas presenta, por supuesto, algunas limitaciones como la medida
que con otras medidas de funcionamiento, es decir, estaría de calidad de vida (que considera sólo aspectos subjetivos),
influida fundamentalmente por los síntomas. En este caso la selección de la muestra, la ausencia de grupo control, etc.,
los resultados encontrados irían en la línea de otros autores ha intentado aportar algo de luz a la descripción de dos as-
que han apuntado la correlación clara entre esta medida de pectos claves para la comprensión de la situación de las per-
funcionamiento global y otras medidas de funcionamiento sonas con trastornos mentales graves y crónicos en nuestro
(Gaite et al., 2005; Greenberg y Rosenheck, 2005) ya que contexto: la calidad de vida y el funcionamiento psicosocial.
se han encontrado correlaciones significativas entre los dos
instrumentos de medida utilizados.
Referencias
A lo largo de las últimas dos décadas diferentes trabajos
han intentado clarificar la relación entre calidad de vida y Andia, A.M., Zisook, S., Heaton, R.K., Hesselink, J.,
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estos esfuerzos no han proporcionado resultados sólidos y
consistentes, en gran medida por la complejidad del propio American Psychologists Association/CAPP Task Force on
constructo de calidad de vida. En muchas ocasiones la inves- serious mental illness and severe emotional disturbance
tigación sobre calidad de vida se ha centrado en la influencia (2005). Training Grid outlining best Practices for recovery
de los síntomas, en otros casos, se han considerado aspectos and Improved Outcomes for people with Serious Mental
únicamente subjetivos, mientras que en otros trabajos se han Illness. Washington: APA (www.apa.org/practice/grid.
complementado estas medidas con marcadores objetivos so- html, mayo 2005)
bre las condiciones de vida de estas personas, aspectos que
parecen estar débilmente relacionados (Fitzgerald, Williams Bacon, S.F., Collis, M.J. y Plake, E.V. (2002). Does the
y Corteling, 2001). Esto, por supuesto, ha marcado impor- Global Assessment of Functioning Assess Functioning?
tantes diferencias en cuanto a los resultados encontrados Journal of Mental Health Counseling, 24, 3, 202-212.
y las conclusiones de los diversos trabajos (Eack, Newhill,
Anderson y Rotondi, 2007). En este caso las relaciones en- Blanco, A., Navarro, D. y Pastor, A. (2010). Evaluación
tre ambos aspectos también parecen escasas, aunque en funcional y diseño del plan individualizado de
algunos casos aparecen algunos vínculos en cierta medida rehabilitación. Pastor, A. Blanco y D. Navarro (Coords)
esperables. Así por ejemplo, la escala de Funcionamiento en Manual de rehabilitación del trastorno mental grave.
el contexto familiar y hogar de la DAS correlaciona signifi- Madrid: Editorial Síntesis.
cativamente con la satisfacción con su alojamiento y con su
relación con su familia, y en el caso de la escala de Cuidado Bobes, J., González, M.P. y Bousoño, M. (1995). Calidad de
personal aparece correlación con algunos aspectos más “fí- vida en las esquizofrenias. Barcelona: J.R. Prous.
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Artículo Monográfico
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