Hijos Adultos de Alcohólicos
Hijos Adultos de Alcohólicos
Hijos Adultos de Alcohólicos
Uno de cada cinco personas adultas han vivido con un alcohólico mientras crecían. Los siquiatras de
niños y adolescentes saben que estos niños corren mayor riesgo de tener problemas emocionales
que los niños cuyos padres no son alcohólicos.
El alcoholismo es común en las familias y los hijos de alcohólicos tienen una probabilidad cuatro
veces mayor que otros niños de convertirse en alcohólicos. La mayoría de los hijos de alcohólicos
han experimentado cierta forma de abandono o abuso.
Culpabilidad: El niño puede creer que es la causa primordial de que su padre/madre abuse
de la bebida.
Ansiedad: El niño puede estar constantemente preocupado acerca de la situación en su
hogar. Puede temer que el padre alcohólico se enferme o se hiera, y puede también temer a
las peleas y la violencia entre sus padres.
Vergüenza: Los padres pueden transmitirle al niño el mensaje de que hay un terrible secreto
en el hogar. El niño que está avergonzado no invita sus amigos a la casa y teme pedir ayuda a
otros.
Incapacidad de establecer amistades: Como el niño ha sido decepcionado tantas veces por
el padre/madre que bebe, no se atreve a confiar en otros.
Confusión: El padre alcohólico cambia de momento, va de ser amable a ser violento sin
ninguna relación con el comportamiento del niño. Una rutina regular diaria, tan importante
para el niño, no existe en su casa porque las horas de las comidas y de acostarse cambian
constantemente.
Ira: El niño siente ira y rabia contra el padre alcohólico porque bebe tanto y suele estar
enojado también con el padre que no es alcohólico porque no le da apoyo o protección.
Depresión: El niño se siente solo e incapaz de poder hacer algo para cambiar la situación.
Aunque el niño trata de mantener el alcoholismo en secreto, sus maestros, parientes, otros adultos o
sus amigos pueden darse cuenta de que algo está mal. Los siquiatras de niños y adolescentes
indican que los siguientes comportamientos pueden ser síntomas de un problema en el hogar, como
el del alcohol:
Algunos hijos de alcohólicos tratan de actuar como "padres" responsables de la familia y entre sus
amigos. Tratan de hacerle frente al alcoholismo convirtiéndose en personas controladoras, que
tienen mucho éxito en la escuela, pero que viven emocionalmente aislados de otros niños y
maestros. Sus problemas emocionales no son aparentes hasta que se convierten en adultos.
No importa si sus padres están en tratamiento para el alcoholismo o no, estos niños y adolescentes
pueden beneficiarse de programas educativos y de grupos de ayuda mutua organizados para los
hijos de alcohólicos por "Al-Anon" y "Alateen". La ayuda profesional temprana es también importante
para prevenir problemas más serios para el niño, inclusive el alcoholismo. Los siquiatras de niños y
adolescentes ayudan a estos niños con sus problemas personales y también los ayudan a entender
que no son responsables de los problemas de sus padres.
El programa de tratamiento puede incluir la terapia de grupo con jóvenes en la misma situación, lo
cual reduce el aislamiento que sienten los hijos de alcohólicos. El siquiatra de niños y adolescentes
trabaja a menudo con toda la familia, particularmente cuando el padre alcohólico ha dejado de tomar,
para así desarrollar formas saludables de relacionarse entre los miembros de la familia.
NOTA: Uno no tiene que ser hijo de un alcohólico para tener estas características. Aparte de darse
en los hijos de los alcohólicos, todas estas características se dan también en las personas que
crecieron en cualquier otra crisis o familia disfuncional. Por ejemplo, cuando hay problemas serios de
salud, como el cáncer de un miembro de la familia, una crisis económica fuerte, un miembro de la
familia con otras compulsiones o adicciones (al trabajo, a la ira, a la religión, etc.) o simplemente un
miembro muy rígido (sobre todo si es uno de los padres de familia).