Comenio 1
Comenio 1
Comenio 1
Información personal
Nombre de
Comenius
nacimiento
Otros nombres Comenio
Nacimiento 28 de marzo de 1592
Moravia, República Checa
Nacionalidad Checa
Educación
Área Pedagogía
Influencia en la educación
Juan Amos Comenio fue el primero en hablar de la "primera escuela" o "escuela materna". No
la consideraba una institución fuera de la familia, pero si la primera en transmitir una serie de
valores al niño. La familia también educará y aportará otras enseñanzas, pero según Comenio
será la madre la primera en hacerlo.
Comenio defendía la importancia del poder de la educación para mejorar al hombre y a la
sociedad. La educación debía ser universal, tener orden y método, ser amena. El alumno
debería ser el centro de atención. Para Comenio, enseñar se debe a una disposición de tres
cosas: tiempo, objeto y método. Aportó ideas educativas basándose en tres métodos:
comprender, retener y practicar. La finalidad de ello era mejorar la enseñanza para el alumno.
Se inclinó a la capacidad de sensibilidad del profesor hacia el alumno, así como a la
interacción y con ello garantizar el éxito del aprendizaje.
Entre las obras que escribió, la de mayor interés es su “Didáctica Magna", uno de los primeros
libros escritos sobre el tema de educar a los niños y dirigir bien la escuela. A través de sus
distintas obras, propuso un método didáctico.
Comenio dio inicio a los textos ilustrados para niños, con figuras de animales y acciones,
graduados de fácil a difícil, haciendo que el alumno pudiera entender con mayor facilidad. Fue
el primero que presentó una metodología de la educación basada en la unión de la pedagogía
con la didáctica. Con este sistema quería dirigir la progresión moral e intelectual del alumno.
Obra
Comenio es muy conocido por sus contribuciones a las técnicas de enseñanza que, junto con
sus principios educativos, se desarrollan en su gran obra Didáctica Magna. En ella señala cuál
es su concepto de la enseñanza que se resume en una frase suya: "enseña todo a todos", a
través de un método único. Un solo método para enseñar todas las disciplinas. Fue el primero
en instruir lenguas tradicionales mediante el uso de pasajes de la misma y de la traducción
correspondiente en la lengua moderna.
Su OrbisPictus (1658) muestra un mundo visible en dibujos, un libro para el aprendizaje del
latín, que parece ser el primer libro ilustrado para niños. Hoy en día podemos encontrar
muchos libros ilustrados y deberíamos tener en cuenta a Comenio, de quien podemos
claramente decir que fue su inventor. Incluso Goethe, cuya niñez transcurrió cien años
después de que se publicara OrbisPictus, considera, con el mayor agradecimiento a este
librito, como uno de sus primeros tesoros. Durante todo el siglo siguiente, fue imitado con
ediciones cada vez más lujosas.
Pero quizá su obra más personal sea El laberinto del mundo y el paraíso del corazón, una
incisiva sátira social en la que propone que el filósofo debe refugiarse en el interior de sí
mismo, en el que llama «el paraíso del corazón»
Didáctica Magna
La Didáctica Magna es en la literatura pedagógica una de las obras más leídas; obedece a
una especie de biblia, a una especie de precepto o dogma del cual los pedagogos no deben
prescindir, pues gran parte de lo que hoy se conoce y reconoce, en términos de valor
pedagógico, se encuentra influido (aún no se sabe si de manera consciente o inconsciente)
por esta obra. Comenio dividió su obra Didáctica Magna en tres partes:
Didáctica General
Didáctica Especial
Organización Escolar
Comenio introduce una innovación: El estudio de las mujeres, ya que estas, reconoce, son tan
o más inteligentes que los hombres, también incluye la educación para las mentes menos
capacitadas, ya que estas son las que más ayuda necesitan para llegar, aunque sea, a
aprender costumbres. Intenta que el estudio empiece en una cosa sencilla y esta te lleve a
una más compleja. También intenta que la educación sea razonada que los alumnos antes de
preguntar reflexionen sobre ello. La educación debe llevarles a la libertad, el gozo de vivir y la
dicha.
A lo largo de la historia de la humanidad, el análisis de las necesidades del hombre ha
ocupado un lugar importante que aún conserva. Si bien éste análisis ha abarcado diferentes
campos de la vida humana, el área que aparenta ser el centro, es la Educación. Y si bien ha
habido interrupciones en la constitución del discurso pedagógico moderno, no podemos
ignorar que las mismas han servido como momentos de observación y reflexión para la
configuración de un nuevo discurso basado en los anteriores. Desde Comenio, la discusión
sobre la escuela transcurrió por diferentes caminos, pero siempre se coincidió en la necesidad
de educar al hombre para la sociedad en que vive.
Es así que vemos a Comenio presente hoy a través de la simultaneidad, la universalidad de la
educación, y la alianza escuela-familia. Para este hombre, el único modo de que el individuo
llegue a ser un hombre genérico y logre alcanzar la perfección es que no quede hombre sin
llegar al saber erudito y es la escuela el vehículo por excelencia que está en condiciones
históricas y tecnológicas de transmitirlo. Él promovió la reforma educativa a partir de un
supuesto básico considerando que dado un alumno, un docente y un contenido, se podía
modificar al alumno aplicando un método para acercarlo a un ideal socialmente aceptado.
Como observador de la realidad de su época, calificó a las escuelas como “mataderos de
mente” y su propuesta de cambio se fundamentó en tres premisas fundamentales: orden y
método, facilidad para aprender y enseñar y solidez en todos los campos. Es por esto que su
Didáctica Magna se transformó en la “caja de herramientas” de todo docente. Cambió los
castigos físicos por el amor y la comprensión, determinó la necesidad del aprendizaje gradual
y estandarizó la importancia de considerar a la educación como un proceso que abarca toda la
vida del individuo. Es aquí donde cabe analizar a quienes Comenio consideraba “alumnos”.
Su propuesta era para “todos, todo y totalmente” como ya se citó al comienzo. Puede tomarse
como demasiado amplio su concepto, pero en realidad observamos que su “todos”, era todos
los niños sin deferencia de sexo, condición social o edad. Su “todo” era lo que el alumno
necesitaba para su vida de infante y su “totalmente” involucraba al hombre íntegro
considerando su vida intelectual, espiritual y física.
La escuela es pensada por Comenio, basada en una alianza escuela-familia, que imparte
conocimientos estandarizados por medio de un libro único, que, a través de un método,
instauraría una nueva forma social esencial en la vida de todo ser humano. Sin embargo,
muchos años debieron pasar para que sus ideas se vieran plasmadas en las escuelas, que
recibían al cuerpo infantil desplazado del seno de la familia, considerada incapaz de llevar
adelante la tarea de educar. Este traspaso se basaba no sólo en esa incapacidad, sino
también en que los niños aprenden mejor con otros niños y en manos de personas
especializadas en el arte de educar: los maestros. Dijo Comenio “...la escuela debe ser un
grato preludio de nuestras vidas...”.
Y el discurso pedagógico siguió su curso, entre interrupciones y grandes cambios para llegar a
nuestros días y encontrarse actualmente pasando un momento de transición que requiere de
todos: Estado, docentes, alumnos, padres, etcétera.