Ejercicios para Tener Más Seguridad en Uno Mismo

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Ejercicios para tener más seguridad

en uno mismo
Uno de los principales ingredientes de la felicidad es la
autoconfianza. Es decir, esa percepción interior que tienes
cuando sabes que en ti puedes encontrar a un buen amigo que te
acompaña siempre. Tú eres la persona con mayor influencia
sobre tu propia vida a través de tus pensamientos,
comportamientos y acciones. La seguridad en ti mismo no es
innata; se cultiva a través de la experiencia. ¿Qué puedes hacer
para lograrlo?
En Psicología-Online te damos ideas de ejercicios para tener
más seguridad en uno mismo, sugerencias prácticas que
puedes adaptarlas a las circunstancias de tu vida.

Cómo tener seguridad en uno mismo


desde la psicología
Algunas personas se sienten condicionadas de manera
negativa porque observan su potencial de manera
determinista. Es decir, creen que si hasta el momento se
han comportado de determinada forma, no pueden hacer
nada por modificar esta situación en el futuro. Por tanto, es
importante que observes tu capacidad real de
generar nuevas opciones de cambio a partir de nuevas
respuestas. Si siempre actúas de manera previsible, los
resultados son también previsibles.
Si quieres tener más seguridad en ti mismo, entonces, te
encuentras en una situación que expresada de manera
sencilla muestra la distancia existente entre dos puntos: el
momento actual que protagonizas y ese ideal que te
gustaría lograr en el que te visualizas a ti mismo con esa
seguridad que tanto anhelas.
Este proceso se compone de un plan de acción que está
integrado por pasos concretos y específicos que conectan
con esa meta general. La ayuda psicológica puede ser
especialmente positiva para reforzarte en tu compromiso de
aumentar la confianza en ti mismo.
Cómo influye el pensamiento en la
seguridad en ti mismo
La vida tiene una parte teórica y otra práctica. A nivel
teórico, puede ayudarte saber que el modo en el que
piensas sobre ti mismo y sobre las circunstancias externas
influye en cómo te posicionas ante esa realidad. Una
persona con un bajo nivel de confianza en sí misma puede
boicotear su crecimiento con pensamientos negativos,
ideas limitantes y creencias irracionales que, en el plano de
la emoción producen una evidente sensación de
incapacidad e indefensión. Por esta razón, en el plano de la
acción, puede ocurrir que la persona se deje llevar por el
efecto de la evitación ante una determinada situación. O
que actúe con miedo, preocupación y el fracaso anticipado
mentalmente. En este caso, la clave residirá en aumentar la
seguridad y confianza en uno mismo.
Una vez que tomas conciencia de cómo tus propios
pensamientos pueden alimentar la confianza que tienes en
ti mismo o destruirla, ¿qué puedes hacer en el plano de la
acción para interiorizar esta realidad? El aprendizaje vital
es aquel que está acompañado de lecciones prácticas. Por
tanto, aquellas acciones que suponen para ti un reto de
superación, son un buen ejemplo de cómo, la afrontación
de esa situación dentro de un ámbito de seguridad, te
permite alimentar las bases de la autoestima y la imagen que
tienes de ti mismo.
Ejercicios de coaching para mejorar la
seguridad en ti mismo
Sabemos que puede resultar algo complicado aumentar la
confianza en uno mismo, por esa razón, te ofrecemos los
siguientes ejercicios basados en el coaching:
Habla con un desconocido
Por ejemplo, puedes pedir información a alguna persona
que camina por la calle sobre dónde se encuentra una
dirección determinada. O también puedes preguntarle qué
hora es. Son ejemplos cotidianos de situaciones que muy
probablemente ya has practicado en algún momento de tu
vida. Ejemplos sencillos que te ayudan a salir fuera de tu
zona de confort.
Entrega tu CV cara a cara
Si estás buscando trabajo, puedes marcarte el objetivo
de entregar tu currículum en mano en alguna de las
empresas en las que te gustaría trabajar. Aunque enviar el
currículum a través de correo electrónico pueda resultarte
más cómodo, por medio de esta iniciativa practicas
tus habilidades sociales en una situación importante para ti. No
se trata de hacer de esta sugerencia una norma general.
Pero sí puede ser una experiencia positiva que te animes a
ejercitar con más frecuencia a partir de ahora.
Haz una pregunta en público
Si eres estudiante, puedes hacer una pregunta al profesor
(muchos alumnos evitan hacerla porque temen que los
demás piensen que se trata de una cuestión sin
importancia). Si estás trabajando, puedes hacer esta
pregunta en una reunión de trabajo. Si acudes a una
conferencia, plantea alguna cuestión al ponente de la
charla durante la ronda de preguntas.
Punto de vista externo
Solicita la colaboración de cinco personas de tu entorno
para pedirles que, por favor, te envíen un mensaje de
whatsapp o un correo electrónico con seis cualidades
positivas que aprecian en ti. Este ejercicio es constructivo
porque te permite verte a ti mismo desde la mirada ajena. Y
es posible que te sorprendas al darte cuenta de cómo la
imagen que tú tienes de ti mismo no coincide en muchos
aspectos con la visión que tienen los demás.
Realiza una actividad de voluntariado
Mientras que el entorno profesional, a veces, puede ser
vulnerable por el efecto que la competitividad y la
productividad producen en la seguridad en uno mismo, por
el contrario, el entorno humano que acompaña a la
experiencia de voluntariado es gratificante en sí misma. Por
medio de la práctica de una actividad que te gusta te
sientes valioso y competente.
Lista de cualidades
Elabora una lluvia de ideas con una lista de aspectos
positivos que te gustan de ti mismo. Si lo prefieres,
puedes centrar esta lluvia de ideas en describir situaciones
de tu vida en las que te has sentido orgulloso de ti mismo
por tu manera de actuar. Guarda esta información en un
lugar de fácil consulta para poder releerlo todas las veces
que necesites en el futuro.
5 consejos y frases para tener confianza
en uno mismo
1. No te compares con los demás. Mide tu evolución a
partir de ti mismo. Allí reside el verdadero crecimiento.
Observa el ejemplo de los demás no desde la perspectiva
de la comparación, sino de la admiración. Tú puedes poner
en práctica esas actitudes que admiras en los demás.
2. Encuentra el cómo. En la mayoría de las ocasiones,
no existe un único camino para llegar a un fin. Por tanto,
elabora un plan de acción con el que tú te sientas cómodo.
Intenta tener empatía contigo mismo.
3. Aprecia tu intención positiva de superarte sin poner
tu valor constantemente en los resultados de las acciones.
Valora y celebra tu compromiso.
4. Organiza un viaje en solitario. Cuando viajas solo no
cuentas con otra persona en la que puedas delegar ciertas
decisiones sino que tú asumes toda la responsabilidad en
la organización de esa escapada. Puedes comenzar
programando un viaje de fin de semana a un destino
próximo a tu lugar de residencia.
5. Refuerza cada día el mensaje positivo de que eres
una persona única y no existe ningún ser humano que sea
igual a ti. No solo puedes repetirte este mensaje a ti mismo
con más frecuencia, también puedes reforzar a los demás
en esta idea.
https://www.psicologia-online.com/ejercicios-para-tener-mas-seguridad-en-uno-mismo-
3985.html

¿Qué es lo que te hace intentar lograr tus objetivos ¿Por qué te


implicas en lo que haces? o simplemente ¿Por qué levantarse
cada día?

Las respuestas a estas y muchas otras preguntas, te pueden ayudar a


comprender qué es lo que te motiva. Pero en muchas ocasiones, no lo
tenemos muy claro, o incluso, teniendo un objetivo, pero no tenemos
ánimo para ponernos a ello.

Pero, ¿qué es realmente la motivación?


Podríamos definirla como aquella fuerza que impulsa a una persona a
ponerse o mantenerse en movimiento hacia sus objetivos. Esta
motivación es la que, en la medida de su fuerza, nos va a permitir
enfrentarnos a los problemas, desafíos y adversidades que se
interponen entre nosotros y nuestro objetivo.

Pero no siempre estamos igual de motivados ni hacia diferentes


objetivos ni en diferentes momentos, así que, debido a esa variabilidad
en nuestra motivación, vamos a conocer algunos claves para tratar de
guiarla y aumentarla, especialmente en los momentos claves:

1. Pensamiento positivo (pero realista)


La motivación depende en primer lugar de tus pensamientos. A partir
de las expectativas que tengas, podrás ir avanzando, y si piensas que
lo puedes lograr o no, aumentará o disminuirá tu motivación.
Hay personas que, ante una adversidad, la ven como un problema, y
otros como un reto, es decir, en función de cómo interpretes los
acontecimientos, podrás motivarte o desmotivarte.

Por ello, es muy importante mantener un pensamiento positivo, pero


cuidado, no tenemos que crearnos fantasías irreales, y mucho menos
pensar que (como sugieren algunos libros y diversos
pseudopsicologos) sólo por querer lograr algo, el cosmos se va a
alinear de nuestro lado y nos lo va a poner en bandeja.

Nada parecido, si algo es complicado de lograr lo seguirá siendo, pero


si tú piensas que puedes lograrlo realmente y te esfuerzas en ello, es
más fácil que acabe ocurriendo.

Si eliminamos por completo cualquier referencia a la posibilidad de


dificultad o fracaso, en el momento que esta aparezca, se nos
desmontará el castillo que habíamos creado y será mucho más difícil
reconstruirlo que si desde un primer momento somos conscientes de
las dificultades.

Conclusión: Haz caso a los pensamientos positivos e intenta alejar los


negativos, pero sin crearte falsas ilusiones.

2. Establecimiento de objetivos adecuados


Cuando pensamos en objetivos, pensamos casi siempre en el destino
final de lo que queremos lograr y pocas veces nos paramos a pensar
en el camino. Para poder mantener la motivación necesitamos
establecer objetivos de manera adecuada, a grandes rasgos deben
cumplir las siguientes características:

 Realistas pero desafiantes


 Concretos y medibles (que se puedan cuantificar y no sean
ambiguos o generales)
 Divisibles en largo-medio-corto plazo

Conclusión: Organiza bien tus objetivos

3. Registro de los progresos


Muchas veces, las personas empiezan muy motivadas a lograr sus
objetivos, pero conforme pasa el tiempo, esa motivación poco a poco
va decayendo y desvaneciéndose si no la trabajamos. Normalmente
nuestros objetivos suelen ser a medio y largo plazo, con lo que en el
día a día no solemos valorar nuestro progreso.

Por ello, llevar un registro diario de los logros a corto plazo que vamos
consiguiendo, nos ayudará tanto a darnos cuenta de nuestro avance
como de generar aún más motivación.

Podemos añadir también las dificultades o los problemas que nos


hemos encontrado para que nos sirva para reflexionar y prepararnos
para que no se repitan o reestructurar nuestra estrategia para lograr
los objetivos.

Conclusión: Sé consciente de lo bien que lo haces

4. Pequeñas recompensas
La motivación intrínseca (aquella que viene desde dentro de nosotros)
está muy bien, pero no está demás, darnos un extra de motivación con
alguna recompensa extrínseca (vienen desde fuera).

Esta recompensa debe de estar marcada de antemano por la


consecución de un objetivo en concreto, no por un simple “me lo
merezco”, ya que, si no es así, esta recompensa perderá fuerza.

Obviamente, la recompensa que nos otorguemos no debe ser


incompatible con nuestro objetivo (ej: pegarse un atracón por haber
ido al gimnasio), sino simplemente que nos resulte placentero.

Conclusión: Date una palmadita en la espalda por lo bien que lo


estás haciendo.

5. Visualiza tu éxito
Una técnica ampliamente utilizada, es la visualización. Básicamente
consiste en intentar imaginarte a ti mismo logrando esa meta que te
has propuesto, intenta sentir lo que sentirías, pensar lo que pensarías.

A tu cerebro le cuesta diferenciar lo real de lo imaginado por lo que


reaccionará como si fuese real. Si sabes lo bien que te sentirías si
logras tus objetivos, es más probable que sigas trabajando para
alcanzarlos. Visualiza tu éxito durante unos pocos minutos cada día
para mantener tu motivación en auge.
Conclusión: imagínate logrando tu objetivo

6. Constancia
Qué difícil se nos hace a veces mantener la constancia. Siempre va a
haber un día “tonto” en el que no vamos a cumplir nuestros objetivos,
nos da pereza, tenemos otras urgencias que atender… es
comprensible.

Lo que debemos evitar a toda costa, es que esa excepción se pueda


convertir en una regla, es decir, es comprensible que un día podamos
fallar, pero no que se repita. Esto lo podemos prever y organizar para
dejarnos algún día de descanso en nuestro “planning” e incluso
estrategias de compensación para esos días imprevistos que no
hemos logrado el objetivo buscado.

Conclusión: Por un día no pasa nada, pero que no se repita.

7. Busca un cómplice
Competir contra uno mismo motiva, pero si competimos contra otro,
suele motivar más. Una competición sana con un amigo, compañero…
que tenga un objetivo similar al nuestro, nos puede ayudar a que no
nos relajemos y nos anime a seguir mejorando para que el otro nos
supere.

Pero recuerda, que esto no es tu objetivo principal, sólo una ayuda, no


te obsesiones en compararte a diario, debe de ser únicamente un
apoyo de vez en cuando.

Conclusión: Una competencia sana puede ayudar.

8. Mentalízate de que no es un camino de rosas


Mientras todo sale como queremos y teníamos previsto es muy fácil
continuar, el desafío real viene cuando las cosas empiezan a torcerse.

En esos momentos es cuando viene a tu cabeza todos esos


pensamientos negativos que habíamos estado evitando y llegas
incluso a catastrofizar pensando que todo el esfuerzo que hemos
hecho no sirve para nada, que ya no vale la pena esforzarse. Si nos
preparamos de manera adecuada, ante un hecho negativo, seremos
capaces de no dejar que estos pensamientos pesimistas cojan fuerza
y sobreponernos lo antes posible.

Conclusión: Prepárate para cuando no salga como esperas

9. Ten claro el por qué lo haces


Si tengo siempre presente las razones que me han llevado a tomar
una decisión, me será más fácil hacer uso de ellos en los momentos
de “bajón”.

Si tengo escrito a fuego mis motivos, no dejaré espacio apenas para


las excusas y la pereza. Puede que lo hagas por ti mismo, por una
ilusión, por un ser querido, por salud, por mejorar, por dinero, por
placer… sea cual sea el motivo, tenlo presente y trata de ganar más
argumentos todavía para autoconvencerte.

Conclusión: No olvides tus motivos

10. Pide ayuda si la necesitas


Hacer este viaje sólo puede ser complicado varios momentos, si
necesitas ayuda, pídela. Según cuál sea el objetivo que te planteas,
necesitarás un tipo de ayuda u otra.

Puede que sea de un profesional como un psicólogo, entrenador,


fisioterapeuta, nutricionista…, alguien con experiencia en un objetivo
similar al tuyo o de alguien cercano que simplemente te ayude en los
momentos de necesidad. Eso sí, mucho cuidado en 2 aspectos, una
cosa es necesitar ayuda y otra querer que nos lo den hecho, el peso
del esfuerzo debe de recaer sobre nosotros.

Por otra parte, cuidado con a quién pides consejo ya que muchos
“coach”, consejeros, asesores, guías, gurús… pueden no ser tan
“útiles” para ti como se venden.

Conclusión: No pasa nada por necesitar ayuda, pero cuidado.

11. Haz lo que disfrutas y disfruta lo que haces


Hay cosas que por su propia naturaleza nos atraen a hacerlas y otras,
nos suponen un esfuerzo. Si consigo hacer más cosas de aquellas
que me apasionan en el día a días, podré rendir mejor con menos
esfuerzo, y esto nos mantendrá motivados.

Si nos dedicamos a hacer cosas que no nos gustan, es cuando nos


supone un esfuerzo y necesitaremos la ayuda de las recompensas
extrínsecas (incentivos) para motivarnos. Por ello, tenemos que tratar
de integrar nuestras pasiones en nuestra organización, pero a la vez,
tratar de encontrar aquellos aspectos concretos de las tareas
desagradables que pueden llegar a ser placenteras para restarle esa
negatividad que nos generan.

Conclusión: Disfruta lo que te gusta, y busca la parte positiva de lo


que no.

Como ya sabemos, cada persona es un mundo, por lo que es fácil que


cada uno de vosotros tenga sus propios trucos que le funcionan y que
pueden serle útiles a otras personas, por lo os animamos a
compartirlos con nosotros. Esperamos que estas claves puedan
ayudaros a manteneros motivados.

https://psicocode.com/psicologia/11-estrategias-para-aumentar-tu-motivacion/

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