Conducta Antisocial en Adolescentes y Jóvenes Prevalencia

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Acción Psicológica

ISSN: 1578-908X
accionpsicologica@psi.uned.es
Universidad Nacional de Educación a
Distancia
España

GARAIGORDOBIL, MAITE; MAGANTO, CARMEN


CONDUCTA ANTISOCIAL EN ADOLESCENTES Y JÓVENES: PREVALENCIA EN EL
PAÍS VASCO Y DIFERENCIAS EN FUNCIÓN DE VARIABLES SOCIO -
DEMOGRÁFICAS
Acción Psicológica, vol. 13, núm. 2, junio, 2016, pp. 57-68
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=344049074006

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ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2016, vol. 13, nº. 2, 57-68. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ap.13.2.17826 57

CONDUCTA ANTISOCIAL EN ADOLESCENTES Y JÓVENES:


PREVALENCIA EN EL PAÍS VASCO Y DIFERENCIAS EN FUNCIÓN
DE VARIABLES SOCIO-DEMOGRÁFICAS
ANTI-SOCIAL BEHAVIOR IN ADOLESCENTS AND YOUNG
ADULTS: PREVALENCE IN THE BASQUE COUNTRY AND
DIFFERENCES AS A FUNCTION OF SOCIO-DEMOGRAPHIC
VARIABLES
MAITE GARAIGORDOBIL1 Y CARMEN MAGANTO1

administraron dos instrumentos de evaluación de la con-


Resumen ducta antisocial (autoinforme y evaluación de pa-
dres/madres). Los resultados evidenciaron que el 16.6 %
El estudio tuvo como objetivos analizar la prevalencia de de la muestra tenía un nivel alto de conductas antisociales
la conducta antisocial y explorar diferencias en función (percentil 85-99), el 10 % se inscribe en el perfil de alto
de variables socio-demográficas (sexo, edad, nivel socio- riesgo (percentil 85-94) y el 6.6 % en el perfil antisocial
económico, nivel de estudios de los padres/madres). La (percentil 95-99). Las diferencias entre sexos variaron en
muestra fue de 3026 participantes de 12 a 18 años del función del informante. En la autoevaluación, las mujeres
País Vasco. Con un diseño descriptivo y comparativo se tenían significativamente menos conducta antisocial, pero
el tamaño del efecto fue pequeño. En la evaluación de los

1
Facultad de Psicología, Universidad del País Vasco (UPV/EHU), España.

Recibido: 20 de enero de 2016.


Aceptado: 01 de abril de 2016.
58 ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2016, vol. 13, nº. 2, 57-68. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17826

padres no se hallaron diferencias entre sexos. Por consi- ences as a function of socio-economic level were contra-
guiente, las diferencias entre varones y mujeres tienden a dictory. The discussion revolves around the importance
ser muy pequeñas. En relación a la edad se confirmó un of prevention and intervention in antisocial behavior from
incremento significativo de la conducta antisocial de 12 childhood.
a 18 años, tanto en el autoinforme como en la evaluación
de los padres. Además, las diferencias entre sexos au- Keywords: antisocial behavior; adolescence;
mentaban significativamente con la edad, observándose sex/gender; socio-economic level; prevention.
mayores incrementos en los varones de 16-18 años. No
se encontraron diferencias en la conducta antisocial en
función del nivel educativo de los padres/madres, sin
embargo, las diferencias en función del nivel socio-eco- Introducción
nómico fueron contradictorias. La discusión gira en
torno a la importancia de la prevención e intervención de El incremento de la violencia (bullying, racismo,
la conducta antisocial desde la infancia. sexismo…) en los adolescentes y jóvenes pone de relieve
la necesidad de analizar la conducta antisocial para obte-
Palabras clave: conducta antisocial; adolescencia; ner información útil de cara al desarrollo de programas de
sexo/género; nivel socio-económico; prevención. prevención/intervención que fomenten las conductas
prosociales, de consideración por los demás, el respeto
por las diferencias… e inhiban las conductas discrimi-
natorias, antisociales y violentas. Esta preocupación ac-
Abstract tual por la conducta antisocial y violenta durante la in-
fancia, la adolescencia y la juventud, que se encuentran
The goals of this study were to analyze the prevalence of en primer plano de los medios de comunicación, está en
antisocial behavior and to explore differences as a func- la base de este estudio.
tion of socio-demographic variables (gender, age, socio-
economic level, parents' educational level). The sample La conducta antisocial se define como cualquier
comprised 3,026 participants from the Basque country, conducta que refleje una infracción a las reglas o normas
aged 12 to 18 years Using a descriptive and comparative sociales y/o sea una acción contra los demás, una viola-
design, two instruments to assess antisocial behavior ción contra los derechos de los demás. En este estudio se
(self-report and parent assessment) were administered. exploran conductas antisociales asociadas al gambe-
The results showed that 16.6 % of the sample had a high rrismo y a conductas de trasgresión de normas sociales en
level of antisocial behavior (percentile 85-99), 10 % had relación con la edad tales como romper objetos de otras
a high-risk profile (percentile 85-94), and 6.6 % pre- personas, de lugares públicos, golpear, pelearse o agredir
sented an antisocial profile (percentile 95-99). Sex dif- a personas, copiar en un examen, ensuciar las calles y las
ferences varied depending on the informant. In the self- aceras rompiendo botellas o vertiendo las basuras,
assessment, females reported significantly less antisocial molestar a personas desconocidas o hacer gamberradas en
behavior, but the effect size was small. In the parents' as- lugares púbicos, gastar bromas pesadas a la gente
sessment, no sex differences were found. Therefore, the (quitarle la silla cuando se va a sentar…), decir “tacos” o
differences between males and females tend to be very palabras fuertes, robar, responder mal a un adulto, ne-
small. Regarding age, a significant increase of antisocial garse a realizar las tareas encomendadas...
behavior between 12 and 18 years was confirmed, both
in self-reports and in parents' evaluation. Moreover, the La última actualización del manual de diagnóstico
sex differences increased significantly with age, with the DSM-V (APA, 2014) sugiere para el diagnóstico de
largest increases observed in males aged 16-18 years. “trastorno de la conducta” haber realizado en los últimos
12 meses, al menos tres de las siguientes conductas: (1)
There were no differences in antisocial behavior as a
Agresión a personas y animales: acosa, intimida, ame-
function of the parents' educational level, but the differ-
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naza, pelea, crueldad física, violación…; (2) Destrucción Conducta antisocial: diferencias entre
deliberada de las propiedades de otros; (3) Engaño o sexos
Robo: miente, engaña, roba…; y (4) Transgresión grave
de normas: falsificar notas, faltar al colegio, salir de no-
Las investigaciones que han explorado la conducta
che sin permiso...
antisocial en ambos sexos muestran resultados contra-
dictorios. La revisión de Scandroglio et al. (2002) evi-
denció que los primeros estudios sobre la participación
Prevalencia de la conducta antisocial femenina en bandas callejeras juveniles informaban que
esta participación era escasa, y que las mujeres manifes-
Las tasas de prevalecía varían en distintos estudios taban menos conductas delictivas que los varones. Sin
epidemiológicos, debido a las diferencias entre clínicos e embargo, estudios realizados en las últimas décadas su-
investigadores respecto al número de los síntomas nece- gieren un mayor nivel de participación de las chicas y
sarios para el diagnóstico, la gravedad, al informante también un incremento de sus conductas violentas. No
(padre, madre, profesorado…) y/o al instrumento de me- obstante, pese a los cambios evidenciados siguen exis-
dida utilizado para evaluar la conducta antisocial. tiendo diferencias entre sexos.

Tomando como referencia los datos aportados por los La mayoría de los estudios han encontrado diferencias
manuales estadísticos, el DSM-IV (1994) consideró una significativas con mayor frecuencia de conductas
prevalencia entre 6 % y 16 % en chicos, y entre 2 % y antisociales en los adolescentes varones (D'Acremont, y
9 % en chicas. Posteriormente, el DSM-IV-TR (2003) Van der Linden, 2006; Fan, Cheung, Cheung y Leung,
situó la prevalencia por encima del 10 %, y el DSM-V 2008; García y da Costa Junior, 2008; Kim y Kim, 2005;
(2014) entre el 2 y 10 %. Un estudio sobre el perfil psi- López-Romero y Romero; 2010; Pelegrín y Garcés, 2009;
cosocial de los adolescentes españoles (Serrano, Rodrí- Pérez-Fuentes, Gázquez, Mercader, Molero y García
guez y Mirón, 1997) reveló que un 80 % estaban fre- 2011; Rodríguez y Torrente, 2003; Sagar, Boardley y
cuentemente asociados a conductas antisociales dismi- Kavussanu, 2011; Sanabria y Uribe, 2009; Scandroglio et
nuyendo a medida que la conducta antisocial era más al., 2002; Seijo, Mohamed y Vilariño, 2008). Otras
grave. El estudio de Redondo y Sánchez-Meca (2003) investigaciones sugieren que estas diferencias son
concluye que entre el 81.1 % y el 84.6 % de los jóvenes mayores en la infancia (Garaigordobil, Álvarez, y
reconoció haber realizado conductas prohibi- Carralero, 2004), disminuyendo en la adolescencia
das/delictivas, aunque fue considerablemente menor el (Plazas et al., 2010), mientras que algunas no encuentran
porcentaje que autoinformaron de actos claramente anti- diferencias entre sexos en la conducta antisocial (Bringas,
sociales. El estudio de Rechea (2008) con adolescentes Herrero, Cuesta, y Rodríguez, 2006; Garaigordobil, 2005;
de 12 a 17 años también evidenció que el 72 % había Vera, Ezpeleta, Granero y de la Osa., 2010), ni en el uso
realizado conductas antisociales o delictivas en el último de estrategias agresivas de resolución de conflictos
año. interpersonales relacionadas con la conducta antisocial
(Zafirakis, 2015). La reciente revisión de Lanctôt (2015)
Estos datos muestran la alta participación de jóvenes concluye que hay pruebas sólidas de una brecha entre
en actos antisociales. La conducta antisocial es uno de sexos en conducta delictiva y antisocial, siendo los niños
los problemas más habituales en la niñez y adolescencia más antisociales que las niñas, sin embargo, la magnitud
(muchos menores en tratamiento lo están por agresivi- de esta brecha no es constante en el tiempo o en el
dad, problemas de conducta y conducta antisocial), es espectro del comportamiento criminal o antisocial.
una amenaza para el desarrollo individual y social, y por
consiguiente un objeto de estudio de gran relevancia. En el debate sobre sexo y género, el estudio de Ma
(2005) encontró que: (1) los chicos eran más antisociales
que las chicas; (2) La conducta delictiva se relacionaba
positivamente con la masculinidad; y (3) La conducta
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delictiva en el grupo femenino fue significativamente embargo, algunos estudios con niños y adolescentes no
menor que en los otros tres grupos de rol de género han encontrado diferencias con la edad (García y da
(masculino, andrógino e indiferenciado). En similar di- Costa Junior, 2008; Vera et al., 2010).
rección, Moreira y Mirón (2013) concluyeron que: (1)
Los antecedentes de la desviación de ambos sexos eran
una débil vinculación a contextos convencionales y per-
Conducta antisocial: diferencias en
tenencia a un grupo desviado; (2) Estos contextos contri-
buyen al desarrollo de la identidad de género; y (3) La función del nivel socio-económico-
identidad de género incide sobre la probabilidad de des- cultural
viación: la feminidad tiende a reducirla mientras la mas-
culinidad (especialmente aspectos socialmente no desea- Los pocos los estudios que han analizado el efecto del
bles de la masculinidad) la incrementa. nivel socio-económico en la conducta antisocial, en
general concluyen que a menor nivel socio-económico
mayor nivel de conducta antisocial. En este sentido, Seijo
Conducta antisocial: diferencias en et al. (2008) confirmaron más comportamientos
antisociales en los adolescentes que vivían en barrios más
función de la edad deprimidos socioculturalmente. Y la reciente revisión de
Lanctôt (2015) también enfatizó que las condiciones
Los estudios que en los últimos años han analizado la económicas adversas pueden ser un factor de influencia
evolución de la conducta antisocial con la edad en gene- en la conducta antisocial de las chicas.
ral confirman que la conducta antisocial aumenta con la
edad (Pérez-Fuentes et al., 2011; Rechea, 2008), desde la
infancia, a la adolescencia/juventud. Se observan pun-
tuaciones más bajas durante la preadolescencia y adoles- Objetivos e hipótesis del estudio
cencia temprana, que aumentan a medida que aumenta la
edad –mayores puntuaciones a los 16-17 años que incre- El estudio realizado tuvo dos objetivos: (1) Identificar
mentan aún más a los 18– (Sanabria y Uribe, 2009). la prevalencia de la conducta antisocial de 12 a 18 años; y
Bringas et al. (2006) hallaron microdiferencias en com- (2) Analizar si existen diferencias en la conducta
portamientos antisociales en función de la edad que indi- antisocial en función de variables socio-demográficas
can que los más pequeños (14-15 años) son los que me- (sexo, edad, nivel socio-económico, nivel de estudios de
nos realizan comportamientos correspondientes a actitu- padres/madres). Tomando como referencia la revisión de
des de conflicto, diferenciándose claramente de los otros estudios llevada a cabo se formulan 4 hipótesis: (1) La
dos grupos de edad. Los de edades intermedias, 16-17 conducta antisocial durante la adolescencia y la juventud
años, se diferenciaban de los pequeños por realizar más tendrá un nivel de prevalencia alto, con un 10 % de
comportamientos de conflictividad normativa y de falta participantes con puntuaciones percentiles 85-99; (2) Los
de consideración del otro, aunque las diferencias no fue- varones tendrán puntuaciones superiores en conducta
ron significativas. Y los mayores (18-20 años) no se di- antisocial en comparación con las mujeres, sin embargo,
ferencian del grupo intermedio (16-17 años), pero sí de las diferencias serán pequeñas; (3) La conducta antisocial
los pequeños (14-15 años), realizando más conductas aumentará de 12 a 18 años, y las diferencias entre sexos
antisociales que los de menor edad. también aumentarán a medida que aumenta la edad,
Complementariamente, Moffit y Caspi (2001) observándose mayores incrementos en los varones; y (4)
encontraron que las diferencias de género eran mayores Cuanto mayor sea el nivel socio-económico y el nivel de
en las personas con comportamientos delictivos que em- estudios de los progenitores, menor será el nivel de
piezan en la infancia (ratio 10:1) en comparación con las conducta antisocial.
diferencias de género entre las personas que empiezan
con actos delictivos en la adolescencia (ratio 5:1). Sin
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Método En este estudio se utilizó únicamente la escala de


conducta antisocial. Los coeficientes de fiabilidad fueron
satisfactorios en ambas escalas (.86). La consistencia in-
Participantes terna obtenida con la muestra del presente estudio fue alta
(α = .89). La validez criterial se basó en las puntuaciones
La muestra está constituida por 3026 participantes de significativamente superiores obtenidas por 95
12 a 18 años, 48.5 % varones y 51.5 % mujeres. Los adolescentes con problemas de conducta en contraste con
participantes cursan Educación Secundaria Obligatoria, 99 adolescentes de control. Los análisis de varianza evi-
ESO (75.4 %) y Bachiller (24.6 %), estando inscritos en denciaron diferencias significativas entre ambos grupos
diversos centros educativos del País Vasco, públicos en la escala de conducta antisocial, F = 4.70, p < .01.
(45.6 %) y privados/concertados (54,4 %). La muestra es
una muestra representativa de los estudiantes del País EPC-CA. Escala de problemas de conducta (Navarro
Vasco. Según la encuesta de población del eustat, la po- et al., 1993). La escala, cumplimentada por los padres,
blación de estudiantes de ESO y Bachiller es de 101.757. evalúa los problemas de conducta de sus hijos e hijas. En
Utilizando un nivel de confianza de .99, con un error de el presente estudio se administró la escala de conducta
muestreo de .024, para una varianza poblacional de .50, antisocial (comportamientos que pueden clasificarse
la muestra representativa es de 2.802. Para la selección como agresivos, y otros que no siéndolo pueden dificultar
de la muestra se utilizó una técnica de muestreo estratifi- las relaciones sociales). La tarea consiste en informar si el
cado, proporcional y aleatorio, teniendo en cuenta la hijo o hija realiza o no esas conductas (romper objetos,
proporcionalidad de centros en cada provincia y el equi- golpear, fumar, beber, falsificar notas, no asistir al
librio de distintas condiciones (tipo de red…). colegio, agredir a otras personas…). El coeficiente alpha
de Cronbach de la EPC confirmó alta consistencia interna
(α = .88), y el obtenido con la muestra del presente
Instrumentos estudio fue similar (α = .89). Para un estudio de la validez
criterial se aplicó la EPC a diferentes muestras de niños y
Para evaluar la conducta antisocial se administraron adolescentes (remitidos al psicólogo escolar por
dos pruebas, un autoinforme y un cuestionario cumpli- problemas escolares, remitidos al psicólogo clínico, e
mentado por los padres/madres, ambos con garantías de internos en centros de reforma por problemas de
fiabilidad y validez. delincuencia) y los análisis de regresión múltiple
mostraron que la pertenencia a distintos grupos criteriales
AD. Cuestionario de conductas antisociales- fue la variable que presentó relaciones de mayor cuantía
delictivas (Seisdedos, 1988/1995). Contiene 40 frases con las puntuaciones en la EPC.
cuyos contenidos informan de distintos tipos de com-
portamientos antisociales y delictivos. Este autoinforme
evalúa dos aspectos de la conducta desviada, el antisocial
(entrar a un sitio prohibido, hacer pintadas, romper o ti- Procedimiento
rar al suelo cosas de otra persona, pelearse con otros, con
golpes, insultos o palabras ofensivas...) y el delictivo Utilizando un diseño descriptivo y comparativo de
(tomar drogas, destrozar o dañar lugares públicos, robar, corte transversal, primero se envió una carta a los centros
conseguir dinero amenazando a personas más débiles, educativos seleccionados explicando el proyecto de in-
pertenecer a una pandilla que se mete en peleas o crea vestigación. Con aquellos que aceptaron participar se
disturbios...). La tarea consiste en leer las frases e infor- concertó una entrevista en la que se explicó el proyecto
mar si se han realizado las conductas que se indican en con más detalle, y se entregaron los consentimientos in-
éstas. En la corrección se otorga un punto por cada frase formados para padres/participantes. Los miembros del
afirmativa. equipo de investigación se desplazaron a los centros, y
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Tabla 1

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial, en varones y mujeres, resultados del análisis de varianza en
función del sexo y tamaño del efecto (Eta y d de Cohen)

Varones Mujeres
(n = 1469) (n = 1557) F (1, 3024)
Eta d
sexo
M (DT) M (DT)
AD. Conducta Antisocial (Autoinforme) 8.21 (5.55) 7.33 (5.06) 19.84** .007 .16
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 5.60 (4.73) 5.59 (4.77) 0.001 ns .000 -
Nota. *p <.05. ** p< .01. ***p < .001. ns = no significativo.

administraron el AD en una sesión de 15 minutos de du-


ración. Además, se entregó un sobre que contenía la Resultados
EPC-CA que debían rellenar sus padres. El estudio cum-
plió los valores éticos requeridos en la investigación con
seres humanos y recibió el informe favorable de la Co-
Prevalencia de la conducta antisocial
misión de Ética de la Investigación de la Universidad del
País Vasco (CEISH/112/2012). En relación a la prevalencia de la conducta antisocial
autoevaluada (AD) los resultados evidencian que el
16.6 % de la muestra del estudio tenía un alto nivel de
Análisis de datos conductas antisociales: el 10 % se inscribe en el perfil de
alto riesgo (percentil 85-94) y el 6.6 % en el perfil anti-
Primero se obtuvo el porcentaje de participantes que social (percentil 95-99). Únicamente el 8.5 % de los par-
tenían puntuaciones correspondientes a percentiles < 85 ticipantes no habían realizado ninguna de las 20 con-
(bajo riesgo), entre 85 y 94 (alto riesgo), y ≥ 95 (perfil ductas antisociales descritas en el AD. La evaluación de
antisocial) en la autoevaluación y en la evaluación de los padres/madres (EPC-CA) evidenció resultados simi-
padres/madres. Para analizar si existen diferencias en la lares, un 17.5 % tenía un alto nivel de conducta antiso-
conducta antisocial en función de las variables socio- cial: el 12 % dentro del perfil de alto riesgo (percentil 85-
demográficas se realizaron análisis descriptivos (medias, 94) y el 5.5 % en el perfil antisocial (percentil 95-99).
desviaciones típicas), univariantes, se calculó el tamaño Únicamente el 9.6 % de la muestra obtuvieron una pun-
del efecto (Eta y d de Cohen), y se llevaron a cabo prue- tuación de 0 en conducta antisocial.
bas post hoc de comparación de grupos (Bonferroni).
Conducta antisocial: Diferencias en
función del sexo y la edad

Los resultados (ver Tabla 1) evidencian diferencias


entre sexos significativas en el autoinforme de conducta
Tabla 2

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial, en diferentes grupos de edad, resultados del análisis de varianza en
función de la edad, tamaño del efecto (Eta) y pruebas post hoc (Bonferroni)

12-13 años 14-15 años 16-18 años


F (2, 3023)
(n = 1061) (n = 1094) (n = 871) Eta Post-Hoc
edad
M (DT) M (DT) M (DT)
AD. Conducta Antisocial (Autoinforme) 5.59 (4.96) 8.30 (5.34) 9.62 (4.81) 156.09*** .097 1<2<3
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 5.40 (4.59) 5.65 (4.84) 7.11 (5.30) 4.82*** .006 1,2 < 3
Nota. *p < .05. **p < .01. ***p < .001.
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Tabla 3

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial, en varones y mujeres de distintos niveles de edad, resultados del
análisis de varianza en función de la interacción sexo*edad y tamaño del efecto (Eta)

12-13 años 14-15 años 16-18 años


Varón Mujer Total Varón Mujer Total Varón Mujer Total
F (1, 3024)
n = 543 n = 518 n =1061 n = 536 n = 558 n = 1094 n = 390 n = 481 n = 871 Eta
Sexo*Edad
M M M M M M M M M
(DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT) (DT)
AD 5.93 5.24 5.59 8.68 7.95 8.30 10.60 8.81 9.62
3.46* .002
(5.16) (4.71) (4.96) (5.44) (5.23) (5.34) (5.02) (4.48) (4.81)
EPC- 5.13 5.66 5.40 5.86 5.47 5.65 7.82 6.25 7.11
2.98* .004
CA (4.27) (4.86) (4.59) (5.03) (4.67) (4.84) (5.58) (4.86) (5.30)
Nota. AD: Conducta Antisocial (Autoinforme), EPC-CA: Conducta Antisocial (Padres).
*p<.05. **p<.01. ***p<.001.

antisocial (AD) con puntuaciones superiores en los varo- EPC-CA. Los datos muestran que en la conducta antiso-
nes, aunque el tamaño del efecto es pequeño. Sin em- cial las diferencias entre sexos aumentan significativa-
bargo, no se hallaron diferencias entre varones y mujeres mente más en el tramo de 16 a 18 años, con superiores
cuando la conducta antisocial fue evaluada por los pa- incrementos en los varones.
dres/madres (EPC-CA).

En relación a la edad, los resultados obtenidos (ver


Diferencias en función del nivel
Tabla 2) muestran que tanto en el autoinforme (AD)
como en la evaluación de los padres (EPC-CA) se con- socio-económico y del nivel de
firma un incremento significativo de la conducta antiso- estudios de los padres/madres
cial a medida que aumenta la edad. Las pruebas post hoc
con la autoevaluación evidencian incrementos significa- Los resultados obtenidos sobre las diferencias en
tivos entre los tres grupos de edad, mientras que en la función del nivel socio-económico (ver Tabla 4) son
evaluación de los padres se confirman diferencias entre contradictorios. En el AD (autoinforme) las puntuaciones
los dos primeros grupos (12-13 y 13-14 años) y el último medias en conducta antisocial aumentan significativa-
rango de edad (16-18 años). El grupo de 16-18 años tenía mente a medida que aumenta el nivel socio-económico.
significativamente mayor nivel de conducta antisocial. Sin embargo, en el EPC-CA (padres) aquellos que se
inscribían en el nivel medio-bajo tenían puntuaciones
Los resultados de la interacción sexo*edad (ver Tabla significativamente superiores a los que pertenecían al ni-
3) confirman diferencias significativas en el AD y la vel medio o medio-alto.

Tabla 4

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial en diferentes niveles socio-económicos, resultados del análisis de
varianza en función del nivel, tamaño del efecto (Eta) y pruebas post hoc (Bonferroni)

Medio-Bajo Medio Medio-Alto


F (2, 3023)
(n= 303) (n=1248) (n=1475) Eta Post-Hoc
NSEC
M (DT) M (DT) M (DT)
AD. Conducta Antisocial (Autoinf.) 6.65 (5.23) 7.57 (5.28) 8.13 (5.33) 10.42*** .007 1<2<3
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 6.49 (5.30) 5.52 (4.48) 5.46 (4.83) 3.65* .004 1 > 2,3
Nota. *p < .05. **p < .01. ***p < .001.
64 ACCIÓN PSICOLÓGICA, junio 2016, vol. 13, nº. 2, 57-68. ISSN: 1578-908X http://dx.doi.org/10.5944/ ap.13.2.17826

Tabla 5

Medias, desviaciones típicas en conducta antisocial en diferentes niveles de estudio de los padres/madres, resultados
del análisis de varianza en función del nivel de estudios y tamaño del efecto (Eta)

Hasta 16 años Hasta 18 años Universitarios F (1, 2792) Eta


M (DT) M (DT) M (DT) estudios
Padre (n = 894) (n = 952) (n = 948)
AD. Conducta Antisocial (Autoinf.) 7.94 (5.36) 7.46 (5.32) 7.71 (5.17) 1.87 ns .001
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 5.84 (4.58) 5.52 (4.77) 5.36 (4.71) 1.31 ns .002
Madre (n = 782) (n = 900) (n = 1.162)
AD. Conducta Antisocial (Autoinf.) 7.76 (5.33) 7.57 (5.29) 7.84 (5.25) 0.67 ns .000
EPC-CA. Conducta Antisocial (Padres) 6.01 (5.03) 5.55 (4.48) 5.36 (4.75) 2.49 ns .003
Nota. ns= no significativo

Los resultados obtenidos (ver Tabla 5) muestran que obtenidos por estudios que han evidenciado puntuaciones
el nivel de estudios de ambos progenitores no influye en superiores en los varones (e.g., Lanctôt, 2015; López-
la conducta antisocial de sus hijos e hijas, observándose Romero y Romero; 2010; Pérez-Fuentes et al., 2011;
este resultado tanto en el autoinforme (AD) como en la Sagar et al., 2011; Sanabria y Uribe, 2009; Scandroglio et
evaluación de la conducta antisocial por parte de los pa- al., 2002) y también en parte de aquellos que no han
dres/madres (EPC-CA). hallado diferencias entre sexos (Bringas et al., 2006; Ga-
raigordobil, 2005; Vera et al., 2010).

Discusión Las discrepancias encontradas, en la misma dirección


que las halladas en los estudios previos, pueden ser ex-
El estudio tuvo como objetivos analizar la plicadas en base a los distintos instrumentos de evalua-
prevalencia de la conducta antisocial, y explorar si exis- ción utilizados, los informantes, o a las edades de las
ten diferencias en función de diversas variables socio- muestras de cada estudio. No obstante, también pueden
demográficas. En primer lugar, los resultados confirman explicarse desde el aumento de la conducta antisocial en
que la conducta antisocial de 12 a 18 años en el País las mujeres adolescentes y jóvenes (en los últimos años
Vasco tiene un nivel de prevalencia alto. En el autoin- varios estudios no están hallando diferencias entre sexos)
forme un 16.6 % obtienen puntuaciones percentiles entre o también desde la relevancia de la variable identidad de
85-99, y en la evaluación de los padres de 17.5 %, es de- género (masculinidad) tal y como han enfatizado algunos
cir, muy similar. Estos resultados confirman la hipótesis estudios (Ma, 2005; Moreira y Mirón, 2013), lo que su-
1 (se había estimado un 10 % de estudiantes con puntua- giere llevar a cabo nuevos estudios que incluyan la va-
ciones altas) y ratifican el estudio de Seisdedos riable identidad de género además del sexo.
(1995/1988) con un porcentaje de 15 %.
En tercer lugar, se confirma un incremento
En segundo lugar, las diferencias entre sexos en la significativo de la conducta antisocial de 12 a 18 años.
conducta antisocial varían en función del informante. En Las diferencias entre sexos aumentan significativamente
la autoevaluación, las mujeres tienen puntuaciones me- con la edad, observándose mayores incrementos en los
dias significativamente inferiores (aunque el tamaño del varones de 16-18 años. Estos resultados confirman la hi-
efecto es pequeño), mientras que en la evaluación de los pótesis 3 y ratifican los obtenidos en otros estudios
padres no se encuentran diferencias entre sexos. Por con- (Bringas et al., 2006; Moffit y Caspi, 2001; Pérez-Fuen-
siguiente, se puede afirmar que las diferencias entre va- tes et al., 2011; Rodríguez y Torrente, 2003; Sanabria y
rones y mujeres tienden a ser muy pequeñas. Estos re- Uribe, 2009). No obstante, hay dos estudios que no han
sultados confirman la hipótesis 2 y en parte ratifican los encontrado diferencias con la edad, uno realizado en
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México que incluía únicamente adolescentes (García y salidad entre las variables, así como una muestra socio-
da Costa Junior, 2008) y otro en España con una muestra económica con ausencia de niveles extremos.
amplia de 8 a 17 años (Vera et al., 2010). Tal vez los
instrumentos de evaluación utilizados pueden explicar en Los estudios que han evaluado las consecuencias de la
parte estas discrepancias. conducta antisocial concluyen que una parte importante
de los niños/niñas que tienen este tipo de comportamiento
En relación al nivel socio-económico, los resultados durante la infancia y la adolescencia mostrarán algún tipo
muestran resultados contradictorios, ya que en el autoin- de desajuste en la vida adulta (Garaigordobil y Oñederra,
forme se encuentra significativamente más conducta an- 2010). El hecho de que la conducta antisocial en los
tisocial en el nivel medio-alto, mientras que en la eva- primeros años de vida sea un factor predictor de posterior
luación de los padres en el nivel medio-bajo. Además, no conducta antisocial y delincuencia, es un argumento más
se evidencian diferencias en función del nivel educativo que suficiente para concentrar los esfuerzos de
de los padres/madres, de lo que se puede inferir que esta prevención alrededor del desarrollo de los menores.
variable no tiene mucho peso explicativo de la conducta
antisocial. Los resultados confirman solo parcialmente la Para prevenir la conducta violenta hay que tener en
hipótesis 4 (que postulaba que a mayor nivel socio-eco- cuenta que son muchos los factores que pueden influir en
nómico y de estudios de los progenitores menor con- que niños-niñas, adolescentes y jóvenes tengan conductas
ducta antisocial). Los resultados con la evaluación de los violentas, la multicausalidad de la conducta violenta.
padres apuntan en la misma dirección que los hallados Como han señalado diversos autores (Garaigordobil,
por Seijo et al. (2008) que encontraron mayor nivel de 2008; Garaigordobil, Martínez y Fernández, 2015; Gard-
conducta antisocial en niveles deprimidos sociocultural- ner, Waller, Maughan, Cluver, y Boyes, 2015; Thomas y
mente. Quizás la discrepancia en relación a los distintos Pope, 2013), entre estos factores cabe destacar:
niveles socio-económicos (que también se relaciona con
el nivel de estudios de los padres/madres) pueda expli- (1) Factores culturales: Las normas y valores que se
carse por las características de la muestra del estudio, refuerzan en cada cultura influyen, hay culturas que re-
que en el nivel medio-bajo no incluye participantes de prueban la agresión mientras que otras la recompensan.
niveles socio-económicos extremos, ni muy Las actividades de ocio que se potencian en cada cultura
desfavorecidos, ni muy altos (lo que es coherente con la influyen, ya que se ha demostrado que aquellos que ven
población del País Vasco). Por consiguiente, los mucha violencia en la televisión, internet, videojuegos...
resultados sugieren la importancia de continuar tienden a comportarse de forma más agresiva, a tener
profundizando en el estudio de la conexión entre estas menos empatía con las víctimas, a normalizar el uso de la
variables, analizando estas relaciones con muestras de violencia, y a percibir que la violencia es algo normal
niveles socio-económicos más extremos. para resolver conflictos.

El estudio pone de relieve que la conducta antisocial (2) Factores familiares: La investigación ha
es digna de consideración ya que un porcentaje alto de evidenciado que los niños-niñas y adolescentes agresivos
estudiantes (superior al 15 %) realiza muchas conductas viven en familias desestructuradas (con problemas de
antisociales. Cada vez las diferencias entre sexos son drogas-alcohol, conflictos de pareja, problemas de delin-
más pequeñas, se constata un incremento con la edad cuencia, que no aportan cuidado y afecto, donde hay
(12-18 años), y el nivel de estudios de los padres/madres abandono, maltrato y abuso hacia el niño-a, con modelos
relacionado con el nivel socio-cultural de la familia no autoritarios, agresivos-punitivos...) y/o familias muy
tiene mucho peso explicativo. Estas aportaciones del es- permisivas (con disciplina inconsistente, donde no hay
tudio sugieren la necesidad de prevención e intervención. normas estables, ni diferenciación entre conductas ade-
Entre las limitaciones del trabajo cabe destacar su diseño cuadas/inadecuadas). Los niños y adolescentes que tienen
trasversal, que no permite identificar relaciones de cau- vínculos de apego seguro y buenas relaciones en la
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familia tienen con menor probabilidad conductas vio-


lentas. Referencias
(3) Factores escolares: También se ha puesto de APA. Asociación Psiquiátrica Americana (1994). DSM-
relieve que algunos factores escolares aumentan la pro- IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
babilidad de que la conducta violenta aparezca, por mentales. Barcelona, España: Masson.
ejemplo, centros educativos en los que no se trasmiten
valores socio-morales positivos, en los que no se sancio-
APA. Asociación Psiquiátrica Americana (2003). DSM-
nan las conductas violentas, o en los que en sus prácticas
IV-TR. Manual diagnóstico y estadístico de los
educativas se trasmiten estereotipos sexistas, racistas...
trastornos mentales. Barcelona, España: Masson.
(4) Factores individuales: También se ha confirmado
que determinadas características de personalidad (falta APA. Asociación Psiquiátrica Americana (2014). DSM-5.
de empatía, impulsividad, baja tolerancia a la frustra- Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos
ción...) pueden promover un nivel alto de conducta vio- mentales. Barcelona, España: Elsevier
lenta.
Dado que la conducta social es compleja y la Bringas, C., Herrero, F., Cuesta, M. y Rodríguez, F.
violencia aparece debido a múltiples factores, para pre- (2006). La conducta antisocial en adolescentes no
venir e intervenir en la violencia infanto-juvenil haría conflictivos: Adaptación del Inventario de Conductas
falta hacerlo desde la sociedad, la escuela, la familia y Antisociales (ICA). Revista Electrónica de
también a nivel individual. La sociedad debería controlar Metodología Aplicada, 11(2), 1-10.
e inhibir el nivel de violencia que se expresa en la TV,
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positiva, y que refuerzan estas conductas en sus hi- http://dx.doi.org/10.1177/0165025406066740
jos/hijas, tienen con mayor probabilidad hijos menos
violentos. Las intervenciones en ámbitos educativos se Fan, W., Cheung, F. M., Cheung, S. y Leung, K. (2008).
han demostrado eficaces, y en general los programas que Gender difference of personality traits among Hong
fomentan el desarrollo socio-emocional que fomentan, la Kong secondary school students and their
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