Caso Katharina
Caso Katharina
Caso Katharina
Caso Katharina
Integrantes:
Fabio Guevara
Pilar Aragón
José Pablo Valverde
Contenido
1. Contexto del caso Katharina: ..................................................................................................... 2
2. Anamnesis del caso ....................................................................................................................... 4
3. Marco teórico:...................................................................... ............................................................ 7
3.1. Consideraciones teóricas preliminares: ....................................................................... 7
4. Análisis del caso:.......................................................................................................................... 11
4.1. Trauma: .................................................................................................................................. 13
4.2 . Desarrollo del síntoma: .................................................................................................. 15
4.3 Una aproximación a la histeria y neurosis de angustia desde el caso de
Katharina:.......................................... ................................................................................................. 19
5. Conclusiones: ....................................................................... ......................................................... 22
6. Bibliografía .......................................... .......................................................................................... 25
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1. Contexto del caso Katharina:
En este texto del año 1895 y escrito en colaboración con su mentor Josef Breuer,
se enfatiza el importante papel que juegan las reminiscencias y los recuerdos en los
padecimientos de los histéricos. El retorno de un recuerdo inconsciente de un trauma
resulta entonces parte esencial de un ataque histérico.
El caso de Katharina es inusual pues al ser una especie de reporte fuera del
ámbito clínico sirve para ilustrar la teoría sobre la cual Freud se encuentra trabajando
con más detalle en los otros cuatro casos que menciona en su estudio con Breuer.
Este caso representa la primera vez que Freud exhorta a una paciente a hablar
libremente sobre sí misma. Podría entonces considerarse como el primer ejemplo de
una entrevista propiamente psicoanalítica. Freud comprende que para superar la
resistencia del paciente es necesario permitirle hablar, “el analista, gracias a su
comportamiento y a pesar de la graduación jerárquica de los papeles iniciales de médico
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Una temprana formulación de la actitud en el psicoanálisis de acuerdo con su
experiencia en el caso de Katharina la podríamos ver aquí: “Uno empieza por hacer que
el enfermo cuente lo que sabe y recuerda *…+ Cuando se ha trabajado un tiempo de esta
Se hará bien en dejarlo reproducir durante algún tiempo sin ejercer influjo sobre él *…+
Las cosas que aporta de ese modo parecen a menudo inconexas, pero proporcionan el
relación en aquel caso. Dice Freud: “Después de tantos años, me atrevo a infringir la
discreción entonces observada y a indicar que Katharina no era la sobrina, sino la hija de
la hospedera. Vale decir que la muchacha había enfermado a raíz de unas tentaciones
sexuales que partían de su propio padre”(Breuer & Freud, 1895, pág. 149).
Hoy sabemos que el caso de Katharina se refiere a su encuentro con una chica
joven llamada Aurelia Kronich, que tuvo lugar en agosto de 1893. Para el análisis, la
comprensión, el desarrollo y la exposición de este caso hemos considerado muy
importante tomar en cuenta esta nota aclaratoria de Freud, así como la recomendación
que hace al respecto cuando dice que “Una desfiguración como la practicada por mí en
este caso debería evitarse a toda costa en un historial clínico” (Breuer & Freud, 1895,
pág. 150).
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2. Anamnesis del caso
tanto que creo que me voy a caer, y después se me oprime el pecho que pierdo el
aliento” (Freud & Breuer, 1895, pág. 142) . Y entonces siente que la garganta le aprieta
Cuando tiene estos ataques de miedo suele ver un rostro horripilante que la mira
de una forma espantosa y le provoca mucho miedo. La paciente expresa que tuvo esos
ataques por primera vez dos años atrás, cuando vivía con su madre en otra posada.
1 Referencia: http://www.tuanalista.com/Diccionario-Psicoanalisis/6475/Ohm-Aurelia,-nacida-
Kronich-(1875-1929),-caso--Katharina-.htm
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La paciente relata los siguientes episodios:
Hace dos años pudo ver de manera fortuita a su padre en su habitación acostado
sobre su prima política Franziska. En ese momento fue cuando sintió por primera vez los
síntomas descritos: ahogo, pesadez en los ojos y martilleo en la cabeza. Ese día se sintió
muy mal y tres días después le sobrevinieron vómitos y mareos por varios días. Estuvo
en cama. Reconoce haber sentido asco cuando vio aquella escena, aunque no sabe por
qué.
Otro episodio que relata la paciente sucedió cuando tenía 14 años. Durante una
excursión con su padre pernoctaron en una posada en el valle. Ella se había ido a dormir
Describe que en otra ocasión tuvo que defenderse de su padre que estaba
totalmente ebrio y dice que siempre sintió la presión en los ojos y el pecho, pero no tan
intensamente.
En otra ocasión cuenta que pasó la noche con su familia en un pajar y despertó
por causa de un ruido . Entonces cree haber visto a su padre entre ella y su prima
Franziska. Cuenta que en otra ocasión ella y su padre pernoctaron en una habitación y
su prima en otra contigua, al despertar de repente en la noche vio la figura de su padre
intentando abrir la puerta de esa habitación.
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Reconoce que siempre le sorprendían esas situaciones pero que nunca entendió
de qué se trataba. Reconoce también que cree haber sentido la misma angustia pero
que no está muy segura de ello.
diferente de aquel apesadumbrado que tenía al principio. Sus ojos están brillantes y se
siente aliviada y renovada.
Finalmente ante la pregunta de dónde cree que provenía aquella imagen del
rostro horrible que le provoca pavor, dice reconocer que esa cabeza es la del padre,
pero no la de aquellos días sino la de su padre furioso por haberle contado todo aquello
a su madre y por las consecuencias que provocaron la separación. Reconoce que el
padre la ha amenazado desde entonces y que incluso le ha levantado la mano, que ella
se ha escapado de él y que vive con la angustia de que un día la atrape en algún lado.
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3. Marco teórico:
3.1.1. Pulsión:
psíquico de los estímulos que provienen del interior del cuerpo y alcanzan el
a) Fuente:
b) Empuje:
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c) Meta:
d) Objeto:
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3.1.2. La Represión:
3.1.3. Síntoma:
Según Freud (Freud, 1916-1916, pág. 323) “Los síntomas son el resultado
de un conflicto que se libra en torno de una nueva modalidad de la satisfacción
síntoma” .
3.1.4. Angustia:
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3.1.5. Trauma:
3.1.6. Neurosis:
conflicto psíquico que tiene sus raíces en la historia infantil del sujeto y
constituyen compromisos entre deseo y la defensa” (Laplanche & Pontalis, 2004,
pág. 236)
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4. Análisis del caso:
orden.
Primera etapa:
Segunda etapa:
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Tercera etapa:
del rompimiento con su esposa. Ese rostro de su padre enojado en ese momento
es la alucinación que ella tiene de un rostro terrorífico. El otro síntoma que
aparece en este tiempo es el de una paranoia persecutoria, ya que ella teme salir
de casa por miedo a que su padre le haga algo. Esto luego se manifiesta en su
relato con Freud cuando ella le dice, sin saber por qué le ocurre: "no salgo de
casa porque me da miedo que alguien venga por detrás"(Breuer & Freud, 1895,
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4.1. Trauma:
El primer encuentro sexual que tiene Katharina con su padre a los 14 años donde
este intenta abusar de ella en la cabaña, produce una cantidad de excitación tan grande
(referida a la pulsión sexual) que el aparato psíquico no puede manejar por el
compromiso que le implicaría con el Superyo, es por esto que al presentarse el aumento
de displacer se da la represión.
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Una característica de la represión es justamente el olvido. Un ejemplo de esto lo
podemos encontrar en el caso de Katharina con la siguiente frase:
K:-No”
Breuer, Estudios sobre la histeria, 1895, pág. 147) (Se refiere a cuando el padre la asaltó
en su cama a sus 14 años).
Allí el analista expresa que no dio una respuesta precisa, que sonrió turbada y
“como convicta y confesa, como uno que debe admitir que se ha llegado a la raíz de las
cosas, sobre la cual ya no cabe decir mucho más. Puedo imaginarme cuál fue la
Podría suponerse que aquella sensación táctil a la que hace referencia Freud fue
una excitación de tipo erógena. Sin embargo si le hubiese dado rienda suelta, si hubiera
permitido que tal placer alcanzara su máximo esplendor, inmediatamente el displacer
habría sido mayor ya que automáticamente el yo quedaba comprometido con una
instancia moral muy fuerte que le decía: “puedes recibir placer de cualquier hombre
menos de tu propio padre”. Justamente, para evitar tan enorme incomodidad, dicha
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4.2 . Desarrollo del síntoma:
Para que se produzca un síntoma van a ser necesarios por lo menos dos tiempos.
Se pueden pensar en dos grandes síntomas, los cuales detallaremos a continuación:
Síntoma A:
Síntoma B:
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En la ilustración anterior podemos observar que cada síntoma tuvo dos tiempos.
El primer tiempo corresponde al color verde y el segundo tiempo al azul. De rojo está
representado el vínculo psíquico entre el hecho diacrónico y el hecho sintomático. Esta
representa una relación, algo del orden de lo inconsciente reprimido que es traído de
vuelta a la conciencia en forma de síntoma.
El síntoma surge a partir de una lógica económica, para Breuer el síntoma tiene
sentido. Para comprender su génesis vale hacerse tres preguntas fundamentales:
¿Cómo se forma?, ¿Para qué se forma?, ¿Quién lo forma?, ¿Cuándo se forma? Estas
preguntas también nos abren otros panoramas, como por ejemplo en el caso del análisis
del juego de un niño, cabe también cuestionarse: ¿A qué juega el niño?, ¿cómo ordena
los personajes?, ¿dónde se posiciona?, y que no nos extrañe ver una analogía en
analistas, podría dar cuenta de sus propios síntomas, de ahí la riqueza del constante
análisis.
Otra característica del síntoma que también comparten otras formaciones del
inconsciente tiene que ver con los mecanismos de desplazamiento y condensación.
Quiere decir que muchas veces la cura no adviene por eliminación de los síntomas ya
que este puede desplazarse e inervar otra parte del cuerpo, u otro pensamiento, etc.
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ese sentido no lo da el analista, sino que lo da el propio paciente. En el caso de
Katherina, todavía se percibe una etapa de Freud en que esto no es así, sino que es
Freud quien se adelanta e interviene diciéndole: “si usted no sabe por qué le pasa, yo se
lo voy a decir”.
transforma”, aplica en el sentido psíquico, por decirlo de alguna forma: tenemos una
cuota limitada de energía y hay que administrarla para poder hacer todas las tareas que
queramos. Entonces si ya gran parte de esta cuota está destinada a alimentar un
síntoma, va a restársele energía a todo lo demás.
Katharina, sin embargo existen los casos paradójicos, en donde el síntoma también trae
aparejado un goce, un placer en la repetición sintomática, donde el sujeto
constantemente enferma y pareciera no querer curarse, pero este tema es harina de
otro costal.
síntoma media entre las exigencias del mundo real, el superyó y el ello con respecto al
yo.
Para la formación del síntoma se necesitan dos tiempos: uno en donde haya una
vivencia que, por generar un gran conflicto pulsional, sea reprimida. Y un segundo
momento en donde otra vivencia desencadene el síntoma y traiga a la consciencia el
material reprimido, de una forma sustitutiva que sortee las barreras de la represión.
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Por lo tanto, la represión separa dicho afecto de esa representación y los
traslada al inconsciente. La segunda vivencia también crea un afecto y una
representación, y “traen” de vuelta a la consciencia el afecto que se había reprimido en
el primer tiempo, pero este, para sortear las barreras de la represión toma una parte del
cuerpo y de ahí surge el síntoma histérico. Luego, el afecto de la segunda vivencia,
podría pensarse que se muda en angustia.
significantes” que albergarán al sujeto cuando nazca. Acá también están inscritos ciertos
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4.3 Una aproximación a la histeria y neurosis de angustia desde el caso de
Katharina:
En este caso Freud hace dos preguntas claves del psicoanálisis: ¿qué ideas están
asociadas con el síntoma?; y ¿cuándo aparecen los síntomas por primera vez?. Lo
primero que Freud le pregunta es si piensa en algo o si ve algo cuando sufre esos
ataques y ella responde que hay una imagen de “un rostro horripilante”. Después le
pregunta cuándo tuvo los ataques por primera vez, y ella le dice que hace unos dos años
atrás cuando vivía con su tía en otra montaña (Breuer & Freud, 1895, pág. 142).
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Entonces Freud hace una sugerencia provisional: “Si usted no lo sabe, yo le diré
de dónde creo que le han venido sus ataques. En algún momento, dos años atrás, usted
ha visto o escuchado algo que la embarazó mucho, que preferiría no haber visto
”
(Breuer & Freud, 1895, pág. 143). Katharina pasa entonces a relatar una serie de
eventos anteriores que vienen a complementar aquel que desencadenó los ataques.
empezó a comprender y, al mismo tiempo, a defenderse” (Breuer & Freud, 1895, pág.
era la escena del padre con su prima sino el recuerdo que esa visión le produjo , “sólo
podía ser el recuerdo del asalto nocturno”, o sea, aquel cuando su padre se acostó junto
los repite y trabaja con ellos” (Breuer & Freud, 1895, pág. 268). Y en la conclusión de la
historia del caso Freud escribe “Espero que el declararse conmigo haya hecho algún bien
a esta muchacha tan prematuramente lastimada en su sentir sexual; no la he vuelto a
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El diagnóstico que Freud hace de Katharina es diferente por cuanto dice “La
causa del aislamiento no es, como en el caso 3, la voluntad del yo”, para excluir ciertas
Gran parte del trabajo se ha dado, como Freud lo reconoce, mucho antes de que
Katharina le consultara. Freud caracteriza el proceso curativo diciendo que “se trata de
una histeria ya abreaccionada en gran parte. Es que, en efecto, ella ha comunicado su
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descubrimiento al poco tiempo a su tía” (Breuer & Freud, 1895, pág. 147).
Y con respecto a los momentos traumáticos que vivió Katharina por las
insinuaciones sexuales de su padre y el momento “auxiliar” y detonante cuando vio a su
prima con él, Freud dice que “se creó un contenido de conciencia que, excluido de la
actividad pensante del yo, permaneció guardado, mientras que en la última escena una
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5. Conclusiones:
análisis tiene que ver más con la carga de significados de ciertas ideas que con la
represión de sentimientos. No se trata de remover bloqueos sino de que la descarga
emocional que se produce cuando las cosas son expresadas en palabras permita que
estas produzcan un nuevo entendimiento y significado.
Otra cuestión que puede notarse es el poder de un cierto “saber médico”. Ese
saber es el que hace que Katharina confíe en contarle al médico sus intimidades, que de
hecho no se las cuenta a Freud por el nombre que porta, sino por la profesión. Ella
inaugura el diálogo reconociendo que se ha dado cuenta de que su interlocutor es
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médico mirando el libro de registros. Si bien no es de manera textual esto que estamos
escribiendo, podríamos suponer que Freud respondería: “Es correcto, yo le puedo
. De hecho está
ayudar porque soy médico y es mi deber saber lo que a usted le pasa”
muy claro en la frase: “Si usted no sabe, entonces yo le diré de donde le han venido sus
ataques” (Breuer & Freud, 1895, pág. 143).
Este concepto más tarde Lacan lo va a rebatir con una necesaria “docta
ignorancia”. Es decir, en donde el analista debe saber y mucho, debe estudiar, debe
igual que la asociación libre parte del deseo del paciente y que ésta no puede ser
forzada. (Nasio)
Otro aspecto que cabe mencionar es el hecho de que la escena entre su padre y
Franziska que presenció Katharina a través de la ventana, no fue coital, es decir, ella
cuenta que ambos estaban con la ropa puesta. Vale entonces también recordar a Freud
cuando él mismo dice que para que el recuerdo reprimido devenga consciente no es
necesario que aquella vivencia que lo atrae sea real, basta con que el paciente
imaginariamente la sienta como tal (Breuer & Freud, 1895, pág. 30).
Para que Katharina desarrollara el síntoma no tuvo que ver una escena de sexo
explícito, sino aún viendo siluetas en la oscuridad, esto fue suficiente para que ahora sí,
con una edad más avanzada, pudiera resignificar aquel acoso de su padre como algo de
carácter sexual, mismo que en aquel entonces no notó por su inocencia. Es en este
segundo momento en donde, con una malicia más madura, puede pensar que su padre
quiso hacerle a ella lo que hacía con su prima Franziska. “Llevaba dentro de sí dos series
de vivencias que ella recordaba, pero no entendía ni valorizaba en conclusión ninguna; a
nueva con esas dos series de reminiscencias; empezó a comprender y, al mismo tiempo a
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Podría pensarse que el caso de Katharina es un típico caso de histeria, inclusive
como menciona Freud, su padecimiento giraba en torno a una angustia virginal, es decir,
el temor de no ser deseada por ningún otro hombre en el terreno de la carne (Breuer &
Freud, 1895, pág. 268). Sin embargo la riqueza que a nuestro criterio se rescata es el
poder pesquisar aquellas cuestiones que Freud sin haber teorizado vivenció y que
posiblemente dieron pie a que las retomara más adelante.
Valga decir que en una carta escrita en 1893, Freud le comenta a Fliess que su
encuentro con Katharina le resultó “muy agradable (Freud & Fliess, 1986, pág. 54)y que
”
para los investigadores Lisa Appignanesi y John Forrester resulta ser un caso “idílico”
(Appignanesi & Forrester, 1992, pág. 103).
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6. Bibliografía
Appignanesi, L., & Forrester, J. (1992). Freud's women. London: Virago.
Argelander, H. (1976). La primera entrevista en psicoterapia.(J. Adolph, Trad.)
Breuer, J., & Freud, S. (1895). Estudio sobre la histeria(Vol. 2). Amorrortu
editores.
Chemama, R. (2004). Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Amorrortu.
Freud, S. (1915). Pulsiones y destinos de pulsión.Barcelona: Amorrortu.
Freud, S. (1916-1916). Conferencias de Introducción al psicoanálisis. Amorrortu.
Freud, S. (1933). Angustia y vida pulsional. Barcelona: Amorrortu.
Freud, S., & Breuer. (1895). Estudios sobre la histeria. Buenos Aires: Amorrortu.
Freud, S., & Fliess, W. (1986). Correspondencia Completa de Sigmund Freud para
Wilhelm Fliess (1887 — 1904). Rio de Janeiro: Imago Editora.
Laplanche, J., & Pontalis, B. (2004). Diccionario de Psicoanálisis. Buenos Aires:
Paidos.
Nasio, J. D. (s.f.). ¿Cómo escuchar a un niño? La cura viene por añadidura.
Obtenido de http://ochoa.freeservers.com/nasio1.htm.
Roudinesco, E., & Plon, M. (1999). Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Paidos
Ibérica.
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