El Pueblo de Dios
El Pueblo de Dios
El Pueblo de Dios
Ofrecemos aquí una relación, aunque sea sucinta, de los derechos y deberes de los fieles.
Pero antes se hace necesario precisar el concepto de fiel. En la Iglesia Católica se llama fiel
al bautizado. Toda persona, por el hecho de ser bautizada, tiene la condición de fiel:
Canon 204 § 1: Son fieles cristianos quienes, incorporados a Cristo por el bautismo, se
integran en el pueblo de Dios, y hechos partícipes a su modo por esta razón de la función
sacerdotal, profética y real de Cristo, cada una según su propia condición, son llamados a
desempeñar la misión que Dios encomendó cumplir a la Iglesia en el mundo.
Aquí se verán los derechos y deberes de los fieles: son derechos y deberes, por lo tanto, de
todo católico, laico, sacerdote o religioso. Se ha querido ofrecer la relación de derechos y
deberes de los fieles, lo que podríamos denominar la carta de derechos del fiel bautizado,
transcribiendo los cánones correspondientes. Se pueden hacer varias divisiones de los
derechos y deberes. Para facilitar la consulta, en este artículo se han agrupado adoptando
una división que se refiere a la condición del fiel en la Iglesia.
Canon 209 § 1: Los fieles están obligados a observar siempre la comunión con la Iglesia,
incluso en su modo de obrar.
§ 2: Cumplan con gran diligencia los deberes que tienen tanto respecto a la Iglesia
universal como en relación con la Iglesia particular a la que pertenecen, según las
prescripciones del derecho.
Canon 210: Todos los fieles deben esforzarse, según su propia condición, por llevar una
vida santa, así como por incrementar la Iglesia y promover su continua santificación.
Canon 213:Los fieles tienen derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los
bienes espirituales de la Iglesia, principalmente la palabra de Dios y los Sacramentos.
Canon 214: Los fieles tienen derecho a tributar culto a Dios según las normas del propio
rito aprobado por los legítimos Pastores de la Iglesia, y a practicar su propia forma de vida
espiritual, siempre que sea conforme con la doctrina de la Iglesia.
Canon 219: En la elección del estado de vida, todos los fieles tienen derecho a ser inmunes
de cualquier coacción.