Nulidad Del Acto Juridico

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 8

INTRODUCCIÓN

El estudio de la nulidad de los actos o negocios jurídicos se constituye en uno de los


principales temas a abordarse en el estudio general de los mismos debido, sobre todo, a su
utilidad práctica, por cuanto gran parte de casos judiciales reales referidos a actos jurídicos
versan, mayormente, sobre nulidad y fraude en los negocios jurídicos.

El acto o negocio jurídico puede ser entendido como un supuesto de hecho conformado por
la confluencia de manifestaciones de voluntad, cuando estamos ante actos sinalagmáticos, o
por lo menos por declaración de una sola voluntad. Empero tales voluntades buscan surtir
efectos en la vida real y jurídica de las partes que las manifiestan.

Cuando dichos actos no surten los efectos queridos y esperados por las partes nos
encontramos ante la figura de la ineficacia, la misma que consiste, según lo dicho, en la
ausencia total o parcial de los efectos buscados por las partes al manifestar su voluntad.

La nulidad es considerada por la doctrina mayoritaria como uno de los tantos supuestos de
ineficacia de los actos jurídicos.

Tal ineficacia puede deberse, entre sus tantos supuestos, a un defecto severo en la
conformación o celebración del acto jurídico. Por ello, a este tipo de ineficacia se la suele
denominar estructural, la misma que coincide con la institución de la invalidez de los
negocios jurídicos, según nuestro derecho.

Ahora bien, la invalidez presenta hasta dos supuestos muy conocidos: la nulidad y la
anulabilidad, llamadas también nulidad absoluta y relativa, respectivamente.

El tratamiento de la nulidad en nuestra codificación civil se ve facilitada por la estipulación


de causales expresas en el texto legal. Ad empero, existiendo también en nuestro sistema
las nulidades virtuales o tácitas, el asunto se torna un tanto complejo, por cuanto ya no es la
propia norma legal la que sanciona con nulidad el acto en sí, sino que tal invalidez debe ser
apreciada caso por caso a fin de determinar el contenido ilícito del negocio.

Finalmente, y no menos problemático es el tema referido a la inexistencia del acto jurídico,


institución que ha sido asemejada a la nulidad en cuanto a sus efectos en nuestro
ordenamiento normativo formal.

ORIGEN ETIMOLÓGICO Y SIGNIFICADO DEL VOCABLO NULIDAD

En palabras de Jorge Camusso la voz nulidad deriva de la palabra nulo cuyo origen
etimológico proviene de nullus: de ne que significa no y ullus que significa alguno,
haciendo que por nulo deba entenderse aquello que es falto de valor y fuerza para obligar o
tener, por ser contrario a las leyes, o por carecer de las solemnidades que se requieren en la
sustancia o en el modo.
LA NULIDAD Y LA INEXISTENCIA DEL NEGOCIO JURÍDICO

En el derecho contemporáneo, el derecho francés amplió el campo de las nulidades y, por


inspiración de Zachar se introdujo la doctrina de los actos jurídicos llamados inexistentes,
con lo que se pretendió que la inexistencia operase de pleno derecho, sin que el acto
jurídico haya tenido real existencia jurídica.
Pero, como se sabe, la inexistencia y la nulidad son conceptos diferenciados. Lo nulo sí
implica inexistencia, pero dicha implicancia solamente se refiere a una inexistencia
jurídica.
Así, es nulo el negocio que es inapto para dar vida a aquella situación jurídica que el
derecho apareja al tipo legal respectivo. Es nulo aunque pueda producir alguno de los
efectos correspondientes, u otros distintos, de carácter negativo o contradictorio, ya que de
otro modo más bien sería inexistente.
Aubry y Rau sostienen que es inexistente el acto que no reúne los elementos exigidos para
su existencia y sin los cuales es imposible concebirlo. Por su parte, Baudry-Lacantiniere
dice que acto inexistente es el que no ha podido formarse en razón de carecer de un
elemento esencial de su existencia. Acto nulo, en cambio, es el que es considerado ineficaz
por contradecir un mandato legal.
Como ya adelantamos, la nulidad y la inexistencia son situaciones diferentes, pero
jurídicamente son figuras que han sido asimiladas, al menos en la legislación nacional.
 
“La nulidad del acto jurídico acarrea inevitablemente la nulidad de su escritura pública,
porque un acto nulo es jurídicamente inexistente, y por ello no puede existir una escritura
pública sin contenido.” (Exp. Nº 4530-98 – Lima, Sala de Procesos Abreviados y de
Conocimiento, 27-01-99)
 
Pero el hecho de que dos figuras produzcan efectos inmediatos similares no es suficiente
sustento para afirmar su equiparación conceptual, ya que en el supuesto de la nulidad la
pérdida de efectos se ha producido por un defecto del supuesto de hecho, mientras que en la
inexistencia ella se produce como respuesta inmediata a una verificación negativa del
supuesto de hecho.

INEFICACIA ESTRUCTURAL
La ineficacia estructural, denominada también originaria[29] o por causa intrínseca, es
aquella ineficacia negocial que se presenta al momento mismo de la celebración del acto
jurídico. Es decir, se trata de un acto jurídico afectado por una causal de ineficacia desde el
momento de su conformación, celebración, formación, nacimiento, conclusión o
perfección.
La coetaneidad al momento de la formación del acto jurídico es el primer rasgo
característico de la ineficacia estructural.
Empero, además, se fundamenta en el principio de legalidad, pues todas las causales de
invalidez vienen siempre establecidas por la ley, no pudiendo ser consecuencia del pacto
entre las partes.
A las causales inherentes a la estructura del acto jurídico y a la celebración contraviniendo
normas su invalidez; Torre agrega la causal por la cual el acto jurídico adolece de algún
defecto por el que la ley autoriza su invalidación; así como al acto jurídico simulado.
En los supuestos de ineficacia estructural, el negocio jamás produce efectos jurídicos por
haber nacido muerto, o deja de producir retroactivamente todos los efectos jurídicos que
hubiera producido por haber nacido gravemente enfermo.
La ineficacia estructural se presenta bajo la generalidad de la invalidez de los negocios
jurídicos, la misma que abarca hasta dos supuestos: la nulidad y la anulabilidad; recibiendo
ambas el nombre genérico –como ya se indicó- de invalidez en la legislación y en la
doctrina.
La invalidez, entonces, es concebible sólo en materia de negocio jurídico (ene. Ámbito del
derecho privado), y no respecto de las demás fattispecie jurídicas.

INEFICACIA FUNCIONAL
La ineficacia funcional, denominada también sobreviniente o por causa extrínseca,
conocida como la ineficacia en sentido estricto supone un acto jurídico perfectamente
estructurado en el cual han concurrido todos sus elementos, presupuestos y requisitos, sólo
que, por un evento ajeno a su estructura, deja de producir efectos jurídicos.
Los supuestos típicos de ineficacia funcional son la Resolución y la Rescisión.
La nulidad se diferenciaría de la rescisión en que ésta ultima respecta a causales
especificadas en relación con determinado acto, mientras que la nulidad concierne a
causales generales para cualquier acto jurídico.
Sin embargo, se pueden sumar otros tales como: la condición y el plazo, la resciliación o
mutuo consenso, la revocación, la reversión, la retractación, el retracto mismo, la
inoponibilidad, la excepción de cumplimiento del con trato, la excepción de caducidad del
plazo, incluso la separación de cuerpos y el divorcio.
En la ineficacia funcional, por regla general, el defecto se presenta con posterioridad a la
formación del acto jurídico. Sin embargo, esto no es absoluto, pues en los casos de
rescisión, la causa de ineficacia es coetánea también a la formación del negocio.
La ineficacia funcional puede ser consecuencia del pacto entre las partes que han
celebrado un acto jurídico, en aplicación del principio de autonomía privada, que
es el principio directriz en materia de actos jurídicos y contratos.
 

NULIDAD VIRTUAL O TÁCITA

Contravenir un principio de orden público o las buenas costumbres.


Estas nulidades se infieren de una interpretación integradora del sistema jurídico en su
totalidad. O sea, exige para su determinación una interpretación, no sólo de la norma
jurídica, sino también de las bases o fundamentos del sistema jurídico, conformado por
normas imperativas, orden público y buenas costumbres.
La nulidad se deduce o infiere indirectamente del sistema jurídico, siendo innecesaria la
exigencia de una prohibición textual o directa.
Aquí radicaría la gran utilidad e importancia de la nulidad como mecanismo de salvaguarda
del principio de legalidad. Como ejemplos tenemos el matrimonio entre personas del
mismo sexo o la designación de un animal como heredero.
El conjunto de principios que constituyen el sustento de un sistema jurídico (orden
público), así como las reglas de convivencia social aceptadas por todos los miembros de
una comunidad como de cumplimiento obligatorio (buenas costumbres) y las normas
imperativas en general, constituyen los límites dentro de los cuales los particulares pueden
celebrar válidamente actos jurídicos y contratos. Serán nulos, sin necesidad que exista una
norma que así lo señale, los actos jurídicos que contravengan dichos límites.
El campo de actuación del orden público (entendido como los valores fundamentales del
ordenamiento) y de las buenas costumbres (entendidas como los valores de los particulares
en cuanto a moralidad y honestidad) encontraría su razón de ser en los casos en que no
hubo previsión de una norma. Así, es clara la lógica del artículo 219º, cuando en el inciso 7
reconoce la categoría de nulidad textual y en el inciso 8 la de nulidad virtual o tácita.
Dentro de este tema, Messineo nos habla de tres tipos de contratos (léase actos o negocios
jurídicos): el contrato ilegal, el prohibido y el inmoral.
El contrato, cuando sea contrario a normas imperativas especialmente prohibitivas, será un
contrato ilegal.
Y será un contrato prohibido cuando sea contrario al orden público, es decir cuando tenga
una finalidad prohibida porque se dirige contra los principios fundamentales y los intereses
generales sobre los cuales descansa el ordenamiento jurídico estatal. A esto se nos agrega
que el concepto de orden público varía de lugar en lugar y de época en época.
Finalmente, se nos dice que cuando el contrato tiene una finalidad que choca con las buenas
costumbres estamos ante un contrato inmoral. Aquí, el contrato repugna a las buenas
costumbres, las cuales son el conjunto de los principios que rigen bajo el nombre de moral
social, es decir, la que de ordinario se practica por la generalidad de las personas honestas,
por lo que también el concepto de buenas costumbres es relativo.
El concepto de costumbres a que se refiere el código al hablar de buenas costumbres es aun
hábito socialmente aceptado que no constituye fuente de derecho como lo es la costumbre
jurídica y que merece el calificativo de bueno por adecuarse a las reglas de la ética de una
sociedad determinada.
Como ya se ha anotado, nuestro código civil solamente reconoce dos modalidades de
invalidez o ineficacia estructural: la nulidad y la anulabilidad. No se reconoce a la
inexistencia como categoría principal o accesoria de ineficacia, por cuanto ésta es una
categoría que sólo se aceptaría en los sistemas que no aceptan la nulidad virtual, como
consecuencia del principio que “no hay nulidad sin texto”, consagrado legalmente en
algunos sistemas jurídicos, como el francés.
En tales sistemas, donde no se reconoce la nulidad virtual, es necesario también prohibir los
actos jurídicos cuyo contenido sea ilícito, privándolos de efectos jurídicos, acudiendo al
concepto de inexistencia. La aceptación o no de la figura de la nulidad virtual es de
importancia fundamental, por cuanto, de la misma dependerá que se acepte o rechace la
figura de la inexistencia.
 

 CAUSALES GENÉRICAS DE NULIDAD EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO

 FALTA DE MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD DEL AGENTE

Faltará la manifestación de la voluntad del agente cuando falte tanto la voluntad


declarada como la voluntad de declarar.

En sentido estricto, nuestro código debió preferir como causal a la falta de


manifestación de una voluntad coherentemente formada, ya que si hablamos de falta
de manifestación de voluntad, estaríamos ante una ausencia de negocio jurídico,
conforme al artículo 140º, que asimila a todo acto jurídico con la manifestación de
voluntad. Por ello, para Torres,[84] en estos casos es usual hablar de inexistencia
del acto.

 FALTA DE MANIFESTACIÓN DE VOLUNTAD DEL AGENTE

No existe acto sin voluntad del agente, en ese sentido dicha voluntad y declaración,
requiere para su configuración de dos voluntades: la voluntad declarada, que es lo
que aparece expresado en la conducta en que consiste la misma declaración, es
decir, el contenido del [acto]; y la voluntad de declarar. Esta última importa a su vez
dos tipos de voluntades del acto externo, esto es, de la conducta en que consiste la
propia declaración, y el conocimiento del valor declaratorio de dicha conducta.
 PRÁCTICA DE PERSONA ABSOLUTAMENTE INCAPAZ

El tema versa sobre quienes no pueden desarrollar su derecho de ejercicio, mas no


de goce. En el Art. 43º del CC se encuentran enumerados los supuestos de
incapacidad absoluta, es decir, dichas personas se encuentran privadas de celebrar
actos jurídicos por cuenta propia, en ese sentido, éstos deberán actuar con mediante
algún representante, tutor, etc. según corresponda.

 OBJETO FÍSICA O JURÍDICAMENTE IMPOSIBLE O CUANDO SEA INDETERMINABLE

Sobre este punto no cabe mayor aclaración, ya que el objeto (cosa sobre la cual
recae la relación jurídica) para poder ejecutarse debe estar arreglado a ley y a la vez
pueda ejecutarse sin contravenir las facultades humanas.

 FIN ILÍCITO

No será válido un acto jurídico que contravenga el ordenamiento jurídico y las


buenas costumbres. Hacerse pasar como propietario de un bien y enajenarlo a otro,
contratar personal para delinquir, etc.

 ADOLEZCA DE SIMULACIÓN ABSOLUTA

Esta figura se puede traducir como un acto de ficción que consiste en la discrepancia
entre la voluntad declarada y la voluntad interna, realizada de común acuerdo entre
las partes celebrantes del acto mediante un acuerdo estrictamente simulatorio con el
fin de engañar a terceros.

 NO REVISTA LA FORMA PRESCRITA BAJO SANCIÓN DE NULIDAD

Cierta porción de los actos jurídicos cuenta con la formalidad ad solemnitatem (de


cumplimiento obligatorio bajo sanción de nulidad) obviamente quienes incumplan
con dicha formalidad impuesta por ley tendrán por nulo el acto celebrado, por otro
lado, a los actos jurídicos en que la ley no les exija formalidad, los agentes podrán
escoger las que ellos crean conveniente y dicho acto tendrá un valor probatorio de
su existencia forma ad probatiomem.

 CUANDO LA LEY LO DECLARA NULO


Denominada Nulidad Expresa, en razón que la propia ley contiene necesariamente de
manera expresa o textual la consecuencia jurídica de nulidad frente a un determinado
acto. Causal

 CUANDO CONTRAVIENE EL ORDEN PÚBLICO

Denominada también como Nulidad Virtual, es decir, no se encuentra en la


normatividad de manera escrita, pero la sanción de nulidad se obtiene por contravenir
directamente el orden público, las buenas costumbres o las normas imperativas. El
matrimonio entre personas del mismo sexo.

CONCLUSIONES
La ineficacia de un acto o negocio jurídico hace referencia a la falta de producción de los
efectos queridos por las partes o señalados por ley debido a un defecto en su conformación
o por un evento posterior a dicha celebración.
 La nulidad es un supuesto de ineficacia estructural o invalidez de los actos o negocios
jurídicos consistente en la falta de uno de los elementos, presupuestos o requisitos
conformantes del acto o negocio jurídico al momento de su celebración.
Los supuestos de nulidad pueden ser expresos o tácitos. En los primeros la causal está
expresamente señalada en la ley; en los segundos, la causal tiene que ser inferida por el
juzgador valorando la ilicitud del acto por contravenir al orden público o a las buenas
costumbres.
La nulidad difiere realmente de la inexistencia de un acto jurídico, no obstante, para nuestra
codificación los efectos son los mismos, por lo que se puede decir que la inexistencia de un
negocio jurídico ha sido asimilada a la nulidad del mismo.
Páginas de búsqueda
NULIDAD DEL ACTO O NEGOCIO JURÍDICO
https://www.derechoycambiosocial.com/revista013/nulidad%20de%20acto%20juridico.htm

También podría gustarte