EL CAMBIO CLIMÁTICO Gerarda Díaz Cordero
EL CAMBIO CLIMÁTICO Gerarda Díaz Cordero
EL CAMBIO CLIMÁTICO Gerarda Díaz Cordero
hoy en día, un tema obligado en las preocupaciones de todo ser responsable y en la agenda de
cualquier gobierno. El tema es abordado por algunos estudiosos como una de las megatendencias
de la sociedad posmoderna. La degradación del medio ambiente con el consecuente cambio
climático es una bomba de tiempo que debe desactivarse si no queremos desaparecer como
especie del planeta tierra. Las medidas para revertir el deterioro han de comenzar con una
educación permanente al respecto y una mayor voluntad política. La comunidad científica ha dado
la voz de alerta desde los cuatro puntos cardinales con lo que ya es el momento de actuar.
Palabras claves Cambio climático, degradación del medio ambiente. Abstract Nowadays climate
change is a crucial topic for all responsible people and it´s an important part of any government
agenda around the world. This topic has been treated by investigators as one of the most popular
tendencies. Degradation on the Earth is a consequence of climate change and it must be stopped
in order not for human beings to disappear from Planet Earth. The measurements for solving this
problem should start with a provision of education regarding the same and the political
participation. The scientific community has warned us from all parts of the world saying that the
moment for doing something
INTRODUCCIÓN
Al ritmo que vamos, vivir en el mundo va siendo cada vez más complicado. Ese hábitat paradisiaco
del que teníamos referencias va desapareciendo a una velocidad dañina para la sobrevivencia
humana. De estos estragos da testimonio una bibliografía abundante y responsable al punto de
que el cambio climático y la degradación del medio ambiente se relacionan con una de las
megatendencias que moldea el futuro según Cornish (2004). En el artículo “¿Qué es el futurismo?”
de Orama, V. (2008), cita a Cornish, editor de la revista The Futurist, para referirse a las
megatendencias que representan la forma en que se desarrollan los acontecimientos a través de
este tiempo. Los cuestionamientos que surgen permitirán pronosticar el futuro. La degradación del
medioambiente se manifiesta con un aumento en el uso y escasez del petróleo, escasez de agua,
contaminación de los océanos, la extinción de animales y plantas. A esto se suma además la
deforestación, el calentamiento global y el cambio climático. Siendo estos indicadores de una
problemática que está afectando a toda la humanidad. A los pobres y ricos, a los países
desarrollados y a los que están en vía de desarrollo.
La degradación del medioambiente es una tendencia que tiene sus implicaciones en la sociedad,
en los individuos y en la educación. El cambio climático es un problema global que ha sido tratado
por los expertos de todo el mundo. Estos han concluido que el clima cambia, debido a causas
naturales y a causas de origen antropogénico.
Los temas a tratar en esta revisión bibliográfica son una conceptualización del problema, la
opinión de la comunidad científica, las manifestaciones, las posibles causas y las medidas que se
han sugerido para combatir el cambio climático. Este fenómeno está en relación con los retos para
el siglo XXI, con implicaciones o consideraciones para el área laboral. De los puntos no tratados
por los autores, surgen nuevas interrogantes sobre el tema y finalmente arribamos a una breve
conclusión del mismo. 229 Ciencia y Sociedad, Vol. XXXVII, N.° 2, 2012, 227-240
CONCEPTUALIZACIÓN La Convención Marco sobre el Cambio Climático (CMCC), en su artículo 1,
define el “cambio climático” como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la
actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la
variabilidad natural del clima observado durante períodos de tiempo comparables. Para el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), [el término como tal] denota un
cambio en el estado del clima identificable (por ejemplo, mediante análisis estadísticos) a raíz de
un cambio en el valor medio y en la variabilidad de sus propiedades, y que persiste durante un
período prolongado, generalmente cifrado en decenios o en períodos más largos. Sin embargo
(Miller, 2007), sostiene que el cambio climático global se refiere a las modificaciones en cualquier
aspecto del clima del planeta, tales como la temperatura, precipitación e intensidad y las rutas de
las tormentas. En ese mismo orden, el Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
en su informe de Desarrollo Humano (2007-2008) establece que el cambio climático es el
problema que determina el desarrollo humano en nuestra generación, este minará los esfuerzos
que se emprenden en el ámbito internacional con el fin de combatir la pobreza. Los modelos
climáticos actuales predicen un calentamiento mundial de cerca de 1.4-5.8 grados Celsius entre
1990 y 2100, proyecciones que se basan en un conjunto de hipótesis acerca de las principales
fuerzas que dirigen las emisiones futuras; tales como el crecimiento poblacional y el cambio
tecnológico, pero no parten de la base de que hay que aplicar políticas sobre cambio climático
para reducir las emisiones.
El tercer informe de evaluación, denominado “Cambio climático 2001”, trata sobre “La base
científica”, sobre los “Efectos, adaptación y vulnerabilidad” y “Mitigación”, así como un informe de
síntesis en el que se abordan diversas cuestiones científicas y técnicas útiles para el diseño de
políticas. Mientras que el cuarto informe de 2007 es una síntesis de una panorámica integrada del
cambio climático, los cambios observados y sus efectos. Este cuarto informe ha establecido un
consenso científico abrumador de que el cambio climático es real y que se origina en la actividad
humana.
Por otra parte, luego de la publicación del Informe Stern sobre La economía del cambio climático,
la mayoría de los gobiernos también acepta que la solución al problema del cambio climático es
asequible, más asequible que los costos de la inacción.
El impulso político también cobra ritmo. Muchos gobiernos están fijando metas ambiciosas para
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la mitigación del cambio climático es hoy
un elemento inamovible de la agenda del Grupo de los Ocho (G8), o sea de los países más
industrializados. Además, se está fortaleciendo el diálogo entre los países desarrollados y los
países en desarrollo. Todo lo anterior es positivo. Mientras los gobiernos reconocen la realidad del
calentamiento global, las medidas políticas continúan estando por debajo de lo mínimamente
necesario para resolver el problema. En este sentido, hay una brecha enorme entre la evidencia
científica y la respuesta política. El experto mundial del clima Brian Fagan, profesor de la
Universidad de California (EE.UU), habla de un “largo verano”. En los últimos 420,000 años se han
sucedido cuatro eras glaciares, de 100,000 años de duración cada una, con interludios cálidos
entre una y otra. Desde hace 15,000 años vivimos el último de estos interludios, en el que ha
surgido una novedad: el calentamiento global antropogénico (Miller, 2007). El mundo se está
calentando, así lo expresó uno de los primeros pioneros de la ciencia climática, el físico 231 Ciencia
y Sociedad, Vol. XXXVII, N.° 2, 2012, 227-240 sueco Svante Arrhenius, predijo con sorprendente
precisión que la duplicación de las acumulaciones de CO2 en la atmósfera de la tierra elevaría la
temperatura mundial promedio en 4º C a 5º C, una sobreestimación marginal según los modelos
más recientes del IPCC-36. (IDH 2007-2008).
Los factores que afectan los cambios de temperatura media de la tierra y el cambio climático son
los cambios en el desnivel del mar, los efectos de las nubes, la emisión de aerosoles a la
atmósfera, aumento en las emisiones de dióxido de carbono, gas metano, hidratos de metano.
Además, los cambios de reflexión terrestres y los cambios en el campo magnético exterior (Miller,
2007). El citado autor indica que otros factores son la contaminación del aire, los cambios en el
hielo polar, el contenido en vapor de agua y la cantidad de cobertura de nubes y la cantidad de
energía solar que alcanza la Tierra.
Sin embargo, la Cumbre de Poznan, Polonia, 2008, consideró que el cambio climático se debe a la
emisión de gases de efecto invernadero por el uso de combustibles fósiles.
En ese mismo orden, los informes del IPCC resaltan que las causas del cambio climático son de
origen natural y antropogénicas. Hay una cadena de emisiones de gases de efecto invernadero
(GEI), las concentraciones atmosféricas, el forzamiento radiactivo, las respuestas climáticas y los
efectos del clima. Entre 1970 y 2004, el aumento más importante de las emisiones de GEI proviene
de los sectores de suministro de energía, transporte e industria, mientras que la vivienda y el
comercio, la silvicultura (incluida la deforestación) y la agricultura han crecido más. Las actividades
humanas generan emisiones de cuatro GEI de larga permanencia: CO2 , metano (CH4 ), óxido
nitroso (N2 O) y halocarbonos (grupo de gases que contienen flúor, cloro o bromo). Los modelos
muestran que el dióxido de carbono ocupa el 56.5 %.
Aumento de temperatura. La tendencia lineal a cien años (1906-2005), que es de 0.7 [entre 0.56°
C y 0.92° C] es más acentuada que la indicada por el TIE, que era de 0.6 [entre 0.4° C y 0.8° C]
(1901-2000). Entre 1956 y 2005, el calentamiento lineal (0.13 [entre 0.10° C y 0.16° C] por decenio)
ha sido casi el doble del experimentado en los cien años transcurridos desde 1906 hasta 2005. La
disminución de la extensión de nieves y hielos: Los datos satelitales obtenidos desde 1978 indican
que, en promedio anual, la extensión de los hielos marinos árticos ha disminuido en 2.7 [entre 2.1
% y 3.3%] por decenio, y en mayor medida en los veranos, en que ascendió a 7.4 [entre 5.0 % y 9.8
%] por decenio desde 1900; la extensión máxima de suelo estacionalmente congelado se ha
reducido en torno a un 7% en el Hemisferio Norte, con disminuciones de hasta un 15% durante la
primavera.
Los técnicos se han basado en los registros del caudal de las mareas, después de realizar
correcciones por movimientos verticales de tierra, la elevación anual media durante el siglo XX
estuvo entre 1 y 2 mm. Es muy probable que el calentamiento del siglo XX haya contribuido de
manera importante a la elevación observada del nivel medio de los mares mediante la expansión
térmica del agua marina y la pérdida generalizada de hielo.
Mientras que el Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008 sostiene que el calentamiento pone
en evidencia que sobrepasamos la capacidad de carga de la atmósfera del planeta. A un ritmo sin
precedentes se están depositando enormes acumulaciones de gases de efecto invernadero que
atrapan el calor en la atmósfera de la Tierra. Las actuales concentraciones han alcanzado el
equivalente a 380 partes por millón (ppm) de dióxido de carbono CO2 e), cifra que supera el rango
natural de los últimos 650,000 años. Se estima que la temperatura mundial podría aumentar en
más de 5° C. debido a las emisiones de dióxido de carbono a partir de la quema de combustibles
fósiles.
El informe de IPCC cambio climático y biodiversidad 2002 indica que los cambios esperados en el
clima incluyen el aumento de las temperaturas, cambios en las precipitaciones, la elevación del
nivel del mar y la creciente frecuencia e intensidad de fenómenos climáticos extremos que
producen mayor variabilidad climática. Otros cambios en el clima según el informe es que la
composición de la atmósfera está cambiando, debido a las crecientes concentraciones de gases de
efecto invernadero, como el CO2 y el metano (CH4 ). El cambio climático de la Tierra además se
refleja en cambio en la temperatura, las precipitaciones, el nivel del mar, las capas de hielo
marino, y en algunas regiones los fenómenos climáticos extremos tales como olas de calor, fuertes
precipitaciones y sequías.
Las manifestaciones en los ecosistemas terrestres son evidentes con la anticipación de las
primaveras y el desplazamiento hacia los polos y hacia mayores alturas del ámbito geográfico de la
flora y de la fauna; hay emigraciones de especies, lo cual está vinculado al reciente calentamiento.
Los sistemas hidrológicos están experimentando los efectos siguientes: aumento de la escorrentía
y adelanto de las fechas de caudal máximo primaveral en numerosos ríos alimentados por
glaciares y por nieve, y calentamiento de lagos y ríos en numerosas regiones, con efectos sobre la
estructura térmica y sobre la calidad del agua. El aumento de nivel del mar y el desarrollo humano
están contribuyendo a la pérdida de humedales costeros, de manglares y a un creciente deterioro
por inundaciones costeras en numerosas áreas.
LAS MEDIDAS PARA COMBATIR EL CAMBIO CLIMÁTICO La posición de los científicos y
economistas señalan que las investigaciones sobre la posibilidad del calentamiento global y el
cambio climático no proporcionará la certeza que desean quienes toman decisiones, porque el
clima a nivel global es muy amplio. Esta posición anima a adoptar una estrategia de prevención.
(Miller, 2007) considera que el camino más seguro es adoptar acciones preventivas informales
antes de que haya un conocimiento científico seguro que justifique tomar medidas. ¿Cuáles son
esas medidas? Algunos analistas sugieren aumentar el empleo de la energía nuclear, el gas
natural, retirar las subvenciones oficiales sobre los combustibles fósiles. Además, reducir la
deforestación desarrollando un programa de reforestación mundial; mejorar la eficiencia
energética, cambiar a energías renovables, emplear agricultura sostenible, plantar y cuidar los
árboles y limpieza de las chimeneas y de los escapes de los vehículos.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2007-2008 enfatiza que el desafío climático del siglo XXI es la
estabilización en 550 ppm de CO2 de modo que aumentaría la probabilidad de traspasar el umbral
a 80%. Indica que los escenarios proyectados para el siglo XXI apuntan hacia una posible
estabilización en más de 750 ppm de CO2 , con potenciales cambios de temperatura superiores a
los 5° C. Además, desarrollar un marco normativo de carácter multilateral para evitar el cambio
climático peligroso en el contexto posterior a Kyoto 2012 es una de las tareas prioritarias para
cumplir la meta. Otra medida es fijar el objetivo de estabilización de las concentraciones
atmosféricas de CO2 en 450 ppm (cuyo costo se calcula en 1.6% del PIB mundial promedio de
2030).
De manera similar, el informe del IPCC de 1995, indica que estabilizar los niveles de dióxido de
carbono, en valores actuales requeriría reducir en un 66-83% las emisiones mundiales de dióxido
de carbono. En ese mismo orden, Enger, E. & Smith, B. (2006) plantean que los métodos para
manejar el cambio climático implican el cambio tecnológico unido a la voluntad política y la
realidad económica.
El científico ambiental Norman Myers, estima que el cambio climático puede producir de 150 a
250 millones de refugiados ambientales, refiriéndose al impacto en los humanos. En el 2005 el
ambientalista Hill McKibben escribió: “Ya es hora de que dejemos de negarlo. Ya no hablemos de
una teoría, ni de modelos en computadora de lo que puede [hacerse]. Hablemos de lo que está
sucediendo, en todo el mundo, a una velocidad casi inimaginable.” (Citado por Miller, 2007).
Otras organizaciones como son Amigos de la Tierra y Jubileo Sur– Movimiento sobre Deuda y
Desarrollo de Asia Pacífico propusieron en la declaración conjunta, que los fondos y su utilización
dependan de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).
Enfatizan que la deforestación es responsable de alrededor de 20 por ciento de las emisiones de
gases invernadero, sin embargo, el Banco Mundial promueve la tala industrial y los agro-
combustibles. Además, “el apoyo cada vez mayor que el Banco Mundial da a los combustibles
fósiles lo convierte en una institución inapropiada para encabezar la lucha contra el cambio
climático.”
El desafío climático del siglo XXI es la estabilización en 550 ppm de CO2 esto aumentaría la
probabilidad de traspasar el umbral a 80%. Para tener un 50% de posibilidades de no aumentar la
temperatura en más de 2° C por sobre los niveles preindustriales, se requiere estabilizar los gases
del efecto invernadero en concentraciones cercanas a las 450 ppm de CO2 e. Otro desafío es la
brecha de la energía en el mundo con sus implicaciones tecnoló- gicas económicas, así como la de
sustituir los combustibles fósiles por energía renovable.
Los datos publicados en los informes dan cifras alarmantes y un ascenso de la temperatura, las
precipitaciones y el aumento del nivel del mar. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente (PNUMA), el Grupo Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) y la
Organización Mundial de Meteorología (OMM), constituyen los organismos que le dan
seguimiento a los resultados de las investigaciones, y a las conclusiones de las Convenciones y
Conferencias que se han realizado sobre el clima y el cambio climático. Estas conferencias son la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático: 1979, 1990, 2007,2008, 2009; la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UCFCCC), el Protocolo de
Kyoto, 1997.
Los resultados de los eventos citados anteriormente, se publican en forma de informes. Algunos
de ellos son: Desarrollo Humano 2007-2008. La lucha contra el cambio climático: Solidaridad
frente a un mundo dividido (PNUD), Cambio climático 2007: informe de síntesis del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC); Cambio climático y
biodiversidad 2002 IPCC. Los informes del IPCC, en 1990,1995, 2001, 2002 y 2007 evaluaron cómo
han cambiado y es probable que cambien las temperaturas mundiales durante el siglo XXI. Las
actividades humanas generan emisiones de cuatro Gases de Efecto Invernadero de larga
permanencia, siendo el CO2 el que ocupa el 56.5 %, en relación con los demás gases. El efecto
invernadero, según los científicos es el responsable de los cambios en el clima.
El informe sobre desarrollo humano 2007-2008 destaca que el desafío climático del siglo XXI es la
estabilización en 550 ppm de CO2, en cambio el informe IPCC 2007 resalta “la base científica”,
“efectos, adaptación y vulnerabilidad” y “Mitigación” del cambio climático. Las recomendaciones
de los analistas están centradas en el uso de energías alternativas renovables, mejorar la eficiencia
energética y cambiar los hábitos de consumo. Además, sugieren desarrollar un programa de
reforestación mundial, emplear agricultura sostenible y fortalecer el diálogo entre los países
desarrollados y los países en desarrollo. Los ambientalistas se inclinan por el reclamo de mayor
participación en el diseño de las políticas, en denunciar que los responsables del problema son los
ricos, sin embargo, los pobres son los que pagan las consecuencias. En relación a los retos y
desafíos del cambio climático para el siglo XXI , la aprobación es la estabilización de los gases de
efecto invernadero, el cambio de energía fósil por energía renovable, desarrollar un marco
normativo posterior a Kyoto 2012, adoptar políticas de fijación de presupuestos sostenibles de
carbono, implementar un programa de mitigación y de adaptación. Además, cambiar los patrones
de uso de la energía e implementar el uso de tecnologías para afrontar el cambio climático, como
son generación de energía a partir del sol y del aire, uso de carros híbridos y la implementación de
proyectos de mecanismos de producción. Las implicaciones del cambio climático en mi trabajo
representan un compromiso en la docencia universitaria para influir en los estudiantes y lograr
cambios en sus hábitos de consumo y comportamiento frente al medio ambiente. Una
oportunidad para desarrollar actividades de investigación y participar en foros, conferencias,
seminarios y debates sobre la problemática ambiental. Insertar en la docencia actividades dirigidas
a incrementar la investigación y participación de los estudiantes sobre un tema del futuro que es
responsabilidad de todos combatir. Esto implica además hacer propuestas para insertar la
transversalidad de la dimensión ambiental en las políticas del país para alcanzar el desarrollo
sostenible. [Naturalmente hay otros temas que merecen reflexión y que se prestan para futuras
indagaciones]. Otros temas que investigaría sobre el cambio climático son: La adaptación y la
mitigación al cambio climático. La percepción 239 Ciencia y Sociedad, Vol. XXXVII, N.° 2, 2012, 227-
240 y /o reacción de la gente que vive en ambientes vulnerables a desastres naturales. Hay que
combatir con ellos esas experiencias negativas. Las acciones que realizan para recuperarse
después de un desastre y el diseño de estrategias de adaptación, de prevención y de mitigación
con la participación de los afectados. [Ciertos temas no fueron abordados por los expertos en esas
conferencias]. Los puntos que no fueron tratados por los autores son: El papel de las universidades
en la prevención y mitigación del cambio climático; las políticas de los países en desarrollo; las
soluciones a corto plazo de manera global; el papel de los educadores como agente de cambios en
el comportamiento de los individuos; el papel de la economía de orientar a la sociedad a consumir
menos y al no derroche; la participación de los grupos ambientalistas en los organismos como la
ONU, PNUMA. Las preguntas que surgen después de la revisión de literaria son: ¿Por qué hay
opiniones diferentes sobre un problema que afecta a toda la humanidad? ¿Implicará la solución
del cambio climático volver al pasado? ¿Es la producción más limpia que la solución? ¿Qué tiempo
tomaría a la humanidad eliminar por completo los combustibles fósiles? ¿Se logrará un cambio de
hábitos en las personas sin conocimientos y sin educación ambiental? ¿Cuáles son los beneficios
de la inserción de la dimensión ambiental en la aurícula universitaria sobre el cambio climático?
Estas preguntas constituyen una brecha para mantenerme en la búsqueda de datos sobre un
problema que afecta a todos los ecosistemas, ya sean humanos o no. Debemos actuar de manera
unida contra el cambio climático ya. Debemos tener una visión optimista del futuro. Ser futurista
garantiza una buena planificación y acción. Esto es lo que se requiere, porque tal como expresó
Sven Lindqvist: Tú ya sabes lo suficiente. Yo también lo sé. No es conocimiento lo que nos falta. Lo
que nos falta es el coraje para darnos cuenta de lo que ya sabemos y sacar conclusiones
. 240 Gerarda Díaz Cordero: El cambio climático BIBLIOGRAFÍA Agencia de noticias Inter Press
Service (IPS), CAMBIO
El calentamiento global ha existido a lo largo de toda la existencia del planeta, así como
también han existido eras de hielo; el problema es que esta vez el calentamiento está
siendo demasiado progresivo y descontrolado, todo esto es causado por el humano, ya
que se ha podido comprobar que la naturaleza puede sobrevivir sin la intervención del ser
humano, esto quiere decir que nosotros con nuestra “tecnología” hemos contaminado y
cambiado a nuestro planeta.
Todo este problema inicio en 1950 cuando se empezaron a registrar incrementos en la
temperatura del planeta, desde ese año el incremento no ha parado, al contrario se ha
vuelto más fuerte y hoy la naturaleza nos está pasando factura por todo el daño que le
hemos causado; esto es visible en fenómenos meteorológicos como “el niño” o “la niña”
los cuales son periodos de lluvia fuerte (el niño) o de sequía lluviosa (la niña), también es
visible en los cambios de clima en algunos lugares del planeta, y es visible en otros
problemas que le mostramos a continuación:
El cambio climático:
Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a
una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de
tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad,
etc. En teoría, son debidos tanto a causas naturales (Crowley y North, 1988) como
antropogénicas (Oreskes, 2004).
El término suele usarse de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los
cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de
calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas
humanas:
Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables
como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás
elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples
interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso
de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos. La
naturaleza caótica de estos modelos hace que en sí tengan una alta proporción de
incertidumbre (Stainforth et ál., 2005) (Roe y Baker, 2007), aunque eso no es óbice para
que sean capaces de prever cambios significativos futuros (Schnellhuber, 2008) (Knutti y
Hegerl, 2008) que tengan consecuencias tanto económicas (Stern, 2008) como las ya
observables a nivel biológico (Walther et ál., 2002)(Hughes, 2001).
La extinción de especies:
Una especie se considera en peligro de extinción, sea vegetal o animal, cuando se
encuentra comprometida su existencia globalmente. Esto se puede deber tanto a la
depredación directa sobre la especie como a la desaparición de un recurso del cual esta
dependa, tanto por la acción del hombre, debido a cambios en el hábitat, producto de
hechos fortuitos (como desastres naturales) o por cambios graduales del clima.
Muchas naciones cuentan con leyes para proteger a las especies que dependen de su
conservación para existir, por ejemplo con la prohibición de su caza. Sin embargo, pocas
especies obtienen una protección legal considerable, extinguiéndose muchas sin ningún
tipo de reconocimiento público.
Los estados de conservación son los indicadores básicos de las probabilidades de que
una especie siga existiendo en el corto o mediano plazo, en vista de factores tales como
la población y su distribución, su historia natural y biológica, sus depredadores y otros
aspectos.
La Lista Roja elaborada por la UICN es la más difundida de las clasificaciones de los
estados de conservación de las especies. En la lista, hay dos categorías con criterios
específicos en los cuales son clasificados los taxones que corren el riesgo de
desaparecer: "en peligro" (abreviado oficialmente como EN desde su nombre original en
inglés, Endangered) y "en peligro crítico" (abreviado oficialmente como CR desde su
nombre original en inglés, Critically Endangered). Estas últimas dos categorías, junto con
"Vulnerable", integran a las especies amenazadas dentro de la lista.
Las categorías de "en peligro" y "en peligro crítico" contienen a todos las especies que
han mostrado importantes fluctuaciones en su distribución geográfica, junto con una
disminución o fragmentación de ella; una población de individuos maduros menor de los
250 o los 2500 ejemplares con una probabilidad de un 50% o un 20% de extinción en su
forma silvestre; y una fuerte disminución en su población general en los últimos 10 años o
tres generaciones, en orden del 70% y el 90%, respectivamente.
Esta capa se ha visto dañada por diferentes motivos los cuales todos conocemos como
aerosoles y todo tipo de contaminación
En septiembre de 1987 varios países firmaron el Protocolo de Montreal, en el que se
comprometían a reducir a la mitad la producción de CFC´s en un periodo de 10 años. En
la actualidad el problema se considera solucionado, debido a la prohibición de los
productos causantes, que han sido substituidos por otros.
Casi el 99% de la radiación ultravioleta del Sol que alcanza la estratosfera se convierte en
calor mediante una reacción química que continuamente recicla moléculas de ozono (O3).
Cuando la radiación ultravioleta impacta en una molécula de ozono, la energía escinde a
la molécula en átomos de oxígeno altamente reactivos; casi de inmediato, estos átomos
se recombinan formando ozono una vez más y liberando energía en forma de calor.
El efecto invernadero:
Las temperaturas más altas ya están provocando cambios sustanciales en los glaciares
de de las montañas de todo el mundo, en las placas de hielo de Groenlandia y de la
Antártida, y en el hielo del océano Glacial Ártico. En Europa, África, Asia y Norteamérica
los glaciares las montañas han disminuido durante el siglo XX y el deshielo es más rápido.
Este deshielo a gran escala puede acelerar el ritmo del calentamiento global. El hielotiene
un efecto de enfriamiento porque refleja la luz solar de vuelta al espacio. El agua y la
tierra, más oscuros que el hielo, absorben y retienen más calor.
Los glaciares del Kilimanjaro, la montaña más alta de África, han perdido el 82% de
su hielo desde 1912 y se prevé su desaparición total hacia 2020. Los glaciares en la
cordillera del Himalaya, en Asia, están sufriendo un deshielo a un ritmo de 9-15 m al año.
Este deshielo alimenta a los principales ríos, como el Ganges, Yangtzé y Mekong. Se
prevé la desaparición de los glaciares del Parque nacional de los Glaciares, en Estados
Unidos, hacia el año 2030 y su número ya ha descendido desde 150 glaciares en 1850 a
26 en 2007.
El agua dulce que fluye en el océano Atlántico norte al derretirse el hielo Ártico, podría
alterar los patrones de circulación oceánicos que tienen gran influencia en el clima global.
Según las predicciones científicas es improbable un colapso de estos patrones de
circulación hacia 2100. No obstante, los científicos esperan que se produzca un
debilitamiento y ralentización de la circulación termohalina, conocida también como “cinta
rodante” oceánica. Además, una alteración de los patrones de circulación en la superficie
del océano Atlántico norte, conocida de forma colectiva como corriente del Golfo, podría
provocar un enfriamiento en Europa.
El calentamiento global:
La temperatura del planeta ha venido elevándose desde mediados del siglo XIX, cuando
se puso fin a la etapa conocida como la pequeña tierra de hielo. Los científicos han
pasado décadas averiguando lo que está causando el calentamiento global. Han
observado los ciclos naturales y los acontecimientos que se sabe que influyen en el clima.
Pero la cantidad y el patrón de calentamiento que se ha medido no pueden ser explicado
por estos factores por sí solos. La única manera de explicar el patrón es incluir el efecto
de los gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por los seres humanos.
Para llevar toda esta información, las Naciones Unidas formaron un grupo de científicos
llamado Panel Internacional sobre Cambio Climático, o IPCC. El IPCC se reúne cada
pocos años para revisar los hallazgos científicos más recientes y escribir un informe que
resume todo lo que se sabe sobre el calentamiento global. Cada informe representa un
consenso o acuerdo, entre los cientos de científicos destacados.
Una de las primeras cosas que los científicos aprendieron es que hay varios gases de
efecto invernadero responsables del calentamiento, y los seres humanos los emiten en
una variedad de maneras. La mayoría proceden de la combustión de combustibles fósiles
en automóviles, fábricas y la producción de electricidad. El gas responsable de la mayor
parte del calentamiento es el dióxido de carbono, también llamado CO2. Otros
contribuyentes incluyen el metano liberado por los vertederos y la agricultura
(especialmente de los sistemas digestivos de los animales de pastoreo), el óxido nitroso
en los fertilizantes, gases utilizados en refrigeración y procesos industriales, y la pérdida
de los bosques que de otra manera almacenarían el CO2.
A fin de comprender los efectos de todos los gases en conjunto, los científicos tienden a
hablar de todos los gases de efecto invernadero en términos de la cantidad equivalente de
CO2. Desde 1990, las emisiones anuales han aumentado en cerca de 6 millones de
toneladas del “equivalente de dióxido de carbono” en todo el mundo, un aumento de más
del 20%
• Riego y otros proyectos de agua potable que puedan vaciar el agua, drenar los hábitats
en tierras húmedas o eliminar fuentes vitales de agua.
• Proyectos industriales que produzcan la contaminación del aire, agua o suelo.
Todavía no se ha llegado a una conclusión definitiva sobre la subida global media del
nivel del mar ocurrida durante los últimos cien años. Los últimos informes del IPCC,
basándose en los registros costeros de múltiples estaciones, concluyen que se habría
elevado unos 18 centímetros en el pasado siglo XX (entre 1,5 y 2 mm/año). La
incertidumbre es grande, no sólo por la escasez de estaciones, sino también porque los
cálculos son muy complejos, debido a las diferencias regionales en las tendencias.
El grueso de la subida del siglo XX, unos 14 cm, habría sido debida a los cambios en la
masa de agua, es decir, al deshielo continental (Miller &Douglas, 2004). Estas cifras hay
que tomarlas con cierta cautela, pues no se conocen bien los cambios de las masas
de hielo que cubren la Antártida y Groenlandia y de otros glaciares. Un tipo de cálculo,
basado en los cambios de salinidad oceánica, indica que la subida debida al deshielo ha
podido ser durante el siglo XX de solamente 6 cm (Wadhams & Munk, 2004).
Tampoco se sabe bien cual es la aportación positiva al aumento del nivel del mar del
deshielo del permafrost (suelo congelado) de las latitudes altas, que ocupa un 24 % del
área continental del hemisferio norte. Parece que la escorrentía de los ríos de Siberia que
desembocan en el Artico ha aumentado en el transcurso del siglo XX y quizás este
incremento, como en el caso del Yenisey, se deba a un cierto deshielo del permafrost
siberiano (Lawrence, 2005). Por otra parte, hay que tener en cuenta también la pequeña
disminución del nivel del mar debida al almacenaje de agua en lagos y pantanos
artificiales.
Satélites como el Topex-Poseidon, ERS y Jason miden la altura de la superficie del mar
con una resolución horizontal de unos cuantos kilómetros y unos errores de unos 2-3 cm
debido a variaciones en la órbita. Aunque las medidas son probablemente bastante
correctas, hay que tener en cuenta que, debido a las diferencias de la gravedad terrestre,
contienen las diferencias de elevación debidas al geoide terrestre, que puede variar
decenas de metros entre unos puntos y otros, por lo que tienen que ser restadas.
Desde 1992 la misión satelitaria Topex-Poseidón calcula cada diez días el nivel medio
global de la superficie marina. Sus resultados, por ahora, indican una subida general
bastante más fuerte. Lo más notable es el episodio de 20 mm de subida global
coincidente con el apogeo del Niño de 1997-98 (Nerem, 1999). Sin embargo, además de
las dificultades técnicas para estimar medias en cifras milimétricas desde satélites que se
mueven a cientos de kilómetros de la agitada superficie marina, la serie de medidas
satelitarias es muy corta y demasiado reciente para poder extraer de ella, con certeza,
ninguna tendencia (Cabanes, 2001).
Con respecto al futuro las predicciones del IPCC para el año 2100 refuerzan la subida y
calculan que para entonces habrá subido del orden de los 50 cm (lo que supondría un
ritmo medio de 5 mm/año, bastante mayor que el registrado en el siglo XX).
Pero un estudio más reciente, publicado en 2006, especifica que de Enero de 1870 hasta
Diciembre de 2004 la subida ha sido de 19,5 cm. Esta subida ha ido acelerándose
levemente con una aceleración calculada de 0,013 mm/año-2 , por lo que de continuar así
el incremento en el año 2100 con respecto al nivel presente será entre 28 cm y 34 cm
(Church, 2006).
Según el informe IPCC 2001, esta subida futura en el transcurso del siglo XXI será
achacable en su mayor parte a la expansión térmica del agua (unos 30 cm) y en menor
medida al deshielo de los glaciares no polares (unos 20 cm) y del manto de Groenlandia
(unos 10 cm). La Antártida, por el contrario, en la que se encuentra el 85 % de todo
el hielo terrestre, contribuiría más bien a una bajada de unos 10 cm del nivel del mar ya
que con el calentamiento habría mayores precipitaciones de nieve y una mayor
acumulación en el manto de hielo austral (Gregory, 2000). De todas maneras este
supuesto calentamiento de la Antártida no se ha manifestado todavía.