El Lock Patronal
El Lock Patronal
El Lock Patronal
1) Concepto
Asi como los trabajadores cuentan con el derecho de huelga, los patronos disponen de
un derecho muy semejante: el paro, también llamado lock-out o cierre patronal, que al
igual que la huelga es un medio de presión de gran poder persuasivo.
Podemos afirmar que el paro o lock-out como derecho patronal, tiene dos principales
manifestaciones: una, es su concepción como derecho de "agresión" o "ataque", y en
los países en que así se le concibe, el paro suele ser usado por los patronos, en
excepciones calificadas, para variar en beneficio de la empresa las condiciones de
trabajo, sobre todo cuando la merma en los costos de producción resulta un imperativo
que condiciona la subsistencia misma del ente patronal. Y la segunda de sus
calificaciones, lo prevé más bien como un derecho exclusivamente de "defensa", que
se ejercita por la empresa cuando le es menester defenderse de las huelgas o de otros
ataques sindicales.
Esto es, que frente a la clásica división bipartita del lock-out como derecho de "ataque"
y como derecho de "defensa", nuestro legislador optó por la segunda modalidad: por
consiguiente sólo podrá ejercitarse cuando la empresa o empresas se vean obligadas
a ello para resguardar sus intereses económicos y sociales comunes. De esta suerte;
en nuestro Derecho positivo únicamente podemos hablar de lock-out defensivo, de
paro como medida de profilaxis que la empresa puede emplear para contrarrestar los
efectos de una huelga legal, ilegal o en proceso de declaratoria.
"...Cabría decir que se superponen ambas actitudes; ya que, a la huelga declarada por
los trabajadores se suma para prolongarla y agravarla, el paro patronal El empresario
acepta el reto de la sensación laboral, y se dispone a persistir en el hecho de un
eventual desistimiento obrero.”
Le falta entonces al paro la característica de la iniciativa, pues la interrupción había
surgido desde el sector opuesto. Lo que sucede es que, con su adhesión posterior al
conflicto, el empresario arrebata a sus subordinados laborales la facultad de concluir la
huelga a su antojo, al menos con la fórmula de mantener la situación anterior, que tal
vez no acepte ya la parte patronal, victoriosa entonces y dispuesta a una eventual
explotación del éxito en su provecho.
Ante un enfoque jurídico, esa actitud empresaria parece una legítima defensa, con las
mismas armas de la inactividad. Al bloqueo de la producción que los trabajadores
declaran, el empresario contesta con el contrabloqueo de los salarios, que puede
resultar a la larga sitiar por hambre a los que desencadenaron esa vibrante lucha de la
pasividad laboral recíproca". (El subrayado es nuestro).
Otro aspecto de interés a señalar en estos lineamientos generales acerca del lock-out,
es el de que este derecho en Costa Rica tiene un rango constitucional. Es más, el
artículo 61 de la Constitución
Por primera vez en los últimos 50 años se produjo poco antes de la Navidad de 1978,
la primera huelga de la industria del acero en los citados lugares. Es más, las
empresas afectadas y el mencionado sindicato habían logrado en la rama industrial
siderúrgica una cogestión paritaria que durante 25 años se había practicado
exitosamente y con magníficos resultados.