EJERCICIOS TERAPIA LENGUAJE1.doc1
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Al hablar con una persona que tartamudea, lo mejor es darle el tiempo que
necesite para expresar lo que tenga que decir.
Es mejor no tratar de terminar las oraciones ni sugerirle palabras.
Esto sólo hace que la persona sienta mayor necesidad de apresurarse. Además,
sugerencias como "más despacio," "relájate" o "respira hondo" pueden hacer que
la persona se sienta más incómoda, ¡porque estos comentarios sugieren que la
tartamudez debería ser fácil de dominar cuando en realidad no lo es!
Síntomas
Las dificultades del habla del tartamudeo pueden estar acompañadas por:
Parpadeo rápido
Temblor de los labios y la mandíbula
Tics faciales
Movimientos de cabeza
Puños cerrados
Complicaciones
Hay estrategias que pueden ayudar a los niños a mejorar la fluidez al hablar, al
mismo tiempo que les ayudan a desarrollar actitudes positivas con respecto a la
comunicación. Por lo general, los profesionales de la salud recomiendan que se
evalúe un niño si ha tartamudeado por tres a seis meses, si muestra otros
síntomas de esfuerzo asociados con el tartamudeo o si el tartamudeo u otros
trastornos de comunicación tienden a darse en la familia.
Repetir sonidos y jugar con las sílabas: pa, pa, pa… Escoge una
consonante y una vocal o dos consonantes (bl, pl, br…) y repítela,
cambiando el tono (puedes ir de grave a agudo y al revés) o realizar el
sonido más fuerte o más suave. Este es un ejercicio ideal para mejorar la
articulación.
Utiliza grabaciones
Graba al niño cuando hable despacio y también cuando lo haga deprisa
para que note la diferencia. Además, invítalo a cantar y hazlo con él. En
este momento también debes grabarle para que pueda ver que cuando
canta no tartamudea. Explícale que esto sucede porque al cantar gestiona
mejor la cantidad de aire que expulsa.
Respiración diafragmática
El niño entenderá que debe trabajar la respiración como lo hace al cantar.
Ayúdalo a realizar ejercicios de respiración diafragmática. Muéstrale cómo
hacer una respiración profunda de modo que el aire se expanda al
diafragma o a la tripa. Antes de hablar debe hacer dos respiraciones
profundas como si fuera a sumergirse al agua, tomar todo el aire posible y
retenerlo unos segundos en el diafragma. Por último, exhalar despacio.
Para que le resulte más fácil hazlo tú primero.
Ejercicios de soplo
Estos ejercicios ayudan a fortificar los órganos fonadores. Intenta hacer la
actividad divertida para tu hijo. Por ejemplo, dale un globo para que lo infle
solo. También puedes encender varias velas y jugar a ver quién apaga más
solo con un soplido.
Otra forma es jugar al fútbol con palillos, para lo que necesitarás bolitas de
papel y dos palillos. El objetivo es soplarlas a través de ellos y meterlas en
la portería.
#1 – Ejercicios respiratorios:
Se realiza con movimientos simples y repetitivos, incorporando sonidos. Se puede
realizar inhalaciones y espiraciones nasales y bucales, reteniendo el aire. También
retener progresivamente el aire dentro de la boca o nariz. Además puedes incluir
inspiraciones rápidas, lentas o profundas, dejando salir el aire rápidamente.
#4 – Ejercicio de ritmo:
En los problemas del lenguaje, el ritmo es esencial de tratar, para que puedan
articularse correctamente las palabras. Para realizarlo, se pueden dar pequeños
golpes a una mesa o tambor, y luego pedirle al niño que imite los sonidos con la
voz, de esta manera podrá adaptarse al ritmo.
#8 – Ejercicios de silencio:
Primero deben ubicarse en una habitación completamente silenciosa, y luego
realizar algún sonido, de manera que el niño pueda detectarlos y prestar atención,
para luego preguntarle que sonido escucho.
Con este ejercicio no solo se ayuda a mejorar los problemas del lenguaje, sino
también, puede ayudarles a distinguir la duración e intensidad e los sonidos,
ejercitando la localización del mismo y reconocimiento de los objetos que lo
emiten.