Terremotos Identidad
Terremotos Identidad
Terremotos Identidad
Admitido aquello, en gran medida este aspecto hace que esta particularidad sea de
hecho lo más representativo de la identidad chilena. Y, tal vez, acaso de las pocas
instancias que nos convocan ampliamente más allá de nuestras múltiples y nutridas
diferencias. Ahora bien, ¿Cómo hemos abordado este brutal y recurrente fenómeno
natural desde la cinematografía?
Pero algo más concreto pasó en noviembre de 1922 cuando vino el terremoto de
Vallenar (8,5 Richter; 1.500 muertos), el quinto de mayor potencia. Los años 20 fue
una década prolífica en cuanto a realización con cerca de 110 películas entre
ficciones, documentales y animaciones; y un evento de esta magnitud no iba a quedar
al margen. Fue así como junto a la comitiva presidencial de Arturo Alessandri Palma
que acude a la zona va un camarógrafo -no identificado- y filma los estragos.
Denominado por los anuncios de la época como "Catástrofe del norte" o "El
terremoto del norte", el documental de una hora de duración se estrena el 1 de
diciembre en diferentes salas de la capital. Una nota de la época da cuenta de la
película (que se encuentra desaparecida e incluso no figuraba en ningún libro o
estudio hasta este artículo):
"La fotografía y los relatos escritos no han podido hasta ahora hoy sino dar pálida
idea de la magnitud de la catástrofe. Se necesita una película copia fiel y animada de
la realidad para que el público se de cuenta de la horrible verdad. La película será
un poderosos auxiliar del movimiento en pro de los damnificados. Hay gente que cree
que con lo erogado es ya suficiente y sobre para reparar los daños y desgracias. Una
vez vista la película no habrá quien no agregue lo que pueda a la obra de
reconstrucción del norte". [1]
“El valor cinematográfico queda superado por el motivo del film. El telón de fondo,
sobre el cual se destaca la silueta de las madres que han perdido a sus hijos, de los
que vagan entre las ruinas, y por último la montaña de escombros que recuerda el
sitio en que estaba el Teatro Municipal de Chillán, y en el que se supone estén
enterradas más de 300 personas, es la ciudad muerta quién sabe por cuánto tiempo”.
[3]
La otra pieza sobre este mismo evento es Notas del Terremoto, (restaurada por la
Cineteca Nacional el 2007) dirigida por Luis Fiol Bemer, cineasta del que no tenemos
datos sobre su formación u origen. El cortometraje silente, retrata parte de la gira del
presidente Pedro Aguirre Cerda por la zona. Lo que se puede ver tanto de este
cortometraje es una acentuada lógica descriptiva e informativa. Si bien el cine sonoro
comienza a ser tendencia en la industria mundial desde 1927, tanto el documental de
Fiol Bemer como el de Heiss utilizan los tradicionales intertítulos del cine mudo para
entregar datos específicos, como: “La Estación de FFCC y La Casa de Máquina,
también destruida. Los coches sirven de vivienda”.
Llegamos ahora al terremoto de Ovalle del 6 abril de 1943, el noveno en magnitud del
listado (8,2 Richter; 20 muertos). Siendo un década muy prolífica en cuando a
realizaciones, en cierta medida por la creación de Chile Films el año anterior, no
figura ningun largometraje, ni ficción ni documental, que aluda a lo sucedido en la IV
región. Pero esto se puede entender dado el surgimiento de instituciones que crean
unidades dedicadas exclusivamente a registrar la contingencia. De esta manera, los
eventos asociados a la actualidad, donde prima la inmediatez, comienzan a ser
cubiertos con un enfoque informativo y preciso a través de breves filmaciones
articuladas en torno a una voz en off omnipresente. Este tipo de materiales se hacían
generalmente de forma quincenal y se exhibian antes de las películas en cartelera
(recordemos que aun no existía la televisión). En esta área ya estaban trabajando un
equipo de Chile Films y otro del ICE (Instituto de Cinematografía Educativa). En
definitiva, sabemos que al menos el Noticiero ICE -integrado por Luis "El Loco"
Bernal, Carlos Caroca y Ricardo Younis- viajó rapidamente a la zona afectada a
filmar los hechos exhibiendo el material en Santiago a partir de 16 de abril, tanto en
rotativos como en salas grandes.
-Señor, soy un obrero argentino y sé que mi opinión no vale gran cosa. Pero quiero
decirle que pocas veces me he emocionado tanto. Con la película me dí cuenta que
los chilenos son muy hombres”. [4]
Pasaron los terremotos de 1965 (La Ligua; 7,4) y 1971 (Illapel; 7,5), hasta llegar al
de 1985, en la zona central, de magnitud 7,8 en la escala Richter. Tal vez por el
contexto tecnológico –la presencia del video– el registro en este caso se volcó a una
preocupación principalmente noticiosa y televisiva. En aquel entonces, el enfoque de
la mayoría de las películas nacionales eran constatar y construir relatos audiovisuales
en torno al proceso político del país: el inmimente fin del régimen militar. Ninguna de
las películas claves de este periodo aluden a la catástrofe. Caso curioso es Raúl Ruiz,
siempre atento a Chile, que vincula aspectos del temperamento nacional con nuestra
sismicidad cuando en el Canto 10 de la serie A TV Dante (1991) Dante (Francisco
Reyes) le dice a Virgilio (Fernando Bordeu): "Chucha...'ta temblando". "Siempre
tiembla", le responde Virgilio.
Así llegamos al fatídico 27/F (8,8), el segundo en cuanto a magnitud en nuestra
historia filmable, y a la fecha el más registrado/filmado. En gran medida gracias a la
alternativa digital, figuran al menos 9 piezas entre documentales y ficciones de los
más diversos enfoques y énfasis. Por ejemplo, Tres semanas después (2010) de José
Luis Torres Leiva, una mirada paciente y minuciosa que apela a una inmediatez
delicada carente de estridencia. O03:34 Terremoto en Chile, una ficción con vocación
masiva, de súper producción, y que tuvo buena acogida de público para los estándares
locales (180.000 espectadores). También otra pieza, como el documental Mauchos, de
Sebastián Moreno y Ricardo Larraín, que acentuó la resiliencia de las víctimas y en la
importancia de la reconstrucción.
Los terremotos del Norte Grande (8,2) de 2014 y el de Canela Baja (8,4) de la
semana pasada los tenemos demasiado encima como para identificar relatos
audiovisuales específicos. Con el tiempo y con perspectiva habrá que analizar el cómo
se piensa y reconstruye un desastre natural desde la imagen en movimiento ahora que
vamos interiorizado una vez más esto que nos pasa como nación. Pues, cómo, una vez
más, utilizaremos el dispositivo cinematográfico para narrar, revelar, intentar
profundizar, más que solo mostrar el hecho mismo y sus evidentes estragos materiales
y humanos. Yace en este tema no solo el desafío técnico o narrativo, sino una esfera
ética. La posibilidad de acercarse a una realidad y construir con ello algo convocante
sin pasar por encima de las víctimas y sus dolores.
El registro inmediato que hoy permite la tecnología, por ejemplo, mediante los
dispositivos móviles presenta un espacio especial y novedoso para los realizadores. Si
bien se acentúa la posibilidad de registro casi en vivo y viralizable (material muchas
veces de nulo tratamiento, en bruto), también se incorpora la multimedialidad, la
ubicuidad cada vez más íntima, y una estrategia narrativa que -si bien no es nueva- es
ahora más evidente y posible dada la acumulación y disponibilidad de fuentes: el
trabajo con material de archivo, con material ajeno de forma tal vez colaborativa y
simultánea. Una vez más, en las posibilidades del montaje radica la clave de este
oficio y sus alcances. Pero falta mucho por estudiar, aprender, descubrir, hacer y
afiatar. ¿Cómo nos paramos y preparamos ahora, pensando ya en el próximo
remezón?
“Para mí, “La Respuesta” es una prueba de que el problema del cine sigue siendo el
tener algo que decir. Cuando eso sucede, se superan los problemas materiales”. [4]
Leopoldo Castedo (1915-1999).
-1906: ……………..
-1922: El terremoto del norte (1922), cineasta desconocido
-1939: Terremoto en el sur (1939), Egidio Heiss
Notas de un terremoto (1939), Luis Fiol Bemer
-1943: Filmaciones sobre el terremoto hechas por el Noticiero ICE (1943)
-1960: La epopeya del Riñihue (1960), Enrique Campos Menéndez
La Respuesta (1961), Leopoldo Castedo
-1971: ……………..
-1985: ……………..
-1997: ……………..
-2010: Tres semanas después (2010), José Luis Torres Leiva
Caleta de mujeres (2010), Andrea González
Cartas de un vecino (2010), Manuel Meza
27/F: Huellas del terremoto y del tsunami (2011), Felipe Dreves
Mauchos (2011), Sebastián Moreno y Ricardo Larraín
03:34 Terremoto en Chile (2011), Juan Pablo Ternicier
El año del tigre (2011), Sebastián Lelio
Aftershock (2012), Nicolás López
Sismos y tectónica (2013), Julián Rosenblatt_
-2014: ……………..
-2015: ……………..
Notas bibliográficas:
Libros consultados:
Sitios:
http://www.cinetecadigital.ccplm.cl/
http://www.cinetecavirtual.uchile.cl/
http://www.sismologia.cl/_
http://www.onemi.cl