Imperio Carolingio
Imperio Carolingio
Imperio Carolingio
El imperio carolingio alude a una organización territorial, social y política, desarrollada en Europa
occidental entre los siglos VIII y XI, que fue fundada por los reyes francos: Pipino el breve y
Carlomagno como símbolo de restauración del imperio romano de occidente.
A pesar de que Carlomagno fue quien logro esta unificación, los comienzos del imperio carolingio
se deben a su padre, Pipino el breve, quien comenzó con el proyecto en el año 750. Su hijo luego
continúo con la reforma en el ámbito administrativo, religioso, educativo y legislativo.
Con el tiempo, el imperio carolingio se convirtió en una organización territorial, social y política
que luego de su división, en 843 con el tratado de verdun, formo el reino de Francia, origen de la
actual Francia.
Características del imperio carolingio: Una de las particularidades del Imperio carolingio
era su estructura social basada en una pirámide de bonos de fidelidad. En la cúspide de la
pirámide, se encontraba el emperador. Para reforzar su autoridad, Carlomagno desarrolla el
sistema de vasallaje. De manera a estrechar los lazos entre su persona y los nobles, les otorga
tierras a cambio de su obediencia y fidelidad.
Los campesinos trabajaban las tierras. Algunos de ellos, eran siervos, en otras palabras, no tenían
la libertad de abandonar las tierras y sus propietarios podían ejercer sobre ellos sus derechos. En
ese sentido, no todo el mundo era libre durante el imperio carolingio.
Por otra parte, es importante destacar la organización del imperio, el cual estaba dividido en: los
condados, las marcas y los ducados. Los condados correspondían generalmente al territorio de
una ciudad. Eran administrados por condes, quienes eran designados por el emperador. Se
encargaban de la justicia y de la protección del condado. Asimismo, recolectaban los impuestos.
Por su parte, las marcas eran áreas militarizadas que se encontraban en las fronteras de los
territorios del imperio. Establecidos para la defensa de ataques externos. Estos estaban
gobernados por un marques. Finalmente, los ducados constituían la unión de varios condados y
estaban regidos por un duque.
- UBICACIÓN:
el imperio carolingio estaba ubicado a través de toda Europa occidental, pero su núcleo se
encontraba en la actual Francia. Para poder conquistar el territorio de Europa occidental, el cual
estaba gobernado anteriormente por los merovingios, Carlomagno gano varias batallas cuyos
territorios fueron conformando su imperio.
- ECONOMIA:
El imperio carolingio fue muy importante en cuanto a cultura. Sin embargo no igualo el nivel en
cuanto al tema económico se trata pues la riqueza brillo por su ausencia y supuso un declive serio
en los recursos económicos del territorio.
- CULTURA Y ARTE:
Carlomagno no sabía ni leer ni escribir, sin embargo, consiguió que el nivel cultural de su imperio
creciera de modo sorprendente. Recupero el conocimiento de la antigüedad pero además
fomento las letras, las artes y las ciencias, entre ellos la astronomía, la geometría, la música y la
aritmética.
Desarrollo un arte que combinaba dos estilos propios, como el cristiano y el clásico griego. Y
también se destacó en arquitectura, recurriendo a las tendencias romanas del arco de medio
punto y completándolo con capiteles esquemáticos en las columnas, pilares en forma cuadrada y
cruciforme y cubiertas de madera. Todo ello sobre una planta de cruz latina de tres naves.
Los mosaicos carolingios y las miniaturas protagonizaban las ilustraciones de los evangelios y de
los beatos.
- TRATADO DE VERDUM
Tras la muerte de Ludovico, sus 3 hijos, Lotario, Luis el germánico y Carlos el calvo, se repartieron
el territorio en el tratado de verdum (843). A través de este pacto el imperio se fragmento en 3
reinos:
Carlos el calvo recibió la Francia occidental. Luis el germánico obtuvo Francia oriental o Germania,
equivalente a la Alemania actual. Lotario adquirió el título de emperador y los territorios situados
entre los de sus hermanos (lotaringia): Países bajos, Alsacia, suiza e Italia.
Este tratado ratifico la progresiva desintegración del imperio soñado por Carlomagno. Además una
serie de episodios contribuyeron a acelerar la decadencia del imperio: invasiones de pueblos
bárbaros, normandos, sarracenos y húngaros. Estos episodios, sumados al creciente poder de la
nobleza, acarrearon al debilitamiento de la monarquía más notorio durante el siglo XI.