IMPERIO CAROLINGIO

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

Los orígenes del imperio carolingio

En general, el período carolingio es visto como una transición crucial entre la Antigüedad y la
Edad Media, estableciendo una Europa que se distanciaba del Mediterráneo y englobaba una
variedad de pueblos del continente. La Iglesia occidental, bajo figuras como Gregorio Magno,
jugó un papel importante en esta transformación, extendiendo su influencia sobre los reyes
bárbaros y las nuevas realidades políticas emergentes.
Al principio, Europa Occidental se empieza a diferenciar de Oriente, centrándose en Roma
como el corazón de Europa. Esta diferencia se hace más fuerte debido a los conflictos
religiosos y políticos con Constantinopla (en Oriente).
Durante ese período, hubo un distanciamiento religioso entre los carolingios y otras regiones.
En esta visión, Carlomagno es visto como un elegido por Dios, gobernando sobre un pueblo
cristiano que incluye a sus súbditos. Esto reflejaba la creencia de que los francos (el grupo al
que pertenecían los carolingios) eran el pueblo escogido por Dios.
Durante el reinado de Carlomagno, la religión y la política estaban muy ligadas. Antes del año
800, ya se empezaba a pensar en un imperio cristiano unido bajo el poder de Carlomagno,
quien se veía como el defensor de la fe contra las herejías.
En ese contexto, hubo tensiones entre el poder del papa y el poder secular. Papas como
Gregorio Magno y Adriano I querían que el pueblo cristiano estuviera bajo la autoridad de la
iglesia, mientras que Carlomagno tenía diferencias con ellos.
Después de la muerte de Adriano I, el papa León III, que enfrentaba problemas en Roma,
necesitaba el apoyo de Carlomagno. Esto llevó a la inesperada coronación de Carlomagno
como emperador en el año 800.
 Tras la coronación de Carlomagno en el año 800, se planteó la posibilidad de un
matrimonio entre Carlomagno y la emperatriz Irene, aunque sin resultados concretos.
 Surgieron conflictos en el Adriático, especialmente en Venecia, que se resolvieron en
812 reafirmando los vínculos orientales de Venecia.
 A pesar de los conflictos, se intentó crear una distinción entre dos imperios: uno en el
Este (el bizantino) y otro en el Oeste (el carolingio). Sin embargo, al principio, el
proyecto de los carolingios no tenía como objetivo igualarse con el imperio de
Constantinopla. Las relaciones con Constantinopla fueron complejas, con tensiones
bélicas y acusaciones de idolatría, reflejando la rivalidad entre ambos imperios.
El capitular del 802 (administración y gestión de las tierras del imperio) y la nueva moneda
con la imagen de Carlomagno muestran estos cambios.
La expansión del imperio carolingio
En el año 768 d.C., Pipino el Breve, rey de los francos y padre de Carlomagno, murió y dividió
su reino entre sus dos hijos. Carlomagno recibió los territorios occidentales, el hijo menor,
heredó la parte mediterránea, así como los territorios interiores. Carlomán murió poco después
de su padre, en el año 771, heredándole a su hermano.
Carlomagno conquistó Sajonia entre 772 y 804, venciendo a Witikind y pacificando la región.
Después de varias rebeliones, impuso su autoridad con deportaciones, fortificaciones y
fundando ciudades como Hamburgo y Brema. Esta integración de los sajones contribuyó a
formar lo que más tarde se convertiría en la identidad alemana.
Carlomagno participó en guerras contra los lombardos entre 773 y 774 debido a conflictos con
Desiderio, quien había invadido los Estados Pontificios después de que el Papa Adriano I se
negara a bendecir a los hijos de Carlomán. Para resolver esta situación, Carlomagno cruzó los
Alpes y rodeó la ciudad de Pavía durante un año hasta que se rindió. En 774, Carlomagno fue
coronado rey de los lombardos en Milán.
Entre 778 y 812, Carlomagno intervino en España. Los francos conquistaron Pamplona,
Huesca, Jaca, Gerona y Barcelona, pero fracasaron en el ataque a Zaragoza y se retiraron.
Veinte años después, los hijos de Carlomagno realizaron seis expediciones exitosas a España.
Estas acciones contribuyeron a la formación del condado de Cataluña y el reino de Navarra.
Guerra contra Tassilo, Duque de Baviera (787-788): Carlomagno declaró la guerra a
Tassilo, duque de Baviera (estado del sureste alemán). Tassillo fue capturado, declarado
culpable de traición y condenado a muerte, pero Carlomagno transformó la pena encerrándolo
en un monasterio.
Guerra contra los ávaros (788-796): Los ávaros, un pueblo de origen huno. Carlomagno
lanzó varias expediciones contra ellos. Entre 788 y 791, los francos derrotaron a los ávaros en
varias batallas a lo largo del Danubio. Pipino, segundo hijo del emperador, dirigió otra
expedición contra ellos (796). El líder ávaro se bautizó y Carlomagno estableció la Marca del
Este (Osterreich), hoy Austria.
Finalmente, el imperio era más extenso que el romano de Occidente.
Vocación de la economía del Imperio carolingio
El Imperio carolingio promovió grandes concentraciones de tierras feudalizadas y el dominio
de clases como la nobleza y el clero. Su sistema económico se basaba en la agricultura de
subsistencia, es decir, se enfocaba en producir alimentos para las propias poblaciones en lugar
de comerciar con otros territorios.
Por ello, la creación de valor o la obtención de beneficios eran escasa o casi nula. Únicamente
se producía lo necesario para sobrevivir, teniendo que responder impositivamente a los poderes
estatales o eclesiásticos. Si bien es cierto que también existió un importante papel del
intercambio de productos gracias a las cercanías de los puertos navales del Mar Mediterráneo.
Fomentaron el comercio a través de la creación de ferias y mercados en todo el territorio del
imperio.
En cuanto a las normas económicas, los carolingios establecieron leyes y regulaciones para
regular el comercio y proteger a los comerciantes. Además, los carolingios fomentaron la
emisión de moneda como medio de intercambio y unidad de cuenta. También se establecieron
impuestos para financiar el mantenimiento del ejército y la administración del imperio.
Pilares de la economía del Imperio carolingio
La estructura económica de los carolingios se vio afectada por los constantes enfrentamientos
militares con los pueblos cercanos. Las luchas con el Imperio bizantino, así como las amenazas
musulmanas y germánicas, dificultaron el acceso a las rutas comerciales. Debido a esto, el
Imperio carolingio tuvo que confiar en su autosuficiencia agraria.
Modelo político
El Imperio Carolingio fue un modelo político que se desarrolló en Europa durante los siglos
VIII y IX, bajo el gobierno de la dinastía de los Carolingios. Este imperio fue fundado por
Carlomagno en el año 800, cuando fue coronado emperador por el papa León III en Roma.
Este también se basaba en una estructura feudal, en la que el emperador otorgaba tierras y
títulos de nobleza a los señores feudales a cambio de lealtad y servicio militar. Estos señores
feudales a su vez tenían vasallos que les debían fidelidad y servicios.
Los condes, funcionarios clave, gobernaban los condados con funciones civiles, militares y
judiciales, mientras que los duques administraban los ducados o fronteras militares. En cuanto
a las leyes carolingias, se utilizaban las capitulares, que eran ordenanzas reales,
principalmente de Carlomagno.
Aunque el Imperio carolingio fue un importante intento de organización en Occidente, no
puede considerarse un Estado plenamente consolidado debido a su dependencia de relaciones
personales. Este modelo permitió al Imperio Carolingio expandirse y convertirse en una
potencia dominante en Europa Occidental. Sin embargo, tras la muerte de Carlomagno en 814,
el imperio se fragmentó y comenzó a debilitarse, lo que llevó a su desintegración en el siglo
IX.
La consolidación de la paz
Uno de los factores que impulsaron este crecimiento fue la expansión territorial mediante las
guerras.
Luego del fallecimiento de su padre Pipino y de su Hermano Calomán, Carlomagno se registró
como el único monarca franco, por lo tanto tomó control tanto de sus Estados como de los de
su hermano y los unificó. Durante todo su reinado, se propuso unificar el Imperio de Europa.
Para alcanzar sus objetivos de expansión, Carlomagno experimentó varios eventos clave:
Ruptura con Italia y los lombardos: Inicialmente aliado con los lombardos, Carlomagno
rompió esta alianza y se unió al Papa Adriano I, lo que llevó a la invasión de Italia y a la
coronación de Carlomagno como rey de Lombardía en 774.
Conflicto con el Imperio Bizantino: La invasión de Italia y el control del ducado de
Benevento, una región estratégica entre la Italia carolingia y la bizantina, provocaron tensiones
con el Imperio Bizantino.
Guerras con los sajones y tribus germánicas: Carlomagno combatió a los sajones a partir
de 772 y también luchó contra otras tribus germánicas, extendiendo su dominio hasta el
Danubio y Baviera.
La alianza con el Papá, condujo a uno de los grandes ejes mediante los cuales se concreta este
periodo de bienestar del Imperio de Carlomagno que fue la coronación como Emperador por
parte del Papa Léon III.
El poder de Carlomagno era colosal y se extendía de manera significativa tanto en Oriente
como en Occidente. Como emperador, ejercía una autoridad suprema sobre los territorios de
la Antigua Europa. Además de su papel político y militar, Carlomagno también se destacó
como la máxima figura del catolicismo, promoviendo y defendiendo esa fe frente a otras
religiones circundantes.
Carlomagno también fue conocido por sus habilidades diplomáticas y políticas, que le
permitieron establecer relaciones notables con diversas potencias de su tiempo. La reputación
de Carlomagno era tan imponente que su nombre solo ofrecía protección a los mercaderes que
comerciaban en los mercados orientales.
La hipótesis de decadencia del imperio carolingio
Bajo la dinastía carolingia, el Reino de los Francos se convirtió en una monarquía universal,
que comenzó como real y luego se transformó en imperial. Sin embargo, la monarquía
carolingia no perduró mucho después de Carlomagno. A pesar de sus esfuerzos por mantener
la unidad del Imperio, surgieron grupos intermedios como nobles y eclesiásticos que tenían
lealtades y obligaciones propias, distintas al rey. Los condes y obispos, aunque eran
representantes del emperador, a menudo rivalizaban entre sí, lo que debilitó la unión política
del imperio.
En Alemania, por ejemplo, Carlomagno unió a diversas tribus germánicas pero no pudo
eliminar las diferencias lingüísticas, legales y culturales entre ellas y otras partes del Imperio.
A pesar de intentar unir el Estado a través de la fe cristiana, la Iglesia mantuvo su
independencia y eventualmente se volvió indiferente y luego hostil hacia el Imperio
Carolingio.
La disolución final del Imperio Carolingio se debió a varias causas:
 Fragmentación feudal: La creciente división del poder en feudos debilitó la autoridad
central del Imperio.
 Diferencias entre nacionalidades.
 Relaciones entre el Estado y la Iglesia.
 Tradición germánica de división del reino: La costumbre de dividir el reino entre los
hijos del monarca llevó a disputas internas y a la debilitación de la autoridad central,
acelerando la desintegración.
Luis el Bondadoso, hijo y sucesor de Carlomagno, era muy diferente a su padre en términos
de fuerza física y actividad militar. Era más conocido por su piedad y rencor al pecado, lo que
a menudo le impedía tomar decisiones rápidas y enérgicas, a diferencia de Carlomagno.
Al principio, Luis mostró iniciativa al reformar la iglesia y los monasterios, y al tratar de
imponer orden en la corte y en su familia. Sin embargo, su reinado se vio marcado por
divisiones y debilidad frente a los nobles y las tensiones internas.
En cuanto a la administración del Imperio, Luis se vio obligado a repartirlo entre sus hijos en
el año 817, aunque con la intención de mantener la unidad imperial, pero intentó asegurar que
los hijos mantuvieran la autoridad y la cooperación entre ellos para proteger el Imperio de
amenazas externas.
A pesar de sus esfuerzos por mantener la unidad, hubo desafíos, como la rebelión de Bernardo
de Italia, que fue brutalmente castigado. Luis también enfrentó otras amenazas externas,
incluyendo incursiones árabes y normandas, que logró repeler en diversas regiones del
Imperio.
Auge cultural carolingio.
Cuando Carlomagno ascendió al trono, la educación y la cultura estaban en un estado
lamentable fuera de los monasterios, con muy poca gente alfabetizada y un conocimiento
limitado del latín y el griego. Para fomentar la cultura, Carlomagno se rodeó de destacados
colaboradores y promovió la educación.
Carlomagno fundó varias instituciones educativas clave: la Escuela Palatina para nobles y la
Academia Palatina para discusiones académicas avanzadas. Además, promovió escuelas
monásticas, catedralicias y parroquiales en todo su imperio, enseñando desde gramática y
retórica hasta teología.
Actividad artística durante los carolingios.
El arte carolingio (siglos VIII y IX) representa un período prerrománico con influencias
clásicas y bizantinas. Aunque a veces se llama Renacimiento carolingio, su legado más
evidente se encuentra en la arquitectura sólida, caracterizada por el uso de sillares regulares,
arcos de medio punto y capiteles de estilo romano, así como torres y cruceros.
Un ejemplo destacado es la capilla palatina en el palacio de Carlomagno en Aquisgrán,
construida en imitación de la basílica de San Vital en Rávena. Esta capilla, junto con el palacio
de Ingelheim, fue decorada con mosaicos, mármoles preciosos, columnas y capiteles traídos
de lugares como Tréveris, Rávena y Roma.
Las artes menores también florecieron en Aquisgrán, donde artistas sirios crearon un notable
centro artístico. Los libros de la época se decoraban con pinturas que reflejaban los motivos
ornamentales del arte romano decadente. Aunque muchas de las construcciones de
Carlomagno han desaparecido o sido modificadas, su impacto en la arquitectura y el arte de su
tiempo es significativo.

También podría gustarte