Meningitis Bacteriana Aguda
Meningitis Bacteriana Aguda
Meningitis Bacteriana Aguda
AGUDA
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PROTOCOLO DE MENINGTIS BACTERIANA AGUDA
RESUMEN
La meningitis bacteriana aguda (MBA) es una emergencia médica. Los gérmenes causales más frecuentes
dependen de la edad, siendo en < 1 mes S. agalactiae, E. coli y L. monocitogenes y en > 3 meses N. meningitidis
y S. pneumoniae. Al diagnóstico la mayoría de los pacientes presentan signos y síntomas de infección
(taquicardia, fiebre, etc.) con afectación neurológica (disminución del nivel de conciencia, cefalea, vómitos…).
Para su diagnóstico precisa de la realización de una punción lumbar (PL). Las características del LCR son
pleocitosis con predominio de polimorfonucleares (PMN), hipoglucorraquia e hiperproteinorraquia. Si existe
contraindicación para la realización de PL, se iniciará antibioterapia empírica. En estos casos será especialmente
importante realizar PCR para los gérmenes más frecuentes cuando se realice la PL. La antibioterapia empírica
dependerá de la edad y características del paciente. En general, en pacientes < 3 mes será ampicilina 300
mg/kg/día + cefotaxima 300 mg/kg/día y en > 3 meses, cefotaxima 300 mg/kg/día + vancomicina 60 mg/kg/día.
El tratamiento con dexametasona 0,6 mg/kg/día durante 2-4 días se iniciará salvo contraindicación y se
suspenderá una vez descartado S. pneumoniae, H. influenzae y tuberculosis. Hasta el 16% de los pacientes
presentarán secuelas neurológicas, especialmente sordera.
Palabras claves: meningitis, tratamiento, infección, sistema nervioso central, corticoides, dexametasona
ABSTRACT
Bacterial meningitis (BM) is a medical emergency. The most frequent microorganisms responsible for this
debilitating condition are age-associated, being S. agalactiae, E. coli and L. monocitogenes the most common
pathogens in individuals under one month of age, and N. meningitidis and S. pneumoniae in individuals above
three months. At diagnosis, most patients have signs and symptoms of infection, including tachycardia and fever
among others and neurological involvement. Lumbar puncture (LP) is required to confirm the diagnosis. When
BM occurs, cerebrospinal fluid (CSF) presents with a high leukocyte count followed by polymorphonuclear
leukocyte predominance, high protein levels and low glucose levels. In cases where it is impossible to perform
LP for diagnosis confirmation, empiric antibiotic therapy should be prescribed. In these cases, it is imperative to
conduct PCR analysis in order to detect the most common microorganisms present in the CSF extracted by LP.
Empiric antibiotic treatment will depend on the age and clinical characterization of the patient. Generally,
individuals under 3 months of age are treated with a dosage of 300 mg/kg/day of ampicilin and 300 mg/kg/day
of cefotaxime. In contrast, individuals above 3 months of age are usually treated with a dosage of 300 mg/kg/day
of cefotaxime and 60 mg/kg/day of vancomycin. Additionally, a dosage of 0,6 mg/kg/day of dexametasone will
be used to treat these patients during a period of time that ranges between two and four days. Treatment will
start unless contraindication occurs and will cease when the patient tests negative to S.pneumoniae, H.
influenzae and tuberculosis. Up to 16% of the patients manifest neurological damage, in particular deafness.
Keywords: meningitis, treatment, infection, central nervous system, bacterial, corticosteroids, dexametasone
1. CONCEPTO
La meningitis bacteriana aguda (MBA) se define como el proceso inflamatorio de las leptomeninges encefálicas
y medulares que cursa con líquido cefalorraquídeo (LCR) turbio o purulento, intensa pleocitosis y predominio de
polimorfonucleares (PMN). La sospecha de MBA es una emergencia médica y el diagnóstico y tratamiento deben
establecerse sin retraso por la elevada morbimortalidad.
2. EPIDEMIOLOGÍA Y ETIOLOGÍA
La incidencia de MBA ha ido descendiendo de forma progresiva en nuestro medio, excepto en lactantes < 2
meses, por el desarrollo de la vacunación frente a la mayoría de patógenos implicados. Neisseria meningitidis y
Streptococcus pneumoniae siguen siendo los gérmenes más frecuentes2,9,.
La enfermedad meningocócica invasora ha sufrido un ligero aumento en el número de casos con respecto a las
temporadas anteriores, fundamentalmente por aumento de los serogrupos W e Y. En nuestro país, el serogrupo
B continúa siendo el más frecuente con un 58% de los casos notificados mientras que el C se ha mantenido
estable, siendo excepcional en menores de 15 años. Con respecto a la enfermedad neumocócica invasora, su
incidencia en niños es mayor en el grupo de menores de 5 años, siendo los serotipos más frecuentes el 8, 3, 9N,
19A y 22F (3 y 19A están incluidos en la vacuna 13-valente). La meningitis por Haemophilus influenzae tipo b (Hib)
continúa siendo excepcional gracias a las buenas tasas de vacunación2.
Los agentes más frecuentes por grupos de edad se exponen en la tabla 1 y la etiología más frecuente según las
características clínicas del paciente 1,4,5, en la tabla 3.
3. FISIOPATOLOGÍA
La MBA se desarrolla cuando los factores de virulencia del germen superan los mecanismos de defensa del
huésped, permitiéndole:
- Colonizar la mucosa del huésped.
- Invadir y sobrevivir en el torrente sanguíneo, evitando la actividad bactericida del complemento por la vía
alternativa (capacidad de las cápsulas bacterianas de eludir su activación). Por el contrario, la activación de
la vía clásica puede contribuir al daño tisular. Las patologías que cursen con déficit de componentes del
complemento, en el sistema de la properdina o la disfunción esplénica, favorecen la bacteriemia por
disminución de la capacidad de opsonofagocitosis.
- Cruzar la barrera hematoencefálica (BHE).
- Multiplicarse en el LCR por la inadecuada inmunidad humoral de este. La liberación de productos bacterianos
da lugar a la liberación de citoquinas y otros mediadores que inician la respuesta inflamatoria y dañan la
BHE, permitiendo la entrada de células inflamatorias en el sistema nervioso central (SNC). Esto puede dar
lugar a edema cerebral vasogénico, pérdida de la autorregulación cerebrovascular y elevación de la presión
intracraneal (PIC) con la consiguiente hipoxia, isquemia y lesión de las estructuras parenquimatosas y
vasculares cerebrales.
Existen una serie de factores predisponentes que se muestran en la tabla 2.
4. CLÍNICA
- Curso: puede variar desde un cuadro progresivo, durante uno o varios días, a fulminante con
manifestaciones de sepsis y edema cerebral que se desarrollan rápidamente.
- Presentación clínica: depende de la etiología, tiempo de evolución, respuesta del huésped y edad del
paciente.
• < 1 año: irritabilidad, vómitos, letargía, apneas, rechazo del alimento y convulsiones. Destaca en
ocasiones la ausencia de la fiebre (podemos encontrar hipotermia).
• > 1 año: fiebre, cefalea, fotofobia, vómitos, confusión, letargía e irritabilidad, convulsiones.
- Exploración física: normalmente los pacientes presentan signos y síntomas de infección general (fiebre,
aspecto séptico, taquicardia y taquipnea) junto con otros del SNC.
Casi el 80% de los pacientes se presentan con alteración del nivel de conciencia, teniendo esto gran valor
pronóstico. El deterioro neurológico es especialmente rápido en las meningitis por neumococo. Puede
aparecer deterioro neurológico progresivo o focalidad neurológica por daño cerebral directo, por
hipertensión intracraneal severa (HIC) o por aparecer signos de herniación cerebral: parálisis de pares
craneales (más frecuente los oculomotores), convulsiones, hiperreflexia, hemiparesia o posturas de
decortización o descerebración, alteración pupilar uni o bilateral. La tríada de Cushing con bradicardia,
hipertensión o alteraciones del patrón respiratorio son signos tardíos. Los signos meníngeos aparecen en el
60-80% y se manifiestan como rigidez de nuca y los signos de Kernig y Brudzinski. Estos signos pueden estar
ausentes en los lactantes en los que podemos encontrar la fontanela abombada. El edema de papila no es
frecuente, sugiere un proceso crónico y debe investigarse la presencia de trombosis de senos venosos,
empiema subdural o absceso cerebral. En portadores de VDVP, la clínica es más anodina, con cefalea y
febrícula como manifestaciones iniciales.
Los hallazgos cutáneos (petequias y púrpura) son característicos pero no exclusivos de las producidas por N.
meningitidis4,5,9,10,11.
Otros hallazgos menos frecuentes son: artritis séptica (más frecuente con meningococo) por invasión directa
al inicio del cuadro o reactiva mediada por inmunocomplejos que se desarrolla más tarde; y pericarditis, que
normalmente se resuelve con antibioterapia pero que, en ocasiones, requiere pericardiocentesis por ser
causa de fiebre persistente.
5. DIAGNÓSTICO
Lo ideal es la realización de una historia clínica, exploración física y pruebas complementarias antes del inicio del
tratamiento, pero los casos con importante afectación neurológica o hemodinámica requieren administración
rápida de antibióticos (tras extracción de hemocultivo) y punción lumbar tan pronto como sea posible.
Datos de especial interés al recoger la historia clínica son: presencia de factores de riesgo, vacunación, alergias
y uso reciente de antibióticos.
Las pruebas complementarias incluirán:
- Punción lumbar (PL): Contraindicada en caso de compromiso hemodinámico o respiratorio, infección
cutánea en la zona de punción, plaquetas < 50.000/mm3 o coagulopatía (contraindicada también en
pacientes con tratamiento anticoagulante; la antiagregación plaquetaria no la contraindica)4,5,9. Si hay
signos de hipertensión intracraneal (HIC) o focalidad neurológica se debe realizar previamente una TC o
RM. En todos estos casos se iniciará la antibioterapia empírica sin haber realizado la PL.
Se recogerán 3-4 tubos con 1-2 ml (mínimo 10 gotas/tubo) de LCR. Si la cantidad de LCR obtenida es < 10
gotas o muy hemática, dar prioridad a la realización de PCR. El examen debe incluir:
En las meningitis bacterianas el LCR puede ser normal, presentar contaje mixto o incluso linfocítico si
se realiza la PL de forma muy precoz.
En caso de punción lumbar traumática podemos usar la siguiente fórmula 10, pero una relación
leucocitos/hematíes < 1/700 invalida esta valoración del LCR 9.
Si el paciente ha sido tratado previamente con antibióticos, el LCR puede ser normal o con predominio
linfocitario, y el cultivo negativo (decapitada). Por ello, en estos casos, si existe sospecha de meningitis
bacteriana, debe realizarse PCR y administrar antibioterapia adecuada 4,5,6, 10,11.
En el caso de meningitis meningocócica, se ha comprobado que el LCR es estéril a las 2 horas de la
administración de una cefalosporina de 3º generación. En las neumocócicas se necesitan más de 4
horas 5.
- Hemograma: encontraremos leucocitosis con neutrofilia. La leucopenia es factor de mal pronóstico.
- Bioquímica con glucosa, electrolitos, perfil renal y reactantes de fase aguda (PCT > 0,5 ng/ml apoya el
diagnóstico de MBA).
- Coagulación. Es frecuente la coagulopatía en las meningitis meningocócicas. Importante comprobar su
resultado previo a la realización de la PL.
- Hemocultivo. Extraer siempre antes de la administración de antibióticos, especialmente cuando la PL se va
a realizar tras el inicio de antibioterapia. Positivo hasta un 50-75%, incluso cuando el LCR es negativo.
- Sedimento urinario y urocultivo.
- Según sospecha diagnóstica, cultivo de otros posibles focos de origen (ej. FNF/rectal para virus)
- Neuroimagen:
• TC craneal: si deterioro neurológico importante o rápido, sospecha de HIC, focalidad neurológica,
historia de hidrocefalia, neurocirugía reciente o trauma, papiledema. La antibioterapia empírica se
iniciará previo a su realización.
• Ecografía transfontanelar en lactantes o eco-doppler transcraneal en niños, es útil en el seguimiento
de estos pacientes a pie de cama.
6. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
7. TRATAMIENTO
Es una emergencia médica, sin tratamiento la mortalidad es del 100%. El pronóstico depende del inicio precoz
de antibioterapia, la aplicación de medidas de soporte y del tratamiento de las complicaciones. Cada hora que
se retrasa el inicio de antibiótico aumenta la mortalidad y la probabilidad de secuelas neurológicas.
Medidas generales 1,5:
o Monitorización hemodinámica y respiratoria.
o Asegurar una adecuada ventilación y oxigenación (intubación si GCS < 8 o estatus epiléptico).
o Canalizar acceso venoso.
o Fluidoterapia:
- Si shock: expansiones con suero isotónico para mantener tensión arterial y presión de perfusión
tisular. Se puede emplear también suero salino hipertónico especialmente si se sospecha hipertensión
endocraneal.
- Si hipovolemia sin shock: reponer las pérdidas estimadas monitorizando peso, diuresis y electrolitos.
- Si evidencia de SIADH: restricción de fluidos, monitorizando diuresis y osmolaridad y electrolitos en
sangre y orina.
- Resto: suero isotónico a necesidades basales manteniendo normovolemia.
o Dexametasona 0,15 mg/kg/dosis antes, durante o hasta 60 minutos después de la primera dosis de
antibiótico .
o Administración de la primera dosis de antibiótico empírico (tabla 4).
o Administración de glucosa 0,25 g/kg si hipoglucemia documentada.
o Tratamiento de la coagulopatía y la acidosis si están presentes.
o Tratamiento de las convulsiones si están presentes. Control de la fiebre.
o Tratamiento de HIC si está presente (ver capítulo específico).
Criterios de ingreso en Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)
- Shock.
- Acidosis metabólica.
- Púrpura o datos de coagulación intravascular diseminada (CID).
- Focalidad neurológica.
- Crisis convulsivas.
- Signos de HIC
- Obnubilación o coma.
- Hiponatremia severa (< 120 mEq/L).
Dexametasona (DXM)
Dosis: 0,6 mg/kg/día en 4 dosis durante 2-4 días. En meningitis tuberculosa se mantiene 8 semanas. No está
indicado en < 6 semanas ni en pacientes con anomalías congénitas o adquiridas del SNC.
Es efectiva si se administra antes o junto a la primera dosis de antibiótico, perdiendo eficacia si se administra
más de una hora después (aunque no hay evidencia sobre los tiempos), si el diagnóstico es tardío y en
pacientes con mucha afectación neurológica al diagnóstico.
Su administración precoz en meningitis por Hib, neumococo y TBC ha demostrado beneficio (disminución de las
secuelas neurológicas especialmente sordera, y en algunas series, también de la mortalidad). En la actualidad
no hay estudios que hayan demostrado su beneficio en las meningitis meningocócicas, pero su uso no se ha
visto asociado a efectos adversos y puede haber pequeños beneficios no comprobados. Actualmente se
recomienda iniciar dexametasona si no existe contraindicación y suspenderla si se descartan S. pneumonia, Hib
y TBC 5,6,7,9.
Parece disminuir la penetrancia de vancomicina en el SNC, por lo que algunos autores recomiendan añadir
rifampicina si el paciente ha recibido DXM en espera de descartar S. pneumoniae resistente a cefotaxima y/o
ceftriaxona5,6,7,9. En España en torno al 20-30% de cepas tienen resistencia intermedia a penicilina y menos del
5% a cefalosporinas de tercera generación (C3G).
Antibioterapia empírica:
Debe iniciarse inmediatamente tras la realización de la PL. Si precisa realización de TC antes, la antibioterapia
debe iniciarse inmediatamente tras obtener el hemocultivo y antes de la PL.
En cuanto a la elección del antibiótico, éste ha de ser bactericida contra el microorganismo responsable, debe
tener la capacidad de atravesar la BHE y alcanzar una concentración adecuada en LCR. Para ello, deben
administrarse vía iv.
Su elección está basada en los patógenos más frecuentes y los patrones de sensibilidad locales hasta que los
cultivos estén disponibles. Aunque ha disminuido tras la vacunación, las dos principales causas en pacientes
sanos vacunados son S. pneumoniae y N. meningitidis. En los lactantes menores de 3 meses son causas
importantes S. agalactiae, E. coli y L. monocytogenes. El régimen empírico debe incluir cobertura antibiótica
para estos gérmenes. La sensibilidad disminuida de algunos Neumococos a las penicilinas o cefalosporinas y la
gravedad del cuadro clínico hace prudente asociar vancomicina al tratamiento empírico inicial. Según las
características del paciente puede estar indicado una cobertura diferente o adicional 1, 4, 5(tabla 4).
Antibioterapia dirigida
Una vez tengamos resultados definitivos de cultivos y antibiograma o de la PCR, ajustaremos antibioterapia de
forma dirigida 4,9, 10, (tablas 5a y 5b).
Antibiótico Dosis
Penicilina G 250000-500000 u/kg/d/4h-6h
Ampicilina 200-300 mg/kg/día c/6h
Vancomicina 60 mg/kg/día c/6h
Ceftriaxona 100 mg/kg/día c/12h
Cefotaxima 300 mg/kg/día c/6h
Amikacina 20-30 mg/kg/ día c/8-24h
Meropenem 120 mg/kg/día c/8h
Cloranfenicol 75-100 mg/kg/día c/6h
Ceftazidima 150 mg/kg/día c/6-8h
Cloxacilina 200 mg/kg/día c/6h
Respuesta al tratamiento
Valoración principalmente clínica. La duración típica de la fiebre es de 4-6 días tras inicio del tratamiento. Causas
de persistencia de la fiebre: tratamiento inadecuado, infección nosocomial, suspensión de dexametasona,
complicación supurativa (pericarditis, neumonía, artritis, empiema subdural) o fiebre farmacológica (diagnóstico
de exclusión).
No se debe realizar PL de control de rutina. Se recomienda repetir PL si hay una pobre respuesta clínica tras 24-
36 horas de tratamiento antibiótico apropiado, fiebre persistente o recurrente y tras 2-3 días de tratamiento, en
meningitis por neumococo resistente o por bacilo gramnegativo para determinar la duración del tratamiento 10.
El aumento de la duración del tratamiento está indicado si son positivos, neutrófilos >30%, glucosa < 20 mg/dl o
ratio glucosa LCR/sangre < 20%. En niños portadores de drenajes intraventriculares en ocasiones es necesaria la
administración intraventricular de algún antibiótico .
Indicaciones de pruebas de imagen durante la evolución:
Deben realizarse pruebas de imagen (TC o RM) para descartar complicaciones neurológicas (hidrocefalia,
cerebritis, absceso cerebral, infarto cerebral, trombosis venosa, empiema subdural). Realizar si:
- Signos neurológicos focales, aumento del perímetro craneal en lactantes, obnubilación prolongada,
irritabilidad o crisis (tras >72 horas de tratamiento adecuado).
- Cultivo de LCR persistentemente positivo a pesar de tratamiento adecuado.
8. COMPLICACIONES NEUROLÓGICAS
9. PRONÓSTICO
10. SEGUIMIENTO
11. PREVENCIÓN
o Aislamiento: precauciones estándar. Si N. meningitidis o Hib, aislamiento por gotas hasta que hayan
recibido al menos 24 horas de tratamiento efectivo. Habitaciones individuales utilizando mascarilla cuando
estén a menos de 1 metro del paciente.
o Quimioprofilaxis 10,11: A contactos lo antes posible (preferentemente en las primeras 24 horas tras el
diagnóstico).
o N. meningitidis:
• Indicado en convivientes en domicilio y aquellas personas que hayan dormido en la habitación del
niño en los 10 días previos, contacto frecuente y continuado con el niño y en todo centro escolar
en menores de 2 años cuando haya más de 2 casos por clase.
• Rifampicina vo 2 días (adultos 600 mg/12 horas, niños >1 mes 10 mg/kg/12 horas y niños <1 mes 5
mg/kg/12 horas). Contraindicado en embarazo y lactancia, enfermedad hepática grave,
alcoholismo e hipersensibilidad a rifampicina.
Alternativas:
• Ceftriaxona im (1 dosis): 250 mg en > 12 años y 125 mg en < 12 años.
• Ciprofloxacino 1 dosis de 500 mg en adultos. Contraindicado en embarazo y lactancia.
o H. influenzae b
• Indicado en todos los convivientes en domicilio siempre que haya < 5 años y en contactos
habituales con el niño < 5 años.
• Rifampicina vo 4 días (adultos 600 mg/24 horas, niños >1 mes 20 mg/kg/24 horas y niños <1 mes
10 mg/kg/24 horas)
Alternativa: Ceftriaxona im (1 dosis)
o S. pneumoniae: No indicada.
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