Citas de Doctrina
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Citas de Doctrina
2.- Gruss, Guillermo. "Tratado del Juicio Ejecutivo". Tomo I. Tercera Edición.
Editorial El Jurista. Pág. 32
Línea Jurisprudencial
El N° 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil señala como excepción
la falta de algunos de los requisitos o condiciones exigidos por las leyes para que el
título tenga fuerza ejecutoria.
La excepción de falta de requisitos para que el título tenga fuerza ejecutiva, tiene
por objeto controlar la concurrencia de los requisitos o condiciones establecidos
por las leyes para que la acción ejecutiva pueda prosperar, es decir, que el título
que sirve de fundamento a la ejecución no es ejecutivo, que la obligación no es
actualmente exigible, o bien que la obligación no es líquida. Igualmente, la
jurisprudencia de esta Corte ha reconocido que la excepción dice relación con la
ausencia de los requisitos propios del título que funda la ejecución, como cuando
se persigue el cobro de una obligación condicional (Corte Suprema, Primera Sala,
22 de marzo de 2016, Rol 17238-2015).
También se ha fallado que esta excepción tiene por objeto controlar la concurrencia
de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que la acción
ejecutiva pueda prosperar, es decir, debe sostenerse en que el título que sirve de
fundamento a la ejecución no es ejecutivo, que la obligación no es actualmente
exigible, o bien que la obligación no es líquida. Un ejemplo de ello, como lo reseña
el Profesor Mario Casarino Viterbo en su Manual de Derecho Procesal, es que el
título que se invoca sea un instrumento privado no reconocido judicialmente ni
mandado tener por reconocido. Lo anterior ha sido reconocido por la
jurisprudencia, en cuanto se ha sostenido que la excepción dice relación con la
ausencia de los requisitos propios del título que funda la ejecución, como cuando
se persigue el cobro de una obligación condicional.
2.- Excepción de falta de requisitos del título no puede fundarse en término del
mandato para complementar o suscribir pagarés
3.- Excepción falta de requisitos para que el título tenga fuerza ejecutiva. Regla del
artículo 26 inciso segundo D.L. Nº 3.475 respecto del impuesto de timbres
En efecto, en relación con la falta de pago del impuesto establecido por el Decreto
Ley N° 3.475 en que se funda la excepción en comento, primeramente es dable
aclarar que a pesar de que el inciso 1° del artículo 26 del decreto ley aludido
dispone que no tendrán mérito ejecutivo los documentos que sirvan de base a la
acción, mientras no se acredite el pago del impuesto respectivo, el inciso 2° del
mismo artículo -agregado por el artículo 3º, letra e), del Decreto Ley Nº 3581, de
1981- establece que esa disposición no es aplicable “respecto de los documentos
cuyo impuesto se paga por ingreso en dinero en Tesorería y que cumplan con los
requisitos que establece esa ley y el Servicio de Impuestos Internos”.
Procede la excepción del Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil –
falta de algunos de los requisitos o condiciones exigidos por las leyes para que el
título tenga fuerza ejecutoria– puesto que al momento mismo en que se inicia la
ejecución deben concurrir todos los requisitos que hacen procedente la acción
ejecutiva, entre los cuales está que la obligación sea actualmente exigible, conforme
al artículo 437 del mismo Código, vale decir, que tal obligación, en su nacimiento o
ejercicio, no esté sujeta a ninguna condición, plazo o modo. Carecía, entonces, de
fuerza ejecutiva, pues la ejecutante no había cumplido con la obligación de
acompañar las especificaciones técnicas, planos de arquitectura, instalaciones de
servicios básicos y presupuesto definitivo, que formaban parte del contrato
invocado como título ejecutivo, integrando el título mismo, el cual debe bastarse a
sí mismo, sin que sea necesario recurrir a otros documentos o antecedentes para
verificar sus atributos, al momento de iniciarse la ejecución, agregando que las
especificaciones técnicas y planos eran de la esencia de lo pactado, pues eran
elementales para comprobar el cumplimiento de la obligación, otorgando
fundamento a la exigibilidad del pago. Por lo tanto, para el devengamiento de la
cuota cuyo cobro se exige ejecutivamente, debía presentarse un estado de pago que
comprendiera obras ejecutadas por igual valor, por lo que no bastaba la sola
llegada de la fecha estipulada para el cobro (Corte de Apelaciones de Concepción,
19 de abril de 2005, Rol 2063-2002).
6.- Cheque
Atendida la causal de protesto que se lee en el cheque que se tiene a la vista, firma
disconforme, no tiene relevancia cuestionarse sobre la existencia de fondos al
momento de su presentación a cobro. Efectivamente de acuerdo con el artículo 33
en relación con el artículo 22 de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, cuyo texto refundido fue fijado por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 707,
los cheques sólo pueden protestarse por falta de pago, de modo que si como
sucede en el presente caso, el librado no paga el documento por “firma
disconforme”, ello no constituye un protesto válido para ejercer luego la acción
ejecutiva y, por ende, en opinión de estos sentenciadores procede acoger la
excepción opuesta por la ejecutada del Nº 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil. Precisamente, es el protesto del cheque por falta de pago, lo
que habilita a su portador a iniciar la acción ejecutiva correspondiente, y así se
colige de lo dispuesto en los artículos 33 y 34 de la Ley de Cheques y del artículo
434 del Código de Procedimiento Civil. El cheque que no haya sido protestado por
falta de fondos, por su carácter de instrumento privado mercantil, para que pueda
constituir título ejecutivo, debe ser reconocido o mandado tener por reconocido en
la pertinente gestión preparatoria, a la luz de lo dispuesto en el artículo 435 del
referido Código. En virtud de lo anteriormente razonado, será acogida la excepción
en comento de falta de requisitos o condiciones legales del título ejecutivo, opuesta
por la ejecutada (Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 13 de agosto de 2007, Rol
304-2007).
Una vez terminado el juicio sobre cuentas, por medio de sentencia ejecutoriada, se
sabe a ciencia cierta si existe saldo a favor o en contra de la persona que debía
rendirla, saldo positivo que será cobrado ejecutivamente por quien corresponda, lo
que no es posible si la cuenta presentada por la parte ejecutante ha sido rechazada,
por lo que no puede establecerse ningún saldo en su beneficio, ni el deber de la
parte ejecutada de rendir cuenta nuevamente. En virtud de las consideraciones
anteriores, en estas condiciones la acción ejecutiva orientada a perseguir la
rendición de cuentas por parte del ejecutado carece de título con fuerza eficaz para
los propósitos de la parte demandante (Corte de Apelaciones de Valparaíso, 2 de
agosto de 2005, Rol 2694-2001).
6.8.- Cheque protestado por otra causa distinta de las señaladas en artículo 22 de la
Ley de Cheques no pueden constituirse en título ejecutivo
Para que el protesto de un cheque haga nacer acción ejecutiva para su cobro,
resulta indispensable que el no pago, se origine exclusivamente en falta de fondos,
cuenta cerrada u orden de no pago dada por el librador por causales diversas de
las que autoriza la ley, según lo dispuesto en el artículo 22 de la misma normativa.
Acorde con lo expuesto, esta Corte ha sostenido que los cheques que sean
protestados por causales distintas de las establecidas en el artículo 22 de la Ley de
Cheques, carecen de la aptitud necesaria que exige el legislador para llegar a
constituirse, mediante y previa notificación judicial del protesto, en títulos
ejecutivos que sirvan de base o fundamento para la ejecución de una obligación
civil (Corte Suprema, Primera Sala, 2 de junio de 2014, Rol 14847-2013. En el mismo
sentido, la misma Corte y Sala en sentencias del 11 de octubre de 2007, Rol 4891-
2006 y 28 de enero de 2010, Rol 8123-2008).
7.- Pagaré
7.1.- Pagaré es título ejecutivo si acreedor cuenta con mandato para llenar espacios
en blanco y autorizar firma de suscriptor
De lo razonado con antelación procede colegir que la situación sub lite, en la cual
aparece que el pagaré cuyo pago se pretende fue girado el 2 de marzo de 2012 y la
demanda de autos notificada el 6 de marzo de 2013, se subsume indiscutiblemente
en la hipótesis descrita en el artículo 49 de la Ley Nro. 18.092 y, en consecuencia,
no puede sino concluirse que el pagaré en comento ha perdido su valor y eficacia,
en los términos que particularmente dictamina la norma. Ello desde que no fue
pagado dentro del plazo de un año, contado desde su giro, ni fue oportunamente
protestado por falta de pago, caso este último en el cual la sanción antes dicha no
resultaría pertinente a la luz del precepto indicado (Corte Suprema, Primera Sala, 2
de septiembre de 2014, Rol 11603-2014).
La presentación del documento al cobro y su protesto por falta de pago son actos
distintos, que cumplen, asimismo, funciones diversas. El título de crédito es de
presentación o exhibición en el sentido que el deudor no está obligado a pagarlo
mientras no le sea exhibido, presentación que es, al mismo tiempo, una carga y un
poder para el acreedor cambiario. El protesto, en cambio, constituye por esencia un
acto jurídico solemne, destinado fundamentalmente a comprobar, en forma
indubitable, que el título fue efectivamente presentado al suscriptor para su pago
dentro del plazo correspondiente y también para probar si este último efectuó o no
dicho pago.
De lo razonado con antelación procede colegir que la situación sub lite, en la cual
aparece que el pagaré cuyo pago se pretende fue girado el 2 de marzo de 2012 y la
demanda de autos notificada el 6 de marzo de 2013, se subsume indiscutiblemente
en la hipótesis descrita en el artículo 49 de la Ley Nro. 18.092 y, en consecuencia,
no puede sino concluirse que el pagaré en comento ha perdido su valor y eficacia,
en los términos que particularmente dictamina la norma. Ello desde que no fue
pagado dentro del plazo de un año, contado desde su giro, ni fue oportunamente
protestado por falta de pago, caso este último en el cual la sanción antes dicha no
resultaría pertinente a la luz del precepto indicado.
Añade el fallo que por otra parte, no debe olvidarse que la enumeración de
excepciones que hace el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, si bien de
carácter taxativo, es meramente genérica o fundamental y no singulariza ni
determina los casos que pueden hallarse comprendidos en cada uno de los
diversos números que la componen, de modo que en un mismo número pueden
quedar incluidas diversas situaciones que constituyen otras tantas excepciones
jurídicas distintas, y cada uno de estos hechos debe ser considerado como una
excepción distinta sobre la cual deberá pronunciarse en particular el tribunal en su
sentencia.
9.- En el caso de los títulos ejecutivos compuestos no se exige que los diversos
documentos o antecedentes por sí solos tengan carácter ejecutivo
Es del caso señalar que resulta ser un hecho de la causa que el tribunal, al acoger la
aludida excepción de falta de requisitos del título, se apoyó en la circunstancia de
no haberse preparado debidamente la ejecución con la necesaria gestión de
notificación judicial de las facturas
De la manera expuesta, no cabe duda que la excepción acogida se basó únicamente
en la existencia de un defecto puramente formal, relacionado con la inobservancia
de un requisito necesario para dotar a las facturas de mérito ejecutivo, situación
que queda incluida en la hipótesis de la falta de oportunidad a que se refiere el
citado artículo 477 y, por lo tanto, tiene el carácter de dilatoria, como la doctrina y
la jurisprudencia se ha encargado de precisar, incorporando en ese supuesto
situaciones previstas en el Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil
(fallos y comentarios expuestos en el Repertorio de Legislación y Jurisprudencia
Chilenas del Código de Procedimiento Civil, Tomo III, Tercera Edición de la
Editorial Jurídica de Chile. Páginas 178, 179 y 180);
A este respecto, el artículo 477 del Código de Procedimiento Civil estatuye: “la
acción ejecutiva rechazada por incompetencia del tribunal, incapacidad, ineptitud
del libelo o falta de oportunidad en la ejecución, podrá renovarse con arreglo a los
preceptos de este Título”.
Luego, si bien el artículo 477 del Código de Procedimiento Civil otorga el derecho
a la renovación por medio del juicio ejecutivo, es lo cierto que el precepto emplea
al efecto la expresión “podrá”, lo cual significa que le otorga al actor la posibilidad
de utilizar de nuevo el procedimiento de ejecución, pero nada le impide hacer uso
del procedimiento que podría ser el adecuado según la naturaleza de la acción
deducida. No obstante, el ordinario o incluso el sumario serían los procedentes, en
el caso de que la acción ejecutiva se encontrara prescrita, situación que impide el
ejercicio de la acción ejecutiva según lo previene el artículo 442 del citado código,
evento que en justicia no puede impedir renovar el procedimiento (Corte Suprema,
Primera Sala, 12 de enero de 2015, Rol 9083-2014).
La excepción planteada en los autos, esto es, “la falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva,
sea absolutamente, sea con relación al demandado”, es de aquellas que atañe a las
exigencias que han de concurrir para que el documento que sirve para sustentar la
acción incoada pueda ser considerado como ejecutivo, esto es, que haya sido
previsto como tal por el legislador y dé cuenta de una obligación, como se ha
dicho, líquida y actualmente exigible.