Citas de Doctrina

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Citas de Doctrina

1.- Casarino, Mario. "Manual de Derecho Procesal". Tomo V. Editorial Jurídica de


Chile. 2006. Págs. 71 y 72

2.- Gruss, Guillermo. "Tratado del Juicio Ejecutivo". Tomo I. Tercera Edición.
Editorial El Jurista. Pág. 32

Línea Jurisprudencial

I.- Falta de requisitos para que el título tenga fuerza ejecutiva

El N° 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil señala como excepción
la falta de algunos de los requisitos o condiciones exigidos por las leyes para que el
título tenga fuerza ejecutoria.

Respecto de esta excepción ejecutiva, analizamos los principales criterios


casuísticos.

1.- Alcances acerca de la excepción

La excepción de falta de requisitos para que el título tenga fuerza ejecutiva, tiene
por objeto controlar la concurrencia de los requisitos o condiciones establecidos
por las leyes para que la acción ejecutiva pueda prosperar, es decir, que el título
que sirve de fundamento a la ejecución no es ejecutivo, que la obligación no es
actualmente exigible, o bien que la obligación no es líquida. Igualmente, la
jurisprudencia de esta Corte ha reconocido que la excepción dice relación con la
ausencia de los requisitos propios del título que funda la ejecución, como cuando
se persigue el cobro de una obligación condicional (Corte Suprema, Primera Sala,
22 de marzo de 2016, Rol 17238-2015).
También se ha fallado que esta excepción tiene por objeto controlar la concurrencia
de los requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que la acción
ejecutiva pueda prosperar, es decir, debe sostenerse en que el título que sirve de
fundamento a la ejecución no es ejecutivo, que la obligación no es actualmente
exigible, o bien que la obligación no es líquida. Un ejemplo de ello, como lo reseña
el Profesor Mario Casarino Viterbo en su Manual de Derecho Procesal, es que el
título que se invoca sea un instrumento privado no reconocido judicialmente ni
mandado tener por reconocido. Lo anterior ha sido reconocido por la
jurisprudencia, en cuanto se ha sostenido que la excepción dice relación con la
ausencia de los requisitos propios del título que funda la ejecución, como cuando
se persigue el cobro de una obligación condicional.

Del modo en que se ha venido razonando, la referida excepción ha de sustentarse


en situaciones fácticas que se orienten a mermar el valor o las propiedades del
título ejecutivo, con el objeto de acreditar que aquél carece de la fuerza de la que, al
menos, inicialmente aparece dotado. “Se opondrá esta excepción cada vez que falte
alguno de los requisitos para que proceda la acción ejecutiva, sea porque el título
no reúne todas las condiciones establecidas por la ley para que se le considere
como ejecutivo, o porque no es actualmente exigible. Esta excepción debe
relacionarse, pues, con todos aquellos preceptos legales que consagran exigencias
para que un título tenga fuerza ejecutiva. Estos preceptos legales, como se
comprenderá, son innumerables, dada la diversidad de títulos ejecutivos que la ley
crea, como también la diversidad de condiciones que establece para cada uno de
ellos”. (Raúl Espinosa Fuentes, “Manual de Procedimiento Civil. El Juicio
Ejecutivo”, edición actualizada por Cristian Maturana Miquel, Editorial Jurídica,
2003, págs. 113 y 114) (Corte Suprema, Primera Sala, 14 de octubre de 2015, Rol
8153-2015 y 29 de diciembre de 2015, Rol 8824-2015).

2.- Excepción de falta de requisitos del título no puede fundarse en término del
mandato para complementar o suscribir pagarés

La referida excepción ha de sustentarse en situaciones fácticas que se orienten a


mermar el valor o las propiedades del título ejecutivo, con el objeto de acreditar
que aquél carece de la fuerza de la que, al menos, inicialmente aparece dotado. “Se
opondrá esta excepción cada vez que falte alguno de los requisitos para que
proceda la acción ejecutiva, sea porque el título no reúne todas las condiciones
establecidas por la ley para que se le considere como ejecutivo, o porque no es
actualmente exigible. Esta excepción debe relacionarse, pues, con todos aquellos
preceptos legales que consagran exigencias para que un título tenga fuerza
ejecutiva. Estos preceptos legales, como se comprenderá, son innumerables, dada
la diversidad de títulos ejecutivos que la ley crea, como también la diversidad de
condiciones que establece para cada uno de ellos”. (Raúl Espinosa Fuentes,
“Manual de Procedimiento Civil. El Juicio Ejecutivo”, edición actualizada por
Cristian Maturana Miquel, Editorial Jurídica, 2003, págs. 113 y 114).

Del modo en que se ha venido razonando y en atención a los términos propuestos


en la controversia, se constata que la denuncia efectuada por la impugnante, en
cuanto aduce la vulneración de los artículos 434 N° 4 inciso 2° y 464 N°7 del
Código de Procedimiento Civil, que explica sobre la base del establecimiento por
parte de los jueces del grado de exigencias extrañas al presupuesto jurídico de la
excepción deducida, resulta ser efectiva, desde que las argumentaciones del
ejecutado se dirigen a cuestionar aspectos que dicen relación con la existencia y
términos del mandato en cuya virtud se procedió a complementar o suscribir los
pagarés materia de la ejecución y el cumplimiento de las obligaciones que de dicho
contrato derivarían, lo que en ningún caso dice relación con la falta de
ejecutoriedad de los títulos fundantes, los que presentan todas las condiciones y
requisitos que exige la ley, para gozar de mérito ejecutivo (Corte Suprema, Primera
Sala, 23 de marzo de 2016, Rol 15914-2015).

3.- Excepción falta de requisitos para que el título tenga fuerza ejecutiva. Regla del
artículo 26 inciso segundo D.L. Nº 3.475 respecto del impuesto de timbres

En la especie el título que sirve de fundamento a la ejecución es de aquellos


contemplados en el inciso segundo del artículo 26 del D.L. Nº 3.475, de forma tal,
que el Tribunal debe constatar sólo si se ha dejado expresa constancia en el
documento de dicha circunstancia, lo que sí aparece estampado mediante un
timbre al margen del pagaré, razón por la que dicha excepción a la ejecución será
rechazada (Corte de Apelaciones de San Miguel, 11 de septiembre de 2006, Rol
1766-2003).
Se ha fallado, asimismo, que respecto de bancos basa leyenda indicativa de que
impuesto de timbres ha sido pagado mediante ingreso de dinero en Tesorería.

En efecto, en relación con la falta de pago del impuesto establecido por el Decreto
Ley N° 3.475 en que se funda la excepción en comento, primeramente es dable
aclarar que a pesar de que el inciso 1° del artículo 26 del decreto ley aludido
dispone que no tendrán mérito ejecutivo los documentos que sirvan de base a la
acción, mientras no se acredite el pago del impuesto respectivo, el inciso 2° del
mismo artículo -agregado por el artículo 3º, letra e), del Decreto Ley Nº 3581, de
1981- establece que esa disposición no es aplicable “respecto de los documentos
cuyo impuesto se paga por ingreso en dinero en Tesorería y que cumplan con los
requisitos que establece esa ley y el Servicio de Impuestos Internos”.

En consecuencia, los documentos que emite un Banco cuando es el primer


responsable del pago del tributo y cumple con las exigencias relativas a asignar el
nombre de la institución bancaria y la leyenda del pago de impuesto en Tesorería,
quedan incluidos en la situación excepcional a que se refiere el inciso 2º del artículo
26 del Decreto Ley Nº 3.475, o sea, tratándose de pagarés, el requisito de acreditar
el pago de los impuestos por medio de un timbre fijo o mediante el empleo de
máquinas impresoras no se exige respecto de los Bancos, bastando que se emita la
leyenda indicativa de que el impuesto de timbres y estampillas ha sido satisfecho
mediante ingreso de dinero en Tesorería, de modo que el ejecutante, en este caso,
no necesita probar el pago del tributo para valerse del mérito ejecutivo de dichos
instrumentos mercantiles de la obligación demandada (Corte Suprema, Primera
Sala, 4 de noviembre de 2014, Rol 21960-2014).

4.- Necesidad de acreditarse cumplimiento de obligaciones que constan en


escritura que es título ejecutivo

Si la acción ejecutiva entablada se encuentra fundada en una escritura pública que


da testimonio de un contrato bilateral, para que pueda prosperar la acción
interpuesta es necesario que el ejecutante compruebe haber cumplido las
obligaciones por él contraídas y como ello no fue acreditado procede acoger la
excepción consistente en que el título no reúne los requisitos exigidos por la ley
para que tenga fuerza ejecutiva (Corte Suprema, Primera Sala, 29 de marzo de
2004, Rol 1218-2003).

5.- Incumplimiento de obligación de parte ejecutante da lugar a estimar por no


constituido el título ejecutivo

Procede la excepción del Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil –
falta de algunos de los requisitos o condiciones exigidos por las leyes para que el
título tenga fuerza ejecutoria– puesto que al momento mismo en que se inicia la
ejecución deben concurrir todos los requisitos que hacen procedente la acción
ejecutiva, entre los cuales está que la obligación sea actualmente exigible, conforme
al artículo 437 del mismo Código, vale decir, que tal obligación, en su nacimiento o
ejercicio, no esté sujeta a ninguna condición, plazo o modo. Carecía, entonces, de
fuerza ejecutiva, pues la ejecutante no había cumplido con la obligación de
acompañar las especificaciones técnicas, planos de arquitectura, instalaciones de
servicios básicos y presupuesto definitivo, que formaban parte del contrato
invocado como título ejecutivo, integrando el título mismo, el cual debe bastarse a
sí mismo, sin que sea necesario recurrir a otros documentos o antecedentes para
verificar sus atributos, al momento de iniciarse la ejecución, agregando que las
especificaciones técnicas y planos eran de la esencia de lo pactado, pues eran
elementales para comprobar el cumplimiento de la obligación, otorgando
fundamento a la exigibilidad del pago. Por lo tanto, para el devengamiento de la
cuota cuyo cobro se exige ejecutivamente, debía presentarse un estado de pago que
comprendiera obras ejecutadas por igual valor, por lo que no bastaba la sola
llegada de la fecha estipulada para el cobro (Corte de Apelaciones de Concepción,
19 de abril de 2005, Rol 2063-2002).

6.- Cheque

6.1.- Cheque pagado no puede constituir título ejecutivo


Los antecedentes y fundamentalmente la confesión del ejecutante, permiten
estimar que el cheque cuya notificación ha servido de base a la ejecución se
encuentra pagado y bajo estas circunstancias no podrá ser considerado título
ejecutivo, el cual, dentro de sus requerimientos debe dar cuenta de una obligación
que no se encuentre extinguida y que sea actualmente exigible, lo que en la especie
no ocurre (Corte de Apelaciones de La Serena, 12 de abril de 2006, Rol 1909-2005).

6.2.- Cheque en garantía no es título ejecutivo

Se acoge la excepción de falta de requisitos o condiciones establecidas por las leyes


para que el título tenga fuerza ejecutiva, toda vez que el documento fue entregado
en garantía a la ejecutante, lo cual lo desnaturaliza, ya que el cheque sólo puede ser
girado en pago de obligaciones o en comisión de cobranza, pero no en garantía,
pues justamente constituye un instrumento de pago (Corte de Apelaciones de
Antofagasta, 3 de septiembre de 2007, Rol 463-2007).

6.3.- Cheque protestado por firma disconforme no es título ejecutivo

Atendida la causal de protesto que se lee en el cheque que se tiene a la vista, firma
disconforme, no tiene relevancia cuestionarse sobre la existencia de fondos al
momento de su presentación a cobro. Efectivamente de acuerdo con el artículo 33
en relación con el artículo 22 de la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, cuyo texto refundido fue fijado por el Decreto con Fuerza de Ley Nº 707,
los cheques sólo pueden protestarse por falta de pago, de modo que si como
sucede en el presente caso, el librado no paga el documento por “firma
disconforme”, ello no constituye un protesto válido para ejercer luego la acción
ejecutiva y, por ende, en opinión de estos sentenciadores procede acoger la
excepción opuesta por la ejecutada del Nº 7 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil. Precisamente, es el protesto del cheque por falta de pago, lo
que habilita a su portador a iniciar la acción ejecutiva correspondiente, y así se
colige de lo dispuesto en los artículos 33 y 34 de la Ley de Cheques y del artículo
434 del Código de Procedimiento Civil. El cheque que no haya sido protestado por
falta de fondos, por su carácter de instrumento privado mercantil, para que pueda
constituir título ejecutivo, debe ser reconocido o mandado tener por reconocido en
la pertinente gestión preparatoria, a la luz de lo dispuesto en el artículo 435 del
referido Código. En virtud de lo anteriormente razonado, será acogida la excepción
en comento de falta de requisitos o condiciones legales del título ejecutivo, opuesta
por la ejecutada (Corte de Apelaciones de Puerto Montt, 13 de agosto de 2007, Rol
304-2007).

6.4..- Si cuenta no ha sido aprobada por sentencia ejecutoriada no hay título


ejecutivo

Una vez terminado el juicio sobre cuentas, por medio de sentencia ejecutoriada, se
sabe a ciencia cierta si existe saldo a favor o en contra de la persona que debía
rendirla, saldo positivo que será cobrado ejecutivamente por quien corresponda, lo
que no es posible si la cuenta presentada por la parte ejecutante ha sido rechazada,
por lo que no puede establecerse ningún saldo en su beneficio, ni el deber de la
parte ejecutada de rendir cuenta nuevamente. En virtud de las consideraciones
anteriores, en estas condiciones la acción ejecutiva orientada a perseguir la
rendición de cuentas por parte del ejecutado carece de título con fuerza eficaz para
los propósitos de la parte demandante (Corte de Apelaciones de Valparaíso, 2 de
agosto de 2005, Rol 2694-2001).

6.5.- Cheque no protestado y con enmendaduras no constituye título ejecutivo

Al no haberse protestado el cheque por falta de pago por el respectivo banco


librado, como exige el Art. 33 de la referida ley, sino que se rechazó por presentar
enmendaduras en la fecha, las que son ostensibles, resulta que tal documento no ha
podido ser objeto de una gestión preparatoria válida sobre notificación de protesto
de cheque y tampoco pudo hacer nacer el correspondiente título ejecutivo que
autoriza a demandar ejecutivamente al girador, por lo que a juicio de estos jueces
se configura la excepción de falta de requisitos para que el título esgrimido por el
ejecutante tenga fuerza ejecutiva, –en la especie– respecto del ejecutado y por lo
tanto deberá ser acogida la excepción que invoca el ejecutado (Corte de
Apelaciones de Valparaíso, 12 de julio de 2005, Rol 1165-2004).
6.6.- Cheque protestado por firma disconforme no constituye mérito ejecutivo

El protesto que se efectuó en el caso del documento de autos es ineficaz para


otorgarle mérito ejecutivo e instar por su cobro por esta vía. Si bien el Banco
librado puede negarse a pagar un cheque cuya firma no esté conforme con la que
el girador tenga registrada en él, no lo debe protestar sino tan sólo devolverlo y
estampar que no lo paga porque, la firma es disconforme. Tal constancia, en caso
alguno permite perseguir su cobro haciendo uso del procedimiento ejecutivo
siendo sólo útil para los efectos de resguardar la responsabilidad comercial en que
pudiere incurrir la institución bancaria. En consecuencia, el documento que se
cobra en autos carece de mérito ejecutivo porque a su respecto falta alguno de los
requisitos o condiciones establecidas por la ley para que tenga la fuerza ejecutiva
que se le ha atribuido en la causa. (Corte de Apelaciones de Valparaíso, 2 de
diciembre de 2004, Rol 1912-2004).

6.7.- Cheque caducado no es título ejecutivo

Los cheques de autos se encuentran jurídicamente caducados, ya que trascurrió en


exceso el plazo a que alude el artículo 23 de la Ley sobre Cuentas Corrientes
Bancarias y Cheques para su cobro. No obsta a la conclusión anterior el hecho de
que los referidos documentos mercantiles fueran datados con fecha posterior a su
recepción, toda vez que dicha mención deberá tenerse por no escrita, según lo
establece expresamente el artículo 10, inciso segundo, de la ley precedentemente
citada. Al ser girados los cheques de autos no en pago de obligaciones, sino en
garantía de un mutuo, se ha desnaturalizado la finalidad para la que fueron
concebidos (Corte de Apelaciones de Rancagua, 10 de septiembre de 2004, Rol
21530-2004).

6.8.- Cheque protestado por otra causa distinta de las señaladas en artículo 22 de la
Ley de Cheques no pueden constituirse en título ejecutivo

Para que el protesto de un cheque haga nacer acción ejecutiva para su cobro,
resulta indispensable que el no pago, se origine exclusivamente en falta de fondos,
cuenta cerrada u orden de no pago dada por el librador por causales diversas de
las que autoriza la ley, según lo dispuesto en el artículo 22 de la misma normativa.

Acorde con lo expuesto, esta Corte ha sostenido que los cheques que sean
protestados por causales distintas de las establecidas en el artículo 22 de la Ley de
Cheques, carecen de la aptitud necesaria que exige el legislador para llegar a
constituirse, mediante y previa notificación judicial del protesto, en títulos
ejecutivos que sirvan de base o fundamento para la ejecución de una obligación
civil (Corte Suprema, Primera Sala, 2 de junio de 2014, Rol 14847-2013. En el mismo
sentido, la misma Corte y Sala en sentencias del 11 de octubre de 2007, Rol 4891-
2006 y 28 de enero de 2010, Rol 8123-2008).

7.- Pagaré

7.1.- Pagaré es título ejecutivo si acreedor cuenta con mandato para llenar espacios
en blanco y autorizar firma de suscriptor

El ejecutante se encontraba autorizado para proceder tanto al llenado de los


espacios en blanco como a autorizar la firma del suscriptor ante Notario y se
encontraba liberado de protestar el pagaré cuya ejecución se persigue, en términos
tales que no se excedió en forma alguna de los límites de su mandato sino, por el
contrario, se ajustó a sus términos. No existe, por tanto, vicio alguno de nulidad ni
en el pagaré referido ni en la obligación contenida en él.

Ello ha de conducir, por tanto, al rechazo de la excepción deducida basada tanto en


los argumentos de nulidad del pagaré que se sostiene determina la pérdida de
eficacia ejecutiva del mismo y de nulidad del mandato en virtud del cual se
suscribió el pagaré (Corte de Apelaciones de Santiago, 2 de mayo de 2014, Rol
8380-2013).

7.2.- Ineficacia de pagaré a la vista por no haber sido oportunamente protestado.


Hipótesis del artículo 49 de la Ley 18.092
La presentación del documento al cobro y su protesto por falta de pago son actos
distintos, que cumplen, asimismo, funciones diversas. El título de crédito es de
presentación o exhibición en el sentido que el deudor no está obligado a pagarlo
mientras no le sea exhibido, presentación que es, al mismo tiempo, una carga y un
poder para el acreedor cambiario. El protesto, en cambio, constituye por esencia un
acto jurídico solemne, destinado fundamentalmente a comprobar, en forma
indubitable, que el título fue efectivamente presentado al suscriptor para su pago
dentro del plazo correspondiente y también para probar si este último efectuó o no
dicho pago.

De lo razonado con antelación procede colegir que la situación sub lite, en la cual
aparece que el pagaré cuyo pago se pretende fue girado el 2 de marzo de 2012 y la
demanda de autos notificada el 6 de marzo de 2013, se subsume indiscutiblemente
en la hipótesis descrita en el artículo 49 de la Ley Nro. 18.092 y, en consecuencia,
no puede sino concluirse que el pagaré en comento ha perdido su valor y eficacia,
en los términos que particularmente dictamina la norma. Ello desde que no fue
pagado dentro del plazo de un año, contado desde su giro, ni fue oportunamente
protestado por falta de pago, caso este último en el cual la sanción antes dicha no
resultaría pertinente a la luz del precepto indicado (Corte Suprema, Primera Sala, 2
de septiembre de 2014, Rol 11603-2014).

7.3. Ineficacia de pagaré a la vista por no haber sido oportunamente protestado.


Hipótesis del artículo 49 de la Ley 18.092

La presentación del documento al cobro y su protesto por falta de pago son actos
distintos, que cumplen, asimismo, funciones diversas. El título de crédito es de
presentación o exhibición en el sentido que el deudor no está obligado a pagarlo
mientras no le sea exhibido, presentación que es, al mismo tiempo, una carga y un
poder para el acreedor cambiario. El protesto, en cambio, constituye por esencia un
acto jurídico solemne, destinado fundamentalmente a comprobar, en forma
indubitable, que el título fue efectivamente presentado al suscriptor para su pago
dentro del plazo correspondiente y también para probar si este último efectuó o no
dicho pago.
De lo razonado con antelación procede colegir que la situación sub lite, en la cual
aparece que el pagaré cuyo pago se pretende fue girado el 2 de marzo de 2012 y la
demanda de autos notificada el 6 de marzo de 2013, se subsume indiscutiblemente
en la hipótesis descrita en el artículo 49 de la Ley Nro. 18.092 y, en consecuencia,
no puede sino concluirse que el pagaré en comento ha perdido su valor y eficacia,
en los términos que particularmente dictamina la norma. Ello desde que no fue
pagado dentro del plazo de un año, contado desde su giro, ni fue oportunamente
protestado por falta de pago, caso este último en el cual la sanción antes dicha no
resultaría pertinente a la luz del precepto indicado.

La tesitura adoptada se encuentra, además, avalada por la jurisprudencia de esta


Corte que, en una situación idéntica, esto es, tratándose de un pagaré a la vista, el
cual se omitió protestar en el curso de un año contado desde su suscripción, afirma
que “… el artículo 49 de la Ley sobre Letras de Cambio y Pagarés dispone esa
caducidad cuando se incurre en tal omisión tratándose de estos documentos
extendidos a la vista; y en el caso de pagos parciales, rige la obligación del protesto
por el saldo no pagado (artículo 54).” Agrega incluso que la cláusula “de vuelta sin
protesto” u otro similar no es estipulable en las letras o pagarés a la vista y de
todas maneras, a pesar de ella, sin el protesto oportuno a que se refiere el artículo
49 de la ley se produce la caducidad del documento, beneficiándose todos los
obligados y dando origen a una excepción, en el juicio ejecutivo, encuadrable
precisamente en el número 7 del artículo 464 el Código de Procedimiento Civil”
(Corte Suprema, 13 de noviembre de 1985, autos Rol Nro. 654).

En esta misma dirección se pronuncia el profesor Ramón Domínguez Águila, autor


que, precisamente comentando el fallo mencionado en el motivo anterior,
manifiesta su conformidad con lo allí decidido expresando que: “Pero la Excma.
Corte Suprema, observando la diferencia entre el modelo ginebrino y la ley
nacional, ha decidido, acertadamente a nuestro entender, que el artículo 49 de la
Ley 18.092 contiene una caducidad especial, distinta a la que se sigue del perjuicio
de una letra o de un pagaré, puesto que es total: la falta de protesto oportuno de un
pagaré o de una letra a la vista produce la extinción de toda acción cambiaria, que
requería como supuesto tal diligencia del portador. “Quedará sin valor” dice la ley
nacional, es decir, queda privado de toda eficacia, ya no tiene el carácter
obligatorio de un pagaré o de una letra, ya no es eficaz como tal”. Agrega a
continuación “esta sanción resulta así inevitable, en el caso de un documento la
vista, sin el protesto oportuno, por mucho que se haya contenido en el título la
cláusula “devuelta sin gastos” o “sin obligación de protesto”, que el artículo 13 N°
4 permite y, en títulos que no son a la vista, da derecho al portador para conservar
sus acciones en contra del librador, endosantes y avalista de ambos, a pesar de que
el documento no se proteste. En estos casos, la falta de protesto no produce el
“perjuicio”, llamado por la ley caducidad (artículo 79); pero en el de un pagaré o
de una letra a la vista, la necesidad de protesto es ineludible, si el portador desea
evitar que el documento pierda todo valor, es decir, si desea evitar la caducidad
especial del artículo 49”. Finalmente, el autor mencionado hace presente que esta
doctrina “… tiene pues como fundamento la inteligencia el artículo 49 que contiene
una sanción original en nuestro texto, y que la Ley Nro. 18.092 no califica de
caducidad, limitándose a afirmar que la falta de protesto oportuno conduce a la
ineficacia del título cambiario. El hecho de llamar a esta sanción caducidad, no
debe pues conducir a confundirla con la caducidad ordinaria o “perjuicio” del
documento a que se refiere el artículo 79” (Corte Suprema, Primera Sala, 2 de
septiembre de 2014, Rol 11603-2014).

7.4.- Aplicación de hipótesis del artículo 70 de la Ley 18092 respecto de obligación


que consta en pagaré y se acelera

Debe tenerse en consideración que el procedimiento utilizado por el ejecutado para


pagar lo adeudado a la fecha de la presentación de la demanda, además de no
haber ocasionado perjuicio al ejecutante se ajustó a la norma del artículo 70 de la
Ley N°18.092, aplicable al pagaré de que se trata, que permite el pago mediante
depósito de dinero en la tesorería comunal respectiva. En otras palabras, la eficacia
de la cláusula de aceleración queda condicionada a que el deudor no haya
solucionado las cuotas vencidas a la fecha de notificación de la demanda, pues si lo
ha hecho, no se configura la mora que autorizaría exigir anticipadamente el pago
de las cuotas futuras (Corte Suprema, Primera Sala, 15 de diciembre de 2014, Rol
23112-2014).

8.- Improcedencia de plantear excepción ejecutiva en oportunidad procesal distinta


a la que concibe el legislador
Respecto de este punto la sentencia señaló que al no interponerse la excepción de
falta de requisitos del título del artículo 464 N°7 del Código de Procedimiento
Civil, en la oportunidad procesal prevista por la ley, se ha privado a la parte
ejecutante de exponer lo que juzgare pertinente sobre ella, derecho que le concede
el artículo 466 del Código de Procedimiento Civil para garantizar la bilateralidad
de la audiencia y, en definitiva, el debido proceso consagrado a nivel
constitucional en el artículo 19 N° 3, inciso 6°, de nuestra Carta Fundamental.
Además, en caso de existir controversia sobre los presupuestos materiales de la
excepción -como era el caso-, ella debió ser objeto de prueba y, desde luego, de un
pronunciamiento del Tribunal de primer grado que, en caso de ser estimatorio de
la excepción permitiera promover su revisión en una segunda instancia al
ejecutante, de todo lo cual se le privaría a éste de aceptarse la tardía interposición
de la excepción en comento en esta sede de casación.

Añade el fallo que por otra parte, no debe olvidarse que la enumeración de
excepciones que hace el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, si bien de
carácter taxativo, es meramente genérica o fundamental y no singulariza ni
determina los casos que pueden hallarse comprendidos en cada uno de los
diversos números que la componen, de modo que en un mismo número pueden
quedar incluidas diversas situaciones que constituyen otras tantas excepciones
jurídicas distintas, y cada uno de estos hechos debe ser considerado como una
excepción distinta sobre la cual deberá pronunciarse en particular el tribunal en su
sentencia.

Es en razón de lo anterior que aun cuando la ejecutada basó su oposición en el N° 7


del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil en el escrito que trata el artículo
465, lo cierto es que al alero de dicha norma se cuestionó el mérito ejecutivo de las
facturas fundándose únicamente en el artículo 1552 del Código Civil, en la letra a)
del artículo 5° de la Ley 19.983, y en el artículo 183 C del Código del Trabajo, pero
sin plantear la inexigibilidad de las obligaciones consignadas en las facturas por
omitirse en éstas las constancias de la letra b) del artículo 5 de la Ley N° 19.983 y,
por tanto, la inicial mención del artículo 464 N° 7 no autoriza al recurrente para
valerse de excepciones hasta ahora no debatidas en esta litis.
Concluye la sentencia en análisis que la excepción de falta de alguno de los
requisitos o condiciones establecidos por las leyes para que el título tenga fuerza
ejecutiva, fundado en la omisión de las constancias que señala el artículo 5° letra c)
de la Ley N° 19.983, debió oponerse en el escrito de contestación a la demanda
ejecutiva, y al no obrar así, ha precluido la oportunidad procesal para hacerlo
(Corte Suprema, Primera Sala, 6 de octubre de 2014, Rol 15267-2014).

9.- En el caso de los títulos ejecutivos compuestos no se exige que los diversos
documentos o antecedentes por sí solos tengan carácter ejecutivo

En las hipótesis de los denominados títulos ejecutivos compuestos no se exige que


los diversos documentos y antecedentes que lo conforman tengan por sí solos el
carácter de ejecutivos, pues es precisamente la complementación de los mismos y
las conexiones jurídicas concurrentes, que incluso pueden ser posteriores a la
formación del título documental, las que permiten atribuirle el carácter ejecutivo al
título en virtud del cual se dirige la respectiva acción de cobro. Y ello es
precisamente lo que acontece en la especie desde que el título que funda la
presente demanda se compone de los títulos formales que habilitan la ejecución,
como las sentencias firmes y el acta de avenimiento (artículos 434 N° 2 y 3 del
Código de Procedimiento Civil), como también de aquellos antecedentes que
justifican que el ejecutante pueda dirigir tales títulos contra el ejecutado, como son
los certificados de depósitos judiciales que acreditan el pago con subrogación, en la
situación del artículo 1610 N° 3 del Código Civil (Corte Suprema, Primera Sala, 31
de diciembre de 2014, Rol 23420-2014).

10.- Renovación de acción por excepción acogida en juicio ejecutiva. Alcance de


expresión "podrá" del artículo 477 del Código de Procedimiento Civil

Es del caso señalar que resulta ser un hecho de la causa que el tribunal, al acoger la
aludida excepción de falta de requisitos del título, se apoyó en la circunstancia de
no haberse preparado debidamente la ejecución con la necesaria gestión de
notificación judicial de las facturas
De la manera expuesta, no cabe duda que la excepción acogida se basó únicamente
en la existencia de un defecto puramente formal, relacionado con la inobservancia
de un requisito necesario para dotar a las facturas de mérito ejecutivo, situación
que queda incluida en la hipótesis de la falta de oportunidad a que se refiere el
citado artículo 477 y, por lo tanto, tiene el carácter de dilatoria, como la doctrina y
la jurisprudencia se ha encargado de precisar, incorporando en ese supuesto
situaciones previstas en el Nº 7 del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil
(fallos y comentarios expuestos en el Repertorio de Legislación y Jurisprudencia
Chilenas del Código de Procedimiento Civil, Tomo III, Tercera Edición de la
Editorial Jurídica de Chile. Páginas 178, 179 y 180);

El hecho de que la renovación de la acción se hubiese efectuado a través del


procedimiento ordinario, no es óbice para reiterar la aludida pretensión.

A este respecto, el artículo 477 del Código de Procedimiento Civil estatuye: “la
acción ejecutiva rechazada por incompetencia del tribunal, incapacidad, ineptitud
del libelo o falta de oportunidad en la ejecución, podrá renovarse con arreglo a los
preceptos de este Título”.

Luego, si bien el artículo 477 del Código de Procedimiento Civil otorga el derecho
a la renovación por medio del juicio ejecutivo, es lo cierto que el precepto emplea
al efecto la expresión “podrá”, lo cual significa que le otorga al actor la posibilidad
de utilizar de nuevo el procedimiento de ejecución, pero nada le impide hacer uso
del procedimiento que podría ser el adecuado según la naturaleza de la acción
deducida. No obstante, el ordinario o incluso el sumario serían los procedentes, en
el caso de que la acción ejecutiva se encontrara prescrita, situación que impide el
ejercicio de la acción ejecutiva según lo previene el artículo 442 del citado código,
evento que en justicia no puede impedir renovar el procedimiento (Corte Suprema,
Primera Sala, 12 de enero de 2015, Rol 9083-2014).

11.- Demanda ejecutiva de mutuo hipotecario no requiere acompañar tabla de


desarrollo de la deuda
No resultaba procedente exigir, para entender líquida la obligación, que en la
escritura pública del mutuo se hiciera referencia a “las tablas de desarrollo de la
deuda, aprobadas por la Superintendencia y protocolizadas en una notaría” de que
trata el artículo 111 de la Ley General de Bancos, por cuanto tal como lo indica el
enunciado de dicho artículo, dicha exigencia sólo es requerida para “Las
obligaciones hipotecarias a que se refiere este Título”, es decir, para las
denominadas “operaciones hipotecarias con letras de crédito”, cuestión que por lo
demás guarda estrecha relación con las normas sobre emisión, registro, sorteo,
amortización y reembolso de las letras de crédito, las que no tienen aplicación
respecto de créditos hipotecarios otorgados por los Bancos con recursos propios,
como ocurre en este caso (Corte Suprema, Primera Sala, 11 de marzo de 2015, Rol
24208-2014).

12.- Documento que no da cuenta de una deuda no obstante reconocida su firma


no es título ejecutivo

Si bien mediante la gestión preparatoria el ejecutante puede obtener un título que


lo habilite para exigir compulsivamente el pago de su crédito, ello no impide que el
ejecutado, dentro del juicio contradictorio, pueda oponer las excepciones
contempladas en el artículo 464 del Código de Procedimiento Civil e impugnar la
suficiencia del título.

El título ejecutivo es aquel que da cuenta de un derecho indubitable al cual la ley


otorga la suficiencia necesaria para exigir el cumplimiento forzado de una
obligación de dar, hacer o no hacer en él contenida, obligación que debe además
tener las características de ser líquida y actualmente exigible y de no hallarse
prescrita." (R.D.J. año 1997, T. XCIV, 2ª parte, secc. 1ª, pág. 64).

La excepción planteada en los autos, esto es, “la falta de alguno de los requisitos o
condiciones establecidos por las leyes para que dicho título tenga fuerza ejecutiva,
sea absolutamente, sea con relación al demandado”, es de aquellas que atañe a las
exigencias que han de concurrir para que el documento que sirve para sustentar la
acción incoada pueda ser considerado como ejecutivo, esto es, que haya sido
previsto como tal por el legislador y dé cuenta de una obligación, como se ha
dicho, líquida y actualmente exigible.

Con arreglo a lo preceptuado en el artículo 438 del Código de Procedimiento Civil,


una deuda es líquida en caso de encontrarse determinada en cuanto a su especie,
género o cantidad, incluyendo aquéllas que puedan liquidarse mediante simples
operaciones aritméticas; y es actualmente exigible si no se encuentra sujeta a
condición, plazo o modo.

En el caso de autos se invocó, como título de la ejecución, la gestión preparatoria


de reconocimiento de firma en que consta que la ejecutada reconoció la firma
estampada en el documento acompañado a dicha gestión. Sin embargo, efectuado
su análisis, se advierte que el mismo, en atención a los o términos en que aparece
redactado, no da cuenta de una obligación en contra de la ejecutada que reúna las
exigencias que autorizan su cobro compulsivo, lo que autoriza a acoger la
excepción del número 7° del artículo 464 del Código de Procedimiento Civil, sin
que ello afecte el ejercicio de otras acciones que competan a la ejecutante, tal como
determinaron los jueces del mérito, por lo que en dicho punto no se advierten los
yerros de derecho que denuncia el recurrente (Corte Suprema, Primera Sala, 28 de
julio de 2015, Rol 3333-2015).

II.- Nulidad de la obligación

La excepción que contempla el numeral 14 del artículo 464 del Código de


Procedimiento Civil corresponde a la nulidad de la obligación, la que puede ser
absoluta o relativa y ambas clases de nulidad pueden oponerse como excepciones a
la ejecución. Dicha causal de oposición dice relación con la existencia o validez del
acto o contrato que da origen a la obligación cuyo cumplimiento o pago se
pretende en el juicio ejecutivo. Lo impugnado a través de la misma no atañe al
carácter ejecutivo del título ni a la falta de condiciones establecidas por la ley para
que se le considere como tal o con la liquidez o exigibilidad de la deuda, sino a
cuestiones relativas a los elementos y exigencias que determinan el nacimiento o
legitimidad de la obligación y no con su naturaleza ejecutiva, para cuyos efectos el
legislador ha previsto especialmente la excepción del numeral 7° del artículo
citado. En efecto, va a proceder esta última excepción cada vez que falte alguno de
los requisitos para que proceda la acción ejecutiva, sea porque el título no reúne
todas las exigencias legales para que se le considere ejecutivo, o porque la deuda
no es líquida o no es actualmente exigible” (“La Ejecución Procesal Civil”. Sergio
Peña Neira. Editorial Metropolitana. Pág. 106 y 107)

Se ha establecido que es errado sostener que en un juicio ejecutivo no procede


discutir la validez o nulidad del convenio que sirve de título, por considerar que se
transformaría de juicio ejecutivo en litigio declaratorio de derechos y que dada la
naturaleza de los juicios ejecutivos no cabe resolver en ellos cuestiones que, lejos de
conducir a la finalidad de obtener que se cumpla una obligación, tendrían como
consecuencia que se hagan declaraciones de las cuales dependería la existencia o
inexistencia de la obligación cuyo cumplimiento se persigue. Dicha conclusión no
se compadece con el texto del número 14 del artículo 464 del Código de
Procedimiento Civil, que contempla expresamente la excepción de nulidad de la
obligación como una de las que el ejecutado puede oponer a la ejecución”. (Manual
de Procedimiento Civil. El juicio Ejecutivo”. Editorial jurídica de Chile. Año 1994.
Pág 109) (Corte Suprema, Primera Sala, 13 de julio de 2015, Rol 32942-2014).

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