Canto Nuevo Chileno Un Legado Musical-23-32
Canto Nuevo Chileno Un Legado Musical-23-32
Canto Nuevo Chileno Un Legado Musical-23-32
Para determinar el tipo de literatura y música que el conquistador poseía habría que consi-
derar lo que vendrían a ser sus intereses culturales derivados de la época. Ellos dicen relación
con un espíritu individualista muy vivo y que se evidencia en un afán de riqueza y de gloria.
También hay que reparar en el bajo estrato social de la mayoría de los inmigrantes. Por tanto,
sus gustos son más bien corrientes y su preparación letrada deficiente. Su literatura, expresada
a través de la oralidad, dice relación con la canción regional de su lugar de origen - en la que se
mezclan alegres canciones españolas de ritmos fuertes y brillantes, canciones de cuna, villancicos,
refranes, romances, etc. - con la melancolía y añoranza por la tierra lejana.
La voz de la tradición
De acuerdo con el historiador Francisco Encina, más del 80% de los españoles que llegaron
a Chile entre 1530 y 1630 corresponden a castellanos y andaluces. El grupo más numeroso lo
componían los andaluces de Córdoba, Sevilla y Cádiz y los castellanos nuevos de las provincias
de Madrid y Toledo. Ellos constituyeron la base fundamental española del pueblo chileno. Es así
como introdujeron su lengua y sus canciones afincando un nuevo conglomerado cultural.
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PAHISSA, Jaime. Sendas y cumbres de la música española. Editorial Hachette. Buenos Aires. 1955. Pág .66
Poetas y Conquistadores
El concepto de Folklore
La disciplina del folklore abarca variadas áreas del saber popular, puesto que recoge las
historias de vida de un pueblo. A través de distintos saberes de insospechadas dimensiones y
trasmitido de generación en generación, se van tejiendo las relaciones sociales de un país y va
formándose su identidad. Antonio Machado y Alvarez, en 1869, sabiamente decía ¿Queréis
conocer la historia de un pueblo? Oíd sus romances. ¿Aspiráis a saber de lo que es capaz ?
Estudiad sus cantares. Ciertamente, el imaginario colectivo de un pueblo se encuentra en sus
expresiones más sensibles, en su arte y en sus tradiciones.
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El Canto Nuevo de Chile
posiciones cuyos textos aluden a un hecho folklórico (llamados también costumbristas) y que
efectivamente utilizan un ritmo que representó a una comunidad en determinada época, ello no
quiere decir que tenga el atributo de “canción folklórica”. Esta lo será en la medida que repre-
sente a una comunidad, la haga suya y signifique. Desde esta perspectiva, una canción de
Violeta Parra como “Volver a los 17” en rigor no es canción folklórica, pero podrá llegar a serlo
si el pueblo la apropia y la instala en el repertorio tradicional chileno. Al igual una sirilla - ritmo
tradicional de la isla de Chiloé - como “La Tejedora” de la autora Sandra Ramírez y ganadora del
Festival de la Canción de Viña del Mar el año 1982, no es folklórica por el solo hecho de utilizar
una cualidad folklórica. Al igual que el ejemplo anterior, lo será en la medida que represente
posteriormente a una comunidad y que se cante en determinada ocasionalidad folklórica ha-
ciendo uso de ella como bien común. La ocasionalidad folklórica según el destacado antropólogo
y folklorólogo chileno Manuel Dannemann es:
El Romance
Desde el folklore, entonces, como categoría, podemos afirmar que el romance es una forma
poético musical que se instala en Chile y otras partes de Latinoamérica como México y Perú,
con atributos folklóricos. Las canciones chilenas compuestas en el anonimato lo utilizan en
formas denominadas por el pueblo como tonadas y cuecas, entre otras. En México aparece en
forma de corrido. Este tipo de canciones se considerarán romances en la medida que posean
técnica romancesca bien desarrollada según lo enunciado en subcapítulos anteriores. El corri-
do mexicano, por ejemplo, forma musical que también ha plantado su semilla en nuestro país,
expresa los sentimientos de la gente a propósito de los acontecimientos y anhelos colectivos, al
igual que los romances castellanos descritos anteriormente.
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DANNEMANN, Manuel. Teorías del folklore en América Latina. Texto publicado por la Biblioteca
28 .Inidef.Conac.Venezuela. 1975. Pág- 8
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Poetas y Conquistadores
Si bien los romances antiguos son escasos en Chile, ya que sus letras señalan hazañas que
el pueblo chileno desconoce, éstos aún persisten en el repertorio popular y corresponden a
romances relacionados con acontecimientos épicos.
11
MENDOZA, Vicente. El corrido de la revolución mexicana.Universidad Nacional Autónoma de México. 1990. Pág. 10
12
ibid. Pág.11 29
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Este romance fue recogido por el equipo de Julio Vicuña Cifuentes. El recitador fue Manuel
Flores, de sesenta y cinco años en Coihueco, provincia de Ñuble. Este ejemplo revela la fuerza
que tuvo el romance en la memoria popular. Ramón Menéndez Pidal dice al respecto:
Fruto de un recuerdo tan antiguo y repetido, el romancero persiste hoy con fuer-
za entre los judíos españoles...en las regiones españolas de habla no
castellana...en Portugal...y en la América española...La experiencia ha venido a
comprobar...que el romance tradicional existe donde quiere que se le sepa bus-
car en los vastos territorios en que se habla español, portugués y catalán; allí
donde se tenga noticia de su existencia, una hábil indagación lo descubrirá in-
dudablemente.14
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Poetas y Conquistadores
¿Dónde está...
dónde estará mi negrito ?
¿dónde estará mi consuelo ?
¿dónde estará mi negrito ? Se fueron a lejanas tierras
Que lo estoy echando de menos. Blanca Flor y Filomena.,
a los nueve meses vino
Llegó un galán de lejanas tierras a la casa de su suegra.15
se casó con una de ellas,
se cansó con Blanca Flor ¿Dónde está...
y pena por Filomena. dónde estará mi negrito ?
¿dónde estará mi consuelo ?
¿dónde estará mi negrito ?
Que lo estoy echando de menos.
Blanca Flor y Filomena (2)
Versión recitada encontrada
en San Fernando
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El Canto Nuevo de Chile
en ancas se la llevó,
y en la mitad del camino
su pecho le declaró;
después de cumplir su gusto
la lengua le cortó.
Con la sangre de sus venas
ella una carta escribió,
a un pastor que va pasando
por señas lo llamó -
_Toma pastor esta carta,
llévasela a Blanca Flor._
Blanca Flor, desde que la vio,
con el susto mal parió; El duque don Bernardino
manda prender su marido de un risco se despeñó,
por alevoso y traidor. y se hizo mil pedazos
y el diablo se lo llevó.16
Nuestros juglares criollos, ya denominados cantores populares, comienzan a componer
respecto a aquellos temas que les interesan haciendo suya la cuarteta glosada en cuatro déci-
mas - glosa española o décima espinela - a las que le agregan una quinta llamada “despedida”.
Los versos son octosílabos. Esta estructura permite a la memoria actuar asequiblemente lo que
facilita la composición y la interpretación. Cabe señalar que la mayoría de estos cantores o
poetas populares eran analfabetos, situación que hoy ha cambiado, aún así el uso de la décima
espinela sigue siendo la forma favorita de los cantores a lo humano y a lo divino. Esta división
temática también procede de los cancioneros españoles de los siglos XVI y XVII y va a enraizarse
de tal manera en nuestro país que llega a ser posesión casi exclusiva de los llamados payadores
chilenos.
Poetas Populares
El poeta popular es aquel miembro de la comunidad que siente por vocación natural la
misión de plasmar los sentires de las gentes. Todo aquel acontecimiento que reviste importan-
cia colectiva es material obligado del poeta para construir su canto. Sean catástrofes naturales,
crímenes pasionales, contingencias políticas etc., este creador y cronista los irá revistiendo con
su posición u opinión incorporándole atributos humorísticos, dramáticos o de simple interven-
ción emocional. Cabe señalar que en Chile el término de cantor y poeta (pueta en jerga popular)
se entremezclan pues se fundirán poeta y cantor. Existirán aquellos que se acompañarán de la
guitarra, arpa, rabel o guitarrón y que no siempre compondrán sus propios versos (denomina-
dos versos ocultos) y aquellos que harán sólo de poetas y que imprimirán posteriormente sus
obras en las Liras Populares. Si bien durante muchos años la poesía popular se mantuvo fuer-
temente vigente fue durante la guerra contra España, en el gobierno de José Joaquín Pérez
(1861-1871), que se produjo el empujón que necesitaba para desbordar su sensibilidad y crea-
tividad. Como señaláramos en párrafos anteriores, el origen de esta forma de expresión está en
la necesidad de compartir información cargada de emotividad, tal como los primeros juglares
del siglo XII. Esta afirmación se sustenta en situaciones como la que ocurrió en el Chile de
mediados del siglo XIX y que Juan Uribe describe así:
32 16
VICUÑA CIFUENTES, op.cit. Pág. 66 - 67.
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Poetas y Conquistadores
17
URIBE Echeverría, Juan. Canciones y Poesías de la Guerra del Pacífico 1879.Ediciones universitarias de
Valparaíso. Editorial Renacimiento. Santiago.1979 Pág.20. 33
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El Canto Nuevo de Chile
Entre los poetas populares del siglo XIX surge la figura de Bernardino Guajardo como el
más destacado de ellos. Nace en Pelequén según su propia biografía y vivió entre 1810 (?) y
1886. Vendía sus hojas personalmente en el Mercado Central y con mucho éxito llega a confor-
mar diez folletos, los que serían publicados en 1881.
El Pago de Chile
Nuestro nuevo Presidente
si bien sabe gobernar,
fácil le será aliviar
la miseria al indigente.
Primero, su protección
ha de ser con el soldado
que tantas glorias le ha dado
a su patria y a la nación.
Es de suma obligación El que antes fue voluntario
proteger a ese valiente hoy dice de esta manera:
que puso su pecho al frente no estoy para la cartera
muriendo por no humillarse de ir a buscar al contrario.
nuestro nuevo Presidente.- Porque nuestro campanario
nos embroma hasta el presente
el sueldo que justamente
Ese eminente guerrero
ganamos, no quieren dar,
vencedor de dos naciones,
viendo que ya hace robar
hoy en mil tribulaciones
la miseria al indigente.
mendiga cual pordiosero.
Al magistrado primero,
es a quien debe reclamar Al fin, jefes que en la guerra
por su sueldo y no dejar por no pelear se escondieron,
que lo enrede la codicia, los más premios recibieron
don Domingo hará justicia así se usa en esta tierra.
si bien sabe gobernar. Sólo al decir esto aterra
porque es cosa que entristece,
Señores, ¿qué les parece ?
Es sensible y doloroso
en esta campaña tosca,
ver a tanto pobre inválido
el cobarde mama rosca
de flaqueza y hombre pálido
y el bravo, de hambre perece.
y en un estado andrajoso.
Aquel que fue victorioso
en la tierra y en el mar,
su patriotismo sin par
nunca jamás se le paga;
más al Supremo esta plaga
fácil le será aliviar.
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Además de Bernardino Guajardo, tal vez nuestro primer trovador por excelencia, podemos
citar a Rosa Araneda, Adolfo Reyes, Juana Acevedo, José Hipólito Cordero, Daniel Meneses,
Justo Pastor Robles, Rosa Leyton, Juan de Dios Peralta, Juan Agustín Pizarro y Abrahan Jesús
Brito entre muchos otros que le han dado gloria a nuestra poesía popular.
De aquí en adelante nos referiremos al poeta-cantor popular que firma sus obras, que publi-
ca y cuyo canto intenta expresar su sentir compartiéndolo con el público encarando una au-
diencia ya le sea adversa o positiva. Puesto que por un camino paralelo a éste irá transitando el
canto anónimo de juglares, como por ejemplo los payadores, las cantoras y otros cultores de
formas folklóricas que seguirán interpretando tradiciones no obstante el peso avasallador de la
industria cultural. El interés de este ensayo está centrado en el arte de los trovadores chilenos,
cuyo tronco es común al folklore pero que luego sigue camino propio. Los poetas dialogarán
constantemente con el acervo cultural venido del pueblo tomando su riqueza para engrandeci-
miento de su obra. No obstante, son bienes culturales distintos. En España por ejemplo, Fede-
rico García Lorca tomará la forma del antiguo romance castellano y lo hará suyo para compo-
ner Romance Gitano, en 1928 o Romance sonámbulo, canción que luego será interpretada por
disímiles cantantes. Más adelante Violeta Parra pasará de cultora -intérprete que hace uso de
un bien tradicional en funcionalidad con el pueblo- a creadora transformando o desbordando el
imaginario musical chileno y latinoamericano.
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