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Los juristas han elaborado numerosas definiciones del derecho a lo largo de los siglos.

Sin
embargo, no existe una definición que goce de aceptación generalizada.

La Real Academia Española define el derecho como el «conjunto de normas, principios,


costumbres y concepciones jurisprudenciales y de la comunidad jurídica, de los que se derivan
las normas de organización de la sociedad y de los poderes públicos, así como los derechos de
los individuos y sus relaciones con aquellos».

El derecho es un conjunto o sistema de normas jurídicas, de carácter general, que se dictan


para regir sobre toda la sociedad o sectores preestablecidos por las necesidades de la
regulación social, que se imponen de forma obligatoria a los destinatarios y cuyo
incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva o la respuesta del Estado a tales acciones.

Estas normas no son resultado solamente de elementos racionales, sino que en la formación
de las mismas inciden otros elementos, tales como intereses políticos y socioeconómicos, de
valores y exigencias sociales predominantes, que condicionan una determinada voluntad
política y jurídica, que en tanto se haga dominante se hace valer a través de las reglas de
derecho. A su vez esas normas expresan esos valores, conceptos y exigencias, y contendrán los
mecanismos para propiciar la realización de los mismos a través de las conductas permitidas,
prohibidas o exigidas en las diferentes esferas de la vida social.

La diversidad social y de esferas en que metodológica y jurídicamente se pueden agrupar, es


consecuencia del nivel de desarrollo no solo de las relaciones, sino también de la normativa y
de las exigencias de progreso de las mismas, pero aún con esta multiplicidad de normativas
existentes, el derecho ha de ser considerado como un todo, como un conjunto armónico. Esa
armonía interna puede producirse por la existencia de la voluntad política y jurídica que en
ellas subyace. En sociedades plurales, la armonía de la voluntad política depende de la
coincidencia de intereses de los grupos políticos partidistas predominantes en el poder
legislativo y en el poder ejecutivo, así como de la continuidad de los mismos en el tiempo.
Cambios también se pueden producir con las variaciones de los intereses socioeconómicos y
políticos predominantes, al variar la composición parlamentaria o del gobierno. Asimismo, en
sociedades monopartidistas y con presupuesto de la unidad sobre la base de la
heterogeneidad social existente, la armonía de la voluntad normativa es mucho más factible si
bien menos democrática, lo que no quiere decir que se logre permanentemente.

Doctrinariamente se defiende la existencia de unidad y coherencia; pero lo cierto es que en la


práctica lo anterior es absolutamente imposible en su aspecto formal, a pesar de los intereses
y valores en juego, por cuanto las disposiciones normativas se promulgan en distintos
momentos históricos, por órganos del Estado diferentes, e incluso dominados estos por
mayorías políticas o con expresiones de voluntades políticas muy disímiles. Igualmente no
siempre hay un programa preelaborado para la actuación normativa del Estado (programas
legislativos), sino que la promulgación de una u otra disposición depende de las necesidades o
imposiciones del momento. En tales situaciones se regulan relaciones sociales de una forma,
con cierto reconocimiento de derechos e imposiciones de deberes, con determinadas
limitaciones, se establecen mandatos de ineludible cumplimiento; y estas disposiciones
pueden ser cuestionadas por otros órganos del Estado, derogadas por los superiores, o
modificadas por los mismos productores meses o años después. Es decir, en el plano formal,
haciendo un análisis de la existencia de una diversidad de disposiciones, encontraremos
disposiciones que regulan de manera diferente ciertas instituciones, las prohíben, las admiten,
introducen variaciones en su regulación, o que también en el proceso de modificación o
derogación, se producen vacíos o lagunas, es decir, esferas o situaciones desreguladas.

En el orden fáctico, y usando argumentos de la teoría política, las bases para la armonía las
ofrece, ciertamente, la existencia de una voluntad política predominante, y de ciertos y
determinados intereses políticos en juego que desean hacerse prevalecer. Y desde el punto de
vista jurídico-formal, la existencia de un conjunto de principios que en el orden técnico jurídico
hacen que unas disposiciones se subordinen a otras, que la producción normativa de un
órgano prime sobre la de otros, que unas posteriores puedan dejar sin vigor a otras anteriores,
como resulta de los principios de jerarquía normativa, no por el rango formal de la norma, sino
por la jerarquía del órgano del aparato estatal que ha sido facultado para dictarla o que la ha
dictado; de prevalencia de la norma especial sobre la general; que permita que puedan existir
leyes generales y a su lado leyes específicas para ciertas circunstancias o instituciones y que
permitan regularla de forma diferenciada, y aun así ambas tengan valor jurídico y fuerza
obligatoria; o el principio de derogación de la norma anterior por la posterior, etcétera.

Clasificaciones

El Derecho es el conjunto de principios normas, expresivos de una idea de justicia, que regula
las relaciones humanas en toda sociedad y cuyo observancia puede ser impuesta de manera
coactiva.[1] Asimismo, el Derecho puede verse como un medio que sirve para ordenar la
conducta humana, pero existen varias interpretaciones sobre el sentido de esto, por ejemplo,
el estadounidense Fuller; partía de un concepto de Derecho eminentemente funcional: el
Derecho en cuanto guía de la conducta humana, considerándolo como un instrumento del que
se sirve el poder del Estado para asegurar la dominación de una clase sobre otra, así como la
ideología, puesto que contribuye de una manera encubierta.[2]

La función social del Derecho se puede entender básicamente como:

Función à En las ciencias sociales pudiera significar la prestación de un determinado Órgano al


organismo, o bien una relación de dependencia o interdependencia entre dos o más factores
variables.

Sociedad à entendida como un todo social, la sociedad en su conjunto o alguna institución o


grupo social en particular.

Derecho à Conjunto de ordenamientos jurídico, institución o norma jurídica en particular.[3]


De acuerdo a la función social establecida en el Derecho, se dan ciertos fines para el
cumplimento de dicha función. Estos fines son valores fundamentales en todo orden jurídico,
que debe seguir el Derecho para poder realizar un cambio social en las personas del sistema
jurídico determinado. En este orden de ideas, los fines principales que busca cumplir el
derecho son la justicia, la seguridad social y el bien común.

JUSTICIA

Desde siempre el Derecho ha ido en búsqueda de un valor fundamental, la justicia. Ya relataba


Hesiodo, uno de los grandes exponentes de la mitología griega, en el siglo VII a. C., una visión
pesimista de la humanidad, pero con un hálito de esperanza: Zeus, el dios supremo de los
griegos, decreto que las criaturas de la Tierra habrían de ser mortales, y que la muerte les
llegaría a través de la aniquilación recíproca. Sin embargo, atemperó su decreto
concediéndoles el instrumento de la justicia para escapar de tal horrendo destino de
autodestrucción. Por supuesto, correspondería a los hombres mismos definir qué es la justicia
y determinar quién y cómo aplicaría este instrumento de salvación de la humanidad.[4]

images.jpegSi bien, la justicia ha sido considerada por el Derecho como el valor jurídico por
antonomasia, al que se le ha aplicado un sentido moral en el campo del Derecho. Al afirmar
que un Derecho es justo, nos referimos a que satisface una serie de valores como la igualdad,
la libertad y la seguridad.[5]

Sin embargo, hay diversas concepciones de justicia que varían de acuerdo al autor y al punto
de vista de la doctrina que lo define; en atención a esto, muchos autores no concuerda en sus
definiciones de justicia, pues cada uno toma valores y consideraciones inherentes a su
pensamiento.

Kelsen habló acerca de la justicia y explicaba: “Como la ciencia es mi profesión y, por lo tanto,
lo más importante de mi vida, para mí la justicia es aquella bajo cuya protección puede florecer
la ciencia y, con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la
paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.”[6]

SEGURIDAD JURÍDICA

Estableciendo un marco general, la seguridad es la condición de estar libre y exento de todo


peligro, daño o riesgo. El conjunto de normas que conforman el derecho tiene como uno de
sus fines ideales o últimos que los individuos podamos, cumplir con nuestras obligaciones
disfrutar nuestros derechos, con la seguridad de que no seremos destruidos por otros, usados
de lo nuestro.[7]
Para Mario Álvarez, la seguridad jurídica es la certeza o posibilidad de la precisión con que
cuenta el gobernador para saber qué conductas son jurídicamente debidas y cuáles no. Gracias
al Derecho, en las sociedades se establece claramente el margen entre lo jurídico y lo no
jurídico y, por lo tanto, se distingue entre las acciones u omisiones que pueden ser reprimidas
coactivamente de aquellas que no pueden serlo.[8]

El mismo autor continúa diciendo que la seguridad jurídica garantiza dos situaciones básicas:
un margen de acción a los gobernados y la certidumbre de que la acción de la autoridad tendrá
límites. La seguridad jurídica prescribe y garantiza un número cierto de procedimientos
sociales.[9]

BIEN COMÚN

El bien común es aquel que no es privativo de nadie, sino que pertenece o se extiende a las
sociedades en general; al promoverlo se busca el bienestar de la mayoría de los miembros de
la comunidad. Como fin del derecho, el bien común hace referencia a la búsqueda del
bienestar general económico y social.[10]

Para Platón no hay más leyes verdaderas que las que tienen al bien común de la polis; las leyes
que tienen sólo por objeto la ventaja de algunos únicamente, pertenecen a facciones y no a
gobiernos; lo que en ellas se llama justicia, no es más que una buena palabra.[11]

images-1En este mismo sentido, Santo Tomás de Aquino explica que la ley no es más que un
ordenamiento de la razón, en orden al bien común, promulgado por aquel que tiene a su
cuidado la comunidad.[12]

Recaséns Siches menciona que las leyes deben ser expresión de la voluntad general,
apuntando a principios generales de razón, o lo que es lo mismo, deben proponerse siempre y
necesariamente la realización del bien común, el cual comprende a todos los individuos sin
excepción.[13]

Arias concluye su idea diciendo que en nuestras relaciones sociales debemos evitar todo
egoísmo y pensar siempre antes de actuar, buscando el bien común, el que beneficia más no a
mi interés personal, sino al grupo. Este fin del bien común debe plasmarse en reglas, normas
de cumplimiento obligatorio que impulsen o estimulen como sistema el desarrollo de cada uno
de los miembros; en este sentido, el abogado debe siempre tener en miente el bien común
pues no es lícito que atendamos como bueno o como legal algo que sabemos que es inmoral o
ilegal.[14]
Como conclusión podemos decir que los valores intrínsecos del Derecho y la función principal
del mismo, versa sobre la justicia, la seguridad jurídica y el bien común; valores relacionados
entre sí que busca cualquier orden jurídico. La justicia versa sobre el bien común, aquello que
se logra con el esfuerzo de dos o más personas y la justicia solo funciona para el bien común;
para conseguir alcanzar la justicia de acuerdo al bien Unknown-1común debe darse la certeza
a los gobernados que se cumplirá con la Ley y que todo que este en contra de ella será
castigado, estableciendo así la seguridad jurídica en el sistema de Derecho.

[1] Cfr. ARIAS PURÓN, Ricardo Travis, Conceptos Jurídicos Fundamentales, Ed. Patria, México,
2012, p. 20.

[2] Cfr. ATIENZA, Manuel, El sentido del derecho, 2a. ed., Ed. Ariel, España, 2003, pp. 145 y
146.

[3] Cfr. Ibidem, p. 149.

[4] Cfr. ARIAS PURÓN, Ricardo Travis, Op. Cit., p. 29.

[5] Cfr. ATIENZA, Manuel, Op. Cit., p. 173.

[6] KELSEN, Hans, ¿Qué es la justicia?, 28a. ed, Ed. Fontamara, México, 2014, p. 83.

[7] Cfr. ARIAS PURÓN, Ricardo Travis, Op. Cit., p. 26 in fine.

[8] Cfr. ÁLVAREZ LEDESMA, Mario I., Conceptos Jurídicos Fundamentales, Ed. Mc Graw Hill,
México, 2008, p. 74.

[9] Cfr. Ibidem, p. 75.

[10] Cfr. ARIAS PURÓN, Ricardo Travis, Op. Cit., p. 34.

[11] Cfr. Loc. Cit.

[12] Cfr. Ibídem, p. 35


[13] Cfr. Loc. Cit.

[14] Cfr. Loc. Cit.

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Bien común

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Para otros usos de este término, véase Bien común (desambiguación).

El bien común o procomún es un concepto que en general puede ser entendido como aquello
que nos influye para bien a todos los ciudadanos o como los sistemas sociales, instituciones y
medios socioeconómicos de los que ellos dependen.1 Más recientemente, John Rawls lo
definió como “ciertas condiciones generales que son de ventaja para todos”.[cita requerida]

De acuerdo a Renate Mayntz,2 todas las grandes ciencias comparten un interés en las
precondiciones necesarias para obtener un cierto fin social que es percibido como deseable.
Consecuentemente el concepto de bien común contiene diferentes elementos o puede ser
estudiado desde diferentes perspectivas. Por ejemplo: la riqueza general del bienestar
económico (ver Commonwealth3), el interés general o público (Gemeinwohl o Intérêt général)
de la ciencia política.4 y el «Bonun commune» de la tradición filosófica europea o cristiana.5

Índice

1 Aspecto económico: la riqueza común

2 Aspecto social: el bienestar común

3 Aspecto filosófico: el bien común

3.1 Características

3.2 Críticas

4 Notas y referencias
5 Véase también

6 Enlaces externos

Aspecto económico: la riqueza común

Artículo principal: Bien común (economía)

Desde el punto de vista de las personas también se puede votar a través de papeles
económicos generales, el concepto admite varios posibles significados. Por ejemplo, se puede
aplicar a aquel bien que ya sea pertenece o es de usufructo a una comunidad o la sociedad en
su conjunto. Este significado se remonta a la antigüedad (ver Los comunes), y se diferenciaba a
su vez en dos grandes sectores: la propiedad comunal como tal y la propiedad estatal o
pública.6 Algunos de los clásicos de la economía política percibían la evolución de las
relaciones o sistemas de producción como llevando inevitablemente hacia la propiedad común
de los mismos. (ver Socialización de los medios de producción ). Esa visión -ver Bien común
(Economía política)- influyó fuertemente la de algunos economistas (por ejemplo Joseph Alois
Schumpeter) pero gozó de poca aplicación en la economía de los países occidentales durante
buena parte del siglo XX. Sin embargo, en la actualidad ha habido una revitalización del interés
en este aspecto del concepto, especialmente en la propiedad comunal a diferencia de la
estatal o pública (ver Recursos comunes).

La segunda acepción -bien común como aquel que es de usufructo o consumo común- deriva
de una sugerencia de Paul Samuelson acerca de los bienes públicos, que serían aquellos cuyo
consumo por un individuo no disminuye su disponibilidad para otros.7

El concepto también se puede referir a algo así como la conveniencia económica -o bienestar
socioeconómico- general de una sociedad o comunidad o la situación que maximiza la suma
del beneficio o utilidad de todos y cada uno de los individuos.

Desde este punto de vista el concepto puede ser entendido como utilitario o instrumental:8 la
riqueza provee las bases prácticas para que los individuos puedan lograr su perfección tal
como ellos la entienden. Esa perfección no es cuestión que otros puedan definir,9 pero sin esa
base material, los individuos no están en condiciones de perseguir su propio mejoramiento
(ver, por ejemplo: Pirámide de Maslow).

Si entendemos entonces el bien común como la condición material (la riqueza general) que
permite ese desarrollo, encontramos que la economía moderna ofrece una definición formal
de bien común: es la suma cuantitativa de las utilidades de los miembros de una sociedad (el
público) pero con el agregado de una condición fundamental: esa riqueza común debe incluir a
todos: sin bienestar de todos los individuos, no puede haber bienestar general (ver Economía
del bienestar.

Aspecto social: el bienestar común


Véanse también: Interés público y Calidad de vida.

El interés desde este punto de vista no se centra en individuos sino en comunidades o


sociedades. En las palabras de Simón Bolívar: “Son derechos del hombre: la libertad, la
seguridad, la prosperidad y la igualdad. La felicidad general, que es el objeto de la sociedad,
consiste en el perfecto goce de estos derechos” y "El sistema de gobierno más perfecto es
aquél que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor
suma de estabilidad política."

En esta perspectiva no puede haber bien común a menos que las sociedades estén integradas
y sean estables (es decir, que haya Cohesión social). En otras palabras: a menos que esos
sistemas sociales sean viables en el largo plazo. Pero lo que incrementa esa viabilidad social no
necesariamente aumenta la utilidad individual o bienestar de cada individuo.

Así, desde este punto de vista se puede entender el bien común como la suma de las
condiciones de la vida social que permiten que los individuos libremente den forma a sus
vidas. El propósito del Estado (entendido como la sociedad políticamente organizada) sería
entonces proveer a los individuos de los medios para que puedan efectivamente llevar a cabo
esas elecciones. John Rawls sin embargo introduce una distinción entre "lo bueno", que es
crear un mundo material mejor -como quiera que eso se defina- y "lo justo", que crea las
condiciones para una sociedad libre y justa, una que permite la persecución de la virtud pero
no prescribe el cómo hacerlo o qué es exactamente lo que se desea. Así, el bien común sería el
bien que es común a cada ciudadano, el bien de cada uno de los ciudadanos, más que una
concepción definida o concreta de lo que constituye el bien para todos y cada uno.10

Todo lo anterior ha dado origen a una rica y compleja series de estudios (ver, por ejemplo:
Cambio social y Conflicto social).

Aspecto filosófico: el bien común

Artículo principal: Bien común (filosofía)

Por bien común se entiende, en filosofía en general, aquello que es compartido por y de
beneficio (en el sentido de un mejoramiento general, no solo físico o económico) para todos
los miembros de una comunidad: “El bien común abarca el conjunto de aquellas condiciones
de la vida social, con las cuales los hombres, las familias y las asociaciones pueden lograr con
mayor plenitud y facilidad su propia perfección.”11

Más explícitamente, en la Doctrina Social de la Iglesia en su numeral 164 dice: De la dignidad,


unidad e igualdad de todas las personas deriva, en primer lugar, el principio del bien común, al
que debe referirse todo aspecto de la vida social para encontrar plenitud de sentido. Según
una primera y vasta acepción, por bien común se entiende « el conjunto de condiciones de la
vida social que hacen posible a las asociaciones y a cada uno de sus miembros el logro más
pleno y más fácil de la propia perfección ».
En esta concepción el bien común no es la suma de los bienes de cada uno de los miembros de
la sociedad ya que ese bien es indivisible y solo con la colaboración de todos puede ser
alcanzado, aumentado y protegido.12 Afecta a la vida de todos. Exige la prudencia por parte
de cada uno, y más aún por la de aquellos que ejercen la autoridad.13 Posiciones fuertemente
influidas por este punto de vista han sido incorporadas en las constituciones y legislaciones de
numerosos países y es extenso en la posición de la iglesia católica. Por ejemplo, en la Doctrina
Social de la Iglesia, a partir de la encíclica Rerum Novarum. En encíclicas posteriores se ha
seguido profundizando en su concepto.

Esta percepción deriva de los clásicos griegos (principalmente Platón y Aristóteles) a través de
la tradición escolástica, especialmente del trabajo de quien es considerado su más grande
representante: Tomás de Aquino, quien reintroduce el tema en su Suma teológica -cuestión
98- cuando al hablar sobre la esencia de la ley afirma que esta:

no es más que una prescripción de la razón, en orden al bien común, promulgada por aquel
que tiene el cuidado de la comunidad

Así el bien común es también fin común. Algo no necesariamente existente, pero a ser
obtenido. En las palabras de Píndaro: "llega a ser el que eres". A partir de eso, de Aquino
sugiere:

constituyéndose la ley ante todo por orden al bien común, cualquier otro precepto sobre un
objeto particular no tiene razón de ley sino en cuanto se ordena al bien común. Por tanto, toda
ley se ordena al bien común

Parece seguir entonces que sería el deber común o general adecuar la acción de todos y cada
uno (por lo menos, dentro de ciertos límites) a la preservación u obtención de ese bien común:
“Si toda comunidad humana posee un bien común que la configura en cuanto tal, la realización
más completa de este bien común se verifica en la comunidad política. Corresponde al Estado
defender y promover el bien común de la sociedad civil, de los ciudadanos y de las
instituciones intermedias” (CIC, n. 1910).

Características

Deriva de la naturaleza humana y es por lo tanto superior a cualquier individuo: “La persona
que se ordena al bien común, porque la sociedad, a su vez, está ordenada a la persona y a su
bien, estando ambas subordinadas al bien supremo, que es Dios” (Ibañez Langlois, José Miguel,
o.c., p. 86).

No es la suma de los bienes individuales, tampoco la sociedad es la mera suma de los


individuos. La sociedad es necesaria para que la persona se realice como tal, y debe presentar
una serie de condiciones que hagan posible el desarrollo simultáneo de la persona y de ella
misma, hacia la perfección que se dará histórica y culturalmente. No hablamos aquí de unas
condiciones mínimas de desarrollo, ni de algo necesariamente material (aunque lo material
forma parte de la “integridad” del desarrollo humano). Hablamos de condiciones de
posibilidad.
Redunda en provecho de todos: “El bien común está siempre orientado hacia el progreso de
las personas: ‘el orden social y su progreso deben subordinarse al bien de las personas y no al
contrario’ [...]. Este orden tiene por base la verdad, se edifica en la justicia, es vivificado por el
amor” (CIC, n. 1906-9 y 1912).

“Abarca a todo el hombre, es decir, tanto a las exigencias del cuerpo como a las del espíritu.
De lo cual se sigue que los gobernantes deben procurar dicho bien por las vías adecuadas y
escalonadamente, de tal forma que, respetando el recto orden de los valores, ofrezcan al
ciudadano la prosperidad material y al mismo tiempo los bienes del espíritu” (PT, n. 57).
“Abarca todo un conjunto de condiciones sociales que permitan a los ciudadanos el desarrollo
expedito y pleno de su propia perfección” (MM, n. 19).

Obliga al Estado: “La razón de ser de cuantos gobiernan radica por completo en el bien común.
De donde se deduce claramente que todo gobernante debe buscarlo, respetando la naturaleza
del propio Bien Común y ajustando al mismo tiempo sus normas jurídicas a la situación real de
las circunstancias” (PT, n. 54).

Obliga a los individuos: el bien común ha de ser considerado como un valor de servicio y de
organización de la vida social, del nuevo orden de la convivencia humana. Pero no solo el
Estado debe aportar las condiciones, es tarea de todos.

Obliga al ciudadano: “Todos los individuos y grupos intermedios tienen el deber de prestar su
colaboración personal al Bien Común. De donde se sigue la conclusión fundamental de que
todos ellos han de acomodar sus intereses a las necesidades de los demás, y deben enderezar
sus prestaciones en bienes o servicios al fin que los gobernantes han establecido, según
normas de justicia y respetando los procedimientos y límites fijados por el gobierno” (PT, n.
55).

Críticas

De acuerdo con Karl Popper,14 la percepción "platónica" del bien común -calificada por
Popper como utópica- demanda no solo un plan o concepto de lo que la sociedad final debe
ser sino también un gobierno fuerte y centralizado, un corto número de personas -los reyes
filósofos encargados del gobierno, benevolentes, pero implacables15 -no interesados en los
derechos o beneficios de los individuos como tales sino en la comunidad como entidad: De
acuerdo con Platón: "...nosotros no establecemos la ciudad mirando a que una clase de gente
sea especialmente feliz, sino para que lo sea en el mayor grado posible la ciudad toda;..."16- O,
en palabras de Jacques Maritain:

"De modo que el fin de la sociedad no es el bien individual, ni la colección de los bienes
individuales de cada una de las personas que la constituyen. Semejante fórmula destruiría la
sociedad como tal en beneficio de las partes; vendría a derivar ya a una concepción
francamente anárquica, o bien a la vieja concepción anárquica disimulada del materialismo
individualista, según la cual los deberes de la ciudad se limitan a velar por el respeto de la
libertad de cada individuo, y cuya consecuencia es que los fuertes opriman libremente a los
débiles."17
Esa percepción puede, consecuentemente, ser capaz -en la opinión de Popper- de conducir
fácilmente a una dictadura.

Además, “El método de establecer, primero, una meta política última y de comenzar a avanzar
luego hacia ella, es fútil si admitimos que este objetivo puede alterarse considerablemente
durante el proceso de su materialización.” (Popper, op cit) Así, sigue que este ideal absoluto e
inmutable solo tiene validez si asumimos otros dos supuestos:

Que existen métodos racionales para determinar de una vez para siempre cual es el ideal.

Se dispone de los mejores métodos para su obtención.

A falta de acuerdo en relación a algunos de esos puntos, no queda otro remedio que la fuerza
o la coerción. Platón: "..., si se aspira a que una ciudad se desenvuelva en buen orden, hay que
impedir por todos los medios que nadie diga en ella que la divinidad, que es buena, ha sido
causante de los males de un mortal ...." y "Para decirlo, pues, brevemente: los que cuidan de la
ciudad han de esforzarse para que esto de la educación no se corrompa sin darse ellos cuenta,
sino que en todo han de vigilarlo, de modo que no haya innovaciones contra lo prescrito...".

Orden Juridico

(Ossorio) Conjunto de normas positivas vigentes relacionadas entre sí y escalonadas o


jerarquizadas, que rigen en cada momento la vida y las instituciones de todas clases dentro de
una nación determinada. Esas normas, en opinión de muchos jusfilósofos, han de tomarse en
un sentido amplio, ya que están formadas no solo por la Constitución y por las leyes, sino
también por los reglamentos, por las disposiciones de las autoridades administrativas, por las
sentencias judiciales, por las costumbres y hasta por los contratos en cuanto regulan las
relaciones entre las partes contratantes. La importancia de cada una de esas normas es
diferente y va de mayor a manor, por lo cual las inferiores toman su fundamento de las
inmediatamente superiores. A esa jerarquización o escalonamiento es a lo que Merkl y Kelsen
denominaron "pirámide jurídica". El orden jurídico es tan esencial para la existencia de un país
que sin él no se concibe la vida social.

Puede hablarse de una paz social como entendimiento y buenas relaciones entre los grupos,
clases o estamentos sociales dentro de un país.

La paz social es el bienestar de la persona, a su libre manera de pensar. La paz no se


conseguiría si se le arrebata los derechos propios de la persona, suprime todo derecho
inherente que se le atribuye como ser humano. La paz social se sostiene en un Estado de
Derecho, que respeta la dignidad de la persona. Cuando a un grupo de hombres se les niegan
los derechos fundamentales estos se sentirán oprimidos.
Un Gobierno en Estado de Derecho tiene la responsabilidad de hacer respetar las leyes como
también que se cumplan para garantizar el bienestar de las personas, legislar en paz es
desarrollar el derecho y la justicia por el medio más razonable, que permita vivir a la persona
en su libre pensamiento sin amenaza alguna. Un estado social de derecho nos garantiza la sana
convivencia al establecer una normatividad que rige el país en donde se vela por los derechos
de cada individuo que lo componen y por ende una armonía velando por el bien común sobre
el bien personal. La paz social implica el disfrute de los derechos humanos, la integración
social, desarrollo y responsabilidad, cuya puesta en práctica nos permitirá avanzar en la
construcción de una sociedad pacífica, y emprendedora. Un país se desarrolla mejor en un
ambiente calmado, de bienestar para con él y con la sociedad que lo rodea, establece la
confianza del pueblo con el Estado. La justicia es el reflejo completo del manejo sostenible de
un Estado, solo un Estado que está en paz social podría establecer sus lineamientos
establecidos para una sociedad. Somos conscientes que es difícil procurar y mantener la paz, y
que esto es trabajo de todo un país, sino y que es ahí donde radica la oportunidad para que
todos los sectores puedan participar. Se trata, de una paz social, donde se mantienen buenas
relaciones entre comunidades de individuos. Con todo esto tendríamos que decir que la paz es
el proceso de realización de la justicia en los distintos niveles de las relaciones humanas. Este
proceso hace que afloren los conflictos, se afronten y se resuelvan de una forma no violenta. El
fin de la paz es lograr la armonía de la persona consigo misma, con la naturaleza y con las
demás personas.

“La paz no se define por la ausencia de guerra o de conflictos sino por la presencia de la justicia
social y el bienestar, por la satisfacción de las necesidades básicas de todas las personas y
grupos sociales, tanto en sentido espiritual como material. La paz es vista como un proceso,
algo que hay que construir. Gandhi decía “no hay un camino para llegar a la paz, la paz es el
camino”. (Inspirada en la paz judía e hindú).

Libertad

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Para otros usos de este término, véase Libertad (desambiguación).

Le Génie de la Liberté, El Genio de la Libertad, de Augustin Dumont, estatua de bronce que


descansa sobre la Columna de Julio.

La libertad (en latín: libertas, -ātis)?1 en sentido amplio es la capacidad humana de actuar por
voluntad propia.

Según las acepciones 1, 2, 3 y 4 de este término en el diccionario de la Real Academia


Española,1 el estado de libertad define la situación, circunstancias o condiciones de quien no
es esclavo, ni sujeto, ni impuesto al deseo de otros de forma coercitiva. En otras palabras,
aquello que permite a alguien decidir si quiere hacer algo o no, lo hace libre, pero también
responsable de sus actos en la medida en que comprenda las consecuencias de ellos.
La quinta acepción del término1 define la libertad en los Estados democráticos como «derecho
de valor superior que asegura la libre determinación de las personas.». Con base en ello, la
protección de la libertad interpersonal es objeto de una investigación social y política.

El fundamento metafísico de la libertad interior es una cuestión psicológica y filosófica. Ambas


formas de la libertad se unen en cada individuo como lo interno y lo externo de una malla de
valores, juntos en una dinámica de compromiso.[cita requerida]

{\displaystyle \left.{\begin{matrix}{\text{Fluidez}}\\
{\text{Responsabilidad}}\end{matrix}}\right\}{\text{Libertad}}{\begin{cases}{\text{interna}}
{\begin{cases}{\text{positiva}}\\{\text{negativa}}\end{cases}}\\{\text{externa}}{\begin{cases}
{\text{positiva}}\\{\text{negativa}}\end{cases}}\end{cases}}}{\displaystyle \left.{\begin{matrix}
{\text{Fluidez}}\\{\text{Responsabilidad}}\end{matrix}}\right\}{\text{Libertad}}{\begin{cases}
{\text{interna}}{\begin{cases}{\text{positiva}}\\{\text{negativa}}\end{cases}}\\{\text{externa}}
{\begin{cases}{\text{positiva}}\\{\text{negativa}}\end{cases}}\end{cases}}}

Índice

1 Origen español e inglés

1.1 Consideraciones filosóficas

1.2 Autonomía superior

2 En filosofía

3 En política

3.1 Liberalismo

3.2 Libertarios

3.3 Libertad Republicana

3.4 Libertades cívicas

4 Puntos de vista

5 Véase también

6 Lecturas adicionales

7 Notas

8 Enlaces externos

Origen español e inglés

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Este artículo o sección tiene referencias, pero necesita más para complementar su
verificabilidad.
Este aviso fue puesto el 28 de noviembre de 2016.

En castellano la palabra libertad proviene del latín libertas, -ātis, de igual significado.

La palabra inglesa para libertad, freedom, proviene de una raíz indoeuropea que significa
amar; la palabra de la misma lengua para decir miedo, afraid, viene de la misma raíz, usado
como contraposición a libertad mediante el prefijo a por influencia del latín vulgar. [cita
requerida]

Consideraciones filosóficas

La Estatua de la Libertad, donada a los EE. UU. por Francia, una personificación de la libertad
artística.

La libertad como desaparición de opresión significa no querer subyugar ni ser subyugado, e


implica el fin de un estado de servidumbre. El logro de esta forma de la libertad depende de
una combinación de la resistencia del individuo (o grupo) y su entorno.

Las leyes artificiales limitan esta forma de libertad, por ejemplo, nadie es libre de no ser
representado por políticos dentro de una nación (aunque podamos o no ser libres para
intentarlo).

Las leyes naturales, como las leyes físicas, o la ley de la gravedad, son también un fundamento
importante para la libertad de todos los seres vivos existentes en el universo.

La ética filosófica señala que la libertad es inherente al humano, es un dato fundamental


originario de la existencia humana, fundamentado en la autoconciencia y la responsabilidad
moral. Por tanto, el individuo humano no puede remitir su propia libertad/responsabilidad a
ningún otro y, por eso mismo, la libertad, en su sentido antropológico, es algo que no es
posible eliminar ni contradecir.[cita requerida]

Todos los actos presuponen a la libertad para poder ser infinitamente imputables (libre
albedrío). La libertad se sitúa en la interioridad de la persona y siguiendo esa línea de
pensamiento afirma Ricardo Yepes Stork:

Es una de las notas definitorias de la persona. Permite al hombre alcanzar su máxima grandeza
pero también su mayor degradación. Es quizás su don más valioso porque empapa y define
todo su actuar. El hombre es libre desde lo más profundo de su ser. Por eso los hombres
modernos han identificado el ejercicio de la libertad con la realización de la persona: se trata
de un derecho y de un ideal al que no podemos ni queremos renunciar. No se concibe que se
pueda ser verdaderamente humano sin ser libre de verdad.[cita requerida]

La libertad ha sido a menudo utilizada para aludir a la revolución o rebelión. Por ejemplo, la
Biblia registra la historia de Moisés conduciendo a su pueblo fuera de Egipto y de su opresión
(la esclavitud).

Autonomía superior

En el marco de control interno, la libertad es también conocida como la libre determinación, la


individualidad, o la autonomía pero sujetas a una autoridad superior.[cita requerida]

La libertad para una persona también puede significar autonomía interna, o de maestría sobre
la condición interna. Esto tiene varios significados posibles:

La capacidad de actuar de conformidad con el propio ser verdadero o valores.

La capacidad de actuar de conformidad con los valores universales (como la verdad y el bien).

La capacidad de actuar con independencia de los dictados de la razón y la instancia de deseos,


es decir, arbitrariamente (autónoma).

La capacidad de actuar de conformidad con los dictados de la razón.

En una obra de Hans Sachs, el filósofo griego Diógenes se refiere a Alejandro Magno,
diciéndole: «Vos sois el siervo de mis siervos». El filósofo ha conquistado al miedo, la lujuria, y
la ira; Alejandro todavía sirve a estos maestros. A pesar de haber conquistado el mundo
exterior, todavía no ha dominado el mundo interior. Este tipo de dominio no depende de nada
ni nadie más que nosotros mismos.

En el siglo XX notables personalidades han sido el ejemplo de esta forma de incluir la libertad,
como Nelson Mandela, el rabino Leo Baeck, y Mahatma Gandhi.

El filósofo francés Jean-Jacques Rousseau afirmó que la condición de la libertad es inherente a


la humanidad, una inevitable faceta de la posesión del alma, con la implicación de que todas
las interacciones sociales con posterioridad al nacimiento implica una pérdida de libertad,
voluntaria o involuntariamente.2 Él hizo la famosa frase «El hombre nace libre, pero en todas
partes está encadenado».2

Intenta rebatirle Ricardo Yepes Stork, quien afirma:

Yo no soy libre de tener una determinada constitución biopsicológica, ni de nacer en un


determinado momento histórico o en cierta región, pero sí soy libre de asumirla o no en mi
proyecto biográfico. Imaginarse una libertad pura, carente de estas condiciones, sin limitación,
es una utopía; una libertad así sencillamente no existe, pues todos estamos determinados
inicialmente en nuestras decisiones por la situación que vivimos y por el tiempo en que hemos
nacido.[cita requerida]

Por lo que la esfera de la libertad no se da de una vez y para siempre, sino que ha de ser
conquistada todos los días, a través de cada una de las acciones realizadas.3

Rudolf Steiner desarrolló una filosofía de la Libertad basada en el desarrollo las intuiciones
éticas en circunstancias sensibles.

En filosofía

Artículo principal: Libre albedrío

Statua Marco Aurelio Musei Capitolini Fronte

Los filósofos de los primeros tiempos han considerado la cuestión de la libertad. El emperador
romano Marco Aurelio (121–180 d. C.) escribió:

"una política en la que existe la misma ley para todos, una política administrada con respecto a
la igualdad de derechos y la libertad de expresión, y la idea de un gobierno real que respete
sobre todo la libertad de los gobernados.

Un hombre libre es aquel que en aquellas cosas que por su fuerza e ingenio es capaz de hacer,
no se le impide hacer lo que tiene la voluntad de hacer.

John Locke

Leviatán, parte 2, cap. XXI John Locke (1632–1704) rechazó esa definición de libertad. Aunque
no menciona específicamente a Hobbes, ataca a Sir Robert Filmer que tenía la misma
definición. De acuerdo con Locke:

En el estado de naturaleza, la libertad consiste en estar libre de cualquier poder superior en la


Tierra. Las personas no están bajo la voluntad o autoridad legislativa de otros, sino que solo
tienen la ley de la naturaleza para su gobierno.

En la sociedad política, la libertad consiste en no estar bajo ningún otro poder legislativo,
excepto el establecido por consentimiento en la comunidad. Las personas están libres del
dominio de cualquier voluntad o restricción legal aparte de la promulgada por su propio poder
legislativo constituido de acuerdo con la confianza depositada en él.

Por lo tanto, la libertad no es como la define Sir Robert Filmer: "Una libertad para que todos
hagan lo que quieran, vivan como les plazca, y no estar atados por ninguna ley". La libertad
está limitada por las leyes tanto en el estado de la naturaleza como en la sociedad política. La
libertad de la naturaleza no debe estar bajo ninguna otra restricción que la ley de la
naturaleza. La libertad de las personas bajo el gobierno no debe estar sujeta a restricciones,
aparte de las reglas vigentes para vivir que son comunes a todos en la sociedad y creadas por
el poder legislativo establecido en ella. Las personas tienen el derecho o la libertad de seguir
su propia voluntad en todo lo que la ley no haya prohibido y no estar sujeta a las voluntades
inconstantes, inciertas, desconocidas y arbitrarias de los demás .

John Stuart Mill

John Stuart Mill (1806-1873), en su trabajo, Sobre la libertad, fue el primero en reconocer la
diferencia entre la libertad como la libertad de actuar y la libertad como la ausencia de
coerción.

En su libro Dos conceptos de libertad, Isaiah Berlin enmarca formalmente las diferencias entre
dos perspectivas como la distinción entre dos conceptos opuestos de libertad: libertad positiva
y libertad negativa. El último designa una condición negativa en la cual un individuo está
protegido de la tiranía y el ejercicio arbitrario de la autoridad, mientras que el primero se
refiere a la libertad que proviene del dominio propio, la libertad de las compulsiones internas
como la debilidad y el miedo.

En política

Liberalismo

John Gray

Según el Concise Oxford Dictionary of Politics, el liberalismo es "la creencia de que el objetivo
de la política es preservar los derechos individuales y maximizar la libertad de elección". Pero
señalan que existe una discusión considerable sobre cómo lograr esos objetivos. Toda
discusión sobre la libertad depende de tres componentes clave: quién es libre, qué es libre de
hacer y qué fuerzas restringen su libertad .

John Gray argumenta que la creencia central del liberalismo es la tolerancia. Los liberales
permiten a otros la libertad de hacer lo que quieran, a cambio de tener la misma libertad. Esta
idea de libertad es personal más que política. El liberalismo moderno ha sustentado su base
ideológica a través de la reivindicación de la primacía de lo económico por sobre lo político,
como forma de expandir libertades individuales dentro de un sistema de librecambio.4

William Safire señala que tanto la derecha como la izquierda atacan el liberalismo: por la
derecha por defender prácticas como el aborto, la homosexualidad y el ateísmo, y por la
izquierda por defender la libre empresa y los derechos del individuo sobre el colectivo.

Libertarios

Según la Encyclopædia Britannica, los libertarios mantienen la libertad como su principal valor
político. Su enfoque para implementar la libertad implica oponerse a cualquier coerción
gubernamental, aparte de lo que es necesario para evitar que las personas se coaccionen entre
sí.

Libertad Republicana

Según los teóricos republicanos de la libertad, como el historiador Quentin Skinner o el filósofo
Philip Pettit, la libertad no debe verse como la ausencia de interferencia en las acciones, sino
como la no dominación.

Según este punto de vista, que se origina en el Roman Digest, ser un liber homo, un hombre
libre, significa no estar sujeto a la voluntad arbitraria de otro, es decir, dominado por otro.

También citan a Maquiavelo, quien afirmó que debe ser miembro de una asociación civil libre y
autónoma, una república, si desea disfrutar de la libertad individual.

El predominio de esta visión de la libertad entre los parlamentarios durante la Guerra Civil
inglesa resultó en la creación del concepto liberal de libertad como no injerencia en el Leviatán
de Thomas Hobbes

Libertades cívicas

Eleanor Roosevelt sosteniendo la Declaración Universal de los Derechos Humanos en español.

Según la Real Academia Española, la libertad (Del lat. libertas, -ātis) es, en su primera acepción,
la «Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por
lo que es responsable de sus actos». Es decir, la libertad es poder elegir entre múltiples
opciones, a mayor número de opciones mayor es la libertad, por lo tanto, la mayor libertad
sería poder elegir entre un infinito número de opciones, sin limitaciones.
Pero si a la libertad individual le añadimos el hecho de que no vivimos solos sino que
compartimos la realidad con otros individuos que también tienen intereses entonces la
libertad debe ser limitada en beneficio de todos. Según el artículo 4 de la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, se define la libertad añadiéndole una excepción, la cual consiste en
limitar la libertad cuando ésta cause perjuicio a otros: «La libertad consiste en poder hacer
todo aquello que no cause perjuicio al otro».

El concepto de la libertad política está estrechamente vinculada con los conceptos de las
libertades cívicas o civiles y los derechos individuales,5 incluidas en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos.

Puntos de vista

En el caso del anarquismo la libertad es entendida como la ausencia de coacción o


imposición.6 Los anarquistas consideran que tanto las libertades personales como las
económicas son igualmente importantes, y que la asociación o la cooperación debe ser
voluntaria, dado el estatus de soberano a todo pacto recíproco entre personas adultas,
haciendo innecesaria e indeseable toda interferencia externa a tales pactos (autoridad
injustificada, involuntaria o permanente). Los anarquistas entienden la libertad como una
condición inherente al ser humano y su desarrollo.

Como ejemplo de los distintos usos de la palabra libertad, algunos dicen que Irak era libre bajo
Paul Bremer sobre la base de que su gobierno era un gobierno humanista y no vasallo a otros
gobiernos, mucho antes de las elecciones que se celebraron. Otros han argumentado que Irak
era libre bajo el régimen de Saddam Hussein porque con él Iraq no era una colonia; mientras
que una tercera parte de la reclamación es que ni como Estado Dictatorial ni como Estado
Colonial, Iraq sea precisamente ejemplo de la libertad política para nada.

Los ecologistas sostienen que a menudo las libertades políticas sociales deben incluir algunas
restricciones a la utilización de los ecosistemas. Sostienen que no puede haber lugar para, por
ejemplo, "la libertad para contaminar" o "libertad a deforestar" dadas las consecuencias. La
popularidad de los todoterrenos, el golf, y la expansión urbana ha sido utilizado como prueba
de que algunas ideas de la libertad y la conservación ecológica pueden chocar.

Los animalistas, especialmente los veganos, sostienen que los animales de otras especies
deberían tener derechos frente a los humanos, lo cual conduce a un choque de valores que se
ve reflejado en campañas de publicidad de organizaciones como PETA, HSUS, etc. en relación
con el uso de animales como fuente de alimento, ocio, vestimenta, experimentación, etc.[cita
requerida]

Se han producido numerosos debates filosóficos sobre la naturaleza de la libertad, las


reclamadas diferencias entre los distintos tipos de libertad, y la medida en que la libertad es
deseable. Los deterministas sostienen que todas las acciones humanas están predeterminadas
y por lo tanto, la libertad es una ilusión. Una causa determinada tiene una consecuencia
determinada basándose principalmente en las leyes de la física, por lo tanto, al aumentar el
nivel de complejidad, la conciencia y la idea de libertad solo son consecuencia determinada de
eventos físicos conocidos y regulados por leyes de las cuales no se puede escapar.

En la jurisprudencia, la libertad es el derecho a determinar la propia acción autónoma, que


generalmente se concede en los campos en los que el tema no tiene la obligación de cumplir
las leyes a obedecer o, de acuerdo a la interpretación de que la hipotética naturales ilimitada
libertad está limitada por la ley para algunos asuntos.

Sartre habla de la libertad en su obra Las moscas donde dice que cada individuo nace libre
pero depende de las circunstancias este puede o no seguir siendo libre. Esto explica que hay
diferentes clases de libertades y cada una se marca en las distintas sociedades

Seguridad jurídica

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La seguridad jurídica es un principio del derecho, universalmente reconocido, que se basa en la


«certeza del derecho», tanto en el ámbito de su publicidad como en su aplicación, y que
significa la seguridad de que se conoce, o puede conocerse, lo previsto como prohibido,
ordenado o permitido por el poder público.

La palabra seguridad proviene de la palabra latina, la cual deriva del adjetivo (de secura) que
significa estar seguros de algo y libres de cuidados. El Estado, como máximo exponente del
poder público y primer regulador de las relaciones en sociedad, no solo establece (o debe
establecer) las disposiciones legales a seguir, sino que en un sentido más amplio tiene la
obligación de crear un ámbito general de "seguridad jurídica" al ejercer el poder político,
jurídico y legislativo.

La seguridad jurídica es, en el fondo, la garantía dada al individuo por el Estado de que su
persona, sus bienes y sus derechos no serán violentados o que, si esto último llegara a
producirse, le serán asegurados por la sociedad, la protección y reparación de aquellos. En
resumen, la seguridad jurídica es la «certeza del derecho» que tiene el individuo de modo que
su situación jurídica no será modificada más que por procedimientos regulares y conductos
legales establecidos, previa y debidamente publicados.

Índice

1 Contenido

2 Seguridad jurídica por países


2.1 Chile

2.2 España

2.3 México

3 Véase también

4 Bibliografía

Contenido

Son principios típicamente derivados de la seguridad jurídica la irretroactividad de la ley, la


tipificación legal de los delitos y las penas, las garantías constitucionales, la cosa juzgada, la
caducidad de las acciones y la prescripción. La irretroactividad de la ley significa que las
disposiciones contenidas en las leyes no deben aplicarse hacia el pasado, afectando hechos o
situaciones que se presentaron antes de su vigencia, problema que se conoce también como
conflicto de leyes en el tiempo. En definitiva, todo lo que supone la certeza del derecho como
valor o atributo esencial del Estado.

Seguridad jurídica por países

En la mayoría de los ordenamientos jurídicos positivos, existen normas vigentes ad hoc,


especialmente destinadas a realizar este principio.

Chile

En Chile, el artículo 7º de la Constitución Política asegura que ninguna magistratura, ninguna


persona ni grupo de personas pueden atribuirse, ni aun a pretexto de circunstancias
extraordinarias, otra autoridad o derechos que los que expresamente se les hayan conferido
en virtud de la Constitución o las leyes. Para resguardar esta norma, todo acto en
contravención a ella es nulo y origina las responsabilidades y sanciones que la ley señala.
Asimismo su artículo 19º asegura una serie de garantías fundamentales como el derecho a la
vida, la libertad personal, la seguridad individual, la defensa y otras libertades y derechos de
segunda generación.

Con todo, el Código Civil también establece célebres expresiones de seguridad jurídica, como
su artículo 8º, que dispone que nadie puede alegar ignorancia de la ley después que ésta haya
entrado en vigencia, o su artículo 9º, que afirma que la ley puede solo disponer para lo futuro y
no tendrá jamás efecto retroactivo.

España

En España, la seguridad jurídica se halla expresada y comprendida en diversas normas con


rango de ley, y está especialmente reconocida y garantizada por el artículo 9.3 de la vigente
Constitución de 1978.
México

En México, el concepto de seguridad jurídica deriva de una serie de derechos reconocidos en la


Constitución de 1917. Tiene su reflejo en el derecho a la información (artículo 6º), el derecho
de petición (artículo 8º), el derecho de posesión y portación de armas (artículo 10º), la
irretroactividad de la ley (artículo 14º, párrafo primero), la exacta aplicación de la ley en
materia penal (artículo 14º, párrafo tercero) y el derecho a la legalidad en materia civil
(artículo 14º, párrafo cuarto).

La justicia es un principio universal que rige la aplicación del derecho para conseguir que se
actúe con la verdad dando a cada uno lo que le corresponde.

La justicia es un concepto ético que tiene diversas definiciones y que a su vez es subjetivo. Para
cada persona la justicia significa una cosa distinta, pero como definición general es actuar con
objetividad, verdad e igualdad otorgando lo que cada uno merece.

El conjunto de valores que deben regir un estado de derecho forman la justicia. Los valores
que conforman la justicia son la equidad, la libertad y la igualdad.

Tipos de justicia

Se pueden observar varios tipos de justicia:

Justicia distributiva: Esta responde a una distribución igualitaria de los recursos económicos y
productivos. Proviene de la filosofía de Aristóteles.

Justicia restaurativa: Se enfoca en la víctima de un delito y en restaurar su bienestar anterior al


daño causado.
Justicia procesal: Persigue imponer normas para que todo el mundo, sin excepciones, cumpla
sin que se tenga en cuenta rango económico o social de la persona y sanciones para aquellas
que lo incumplan.

Justicia retributiva: Esta justicia habla sobre tratar a todas las personas como ellas tratan a los
demás. Este tipo de justicia está muy relacionada con el derecho penal. Quiere infringir el
mismo daño, aunque con otro tipo de castigo al que comete un daño a otra persona.

¿Quién imparte justicia?

La justicia se entiende relacionada con la aplicación e interpretación del derecho y quién


realiza esta función son los tribunales y los jueces. Estos órganos son los encargados de
impartir justicia basándose en las leyes de un Estado.

Pero si los jueces y tribunales son los que imparten justicia a través de las leyes, las leyes
deben ser justas. Las leyes son desarrolladas por los representantes que ha elegido el pueblo
de forma democrática, por lo que en último término quién elige qué es justo es la ciudadanía.

Como la mayoría de las terminologías de las ciencias sociales, los conceptos de comunidad y
sociedad son complejos a la hora de definirlos. Son palabras de uso frecuente pero, ¿alguna
vez nos hemos detenido a reflexionar acerca de sus significados?

En el presente artículo se sintetizan algunas definiciones de los conceptos de comunidad y


sociedad. Se aborda la relación existente entre ambos, así como el carácter trasformador y
evolutivo de cada uno. También se aborda su importancia para la educación, el desarrollo
cultural comunitario y la evaluación, solución, control y difusión de logros alcanzados en la
propia comunidad.

Comunidad y sociedad

Con el progresivo desarrollo de la humanidad, las diferentes áreas del conocimiento han
protagonizado grandes cambios estructurales. Como parte de estas trasformaciones sociales y
su impacto sociocultural, se aprecia un uso cada vez más globalizado de las Tics, los cuales
están destinadas a perfeccionar los sistemas de comunicación y establecer líneas de acción
enfocadas en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.

El término comunidad tiene su origen en el vocablo latino communitas, que hace referencia a
la característica de común y permite definir a diversas clases de conjuntos: de los individuos
que forman parte de un pueblo, región o nación; de las naciones que están enlazadas por
acuerdos políticos y económicos como la Comunidad Europea o el Mercosur o de personas
vinculadas por intereses comunes como ocurre en determinadas comunidades religiosas.
Existe un nexo entre comunidad y sociedad, (también comprendemos su diferencia), sobre
este tema hizo hincapié el sociólogo alemán Ferdinand Tönnies cuando escribió que
“comunidad es lo antiguo y sociedad lo nuevo, comunidad es la vida en común duradera y
auténtica; sociedad es sólo una vida en común pasajera y aparente.” (Citado por Álvaro, 2010,
p.1) La comunidad, es el importante espacio de socialización resultante de la participación de
los sujetos que la conforman.

En su artículo “Comunidad y Sociedad” (1931), Tönnies define la comunidad como el tipo de


asociación en el cual predomina la voluntad natural. La sociedad es, en cambio, aquel tipo de
comunidad formado y condicionado por la voluntad racional. El estudio señala que no se trata
de realidades, sino de tipos ideales, pues toda agrupación humana participa de los dos
caracteres mencionados en proporciones diversas y cambiantes.

Maritza Montero (s.f) entiende la comunidad como “un grupo de individuos en constante
transformación y evolución, que en su interrelación generan pertenencia, identidad social y
conciencia de sí como comunidad. Este grupo social y dinámico comparte problemas, intereses
en un tiempo y espacio determinado, haciendo realidad y vida cotidiana”. (Citado por Laura,
2011)

En el año 2004, el Centro de Estudios Comunitarios de la Universidad de Las Villas, Cuba, en su


obra El autodesarrollo comunitario. Críticas a las mediaciones sociales recurrentes para la
emancipación humana, consideró la comunidad como un “grupo social que comparte espacio
donde la participación y cooperación de sus miembros posibilitan la elección consciente de
proyectos de transformación dirigidos a la solución gradual y progresiva de las contradicciones
potenciadoras de su autodesarrollo”. (Alonso, et al., 2004)

Este artículo, lejos de enfatizar en el carácter cultural de las comunidades o sus


potencialidades para promover la educación, la salud u otra categoría, centra el debate en la
posibilidad de gestión que poseen las comunidades y sus principales gestores. Sin embargo, no
se puede omitir que la comunidad es un espacio sociocultural por excelencia, que va más allá
de sus componentes estructurales. Es un patrón que se afianza día a día con la participación
ciudadana dentro del proceso revolucionario que se pueda derivar de cada proceso.

En su libro, Memoria de los frutos, Bellido (2009) realizó la siguientes citas: “llamamos
comunidad a una relación social cuando y en la medida en que la actitud en la acción social se
inspira en el sentimiento subjetivo (afectivo o tradicional) de los partícipes de construir el
todo” (Weber, 1998, p.33). “Redefinir el concepto de comunidad implica reconocer el derecho
a la teoría, la crítica y la concepción del mundo desde distintas perspectivas y posiciones
espaciales y materiales, culturales y sociales, morales e intelectuales”. (González, 2004, p.6)
Bellido analiza la comunidad como ese espacio cultural y dialéctico donde se gesta la
educación popular; valora la comunicación como un proceso decisivo dentro para el desarrollo
cultural comunitario. No se refiere a algún sistema político que rija la actividad cultural, sino en
la forma de potenciar un desarrollo cultural abierto que centre sus bases fundamentales en
conservación de la identidad cultural y la formación de valores.

Según el propio Bellido, comunidad es

Ese grupo sociohumano interconectado que interactúa en múltiples dimensiones sobre la base
de un espacio físico, geográfico y cultural con una historia que no está hecha, está haciéndose,
con una identidad no inmóvil sino enfrentándose permanentemente a nuevas necesidades y
problemas. Así la comunidad no es algo dado de antemano, ni algo que se le pueda dar o
imponer a alguien, es una relación social a vivir, a recrear continuamente. (2009, p. 53)

Se comprende que una comunidad es un espacio sociocultural donde se asume un desarrollo


de adentro hacia afuera que es alcanzado cuando los objetivos comunes trascienden a los
particulares.

La gestación de una comunidad constituye un proceso de integración científica y comunitaria,


cuyos ejes fundamentales son la participación y la cooperación. Tal integración tiene por base
la comunicación abierta, franca, auténtica y sin límites, y su concreción se refleja, como
entidad mediadora, en el proyecto que elabora la propia comunidad, cuyo núcleo central tiene
como elementos fundamentales la toma, realización y control de decisiones. (Camellón &
Olivera, 2009)

Pero la capacidad de autogestión de los actores involucrados, su sentido de identidad y


pertenencia, no se limita a ejecutar acciones, sino tener una efectividad que permitan
solucionar, evaluar, controlar y difundir las diferentes actividades que tengan lugar en la
comunidad.

Conclusiones

- La comunidad, es un importante espacio de socialización donde tiene especial importancia la


participación de los sujetos que la conforman.

- La sociedad es aquel tipo de comunidad formado y condicionado por la voluntad racional.

- La comunidad se debe convertir en transformadora de sus contradicciones, donde la


participación, la cooperación y la implicación se conjugan en procesos de superación,
emancipación y crecimiento personal y colectivo. (Camellón & Olivera, 2009)
- Comunidad y sociedad conforman un espacio sociocultural por excelencia, que va más allá de
sus componentes estructurales, porque se afianzan día a día con la participación social,
convirtiéndose movimientos culturales de alta calidad y estética.

Proyección procede del latín proiectio y hace mención al accionar y a los resultados de
proyectar (provocar el reflejo de una imagen ampliada en una superficie, lograr que la figura
de un objeto se vuelva visible sobre otro, desarrollar una planificación para conseguir algo).

La proyección, por lo tanto, puede ser la imagen que se forma, de manera temporal, sobre un
cuerpo plano. Para conseguir esto, se emplea algún tipo de foco. En este sentido, la exhibición
de películas a través de un proyector también se conoce como proyección. Por ejemplo:
“Mañana voy a asistir a la proyección de la última película de Spielberg en el club”, “No quiero
perderme la proyección del partido en pantalla gigante”.

La proyección gráfica, por otra parte, es el procedimiento que los dibujantes desarrollan para
lograr la representación de un cuerpo sobre una superficie. La persona debe partir del foco y
trazar líneas auxiliares para reflejar el objeto en cuestión sobre un plano. El foco de
proyección, el punto que se pretende proyectar, el punto que efectivamente se proyecta, la
línea conocida como proyectante y el plano de proyección son los principales elementos de la
proyección gráfica.

La proyección también es una estimación acerca de la potencial situación de una empresa o


del progreso de un plan, por ejemplo, en un punto particular del futuro (“Nuestras
proyecciones hablan de un crecimiento de las ventas del 10% en los próximos cinco años”) o
bien el nivel de repercusión o alcance de una persona o de un suceso (“Este jugador tiene una
importante proyección internacional”, “El escándalo del congreso fue un hecho de proyección
internacional”).

La proyección en la Psicología

ProyecciónPara la psicología, la proyección representa un mecanismo de defensa que tiene


lugar cuando las emociones atraviesan etapas conflictivas, sea por causas internas o externas,
y consiste en adjudicar a otros individuos o, incluso, cosas el propio sentir, las ideas o
reacciones que no se puedan aceptar, dado que al intentar sentirse identificado con ellas se
sufre un estado de muchísima ansiedad que provoca rechazo, como si de un órgano
incompatible se tratara.
En principio, Freud usó dicho concepto haciendo referencia a un fenómeno presente en
pacientes que sufrieran de algún caso de paranoia; más adelante, se aceptó de forma unánime
para hablar de un tipo de mecanismo que tiene lugar en cualquier estructura psíquica, incluso
la considerada «normal«. A menudo nos encontramos con aspectos de nuestra persona que no
nos conforman, o tenemos pensamientos espontáneos que no se rigen de ninguna forma por
nuestros valores o nuestra moral, y nos cuesta aceptarlos como propios, y entonces los
proyectamos en alguien o algo de manera inadvertida y casi inocente.

Uno de los casos más usados para ejemplificar la proyección es el de una persona que no
puede enfrentar la infidelidad por parte de su pareja y se hace creer a sí misma que otro
sujeto, probablemente un amigo, está viviendo dicha realidad. La ira contenida por la
imposibilidad de hablar con el ser infiel y exigirle una explicación, o romper la relación, o
solucionarla de alguna manera, genera impulsos agresivos contra alguien más. Lo más
interesante es que la proyección puede tener varias formas y en este caso, podría empujar a la
víctima del engaño a trasladar tanto su situación personal como la actitud de su pareja a un
conocido, y los resultados serían claramente diferentes.

En el primer ejemplo, cuando se victimiza a otra persona para no sufrir el daño en carne
propia, se tiende a sentir lástima por ella; por otro lado, cuando el rol que se proyecta es el del
infiel, es muy probable que exista una ola de agresividad hacia el otro sujeto que crezca hasta
que se pierda el control de la situación, a menos que exista un tratamiento adecuado que
actúe a tiempo.

Coexistencia

En sociedades donde existen diversas culturas y maneras de pensar, la coexistencia es


entendida, como la forma de convivir e interactuar que tienen los miembros de diferentes
culturas en una misma superficie. En el aspecto político, la coexistencia viene dada por el
contacto existente entre naciones con sistemas políticos diferentes, sin tener que tomar las
armas para solucionar sus problemas.

Coexistencia

El concepto de coexistencia pacífica es utilizado en este sentido para manifestar el rechazo


hacia todo tipo de violencia, como método para resolver los problemas entre dos países. Este
término fue enunciado por primera vez, por el dirigente ruso Nikita Jrushchov. Durante la
guerra fría, con el propósito de referirse a la tolerancia que tuvieron los soviéticos de aceptar
la existencia de naciones de mayor desarrollo como la de Estados Unidos.
Como se ha podido observar, la coexistencia se encuentra asociada al principio de la
tolerancia. Sobre todo en un mundo donde existe una inmensa pluralidad de ideas religiosas,
morales y filosóficas. Por esos es preciso que en aquellos países en donde los enfrentamientos
son latentes, debido a las discrepancias de ideas y prácticas, es preciso promover la tolerancia,
que consiste en estar dispuesto a escuchar a los otros y analizar si es factible acoplarse a sus
puntos de vista, siempre manejandose en un entorno de apoyo y colaboración, ya que la
diversidad no debe ser visto como un impedimento para la existencia de unión social.

En el plano social, la coexistencia necesita de la aceptación del hecho de que existen otras
personas con ideas muy diferentes a las nuestras. Todos aquellos que coexisten en un espacio
determinado se encuentran obligados a respetar y a obedecer reglas específicas y que deben
compartirse, de tal manera que pueda existir un organización social y un supervisión de la
violencia.

Convivir significa vivir en compañía de otros.

Para convivir necesitamos una relación con otros seres humanos y con el medio.

La convivencia social es una NECESIDAD HUMANA, porque el ser humano es un ser bio-psico-
social, que nace tan desvalido, indefenso, que necesita otros seres humanos para sobrevivir.

Imágen 1

Podemos clasificar las necesidades humanas en:

- Biológicas: el alimento, el abrigo...

- Sociales: relaciones de familia, amistad...


- Económicas:el trabajo, la vivienda...

- Culturales: la educación.

- Sicológicas: la necesidad de afecto, amor, relacionamiento con otros seres humanos.

Somos SERES GREGARIOS, pues necesitamos vivir en grupos con otros seres humanos.

GRUPOS: Conjunto de personas que se reúnen con un objetivo en común.

Vídeo de YouTube

Enlace sugerido en el vídeo aquí

Desarrollo Ontogenético en condiciones de privación social.

Dr. J Guillermo Blanck

TIPOS DE GRUPOS:

PRIMARIOS: accedemos a ellos de forma involuntaria, por ejemplo: La familia.

SECUNDARIOS: son aquellos que elegimos integrar, por ejemplo los grupos de amigos.

FORMALES: aquellos que tienen normas establecidas que hay que respetar.

INFORMALES: crean sus propias normas.


GRANDES: muchos integrantes.

PEQUEÑOS: pocos integrantes.

En el siguiente vídeo podemos apreciar diferentes culturas donde se vivencia la necesidad del
hombre de vivir y organizarse junto a otros hombres:

Vídeo de YouTube

2. CONTEXTO SOCIAL

Es el conjunto de circunstancias que nos rodean.

Está compuesto por factores espaciales (lugar físico) y temporales (momento histórico).

Nuestro contexto social muchas veces nos condiciona, influye en como nos vestimos, la música
que escuchamos, lo que comemos, lo que los varones buscan en las mujeres y las mujeres en
los varones, como hablamos, lo que queremos para nuestro futuro, hace que nos
identifiquemos con unos y nos diferenciemos de otros.

3. SOCIALIZACIÓN
Proceso por el cual las personas realizamos:

· Internalización de valores.

· Adquisición de conocimientos.

· Desarrollo de variadas habilidades.

· Reconocimiento de normas: su identificación, la evaluación de sus sanciones, su jerarquía.

La Socialización es el proceso por el cual aprendemos a vivir en sociedad, a través de


aprendizajes e interiorización de valores, normas, comportamientos y gustos.

Agentes de socialización

La sociedad es el gran agente de socialización y cada persona con quien se entre en contacto
es en cierto modo, un agente de socialización. Entre la gran sociedad y la persona individual
existen grupos grandes y pequeños que son los principales agentes de socialización del ser
humano.
Algunos agentes de socialización son: madre, padre, hermanos, familia, amigos, centros
educativos, medios de comunicación, barrio, etc.

Cada uno de ellos, en alguna forma, nos ayudan a adaptarnos a vivir con otros seres humanos,
enseñándonos pautas de convivencia, valores, etc, que hacen que interioricemos normas y
podamos convertirnos en miembros cabales de la sociedad.

4. CULTURA

La cultura es toda creación del hombre, resultado de la invención social, trasmitida y


conservada a través de la comunicación y el lenguaje.

Tylor: “La cultura es un todo complejo que incluye los conocimientos, las creencias, el arte, la
moral, las leyes, las costumbres y otras capacidades adquiridas por el hombre como miembro
de la sociedad”

La cultura se aprende a lo largo de toda la vida a través del proceso de socialización.

Imagen 2
Características de la cultura:

· Adaptativa: se adapta al medio fisico (somos un pais agricola ganadero)

· Aprendida: se aprende, no la traemos al nacer.

· Compartida: se comparte por los integrantes de la sociedad.

· Simbólica: tiene simbolos que la representan: Bandera, Himno Nacional, Escudo, Idioma.
Tambien tiene elementos que la representan, como el mate, el candombe, el asado, las tortas
fritas, etc.

Dentro de una misma cultura encontramos grupos que se muestran diferentes:

Tribus Urbanas: comparten forma de vestir, de peinarse, lenguaje, costumbres, formas de


pensar, etc. (Ej: Emos, Chetos, Glam, Planchas, etc.)

Etnocentrismo: Cuando vemos y analizamos el mundo de acuerdo a nuestra propia cultura y


pensamos que nuestra forma cultural es la única, la mejor o la natural, esto llevado al extremo
puede llevarnos a discriminar y despreciar a otras culturas.

VecindadEl vocablo latino vicinĭtas llegó al castellano como vecindad. El concepto alude a la
condición de vecino (aquel que convive con otras personas en un mismo edificio o ciudad, o
aquello que está cerca de otra cosa). Por ejemplo: “El nuevo inquilino hizo gala de su buena
vecindad e invitó a todos a comer pizza en su casa”, “Hay normas básicas de vecindad que
tienes que respetar”, “Debemos sacar provecho de la vecindad de ambas naciones”.
En algunos países, se llama vecindad a una clase de vivienda en la que habitan, en unidades
independientes, muchas personas o familias de escasos recursos económicos. Por lo general
consisten en varias casas situadas en torno a un patio o vinculadas por pasillos en común. De
acuerdo a la región, la vecindad también puede nombrarse como conventillo, inquilinato o
cuartel, entre otras denominaciones: “Hace dos días que no tenemos electricidad en la
vecindad”, “Un incendio en una vecindad céntrica dejó como saldo tres personas fallecidas”,
“Me gustaría irme de esta vecindad, pero no tengo dinero”.

Como suele ocurrir, en algunos casos no es tan negativa la realidad que se vive en una
vecindad sino la discriminación a la que deben enfrentarse sus miembros cuando salen a la
calle. La pobreza causa empatía y compasión en mucha gente, pero también despierta
sentimientos de rechazo.

La expresión media vecindad hace referencia a un derecho que puede adquirir un forastero
para usar la pastura de un pueblo para su propio ganado; para ello, debe pagar el cincuenta
por ciento de las contribuciones. Cuando alguien hace mala vecindad, por otro lado, molesta o
perjudica a sus vecino; si, en lugar de una persona, se trata de una cosa, entonces resulta
dañina para aquello que se encuentre cerca.

Las vecindades se hicieron mundialmente famosas gracias a “El Chavo del 8”, una serie
mexicana de televisión que creó Roberto Gómez Bolaños en 1971. En la historia, el
protagonista principal es El Chavo (interpretado por Gómez Bolaños), un niño huérfano que
vive en el departamento 8 (aunque se lo suele ver en un barril). Doña Florinda y su hijo, Quico,
Don Ramón y su hija, La Chilindrina, y Doña Clotilde también viven en esta vecindad.

VecindadEn la vecindad del Chavo tienen lugar todo tipo de situaciones disparatadas, que
exprimen al máximo los rasgos alocados de los personajes. En primer lugar se encuentra la
vivienda del protagonista: es un barril, aunque el Chavo se refiera a él como el departamento
número 8. Por otro lado se encuentra Don Ramón, un hombre haragán y aprovechador, que no
parece tener ninguna intención de trabajar para conseguir dinero, y esto lo lleva a evitar por
todos los medios a su casero cada vez que éste va a cobrar la renta.

La Chilindrina es uno de los personajes más entrañables de la serie, aunque también es el más
descarado y ponzoñoso. Dadas las enseñanzas de su padre, sabe cómo engañar y manipular a
la gente para alcanzar sus objetivos con el mínimo esfuerzo posible. Por lo general, la
Chilindrina consigue que los demás niños de la vecindad se enfaden entre ellos, ya que los
enfrenta para ganar poder, muy al estilo de la máxima latina «divide y conquista».
Doña Florinda, por su parte, es una mujer que no acepta su estatus social y la clase económica
a la que pertenece, sino que parece vivir en una dimensión paralela; sin embargo, sí trata a los
demás miembros de la vecindad como seres faltos de educación y eso mismo le inculca a
Quico, quien llama «chusma» a Don Ramón en casi todos los episodios.

Maldita Vecindad y los Hijos del Quinto Patio, por último, es el nombre de una banda de rock
mexicana fundada en 1985.

Principio de subsidiariedad

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El principio de subsidiariedad es sobre todo un principio de competencia que señala qué nivel
jerárquico está habilitado para actuar en determinados casos. Así, cuando los ciudadanos
pueden alcanzar adecuadamente sus fines, las autoridades estatales son incompetentes para
entrometerse en sus asuntos. En este sentido, un asunto debe ser resuelto por la autoridad
(normativa, política o económica) más próxima al objeto del problema. El "principio de
subsidiariedad" es uno de los principios sobre los que se sustenta la Unión Europea, según
quedó establecido por el Tratado de Maastricht, firmado el 7 de febrero de 1992 y después
conocido como Tratado de la Unión Europea. Su actual formulación quedó plasmada en el
Artículo 5 (2), modificada por el Tratado de Lisboa desde el 1 de diciembre de 2009. Un análisis
descriptivo de este principio puede encontrarse en el Protocolo No. 2 sobre la aplicación de los
principios de subsidiariedad y proporcionalidad, anexo al Tratado.

Este principio tiene sus raíces teóricas en la doctrina social de la Iglesia católica, pero en su
aplicación se ha independizado en gran parte de ella y es empleada en el Derecho para
justificar la abstención de regulación [cita requerida].

Índice

1 El principio de subsidiariedad en la Doctrina Social de la Iglesia

2 Subsidiariedad fuerte y subsidiariedad débil

3 El Principio de Subsidiariedad en Derecho

3.1 Responsabilidad civil

3.2 Ultima ratio penal

3.3 Subsidiariedad sancionatoria

3.4 Fuentes del Derecho

4 Referencias
5 Enlaces externos

El principio de subsidiariedad en la Doctrina Social de la Iglesia

Artículo principal: Subsidiariedad (Doctrina Social de la Iglesia Católica)

Primero la familia y luego el estado

El término subsidiariedad y su expresión sinónima «la acción subsidiaria» han sido introducidos
por la Doctrina Social de la Iglesia a partir de Pío XI, dando una acepción nueva al adjetivo
«subsidiario» y a su sustantivo matriz «subsidio».1 Según la doctrina social de la Iglesia, es el
principio en virtud del cual el Estado ejecuta una labor orientada al bien común cuando
advierte que los particulares no la realizan adecuadamente, sea por imposibilidad sea por
cualquier otra razón. Al mismo tiempo, este principio pide al Estado que se abstenga de
intervenir allí donde los grupos o asociaciones más pequeñas pueden bastarse por sí mismas
en sus respectivos ámbitos.

La subsidiariedad dicta que la autoridad debe resolver los asuntos en las instancias más
cercanas a los interesados. Por tanto, la autoridad central asume su función subsidiaria cuando
participa en aquellas cuestiones que, por diferentes razones, no puedan resolverse
eficientemente en el ámbito local o más inmediato.

El principio de subsidiariedad es aplicable en los campos del gobierno, la ciencia política, el


derecho, la cibernética y la gestión de toda índole.

La subsidiariedad es, idealmente o en principio, una de las características del federalismo.

Subsidiariedad fuerte y subsidiariedad débil

El principio de subsidiariedad fuerte está relacionado con el tema estricto de la competencia y


la incompetencia.

La subsidiariedad fuerte tiene dos efectos jurídicos, uno positivo y otro negativo. Por el efecto
negativo, el ente superior resulta jurídicamente incompetente para intervenir en lo que es
propio de los entes inferiores. Por el efecto positivo, las autoridades superiores tienen el deber
de respeto, protección y promoción de la autonomía del ente inferior, dándose la prioridad de
iniciativa a las personas y entidades menores en las políticas que les atañan. Según la
doctrina,2 la subsidiariedad fuerte tiene cinco requisitos:

Que existan dos sujetos realmente distintos, con autonomía propia. Ello no se daría entre
gerente y contador de una empresa, porque los dos son cargos de una misma compañía que
tiene una sola subjetividad jurídica.
Que un sujeto sea superior a otro según algún tipo de potestad jurídica, pública o privada. Esto
resulta indispensable porque el núcleo duro del principio de subsidiariedad implica una
incompetencia del poder superior para intervenir sobre el ente inferior.

Que el inferior sea anterior al superior: el individuo frente a la familia, la familia frente a las
sociedades intermedias, las sociedades intermedias frente al estado, el estado frente a la
comunidad de naciones, etc.

Que el sujeto inferior tenga unas competencias y fines propios anteriores, que será justamente
aquello que el ente superior debe respetar.

Que el sujeto inferior pueda alcanzar de una manera adecuada sus fines y cumplir sus
cometidos con sus propios esfuerzos y recursos. Así, los orfanatos solo son razonables cuando
faltan los padres o cuando ellos no pueden cumplir de una manera mínima con su labor.

La “subsidiariedad débil” se da cuando falta uno o varios de estos requisitos, pero sus efectos
no necesariamente causan la incompetencia, ni dan la prioridad de iniciativa a los inferiores.
Con todo, cabe suponer que aquellos casos más similares a la subsidiariedad fuerte tienen
consecuencias jurídicas semejantes.

El Principio de Subsidiariedad en Derecho

El principio de subsidiariedad, en Derecho, es un principio jurídico que puede plantearse en


situaciones jurídicas en las que se dan dos opciones, de manera que a una de ellas solo se
podrá acudir en defecto de la otra.

Se contrapone al principio de solidaridad, en virtud del cual no se establece un orden de


prelación de alternativas, sino que se deja a disposición de un determinado actuante.

El principio de subsidiariedad se manifiesta en campos tan dispares como el Derecho civil, el


penal o el constitucional.

Responsabilidad civil

Artículo principal: Responsabilidad civil

Entre los tipos de responsabilidad civil, se puede establecer una división teórica entre
responsabilidad principal y responsabilidad subsidiaria. El responsable subsidiario solo tendrá
que responder del deber impuesto al responsable principal si este no lo cumple, no lo puede
cumplir, o sencillamente, no existe.

De esta manera, primero habrá de actuarse contra aquel sujeto que cargue con la
responsabilidad principal, y solo si este falla, actuar contra el responsable subsidiario, que
habrá de responder por el total, sin perjuicio de que más tarde pueda repetir la obligación
contra el principal. En ningún caso, puede darse el sentido opuesto, es decir, que el acreedor
no puede tratar de saldar la deuda acudiendo primero contra el responsable subsidiario.

Ultima ratio penal

Artículo principal: Principio de ultima ratio penal

El principio de subsidiariedad penal, o ultima ratio, establece que si la protección del conjunto
de la sociedad puede producirse con medios menos lesivos que los del Derecho Penal, habrá
que prescindir de la tutela penal y utilizar el medio que con igual efectividad, sea menos grave
y contundente.

De esta manera, el Derecho penal es utilizado como último recurso, exclusivamente para
cuando se trate de bienes jurídicos que no puedan ser protegidos mediante el Derecho civil, el
Derecho administrativo-sancionatorio.

Subsidiariedad sancionatoria

Artículo principal: Sanción

La subsidiariedad también se manifiesta en la determinación de la propia pena o sanción, de


forma que no podrá acudirse a sanciones graves si es suficiente con la imposición de sanciones
más leves.

De esta manera, la lógica penal establece que existe una vinculación entre la gravedad de la
pena y su grado de subsidiariedad. Así, inspirándose también en el principio de necesidad, se
establece que la pena más grave será subsidiaria, es decir, solo podrá darse en casos en los
que la alternativa menos grave no baste.

Fuentes del Derecho

Artículo principal: Fuentes del Derecho

El principio de subsidiariedad también se manifiesta en las propias fuentes del Derecho. De


esta manera, las fuentes tienen una ordenación jerárquica, y las de principio son aplicadas
subsidiariamente, es decir, en defecto de las fuentes derivadas o específicas.

En el ordenamiento español, por ejemplo, el sistema de fuentes viene establecido en el


artículo 2.5 del Código civil. Se mencionan, por este orden, la ley, la costumbre y los principios
generales del Derecho. La costumbre solo será fuente aplicable en ausencia de ley, y los
principios solo en ausencia de la costumbre. Como dice Goethe, "si cada cual limpia su camino,
la calle estará limpia".

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