Luz Visible, Radiación Ultravioleta e Infrarroja Stefan Michalski
Luz Visible, Radiación Ultravioleta e Infrarroja Stefan Michalski
Luz Visible, Radiación Ultravioleta e Infrarroja Stefan Michalski
Stefan Michalski
La presencia de luz es imprescindible para poder ver las colecciones; sin embargo, ésta
deteriora la materialidad de algunos objetos. Este riesgo plantea la necesidad de lograr
el equilibrio entre la adecuada visualización de los bienes exhibidos y la minimización
del daño generado por la luz, sin dejar de lado el principio ético que busca el equilibrio
entre los derechos de nuestra propia generación, con los de aquellas que están por
venir. En la práctica, esto implica considerar las necesidades y características de los
objetos, ya que la sensibilidad a la luz y los requerimientos de visualización son
variables. Asimismo, es preciso considerar que muchos museos cuentan con una
iluminación variable y deficientemente controlada.
Éste capítulo aborda los aspectos a considerar para la toma de decisiones, además de
entregar algunas pautas generales. A pesar de esto, el dilema nunca desaparece: ver
“bien” las colecciones hoy, y también en el futuro.
El espectro de radiación
La Figura 1 grafica las franjas adyacentes de radiación UV, luz visible y radiación IR en
una escala convencional de longitud de onda (en nanómetros –nm). En la parte inferior
se muestra la escala recíproca para la energía de fotón (en electrovolts –eV) con el fin
de demostrar cómo dicha energía se eleva rápidamente en la dirección de la franja UV.
Figura 1. La porción del espectro de radiación que nos interesa: desde UV pasando por la luz visible hasta
IR. La escala principal es la longitud de onda en nanómetros (nm). También se muestra la escala para la
energía de fotón en electrovolts (eV). Las franjas de radiación emitidas por diferentes fuentes de luz se
muestran en barras de color gris claro. Las franjas de radiación bloqueadas por algunos filtros se
muestran en barras de color gris oscuro. La convención asigna el límite entre UV y la luz visible en 400
nm, pero la percepción leve comienza en los 380 nm. Este último límite es generalmente utilizado por los
fabricantes de ventanas para clasificar los vidrios en relación a la radiación UV.
Los distintos daños producidos por la radiación UV, la luz visible y la radiación IR, son
causados por sus diferentes energías fotónicas. La reacción fotoquímica que provoca la
desintegración de los materiales y la producción de subproductos amarillentos propios
de la exposición a la radiación UV requiere de energías mayores a 3 eV; mientras que la
reacción fotoquímica que produce la decoloración de los colorantes, tal como el
funcionamiento de nuestra retina, sucede en un rango entre 2 eV y 3 eV. De hecho,
estamos destinados a ver en la misma franja que causa la decoloración de los
1
Nota del traductor: Esta afirmación no es válida en idioma español
colorantes sensibles, debido al fenómeno fotoquímico relacionado. Los fotones
infrarrojos no tienen suficiente energía asociada como para iniciar alguna de las
reacciones fotoquímicas generadas por la radiación UV o la luz visible, por lo tanto su
consecuencia es simplemente el calentamiento de las superficies que absorben estos
rayos.
La Figura 2 grafica distintas situaciones y sus niveles de lux a lo largo del amplio rango
del ojo humano, desde la luz de la luna hasta la luz del sol.
Figura 2. Escala de intensidades de luz, desde la luz de la luna, pasando por la luz de las velas hasta la
del sol; todo dentro del rango del ojo humano. Nuestro ojo cambia desde la visión nocturna (escotópica)
a la visión en colores (fotópica), con un rango mixto intermedio (mesópica). El índice de daño producido
por la luz es proporcional a su intensidad, por lo tanto, ésta aumenta 10 millones de veces desde la luz
de la luna hasta la del sol, y 1.000 veces desde los niveles recomendados para museos hasta la luz solar.
La exposición total o dosis de luz sobre una superficie, es el producto de la intensidad
de luz (lux) y el tiempo (horas). En los museos, la unidad práctica es millones de lux
por horas; abreviado como Mlx/h y pronunciado como “megalux horas”.
Medición de la radiación IR
No existen convenciones o instrumentos comúnmente utilizados para medir la radiación
IR en los museos, ya que ésta no es tan dañina para las colecciones como lo son la
radiación UV y la luz visible. Si quiere elaborar un instrumento simple que mida el
potencial de calentamiento por radiación IR a partir de una fuente de luz, pinte el bulbo
de un termómetro común de vidrio con una pintura de color negro mate. Ponga el
bulbo en el rayo de luz cercano al objeto en cuestión y espere hasta que la temperatura
deje de subir (varios minutos). Para verificar si este aumento constituye un problema,
consulte el capítulo “Temperatura incorrecta”. Una forma simple para notar si la fuente
de luz incrementa la temperatura, consiste en colocar la mano en el rayo de luz (en el
punto en que debiera alcanzar los objetos) y utilizar una pieza de cartulina para
alternadamente iluminar y sombrear la palma de la mano. Si siente un calentamiento
notable debido a esta luz, dichos objetos identificados como sensibles a una
“temperatura muy alta” en el capítulo sobre “Temperatura incorrecta”, estarán en
riesgo.
En los años 80 se realizó una descripción más precisa de nuestra capacidad para ver a
50 lux, la cual no solo se centró en la capacidad del ojo humano de discriminar
diferencias entre muestras de colores, sino que también en la de ver los pequeños
detalles de un objeto. A partir de esto, se concluyó que una persona joven (25 años) al
observar un objeto de color moderadamente claro, con un grado moderado de detalles
en un patrón algo complejo y en un período razonable de tiempo, sería capaz de ver
todos los detalles casi tan bien a 50 lux como bajo la luz del sol. Desafortunadamente,
no verían aquellos detalles tan bien como a la luz del sol si el objeto es oscuro, si los
detalles son muy sutiles, si el patrón que se está buscando dentro de los detalles es
imperceptible y si el tiempo de observación es limitado. Por otra parte, alguien de
mayor edad (65 años) necesitará varias veces más luz para ver igual de bien que una
persona más joven, inclusive si contara con todas las correcciones ópticas necesarias,
como por ejemplo anteojos. Recientes investigaciones han demostrado que nuestra
capacidad para discriminar grandes trazos de color, disminuye a medida que
envejecemos.
La Tabla 1 no implica que un museo esté obligado a hacer estos ajustes, sino que
simplemente señala cuáles serían necesarios para mantener una adecuada visibilidad en
diferentes situaciones. El realizar o no alguno de estos ajustes, depende del equilibrio
que exista con los temas de conservación presentados en las secciones anteriores
acerca del deterioro por luz y radiación UV. Dicho equilibrio da origen al tema abordado
en la sección final sobre “Estrategias de control”.
¿De qué forma los errores de iluminación pueden reducir la visibilidad y por
qué esto preocupa a los museos?
El sistema visual humano posee una variedad de órdenes de magnitud (los pasos en la
escala logarítmica de intensidad de luz expresados en lux de la Figura 2), sin embargo,
al existir un amplio rango de viveza del color en una escena, solo podemos adaptarnos
a una parte de cada uno de esos pasos. Los tres mecanismos involucrados en el ajuste
de nuestra sensibilidad (adaptación neuronal, ajuste del tamaño del iris y química del
fotorreceptor) demoran entre 200 milisegundos y una hora en adaptarse. En un museo,
se consideran diseños de iluminación erróneos aquellos que excedan la capacidad de
nuestro ojo para ajustarse en el tiempo y el espacio. Asumir un mayor deterioro en
favor de una mejor visibilidad, pierde sentido si por otra parte los errores de iluminación
entorpecen la correcta visualización.
Resplandor directo: bloquéelo
Al igual que las luces en la carretera que encandilan nuestros ojos y provocan
inmediatamente la disminución de nuestra visibilidad del camino, la luz de un foco o
ventana que refleja directamente en nuestros ojos, hará disminuir la visibilidad de un
objeto. El resplandor directo excede enormemente el rango de sensibilidad de nuestros
ojos y los obliga a adaptarse a la intensidad más alta.
Bloquee cualquier tipo de resplandor: utilice snoots, deflectores y celosías en los focos;
y postigos, cortinas o persianas en las ventanas. Existen nuevos materiales para
persianas que permiten el paso de la luz, disminuyendo considerablemente su
intensidad. Exhibiciones con recorridos complejos, con divisiones interiores y numerosas
vitrinas de exhibición, requerirán de muchas horas de trabajo para capturar el
resplandor de las luces, re dirigirlo o bloquearlo. Un diseño conformado por un simple
muro perimetral constituye una ventaja, ya sea en una gran galería de bóveda de
cañón del siglo XIX o en una pequeña sala del siglo XX (ver Viñeta 2), ya que disminuye
dichos problemas.
POSIBILIDADES DE No es esencial, pero los objetos Las bombillas de cuarzo Existen filtros UV en forma de
FILTRO UV altamente sensibles pueden sin protección emiten mangas Asegúrese que las
beneficiarse con un filtro UV. ondas cortas de UV, que tapas estén certificadas contra
son bloqueadas por un riesgo de incendio (algunas se
“envoltorio” de vidrio liso han inflamado).
o filtros de seguridad. Alternativamente, coloque los
Filtros UV de vidrio de filtros UV en difusores.
buena calidad: $10-$50.
Los filtros plásticos
económicos deben
LUZ INCANDESCENTE LUZ FLUORESCENTE
Tradicional Halógena de cuarzo Tubos tradicionales
ubicarse a cierta
distancia de la bombilla
caliente
MR16 es comúnmente
utilizado en iluminadores
de fibra óptica. Las fibras
Se pueden utilizar canoas
FIBRA ÓPTICA O filtrarán UV e IR.
Inapropiado porta tubos en las vitrinas de
VARILLAS DE LUZ Iluminador: $200–$500
exhibición
Entre 1-10 fibras de
salida separadas, a veces
más.
Excelente variedad de
amplitud de haz y watts.
Mejor espectro de luz en
general.
Luminarias tipo "A" son de muy Baja frecuencia de recambio.
VENTAJAS DE SU USO Lámparas de bajo voltaje
bajo costo Baja emisión de calor.
EN MUSEOS pueden conectarse sin
Repuestos muy económicos. Bajo consumo de energía.
riesgo de golpes
eléctricos.
Frecuencia de recambio
muy baja.
Bombillas se calientan
mucho, por lo que existe
riesgo de explosión.
Demasiado brillante a distancias Genera calor. Demasiado brillantes a cortas
menores a un metro y medio. El costo de la lámpara distancias.
DESVENTAJAS DE SU Alta emisión de calor (no por hora puede ser alto. Difíciles de dirigir.
USO EN MUSEOS apropiadas para el interior de Algunas lámparas de Componentes son poco
vitrinas). bajo voltaje son bastante estéticos, la iluminación puede
Haces luminosos amplios. costosas. ser "plana".
Cableado sin protección
genera riesgo de
incendio.
HID (descarga de alta LED blanca (diodo
FLUORESCENTE LUZ DIA
densidad) emisor de luz)
Compacto
220 V, 120 V 220 V, 120 V y mayores 6 V, 12 V, 120 V, 220 V
CFT: tubo fluorescente HID: Descarga de alta Recientemente incluidas
compacto. Fabricantes intensidad; clase que incluye: como opciones de
pueden emplear otras M: mercurio iluminación para museos;
iniciales, por ej. TL, XL, MH: haluro metálico por lo tanto, la
PL, SL. S o HS: Sodio y Xenon de alta información de esta
Tamaños: 5W, 7W, 9W, presión columna es sólo
11W, 13W, etc. en Muchas formas elaboradas preliminar.
donde el número 70–1.000 W+ Actualmente disponible
refiere al wattaje. en muchos aparatos,
LUZ INCANDESCENTE LUZ FLUORESCENTE
Tradicional Halógena de cuarzo Tubos tradicionales
La temperatura de
(incluso con lámparas
color puede graficarse
halógenas de cuarzo, por
como 2.800 K, o
ejemplo, GU10).
solamente 28 K
10.000–80.000 (si pierde
10.000 generalmente 3.000–40.000+ un 70% de intensidad, se
trata de una falla).
Altos costos “escondidos”:
costo de construcción inicial,
$10–$40 (varía según $5–$20, dependiendo de
Varía según el tamaño. mantención, goteras desde el
el tamaño, reflector) la potencia.
tragaluz y de energía para
calefacción y enfriamiento.
~$0.50–$2.00
asumiendo el consumo
$3–$12
de 30.000h de la actual
GU10.
Tarde-noche: 3.000 K
2.700 K cálida Mercurio, haluros metálicos: sol de mediodía: 6.000 K
3.500 K disponibles de tibio a cálido. 3.000-3.500 K cielo azul: 9.000–12.000 K
4.100 K fría Xenon casi imita la luz día de disponibles. luz día: mezcla de los
5.000 K fría 6.500K. anteriores, el estándar es
"D6500 K"
Es importante observar que la luz día de un índice de 100, luego de reflectar contra un
muro o piso colorido, puede arrojar un índice mucho peor que el de la luz que irradia
directamente un tubo, de índice 85. Si se elige iluminar por medio de luz día “de
rebote” (o cualquier otra fuente de luz), entonces el reflector no debe tener color.
En lugares con bajos niveles de iluminación, como en museos, los observadores tienden
a preferir luces más cálidas, similares a las de las bombillas incandescentes; por
ejemplo de bombillas estándar de 2.800 K o incandescentes halógenas de cuarzo de
3.000 K. En la medida que se requiere una iluminación de varios miles de lux más, se
prefieren luces más frías, como la de 5.000 K o más. Los tubos de ahorro de energía
más comunes (fluorescentes) existen en un amplio rango de temperaturas de color.
Para lograr un buen resultado al utilizar este tipo de tubos compactos en pequeños
museos, es necesario considerar la temperatura de color. Como se explicó
anteriormente, las lámparas que producen luz cálida, que generalmente indican 2.800 K
o simplemente “28K”, son usualmente preferidas para espacios con bajos niveles de
luz; sin embargo, los tubos que producen luz fría (3.500 K hasta 5.000 K) pueden
aumentar el contraste de los objetos, lo que en ocasiones puede ser deseable. En
conclusión, siempre se debe comprobar primero la temperatura de color antes de
finalmente elegir.
Luz natural v/s artificial
Los que prefieren el uso de la luz día, a menudo usan el término luz “natural” para
referirse a la luz exterior de día y luz “artificial” para las fuentes eléctricas; pero todas
las fuentes de luz son naturales, ya sean astros brillantes, filamentos brillantes o
fósforos brillantes. La pregunta correcta sería si el IRC es lo suficientemente bueno. De
acuerdo a lo que ya hemos visto, ambas pueden ser apropiadas o inapropiadas en
términos de IRC. El atractivo psicológico de las ventanas y tragaluces, radica en la
conexión con el exterior y la alta intensidad de luz (cuando el sol brilla). El control de
las ventanas existentes por medio del uso de pantallas, persianas, cortinas parcialmente
cerradas y postigos externos, que se cierren durante los períodos de mayor intensidad,
pueden reducir los riesgos de decoloración y los reflejos, dejando intacta la conexión
visual hacia el exterior.
La luz decolora (o “blanquea” los colores). Los colores sensibles a la luz pueden
desaparecer tras pocas horas de exposición a la luz solar directa, o después de
unos pocos años bajo una iluminación controlada en un museo, por ejemplo,
algunas tintas de marcadores con punta de fieltro o algunas fotografías en
colores. Los colores no sensibles pueden durar siglos bajo la luz solar directa, por
ejemplo, cerámicas y frescos minoicos. Todos los objetos coloreados caerán en
alguno de dichos extremos.
La radiación UV causa amarillamiento, pérdida de cohesión, debilitamiento, y/o
desintegración de los materiales. La pérdida de cohesión de los aglutinantes en
pinturas es generalmente confundida con la decoloración de los pigmentos.
La radiación IR calienta la superficie de los objetos, y por lo tanto se vuelve una
forma de temperatura inadecuada (muy alta), con todos los posibles daños ya
esbozados en el capítulo sobre “Temperatura incorrecta”. La radiación IR no será
abordada en detalle en este capítulo.
Existe cierta coincidencia en los tipos de deterioro provocados por la luz visible y la
radiación UV. La luz visible (en especial la violeta) puede provocar parte de la
desintegración y amarillamiento adjudicados a la acción de la radiación UV, pero sólo en
unos pocos materiales y de forma más lenta que la radiación UV. A su vez, la radiación
UV contribuye a la decoloración, pero su incidencia en el desarrollo de este deterioro es
dominante solo en los colores que son más estables frente a la acción de la luz visible.
Ninguna de dichas coincidencias reduce la validez de las generalizaciones antes
descritas. Para reducir la decoloración de las colecciones en exhibición, especialmente
de aquello que se ve afectado más rápidamente, existe solo una opción: reducir la
exposición a la luz. Muchos museos, sus donantes y sus enmarcadores, han asumido
que la causa principal de la decoloración es la radiación UV, y que un buen filtro UV
evitaría que sus colecciones se vean afectadas por este motivo. Algunos anuncios de
filtros UV insinúan lo mismo. Para colores sensibles a la luz (el quid del dilema en la
iluminación de un museo), la radiación UV generalmente contribuye en menos de un
cincuenta por ciento a la decoloración, y a menudo solo en una décima parte, por lo
tanto, es necesario seguir considerando la necesidad de reducir la exposición a la luz
visible. (Las escalas de exposición en el centro de la Tabla 3 cuantifican este
fenómeno).
¿Por qué preocuparse entonces del control de la radiación UV? Porque para muchos
objetos, tales como pinturas con pigmentos permanentes o dibujos e impresiones
monocromáticas, el amarillamiento, la pérdida de cohesión del aglutinante y la
friabilidad del soporte resultante de la acción de la radiación UV, constituyen los
principales deterioros que afectan a las colecciones sometidas a una iluminación no
controlada en un museo.
Materiales que no cambian de Materiales clasificados Materiales clasificados según la Materiales clasificados
color por la luz (Pueden según la norma ISO norma ISO como Lana Azul #4, #5, según la norma ISO
cambiar su color por el como Lana Azul #7 y #8 ó #6. como Lana Azul #1, #2,
envejecimiento o agentes (y otros mayores). ó #3.
contaminantes). Tinturas y lacas de alizarina. Unos La mayoría de los
Paletas de colores para pocos extractos vegetales, como por extractos vegetales, por
La mayoría, pero no todo los artistas clasificadas como ejemplo los rojos tipo madder o consiguiente la mayoría
pigmentos minerales. "permanentes" (una rubia tinctoria, que contienen de los pigmentos
mezcla de colores principalmente alizarina como brillantes tradicionales y
Los colores de la paleta permanentes y pinturas colorante para lana o como un lacas en todas las
empleada en “frescos de baja sensibilidad, por pigmento de laca, en todas las superficies: amarillos,
verdaderos” que presentan ejemplo ASTM D4303 superficies. Ésta varía dependiendo anaranjados, verdes,
estabilidad en medios Categoría I; Winsor y del tipo de medio, pudiendo púrpuras, muchos rojos,
No Sensibles Sensibilidad baja Sensibilidad media Sensibilidad alta
alcalinos. Los colores de Newton AA). alcanzar la categoría de baja azules.
esmaltes de vidrio verdadero sensibilidad, dependiendo de la
de la cerámica (que no deben Colores estructurales de concentración, del sustrato y del Extractos de insectos,
confundirse con las pinturas insectos (si radiación UV mordiente. como shellac y de
de esmalte). es bloqueada). El color de la mayoría de las pieles y cochinilla (por ej.
Unos pocos extractos plumas. carmín) en todas las
Muchas imágenes vegetales tradicionales superficies.
monocromas en papel, por por ejemplo, azul índigo La mayoría de las fotografías en La mayoría de los
ejemplo, las tintas de carbón, sobre lana. colores con el sufijo "cromo" en su colores sintéticos, como
pero el tinte del papel y el nombre, por ejemplo fotografía las anilinas en todas las
colorante agregado a la tinta Impresiones en blanco y Cibachrome, Kodachrome. superficies.
de carbón son generalmente negro de plata/ gelatina La mayoría de los
altamente sensibles. El papel (no en papel recubierto colorantes sintéticos
en sí mismo debe ser con resina), asumiendo económicos sobre todas
cuidadosamente considerado que todos presentan las superficies.
de baja sensibilidad. bloqueadores UV. La mayoría de los
marcadores con punta
Muchos pigmentos modernos Muchos pigmentos de fieltro, incluidos los
de alta calidad, desarrollados modernos de buena de color negro.
para uso externo, como en calidad, desarrollados La mayoría de las tintas
automóviles. para uso externo, como para bolígrafos de color
en automóviles. rojo y azul.
Bermellón (se ennegrece La mayoría de los
debido a la luz). colorantes para teñir
papel en el Siglo XX.
La mayoría de las
fotografías a color con el
sufijo "color" en su
nombre. Por ejemplo,
Kodacolor, Fujicolor.
Asimismo, la radiación UV amarillea con facilidad los plásticos de mala calidad y el papel
periódico. La Tabla 5 resume los deterioros y niveles de daño conocidos por causa de la
radiación UV. La tabla comienza con los puntos de referencia que conocemos a partir de
estudios, sobre exposición a la luz día exterior, lo que luego se extrapola a exposiciones
donde se ha reducido la radiación UV mediante la acción de vidrios y filtros.
Figura 4. Ejemplos de daño por UV. Pruebas sobre pintura al óleo de color siena tostada de principios del
siglo XX.
Las imágenes muestran el detalle de un área de la superficie pictórica que estuvo iluminada por una
fuente de luz similar a la luz día, que pasa a través de una ventana a una intensidad de 67 Mlx/h
(equivalente a casi 8 meses de luz día completos ó 400 años de exhibición a 50 lux). A la izquierda se
entrega una visión microscópica, donde la mitad inferior fue protegida con un buen filtro UV. Las
imágenes en blanco y negro del costado derecho fueron obtenidas por microscopía electrónica de
barrido. La imagen inferior muestra una superficie oleosa lisa, que no ha sufrido deterioro, mientras que
la superior, deja ver una superficie erosionada y agrietada. El pigmento marrón (mineral) no se ve
afectado ni por la luz ni por la radiación UV.
Etapas de control
Evitar
Establezca normas definidas para los niveles de iluminación y fuentes de luz (vea
la sección de más adelante “Estrategias de control”).
Traslade al interior los objetos exhibidos al aire libre
Apague las luces cuando no hayan visitantes presentes. Utilice sensores de
proximidad cuando sea posible.
En casas históricas, seleccione lugares en el interior que tengan una baja
intensidad de luz a lo largo del día. Si no se dispone de filtros UV en las
ventanas, coloque los objetos donde no sean alcanzados por la luz directa.
Bloquear
Aplique filtros UV a las fuentes de luz que lo requieran (según se indica en la
Tabla 2).
En los exteriores, utilice algo que le de sombra, como un tejado simple o,
aproveche la orientación del edificio para evitar el sol.
En los interiores, instale pantallas, celosías, persianas, difusores de luz, pintura o
lo que sea necesario para bloquear la luz que entra por las ventanas.
Separe los sectores de acceso público con mucha luz de las áreas de exhibición,
y disponga de áreas de adaptación entre ambas.
Cuando el museo permanezca cerrado, cierre cortinas, persianas, postigos, etc.
Cubra las vitrinas cuando no haya público presente.
Detectar
Busque señales de daño producido por la luz visible y la radiación UV dentro del
museo.
Utilice medidores de luz y dosímetros pasivos.
Use medidores de UV especialmente diseñados para museos.
Si sospecha de un aumento de temperatura causado por la radiación IR,
verifíquelo utilizando un termómetro común.
Responder
Cuando detecte objetos decolorados, determine las causas y sus posibles
soluciones.
Cuando las mediciones de luz visible y de radiación UV muestren índices
inesperadamente elevados, determine las causas y sus soluciones.
Recuperar
La decoloración o desintegración de un objeto, constituye un deterioro
irreversible. La restauración de las pérdidas implica la incorporación de un nuevo
material en reemplazo del que se ha perdido.
Siga algunas medidas básicas diseñadas para eliminar los índices extremos de
exposición a la luz.
Siga una simple regla basada en la intensidad de la luz para una visibilidad
mínima de 50 lux.
Siga algunas reglas difíciles para minimizar el daño y maximizar la visibilidad.
Si asumimos que estas medidas evitarán que se llegue a los extremos de 30.000 lux de
luz día promedio, llegando a un punto entre los 5.000 lux (en ventanas) y los 500 lux
en la iluminación de la mayoría de oficinas; entonces, los objetos de baja sensibilidad
que permanezcan en exhibición por casi un siglo, conservarán la intensidad de sus
colores. Los objetos de sensibilidad media se decolorarán en poco mas de una década,
y aquellos de sensibilidad alta se habrán destruido hace tiempo; a menos que hayan
quedado casualmente apartados en lugares oscuros y olvidados, dentro de cajas,
sobres, cofres, volúmenes, etc., o hayan sido recientemente sacados de dichos lugares
para ser ubicados en la exhibición. Esta es la tragedia de las pequeñas casas-museo
históricas, que adquieren nuevos y coloridos tesoros por medio de donantes que los
mantenían en la oscuridad.
Cabe destacar que los autores tienden a discrepar al considerar qué ítems forman parte
de una u otra categoría, y si es necesario o no incluir la de 300 lux.
Mantener todos los niveles de radiación UV bajo 75 µW/lm (el valor para
bombillas incandescentes comunes)
En la actualidad, existen instituciones que siguen pasos similares, los que han sido
descritos por el Museo de Bellas Artes de Montreal (Colby 1992) y el Museo Victoria y
Albert (Ashley-Smith et al. 2002).
1. Al igual que en los puntos descritos anteriormente, se debe reconocer que quizás
la misión del museo en términos de la preservación, no es igual a la que asume
un museo nacional.
2. Al igual que en los puntos descritos anteriormente, se debe reconocer que un
museo más pequeño, puede a menudo llegar a conocer mejor su colección que
un museo nacional.
3. Al igual que en los puntos descritos anteriormente, se debe reconocer que por
un lado los visitantes de un museo de una pequeña comunidad pueden ser en
promedio de mayor edad, y por otra, que la expectativa de visibilidad de los
visitantes puede ser menor, por tratarse de un contexto histórico.
4. Evalúe las intensidades de la luz, o exposiciones acumulativas, en diferentes
áreas de la exhibición.
5. Determine el tiempo posible de exhibición de los objetos en sus lugares
asignados, considerando los pasos 1, 2 y 4. Mantenga un equilibrio entre lo que
se exhibe y el tiempo que se dejará ahí; o cambie su criterio en relación al punto
1.
Para ayudar a tomar dichas decisiones a partir de una estrategia de manejo de riesgos,
el ICC ha desarrollado un calculador de daño para Internet. Éste permite, explorar
rápidamente los posibles daños de diferentes objetos bajo un amplio rango de niveles
de lux y horarios de exhibición. Dado que la información de sensibilidad es
proporcionada por investigadores de todo el mundo, pronto estará disponible en la
página Web del ICC.
Conclusiones
“Ver v/s conservar” es el epítome del dilema “uso v/s preservación” que enfrentan los
museos. Dependemos de la luz para ver, pero la decoloración es completamente
irreversible. Antiguamente los museos confiaban en una simple regla derivada de la
visibilidad “adecuada” de 50 lux. Acuerdos sobre préstamo y pautas gubernamentales
aún reflejan este criterio. Los museos que actualmente cuentan con una iluminación
controlada, anteriormente se comportaban como si el cumplimiento de dichas reglas
significara que el riesgo de decoloración hubiera desaparecido totalmente. Quizás, ellos
han logrado aplacar su ansiedad al adquirir un compromiso factible que pudo ser
codificado. Sin embargo, a los museos pequeños que presentan menores posibilidades
de controlar la iluminación, nunca se les entregó alguna pauta sobre qué objetos
estaban realmente en peligro por exposición a luces intensas y cuáles no. Yendo más
allá de los enfoques basados en reglas o visiones fatalistas, y avanzando hacia una
estrategia real de evaluación de riesgos (apoyada por el calculador de daño por luz
desarrollado por el ICC), los museos pequeños podrán dirigir sus esfuerzos en ubicar
estratégicamente los objetos dentro de los variados niveles de luz de sus salas, y
relajarse cuando el riesgo de decoloración sea mínimo o inexistente.
Viñetas
Figura V1: Uso de un nicho de ventana para exhibir dentro de una casa histórica.
Este nicho de ventana está en el interior de un edificio construido en piedra caliza, que
alberga al Museo Brockville, en Ontario, Canadá. Las ventanas son lugares
particularmente problemáticos para ser usados con colecciones históricas mixtas,
puesto que ahí la luz es intensa. En este caso, se han seguido dos estrategias: (1) La
ventana ha sido cubierta con una placa plástica traslúcida acanalada (material
generalmente utilizado para señales gráficas) que reduce la intensidad de la luz en casi
la mitad, (lo que se suma a las propiedades de aislamiento que posee la ventana). Este
método es tan simple, que utiliza unos pocos chinches, los que serían fáciles de
remover si cambiara el uso de la sala. Aunque el reflejo del panel transparente es
menor que lo ideal, la estructura de fondo, inmediatamente adyacente a los objetos, es
oscura y mate. (2) Más importante aún, para este espacio de exhibición se han
seleccionado objetos no sensibles, por ejemplo, timbres metálicos, o artículos de baja
sensibilidad, como el papel blanco, tinta negra y madera sin teñir. Los timbres de
bronce tienen muchos detalles, son oscuros y poseen un bajo contraste. El
aprovechamiento de la luz que entra por la ventana, permite verlos claramente y
totalmente definidos.
Colby, Karen M. "A Suggested Exhibition Policy for Works of Art on Paper. Journal of
the International Institute for Conservation-Canadian Group. 17 (1992), pp. 3-11.
Escala Lana Azul: Es un índice para la sensibilidad a la decoloración por luz y se basa en
un grupo de ocho diferentes muestras de lana teñida.
Pié-candela: Unidad Imperial de luminancia (intensidad de luz) igual a 1 lumen por pie
cuadrado, o 10.76 lux.
Decoloración sólo perceptible: lo “sólo perceptible” varía entre los observadores, las
situaciones y las convenciones de la industria, pero para propósitos prácticos, significa
más o menos lo que plantea. Técnicamente, aquí es definida según la norma ISO de
“GS4”, el primer paso en la escala de cinco pares de cuadrados grises utilizados para
medir la decoloración durante las pruebas de resistencia a la luz. En otras palabras, es
el cambio en el color que la industria consideró "solo perceptible”, desde una
perspectiva práctica del usuario. En unidades colorimétricas, GS4 representa ∆E:1.8.
“Solo perceptible” no debe confundirse con la “diferencia de color solo perceptible” que
las personas pueden ver durante circunstancias visuales óptimas, la cual es de 2 a 6
veces menor que ∆E:1.8, dependiendo del color. (Sistemas colorimétricos como el ∆E
(CIELAB) son un intento, actualmente lejos de ser perfecto, de encontrar una métrica
que tendrá como unidades las “diferencias sólo perceptibles” a través del espacio
completo de color).
µW/lm: abreviación de microwatts por lumen. Unidad de radiación UV para los museos.
Es el indice de intensidad de radiación UV (en unidades radiométricas SI µW/lm2) para
la intensidad de la luz (en unidades fotométricas SI, lux=lumen/m2), de ahí el resultado
µW/lm.