Pastoral Juvenil

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2.

1 La pastoral vocacional juvenil( espacio para suscitar


vocaciones, todo lo que dicen los documentos de la iglesia
(retiros, convivencias, seminario)

La pastoral juvenil, debe estar integrada dentro de la pastoral general de la


parroquia a la vez que debe tener su espacio propio, porque se trata de una
pastoral especifica.

La parroquia y el presbítero han de brindar un espacio y tiempo necesario para


los jóvenes, para que caminen dentro de un itinerario con objetivos y metas
concretas que logren un crecimiento espiritual y humano.

El trabajo con jóvenes es urgente porque están rodeados de un ambiente


donde lo más importante es la figura, lo externo, el tener antes que el ser,
situación que aliena sus vidas creándoles un vacío y desorientándolos,
perdiendo el horizonte para sus vidas, están como “heridos por el bienestar,
engañados por las ideología, confusos por la desorientación ética” 1, además
invadidos por la moda y prototipos de vida light, que muchas veces no
pertenecen a su cultura y raíces de origen.

Esto provoca en los jóvenes una sed de dar sentido a su vida, de encontrar una
brújula que guie sus pasos, por eso la pastoral juvenil parroquial debe
convertirse en una posibilidad de ofrecer respuestas a los jóvenes cumpliendo
un rol orientadora y ofrecer una respuesta a sus inquietudes.

A la vez la pastoral juvenil, debe establecer procesos que permitan en el tiempo


trabajar dentro de la línea vocacional, porque los jóvenes son la esperanza de
la Iglesia, ahí están las futuras vocaciones, la apuesta debe darse por ellos y
una forma de rescatarlos, orientarlos es con la elaboración de un trabajo juvenil
eficiente y apropiado, que haga un camino espiritual con Cristo y provocar la

1
nuevas vocaciones para una nueva Europa 11b
posibilidad de plantearse la idea de una posible llamada hacia la vida
sacerdotal.

El protagonismo de los jóvenes en la pastoral juvenil se vuelve mas real


cuando son ellos mismos los que asumen un proceso, donde se tomen en
cuenta sus aspiraciones, sus cualidades y virtudes que cada joven trae consigo
y que ser estimulándolas para iniciar un acompañamiento vocacional.

El acompañante sería el presbítero para poner la pauta, iluminar a luz del


evangelio los comportamientos y pensamientos del joven y despertar un juicio
crítico y acertado frente las complejidades sonde se desenvuelve.

La pastoral vocacional juvenil, busca integrar fe y vida, promover la propuesta


de Cristo para sus vidas, es necesario hablar de integración, porque no es un
hecho dado, sino fruto de un proceso, “contra toda forma de reduccionismo,
laicismo, que va por el lado de la coincidencia y no de la integración” 2

La asamblea de obispos de Quebec afirma: “proponer hoy la fe a los jóvenes


no es tanto pretender darles cursos cuanto sugerirles itinerarios de vida,
invitarles a dar algunos pasos en el sentido del evangelio, como quien
descubre un país, un territorio nuevo, desconocido” 3.

El acompañamiento está en relación a un itinerario, por eso el acompañante


debe tener preparación y paciencia para llevar al joven poco a poco a su
crecimiento espiritual de enamoramiento de Jesucristo, ofreciéndole medios,
instrumentos de crecimiento para que llegue a una identificación con la
propuesta del evangelio, respetando la libertad del chico, que si Dios lo quiere,

2
Ricardo Tonelli, Pastoarl juvenil, anunciar la fe en Jesucristo en la vida cotidiana, editorial CCS, Madrid
1985, pag 159-160

3
Proponer hoy la fe a los jóvenes. Una fuerza para vivir, en D. Martínez p. Gonzalez j. L. Saborido,
proponer la fe hoy. De lo heredado a lo propuesto, Sal terrae, Santander, 2005, p. 171.
bien podría desembocar en una llamada vocacional hacia la vida consagrada,
como ha sucedido con muchos que se han consagrado

“La pastoral juvenil es la acción pastoral que acompaña a los jóvenes a


descubrir y seguir a Jesucristo, y a comprometerse con él y con su mensaje.
Ellos, transformados en hombres y mujeres nuevos, integran su fe y su vida y
se convierten en protagonistas de la construcción de la civilización del amor 4

La juventud es una etapa de decisiones y proyecciones, de elecciones


definitivas, dentro de esa gama de elecciones no se debe descartar la opción a
la vida consagrada.

 Codigo derecho canonico 232-239

cf JUAN PABLO II, Mensaje en la XXII Jornada Mundial de Oración por las
Vocaciones (1985); V CONGRESO EUROPEO SOBRE LAS VOCACIONES,
Roma, 1973, Mensaje final; II CONGRESO MUNDIAL DE LAS VOCACIONES,
1982, 43; CVTE, pp. 176, 222; EiAS, 44, 47.

“Nuevas Vocaciones para una nueva Europa”:

ESPIRITUALIDAD Y ANIMACIÓN VOCACIONAL SAPIENCIAL (Este apartado


está tomado de Amedeo Cencini en su libro “De la nostalgia a la profecía”
editado en Madrid por Ed. Atenas en 1991.

36] [37]
cf Dir 171; PGF, 283-285.

4
cf JUAN PABLO II, Mensaje en la XXII Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones (1985); V
CONGRESO EUROPEO SOBRE LAS VOCACIONES, Roma, 1973, Mensaje final; II CONGRESO MUNDIAL DE
LAS VOCACIONES, 1982, 43; CVTE, pp. 176, 222; EiAS, 44, 47.
seminarios menores

Los seminarios menores son una instancia que ha promovido la Iglesia, con la
finalidad de promover las vocaciones, “el obispo diocesano, donde lo considere
oportuno provea a la erección de un seminario o de una institución semejante” 5

El seminario menor, es un espacio para ir atisbando una posible vocación,


donde el chico en un ambiente de escucha y libertad, y con la ayuda de
sacerdotes hace un proceso de discernimiento y maduración de su fe con la
mirada puesta hacia una vocación al sacerdocio, este hecho es como “Remar
mar adentro y echad las redes para pescar”6 y “no temas, pequeño rebaño”7.

En Juan Pablo II, en la Pastores Davo Vobis dice: “la vocación sacerdotal tiene
con frecuencia un primer momento de manifestación en los años de la pre
adolescencia o en los primerísimos años de la juventud” 8, la tarea del seminario
será potencializar ese primer momento, proporcionando un ambiente
adecuado, de oración y fraternidad, formación académica y humana.

Para un buen funcionamiento del seminario menor, es necesario la cooperación


de toda la diócesis a la que pertenece el seminario menor, de cada sacerdote,
implementando la pastoral de monaguillos, realizando jornadas de oración por
las vocaciones y buscando apoyo en la comunidad para ayudar a los
seminaristas.

Además el apoyo de la familia, iglesia doméstica, también es fundamental, al


tratarse de chicos que todavía tienen un vínculo muy fuerte y necesitan el
apoyo afectivo de los suyos, pues todavía no están en la capacidad total de
tomar decisiones definitivas.

5
Código derecho canonico 234
6
Lc 5,4
7
Lc 12,32
8
PDV 63
el Vaticano II precisó los fines y tareas de este organismo diocesano y de otros análogos
nacionales y regionales: «Las Obras de las Vocaciones establecidas ya o por establecer en la
esfera diocesana, regional o nacional, a tenor de los documentos pontificios sobre la materia,
organicen metódica y coherentemente toda acción pastoral en el fomento de las vocaciones»
(vaticano II, Optatum Tiu, n. 2). «Todo retraso en la erección de este organismo o de su eficaz
puesta en marcha se traduce en daño para la Iglesia» (Documento Conclusivo vaticano II, n.
57).

Es importante no sólo que el Centro exista, sino que sea dinámico, que haya personas
disponibles, preferiblemente con dedicación completa, que colaboren y participen de común
acuerdo en todos los sectores de la pastoral diocesana, sin ignorarse mutuamente, o peor,
enfrentándose entre ellos.
El DC indica del modo siguiente los servicios concretos del Centro Diocesano de Vocaciones:

- «difundir una fuerte inspiración de fe; alimentar la espiritualidad y la oración;


- llevar la animación vocacional a la pastoral de la comunidad parroquial comprometiendo
movimientos, grupos, servicios y otras comunidades de las que actúan en la parroquia;
- insertar la animación vocacional en la pastoral juvenil;
- apoyar las diversas iniciativas de acompañamiento, especialmente los seminarios menores e
instituciones análogas para otras instituciones de vida consagrada;
- crear y difundir publicaciones adaptadas a las diversas necesidades de la pastoral vocacional;
- procurar la preparación de las personas que han recibido de los Obispos, de los Superiores
Religiosos o de otros Responsables de la vida consagrada, el mandato específico del cuidado y
acompañamiento de los llamados (DC, n. 59)».

LA FAMILIA

"La familia es el vivero natural de las vocaciones" (Juan Pablo II, XXXI Jornada
mundial de oración por las vocaciones 1994).

"La familia es el primer seminario" (Optatam Totius n. 2).

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