El Enjambre
El Enjambre
El Enjambre
Sin duda hoy nos encontramos en una nueva crisis, en una transición crítica, de
la cual parece ser responsable otra transformación radical: la revolución digital,
una formación de muchos asedia a las relaciones dadas de poder y de dominio.
La nueva masa es el enjambre digital, pero con características propias que lo
diferencia de las creaciones clásicas.
El enjambre digital consta de individuos aislados, en ella los individuos
particulares se funden en una nueva unidad, en la que ya no tienen ningún perfil
propio. A éste, le falta un alma o un espíritu de la masa, los individuos que se
unen en un enjambre digital no desarrollan ningún nosotros. No se distingue por
ninguna concordancia que consolide la multitud en una masa que sea sujeto de
acción. El enjambre digital, por contraposición a la masa, no es coherente en sí,
no se manifiesta en una voz, por eso es percibido como ruido.
Hablar de clase solo tiene sentido dentro de una pluralidad de clases y lo cierto
es que la multitud es la única clase. Pertenecen a ella todos los que participan
en el sistema capitalista. El imperio global no es ninguna clase dominante que
explote a la multitud, pues hoy cada uno se explota a sí mismo, y se figura que
vive en la libertad, el actual sujeto del rendimiento es actor y víctima a la vez. En
el imperio propiamente no gobierna nadie, Él constituye el sistema capitalista
mismo, que recubre a todos, hoy es posible una explotación sin dominación.
Hoy, según los autores citados en el texto, la multitud es capaz de realizar una
“acción común”, pero es a su vez una composición de todos aquellos que
trabajan bajo el dominio del capital y potencialmente como la clase que se resiste
al dominio del capital, lo que resulta paradójico y nos invita a pensar si realmente
podemos escapar de la cultura capitalista, posiblemente la respuesta sea no, ya
que las alternativas a este modelo aún son frágiles y difíciles de sostener en una
sociedad donde prima el consumo.
Bibliografía: