Breve Argumento Amor Brujo
Breve Argumento Amor Brujo
Breve Argumento Amor Brujo
Amor, baile y muerte. Estas son las tres claves de "El amor brujo". Carmelo está
enamorado de Candela, cuyo padre le ha arreglado el matrimonio con José,
siguiendo la ley gitana. José, que sigue viendo a su amante Lucía aún después de
casado, muere apuñalado poco después, de lo que es acusado Carmelo, quien pasa
cuatro años en la cárcel. Al regresar al poblado, Carmelo ve aterrado cómo Candela
baila cada noche con el espíritu de José en el lugar en que fue asesinado. Una
hechicera recomienda a Carmelo que baile con Candela la danza del fuego, para
apartar de ellos al espectro que les separa. Fracasan en el intento, y la única
solución es que la que fue amante de José en vida lo sea también en la muerte.
El siguiente resumen aparece en la partitura publicada de El amor Brujo:
Candelas, una joven muy bella y apasionada, ha amado a un gitano malvado, celoso
y disoluto, pero fascinante y lisonjero. Aunque ha llevado con él una vida infeliz, le
amó intensamente y lamentó su pérdida, incapaz de olvidarle. El recuerdo que
guarda de él es como un sueño hipnótico, un hechizo mórbido, horroroso y
enloquecedor. Está aterrada por el pensamiento de que el muerto quizá no se haya
ido del todo, de que puede regresar y que continúa amándola a su modo feroz,
sombrío, infiel y acariciante. Se vuelve víctima de sus pensamientos del pasado,
como si estuviera bajo la influencia de un Espectro; sin embargo ella es joven,
fuerte y vivaz. La primavera vuelve y con ella el amor, en la figura de Carmelo.
Carmelo, un galán apuesto, joven y enamorado, trata de seducirla. Candelas no es
reacia a ser conquistada y casi inconscientemente responde al amor, pero la
obsesión de su pasado pesa contra su actual inclinación. Cuando Carmelo se acerca
a ella y trata de hacerla compartir su pasión, el Espectro regresa y aterroriza a
Candelas, a la que separa de su amante. Los amantes no pueden intercambiar el
beso del amor perfecto.
Carmelo se va y Candelas languidece y se marchita. Se siente como embrujada y su
amor pasado parece revolotear pesadamente a su alrededor en la forma de
murciélagos malévolos y agoreros. Pero este hechizo malvado debe ser roto y
Carmelo cree haber encontrado un remedio. En otro tiempo él fue camarada del
gitano cuyo Espectro ronda a Candelas. Sabe que el amante muerto era el típico
galanteador andaluz infiel y celoso. Como parece conservar, aun después de
muerto, su gusto por las mujeres bellas, debe ser sorprendido en su lado flaco y de
este modo apartado de sus celos póstumos, con el fin de que Carmelo pueda
intercambiar con Candelas el beso perfecto contra el cual no tiene poder la brujería
en contra del amor.
Carmelo persuade a Lucía, una joven gitana encantadora-mente bella, amiga de
Candelas, que simule aceptar los avances del Espectro. Lucía, por cariño a Candelas
y por curiosidad femenina, acepta. La idea de flirtear con un fantasma le resulta
atrayente y novedosa. ¡Y además, en vida el muerto había sido tan jovial! Lucía
ocupa el puesto del centinela. Carmelo regresa a seducir a Candelas y el Espectro
interviene -pero se encuentra con la encantadora gitanilla y no puede ni quiere
resistirse a la tentación-, pues él no sabe decir que no a la atracción de una cara
bonita. Comienza a seducir a Lucía, engatusándola e implorándole, y la coqueta
joven gitana le lleva casi a la desesperación. Mientras tanto, Carmelo logra
convencer a Candela de su amor y la vida triunfa sobre la muerte y sobre el pasado.
Los amantes por último intercambian el beso que derrota la influencia maligna del
Espectro, el cual perece, definitivamente conquistado por el amor.
Reparto de personajes:
CarmeloCandelaLucíaJoséHechiceraPastoraEl LoboPadre de JoséPadre de
CandelaRocíoChuloCantaoresGuitarristas
Historia:
El ballet El amor brujo fue compuesto por Manuel de Falla, entre noviembre de
1914 y abril de 1915. Moreno Ballesteros dirigió el estreno en Madrid, el 15 de abril
de 1915. Posteriormente Falla revisó la obra. La primera presentación en forma de
concierto de la versión definitiva fue interpretada el 28 de marzo de 1916 por la
Orquesta Filarmónica de Madrid, dirigida por Bartolomé Pérez-Casas.
En 1907, Falla emprendió lo que se suponía iban a ser vacaciones de una semana en
París, pero se quedó tan encantado con la capital de Francia que terminó
permaneciendo allí siete años. La primera obra que escribió a su regreso a España
fue el ballet El amor brujo, compuesto en el momento en que estaba terminando
Noches en los Jardines de España. De hecho, el movimiento de tango del ballet fue
originalmente concebido como parte de Noches.
El incentivo de El amor provino de Pastora Imperio, una cantante y bailarina que
deseaba una pieza en la que pudiera expresarse en ambas especialidades. Ella se
dirigió a Falla y al dramaturgo Gregorio Martínez Sierra. Los dos hombres se
interesaron en el proyecto. Sierra proporcionó un escenario basado en una historia
folclórica auténtica. La Imperio pertenecía a una familia de gitanos, varios de los
cuales tuvieron participación en el estreno. La madre de la artista instruyó a Falla
con respecto a las canciones folclóricas y las leyendas gitanas, su hermano bailó el
papel de Carmelo y su cuñada e hija también aparecían en la producción.
Como inicialmente la obra fue un fracaso, tiempo más tarde el compositor volvió a
escribirla, combinó sus dos escenas en una sola, amplió su conjunto de cámara a
una orquesta y eliminó varias canciones y recitados. La nueva versión se escuchó en
concierto en 1916, pero debió esperar para una producción escénica hasta 1925,
cuando fue interpretada en París por la célebre bailarina La Argentina. Falla extrajo
una suite orquestal del ballet omitiendo los números vocales.
A través de sus canciones y danzas populares, El amor brujo refleja el misticismo de
la cultura gitana. Particularmente española es la manera en la que las "fuerzas
brutas de naturaleza incorregible", como el biógrafo de Falla, Burnett James,
explica el simbolismo del Espectro, son aplastadas por "la firmeza de la mente y del
espíritu humano", que están representados por el amor de Carmelo y Candelas.
Como lo explica James:
La música surgió de las raíces y de las canciones y de las danzas de los gitanos
andaluces y lleva en ella la mayor parte del tiempo una cualidad extrañamente
primitiva; o más bien, un tipo de elementalismo emocional y espiritual contenido
dentro de un envase técnico y estilístico altamente sofisticado. Hay también un
sabor oriental frecuente, que no debe sorprender en vista de los muchos aspectos
del flamenco que se sabe y se reconoce que derivan de lo oriental... Falla
comprendió, aunque todavía no había estado allí, las diferencias significativas entre
Andalucía y la Andalucía gitana y compuso de acuerdo con ello. Pero el compositor
no utilizó ni una sola tonada tradicional, andaluza o gitana, aunque empleó con
gran habilidad y comprensión varios de los ritmos de la danza popular. En cuanto al
material temático, se mantuvo fiel a su propia creencia de que la música folclórica
es más valiosa para el músico cultivado que no usa tonadas folclóricas auténticas,
sino que llega a "sentir" su espíritu y esencia y de este modo les permite inspirar sus
propias composiciones, pero no apoderarse de ellas... El carácter místico,
misterioso y modal de El amor brujo imprimió un sello particular en esta música,
pues derivaba del propio corazón de la materia que fue su objeto.
Notas de interés: