Helen Hughes

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Helen Hughes

Nos revela momentos de encuentros


cruciales de participación
comunitaria, testimonios de eventos
dramáticos que sólo sus registros
complementarios permiten visualizar
cabalmente en su dimensión y su
alcance. La mirada tímida de Hughes
se refleja en las miradas cruzadas de
sus retratados, cada una en su
horizonte introspectivo,
proporcionándonos ángulos y
dimensiones silenciosas de aquellos
lapsos sociales, donde los oficios
desmedrados son tratados con
nobleza y los niños trastocan el
horror con el humor.
(Montserrat Rojas Corradi)
www.revistaharoldo.com.ar
Kena Lorenzini
Kena Lorenzini juega directamente
con la ironía y los errores
situacionales. Gran parte de sus
imágenes son un escenario ficticio de
lo que ocurrió, o de lo que,
parafraseando a Enrique Lihn,
aunque ocurrió nunca ocurrió pero sí
quiso ocurrir. Con Lorenzini
recorremos los márgenes fotográficos
donde los sujetos represores pasan a
ser figuras del absurdo. Intercaladas
en estos contextos desvariados, sus
anónimas heroínas femeninas
protagonizan las más variadas
instancias de resistencia al régimen,
sea con una sonrisa, una pancarta o
una honda.
(Montserrat Rojas Corradi)
www.revistaharoldo.com.ar
El golpe de Estado realizado el 11 de septiembre de
1973 y los posteriores 17 años de torturas,
ejecuciones, desapariciones y persecución política,
estuvieron justificados durante más de una década
por noticias falsas y montajes comunicacionales
de los diarios El Mercurio, La Segunda, La
Tercera, Las Últimas Noticias y los canales
de radio y TV controlados directamente por la
Junta Militar (todos los medios opositores fueron
censurados, mientras que sus periodistas fueron
torturados, ejecutados y exiliados).
Plan Z
Se trata de la primera fake news de la dictadura. El “Plan Z”
fue un invento para justificar, frente a los ojos del mundo, el
golpe de Estado y las imágenes de arrestos masivos que
recorrían la prensa a nivel internacional. El mismo Federico
Willoughby (primer vocero de la Junta Militar) reconoció
que se trató de una “gran maniobra de guerra psicológica”.
Los supuestos objetivos del plan eran el asesinato de varios
oficiales y sus familias para la toma del “poder total”.
En los meses posteriores, miles fueron torturados y
asesinados para que “confesaran” su supuesto
involucramiento en dicho plan..
La Segunda, 9 de febrero, 1977 “No hay tales
desaparecidos”
Entre fines de noviembre y mediados de diciembre de 1976,
hubo 13 detenciones a militantes el Partido Comunista y del
MIR. El general Raúl Benavides Escobar (ministro del Interior
en ese momento), indicó a los tribunales que las y los
desaparecidos “habían salido a pie a Argentina por el paso Los
Libertadores”.
Dicha versión fue difundida por la prensa, y no fue hasta años
más tarde que se comprobó que el “grupo de los trece” fue
aniquilado por la DINA en el cuartel Simón Bolívar. El
abogado querellante de esta causa, Nelson Caucoto, reveló que
dicho cuartel se mantuvo en desconocimiento porque ninguno
de quienes allí estuvieron prisioneros lograron sobrevivir.

La Tercera, 20 de noviembre, 1975 “Seis miristas muertos


en un enfrentamiento”
Esta noticia comenzó con la información televisada sobre la muerte de un
“extremista” (Roberto Gallardo Moreno) y un militar. En las horas
siguientes de aquel 18 de noviembre de 1975, agentes de la DINA fueron
a aprehender a varios integrantes de la familia Gallardo Moreno.
Detuvieron a su esposa, embarazada de 3 meses, y a su hermana con un
bebé de apenas 6 meses de edad.
Los niños fueron liberados, sin embargo, los demás familiares de Gallardo
fueron trasladados a Villa Grimaldi, donde fueron brutalmente torturados
con aceite y agua hirviendo, y luego acribillados. Los sobrevivientes de
Villa Grimaldi recuerdan la noche del 19 de noviembre como una de las
más brutales que vivieron allí.
En el Fundo Rinconada de Maipú se simuló un enfrentamiento entre los
asesinados y la policía de Pinochet. TVN y Canal 13 presentaron en
pantalla la escena como resultado de un supuesto enfrentamiento, aun
sabiendo que era un montaje.

Las Últimas Noticias, 20 de marzo, 1976 “Óptimo trato a


presos políticos”
En 1976, el presidente de la Corte Suprema, José Eyzaguirre y el
ministro de Justicia, Miguel Schweitzer, recibieron autorización
para visitar Tres y Cuatro Álamos (Puchuncaví) y Villa Grimaldi.
Dichas visitas sólo sirvieron para demostrar la existencia de los
centros de detención (negados por el régimen hasta ese
momento), pues se trató de una maniobra publicitaria para negar
las torturas y desapariciones.
Bajo el discurso de Eyzaguirre de “combatir el terrorismo” pero
con “respeto a las garantías del imputado”, fueron desacreditadas
las versiones que apuntaban a las vejaciones de los militares y su
complicidad en las desapariciones. Mostrando a la prensa que los
presos políticos estaban, supuestamente, en buenas condiciones.

La Tercera, 23 de julio, 1975 “El MIR ha asesinado a 60 de


sus hombres”
(Misma noticia publicada en La Segunda con el titular
“Exterminados como ratones”) Tras la desaparición de
119 personas entre el 27 de mayo de 1974 y el 20 de
febrero de 1975, la presión de delegaciones
internacionales de Derechos Humanos y de obispos
chilenos llevó al régimen de Pinochet a realizar un
sofisticado montaje que cruzó la cordillera, la denominada
“Operación Colombo”.
El mayor del Ejército Raúl Iturriaga Neumann se reunió
en la ciudad de Buenos Aires con el agente Enrique
Arancibia Clavel en abril de 1975. Entre ambos
prepararon un montaje para hacer creer que el ex gerente
de Chiquicamata, David Silbermann, habría sido
asesinado en la capital argentina, aunque en realidad fue
secuestrado por la DINA.
El montaje fue realizado con un cadáver anónimo dejado
en un sótano, con un cartel con las palabras “Dado de baja
por el MIR”, de esa forma también lo hicieron con otros
tres cuerpos. Así, la dictadura con la prensa inventó una
supuestas “purgas” miristas, instalando la versión de que
los 119 desaparecidos fueron asesinados por su propia
organización, cuando se trató en todos los casos de
secuestros de la policía secreta de Pinochet.
Los medios opositores al régimen jugaron un papel
importante como denunciantes de la represión militar,
enfrentando la censura y la manipulación de sus
contenidos. Sin embargo, por más que se intentó silenciar
a los medios, siempre hubo algunos dispuestos a
confrontar el régimen.
Fue el caso de las revistas Cauce y Análisis, entre otros,
algunos de los medios que desafiaron la censura de la
época. Ambas revistas se vieron afectadas luego de que la
jefatura de Zona en Estado de Emergencia de la región
Metropolitana y la provincia de San Antonio prohibiera a
la revista Cauce, Análisis, APSI y el periódico Fortín
Mapocho publicar fotografías e imágenes, además de
cualquier referencia a las jornadas de protestas del 4 y 5
de septiembre de 1984.
Debido a esto, las revistas fueron revisadas, acortadas y
censuradas. A pesar de ello, como respuesta, la edición N°
22 de Cauce publicó en su portada un cuadro en blanco –
donde debía ir la foto- con una bajada que se refería a la
conmemoración de los 11 años que hasta ese entonces
llevaba Augusto Pinochet al mando. Sumado a esto,
también se lee más abajo el motivo por el cual la revista
no contenía imágenes en ninguna de sus páginas.
La Segunda, 9 de diciembre, 1977 “Mirista caído era
un alto dirigente”

El 7 de diciembre de 1977, el periodista de la revista


opositora Punto Final y dirigente del MIR, Augusto
Carmona, fue acribillado por agentes de la CNI al llegar a
su casa ubicada en San Miguel. El hecho fue presentado
por la prensa como un supuesto “enfrentamiento”, sin
embargo, se trató de una emboscada de los agentes de
Pinochet. Miguel Krassnoff y Manuel Provis Carrasco
fueron los principales autores del crimen, entre otros 4
oficiales del ejército.

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