Teoria Humanista Personalidad

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Facultad de Ciencias Sociales

Cátedra: Psicología de la Personalidad


Prof. Javiera Mena

Teorías clásicas del estudio de la Personalidad:


Teoría Humanista

Integrantes:

Benjamín Barahona
Constanza Calderón
Liesel González
Renato Guzmán
Natalia Rodríguez
Catalina Valenzuela
TEORÍA HUMANISTA DE LA PERSONALIDAD

El Humanismo es una corriente de pensamiento que se centra en los intereses


y los valores del hombre. Dicha teoría forma parte del movimiento que floreció
en la psicología en las décadas de 1960 y 1970.
Su principal objetivo era modificar los métodos y la disciplina de la época,
donde hubo revelaciones contra el Psicoanálisis y el Conductismo. Porque
ofrecían una imagen un tanto limitada y denigrante de la Naturaleza Humana.
 
En el caso del Psicoanálisis, este fue criticado, tanto a su autor, Sigmund
Freud, como sus partidarios, por el hecho de que estudiaban lo patológico de la
personalidad. Se cuestionó el cómo iba a ser posible conocer las
características y cualidades positivas si solo se ocupaban de la Neurosis y la
Psicosis.
Para esto se estudiaron las fortalezas y las virtudes mediante la exploración del
lado amable de la conducta, en lugar de su “lado oscuro”.
Por otra parte, con el Conductismo, fue considerada como una perspectiva
estrecha y estéril, porque prescinden de las fuerzas conscientes e
inconscientes, y solo utilizaban la observación objetiva de la conducta
manifiesta. Una Psicología basada en la respuesta condicionada a los
estímulos, describe a los seres humanos como simples robots que reaccionan
al mundo exterior de formas predeterminadas.
 
Gordon Allport acuñó el nombre de Psicología Humanista en 1930 y es
considerado, junto a Henry Murray, como los precursores de este enfoque de la
personalidad.
 
ABRAHAM MASLOW:
 
Fundador y líder espiritual del movimiento Humanista, feroz crítico del
conductismo y el Psicoanálisis, en especial la teoría de la personalidad
propuesta por Freud.
 
“El estudio de especímenes lisiados, mal desarrollados, inmaduros y enfermos
inevitablemente producirá una psicología con esos mismos defectos” (Maslow,
A., 1980, p.180)
 

Su teoría de la personalidad no está basada en las historias de casos de


pacientes, si no en la investigación de adultos creativos independientes,
autosuficientes y realizados.
 
Su conclusión fue que todos nacemos con las mismas necesidades instintivas
que nos permiten crecer, desarrollarnos y alcanzar nuestro potencial.
 
BIOGRAFÍA:

Es el mayor de 7 hermanos, nació en 1908 en Brooklyn, Nueva York. Sus


padres, ambos inmigrantes, su padre abandonó Rusia a los 14 años,
atravesando Europa occidental mayoritariamente a pie y en vehículos de
terceros.
Describe su infancia como difícil y cuestiona el no ser psicótico como
consecuencia de sus vivencias. Creció aislado, triste, sin amigos íntimos ni
padres amorosos. En el caso de su Padre, a este le encantaba el whisky, las
mujeres y los pleitos, pero en cambio, su Madre, la tildaba de supersticiosa, lo
castigaba por cosas mínimas, le demostraba poco afecto y tenía una clara
inclinación por los hijos menores. Cuando su madre finalmente fallece, Maslow
se niega rotundamente asistir a su funeral.
 
Maslow se refugió en los libros, la Biblioteca fue su terreno de juego en la niñez
y la adolescencia, la lectura y los estudios fueron la puerta de salida a sus
problemas económicos y para superar la soledad.
 
Sus influencias van desde Freud, la Psicología Gestaltista, los filósofos Aldred
Worth Whitehead y Henri Bergson.
 
En 1934, obtuvo el grado de Doctorado de la Universidad de Wisconsin,
regresó a Nueva York, por una beca postdoctoral para estudiar con Thorndike
en la Universidad de Columbia. Luego fue profesor en el Brooklyn College
hasta 1951. Entre los años 1930 y 1940, cuando trabajaba de Profesor, atendió
a una oleada de intelectuales que huyeron de la Alemania Nazi, como lo fueron
Karen Horney y Alfred Adler. También conoció a Max Wertheiner, Psicólogo
Gestaltista y la Antropóloga, Ruth Benedict.
Durante el año 1941, poco después del ataque de Japón a la base naval de
Pearl Harbor, que precipitaría la participación de Estados Unidos en la 2ª
Guerra Mundial, presenció un desfile y esto fue de vital importancia, ya que lo
hizo decidirse por elaborar una Psicología centrada en los ideales más altos de
la Humanidad.
En los años 1951 y 1969, impartió clases en la Brandeis University de
Massachusetts, se trasladó a California donde se consagró a la filosofía
política, la economía y la ética, basadas en una psicología humanista.
En 1967, fue nombrado Presidente de la American Psychological Association.
Para finalmente, en 1970, fallecer producto de un paro cardíaco, cuando se
encontraba trotando en los alrededores de su vivienda, como recomendación
de su Cardiólogo.
DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD: JERARQUÍA DE LAS
NECESIDADES
 
Maslow propuso una jerarquía de cinco necesidades innatas que activan y
dirigen la conducta humana, las llamo instintoides, porque tienen un elemento
genético. “El aprendizaje, las expectativas sociales y el miedo a la
desaprobación las afectan o nos llevan a superarlas”. (Schultz, D. y Schultz, S.,
2016, p.303) Si bien venimos al mundo dotados de dichas necesidades, las
conductas para satisfacerlas son aprendidas y, por lo mismo, varían de un
individuo a otro.
El orden va desde las más fuertes a las más débiles. Las inferiores deben estar
satisfechas, o parcialmente satisfechas, para que las superiores ejerzan su
influencia. No nos mueven todas las necesidades al mismo tiempo. “En
general, solo una dominará nuestra personalidad y esta depende de las que
hayamos cubierto antes” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 304)
 
Ej: Quienes alcanzan el éxito profesional, ya no sienten el impulso de las
necesidades fisiológicas ni de seguridad, a veces ni se percatan de ellas,
porque han quedado completamente satisfechas.
 
Pero, Maslow indica que el orden de las necesidades podría cambiar.
 
Ej: Alguien que pierde su empleo, volverá a dar prioridad a necesidades
fisiológicas y de seguridad, ya que es más importante pagar el dividendo, que
obtener la aprobación de terceros.
 

Características de las necesidades:


 
·  “Cuanto más bajo sea el lugar que una necesidad ocupa en la jerarquía,
tanto mayor será su fuerza, potencia y prioridad. Las de orden más alto
son las más débiles.
 
·  Las necesidades de nivel más alto aparecen más tarde en la vida. Las
fisiológicas y de seguridad se presentan en la infancia; las de
pertenencia y estima ocurren en la adolescencia. La necesidad de
autorrealización no se manifiesta antes de la edad madura.
 
·  Dado que las necesidades de orden más alto no son indispensables
para la supervivencia, se pueden posponer. Si no se satisfacen, no
sobreviene una crisis, como sucedería en el caso de una necesidad de
orden inferior. Por lo anterior, Maslow llamó necesidades deficitarias
(por deficiencia) a las de orden inferior; es decir, si no se satisfacen
originan un déficit o carencia en el individuo.

·  Las necesidades de carácter superior no son indispensables para la


supervivencia, pero contribuyen a ésta y al crecimiento. Su satisfacción
conduce a una mayor salud y longevidad. Por lo anterior, Maslow las
llamó necesidades de crecimiento (del ser).
 
·  La satisfacción de las necesidades de orden superior es benéfica desde
el punto de vista psicológico: nos sentimos contentos, alegres y
realizados
 
·  La gratificación de las necesidades de nivel más alto requiere
circunstancias externas (sociales, económicas y políticas) más
favorables que la gratificación de las de orden más bajo. Por ejemplo,
perseguir la autorrealización exige mayor libertad de expresión y
oportunidades que perseguir las necesidades de seguridad.
 
 
·  Una necesidad no tiene que estar plenamente satisfecha para que la
siguiente en el orden jerárquico cobre importancia. Maslow propuso un
porcentaje decreciente de satisfacción para cada una de ellas. Describió,
con un ejemplo hipotético, a una persona que a la vez fue satisfaciendo
85% de las necesidades fisiológicas, 70% de las de seguridad, 50% de
las de pertenencia y amor, 40% de las de estima y 10% de la de
autorrealización”
 
                                                                 (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p.
304)
NECESIDADES COGNOSCITIVAS:

Maslow propuso otra serie de necesidades innatas, las necesidades


cognoscitivas (saber y comprender), que no están en la pirámide de
necesidades que acabamos de revisar.
La necesidad de saber es más fuerte que comprender. Por lo que, debe quedar
parcialmente satisfecha para que surja la de comprender.

 Elementos de Prueba:
 
• “Estudios de laboratorio indican que los animales exploran y manipulan
el entorno sin otra razón aparente que la curiosidad, o sea, el deseo de
saber y comprender.
• Datos históricos demuestran que las personas muchas veces han
buscado el conocimiento a riesgo de su vida, anteponiendo la necesidad
de saber y de comprender a, la de seguridad.
• Estudios revelan que los adultos emocionalmente sanos se sienten
atraídos por hechos misteriosos e inexplicables y que les mueve el
deseo de saber más de ellos.
• En su práctica clínica, Maslow observó que los adultos
emocionalmente sanos se quejaban de aburrimiento y de falta de interés
y emoción en la vida. Los describió como "individuos inteligentes que
llevaban una vida estúpida en un trabajo también estúpido", y encontró
que mejoraban cuando tomaban medidas para satisfacer su necesidad
de saber y comprender mediante su participación en actividades más
interesantes.”
                                                              (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 308)

Las necesidades de saber y comprender, se presentan en los últimos años de


la infancia y en los primeros de la niñez, y son expresados como una curiosidad
innata. Por lo mismo, no es necesario enseñarlas, pero las acciones de los
cuidadores y de los profesores, pueden tener un impacto en la curiosidad
espontánea del niño.
La jerarquía de estas necesidades, se transforma en la jerarquía original de las
cinco necesidades.
 
PERSONAS AUTORREALIZADAS: METAMOTIVACIÓN
 
Según la teoría de Maslow, estas personas se distinguen de los otros, por su
motivación fundamental, la cual Maslow conceptualizó como Metamotivación.
“Motivación de los individuos autorrealizados, la cual consiste en aumentar al
máximo el potencial en lugar de perseguir una meta determinada” (Schultz, D. y
Schultz, S., 2016, p.309.)
 

“Las personas autorrealizadas representan menos de 1 % de la


población. Presentan las siguientes características: percepción eficiente
de la realidad; aceptación de sí mismas y de los demás; espontaneidad
y sencillez; interés por los problemas y no por el yo, en que las
metanecesidades se satisfacen mediante la dedicación al trabajo;
intimidad e independencia; frescura de apreciación; experiencias
cumbre; interés social; relaciones interpersonales intensas; creatividad;
estructura democrática del carácter, y resistencia a la enculturación.”
                                                                 (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p.322)

CARL ROGERS:

Carl Rogers creo un método conocido en un principio como terapia no directiva


o centrada en el cliente y mas adelante, llamada terapia centrada en la
persona.
Es una forma de psicoterapia que se aplica mucho para tratar problemas
emocionales. La teoría de la personalidad que propuso Rogers - al igual que la
de Maslow- esta inspirada en la Psicología Humanista y fue utilizada como
marco paras las relaciones paciente - terapeuta. “La formulación de la
estructura y la dinámica de la personalidad se derivan de su método
terapéutico.” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p 325)

La expresión terapia centrada en la persona, sugiere que la capacidad de


cambiar y mejorar la personalidad esta en el interior del individuo. La persona
dirige su cambio y no el terapeuta. Si no que, su función se limita a facilitar o
ayudar al cambio.

Rogers ve a ambos como seres racionales, que están regidos por una
percepción consciente del yo y del mundo de la experiencia. No le toma mucho
peso a las explicaciones freudianas, sobre el inconsciente. También rechaza
las ideas de que los sucesos del pasado repercutieran en la conducta actual, si
admite que las experiencias en la etapa de la niñez afectan la percepción del
entorno y de nosotros mismos, pero le daba mas énfasis a los sentimientos y
las emociones del momento y en el como influyen en la personalidad.

Rogers sugiere que la personalidad solo se puede entender a partir de el punto


de vista del terapeuta, basado en las experiencias subjetivas del paciente.
“Rogers propuso una sola motivación innata predominante: la tendencia
congénita a la realización, a desarrollar nuestras capacidades y
potencialidades, partiendo de los aspectos estrictamente biológicos
hasta los psicológicos de mayor complejidad. La meta suprema es
realizar el yo, llegar a ser lo que él llama una persona que funciona
plenamente.”
(Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 325)

BIOGRAFÍA:

Rogers nació en 1902 en el suburbio de Oak Park en Chicago (Illinois) y fue el


cuarto hijo de los seis de la familia. Sus padres fueron bastante estrictos, con
valores religiosas, por lo que ponían bastante énfasis en la conducta moral, la
represión de las manifestaciones de emoción y al trabajar arduamente.

Esto llevo a Rogers a tener poca vida social fuera del hogar, pensó que sus
padres querían mas a su hermano mayor, por lo cual esto derivo en una gran
rivalidad entre ambos.

Para huir de dicha soledad, empezó a leer sin cansancio todos los libros que
encontraba, incluyendo diccionarios y enciclopedias.

Primero, estudio agricultura en la Universidad de Wisconsin, sin embargo, al


terminar su segundo año, abandono la carrera para prepararse para ser
ministro de Iglesia. En el penúltimo año de sus estudios universitarios, fue
elegido para asistir a una conferencia de estudiantes cristianos en Beijing,
China. Durante el periodo de duración del viaje, Rogers sustituyo sus ideas
religiosas fundamentalistas por otras más liberales.

Años después escribiría que se dio cuenta de que podía pensar libremente,
llegar a sus propias conclusiones y adoptar las ideas en las que el creía. Este
viaje de liberación y confianza reforzaron su idea de que todo el mundo debe
aprender a recurrir a su propia existencia, a sus ideas y creencias.

En 1924 se graduó por la Universidad de Wisconsin, se caso e ingreso al Union


Theological Seminary de Nueva York. Dos años después fue transferido al
Teachers College de la Universidad de Columbia, para estudiar psicología
clínica y educacional. Obtuvo su doctorado en 1931 y comenzó a trabajar en el
Departamento de Estudios del Niño de la Society for the Prevention of Cruelty
to Children, en Rochester, Nueva York. Donde desempeñaba labores de
diagnosticar y tratar a niños pobres y delincuentes.
En 1940, fue contratado como profesor de psicología en la Universidad Estatal
de Ohio, donde comenzó a tratar a personas con trastornos emocionales
formulando sus propias ideas. De 1945 a 1957, estuvo en la Universidad de
Chicago, trabajando como profesor y desarrollando el Centro de Consejería.
Luego de sufrir un colapso nervioso, por un fracaso en un intento de ayudar a
un cliente, abandono Chicago con su esposa, y busco una cabaña en el norte
de Nueva York, donde estuvo durante seis meses.

Entre 1957 y 1963, estuvo en la Universidad de Wisconsin, impartiendo clases.


Durante este periodo hizo la publicación de múltiples artículos y libros, que
permitieron darle a su teoría de la personalidad y la terapia centrada en la
persona, el reconocimiento del resto de la comunidad. En 1964, fue profesor
residente en el Western Behavioral Sciences Institute de California, donde
aplico su filosofía centrada en la persona en problemas internacionales, “como
la reducción de la tensión entre protestantes y católicos en Irlanda del Norte, y
entre judios y árabes en Medio Oriente.” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p.327)

En 1946 fue presidente de la American Psychological Association, la cual le


otorgo dos reconocimientos: el Premio por Grandes Aportaciones Científicas y
el Premio por Aportaciones Profesionales Sobresalientes.

EL SÍ MISMO:

“En la década de 1930, desarrollo un método para determinar si la


conducta de una niño era sana y constructiva o enfermiza y destructiva.
Exploraba los antecedentes del menor y pedía que le evaluaran en los
factores que, a su juicio, influyan en la conducta; a saber: entorno
familiar, salud, posición socioeconómica, influencias culturales,
interacción social y escolaridad.” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p.328)

Dichos factores son externos, es decir, forman parte del entorno. Rogers
investigo un factor interno: el conocimiento sobre si mismo, el cual fue descrito
como la aceptación de si mismo y de la realidad, así como un sentido de
responsabilidad del si mismo.

El si mismo paso a ocupar el centro de la teoría de la personalidad. Según


Rogers, “estamos motivados por una tendencia innata a realizar, a mantener y
mejorar el si mismo.” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 329)

Tendencia a la realización, que abarca todas las necesidades fisiológicas y


psicológicas. Al satisfacer las necesidades primarias (alimento, agua y
seguridad), se logra sostener el organismo, porque dichas necesidades
satisfechas producen sustento y supervivencia.
El proceso de valoración organísmica, es “el mecanismo regulador durante
todo el ciclo vital” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 329), un proceso por el
cual juzgamos las experiencias en razón de que favorezcan o dificulten la
realización y el crecimiento. Aquellas que a nuestro juicio, nos favorezcan, son
valoradas como positivas, en cambio, las que nos entorpecen o dificultan, se
valoran como negativas. Esto influye directamente en nuestro comportamiento
porque evitamos las experiencias negativas, y esperamos repetir las positivas.

Rogers postula que la realidad de nuestro entorno depende de cómo lo


percibimos, pero esto no siempre coincide con la realidad. Por el principio
básico, de que todos tenemos percepciones distintas.

A medida que el niño va enriqueciendo su mundo por medio de encuentros


sociales, una parte de su existencia se diferencia del resto. Esa parte es el yo,
el sí mismo, este es un “patrón congruente, un todo organizado” (Schultz, D. y
Schultz, S., 2016, p. 330)

CONSIDERACIÓN POSITIVA

Necesidad aprendida, universal y constante. Abarca la aceptación, el amor y la


aprobación por parte de otros, sobre todo de la madre durante la infancia. El
niño siente satisfacción cuando recibe consideración positiva, y se frustra
cuando no, o se la retiran.
Aun cuando el niño reciba suficiente aceptación, amor y aprobación, quizá le
castiguen por algunas conductas. Sin embargo, si la consideración positiva
persiste, a pesar de sus comportamientos indeseables, se dice que la condición
es una consideración positiva incondicional, Rogers se refiere “al amor que la
madre prodiga a su hijo de forma espontánea y plena, sin que este
condicionado a la actuación del niño o dependa de ella” (Schultz, D. y Schultz,
S., 2016, p. 331)

Un aspecto vital de la necesidad de la consideración positiva es su


reciprocidad. Esto quiere decir, cuando un individuo sienta que esta
satisfaciendo la necesidad de consideración positiva del otro, va a experimentar
satisfacción de esa necesidad. Por lo que se puede deducir, que es grato
satisfacer la necesidad de otros.

Por esto mismo, nos volvemos sensibles a las actitudes y las acciones de los
demás. Cuando interpretamos la retroalimentación que nos proporciona el
resto, perfeccionamos nuestro autoconcepto. “Con el tiempo, la consideración
positiva provendrá de uno mismo más que del exterior, estado que Rogers
llamo consideración positiva por uno mismo” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p.
331)

Las condiciones de valor, surgen de la secuencia evolutiva de la consideración


positiva que culmina en la consideración positiva por uno mismo. Esta equivale
al superyó de Freud y se origina en la consideración positiva condicional. Esta
habla de que los padres no siempre reaccionaran con una consideración
positiva frente a todo lo que haga el niño. Con esto el niño aprende que el amor
de sus padres tiene un precio: exige que se porte bien. Las normas externas
del juicio se vuelven internas y personales.
Estas son las condiciones de valor. El niño aprende a evitar ciertas acciones
que, de lo contrario, le podrían resultar placenteras. Ha dejado de funcionar
libremente. Las condiciones de valor limitan e inhiben un desarrollo pleno.

INCONGRUENCIA:

El niño no solo aprende a inhibir las acciones inaceptables, si no también a


negar o deformar formas inaceptables de percibir el mundo de la experiencia.
La incongruencia en la “discrepancia entre el autoconcepto de una persona y
los aspectos de su experiencia. Las experiencias incongruentes representan
una amenaza y se manifiestan por medio de la ansiedad. La medida del ajuste
psicológico y de la salud mental depende de la congruencia o compatibilidad
entre el autoconcepto y la experiencia.

Características de las personas que funcionan plenamente:

Según Rogers, el resultado deseable del desarrollo psicológico y la evolución


es “una persona que funciona plenamente” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p.
333)

- Las personas que funcionan plenamente conocen todas las


experiencias; no deforman ni niegan ninguna experiencia y las filtran
todas a través del si mismo.
- Los sujetos que funcionan plenamente viven los momentos de la vida
con absoluta espontaneidad; todas las experiencias son frescas y
nuevas en potencia.
- Las personas que funcionan plenamente confían en su organismo; esto
quiere decir que confía en sus reacciones, en lugar de guiarse por
opiniones ajenas, por un código social o por sus juicios intelectuales.
- Los sujetos que funcionan plenamente toman decisiones con entera
libertad, sin restricciones ni inhibiciones; sensación de poder pues saben
que el futuro depende de sus actos y no de las circunstancias.
- Las personas que funcionan plenamente son creativas, llevan una vida
constructiva y se adaptan a las condiciones cambiantes del entorno; la
espontaneidad forma parte de la creatividad. Personas flexibles que
siempre están buscando experiencias y retos.
- Los individuos que funcionan plenamente enfrentan los problemas; una
forma de vida que plantea retos y gran complejidad.

“Rogers describe a los sujetos que funcionan plenamente diciendo que


se realizan, en lugar de usar el término realizados, porque éste designa
una personalidad terminada o estática, concepto totalmente contrario a
su intención. El desarrollo del sí mismo nunca permanece estático.”
(Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 334)

TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA

Según Rogers, la única manera factible de evaluar la personalidad es por


medio de las experiencias subjetivas de la persona, de los sucesos de la vida
tal como los percibe y los acepta como reales.

Con esta técnica, Rogers explora los sentimientos y las actitudes de los
clientes hacia sí mismos y hacia los otros. Los escuchaba sin idea
preconcebida alguna y procuraba entender el mundo de sus experiencias. Las
limitaciones de esta técnica van desde que al concentrarse en las experiencias
subjetivas, solo se entera de lo que el cliente expresa de un modo consciente.
Las que llegan al inconsciente, permanecen ocultas. Lo que se llegue a
conocer del paciente, depende de su capacidad para comunicarse, y ya que
todas las formas de comunicación son imperfectas, el terapeuta vera
imperfectamente el mundo de las experiencias del paciente.

Tomando en cuenta dichas limitaciones, Rogers propone que la terapia


centrada en la persona, ofrece una visión más clara del mundo de las
experiencias del cliente que otras técnicas de evaluación y de terapia. Un gran
ventaja de su enfoque, es que no se basa en una estructura teórica
predeterminada para visualizar el problema, como lo es el psicoanálisis. El
único supuesto es el valor intrínseco de los pacientes, se les acepta tal cual
son. El terapeuta les muestra consideración positiva incondicional, sin emitir
juicios sobre su conducta ni aconsejarles cómo se deben comportar. “Rogers
se opuso a técnicas de evaluación como la asociación libre, el análisis de los
sueños y el estudio de caso.” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 336)

Demostró que la terapia centrada en la persona había sido efectiva en aquellos


que habían perdido contacto con sus sentimientos y se habían cerrado a las
experiencias de la vida. Con ayuda de la terapia, adquirían o recuperaban la
flexibilidad, la espontaneidad y la apertura.
Con el propósito de que los beneficios dé su terapia llegaran a una mayor
cantidad de personas, fue que diseñó una técnica grupal. La llamó Grupo de
Encuentro, “en las décadas de 1960 y 1970, millones de estadounidenses
participaron en esas sesiones” (Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 336)

El tamaño de los grupos va desde las 8 a las 15 personas, con un total de 20 a


60 horas distribuidas en varias sesiones. El facilitador tiene la tarea de crear un
ambiente que sea propicio para que el grupo se sienta cómodo para expresar y
ayudar a la percepción del resto. También tiene la delegación de “facilitar el
autoconocimiento, para que adquieran insight y funcionen mas plenamente”.
(Schultz, D. y Schultz, S., 2016, p. 336)

BIBLIOGRAFÍA:

Shultz, D., Schultz, S.E. (2016) Teorías de la Personalidad. Cengage Learning.


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