Antipsicóticos
Antipsicóticos
Antipsicóticos
Dr Dardo E. Spessot
04/05/2020
Los antipsicóticos son un grupo amplio de fármacos que se usan en enfermedades psiquiátricas
en la que la psicosis es el rasgo fundamental. La psicosis se caracteriza por un sentido de la
realidad inexistente o distorsionado y puede estar presente en múltiples enfermedades como la
depresión mayor o manía con características psicóticas, psicosis por drogas, demencia con
manifestaciones psicóticas, delirio con características psicóticas, trastorno psicótico breve y la
esquizofrenia entre otras enfermedades. La esquizofrenia es considerada como el prototipo de
enfermedad psicótica y tiene una prevalencia mundial de 1%. En la esquizofrenia hay síntomas
positivos como las alucinaciones, delirio, desorganización del lenguaje, agitación de la conducta,
también síntomas negativos como la apatía, pérdida de la voluntad, alogia y disfunciones
cognitivas. A los antipsicóticos también se los llamaba anteriormente neurolépticos debido a sus
efectos neurológicos o motores y tranquilizantes mayores por sus efectos sedantes, pero
actualmente se prefiere solo el término de antipsicóticos porque es la principal aplicación clínica de
estos fármacos. El descubrimiento y la utilización de la clorpromazina (prototipo de antipsicótico) en
1952 y del haloperidol en 1958, cambió para siempre el tratamiento de la esquizofrenia y de otras
psicosis.
Clasificación
La clozapina es el antipsicótico típico del grupo de antipsicóticos atípicos. Otras drogas del mismo
grupo son risperidona, olanzapina, quetiapina, ziprasidona, aripiprazol, paliperidona, asenapina
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Química
Neurolépticos Tricíclicos
o Fenotiazinas
Dimetílicas
Clorpromazina
Levomepromazina
Piperazínicas
Trifluoperazina
Piperidílicas
Tioridazina
o Derivados del Tioxanteno
Zuclopentixol
o Derivados de Dibenzodiacepinas
Clozapina
Clotiapina
Derivados de Butirofenonas
o Haloperidol
o Bromperidol
o Droperidol (asociado a fentanilo)
Derivados de la Difenil-Butil-Piperidina
o Pimozida
Benzoamidas Sustitutivas
o Sulpirida
Derivados del Benzisoxazol
o Risperidona
Acciones Farmacológicas
La acción antipsicótica se logra bien con los de primera generación actuando fundamentalmente
sobre los síntomas positivos como haloperidol, trifluoperazina, tioridazina, zuclopentixol, pimozide.
Los de segunda generación tienen una eficacia menor sobre los síntomas positivos, pero un gran
control sobre los síntomas negativos de la esquizofrenia. La acción sedante se obtiene
principalmente con los antipsicóticos típicos como clorpromazina y levopromazina, y también por
los atípicos olanzapina y quetiapina. Acción antiemética se logra con la clorpromazina. Acción
antiálgica en casos de dolor crónico se logra con levopromazina. Acción hipnótica tienen
levopromazina, quetiapina y olanzapina. Los antipsicóticos no son adictivos, pero la tolerancia a los
efectos antihistamínicos o anticolinérgicos generalmente aparecen en días o semanas. En la
esquizofrenia resistente a tratamiento con antipsicóticos, la clozapina ha demostrado eficacia
superior.
Farmacocinética
Se absorben bien por vía oral. La vía intramuscular tiene una absorción más rápida que la oral,
aproximadamente 30 minutos y se usa en caso de urgencias para obtener una sedación rápida o
cuando hay negativa del paciente a la vía oral. Los antipsicóticos depot (acción prolongada) se dan
por vía intramuscular. Se unen a las proteínas con gran afinidad. Clorpromazina lo hace en un
98%, aripiprazol en 99%, clozapina en 95%, risperidona en 88%, haloperidol en un 10%, También
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se unen muy bien a las proteínas las presentaciones depot. Se acumulan muy bien en pulmones y
otros órganos con abundante irrigación sanguínea. Pasan la barrera hematoencefálica y llegan al
SNC debido a su gran liposolubilidad. Atraviesan la barrera placentaria y pasan a la leche materna.
Se metabolizan en hígado por los citocromos y se eliminan por riñón y en menor grado por vía
biliar. La vida media de la clozapina es de 10-16 hs, olanzapina 30 hs, risperidona 20 hs,
quetiapina 6 hs, aripiprazol 5 hs, ziprasidona 6-8 hs. Si bien la vida media de algunos antipsicóticos
puede ser breve, los efectos antipsicóticos persisten generalmente 24 hs lo que permite la
administración de una vez por día. La eliminación de los fármacos en plasma es más rápida que la
del SNC.. Esto se demostró en estudios farmacocinéticos con tomografía por emisión de positrones
(PET) Por ejemplo la reducción de 50% de la ocupación del receptor D2 en el núcleo estriado para
la olanzapina es de 75,2 hs (en plasma 30 hs) y para la risperidona 66,6 hs (en plasma 20 hs).
Interacciones Farmacológicas
Los antipsicóticos de primera y segunda generación tienen interacciones con depresores del SNC
como alcohol, benzodiacepinas, hipnóticos, antihistamínicos, anticolinérgicos con potenciación de
efectos. Con los barbitúricos (fenobarbital), fenitoína, carbamazepina, rifampicina hay inducción
metabólica hepática con disminución de las concentraciones plasmáticas del haloperidol.
Haloperidol y levodopa se antagonizan mutuamente. Con ácido valproico las fenotiazinas producen
inhibición metabólica con aumento de la concentración plasmática del ácido valproico. Las
fenotiazinas administrada junto a warfarina altera la absorción del antipsicótico. Fenotiazinas
administrada con café, té, tabaco tienen inducción metabólica con disminución de las
concentraciones de los antipsicóticos. Los antipsicóticos son drogas con múltiples interacciones
medicamentosas.
Reacciones Adversas
Dependen del mecanismo de acción del antipsicótico, es decir sobre que receptor actúa
(dopaminérgico, histaminérgico, serotonina, α), por ende varían entre los distintos fámacos de este
grupo. Entre los efectos derivados del antagonismo dopaminérgico son más frecuentes con dosis
altas, tanto con los antipsicóticos típicos de alta potencia como haloperidol, trifluoperazina,
pimozide como con los antipsicóticos atípicos como risperidona. Este bloqueo dopaminérgico
conduce a hiperprolactinemia que desencadena hipertrofia mamaria, galactorrea y amenorrea y a
la presencia de síntomas extrapiramidales que están representados por parkinsonismo, con la
tríada clásica de temblor en reposo, rigidez muscular y bradicinesia. La distonía aguda, la acatisia y
la discinesia tardía también son consecuencia del bloqueo dopaminérgico. Distonía aguda son
contracciones tónicas que afectan a músculos del cuello, ojos, lengua, maxilar inferior o todo el
cuerpo. Acatisia es una sensación subjetiva de no poder estar quieto (deambulación con inquietud,
no poder permanecer sentado). Discinesia tardía aparece en el tratamiento crónico, hay
movimientos anormales, involuntarios, irregulares tipo corea que afectan músculos de cara, tronco
y extremidades. El parkinsonismo y la distonía responden al tratamiento con anticolinérgicos
centrales como biperideno y trihexifenidilo pero no responden a tratamiento la acatisia y discinesia
tardía donde solo se debe disminuír la dosis del antipsicótico. Los efectos anticolinérgicos se
deben al bloqueo de los receptores muscarínicos M 1. Causan sequedad de boca, constipación,
retención de orina, taquicardia sinusal, sedación, visión borrosa agravando un glaucoma. Los
efectos antiadrenérgicos son debidos al bloqueo de los receptores α 1-2 y se manifiestan como
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hipotensión ortostática, somnolencia, disfunciones sexuales como pérdida de la libido y
alteraciones de la eyaculación y erección. Los efectos antihistamínicos ocurren por el bloqueo a los
receptores histamínicos H1 y se caracterizan por somnolencia, sedación, aumento del apetito y del
peso. Además de estas reacciones adversas por bloqueo de receptores hay otras generales que
incluyen alteraciones dermatológicas como urticaria, dermatitis, fotosensibilidad (fenotiazinas), A
nivel hematológico hay anemia hemolítica, leucopenia. En aparato digestivo náuseas, vómitos,
dispepsias. Elevan enzimas hepáticas y pueden causar ictericia obstructiva la clorpromazina. Hay
alteraciones cardiovasculares como arritmias. Generan aumento de peso, obesidad (clozapina y
olanzapina), aumento de valores de colesterol y triglicéridos, resistencia a la insulina con
hiperglucemia. Estas alteraciones metabólicas aumentan el riesgo de muerte prematura.
Complicaciones graves son las alteraciones de la conciencia, la agranulocitosis (clozapina) con
riego severo de muerte por sepsis y el síndrome neuroléptico maligno (SNM) que afortunadamente
es poco frecuente, con alta mortalidad. Se cree es debido al bloqueo dopaminérgico en el
hipotálamo. Se caracteriza por alteración de conciencia que progresa a coma, convulsiones,
hipertermia con valores superiores a 40° C, rigidez muscular generalizada que compromete a los
músculos respiratorios con hipoventilación, hipoxia y disnea que lleva a insuficiencia respiratoria o
paro respiratorio por lo que necesita asistencia respiratoria mecánica. También es frecuente
hipertensión, taquicardia, sudoración y oligoanuria con insuficiencia renal. En el Hospital Central de
Formosa se diagnosticó el primer caso de SNM después de 860 pacientes tratados con
antipsicóticos, en su gran mayoría de primera generación o típicos. De los ocho pacientes
diagnosticados como SNM al presente en el hospital, la mortalidad fue del 50%.
Cuidados de Enfermería
Por la hipotensión ortostática que ocurre al ser administrado por vía endovenosa es conveniente la
incorporación lenta del paciente. Evite caídas.
La administración de las formas depot se realiza por vía intramuscular profunda y lentamente (10
segundos). No debe realizarse masaje debido a que puede salir el fármaco del músculo e ingresar
al tejido subcutáneo.
El conocimiento de las reacciones adversas de los neurolépticos es muy útil a fin de distinguir las
leves y transitorias, que son las más frecuentes de aquellas menos frecuentes, pero de mayor
gravedad (síndrome neuroléptico maligno) que tienen una alta mortalidad.
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