Díez-Picazo, Luis. Contrato y Libertad Contractual
Díez-Picazo, Luis. Contrato y Libertad Contractual
Díez-Picazo, Luis. Contrato y Libertad Contractual
Curso – Contratos
CONTRATO Y LIBERTAD
CONTRACTUAL
CONTRATO Y LIBERTAD
CONTRACTUAL*
La contratación se ha convertido en un
mecanismo de interacción social imprescindible
en la vida moderna, pero, por lo mismo, su
función a través del tiempo ha ido sufriendo
alteraciones en relación a la forma de
concebirla. El presente artículo pretende
mostrarnos esta evolución y, desde la visión
del profesor Díez-Picazo, acercarnos al
entendimiento de esta institución.
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La presente ponencia fue originalmente publicada en la compilación del Congreso de Academias Jurídicas Iberoamericanas. Madrid: Centro de
Estudios Ramón Areces. 1998. Agradecemos al doctor Luis Díez-Picazo por la cesión especial para el presente número.
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Catedrático de Derecho Civil en la Universidad Autónoma de Madrid. Ex Magistrado del Tribunal Constitucional. Académico de número de la
Real Academia de Jurisprudencia y Legislación. 7
THEMIS 49 1. INTRODUCCIÓN 3. LA LIBERTAD CONTRACTUAL
Revista de Derecho
De acuerdo con una tradición secular, el instituto En una época como la nuestra en la cual el liberalismo
del contrato constituye uno de los pilares básicos (entendido como liberalismo económico) ha resurgido
del orden económico de nuestra civilización y es el con un extraordinario vigor por obra y gracia de
cauce a través del cual se realiza la función convenios y tratados internacionales de diferentes
económica básica de intercambio y de distribución tipos, dominando las organizaciones supranacionales
de toda clase de bienes y servicios entre los y convirtiéndose en el espíritu que impregna la
individuos y los grupos sociales. Por contrato los economía global y mundializada: en una época en que
bienes cambian de manos (se compra y se vende; se la llamada lex-mercatoria cobra especial fuerza y se
adquiere y se transmite); se establecen derechos de convierte en factor dominante de los textos que
utilización limitada de cosas de otro (por ejemplo, pretenden fundar un Derecho uniforme; pero en que,
arrendamiento); se realizan las actividades al mismo tiempo, suenan las señales de alarma, en
financieras y de crédito (préstamos en el más amplio forma de voces airadas que propugnan la defensa a
sentido de la palabra) y los servicios, gratuitos o ultranza del Estado de bienestar, las conquistas sociales
retributivos, que, en nuestro sistema jurídico, y se escuchan llamamientos a una cruzada antiliberal;
partiendo del esquema de la libertad personal, una en esta época, no me parece impertinente poner al
vez desaparecidas las formas de servidumbre o de día nuestras ideas sobre el tema de la libertad
esclavitud, son objeto de contratación (contratos de contractual, en la medida en que ella es la institución
trabajo, de mandato, de gestión, de arrendamiento central por la que corren, han de correr o dejan de
de servicios, etc.). correr los mencionados impulsos.
En cuanto a la reglamentación de intereses, trata de Comenzaré esta reflexión con un acarreo de materiales
regular, entre dos o más personas, unas relaciones o de citas que han sido muy arbitrariamente
jurídicas que muchas veces son duraderas, el contrato seleccionadas, aunque nos pueden permitir encontrar
es una previsión del futuro que los contratantes realizan las pistas de algunos de los temas sobre los que hay
en el uso de su libertad, de su iniciativa y de su que tomar partido.
autonomía privada. Por ello, es un puente tendido
hacia el futuro a través del cual los contratantes habrán La primera cita será de mi maestro Federico de Castro,
de transitar y habrán de hacerlo de acuerdo con las que dedicó a este tema sus dos últimos trabajos:
reglas que ellos mismos se han dado. “Notas sobre las limitaciones intrínsecas de la
autonomía de la voluntad” (La defensa de la
2. EL CONTRATO COMO FUENTE DE CREACIÓN competencia, el orden público, la protección del
DEL BENEFICIO consumidor), publicado en el Anuario de Derecho Civil
en el número correspondiente a octubre de 1982, y
En el sistema de economía capitalista, regido por la “Leyes imperativas, autonomía de la voluntad y usos
ley de obtención del máximo beneficio, el contrato de ley uniforme”, publicado en el Anuario de Derecho
es el cauce jurídico de obtención de este beneficio: Civil en diciembre de 1985. De Castro, inspirado en la
el contrato o, si se prefiere, el conjunto de contratos tradición del humanismo cristiano y preocupado
que dentro del marco de una actividad profesional o siempre por la defensa de la persona frente a las
empresarial se realice. Cada contrato puede producir grandes organizaciones, sean Estados, sindicatos o
un beneficio y el conjunto de contratos un beneficio corporaciones transnacionales, escribía hace más de
promediado. Es obvio que el beneficio se obtiene diez años una dura crítica de lo que expresamente
cuando el precio o contraprestación que se obtiene llamaba concepción liberal del contrato con estas
por una cosa o por un servicio excede del costo de palabras:
esa cosa o de ese servicio, incluyendo en el costo los
elementos adicionales o auxiliares que es preciso “La concepción liberal de autonomía de la voluntad
poner en pie para hacer posible la ejecución de la hizo pensar, y todavía hoy hay quien así lo piensa, que
prestación. ella supone entregar a los particulares una ‘reserva de
casa’, una ‘zona protegida’, en la que el Estado no
Al mismo tiempo que fuente de beneficios, el contrato tiene otra cosa que hacer que dejar hacer. Mas, aunque
puede ser causa de producción de pérdidas. En sea de modo inconsciente, al irse perdiendo el respeto
nuestro Derecho la idea de pérdida en sentido a los dogmas liberales, no pudo menos que sentirse
económico, se encuentra contemplada únicamente que, si ello es así, los poderes públicos no podrían
en el contrato de sociedad, pero no necesita ser intervenir para nada en esa zona prohibida, en tanto
discutido que todo contrato puede ser causa de no se toque a la esfera de lo público. Cuando se pide
8 pérdidas. el auxilio de las autoridades, para que se haga cumplir
lo prometido en un contrato, poniendo así al servicio Néstor De Buen arranca con unas palabras de su padre, THEMIS 49
Revista de Derecho
de los particulares el aparato estatal, se ha salido de la don Demófilo De Buen, sobre el “desengaño del
zona prohibida. Cuando el Estado, en sus códigos, se contrato” que son las siguientes:
compromete a dar fuerza de ley a los contratos, lo
hace arrogándose una actividad pública “¿Llevará el desengaño del contrato a desechar su
(Administración de Justicia) y entonces ya no puede concepto como inútil o pernicioso? ¿Exigirá la
actuar de un modo indiscriminado. reducción de su ámbito? ¿Impondrá un nuevo
concepto de tal instituto? ¿Seguirá considerándolo
Normalmente, por el contrario, tiene que discriminar. como la manifestación más genuina de la autonomía
No puede imponer algo que implique un resultado de la voluntad? ¿Es sólo, tal desengaño, un fenómeno
contrario a la justicia o a la moral. Así, se atribuye a los transitorio y morboso?”
jueces un poder de censura, que les permite
desproteger los contratos contrarios a las buenas Néstor De Buen quiere dar respuesta a tales
costumbres o al orden público y que abre camino una interrogantes y, después de un largo estudio, extrae
nueva concepción del orden público. La concepción unas conclusiones que no esconden su gusto por la
liberal del contrato entra también en crisis en los socialización o decididamente por el socialismo.
movimientos de reacción frente al uso exagerado y
abusivo de ciertas figuras, como las condiciones “La decadencia del contrato constituye un hecho
generales de los negocios, en el tráfico mercantil, en incontrovertible. No cabe emplear, en contra de esa
daño de consumidores”. realidad, el argumento de que el contrato constituye
un continente que acepta múltiples contenidos.
La segunda cita es de Ludwig Raiser que en la Etimológica y jurídicamente el contrato es, sobre todas
posguerra de 1945 fue Rector de la Universidad de las cosas, un acuerdo espontáneo de voluntades, y
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