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PARA QUE EL

MUNDO
CONOZCA
Avances Adventistas
en 1970

Edgardo D. Iuorno

DESCUBRA EDICIONES
Paraná, Entre Ríos
2015
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

PREFACIO

El título de este libro fue primero el título del sermón


que el pastor Robert H. Pierson predicara el 13 de junio de
1970 en el Convention Hall de Atlantic City, al ser reelegido
como presidente de la Iglesia Adventista Mundial. De alguna
manera el sentir de Pierson era el de toda la iglesia: multiplicar y
diversificar esfuerzos de manera que el conocimiento del
mensaje adventista alcanzara a más personas en más lugares.
Exhortando a la iglesia a la unidad en el amor de Cristo,
y en el hecho de saberse un pueblo distinto con un mensaje
especial, los adventistas del 70 pensaron, como Pierson, que
“podemos, debemos vencer!”. La convicción profunda en el
mensaje, y la conciencia de que en la unidad estaba la fortaleza
de la iglesia, permitió avances rápidos en los variados frentes de
acción misionera.
Para Que el Mundo Conozca se propone alentar a la
generación presente de pastores y laicos con el fuego y la fe de
los adventistas que batallaron hace 45 años. La obra debe ser
concluida, y lo será por medio de Cristo. El aún se manifiesta
por medio de las labores de una iglesia unida, esforzada y llena
de fe.

El Autor.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

ÍNDICE
I.QUE CONOZCAN EN NUESTROS TEMPLOS 6
Se Inaugura El Templo De Menque, Chile
Más Lugares De Culto
Dos Iglesias Unidas por Un Nuevo Templo

II. QUE CONOZCAN AL CURARSE 11


Clínica Adventista Inaugurada En Belo Horizonte
El Dispensario Médico de Altamira, Córdoba.
El "Plan de Cinco Días" en Córdoba, Argentina
Las Moscas y la Evangelización
La Esperanza se Llama Luzeiro
Más Viajes en la Luzeiro
Milagro en el Amazonas
“Prohibido Fumar”

III. QUE CONOZCAN EN LOS CICLOS DE


CONFERENCIAS 32
La Campaña del pastor Belvedere en San Nicolás
Un Alentador Informe desde Perú
La Campaña Evangelística en Camaná
Primera Campaña Evangelística en Madrid, España
Exitoso Ciclo Gana 140 Almas en Chile
"Otro Día de Gloria"
Obra Nueva en Santa Cruz del Perú
Nueva Iglesia Hispana Organizada en Glendale

IV. QUE CONOZCAN EN LUGARES REMOTOS 48


Predicando en Zonas Remotas
Penetrando En La Tribu De Los Huarayos

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Notable Conversión de un Adversario

V. QUE CONOZCAN AL DONAR 53


La Mano de Dios en la Recolección
La Campaña de la Recolección Gana Almas
La Recolección en Lio, Perú
Médicos Que Recolectan

VI. QUE CONOZCAN POR RADIO Y TELEVISIÓN 58


La Radio Prepara un Ciclo en Santa Cruz, Bolivia
Un Sueño Hecho Realidad
La Escuela Radiopostal y su Obra Maravillosa

VII. QUE CONOZCAN POR TESTIMONIO 65


Fiel a su Conciencia y a su Deber
Una Conversión Notable
La Ofrenda de una Viuda Pobre
El Lirio de los Valles Brotando en el Desierto
Una Familia Adventista que Testifica por Cristo
Un Campeón Mundial Adventista
Pitcairn En La Palestra
El Caso de Dos Señoritas Fieles

VIII. QUE CONOZCAN POR LAS PUBLICACIONES 79


Diecisiete Años Después
Reuniones de Colportaje en Chile
Lo que Pudo un Libro
Sin Temor Ante el Peligro
Siembra de la Verdad Ante Difíciles Vicisitudes
Puertas Cerradas Que Se Abren
Un Obispo Vende Libros Adventistas
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

¿Qué Dicen Los Lectores De Nuestras Revistas?

IX. QUE CONOZCAN POR NUESTRAS


INSTITUCIONES 96

El Congreso de la Unión Austral en 1970


Días Memorables
La Despedida de un Viejo Leal
La Obra en Cochabamba, Bolivia.
Un Campo De Experimentación Misionera

X. QUE CONOZCAN POR LOS LAICOS 106


La Difusión de la Biblia en los 70
Construye Sombreros y Reconstruye Vidas
Guiados al Conocimiento de la Verdad
Ecuador, Ayer y Hoy
Bodas de Oro con la Iglesia Adventista
La Biblia Habla, pero no Camina
Campaña Misionera de "Semana Santa"
Hágalo Por Teléfono
Predicando al Cura de Baradero
Concepción en Marcha
La Filial Rodante
Jubilados En Acción
Por Favor, Váyanse
Una Iglesia Trabajadora
La Misión en Manos de los Laicos del Paraguay

XI. EPÍLOGO 130

XII. SUPLEMENTO FOTOGRÁFICO 132


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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO I.
QUE CONOZCAN EN NUESTROS TEMPLOS

Se Inaugura El Templo De Menque, Chile

Una brillante y esperada ceremonia se desarrolló en el


interior de la provincia de Concepción, en la localidad de
Menque, ubicada en un estrecho y pintoresco valle boscoso que
albergaba a 3.000 habitantes, quienes vivían mayormente del
trabajo que les proporcionaba un gran aserradero de maderas.

Reinaba gran expectación en el poblado. Los adventistas


inauguraban su templo, así que muchos ya estaban reunidos
cuando llegó la delegación encabezada por el presidente de la
Asociación Sur, el pastor Augusto Bacigalupi, quien en su
discurso hizo notar que “el programa de construcciones de la
asociación cerraba otro de sus brillantes capítulos, escrito con
grandes sacrificios y la participación de muchos miembros”.

La primera etapa del trabajo tuvo por objetivo la


construcción del edificio. Ese mismo día ya estaban preparados
para iniciar la segunda etapa: llenarlo con feligreses. Para ello
esperaban unir esfuerzos con el plan La Biblia Habla. La entrega
del inmueble a la comunidad tenía el propósito de poner al
alcance de cada habitante un templo en el que los adoradores
sinceros tuvieran la oportunidad de encontrar la puerta del
cielo.

El edificio está ubicado estratégicamente, sobre una


ladera de la montaña, por lo tanto es visible de todos los puntos

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

y, las instalaciones permitían recibir a 160 personas


holgadamente ubicadas. .

Un año y medio de labores y la contribución de unos


2.000 dólares, gran suma en aquella época, de parte de los
hermanos, cristalizaron el anhelo de la iglesia. Bajo la dirección
de Eleuterio Paredes, director del grupo de Menque, la iglesia
alcanzó la meta avizorada.

La visión y el esfuerzo de los hermanos de Menque deja


en claro que levantar un templo es solo el comienzo, la parte
“sencilla” de la verdadera obra. Llenar la casa de Dios de los que
le buscan de corazón. Cuanto más visible sea la casa de
adoración, más sencilla será la tarea.

Más Lugares De Culto

El plan La Biblia Habla, además de ser una fuente de


trabajo misionero para la feligresía y un medio poderoso para la
conquista de las almas, posibilitó abrir más lugares de culto. A
unos 180 km al norte de Antofagasta, los hermanos de la Iglesia
de Tocopilla comenzaron a trabajar con el mencionado plan.
Encontraron a dos hermanas que iniciaron con mucho interés la
exploración del Libro de los libros hasta hallar la Perla de gran
precio y rindieron su vida a Cristo. Una de estas hermanas era
pianista y quiso compartir su fe con un colega músico junto con
el cual había estado actuando durante muchos años en centros
de diversión nocturna. Ese hombre también fue ganado para el
Evangelio.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Como la iglesia se reunía en un lugar totalmente


inadecuado para celebrar los cultos, esas hermanas donaron una
propiedad que en poco tiempo, con el trabajo de los creyentes,
quedó habilitada como templo. El salón era muy acogedor y los
hermanos contemplaron felices el resultado de sus esfuerzos;
pero lo que más alegraba al entrar en la Iglesia de Tocopilla era
ver a la donante de la propiedad y al amigo a quien ella trajera a
los pies de Jesús tocando juntos los himnos de alabanza a Dios.

Dos Iglesias Unidas por Un Nuevo Templo

José A. Luque, pastor en la Asociación Argentina


Central, declaraba que al contemplar el templo de la ciudad de
Rosario del Tala terminado, luciendo como un monumento
para la gloria de Dios, comprendían que los hermanos del grupo
de Rosario del Tala, secundados por los de la Iglesia de Obispo
Norte, fueron realmente lo que el Señor recomendó a sus
discípulos que fueran, “una cosa”.

Fueron uno en el ideal de levantar este monumento, uno


en fervor, en trabajo, en oración, consagración, y en
contribución monetaria. El 5 de junio de 1970, con la presencia
del intendente municipal Ernesto Solimano y demás
autoridades del pueblo se procedió a cortar la cinta en la entrada
del templo. El acto estuvo a cargo del Sr. Intendente,
acompañado por el pastor Manuel F. Pérez, presidente de la
Asociación Argentina Central; el pastor Gilberto Treves, de la
iglesia local; los Hnos. José Heidenreich y Humberto Nikolaus;
representantes de la Unión Austral, del Sanatorio y del Colegio
Adventista del Plata.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Ya dentro del templo el pastor Treves dio la bienvenida a


los presentes. Luego los constructores de la obra, Roberto
Ladner y Humberto Nikolaus, entregaron las llaves del edificio
al pastor Pérez, quien en nombre de la Asociación Argentina
Central las entregó a su vez al pastor local.

Invitado por el pastor Treves, el intendente municipal


pronunció unas palabras expresando su admiración por el
pueblo adventista, “ejemplo de lo que puede la unidad y el
esfuerzo común en prosecución de los más nobles fines, como lo
es esta casa de la que Rosario del Tala se siente orgullosa”.

Un breve y significativo sermón titulado “Una nueva


puerta se abre”, a cargo del pastor Daniel Nestares, marcó el fin
de los actos de esa noche que quedará en el recuerdo de cuantos
presenciaron los mismos. En forma muy eficaz colaboró el
conjunto vocal femenino del SAP con cantos de alabanza a
Dios.

Los actos del día sábado se vieron presenciados por casi


cuatrocientos hermanos que se habían reunido para la escuela
sabática y el sermón de dedicación. Este último estuvo a cargo
del pastor Roald Wensell, secretario-tesorero de la Unión
Austral, y la oración de dedicación fue pronunciada por el
pastor Dr. Pedro D. Tabuenca, director del SAP. Nuevamente
las voces del conjunto vocal femenino resonaron en el ámbito
del flamante templo, y también las del coro del CAP. Por la
tarde ambos conjuntos brindaron un recital ante un numeroso
público.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Los hermanos demostraron una vez más que eran “una


cosa” al prestar la máxima colaboración en la atención de las
numerosas visitas, y en la misma tarde al cumplir la labor
misionera de distribuir las invitaciones para el ciclo de
conferencias que dirigiría el pastor Benoni Cayrus durante tres
semanas a partir del domingo por la noche, secundado por los
pastores Treves y Luque.

La municipalidad, por intermedio del departamento de


Cultura, se asoció al acontecimiento y ofreció la colaboración de
la Banda Municipal. Media hora antes de la conferencia allí
estaban los músicos que, bajo la dirección del maestro Marinelli,
ofrecieron, en la vereda frente al templo, un breve recital que
culminó con la interpretación de la canción patria, coreada por
los asistentes. En seguida el pastor Treves presentó al orador, y
ante 350 personas que colmaban totalmente el templo, 100 de
las cuales quedaron de pie, el pastor Cayrus dio la primera
conferencia, la cual produjo un notable impacto en todos y
suscitaron elogiosos comentarios en la ciudad.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO II.
QUE CONOZCAN AL CURARSE

Clínica Adventista Inaugurada En Belo Horizonte

En 1966 se fundó en Belo Horizonte, Brasil, una clínica


adventista con la ayuda de la Alianza para el Progreso. Al notar
el éxito y el valor de la clínica, la legislatura del Estado de Minas
Gerais votó un subsidio de una suma equivalente a 12.000
dólares para su modernización y expansión. La Clínica Médica
Luminar poseía entonces dos consultorios, sala de cirugía
menor, laboratorio, consultorio dental, sala de Rayos X y
farmacia. Prestaron sus servicios allí dos médicos, dos
enfermeras y tres dentistas, que atienden de 120 a 150 pacientes
por día. Diversos laboratorios de Belo Horizonte hacen do-
naciones mensuales de medicamentos a la clínica. Las nuevas
instalaciones fueron inauguradas con la presencia del pastor
Cari Guenther, director asociado del Depto. de Actividades
Laicas de la Asociación General, y del cónsul norteamericano en
Belo Horizonte.

El Dispensario Médico de Altamira, Córdoba.

El trabajo mancomunado de la predicación, la docencia,


la obra médica, la página impresa, la obra radial y la Escuela
Radiopostal, ha hecho de la Iglesia Adventista una confesión
religiosa de positiva gravitación en muchos sectores del mundo.

Las iglesias de Córdoba, Argentina, en la medida de sus


posibilidades, colaboraron en las diferentes actividades que

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

caracterizan la tarea de preparar un pueblo para la segunda


venida de Cristo.

La visita de los pastores C. Guenther, R. Adams, M.


Gutiérrez y A. Gianelli, de la Asociación General, División
Sudamericana, Unión Austral y Asociación Argentina Central,
respectivamente fue grata y provechosa, ya que enfocaron las
actividades laicas, particularmente el plan La Biblia Habla y
OFASA, ilustrando las exposiciones con gráficos poco comunes
en ese entonces.

Los dirigentes demostraron interés por conocer el


dispensario que funcionaba en la Iglesia de Altamira, en la
ciudad de Córdoba. Cuando el Dr. Rogelio Kremer los informó
sobre las actividades médicas que allí se realizaban, los animaron
a que dieran a esta clase de obra una mayor publicidad de la que
habitualmente recibía, ya que podría significar un mayor
desarrollo de la obra médica gratuita en la ciudad.

Después de haber tenido cerrado el dispensario durante


varios meses por diferentes causas, fue posible reabrirlo. Los
profesionales Ronald Noltze, Rosa P. de Dávila y Rogelio
Kremer, programaron el trabajo. Al mismo tiempo se nombró
una comisión administrativa, compuesta por miembros de las
iglesias Central, Alta Córdoba y Altamira. El Dr. Noltze actuó
como director de ese servicio asistencial durante varios meses.
Recibieron ayuda financiera de la Asociación Argentina Central
y de las iglesias. Se atendieron 890 enfermos. Tanto para la
atención médica como para la rama de pedicuría, se llevó un
ordenado registro; además, a cada paciente se le obsequió
material de lectura referente a la salud espiritual.
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Felizmente, durante 1969 la Iglesia de Altamira contó


con la valiosa colaboración de un misionero, Pedro Orué, que
con la ayuda de entusiastas hermanos buscó capitalizar el interés
espiritual de los pacientes.
Durante el año 1969, fue nombrado como director del
dispensario el Dr. Rogelio Kremer. Lunes y miércoles tenían
consulta médica y los jueves pedicuría.

A veces se supone que la obra médica solo es posible por


medio de un sanatorio o clínica médica completa. Sin embargo
la experiencia de Córdoba en el 70 demuestra que donde haya
un grupo de profesionales de la salud con vocación misionera,
dispuestos a dedicar algo de su tiempo en favor del servicio
desinteresado, mucho de bueno puede hacerse, en especial en
favor de las personas que no cuentan con asistencia médica de
calidad. Aquellos a los que se les beneficia de manera
desinteresada son más receptivos al mensaje del evangelio.

El "Plan de Cinco Días" en Córdoba, Argentina

Con resultados positivos que superaron las expectativas


más optimistas se llevó a cabo en Córdoba, Argentina, el curso
Cómo Dejar de Fumar en Cinco Días. Lo dictaron el pastor
Enrique Chaij, director de Radio y Temperancia de la Unión
Austral, y el Dr. Haroldo Janetzko en la sala de conciertos de
Radio Nacional, recinto cedido a tal efecto y gratuitamente por
la citada emisora.

Varios días antes de su iniciación, esta campaña


antitabáquica fue anunciada ampliamente mediante la prensa,
radio y televisión locales. Esto despertó el interés de los
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

fumadores de la ciudad en el acontecimiento, como se puso de


manifiesto el lunes 11 de agosto, a las 9, hora en que se inició la
inscripción. La afluencia de público fue tal que varias horas
antes de comenzar el curso ya se habían inscripto en el mismo
500 personas. Es que la gran mayoría de los fumadores siempre
abriga la secreta esperanza de liberarse alguna vez de las ataduras
de ese hábito perjudicial que en forma insidiosa destruye su
salud.

El curso comenzó un lunes a las 19.30. Media hora


antes, las 450 butacas de la sala de Radio Nacional, que por sus
características es la de mayor jerarquía de la ciudad, estaban
totalmente ocupadas. No obstante, la gente colmó los tres
pasillos y todo otro lugar posible, elevándose así la asistencia a
800 personas.

Desde la primera noche el público siguió con marcado


interés las exposiciones del pastor Chaij y del Dr. Janetzko. Más
de una vez los asistentes manifestaron su total acuerdo con los
hechos presentados rubricándolos con espontáneas ovaciones.
Una gran simpatía hacia los conductores del programa flotó en
el ambiente durante el desarrollo del curso, y la participación del
público en la parte del plan denominada “dinámica’” se realizó
con absoluta naturalidad. En la penúltima noche, el pastor
Chaij hizo referencia al recurso de valor supremo para lograr la
victoria sobre el pernicioso hábito: la oración. De esa manera un
rayo de fe iluminó estas personas tan necesitadas de salud.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Las Moscas y la Evangelización

El lema inspiraba a los hermanos de Chile por el 70 era


“Unidos para Evangelizar a Chile”. Y con ese deseo ardiendo en
los corazones hasta las moscas se terminaron uniendo a las
fuerzas vivas de la iglesia para adelantar la obra.

Lo que ocurrió en Concepción, Chile, sirve para


demostrar cómo Dios puede obrar para que las circunstancias
sean como manos ayudadoras para hacer más fácil el trabajo que
nos encomendó. Un grupo de hermanos que dirigían una filial
en uno de los barrios de aquella populosa ciudad, quisieron
acentuar el trabajo evangelizador de la zona inscribiendo en los
cursos por correspondencia de la Escuela Radiopostal a los
vecinos del sector, con tan buenos resultados que la gente
misma acudió repetidas veces a ellos mismos, solicitándoles
también la oportunidad de ser inscriptos. Al pasar frente a una
casa sintieron que alguien golpeaba los vidrios, presumiblemente
para pedirles lo que ya otros habían solicitado: un curso por
correspondencia.

Regresando, llamaron a la puerta y al presentarse, les


dijeron que nadie los había llamado aclararles la razón de su
presencia se les explicó que aquellos golpes en la ventana se
produjeron por el sonido de las moscas. Les comentaron que en
el hogar yacía una persona enferma, a la que expresaron palabras
de aliento que culminaron con una sencilla pero ferviente
plegaria. La familia también se anotó para las lecciones de la
Biblia.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Esperanza se Llama Luzeiro

Aníbal A. Pittau era capitán de la Clínica flotante


Luzeiro V de la Misión Central del Amazonas. Cierto día vino
un señor diciendo que su sobrinito jugando con un machete le
abrió una herida en la sien a su hijito. Le estaba saliendo mucha
sangre, por lo cual, temiendo que se muera fue en su canoa
hasta nuestra lancha misionera.

—¿Dónde está su hijito?—Del otro lado del río. —


Tráiganlo en seguida —fue la respuesta. El niño, cubierta la
cabeza con una toalla bastante sucia a manera de turbante,
estaba ya pálido y sin fuerzas. Habían tratado de detener la
hemorragia arterial con un poco de algodón quemado, pero
había sido inútil. Su madre, que estaba en la canoa con otras
personas, lloraba desesperada al ver al niño al borde de la
muerte, pero por la gracia de Dios se lo pudo salvar.

La pobre lancha estaba muy maltrecha. El motor,


completamente desarmado. Las piezas mecánicas estaban
sembradas desde la proa hasta la popa. Mientras esperaban que
llegaran los repuestos desde San Pablo, Erica y Aníbal Pittau
comenzaron a raspar la pintura. Por fin llegaron los repuestos y
siguieron la gira.

El primer había sido bastante corto, un mes, pero lleno


de novedades. Después tuvieron que emplear algunos meses más
para realizar una citada y completa reforma en la embarcación,
ya deteriorada por el tiempo.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Siguieron dos años y medio durante los cuales pudieron


llevar salud física y espiritual a centenares de personas. Entonces
el nuevo presidente del campo los invitó a cambiar de distrito y
a trabajar ahora en la lancha Luzeiro V. El territorio era mucho
más extenso y difícil, pero ofrecía grandes oportunidades para el
avance del Evangelio.
“Nuestra nueva lancha llegó bonita de los astilleros de
Belem donde había sido reparada, a tiempo para la tercera gran
convención de capitanes de lanchas médico misioneras de
OFASA de América del Sur. Pocos días más tarde, después de
abastecernos con medicamentos, alimentos y combustible,
saludábamos emocionados, con los brazos levantados, el adiós
que nos apararía por varios meses de la querida misión”.

Tuvieron un largo viaje subiendo el río, pequeño por


cierto, pero famoso desde hacía tiempo por las terribles orgías
que se desarrollaban en sus orillas, provocadas por las
borracheras. El angosto río Xeruá, de aguas negras que bañan
hermosas playas de blanca arena, abrigaba los hombres más
temibles por la dureza de su corazón. Se aseguraba que ningún
comerciante se arriesgaba a entrar en sus aguas sin llevar por lo
menos un cajón de bebidas alcohólicas. Allí estaba Pedro
Ferreira, que bajo los efectos del licor en dos oportunidades
atentó, cuchillo en mano, contra la vida de su propio padre. Allí
estaba Oscarzinho, un brujo poseído por el espíritu maligno.
Allí estaban Joao Gomes, Manuel Alves y otros, llamados
“hombres fieras” por su braveza.

Pero un barco sin una sola botella de líquido


embriagante entró en el Xeruá. Se llamaba Luzeiro. Entraba para
dar luz y hacer que para Xeruá amaneciera un nuevo día. Luego
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

de cuatro años ya no se traficó con alcohol en esas orillas. Hoy el


Xeruá es un río diferente: esos hombres ya no son poseídos por
el maligno, sino que están llenos de valor para llevar a otros la
salvación que abrazaron, y se los ve cantar llenos de
mansedumbre como niños en alabanza al Creador.

En uno de los viajes el pastor Rodolfo Hein formaba


parte de la tripulación de tres personas, y era el guía. Debían
tomar un pequeño afluente del Xeruá, también de aguas negras
y frías, que nacen muy lejos en los centros de la gran selva
amazónica. El río era bastante torrentoso y tortuoso, y tenía
pequeñas playitas de blanca arena. Estaba atravesado por cen-
tenares de árboles y minado de troncos y ramas caídos, lo cual
hacía dificultosa la navegación.

El viaje era largo: desde las cinco de la mañana hasta las


tres y media de la tarde. A cada momento el arroyo ofrecía
nuevas sorpresas. Hermosas palmeras con sus ricos frutos y
bellos trinos de aves recreaban la mente, a veces cansada, de los
misioneros.

En un elevado barranco de tierra roja, frente a una


vivienda típica de caboclo amazonense, los aguardaban varios
indígenas de la tribu iamamadis, quienes los ayudarían a llevar
toda la carga. Les faltaban tres horas de camino a pie por la
selva, subiendo y bajando elevados cerros. En los valles corrían
hermosos arroyuelos de aguas cristalinas. Para cruzarlos se
aprovechaban los puentes naturales formados por grandes
árboles caídos que los atravesaban.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Ya estaban llegando. Las casitas eran de troncos de


palmera y hojas. El piso era elevado, para defenderse de las
fieras. Se subía a la choza, llamada tapiri por los indios, por
medio de una escalerilla hecha de troncos no muy gruesos,
rústicamente tallados. Al ver gente extraña, los moradores sólo
asomaban la cabeza: rostros asiáticos, de cabello liso y negro, sin
barbas. Estos indígenas son de talla baja, y el de más edad, el
cacique, tenía 45 años.

Pocos minutos después todos los habitantes los rodeaban


para ver el Jcaribé, o sea hombre blanco. Hacían toda clase de
comentarios sobre ellos, que no entendían pues hablan la lengua
indígena giria. “Éramos una novedad para ellos, y observaban
nuestra forma de comer y de bañarnos en el arroyo de aguas
claras que pasa cerca de su aldea”, contaba Pittau.

Atendieron a los enfermos, algunos con gripe, otros con


tuberculosis y con malaria. Preguntaron por los que habían
muerto, y uno de ellos los condujo a un lugar cercano donde
vieron dos techos de dos aguas, tejidos con hojas de palmera.
Estaban colocados a no mucha elevación sobre el suelo. Había
tres sepulturas debajo de cada techo. Las costumbres funerarias
son las siguientes: cuando alguien muere es conducido en su
propia maquera (hamaca) hasta una fosa con dos postes clavados
en cada extremo, a los cuales amarran la maquera con el cadáver
adentro, suspendido en la excavación, debajo del nivel del suelo.
La fosa luego es cubierta con un enrejado de maderas, y encima
barro bien amasado y emparejado.

Preguntaron qué eran unos agujeros que se observaban


en el suelo. Se les explicó que allí colocaban hojas machacadas
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

de un pequeño arbusto llamado cupina, mezcladas con barro. La


cupina es un poderoso veneno, y el barro queda contaminado.
Se deja reposar la mezcla de dos horas hasta un día. Cuanto más
tiempo pasa, más fuerza tiene el veneno. Disuelven la mezcla en
los arroyos, y los peces quedan como atontados y cazados con
suma facilidad. Lo interesante es que la carne de esos peces
envenenados es inofensiva al ser consumida por el hombre. La
carne y los pescados se preparan generalmente amuquiñados, es
decir, cocidos bajo el calor y el humo.

Para cazar, estos indios usan cerbatanas de casi tres


metros de longitud, con saetas fabricadas de cierto tallo de
madera muy dura, cuya punta es envenenada y produce en la
víctima parálisis, especialmente en los centros respiratorios. La
saeta es ajustada al tubo con un poco de algodón de ciertos
árboles. También tienen arco y flechas. Las hay para cazar en
tierra y para caza acuática. Cuentan el tiempo por las fases de la
luna y las horas por la altura del sol.

Al ponerse el sol está en el horizonte muchos indios


estaban deseando verlos comer. Les trajeron algunos platos de
mandioca, un tipo de batata llamada cará, farinha y jugo de
coco. Después llegó la hora de ocupar las hamacas con
mosquiteros, indispensables para no ser picados por los
anofeles, transmisores de la malaria, o los vampiros, que
desearían hacer banquete con su sangre. Los indios se acostaban
en sus maqueras, debajo de las cuales había una hoguerita para
calentar el cuerpo, puesto que no usan frazadas y la noche en la
selva es bastante fría. Solían despertarse varias veces en la noche
porque las brasas se iban apagando y sentían frío. Se los oía
toser, reavivar el fuego, comentar algo, y volver a dormir.
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Muchos padecían enfermedades respiratorias debido a esta


costumbre y fallecen a consecuencia de ellas.

Los tripulantes de la Luzeiro entregaron varias piezas de


ropa a cada uno. Los rostros se llenaban de alegría y curiosidad.
Después de satisfacer a todos, tomaron el camino de regreso.
Parte de la misión estaba concluida, hasta la nueva pasada de la
lancha que iluminó e ilumina la cuenca del Amazonas.

Más Viajes en la Luzeiro

Aníbal A. Pittau, capitán de la lancha misionera Luzeiro


V en la Misión Central del Amazonas, Brasil, contaba que la
lancha tenía una buena protección contra los jejenes y otros
insectos que atacan a los hombres: todas sus ventanas estaban
cubiertas con tejido metálico.

En uno de sus viajes debían salir del río Yeruá lo antes


posible. Las aguas estaban bajando y corrían el grave peligro de
chocar con enormes troncos. Tenían la corriente a favor, lo cual
estorbaba el dominio completo de la embarcación en las curvas
de este tortuoso y torrentoso río.

Allí recibieron la alegre noticia de que una señorita


había comenzado a estudiar la Biblia y había descubierto sus
grandes verdades. Comenzó a hablar con sus familiares ganando
a casi todos ellos. Otras personas también se decidieron a favor
del Evangelio. “Organizamos un hermoso grupo de cincuenta
personas que ahora se gozan en el Señor”.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Se estaba acercando la fecha para las vacunaciones en


ciertas zonas. El Departamento de Salud Pública, que trabajó en
colaboración con OFASA en estas zonas del Brasil, les
proporcionó vacunas antivariólicas y antitifoideas. Debían cubrir
unos treinta siringales (centros administrativos de la extracción
del caucho) con sus territorios adyacentes, incluso la pequeña
ciudad de Itamaraty. Aparte del trabajo habitual, aplicaron
4.000 dosis de vacunas de los dos tipos”. Además de las
vacunaciones les tocó realizar extracciones dentarias, consultas
médicas con distribución de medicamentos y pequeñas cirugías.

La noticia corría rápidamente y muchos pobladores


salían para encontrarse con la Luzeiro, debiendo viajar algunos
hasta dos días desde el centro de la selva a las orillas de los
pequeños afluentes del Yeruá. Uno de ellos viajó varias horas
para rogar que lo acompañasen para atender un caso grave de
hemorragia nasal. De esta manera pudo salvarse otra vida.

Cierto día recibieron la noticia de que un hombre yacía


moribundo en su hamaca, por la picadura de la terrible
serpiente surucucú pico de yaca. “Si no mata, deja inválido”, dicen
de ella los lugareños. Llevaron al hombre, viajando todo un día
en canoa a motor, hasta la confluencia con el Yeruá. Allí quedó
esperándolos varios días hasta que llegaron con la Luzeiro. La
serpiente lo había mordido a la altura de la rodilla, mientras el
hombre estaba recolectando caucho en la selva. A los diez
minutos, la víctima caía con ceguera. Aunque inconsciente, el
sujeto se revolcaba de dolor en el suelo, arrancando todos los
arbustos a su alrededor. Su hijito de ocho años lo observaba
desesperado. Muy lejos de su casa, en medio de la selva, su
instinto de niño lo hace reaccionar con rapidez: está
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

acostumbrado a esta vida desde la más tierna edad. Toma el


machete de su padre y va en busca de socorro.

Acostumbraban dejar en algunos lugares cierta cantidad


de medicamentos para primeros auxilios. No había sendero que
lleve a ese lugar, pero seguramente el ángel del Señor guió a la
criatura. Fue abriendo su picada en la selva por lugares que no
conocía. Inteligentemente iba cortando arbustos por el camino,
para reconocerlo en caso de perderse.

Tardó tres horas en llegar, sin saber cómo, al puesto


misionero. Allí Pedro Desiderio, director laico de la escuela
sabática, tomó la única ampolla de suero antiofídico que tenía.
El niño lo guió, ya de noche, por donde había venido.
Encontraron a la víctima aparentemente muerta, pero todavía
respiraba. Aplicaron el antiofídico y lo llevaron de vuelta en una
hamaca. Raimundo Mauro pasó horas y días agonizando, en
lucha contra la muerte, para finalmente recobrar el sentido. La
pierna se le hinchó hasta casi tres veces el tamaño normal.
Luego comenzó a deshincharse, pero comenzó una gangrena en
los dedos causada por el veneno y la falta de circulación de la
sangre. A los quince días la gangrena dominaba el pie y la mitad
de la pierna.

Así lo encontraron Pittau y los demás tripulantes. Los


tejidos del pie estaban casi en estado de putrefacción. Las
moscas volaban cerca de allí, listas para depositar sus huevos, y el
olor era insoportable. La afligida esposa echaba un poco de anís
sobre unas brasas para que el humo neutralizara el fuerte hedor,
y con un trapo embebido en agua trataba de lavar aquella
espantosa llaga. El hombre pasaba las noches sin poder dormir a
23
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

causa del tremendo dolor, y ella también compartía sus


sufrimientos. Ahora estaba feliz porque había llegado el pastor y
estaba segura de que salvaría la vida de su amado.

“Para mí fue una gran prueba. Tenía que actuar con


prontitud e inteligencia. La vida de esa persona estaba en juego.
Decidi practicar amputación parcial de la pierna, y llevamos el
paciente a la lancha”, cuenta Pittau. Al medir la presión se le
aplicó suero. Su sangre era negra, todavía contaminada por el
veneno mortal. No había muchas señales de vida. Se le practicó
la anestesia del miembro, y cuando comenzó a trabajar Erica
Pittau le avisó a su esposo que la presión estaba bajando,
llegando hasta 6 de máxima. El pulso se hacía lento y la
respiración dificultosa. Rápidamente le administraron una
coramina, y suspendieron la operación. El estado general del
paciente no le permitía soportar aquello que podría salvarle la
vida. Durante catorce días no había sido alimentado y estaba
muy debilitado. Erica entonces preparó unos buenos alimentos,
altamente nutritivos, y de un día para el otro iba cambiando el
aspecto del enfermo.
Al final pudieron realizar la amputación del pie y de todos los
tejidos en descomposición, hasta raspar el hueso. Los
tratamientos curativos lo fueron mejorando día a día. Dios, el
gran Administrador de esta obra, había dirigido a uno de sus
siervos para salvar otra vida.

Prosiguiendo el viaje, tras siete horas de navegación, río


abajo, se encontraron con otro grupo de adventistas. Les
hablaron de varias familias que deseaban aprender acerca del
Salvador Jesús; además había entre ellos enfermos de malaria y
otras dolencias. Vivían a unas horas de camino en la selva.
24
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Fueron a verlos Erica, Aníbal y su hijita Nessy, de un año, para


que fuera gustando el sabor de la vida de misioneros. Cuatro
horas de camino por una picada en la jungla, más otra hora y
media cruzando lagos en canoa. Los acompañaron un muchacho
y una señorita. Cada uno llevaba su carga. Erica también la suya:
Nessy.

La picada en la selva atraviesa una zona anegadiza. Hacía


más de un mes el gran río Yeruá había vuelto a su cauce,
dejando terribles pantanales. Ahora había secado un poco,
quedando ese barro que hacía tan dificultoso el andar. Sólo
Nessy, que pasó casi todo el tiempo durmiendo, disfrutó de la
travesía.

Les dieron una casa para vivir. Era casi imposible estar
fuera de las hamacas con mosquiteros durante la noche, por la
gran cantidad de mosquitos. Entraban hasta por las hendiduras
del piso de madera de palmera. Nessy no estaba acostumbrada a
dormir en hamaca. Dos veces se oyó su llanto porque se había
caído de esa cuna tan rara!
Visitaron las familias. En una casa les presentaron un
niñito sin madre y de padre casi desconocido. Tenía catorce
meses, pero no aparentaba tener más de cinco. Por la falta de
higiene, una cáscara dura entre los raros cabellos le cubría el
cuero cabelludo. Tenía los labios lastimados, ya que su abuela,
que lo alimentaba, colocaba con sus dedos el puré de almidón
de mandioca en la boca del bebé. Le enseñaron cómo debía
alimentarlo con una cuchara. El cuerpecito estaba cubierto de
un tipo de eccema purulento, y completaba el estado general
una terrible desnutrición. Le dieron lo poco que tenían, una

25
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

latita de leche, además de aplicarle medicamentos. Después de


dos meses estaba comenzando a caminar.

También encontraron un caso de lepra entre esa gente.


Esta terrible enfermedad era alarmante. Había decenas de casos
de personas leprosas conviviendo con familias grandes. La
mayoría de esos enfermos no sabían qué mal padecían. En
colaboración con el organismo estatal de lucha contra
la lepra, se hizo un censo de todos los casos existentes para
tratarlos en sus casas, ya que los grandes leprosarios estaban
repletos y no podían atender siquiera a todos los internados.
Pero eran más los leprosos desconocidos, dispersos en la vasta
zona amazónica, que los que se estáaban atendiendo en los
leprosarios de la región.

De regreso en la lancha siguió el viaje pasando frente a


los siringales de Maracayá, Monte de Oro, Samaumera, Carozal
y Mararí, entre otros. En esta zona hay planchas de dura piedra,
muchas veces debajo de 1a superficie del río, lo cual es peligroso
para la navegación. Se divisaban unas casitas típicas, construidas
en la barranca de colores rojos, matizada por grandes franjas de
blanca arena.

Al cumplir 103 días desde la salida de la ciudad de


Manaos, uno de los moradores desciende hacia su pequeña
canoa y sale al encuentro de los tripulantes haciéndoles señas
con su camisa en la mano. Es un anciano canoso que pide que
socorran a un muchacho que está al borde de la muerte. Guía
entonces la lancha para que pueda atracar sin chocar en esas
piedras.

26
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Sebastián está muy mal. Grandes dolores lo hacen


retorcerse y dar vueltas continuamente en su hamaca. Con la
boca cerrada, hace rechinar los dientes. Tiene la piel de un color
pálido amarillento. Una profunda compasión se refleja en los
rostros de los que presencian la escena.

Aníbal dice: “Pedí a Dios ayuda en ese momento tan


difícil. Debía actuar rápidamente. El pulso era más lento que lo
normal y la temperatura un poco elevada. Era un estado de
hepatitis, que en esta región suele llevarse en pocos días sus
víctimas a la tumba. Realicé todo lo que era humanamente
posible. Con fuertes calmantes que le suministré, Sebastián
pudo dormir tranquilamente”. Pasaron las horas, y llegó el día
cuando entró en convalecencia. Nuevamente Luzeiro salvaba
una vida más de su terrible destino.

Llegando al siringal San Sebastián, hallaron muchos que


deseaban conocer algo más de la Biblia. Como en otros
siringales, el sedimento depositado por las aguas al bajar el nivel
en la época no lluviosa, deja las costas blandas, de manera
que se hacían caminos con palos atravesados a manera de
peldaños de una escalera hasta llegar al suelo firme.

Quedaron algunos días atendiendo el interés espiritual


de muchas personas, y como de costumbre, atendieron todos los
casos de enfermedades. Uno de ellos fue Totó, un niño de doce
años. Estaba acostado en una canoa en la cual sus hermanos lo
habían llevado. Tenía el abdomen tan hinchado que su
respiración era dificultosa: un caso muy avanzado de hidropesía.
Los padres carecían de recursos y no habían tomado en serio el

27
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

estado de Totó, que venía sufriendo desde hacía dos años. Por lo
menos debía aliviársele de sus dolores.

La pequeña bomba de gasolina del grupo electrógeno de


la lancha sirvió para extraerle parte del líquido; en tres sesiones
se le sacaron unos veinte litros del típico suero amarillento. Totó
mejoraba, pero a los pocos días estaba otra vez en el mismo
estado.

El caso era muy triste, pero no podían demorarse.


“Seguimos viajando río arriba por algunas semanas. Nos
preguntábamos: ¿qué será de la vida de Totó? Cuando volvimos
a pasar por ese lugar, no tardamos en enterarnos de su
fallecimiento. Había muerto asfixiado, oprimido por la enorme
cantidad de líquido. Sus padres y hermanos, que lo amaban,
lloraron mucho, y su pregunta fue: “¡Oh, Luzeiro! ¿Por qué no
llegaste a tiempo para socorrernos?”

Esta es la pregunta que se hace eco en centenares de


otros corazones. El Amazonas es todavía un gran desafío para,
muchos jóvenes misioneros. Las madres lloran por sus hijos
desnutridos, y no saben con qué alimentarlos. Muchos perecen
por falta de conocimiento. Nuestra responsabilidad es tan
enorme como la necesidad que impera en el mundo.

Milagro en el Amazonas

Anibal A. Pittau contaba que las enfermedades estaban


siempre a la puerta del hogar de Manoel Lopes y su esposa
Nadir, en la costa de uno de los ríos amazónicos. El octavo hijo
del matrimonio, de cinco meses de edad, cayó enfermo de
28
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

meningitis tras una epidemia de tos ferina que atacó a todos los
hermanos. Esto llenó a todos de tristeza. Llamaron al hechicero,
quien acusó a los malos espíritus de ser responsables del mal;
realizó un ritual inútil y se fue. Más tarde Nadir contrajo una
enfermedad desconocida. No tenía fiebre, pero sentía que algo
raro lo atormentaba. Nuevamente llamaron al hechicero, quien
cumplió ciertas ceremonias y aconsejó la receta: extractos de
hojas y gorduras de ciertas serpientes venenosas para expulsar los
malos espíritus que la poseían. Siguió el tratamiento, y la
enfermedad gradualmente lo dejó, pero para gran admiración de
todos una hija llamada Valdiza, comenzó a sentir síntomas que
su madre.

Esta vez su padre la llevó al pueblo vecino para que la vea


el médico, pero éste no puoede diagnosticar ninguna
enfermedad. Es llevada entonces a uno de los mejores
curanderos de la zona. Nuevas ceremonias se realizaron, y el
curandero declaró que la muchacha está atormentada por los
espíritus malignos. Se siguieron sus consejos, pero sin notar
mejoría alguna. Valdiza fue llevada entonces a otros médicos,
pero nadie pudo solucionar su problema.

Empeorando de un día para otro, Valdiza pasó cuatro


años en su hamaca, aparentemente destinada a una muerte que
no tardaría en llegar. Todos sus parientes, preocupados por lo
extraño del caso, no sabían qué hacer. Una tía de Valdiza, que
había sido adventista pero ahora estaba apartada, recordaba que
Dios libró a muchos de los espíritus malignos. Llamó a otra
familia adventista, y juntos decidieron pedir permiso a Manoel
para cantar y orar en favor de su hija. Este al principio se opuso,
pero perdido por perdido consintió en que entraran en su casa.
29
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Aunque Valdiza sentpia repulsión por las Sagradas


Escrituras, los adventistas llenos de fe siguieron orando,
cantando y ayunando, confiando en la promesa: “Pedid y
se os dará”.

Pasó el primer día, pero Dios aparentemente no


respondía sus oraciones. Pasó el segundo, y nada. Ya era el tercer
día. Sus ánimos estaban por desfallecer, cuando en cierto
momento, después de haber orado, comenzaron a notar que
Valdiza estaba mejorando y tenía deseos de conversar un poco,
de sentarse en su hamaca. Pocas semanas más tarde estaba
completamente restablecida.

¡Milagro! El Señor había respondido a sus peticiones.


Valdiza comenzó a estudiar la Biblia y aceptó el Evangelio, que
antes le causaba repulsión. Su madre también se convirtió, y
asimismo uno de sus hermanos

Aníbal los visitó cierto día con la lancha Luzeiro III. La


familia Lopes, que antes no les permitía ni siquiera anclar frente
a su casa, ahora los aceptaba. Comentaron con el dueño de casa
acerca de los milagros modernos obrados por Dios. Manoel
recibió la Biblia como una amiga en su hogar, pero seguía
fumando y bebiendo la famosa cachaza (jugo de caña
fermentado). “Le hablamos acerca del mal que produce el
tabaco, pero a él le parecía provechoso”, relataba Pittau.
“Cuando voy a pescar de noche y hay muchos mosquitos, con
sólo encender un cigarro son ahuyentados inmediatamente”,
refutaba Manoel. Sagazmente Pittau le respondió que si hasta los
pequeños mosquitos tienen temor del tabaco cuánto más

30
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

nosotros, los seres humanos, debiéramos temerlo. Finalmente,


después de razonar un buen rato, decidió dejar el vicio.

“Tres meses al visitar nuevamente ese hogar. ¡Qué


diferencia! Los rostros no eran los mismos. Algo había
cambiado. Ahora Cristo era el huésped permanente en ese
hogar. Toda la familia entró en las aguas bautismales. Los
primeros fueron Valdiza, un hermano y la mamá. Un milagro
más se veía así en las márgenes del gran Amazonas.

“Prohibido Fumar”

El diario Córdoba, de la ciudad del mismo nombre en


Argentina, publicó bajo el epígrafe “Prohibido Fumar”, extensas
crónicas sobre el cursillo dictado por el pastor Enrique Chaij, el
Dr. Haroldo Janetzko y el Hno. Pedro Orué, sobre el desarrollo
del “Plan de 5 Días para Dejar de Fumar”. La radio y la TV
también comentaron el suceso. La sala, con una capacidad para
700 personas se encontró siempre colmada. Se inscribieron 600
personas, de las cuales sólo una docena no lograron vencer el
funesto hábito de fumar. Entre los vencedores se contó un
médico que fumaba 160 cigarrillos diarios y que desde el primer
momento manifestó que deseaba vencer la tiranía del tabaco en
su vida. Los conferenciantes visitaron también la penitenciaría
de Córdoba, para dar el mensaje de temperancia en esa
institución. El segundo paso sería extender a todas esas personas
el mensaje de la segunda venida de Cristo. De ese modo, a la
salud del cuerpo seguirá la salud del espíritu.

31
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO III.
QUE CONOZCAN EN LOS CICLOS DE CONFERENCIAS

La Campaña del pastor Belvedere en San Nicolás

En abril de 1969 comenzaron las actividades


evangelísticas de la Asociación Bonaerense en la ciudad de San
Nicolás, provincia de Buenos Aires. Las mismas fueron dirigidas
por el evangelista de la asociación, el pastor Daniel Belvedere, en
colaboración con algunos alumnos de teología del Colegio
Adventista del Plata, además de dos instructoras bíblicas y del
pastor distrital Carlos Rando.

En los días previos el pastor Rando, al llegar a su casa


luego de concluir su jornada de trabajo, recibió la sorpresa de
una nota de las instructoras bíblicas Emilia Tarquini y Lía de
Urraza: “El pastor Belvedere está durmiendo en la carpa. Hay
que llevarle algo de abrigo”. Desconocía esto por haber estado
en Pergamino. Tomó entonces una frazada y salió velozmente
hacia el lugar donde estaba emplazada la carpa. El evangelista era
también el carpero!

Las reuniones se celebraron en una carpa especialmente


preparada para la campaña. “Allí estaba y era para nosotros
hermosa, magnífica, aunque faltaban muchas cosas todavía.
Luego vino la tarea de prepararla: diez días de arduo trabajo.
Finalmente, el 12 de abril pudimos decir a los vecinos curiosos
que esa carpa no era un circo sino el medio que Dios utilizaría
para amonestar a esa ciudad”, contaba Rando.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Tres alumnos del Colegio Adventista del Plata fueron a


ayudarlos. En pocos días y con pocas personas se distribuyeron
más de 200.000 volantes. La asistencia a la conferencia
inaugural no fue muy alentadora: esperaban más público. Pero
Dios utilizó al pastor Belvedere haciendo que con mensajes
poderosos y oportunos, los mismos asistentes se convirtieran en
hábiles propagandistas.

Al tercer día de conferencias, que se realizaban todas las


noches, la carpa estaba repleta. Durante casi dos meses, no llovió
a la hora de la conferencia, aunque sí llovía fuera de esa hora. El
mayor de los milagros, sin embargo, es que 102 almas se
bautizaron.

El sábado 3 de mayo, después de un buen número de


reuniones introductorias, empezó la investigación bíblica, y el
público comenzó a familiarizarse con las enseñanzas de la iglesia
remanente. Se bautizaron 109 personas, y más se aprestaban a
unirse a la iglesia.

La carpa fue un lugar de reuniones útil y funcional. En


vez de lanzar una segunda campaña en el mismo barrio, una vez
terminada la primera, procedieron a desarmar la carpa y
levantarla, con la ayuda de la asociación y de la nueva
hermandad, unida a la antigua, en otro sector de la ciudad. Los
habitantes fueron testigos de lo que pueden hacer los adventistas
unidos.

Las reuniones se realizaron en dos etapas en sendos


barrios de la ciudad, con sólo diez días de intervalo. Una vez
terminado el primer ciclo de conferencias, levantaron la carpa y
33
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

la trasladaron, con la colaboración de los nuevos creyentes, a


otro lugar distante unas veinte cuadras. Se consiguieron, como
promedio, cincuenta bautismos en cada lugar. El pastor Rando
analizaba que si “hubiéramos repetido más veces el traslado, es
muy posible que hubiéramos conseguido otros grupos de
cincuenta personas ganadas para la verdad en cada nuevo
barrio”. Sin embargo la obra recién comenzaba.

Los primeros volantes habían significado un gran


sacrificio, pero los de la segunda campaña los llenaron de
alegría. Era alentador ver a los nuevos conversos trabajando:
cerca de cien Biblias colocadas con el plan La Biblia Habla en el
nuevo territorio, 10.000 volantes repartidos cada vez con mayor
celeridad, y colaboración activa con los nuevos hermanos.
Los resultados han sido magníficos y serán todavía mayores si
oramos y trabajamos juntos.

Este ciclo fue un verdadero hito, por ser el primero en


carpa. El pastor Belvedere, recientemente nombrado evangelista
en la Asociación Bonaerense, decidió aplicar algunas de las
recomendaciones que diera el evangelista de la iglesia mundial
E. E. Cleveland en un seminario realizado en Puiggari, y mandó
a fabricar una carpa. De esta manera se comenzó a resolver el
permanente problema de encontrar auditorios para las extensas
conferencias adventistas. Encontrar un terreno era mucho más
simple que encontrar un salón apropiado! Así el mensaje llegó a
los barrios, más almas fueron ganadas y muchas iglesias fueron
plantadas.

Toda la nueva hermandad fue preparada para el trabajo


misionero y dividida en ocho equipos de predicación laica. Estos
34
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

equipos fueron a trabajar a distintos barrios de la ciudad con el


plan La Biblia Habla, preparando el terreno para comenzar en
Semana Santa un ciclo de conferencias laicas. Como en todo el
resto de la Asociación Bonaerense, se dictaron en los barrios
conferencias los días jueves, viernes, sábado y domingo por la
noche en esa semana especial, y luego las conferencias
continuaron los sábados y domingos de noche, para finalmente
reunir a todos los interesados en una serie de temas de decisión
en el templo. De esta manera esperaban una mayor cosecha ese
año.

Como es natural en una serie de conferencias públicas


en San Nicolás no faltó oposición religiosa. Un dirigente se
tomó la molestia de visitar personalmente a los vecinos,
aconsejándolos que no asistieran a las conferencias en la carpa.
Sin embargo, la gente no hizo mucho caso y siguió asistiendo.
En cierta ocasión, dos dirigentes religiosos estuvieron
molestando en la puerta de la carpa todo el tiempo de la
conferencia, junto con unas cuarenta personas. Al terminar la
reunión, en la que se emplearon métodos audiovisuales para
explicar la profecía de los 1260 días, la cual estuvo concurrida
como siempre, algunos hicieron su decisión por Cristo. La Srta.
Lilián Ferrari, organista de una iglesia evangélica, expresó: “Yo
sé que ésta es la iglesia de Dios, porque es la única iglesia
perseguida”. Fue luego directora de la sociedad de menores de la
Iglesia Adventista de San Nicolás, y fue delegada al Congreso de
Curitiba. También su abuela y su madre se convirtieron en
miembros de nuestra iglesia. La Hna. Ferrari, madre de Lilián,
fue la secretaria misionera y encargada del plan La Biblia Habla.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Otra conversión notable fue la de una señora que en esa


oportunidad estaba luchando en el valle de la decisión. Después
de la conferencia, exclamó repetidas veces: “Ahora me decidí!
¡Ahora me decidí!”.

La campaña evangelística de San Nicolás entregó


resultados extraordinarios, gracias a la bendición divina y el
tesonero esfuerzo realizado por el pastor Daniel Belvedere y sus
colaboradores. De alguna manera esta fue la primera campaña
en carpa que esparció este método como un reguero de pólvora
en toda la Unión Austral.

Un Alentador Informe desde Perú

En dos meses se realizaron seis semanas de oración en


Moyobamba, Yantaló, Soritor, Rioja, Tambo y Yuracyacu. Con
motivo de la semana de reavivamiento, se bautizó a 24 personas.
En cada lugar, se organizó una clase bautismal con un total de
85 personas que se estaban preparando para el bautismo. En
esos seis lugares, se procuró visitar a todos los hermanos en sus
propios domicilios, se oró y estudió con ellos y muchos
problemas familiares se ayudaron a resolver.

En los seis lugares se estimuló y organizó también el año


bíblico. A partir de mediados de año, a las 20 horas,
comenzaron con un programa para el hogar por la emisora “La
Voz del Río Mayo”. Además se inauguró con 24 alumnos el año
lectivo en la escuela primaria “Pedro Pascasio Noriega”. Previa
campaña de La Biblia Habla, durante el año, se dieron
conferencias en Yantaló, Soritor, Rioja, Yuracyacu y

36
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Moyobamba. En la Iglesia de Moyobamba, se organizaron


además siete filiales atendidas por siete parejas responsables.

Nauta, capital de la provincia, está situada en la


confluencia de los colosos Marañón y Ucayali, en el punto en
que sus aguas se unen para dar origen al caudaloso Amazonas
que justamente nace junto a la ciudad de Nauta. Durante años,
esta ciudad esperó por el mensaje. La primera tentativa la
hicieron el Dr. Osías Ríos Curo y su entusiasta esposa.
Lamentablemente, tuvieron que dejar el trabajo y el grupito
naciente se deshizo. En 1968, decidieron atacar
ese reducto. Los departamentales de la Misión del Alto
Amazonas y los de la oficina lo tomaron como un desafío.

Los dirigentes enviaron a Alejandro Saito, director del


Depto. de Publicaciones, con una pareja de colportores con la
consigna de trabajar cada casa y traer información sobre el
interés y las posibilidades de dictar un ciclo de conferencias.
Estos hermanos cumplieron fielmente su cometido. Mientras
tanto, el equipo formado por los misioneros de la oficina
comenzó la tarea. El pastor Edwin Gómez, director de
Actividades Laicas, MV y Escuela Sabática de la Misión, fue
nombrado director del equipo.
Una mañana salieron en un potente deslizador rumbo a
Nauta. Las conferencias tuvieron mucho éxito. El local del Club
Nauta, se colmó los dos turnos. Las autoridades vieron con
mucha simpatía la campaña adventista. No hubo oposición. Un
grupo de 30 creyentes adultos fueron debidamente organizados
en la escuela sabática. El primer bautismo fue de 12 personas.

37
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Quedó en Nauta como director de ese nuevo distrito


misionero el pastor Blas Mendoza, empeñado en consolidar el
trabajo. Dios mediante, construirían luego una capilla para cien
personas, iniciarían la obra en Requena, la última capital
provincial sin evangelizar.

Todo campo misionero tiene distritos desafiantes, en los


cuales hay muchos localidades sin presencia adventista. Cuando
los colportores, los obreros de oficina y el evangelista se unen
para abrir la brecha más iglesias podrán sumarse a la familia
adventista. Aunque la promoción de planes y proyectos de la
iglesia tiene su importancia, la ganancia personal de almas es
indispensable para todo ministerio.

La Campaña Evangelística en Camaná

El sábado 16 de agosto se dio comienzo a una campaña


en la ciudad de Camaná. El pastor Alaña, dejando sus funciones
administrativas, dictó estas conferencias con un equipo de cua-
tro misioneros.

Camaná es una ciudad que está situada en la costa del


Perú, y tenía en ese entonces una población de treinta mil
habitantes. Allí había sólo dos adventistas. El teatro alquilado
como auditorio tenía una capacidad de unas mil personas, pero
cada noche sobrepasaron este número con una muchedumbre
de pie. En la cuarta noche de conferencias iniciaron una clase
bíblica con una matrícula de cuatrocientas personas que cada
noche al entrar recibían sus Biblias.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Todas las autoridades dieron su beneplácito. El Señor


alcalde de la ciudad, el Dr. Luis Sacca Salomón, en un emotivo
discurso de presentación y agradecimiento dijo: “Camaná
necesita de la fuerza moral de las enseñanzas de Jesucristo, para
la elevación de sus hogares”. Puso a las órdenes de las
conferencias la Radio Camaná, que pertenecía al Consejo
Provincial.

Primera Campaña Evangelística en Madrid, España

Salvador Iserte relata que el último trimestre de 1969 el


evangelista Salim Japas dirigió una cruzada evangelística en la
capital española, gracias a la cual fueron bautizadas 22 personas.

Aunque la campaña en sí misma fue un éxito (teniendo


en cuenta que se celebró en los edificios de las dos iglesias de
Madrid, y que ni siquiera un diario aceptó un anuncio, aunque
se hubieran pagado 5.000 pesetas por él), el resultado más
importante fue la creación de una escuela de evangelismo en
España. Dos jóvenes obreros evangélicos (y los dos pastores
locales) ayudaron al pastor Japas durante la campaña, y
regresaron a sus respectivos distritos —Bilbao y Campo de
Gibraltar— llenos de entusiasmo para dirigir exitosas campañas.
Prácticamente todos los demás obreros españoles estuvieron
presentes durante dos o más semanas.

Hubo una apreciación general, no sólo de la encantadora


personalidad de Salim Japas, sino de su método de acercarse al
público y ganar su confianza, su asistencia regular, y su simpatía
y afecto.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El desarrollo de las 18 lecciones (tres días por semana en


la Iglesia Central y tres en la de Vallecas) fue psicológico y
gradual, y enfocado hacia todas las clases de personas,
especialmente los católicos.

Una distinguida personalidad del mundo protestante español,


Constantino Ruiz-Garrido, que asistió regularmente con su
familia a, las reuniones, escribió lo siguiente: “La Iglesia
Adventista ha demostrado, a través de la campaña del pastor
Japas, que tiene algo que decirle al mundo y a la iglesia cristiana.
Creo que la ley y el Evangelio deben ser predicados juntos. La
omisión de cualquiera de ellos mutila el mensaje”.

El Señor hizo verdaderos milagros mediante sus siervos,


el pastor Japas y sus colaboradores. Un día de cada semana se
hacía un llamado en cada iglesia, y en las otras dos noches se
celebraba la “Investigación Bíblica”. El pastor Japas diseñó sus
lecciones en una forma muy práctica, espiritual y sencilla, con
gran respeto hacia la Iglesia Católica, aunque no la mencionó ni
siquiera una vez. Su delicadeza estuvo mezclada con fuerza y
convicción en la exposición de la verdad. Ilustró sus
conferencias con sucesos de su propia vida. Su mensaje, un
mensaje viviente, procedía de lo profundo de su corazón y de su
misma experiencia. Esto impresionaba de veras al auditorio, y ni
siquiera, una persona salía de las reuniones, aunque duraban
desde las ocho hasta las diez menos cuarto de la noche.

Se recogieron unas 70.000 pesetas en los sobres que


fueron distribuidos. Otras ofrendas han hecho que el total de lo
recibido alcanzara el millón de pesetas. Los gastos de la campaña
fueron de cerca de 400.000 pesetas.
40
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Cada lección era impresa y entregada gratuitamente a


todos después de la reunión. Se obsequiaba también una Biblia
a quienes asistieran por lo menos 16 veces. Unas 400 Biblias se
levantaban al comienzo de cada lección en la Iglesia Central
cuando el evangelista pedía a los estudiantes que así lo hicieran.
Era un espectáculo muy animador de verse cada noche.

Cada lunes de mañana temprano, los obreros celebraban


una reunión especial. También lo hacían los miércoles, en horas
distintas en cada iglesia, las personas directamente relacionadas
en dar estudios bíblicos y visitar a los interesados se consultaban
mutuamente.

El título de la campaña fue “Al Encuentro de la


Felicidad”. El método de acercamiento, bastante diferente del
antiguo, pero eficaz.

Todo el mundo deseaba que el pastor Japas regresase,


para alquilar un teatro o un cine, porque muchas personas no
concurrieron a escucharlo por sus temores de entrar en una
iglesia protestante. La palabra “protestante” en España suena
muy mal, desde que Felipe II dijo: “Yo mismo prendería fuego a
la hoguera para quemar a mi propio hijo si llegase a ser
protestante”. Estaban obligados a poner la palabra “adventista”
en todas las invitaciones que fueron distribuidas en los hogares,
y en todas las publicaciones.

Los adventistas españoles del 70 esperaban ser mejor


conocidos a través de la nueva revista mensual, ¡Adelante!, y
anhelaban reunir grandes auditorios en las mayores ciudades de
España, tales como Madrid, Barcelona —cada una con tres
41
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

millones de habitantes— Zaragoza, Bilbao, Sevilla, Valencia y


Salamanca. Oren por la obra en España, que ha salido de la
prisión para ser puesta a la vista del público.

Gracias a que la Asociación General y la División del


Medio Oriente enviaron al pastor Japas la obra española
encontró estímulo y los adventistas españoles se aventuraban a
pedirlo “no por tres meses, sino por tres años, para celebrar
campañas evangelísticas en las ciudades nombradas. El pastor
Japas nos ha llevado a la verdad por el camino del amor. Su
humildad ha sido la medida de su dignidad”.

Exitoso Ciclo Gana 140 Almas en Chile

En contraste con el frío intenso y la lluvia que


caracterizaron el día de la inauguración del templo adventista de
Los Angeles, Chile, ocasión en que se dio comienzo al ciclo de
conferencias evangelísticas, la tarde fue calurosa y el fuego del
entusiasmo ardía en el corazón de todos los presentes en la
ceremonia de clausura del ciclo de investigación bíblica, dirigido
por el evangelista de la Asociación Sur de Chile, pastor Walter
Cámeron. El moderno templo se convirtió, durante los tres
meses que duró el ciclo, en un verdadero centro de atracción al
que concurrieron centenares de personas a escuchar los 61
temas dictados en la campaña evangelística. Hubo que celebrar
las reuniones en dos turnos, y por la gracia de Dios unas 140
almas se unieron a la feligresía en ese nuevo templo. No debiera
inaugurarse ningún nuevo templo sin un ciclo que le
complemente. Después de todo, un esfuerzo es la razón de ser
del otro.

42
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

"Otro Día de Gloria"

En la plaza principal de la ciudad de Ayacucho está el


monumento al general Antonio José de Sucre, y en una placa
metálica su famosa arenga pronunciada antes de la batalla
decisiva de la independencia sudamericana: “De los esfuerzos de
hoy depende la suerte de la América del Sur. Otro día de gloria
ha de coronar vuestra admirable constancia”.

El mensaje adventista tardó mucho en penetrar y


arraigarse en la antigua ciudad de Ayacucho. En el 70 había un
joven misionero adventista en la zona. Se organizaron
conferencias anunciadas con un ancho y extenso cartelón que
iba de esquina a esquina de una calle con esta llamativa
inscripción: “Conferencias de La Voz De La Esperanza, San
Martín 501, 8 P. M”. Se irradiaba el ciclo por medio de las
estaciones de radio más potentes de la localidad, de modo que
desde el salón de reuniones el mensaje llega todas las noches a
muchos hogares de la ciudad y del departamento de Ayacucho.

El pastor Montero, orador a cargo, pensaba continuar


con estas conferencias por dos meses. Además hizo arreglos para
conseguir el espacio de otra emisora, a fin de que a esa hora de
la noche fueran aún más los que puedan recibir el mensaje. Las
dos emisoras cedieron gratuitamente al conferenciante un
espacio de cinco minutos para presentar, en otro momento, un
microprograma dedicado al hogar.

Una mañana el pastor Montero visitó la cárcel de la


ciudad y se enteró de que los reclusos estaban escuchando
regularmente sus conferencias. Otra mañana recibió la visita de
43
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

un interesado, hermano de un funcionario público, para decirle


que había escuchado con interés sus conferencias y venia para
matricularse en el curso que ofrecía. Una noche una profesora
esperó al misionero en el salón para manifestarle su deseo de
estudiar con él las lecciones. De esta manera el mensaje de la
segunda venida de Cristo se estuvo predicando como nunca
antes en todo lugar del extenso departamento.

El pastor Andrés Achata Cabrera, secretario de la Unión


Incaica al pasar por Huanta, pequeña ciudad a la cual llegara en
los años 30 el extinto misionero Pedro Kalbermatter, recordó las
dificultades y persecuciones que tuvo que afrontar por mucho
tiempo, junto con su numerosa familia. En los 70 el pequeño
grupo de hermanos fieles y activos de Huanta se reunía sin
problemas y dificultades en plena calle principal para los cultos
sabáticos. Había también otros grupos pequeños de hermanos
en pueblos vecinos. La semilla sembrada por don Pedro con
fuerte oposición no cayó en terreno estéril, y aunque tarde, fue
comenzando a producir frutos. Las conferencias de Ayacucho
también llegaban por las ondas radiales a estos lugares.

“Parafraseando al general Sucre, de los esfuerzos de hoy


depende la suerte de los habitantes de Ayacucho. Otro día de
gloria ha de coronar la admirable constancia de los misioneros
de esta región”, decía el pastor Cabrera.

Obra Nueva en Santa Cruz del Perú

Los ancianos de iglesia y directores de grupos del distrito


misionero de Santa Cruz, Perú, los colportores R. Dávila y José
M. Sánchez y el misionero Pedro Flores Rivas decidieron realizar
44
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

un ciclo de conferencias en la ciudad de Santa Cruz, donde no


teníamos obra establecida.

El ciclo se realizó algunas semanas antes de mediados de


año, estuvo a cargo de Pedro Flores Rivas, y recibió el apoyo de
la Misión Peruana del Norte. Las reuniones se celebraron en un
magnífico salón situado frente a la Plaza de Armas y desde el
mismo comienzo la asistencia de público fue numerosa. En las
primeras noches el orador tuvo que repetir la misma conferencia
en tres turnos consecutivos con una asistencia total de 600
personas. Se dictaron 20 conferencias y luego se continuó con
los temas del plan La Biblia Habla. En este curso se inscribieron
150 personas y lo concluyeron 130. Después se inició un nuevo
ciclo de estudio de la Biblia basado en las lecciones del curso
Tesoros de Vida.

Primero se bautizaron 30 personas y otro grupo de almas


seguía preparándose para el bautismo. Además, en el mismo
salón de conferencias se organizó una escuela sabática con 80
personas.

Por supuesto, no todo fue fácil. Hubo que afrontar,


entre otros problemas, la oposición de algunos sacerdotes y
monjas, y ciertos fanáticos. Durante la conferencia dedicada a
presentar el tema del milenio hubo quienes arrojaron piedras
hacia el local de reuniones. Una de ellas hirió al hermano
C. Dávila que cumplía funciones de ujier. Otro inconveniente
surgió cuando el Colegio Nacional de Mujeres —que dirigiera
una monja— acordó que se iba a poner un cero como
calificación de conducta a cada alumna que asistía a las
conferencias. Pero Dios se encargó de solucionar los problemas,
45
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

y algunas de las alumnas del citado colegio se bautizaron


también.

Después de cada noche de conferencia el misionero a


cargo del ciclo y los hermanos presentes quedaron en el salón
con el fin de orar al Señor por el éxito del ciclo.
Aproximadamente a la misma hora también lo hizo el resto de la
hermandad del distrito.

Nueva Iglesia Hispana Organizada en Glendale, California

El pastor Arturo Schmidt estuvo dirigiendo una


campaña evangelística para los habitantes de habla española de
Los Ángeles, realizada en el Embassy Auditorium de aquella
ciudad, donde se realizó primero un plan de cinco días —según
los cálculos, asistieron 520 personas y dejaron de fumar 454 de
ellas—, para proseguir luego con las conferencia religiosas.

Como resultado final de las conferencias se pudo


organizar un nueva iglesia en el barrio de Glendale compuesta
por unas 280 personas que se reunieron en un templo alquilado
a Iglesia Metodista Unida. La misma organización luego alquiló
otro templo en el centro de la ciudad, a un cuadra del salón de
conferencias y allí concurrieron algo más de 300 personas, 120
de las cuales pertenecían a una iglesia dirigida por el pastor
Gonzalo Alva. La típica practicidad americana permite fundar
iglesias sin construir templos. Por cierto una iglesia no es un
templo, aunque requiera del mejor lugar posible donde reunirse.

46
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Médicos Que Recolectan

Encabezados por el director médico, Dr. H. E. Clifford,


el gerente, Hno. G. A. Laxton, y el capellán, pastor K. R. Low,
los médicos, profesores, enfermeros y alumnos del Sanatorio
Adventista de Sydney, Australia, emprendieron la campaña de la
Recolección, que en aquella división se realizaba en febrero.

Tomando cada uno su cantidad de periódicos (en lugar


de informantes se utilizó una edición especial de la revista
misionera) y su territorio, en apenas una semana de visitas casa
por casa el sanatorio alcanzó su meta. Como en todas las
instituciones similares, en el Sanatorio Adventista de Sydney
todo el mundo estaba siempre muy ocupado: turnos de guardia,
exámenes, vacaciones a lugares distantes y un sin fin de otras
razones podrían haberse presentado como excusa. Sin embargo
gran número de miembros del personal vivió la hermosa
experiencia de haber contribuido con tiempo y esfuerzo al
avance de una causa que es cristianismo práctico.

Nuestras instituciones son parte de la iglesia, no son un


fin en sí misma. Cuanto más involucradas estén en el mismo
plan de la iglesia local mejor cumplirán su cometido general.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO IV.
QUE CONOZCAN EN LUGARES REMOTOS

Predicando en Zonas Remotas

“Pucallpa, Pucallpa, Pucallpa…”. Esta llamada era muy


popular y conocida en el oriente peruano. En Pucallpa estaba la
base de Yarinacocha, siempre en stand-by. Allí el piloto Peters
siempre estaba listo para volar hacia el lugar necesitado.

Una pareja de laicos casi ancianos fue a visitar a un


grupo de interesados en el Putumayo, casi en la frontera con
Colombia. Por lancha se demoraba meses para llegar hasta allí,
navegando primero en el Amazonas, y luego en el Putumayo.
Luego el ejército mantenía un servicio de hidroaviones para
pasajeros y cada 15 días se podía hacer el viaje de ida y vuelta.
Durante esos quince días las estaciones de radio locales
prestaban servicio público y se podían mandar mensajes por
radio.

Desde Recodo, en el Putumayo, los hermanos Loayza


pedían continuamente un misionero. Finalmente enviaron allí
al joven misionero Salomón Sánchez para que quedara quince
días. Este hermano volvió feliz de haber encontrado un
entusiasmo sorprendente en la gente por escuchar el mensaje.
Su informe decía: “El ambiente que encontré es admirable. Los
pobladores se muestran muy interesados por todo lo que se les
enseña. El cien por ciento de los hombres sabe leer y escribir.
Hay 128 personas interesadas que asistieron a los cultos que
realicé. Organicé la escuela sabática con 140 miembros”.

48
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Años antes Alfredo Kalbermatter fue a ese lugar y estuvo


casi perdido durante 15 días. Por el 70 en dos horas podía
llegarse a ese remoto grupo de creyentes. La mejora en los
medios de transporte y comunicaciones iba extendiendo las
fronteras del mensaje.

De hecho siempre hay personas esperando un poco más


allá. Muchos asentamientos hoy parecen tan impenetrables
como la más profunda de las selvas, a causa de los peligros que
representan. Sin embargo hay gente a la que predicar en todo
lugar, y según el coraje del mensajero serán los frutos que
coseche.

Penetrando En La Tribu De Los Huarayos

El cacique de la tribu de los huarayos solicitó el


establecimiento de una escuela adventista. La tribu quedaba en
las márgenes del río Madre de Dios, en la selva peruana. Para
llegar desde la ciudad de Puerto Maldonado viajaban varias
horas en una canoíta. El cuadro que ofrecía esta pobre gente era
el de un abandono dramático: miseria, promiscuidad, etc. El
cacique tenía un harén de trece mujeres. Era grande la obra de
redención que necesitaban estas personas. Se les informó a los
enviados adventistas que años atrás un sacerdote llegó y ofreció
lo que no pudo cumplir, y cuando volvió fue asesinado por la
tribu. Aún así, con cautela, se iniciaba la obra entre ellos.

La Notable Conversión de un Adversario

Lo remoto de esta conversión tuvo que ver no tanto con


la distancia geográfica como con la espiritual en la que se
49
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

encontraba la persona involucrada. Dionisio del Águila,


misionero en Arequipa, Perú, cuenta de J. P. Yarleque Martinez,
más conocido por Martínez, su apellido materno. Nació en la
ciudad de Piura, Perú. Vegetariano por convicción y notable
atleta maratonista, fue católico militante hasta que aceptó la fe
adventista del séptimo día, en el denominado “Movimiento de
Reforma”, a la edad de 18 años. Desde entonces con las energías
y el entusiasmo de un verdadero atleta, recorrió casi todo el país
durante 32 años, como celoso misionero de la palabra impresa
de esa organización. Organizó así decenas de grupos en el norte,
centro y sur del “país de los Incas”.

Muy estimado y estimulado por sus jefes, a causa de su


actitud combativa, criticó con acritud a nuestros dirigentes,
obteniendo en muchos casos verdaderos triunfos al arruinar
algunas iglesias, ganándose por ello el apodo de “limpia iglesias”.
No sin razón era temido de nuestros hermanos por doquiera
que iba.

Lo acompañaba siempre su valiente y joven esposa, con


quien colportó durante ocho años consecutivos. El colportaba
por una acera y ella por otra. Noble ejemplo de amor a la causa
que tanto amaban, y a la que, aunque equivocados, sirvieron
con dedicación y sinceridad.

Ante la imperiosa necesidad de educar a sus hijos, se


radicaron en la ciudad de Arequipa, en donde organizaron
cuatro grupos misioneros en diferentes urbanizaciones. En la de
Alto Selva Alegre construyeron con su propio peculio un
sencillo templo, denominándolo Bethel.

50
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

En esa época, Diego Malea, pastor adventista, inició un


esfuerzo evangelístico en el distrito de Miraflores (Arequipa), a
cuyas reuniones nuestro protagonista consintió que asistiera su
hija menor y que estudiase el cursillo de investigación bíblica, La
Biblia Habla, hasta terminar los 24 estudios.

El pastor Malea fue trasladado a otro distrito misionero y


su sucesor tuvo la satisfacción de entregar en su casa a la Srta.
Yarlequé su correspondiente diploma del curso antedicho. La
ocasión fue aprovechada para invitar a todos los miembros de la
familia a estudiar el curso Tesoros de Vida de La Voz de la
Esperanza, cosa que aceptaron muy gozosos. El padre tomó
ademas 30 cupones para incribir a sus amigos y clientes en su
establecimiento de venta de repuestos de motores.

Los dirigentes Wellesley Muir, de la Unión Incaica, y


Walter Manrique, de la Misión Peruana del Sur, con atinadas
orientaciones y oportunos consejos, ayudaron a planificar y
estructurar el programa misionero La Voz de la Juventud, a
realizarse en el templo de Miraflores. Pero sucedió algo
inesperado. El Sr. Martínez se alegraba ya al ver a sus hijas
participando en el coro de la iglesia. Y dando rienda suelta a su
peculiar entusiasmo, sugirió que dieran mayor amplitud al
esfuerzo y que en vez de realizarlo en un solo templo, lo hicieran
simultáneamente en los seis templos del distrito o, por lo
menos, en tres, entre los cuales se incluiría el templo Bethel, de
su propiedad, que a la sazón se hallaba bien amoblado,
ofreciéndonos completamente gratis por cinco meses.

Después de una corta vacilación, fue aceptada la


sugerencia. Con las autoridades locales se hicieron los arreglos
51
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

pertinentes para la propaganda. Pronto contemplaron


alborozados a los jóvenes en un santo ajetreo, colocando afiches
en las paredes, bambalinas en las bocacalles de los barrios
próximos a sus respectivos templos, haciendo propaganda con
altavoces y repartiendo volantes e invitaciones personales.

El Centro Cultural Peruano-Norteamericano les proveyó


de un proyector y de películas culturales. El Sr. Yarlequé, por
cuenta propia, consiguió otro aparato exclusivamente para el
templo Bethel. Lo cierto es que hubo buenas conversiones y
bautismos. El más notable de estos fue el de la familia Yarlequé
Martínez! Y cuando se escuchó el conmovedor testimonio del
Hno. Yarlequé en el que recordó su obra destructora y pidió
perdón a los hermanos y a ese “Dios que sabe disimular los
tiempos de la ignorancia”, difícilmente se podía haber hallado
entre los presentes a alguien con los ojos que no se hubieran
humedecido por las lágrimas de gratitud para Jesucristo que
obra en los corazones aun de los perseguidores de su iglesia.

Yarlequé testificó estar más feliz y con mejor salud que


antes, como fruto de su paz con Dios, a quien daba gracias
continuamente, y pedía a los hermanos que oraran por él a fin
de que pueda ganar a aquellos que antes “guiaba por caminos de
rebelión, originados en el cielo con aquel Lucero, hijo de la
mañana, que debilitaba las gentes”.

La floreciente Iglesia de Alto Selva Alegre continuó


celebrando sus cultos en el templo del hermano Yarlequé
Martínez. La amistad sincera y la falta de prejuicios hacia un ex
enemigo de la obra descongeló el corazón de este adversario y lo
ganó como predicador para el mensaje.
52
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO V.
QUE CONOZCAN AL DONAR

La Mano de Dios en la Recolección

Arturo Weisheim, director de Actividades Laicas de la


Unión Incaica visitó un empresario junto a un hermano de la
iglesia. En un gran letrero se podía leer: “Casa Hansa Ltda”. Ahí
estaba la casa comercial más rica de todo Bolivia. Con paso
resuelto los recolectores adventistas ingresaron en las oficinas
del propietario, y luego con un saludo cordial se presentaron
como misioneros.

Por la expresión de su rostro comprendieron que el


nombre de nuestra organización le resultaba familiar al
empresario. Le preguntaron entonces: “¿Desde cuándo conoce la
obra adventista?” A lo que respondió relatando que en el año
1914 llegó a Bolivia. Por aquel entonces inició sus actividades
dedicándose al comercio ambulante. Desde esa fecha había
podido seguir, paso a paso, el surgimiento de las escuelas
adventistas y a través de los años había visto cómo éstas habían
contribuido al progreso cultural del país.

Luego conversaron acerca de otros aspectos de nuestra


obra. Mencionaron la labor médico-misionera, la obra
filantrópica y de asistencia social; y a propósito de esto, le
relataron cómo habían ayudado a muchos pobladores afectados
por las terribles inundaciones que azotaron Bolivia el año 1969.
También le contaron los planes que para el futuro estábamos
estudiando juntamente con el vicepresidente de la República.

53
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

—Dios quiere que Ud. haga algo grande para nosotros


este año —le dijeron a continuación.—¿Y cuánto quieren que les
dé? —preguntó. Le sugirieron que podría dar unos 850 dólares.
Con una sonrisa accedió gustoso.

Los recolectores salieron de aquel establecimiento


agradecidos a Dios y al Sr. G. Killmann, y mientras se iban vino
a sus mentes la hermosa cita de Elena G. de White:

“La obra del Señor podría recibir favores mucho mayores


que los que ahora recibe, si nos acercáramos a los
hombres con sabiduría, informándolos acerca de la obra,
y dándoles la oportunidad de hacer aquello que es
nuestro privilegio inducirlos a realizar por su progreso. Si
nosotros, como siervos de Dios, siguiéramos una
conducta sabia y prudente, su buena mano nos
prosperaría en nuestros esfuerzos” (Servicio Cristiano, pág.
211).

Recordando la cantidad que donó el Sr. Killmann


advirtieron que la mano de Dios puede prosperarnos en
nuestros esfuerzos. Hay mucha gente bendecida por Dios que
tiene en sus manos los fondos para servir que la iglesia necesita.
Cuando la Recolección era un santo deber de toda la iglesia, la
obra era muy extensa en relación con la membresía existente.
Cuánto más podría hacerse hoy, y cuantas vocaciones misioneras
surgirían desde la misma niñez!

54
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Campaña de la Recolección Gana Almas

El pastor Jorge Riffel Wiesner, director de Actividades


Laicas de la Misión Ecuatoriana, comentaba que la campaña de
la Recolección es siempre una de las mejores maneras de ganar
almas. La consagrada hermana Eugenia Avilés, instructora
bíblica de la Misión Ecuatoriana, informó el bautismo de una
donante de la Recolección a quien visitó durante catorce años.
La perseverancia de la hermana Avilés en darle a conocer algo de
la verdad en cada visita anual y en orar con ella, hizo que la
señora Isabel Valverde de Bonilla entregara su vida a Jesús.

Cuando se comenzaba la campaña de Recolección se lo


hacía con el deseo de hacer bien e informar a los amigos la
manera en que Dios estaba bendiciendo su obra, y los resultados
siempre fueron positivos.

La hermana Avilés estaba convencida de que la


Recolección ofrecía oportunidades magníficas no solamente
para solicitar fondos, sino también para hablar a la gente de
Dios y de Cristo como el Salvador del mundo y la única
esperanza para la humanidad.

Esta campaña ponía a los hermanos en contacto con


miles de personas que recibían el testimonio de la verdad
presente y escuchaban las maravillas de Dios por medio de las
escuelas adventistas, las sociedades Dorcas, las clínicas rodantes,
las lanchas médicas, las avionetas médicas, los hospitales y
dispensarios adventistas, etc., oyendo repetidas ocasiones la
palabra “adventista” que expresa en síntesis la esperanza
cristiana en la segunda venida de Cristo a esta tierra.
55
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Muchos de los donantes pueden ser inscriptos en los


cursos de la Escuela Radiopostal y eran inducidos a sintonizar
los preciosos programas de La Voz de la Esperanza. También
tenían el plan La Biblia Habla que ofrecían ofrecerles sin costo
alguno. Los donantes eran objeto de oraciones y visitas
personales para lograr su conversión.

Justamente estos métodos y medios fueron utilizados por


la señorita Avilés. Ella convertía en un objeto especial de
oración de cada donante suyo; a muchos les lleva la revista Vida
Feliz u otras publicaciones, tratando de mantenerlos siempre
interesados.

La Recolección en Lio, Perú

Raúl H. Iturrieta, pastor distrital de Lio y Moquegua,


cuenta que el puerto de Lio, en el departamento de Moquegua
en el sur del Perú, es una ciudad privilegiada desde el punto de
vista económico debido a la industria de harina de pescado que
emplea a muchísimas personas, tanto en alta mar como en
tierra. Además en las cercanías están las minas de cobre de
Toquepala, explotadas por una poderosa compañía minera otro
factor del auge económico de la región.

Todos los años la campaña de la Recolección se realizaba


con éxito en esta ciudad. Las niñas Luz e Hilda Rojas,
acompañadas por sus padres, fueron las primeras recolectoras de
su iglesia en 1968. En 1969 hicieron solas el trabajo, y con tan
buena suerte que en unas veinte horas de labor recolectaron,
personalmente y en alcancías, la suma de 1.667 soles,
convirtiéndose nuevamente en las primeras no sólo de su iglesia
56
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

sino de toda la Misión Peruana del Sur. Es digno de nota el


hecho de que las dos niñas, de 14 y 15 años de edad
respectivamente, todavía no eran miembros de nuestra iglesia,
por no haberse bautizado.

57
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO VI.
QUE CONOZCAN POR RADIO Y TELEVISIÓN

La Radio Prepara un Ciclo en Santa Cruz, Bolivia

Julio Montevilla Vargas, desde la ciudad de Santa Cruz,


Bolivia, comentaba acerca de un ciclo bíblico que dictó en esa
ciudad de unos 100.000 habitantes.

Antes de comenzar el ciclo, ofreció por radiofonía


algunas conferencias, las que prepararon el terreno para iniciar
las clases bíblicas en nuestro propio templo con una
desacostumbrada asistencia. En el mes de octubre del año
pasado ya se habían bautizado las primeras personas. La radio
fomentó el interés en las reuniones.

Santa Cruz era considerada como la despensa de Bolivia,


por sus excedentes de arroz y azúcar de buena calidad. Se hizo
entrega de más de 100 certificados a los que luego de las
conferencias radiales que dictó el misionero Julio Montevilla,
terminaron el curso de investigación bíblica y otras lecciones del
plan La Biblia Habla. Luego se tuvo el bautismo de los nuevos
conversos por las conferencias radiales del pastor Montevilla,
que fueron escuchadas por numeroso público, ya que se
dictaron durante 60 días por espacio de media hora, y luego
continuaron con los estudios en el templo de la Iglesia
Adventista de esa ciudad.

La Iglesia de Santa Cruz posee un hermoso templo


inaugurado en 1957 con un ciclo de conferencias. Desde
entonces la feligresía había crecido paulatinamente. El templo
58
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

estaba casi lleno. La iglesia tiene además una buena escuela. Tal
vez era la mejor y más completa de la Misión Boliviana, con
ocho cursos (grados), con 224 alumnos y la única escuela de la
misión que operaba con ganancia, luego de pagar los sueldos de
sus catorce maestros.

El pastor Julio Montevilla comenzó a salir al aire un 5 de


mayo con un programa radial de media hora de duración, de
lunes a viernes, y fue adquiriendo audiencia, hasta el punto de
que en cierto momento una dependencia de la emisora se
llenaba cada tarde de personas que deseaban hacer consultas con
el conferenciante.

Después de dos meses seguidos de conferencias radiales,


se inició un ciclo de investigación bíblica en el templo con una
asistencia media de 250 personas por noche. Este curso bíblico
duró 50 noches corridas, y luego se pasó a celebrar tres
reuniones semanales. Al fin de la campaña se bautizaron 49
preciosas almas. La iglesia quedó completamente repleta. Hubo
perspectivas muy buenas de abrir nuevas iglesias en los
siguientes meses. Familias enteras se bautizaron, y algunos
padres de familia estuvieron dispuestos a abandonar sus trabajos
por mantenerse fieles en la observancia del día de
reposo bíblico.

Pudo comprobarse una vez más el valor del uso de la


radio para hacer llegar el mensaje final a muchos miles de
personas. El ciclo de conferencias radiales de Santa Cruz fue
sintonizado por el 80% de la población, porcentaje mayor del
conseguido en otros lugares. Como el orador ya era conocido,
no se necesitó hacer mucha propaganda para el curso de la
59
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

investigación bíblica, por lo cual la campaña resultó económica,


habiéndose gastado la cuarta parte de lo acostumbrado y con
resultados mucho más positivos. Otra ventaja del evangelismo
radial, combinado con el que se realizó en el templo, es que la
gente que asistía a las reuniones públicas después de haber
escuchado gran parte del mensaje estaba bien predispuesta a
aceptarlo plenamente.

Un Sueño Hecho Realidad

El pastor Enrique Chaij, en ese momento Director del


de Radio y TV de la Unión Austral celebraba los 3 años de vida,
del programa radial Una Luz en el Camino, el cual comenzaba a
emitirse también por televisión. Durante varios años ese anhelo
fue tomando cuerpo, y la necesidad se hacía cada vez más
apremiante. Pero siempre surgían los impedimentos. Cuando no
era el dinero, era el tiempo, o el elemento humano, o las
facilidades técnicas, o el no saber qué canal podría difundir un
programa adventista. No obstante, gracias a Dios, estos escollos
fueron desapareciendo, y tras una detenida planificación el
camino quedó allanado para poder producir el primer programa
de televisión de la Unión Austral.

Los muchos contactos realizados con gente experta en la


materia, y la experiencia lograda por la participación en distintos
espacios televisivos, enseñaron que si deseábamos producir un
programa que fuese difundido sin cargo por los diversos canales,
dicho programa debía ser breve. Persuadidos de este hecho, y
comprobando el éxito del microprograma radial Una Luz en el
Camino, se decidió finalmente realizar la versión televisiva de
esta audición radial. Un grupo de hermanos generosos, además
60
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

del apoyo material recibido de la División Sudamericana y del


Sanatorio Adventista del Plata, brindaron los donativos
necesarios para cubrir la casi totalidad de los gastos de
producción. Providencialmente se encontró gente entendida en
esta clase de trabajo, y en seguida iniciamos la labor.

La sala de actos de la Casa Editora Sudamericana sirvió


parcialmente como estudio de filmación. Además el estudio
propio de grabación radial y el escenario de la naturaleza
completaron el marco adecuado para conseguir una imagen
aceptable. El programa en sí mismo tuvo una extensión de siete
minutos. Incluía una corta introducción, una disertación de
cuatro minutos, una canción ligada al tema y un cierre, en el
cual se ofrecían cursos por correspondencia. Primero se lanzó
una serie de veinte de estas películas. En la realización de la
tarea participaron un director cinematográfico, un camarógrafo,
dos iluminadores, un escenógrafo (el pastor Leroy Beskow), un
sonidista (Rubén Duré), la solista Elsa E. de Schulz, el trío Ecos
(compuesto por las hermanas Nora, Mirta y Marta Ramos), y el
pastor Chaij como conductor general del programa.

Varios canales se mostraron dispuestos a difundir sin


costo esta flamante producción. Damos gracias a Dios por lo
que nos ha permitido hacer. “Al contemplar este nuevo
amanecer para la difusión de nuestro mensaje, rogamos al Cielo
que esta moderna cuña de entrada gane muchas almas para
Cristo y para su reino”, avizoraba el pastor Chaij.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Escuela Radiopostal y su Obra Maravillosa

El pastor Juan Armando Bonjour, director de la Escuela


Radiopostal en la Unión Austral estaba persuadido de que la
obra hecha por la escuela en paralelo a los programas
radiofónicos adventistas era maravillosa. Gracias a ella, tarde o
temprano llegaba el eco natural del interés por el mensaje de
Dios que despertaban los programas en el corazón de los
oyentes. Se daba muy especial atención a las preguntas o
consultas de los alumnos u oyentes. Esto permitió ampliar las
posibilidades de la escuela y lograr una mayor cosecha de almas,
como lo probaron los informes presentados en los dos últimos
congresos de la Unión Austral. En el cuadrienio 1961-1964 se
bautizaron, como fruto de la obra radio- postal, 570 alumnos, y
entre 1965 y 1968 fueron 1.257 los alumnos bautizados.

Estas cifras podrían haber sido aún mejores si de los


4.343 interesados no hubieran quedado 2.067 sin ser atendidos.
Este problema, vislumbrado hace 45 años, es más evidente hoy:
cada vez hay más interesados y menos personas que atiendan el
interés con estudios bíblicos personales. Es probable que la
diversificación de ministerios de la iglesia, a la par que genera
más personas dispuestas a escuchar de la Biblia, quite recursos
humanos para la atención de estas inquietudes. Algunos
obreros, en consecuencia, optaron por invitar a las personas más
interesadas a clases bíblicas o seminarios de investigación
celebrados directamente en los templos, de manera que se
pudiera dar respuesta a los más interesados.

El pastor Bonjour relata que cierto día recibieron una


carta de un oyente casual de La Voz de la Esperanza. “Nos
62
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

explicaba que su plan de suicidio de un domingo anterior había


sido frustrado gracias al programa. Había puesto la radio a todo
volumen a fin de disimular el estampido del arma. En ese
momento LR5 Radio Excelsior difundía La Voz de la Esperanza.
El mensaje le impresionó tanto que desistió del plan suicida y
nos escribió pidiendo más ayuda para hacer frente a su
tribulación. Contestamos enseguida. Como nos daba su número
de teléfono, le hablamos. Nos visitó en la escuela. Se inscribió
en el curso Tesoros de Vida. Lo conectamos con una iglesia de
Buenos Aires. Un año después, ya identificado con el Evangelio,
en el último congreso de la Asociación del Norte, Rubén C.
Hanna fue bautizado. En esa ocasión dio un emocionado
testimonio de lo que puede hacer la palabra de Dios que llega a
través de la radio a un corazón desorientado”.

En otra ocasión llegó una carta de una señora que, junto


con su esposo, luchaba con tremendas aflicciones. Inútilmente
habían recurrido a diversos psiquiatras en busca de ayuda
espiritual. Sin embargo la audición Una Luz en el Camino les
resultaba de mucho aliento. Pensaron que los productores del
programa podrían ayudarlos, y les escribieron. Pudieron
responder detalladamente a su primera consulta. Llegaron
nuevas cartas con agradecimientos por la respuesta y con nuevas
preocupaciones. El curso Tesoros de Vida colaboró
enormemente en ayudarles.

Son muchos los alumnos que expresaron su testimonio


de aprecio hacia las audiciones o cursos anexos a ellas con
palabras semejantes a las siguientes: “Estimado director: Con
gran alegría me dirijo a usted para saludarlo y agradecerle muy
especialmente el apoyo moral y espiritual que me brindó y aún
63
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

sigue ofreciéndome con la ayuda de este maravilloso Curso


Juvenil…Tendría que escribir un libro para destacar la
admiración que siento por ustedes, los que apoyan este curso”.

Como se ve en este relato del pastor Bonjour, cuando el


interés es atendido de inmediato da frutos. Mejor no sembrar
que sembrar para no cultivar!

64
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO VII.
QUE CONOZCAN POR TESTIMONIO

Fiel a su Conciencia y a su Deber

“Querido hijo, si Dios permite que vayas al cuartel y


hagas el servicio militar, es porque El tiene un plan especial para
ti”. Con estas palabras cargadas de emoción y ternura, despedía
una madre cristiana a su hijo, Luis Alberto Barbieri.

El conscripto fue destinado al Batallón de Arsenales 101


de Villa Martelli, Buenos Aires. Argentina. Esto ocurrió a inicios
de 1967. Al principio no le fue sencillo adaptarse al ambiente
tan distinto al que estaba habituado. Pero dispuesto desde el
comienzo a testificar de su fe, Dios le dio la oportunidad de
hacerlo desde el inicio de su servicio.
Se alegró cuando le fueron asignadas tareas acordes con sus
principios. Aunque las jornadas eran generalmente agotadoras,
encontró tiempo para repartir veinte Biblias, las que le fueron
provistas por el departamento misionero de su iglesia, y estudiar
las Escrituras con otras tantas personas en un grupo que se
reunía con regularidad inmediatamente después de la cena. Más
de una vez debió contestar preguntas de no fácil respuesta, pero
siempre supo dar razón de su fe.

La Biblia debajo de su chaqueta fue su compañera


inseparable. Aun algunos de los que al principio escuchaban con
más curiosidad que interés, fueron cambiando de actitud.
Cuando fue concedida la primera baja en su batallón, nuestro
hermano fue favorecido con la misma, aunque en ese momento

65
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

hubiese preferido quedarse para seguir estudiando con sus


interesados.

Nuestro joven salió del cuartel gozoso de haber testificado


de la verdad y haber sido leal a Dios. Al efectuarse la elección de
nuevos oficiales para la Iglesia de Avellaneda, Buenos Aires,
Argentina, fue nombrado director misionero de la misma y
comenzó a promover en forma entusiasta el plan La Biblia
Habla.

Reflexionando sobre este noble ejemplo, el pastor Jorge


A. Iuorno, director de Jóvenes de la Unión Austral escribía:
“Querido joven: si tú callas, tu Biblia enmudecerá, pero si hablas
con valor y abres sus páginas sagradas, ésta hablará
elocuentemente y el Espíritu Santo tocará los corazones, aun los
más endurecidos. ¿No puedes tú, dentro o fuera del cuartel,
hacer con tu Biblia una obra similar?”.

Una Conversión Notable

El pastor Francisco Piro relata que una niña, luego de un


accidente vial quedó gravemente herida y aparentemente sin
vida. Manos piadosas cubrieron su cuerpo con papel de diario
para ocultar de la vista el penoso espectáculo. Llevada por la
ambulancia a la morgue, alguien advirtió que respiraba muy
débilmente. Fue trasladada a un hospital. Médicos y enfermeras
se movilizaron. Le aplicaron oxígeno y le hicieron transfusiones
de sangre. Para asombro de muchos, Esperanza dio un salto de
la muerte a la vida. Solamente algunas cicatrices quedan en su
cuerpo como recuerdo lejano del accidente.

66
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Transcurrido el tiempo y contando Esperanza catorce


años de edad, un amigo adventista le habló acerca de la segunda
venida de Cristo. Ella dio crédito a esta bendita doctrina.
Habiendo perdido el contacto con el amigo que le hablara de
tan feliz acontecimiento, lo buscó en vano mucho tiempo.
Afanosamente buscaba una Iglesia Adventista, pero parecía que
nadie podía ayudarla. Pero el Señor intervino en una forma
maravillosa. En repetidos sueños le mostró un templo
adventista, luego una Biblia, y también un negocio donde un
predicador la instruía en la Palabra de Dios. Era evidente que el
Omnipotente la guiaba al encuentro de la verdad.

Al transitar cierto día por una calle, vio a una persona


que le resultaba conocida. Tímidamente le preguntó si conocía
la Iglesia Adventista y si era miembro de ella. La respuesta
afirmativa inundó su ser de radiante luz celestial. El hombre dijo
llamarse Carlos Estrada y la invitó a asistir al templo esa misma
noche. Esperanza se maravilló al ver que no había santos ni
imágenes en las paredes, exactamente como había visto en su
sueño. El hermano Estrada le obsequió una Biblia, igual a la que
había visto en sueños. Su asombro creció cuando al recibir los
estudios bíblicos, el negocio —una sastrería— era exactamente
igual al que le había sido mostrado. Asistió con regularidad a
todas las reuniones de la iglesia. Compartía con otros su nueva
fe, pero halló resistencia en el trabajo y en el hogar de amigos y
familiares.

Fue expulsada del hogar. Su fe estaba siendo probada


con fuego ya que por guardar el sábado había perdido el empleo.
Aquella noche no sabía adónde ir. Tenía apenas quince años.
Recordaba el quinto mandamiento, y se preguntaba si estaba
67
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

actuando bien, o tal vez estaba deshonrando a sus padres. En la


noche oscura le pareció oír una voz que decía: “Es necesario
obedecer a Dios antes que a los hombres”.

Desfalleciente, sin saber cómo, llegó al puente del río


Rímac. Esperanza se hallaba donde la caída del agua tiene la
fuerza de una catarata. Desde ese puente muchas personas se
habían quitado la vida. Solamente un salto la separaba de las
sombras de la muerte. Repentinamente sintió como un baño de
luz que le hizo reflexionar y preguntarse si todo eso era un sueño
o una realidad. Los ángeles la alejaron de la zona de peligro.
Sintió que quería vivir para Cristo y de alguna manera ser útil a
la humanidad. Oró como nunca antes lo había hecho y pidió el
auxilio de Dios. Ya bien entrada la noche, tomó un ómnibus al
azar. Luego de un recorrido que le pareció interminable, bajó
sin rumbo definido y se halló frente a la casa de una hermana de
la iglesia. Esta la albergó cariñosamente, la alentó, le dio de
comer y fue su consuelo por varios días.
La penosa situación de Esperanza enterneció el corazón
de la hermandad, la que se mostró solícita en atender sus
necesidades. Los pastores Daniel Iuorno y Oreste Biaggi se
interesaron por ella y la Clínica Good Hope le dio trabajo. Allí
se recibió más tarde de enfermera auxiliar. Solemne fue la
ceremonia bautismal. El caso singular de Esperanza despertó el
interés de todos. Entre los catecúmenos se hallaba un alma que
ella guiara hasta Jesús.

Los días tristes para Esperanza pasaron. Su madre,


asombrada por la fibra espiritual de su hija, le abrió las puertas
del hogar y hasta concurre a los cultos divinos acompañando a la
niña a quien no pudieron amedrentar ni los peligros, ni las
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

amenazas, ni la incertidumbre, porque se sentía guiada por la


Luz divina.

La Ofrenda de una Viuda Pobre

¿Como se sostienen las Sociedades Bíblicas? Por las


ofrendas de los cristianos de todo el mundo. Hay cristianos
adinerados y cristianos pobres. Las ofrendas a veces son grandes,
pero con frecuencia son pequeñas. Y “cada uno debe dar según
lo que ha decidido en su corazón. . . porque Dios ama al que da
con alegría” (2 Cor. 9: 7, versión Popular).

Miles son los que hacen llegar sus donaciones a la


Sociedad Bíblica. Cada una de esas personas tiene sin duda una
interesante historia. El caso que vamos a describir a
continuación es sólo uno de los tantos ejemplos que podríamos
citar para ilustrar lo que acabamos de decir.

Se trata de una ancianita que, aún hacia el final de su


larga vida, sólo piensa en darlo todo al Señor. En el 70 tenía 90
años, nació en un pueblo de Siria, y cuando tenía 15 años llegó
a conocer a Cristo como su Salvador por la obra de
una misión presbiteriana de los Estados Unidos.

Ya mayor de edad y casada, llegó a la Argentina, como


tantos de sus connacionales. Se estableció en Córdoba, donde
perdió a su marido y se vio frente al problema de criar sus dos
hijos. Con esfuerzo logró levantar dos pequeños cuartos en las
afueras de la ciudad. Vivía sola, muy contenta, leyendo todos los
días en su Biblia árabe y cantando los himnos que aprendió en
la infancia.
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Enterada de la inauguración de la sede propia de la


Sociedad Bíblica Argentina en Córdoba, le dijo a una paisana
evangélica que deseaba ayudar de sus ahorros a pagar el costo de
la nueva propiedad, y le entregó una ofrenda de varios miles de
pesos.

Cuando el encargado de la Sucursal Córdoba fue a


agradecerle su ofrenda, se encontró con que la viejecita no
hablaba castellano. Por medio de un intérprete le preguntó la
razón de su generosidad. La anciana respondió: “Cuando
entregué mi corazón a Dios, le entregué junto con él mi todo”.
La modesta casita en que vivía esta anciana no tenía agua
ni luz eléctrica. Cuando se le comentó lo molesto que debía ser
eso para una persona de edad avanzada, sonrió y dijo: “Dios
me ha dado las dos cosas. ¿Ve esa estación de servicio que hay
enfrente? Allí tengo toda el agua que necesito. Y aquella luz de
mercurio me alumbra la casa. No necesito más”.

“Oh mujer, grande es tu fe!”, podría decirse de esta


noble dama. La generosidad siempre expresara como estamos de
consagración.

El Lirio de los Valles Brotando en el Desierto

El pastor Werner Mayr, director de Actividades Laicas de


la Unión Chilena, cuenta que a Copiapó, ciudad que dista unos
850 kilómetros de Santiago de Chile, llegó un equipo de obreros
de la Misión Norte de Chile, encabezados por el pastor Gilberto
Velásquez, con el propósito de evangelizar esa ciudad de 75.000
habitantes allá por el 70. Las reuniones se efectuaron en una
70
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

carpa auditórium en cuyo froente colgaba un lienzo que anun-


ciaba a la población: “Aquí, al Encuentro de la Felicidad”.

Durante los meses que duró la campaña, miles de


personas entraron a escuchar el mensaje adventista y como
resultado del trabajo realizado 101 personas fueron añadidas a la
iglesia remanente por medio del bautismo.

El pastor Velásquez contó que entre las montañas vivía


un minero llamado Dionisio Monárdez con su familia, quienes
eran observadores del sábado sin tener conocimiento de la
Iglesia Adventista. El pastor les hizo una visita al llegar al lugar, y
el minero gozoso lo invitó a sentarse bajo un árbol, mientras se
dirigía al interior de su casa. De allí trajo una Biblia para
mostrarla al pastor, y luego con una tranquilidad impresionante
afirmó: “Cuando nos fatigamos o el sol está muy fuerte, nos
sentamos a la sombra de este árbol y leemos la Palabra de Dios;
esto representa para nosotros un descanso”. Cuando se le
preguntó cómo había adquirido ese buen hábito y cómo había
aprendido a guardar el día del Señor, su respuesta fue: “Hace
años vivió en esta zona un hombre de buen testimonio, a quien
respetuosamente todos llamábamos el profeta Santiago. El nos
enseñó a amar la Biblia y a guardar sus enseñanzas”.

A poca distancia de la casa, entre las montañas hay un


pequeño monte en cuya cima el minero Dionisio levantó un
altar alrededor del cual cada sábado su familia se reúne para
adorar al Señor. La visita del pastor, la instrucción que asimiló y
la existencia de una pequeña fuente natural hizo que el minero
espontáneamente dijera: “He aquí agua, ¿qué impide que yo sea
bautizado?”
71
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Así es como el buen testimonio dado por alguien es una


semilla que oportunamente rinde excelentes frutos. El ejemplo
de un buen hermano fue el medio por el cual el Lirio de los
Valles brotó en el desierto

Una Familia Adventista que Testifica por Cristo

Don Luis Losso era un hombre de recio temple que,


cuando aceptó la verdad en 1943 no sólo renunció a su
ocupación de fabricante de bebidas —era uno de los mayores
industriales de ese ramo en el Brasil— sino que también se
decidió a estudiar para ser más útil a Dios y a su iglesia. No
obstante sus años, y ya siendo padre de familia, avanzó
empeñosamente en sus estudios y terminó un curso comercial y
también finalizó la carrera de derecho. Con el tiempo llegó a ser
suplente de un diputado federal del congreso brasileño.

Luis tenía seis hijos varones. El mayor, Igo Iwant, nacido


en 1936, era abogado y fue elegido en 1962 como diputado por
el estado de Paraná. Su actuación como legislador le permitió
testificar por Cristo y la verdad. Ya en su primer acto público
donó un ejemplar de la Biblia a la cámara de diputados. En
diversas circunstancias y ante varias situaciones, su lealtad a la
ley de Dios significó estar ausente en algunos actos por causa de
la observancia del sábado. También dió un luminoso testimonio
de fidelidad a los principios cristianos en muchas cosas. Más de
una vez, los diarios de Curitiba hablaron de este joven legislador
fiel a las normas de su iglesia y que predicó con su ejemplo así
como con su palabra y con la divulgación de nuestras revistas
misioneras.

72
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El Dr. Igo Losso fue un valioso instrumento para


conseguir franquicias —por causa del sábado— a estudiantes
adventistas que se veían frente a un doloroso dilema. Fue
director de relaciones públicas de la Iglesia Central de Curitiba;
núcleo adventista de unos ochocientos miembros que
significaron mucho para la obra en la ciudad, en la Asociación
Paranaense y en la Unión Brasileña del Sur.

El segundo hijo fue el Dr. Carlos Losso, también


abogado y profesor secundario. El tercero, el Dr. Luis Losso
(hijo), también abogado y juez. El cuarto hijo, el Dr. Ezequías
Losso, abogado, profesor y farmacéutico, fue concejal en
Curitiba. Este profesional fue director de la escuela sabática de
la Iglesia Central de Curitiba y su acción misionera se dejó
sentir en esa ciudad. El quinto hijo, el Dr. Miguel D. Losso, fue
académico de derecho y de medicina. El sexto, Santiago,
también fue profesional.

La actuación pública de esta familia destacada puso a


prueba muchas veces su fidelidad, aun en las cosas pequeñas:
como es el no tomar café, abstenerse de bebidas alcohólicas, la
fiel observancia del sábado, etc. Los doctores Igo y Ezequías
afirmaron reconocer su responsabilidad como mensajeros del
Altísimo. Por eso reconocieron que necesitaban una preparación
espiritual mayor que la que se requiere de un miembro de iglesia
que no está en esas circunstancias excepcionales. Se vieron
rodeados de tentaciones de todas clases pero siempre resolvieron
ser íntegramente leales a Dios, como lo fue José en Egipto o
Daniel y sus compañeros en la corte pagana de Babilonia. De ahí
que su propósito fuera que renunciarían a sus cargos públicos si
llegaran a verse en la situación de tener que ser desleales a uno
73
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

solo de los principios que reconocen como emanados de Dios y


de su iglesia en la tierra. Cuanto bien puede hacer una buena
familia adventista en las altas esferas de la sociedad!

Un Campeón Mundial Adventista

Graham Mitchell fue un adventista australiano que gano


el concurso bíblico mundial celebrado en Jerusalén en 1964.
Debido a ese triunfo, reglamentariamente formó parte del
jurado que presidía esos concursos bíblicos auspiciados por el
Estado de Israel. Tuvo derecho a ese puesto de honor durante
tres concursos bíblicos seguidos. Cada vez que viajaba a
Jerusalén era hospedado allí por cuenta del Estado de Israel.
Indudablemente, nuestro hermano dejó muy bien puesto el
nombre de los adventistas.
El pastor David Riemens, suizo de nacimiento, era el
presidente de la Misión Adventista en Israel y al mismo tiempo
pastor de la Iglesia de Jerusalén. Este misionero desempeñaba su
cometido en unos siete idiomas pues los israelitas “según la
carne” no veían con buenos ojos que un “gentil” pretendiera
enseñarles el camino de la vida tal como está en la Palabra de
Dios.

Otro campeón fue Manuel Jara Calderón, peruano,


egresado del Colegio Adventista del Plata en 1964 quien por un
tiempo colportó en la ciudad de Oruro, Bolivia. Jara Calderón
ganó el concurso bíblico efectuado en Bolivia en 1969. Por esa
razón estuvo en Jerusalén representando a Bolivia. En el
certamen internacional obtuvo un honroso cuarto puesto. Este
hermano fue un hábil y consagrado colportor que, además,
prestigió la iglesia con su conocimiento de las Escrituras.
74
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Los adventistas siempre fueron conocidos por ser el


pueblo de la Biblia. No era de extrañar, en consecuencia, que no
pocos de sus miembros ganaran concursos bíblicos en sus países.
La importancia de formar estudiantes permanentes de la Biblia
no puede menguar.

Pitcairn En La Palestra

A principios de septiembre de 1969, Tom Christian, que


atendía la estación de radio de la isla de Pitcairn, recibió un
recorte con la noticia de que el lujoso transatlántico United
States iba a cruzar por primera vez el océano Pacífico en enero
de 1970, y que la primera escala del barco iba a ser precisamente
en la isla de Pitcairn la mañana del 31 de enero, que caería en
sábado. Como la única manera en que los isleños podían ganar
dinero era vendiendo recuerdos en los barcos que pasaban, la
noticia causó desánimo. Aparte del maestro de escuela y su
familia, procedentes de Nueva Zelandia, todos los habitantes de
Pitcairn eran adventistas.

Cada semana, el martes de tarde, Tom Christian tenía


una cita radial con otro aficionado que ba en La Voz de la
Profecía en Glendale, California. El primer martes posterior a la
recepción del recorte con la noticia, Christian hizo un pedido:
“Eddie, ¿podrías conseguir que alguien solicite a la compañía
naviera que adelante o retrase la llegada del United States?
nuestra gente no va a vender recuerdos durante las horas del
sábado, y eso chasqueará a los pasajeros, que sin duda esperarán
poder comprar nuestros objetos”.

75
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Voz de la Profecía hizo una solicitud mediante la


Asociación General a la compañía naviera. Al principio los
dirigentes de la empresa pensaron que los isleños venderían sus
objetos en sábado, excepto en la hora del culto. Pero al recibir
información adicional se aclaró el malentendido. A eso siguió
un cable de los mismos pitcairneses a la compañía, y una
llamada telefónica directa de un funcionario del gobierno desde
Fidji al domicilio de la empresa naviera en Nueva York,
intercediendo por los habitantes de Pitcairn.

Finalmente, la respuesta llegó de Nueva York a Glendale;


y el martes 7 de octubre Eddie Pullen le decía por radio a Tom
Christian: “La compañía naviera informa que se posterga
definitivamente la llegada del United States hasta después de la
puesta del sol del sábado 31 de enero. Habrá unos 1.900
pasajeros a bordo, ¡de manera que van a tener la mayor venta de
recuerdos de su historia!”

Debido a que escogieron honrar el santo sábado de Dios, los


ochenta habitantes de una diminuta isla del océano Pacífico
cambiaron los planes de una gigantesca compañía naviera
norteamericana.

El Caso de Dos Señoritas Fieles

El pastor José Tabuenca, presidente de la Asociación de


Cuyo, relata el caso de dos señoritas de la Iglesia Central de
Mendoza. Ambas cursaron sus estudios en el Instituto Juan
Agustín Maza de esta ciudad, institución de enseñanza media y
superior. Las dos estaban en el tercer año, y esperaban pronto
ingresar en el Colegio Adventista del Plata.
76
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Estas señoritas debieron afrontar dificultades debido a


que algunas de las exigencias de sus cursos debían cumplirse los
días sábados. Con dignidad jovial y cristiana presentaron el
problema al rector de la institución. Este las escuchó con sumo
interés y les hizo diversas preguntas, que ellas derivaron al pastor
de la iglesia. Todo quedó prontamente resuelto. Pero aquí no
termina la anécdota.

El rector quiso conocer a la Iglesia Adventista y con tal


fin se convino en un encuentro. Preguntó si podía asistir a un
oficio divino en nuestro templo. Lo invitaron entonces con todo
afecto. El rector, también profesor de antropología social, quiso,
sin embargo, que sus alumnos de nivel universitario pudieran
asistir también a un oficio divino.

Concertaron la visita para el sábado 23 de mayo. A las


10.45 en punto se hallaban el docente, una profesora de la casa
y treinta alumnos para participar en nuestro templo del culto
divino. La iglesia había hecho su preparación espiritual para que
Dios pusiera luz y paz en los corazones de los integrantes de este
simpático y por momentos sorprendido grupo de adoradores.

Ocuparon las primeras filas del templo. Un grupo de


nuestros jóvenes, adecuadamente ubicados, compartía con ellos
la búsqueda de los textos bíblicos en las Sagradas Escrituras. El
Espíritu de Dios estaba obrando. Lo daban a entender los
rostros, la unción, la reverencia y lo que luego ocurriría.

A las 11.30 terminó el oficio divino. Por pedido expreso


del rector convinimos en que permanecería con su clase para
unos momentos de preguntas y respuestas sobre temas bíblicos.
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La iglesia casi en pleno quiso compartir la emoción. El rector


comenzó con palabras emotivas a expresar lo que sentía e hizo
sus preguntas. El predicador respondió con la ayuda manifiesta
de Dios. Fue un día memorable para la iglesia, y se vio lo que
Dios puede hacer por medio de jóvenes fieles como los
estudiantes hebreos de Babilonia.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO VIII.
QUE CONOZCAN POR LAS PUBLICACIONES

Diecisiete Años Después

Las milenarias palabras bíblicas: “Echa tu pan sobre las


aguas, porque después de muchos días lo hallarás”, siguen
siendo tan ciertas como cuando el sabio Salomón las escribió
inspirado por Dios.

En Esmeraldas, al norte del Ecuador, se comprobó una


vez más que la siembra hecha por los colportores es efectiva. Allí
se ha levantado una iglesia, obra de los hermanos laicos. En ella
se pudo bautizar a fines de agosto de 1969 al hermano Elías
Cajas, quien se convirtió a la verdad por la lectura del libro
Hacia la Edad de Oro, del pastor Marcelo I. Fayard.

Elías contó que su padre había comprado a un colportor


dicho libro, el que leyó muchas veces pues estaba convencido
que encerraba la verdad. El padre de nuestro hermano murió
creyendo en el contenido del libro pero sin haber descubierto la
verdadera iglesia. El hijo, después de guardarlo 17 años, volvió a
leerlo y también se convenció que encerraba la verdad. Movido
por eso, buscó nuestra iglesia, asistió a las reuniones, siguió el
curso La Biblia Habla, fue orientado por Pedro Mina y, por
último, se unió a la Iglesia Adventista.

Reuniones de Colportaje en Chile

Siempre que los colportores se reúnen se tiene la ocasión


de escuchar algunas de las maravillas que Dios obra mediante el
79
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

ministerio de las publicaciones. He aquí una síntesis de lo visto y


oído en dos de esos felices encuentros.

El primero fue con motivo del congreso de colportaje de


la Asociación Central de Chile, que se llevó a cabo en la
pintoresca ciudad de Quilpué, cercana a Viña del Mar. La iglesia
local, plenamente identificada con el suceso, manifestó su
aprecio por los 15 colportores presentes saludándoles con
profusión de murales en los cuales se exaltaba la tarea del
colportor evangélico. Y no era para menos, pues cuando se
distribuyeron algunos premios como reconocimiento por la
labor realizada, el hermano Raúl Morales, con su esposa
enferma hacía un año, y siete niños para cuidar, fue declarado
campeón en la ganancia de almas, ya que había logrado
encaminar varias personas en la fe en su último año de trabajo.

No menos meritorios fueron los resultados obtenidos


por los demás, tanto en entregas como en horas. Pero tal vez lo
que más resaltó fue la gran fraternidad cristiana que animaba a
cada componente del grupo. Lo prueba el hecho de que uno de
los pensionistas del lugar donde se hospedaban los colportores,
un abogado retirado y no adventista, no pudo dejar de expresar
su sentido testimonio al observar la conducta ejemplar de ese
conjunto de cristianos. Fueron jornadas provechosas en el
aprendizaje de aspectos nuevos de la técnica, presentados con
moderno material audiovisual; provechosas por el intercambio
de ideas acerca del trabajo y provechosas por la inspiración del
lema escogido: “Solamente que te esfuerces, y seas valiente”.

La segunda ocasión se vivió en Temuco, donde aconteció


la reunión anual de los colportores de la Asociación Sur de
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Chile, acontecimiento que apareció hasta en uno de los


periódicos locales. Por su situación geográfica el clima no es
siempre benigno en gran parte del territorio de esa asociación,
donde los colportores deben soportar fríos y lluvias muy
intensas. No obstante cumplen con su cometido y el mensaje
impreso llega así a lugares remotísimos.

En esta asamblea cada colportor (muchos de ellos en el


comienzo de su carrera) recibió instrucción, orientación y ánimo
para un desempeño más eficaz en la obra del Señor.
En ambas asambleas estuvieron presentes directivos de
Publicaciones de la División Sudamericana, de la Unión
Chilena, de las Asociaciones Central y Sur, del Servicio
Educacional Hogar y Salud, y un enviado de la Asociación Casa
Editora Sudamericana.

Lo que Pudo un Libro

En cierta ocasión Frank L. Baer viajó desde El Caribe a


la ciudad de México en un vuelo nocturno. El avión aterrizó en
el aeropuerto de la capital azteca bien avanzada la noche.
Instantes después los pasajeros comentaron a desfilar por la
aduana. Uno de ellos era una señora que no sabía hablar
palabra alguna en castellano. Esta se aproximó al Sr. Baer y le
pidió que por favor le sirviese de intérprete cuando a ella le
llegase el turno. El Sr. Baer accedió gustoso y a su debido
momento la viajera pudo realizar normalmente el trámite
aduanero.

Cumplido ese requisito, y dado que ya era muy tarde el


Sr. Baer le sugirió que ambos podrían tomar el mismo taxi hacia
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

la ciudad, hasta un buen hotel que él le indicaría y donde ella


podría hospedarse. La señora aceptó el amable ofrecimiento y se
encaminó hacia el automóvil. Cuando subían a él, notaron que
también lo hacía otro caballero que se sentó al lado del
conductor. Durante el trayecto el Sr. Baer entabló conversación
con la citada señora. Ella le dijo que era la bibliotecaria de una
de las universidades de California, Estados Unidos, y el Sr. Baer
le informó que él también estaba relacionado con libros pues era
gerente de Publicaciones Interamericanas, la sección de habla
castellana de la Pacific Press Publishing Association.

En ese preciso momento el caballero de adelante se dio


vuelta y echó una rápida mirada al Sr. Baer. Un rato después
hizo lo mismo, pero esta vez pidió disculpas y le preguntó al Sr.
Baer si la casa editorial que él había mencionado era la que
imprimía el libro La Clave de la Felicidad y la Salud Mental, obra
escrita por Marcelo I. Fayard. La respuesta del Sr. Baer fue
afirmativa. Entonces este caballero, con lágrimas de emoción en
los ojos, relató lo siguiente:
“Hace varios años me hallaba en mi casa tan desanimado
y desencantado de todo que con revólver en mano iba a
quitarme la vida. En eso sonó el timbre. Salí a ver quién
llamaba y vi a un señor que se acercaba a la puerta
cojeando con cierta dificultad. Cuando abrí, el hombre
hizo en forma sencilla la presentación del libro La Clave
de la Felicidad y la Salud Mental. Pero yo, que en esos
dramáticos momentos no tenía interés en nada y menos
en la compra de un libro, le ordené que se retirara y no

82
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

molestara más. Sin embargo, él acotó bondadosamente


que traía un mensaje de Dios para mí. Al oír esas
palabras cambié de actitud, le compré el libro y pasé la
noche leyéndolo. Desde entonces el rumbo de mi
existencia fue diferente. Hoy ocupo mi lugar en la vida
gracias a la influencia de ese buen libro”.

Diciendo esto, extendió su tarjeta al Sr. Baer. Se trataba


del abogado Carlos Cáceres Baqueiro, de la Confederación
Nacional de la Pequeña Propiedad Agrícola, de Mérida
(Yucatán), México.

Cuando más tarde el Sr. Baer relató este incidente en la


reunión de colportores para asistir a la cual había volado a
México, uno de los pastores presentes informó que el
mencionado colportor aún vivía, que era miembro de su iglesia,
y que al regresar a su distrito le contaría lo que acababa de
escuchar. Ese colportor tuvo la alegría de saber otra vez de su
cliente, pero no siempre acontece así. Sin embargo, cada
colportor sí sabe que la influencia de nuestros buenos libros es
grande y que en el cielo conoceremos todo el alcance de la siem-
bra de la página impresa. Por eso es tan importante que cada
uno de nosotros, no sólo los colportores, haga fielmente todo lo
que pueda a fin de que más de nuestros libros y revistas lleguen
a manos de la gente ahora.

Aunque los testimonios de colportaje suelen ser


electrizantes como este, los mayores triunfos de los caballeros del
prospecto se notarán recién en el reino de la gloria.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Sin Temor Ante el Peligro

El pastor Eduardo Cayrus, director de Actividades


Laicas, Escuela Sabática y Radio de la Misión Peruana del Norte
visitó a hlosermanos de Cajamarca, parte de la Misión Peruana
del Norte junto a Edsel Bouvet, director de Publicaciones de la
Misión y Walther Manrique, director de Jóvenes. Se dieron cita
con un triple propósito: graduar alumnos del curso La Biblia
Habla, celebrar un bautismo y comenzar con las conferencias de
La Voz de la Juventud.

Primero se efectuó la entrega de diplomas. El hermano


Ricardo Dávila, entusiasta colportor, presentó a un grupo de
personas que él interesó en el mensaje mediante el plan La
Biblia Habla y que habían concluido el curso. Este colportor
inscribió en dicho curso a 180 personas en los primeros nueve
meses del año pasado, y ese sábado de mañana se bautizaron 15
almas que él ganó para Cristo por ese medio. Antes ya había
ganado a cinco personas de la misma manera. El colportor
Dávila relató que su trabajo había sido arduo y tuvo que realizar
largas caminatas de dos y tres días de duración que lo llevaron
por lugares muy peligrosos de los que nunca hubiera salido de
no haber sido por la intervención de Dios. Luego contó que en
cierta oportunidad llegó a un sitio conocido en la zona como un
refugio de maleantes. Allí alcanzó la noche y tuvo que pedir
posada en una casa cercana, pues en esas cumbres frías no se
puede pasar la noche a la intemperie. Al entrar notó algo
extraño en las personas que habitaban la casa, pero sintió el
impulso de predicarles el Evangelio y les dijo que traía un
mensaje divino. Tomó su Biblia y les habló del camino de la
salvación en Cristo y de su poder para perdonar todos los
84
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

pecados. Y como los notase que aún seguían en actitud de


desconfianza, decidió continuar anunciándoles la Palabra de
Dios. Esto hizo hasta la medianoche. A la mañana siguiente le
dieron el desayuno y luego él se preparó para salir. Viéndolo
ellos le dijeron que no lo dejarían ir solo. Entonces todos lo
acompañaron hasta un lugar bien apartado y solitario donde le
advirtieron: “Usted no se irá sin decirnos la verdad”. A esto
nuestro colportor respondió algo extrañado que ya les había
dicho la verdad. Pero sus acompañantes le preguntaron: “¿Hay
perdón para el criminal?” El Hno. Dávila sacó su Biblia y les leyó
algunas preciosas promesas de perdón, entre ellas la que se
registra en Isaías 1: 18: “Si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos
como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana”.

Luego todos continuaron el camino hasta llegar a otra


casa donde el dueño les franqueó la entrada. Nuestro colportor
quería seguir el viaje, pero notó que el dueño de la casa no se
mostraba dispuesto a permitirlo. No obstante, el Hno. Dávila
insistió. Sus acompañantes eran delincuentes que hacía 15 días
habían salido de la cárcel, y el dueño de la casa era el jefe de la
pandilla. Este temía que sus hombres robasen y matasen por el
camino al Hno. Dávila, y por eso se oponía a dejarlo ir. Fero el
colportor no temía. Sabía que el mensaie de la Biblia ya había
producido su impacto en esas vidas y estaba ablandando el duro
corazón de ellos. Al final él y sus acompañantes continuaron el
viaje. Esas personas comenzaron a estudiar las lecciones del plan
La Biblia Habla y en su morada pronto se formaría una filial de
la escuela sabática.

85
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Finalmente, se realizó el bautismo de las 15 personas


ganadas mediante La Biblia Habla y las filiales de escuela
sabática de El Monte “Carmelo”. Estos nuevos hermanos
recibieron la bienvenida al seno de la iglesia en presencia del
público que asistió a la iniciación de las conferencias de La Voz
de la Juventud. En esa reunión se hizo un llamado y más de 60
personas pasaron adelante manifestando así su decisión de
prepararse para un futuro bautismo.
Allá continúa proclamándose el Evangelio. Mediante las
actividades laicas, la labor misionera de los jóvenes y el trabajo
de los valientes colportores, antes de mucho otros más seguirán
a Jesús y se unirán a su iglesia en ese lugar.

Siembra de la Verdad Ante Difíciles Vicisitudes

Denis W. del Aguila, director del Depto. de


Publicaciones de la Misión Peruana del Sur, relata que Darío
Monge, colportando en la región sur del Perú, llegó a un pueblo
pequeño. La primera persona que visitó mostró mucho interés
en adquirir los libros, pero argüyó que compraría únicamente si
primero el colportor conseguía vender los libros al señor alcalde.
Además de eso, le aseguró que si el alcalde compraba, todos en
el pueblo comprarían también.

El colportor averiguó que el alcalde se apellidaba


Gamarra, que era dueño de una hacienda y de una panadería.
Intencionalmente le habían ocultado una cosa. Creyendo haber
obtenido toda la información necesaria, se apresuró en ir hacia
la casa del presunto cliente. Llamó a la puerta, y salió a recibirlo
un sacerdote jovial que lo invitó a pasar, mientras decía en tono
amigable: —¿Qué vientos lo traen por aquí, joven?
86
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El colportor hizo la presentación de sus libros. El


sacerdote escuchó con mucho interés y preguntó: —¿Qué hay
que hacer para adquirirlos? —Se firma aquí, se da una suma
como adelanto y dentro de pocos días traeré personalmente sus
libros, doctor —fue la respuesta.

El sacerdote firmó en el prospecto, estampó el sello de la


parroquia y dio el adelanto requerido. Con la mayor facilidad y
rapidez el pedido estaba asegurado. De idéntica manera, las
demás familias del pueblo pidieron los libros. Diariamente, por
las mañanas y las tardes, el sacerdote visitaba a los fieles y se
enteraba de los pedidos que había tomado el colportor.
Llegó el día de las entregas. El colportor oró para que Dios lo
iluminase y le indicase a quien debería entregar primero; si al
párroco o a los otros clientes. Vaciló un poco, y pensando que si
el párroco se desanimaba, perdería todos los pedidos del pueblo,
decidió hacer la última entrega al sacerdote. Todos recibieron
sus libros muy contentos. Cuando fue a entregarlos al sacerdote,
se enteró que éste había hojeado los libros y la Biblia en casa de
un vecino suyo. Esto lo enojó contra el colportor.
Por eso se resistió a recibir los libros.

El colportor lo escuchó pacientemente y respondió:


—Doctor, me gusta cumplir mi palabra y he venido a entregarle
los libros. —No los necesito; le regalo los soles que le di como
pago inicial —contestó el cura. —Doctor, por el valor del anticipo
le daré este libro —le dijo el colportor, mostrándole uno
pequeño. —No necesito ninguno de esos libros, le regalo los 50
soles, he dicho.

87
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

—De ningún modo llevaré su dinero; algún día usted dirá


que un adventista vino a pedirle limosna. Le dejaré estas revistas.
—Póngalas sobre la mesa —repuso el párroco.

La sorpresa del colportor aumentó cuando vio que


repentinamente el semblante hosco del sacerdote se tornaba
benévolo mientras le decía:—¿Dónde piensa ir al salir de aquí?—
No sé todavía —replicó el colportor.—Desde hoy en adelante
vamos a ser buenos amigos —aseguró el cura.

El colportor se despidió amablemente y se retiró. Muy


pronto aquel párroco se valió del empleado del correo para
obtener la información del lugar al cual tenía que dirigirse el
colportor. Como es natural, por razones de la correspondencia,
el colportor reveló en la oficina de correos su nueva dirección.
Una vez informado, el cura le tomó la delantera hacia los
pueblos vecinos donde informó a la gente para que no se
hicieran clientes del joven vendedor de libros.

Después de una semana, llegó el colportor a uno de esos


pueblos y por todo lugar por el que pasaba le preguntaban si era
protestante. Sin dar importancia a esas interrogaciones, pensó
iniciar su trabajo en la comandancia de la Guardia Civil.
Contiguas a ésta se hallaban las oficinas del alcalde, del juez y
del gobernador quienes a la sazón aparentemente se
encontraban sesionando, sentados en los bancos de la Plaza de
Armas.

El colportor, notando que no lo atendían ni acababan su


conversación, se dirigió a ellos. Los saludó, y al instante todos
entraron en sospechas y le interrogaron acerca de la religión que
88
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

profesaba. —Soy adventista del séptimo día —contestó.—¿Qué


diferencia hay entre los adventistas y los evangélicos? —le dijeron.
—Mucha. La principal diferencia es que los adventistas guardan
el sábado y los evangélicos el domingo.—Con razón dijo el cura
que este jovencito no sabe siquiera lo que cree —dijeron.—¿Por
qué usted guarda el sábado cuando todos guardan el domingo?
—le preguntaron.—Ustedes saben que los mandamientos
provienen de Dios. En la Biblia está le ley de Dios y uno de sus
mandamientos dice que hay que guardar el séptimo día.
—¿Cómo nos comprueba que el séptimo día es el sábado? Usted
es un tonto; no sabe lo que dice. —Bien. Si ustedes no creen lo
que dice la Biblia, pues veamos qué dice el diccionario —dijo el
colportor.

El comandante del puesto dijo:—Parece que tiene razón.


¿Apostamos?A una voz los otros le aceptaron el reto, afirmando
que el último día de la semana es el domingo. Apostaron un
“fardo” de botellas de cerveza (doce docenas). Sonriente, el
comandante del puesto dijo al colportor: Ten cuidado si me
haces perder.
Luego cada uno fue a su oficina y trajo un diccionario. El
comandante quedó con el colportor y le dijo:—Si perdemos, tú
tienes que pagar. Si no pagas, te meteré en el calabozo.
En vista de la demora de las autoridades, el mismo comandante
fue a llamarlos. Vinieron un tanto avergonzados. El alcalde, con
su diccionario en la mano pidió disculpas al colportor por los
insultos, diciendo:—Nosotros somos los tontos por no haber
sabido cuál es el séptimo día de la semana.

El comandante del puesto, saltando de alegría exclamó:

89
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

jOh! Ahora vamos a tomar todo el día, y con usted también —


dijo, poniendo un brazo en el hombro del colportor.—Gracias.
No bebo —fue la respuesta. —Es verdad. Ellos no beben cerveza —
manifestó el comandante a los circunstantes.

En ese momento, el alcalde, dirigiéndose al colportor,


dijo:—Lo espero hoy en mi casa para el almuerzo.—Entonces
vendrá a cenar conmigo —dijo el gobernador.—Y mañana
desayunará en mi casa —añadió el juez.Así, durante quince días,
el colportor disfrutó de la bondad de tan gratos anfitriones,
quienes cada día discutían en demanda de prioridad para
llevárselo a sus casas.

Demás está decir que el colportor tuvo un éxito rotundo,


que “el pueblo asentado en tinieblas vio gran luz” (Mat. 4: 16) y
que escucharon “palabras de vida eterna”.

En otro pueblo distante, se alojó en casa del gobernador


del distrito, a quien sin pérdida de tiempo le presentó sus libros.
Eran las 11 de la mañana, cuando inesperadamente se oyó tañir
la campana del templo. Era un toque de alarma. El gobernador,
dirigiéndose al colportor le dijo:—Almorzaremos enseguida y us-
ted ha de salir.

Después de haber almorzado, la esposa del gobernador


advirtió que por la calle se acercaba gente con palos y piedras en
las manos. El gobernador y el colportor, al levantarse a observar,
escucharon que gritaban como energúmenos.

—¡Por culpa de este protestante no tuvimos cosechas este


año! ¡Está engañando también al gobernador! ¡Lo ataremos y lo
90
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

tiraremos al río, o mejor lo quemaremos vivo! El gobernador,


con su familia y con el colportor, encerrados en una habitación,
tomaron las precauciones del caso y aseguraron los cerrojos.
Dios intervino ese día y los malignos propósitos de la turba que-
daron frustrados. En aquel mismo instante llegó a la puerta de la
casa del gobernador un caballero desconocido que decía
provenir de Lima.

—¿Qué hace allí esa gente? —preguntó al gobernador.


—Quieren matar a este joven que es adventista. Y yo no sé qué
hacer —respondió éste.—Pero, ¿acaso usted no es autoridad? Sí.
Pero con tanta gente ¿qué puedo hacer?—¿Acaso no tiene usted
“envarados”? (hombres provistos de varas que a la usanza antigua
sirven gratuitamente de policías a las autoridades civiles en las
serranías del Perú). —Sí. Tengo catorce de ellos, pero no están
todos aquí —dijo el gobernador. —Si no hace algo, usted también
será responsable de la vida de este joven. Los adventistas son la
mejor gente que conozco —fue la respuesta del recién llegado.
Mientras los “envarados” echaban a la gente, se produjo una
tormenta con tremendos relámpagos y truenos ensordecedores.
la granizada acabó dispersando a todos. Entonces el caballero
dijo: —Ahora es el momento en que este señor debe salir del
pueblo. ¿Hacia dónde piensa ir? —A la carretera —contestó el
gobernador. —¡No! Mejor es que aproveche la neblina de este
momento y vaya a otro pueblo con una recomendación para el
gobernador y acompañado de cuatro “envarados”.

En el trayecto, los “envarados” preguntaron al colportor


la causa del atentado que se había provocado contra él.
Enterados luego de la labor del colportor, gozosamente lo

91
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

invitaron para que en otra oportunidad se alojara en casa de


ellos cuando volviera por esos sitios.

Las aventuras del colportaje son notables, pero mejor


aún será la recompensa que le espera en el cielo: ver muchos de
sus clientes como gemas eternas!

Puertas Cerradas Que Se Abren

En la Misión Norte de Chile había cuatro hermanos,


Gabriel, Enrique, Eleodoro y Ernesto Miranda, que eran
colportores. Cierto día fueron a colportar a la oficina Salitrera
Victoria. Visitaron en primer lugar al cura de la localidad, quien
era considerado una de las principales autoridades. Después de
mencionar los problemas de la sociedad contemporánea y la
necesidad de que toda persona responsable haga su parte para
solucionarlos, le presentaron los libros, y el párroco los compró.
Comenzaron a visitar la población y la gente los recibió muy
amablemente, hasta que se filtró la noticia de que el sacerdote
había adquirido los libros. Inexplicablemente, la gente comenzó
a cerrarles las puertas a los colportores y reprendió al mismo
dirigente religioso por haber comprado libros evangélicos.

Una señora juiciosa, no queriendo tomar partido en el


asunto hasta conocer bien los detalles, pidió prestados al cura
los libros. Cuando los hubo leído y se hubo enterado del
contenido, comenzó a decir: “Los libros son buenos, los
necesitamos aquí”. Desde ese momento las cosas cambiaron; las
puertas cerradas volvieron a abrirse y nuestros colportores
pudieron colocar una buena cantidad de libros en ese lugar.

92
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Nunca se debe abandonar el terreno ante la primera


oposición. Los ángeles de Dios perseveran en abrir puertas, si los
mensajeros de la iglesia no se desaniman enseguida.

Un Obispo Vende Libros Adventistas

El colportor Manuel Jara escribió desde la ciudad de


Oruro, Bolivia lo siguiente: “Ya han transcurrido varios meses
desde que comencé mi labor con la inspiradora colección de Las
Bellas Historias de la Biblia, y con toda seguridad puedo afirmar
que llevan la bendición de Dios. El obispo de esta ciudad me ha
hecho vender muchas colecciones en forma indirecta, y también
directa.

Decidí que el obispo sería una de las primeras personas


que debía visitar y cuando le presenté la bella colección, quedó
encantado y la encargó. En el prospecto me escribió lo siguiente:
‘Acabo de ver la magnífica presentación de Las Bellas Historias de
la Biblia y he quedado gratamente impresionado. El Libro
Sagrado merece que sea presentado en esa forma atrayente, para
los niños y también para los adultos. Tengo la plena seguridad
de que por la bella forma como está presentada, tendrá miles de
lectores. Quienes se han tomado este arduo trabajo, merecen el
más grande reconocimiento de los cristianos; para ellos se
derrame la bendición de Dios; igualmente para los incansables
propagadores de la Palabra de Dios”. Firmaba Monseñor René
Fernández, Obispo de Oruro.

“Una vez que obtuve esta magnífica opinión, como


llevaba conmigo una pequeña grabadora, solicité al obispo que
me dejara algunas palabras suyas grabadas. Vertió conceptos
93
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

elevados y una vehemente exhortación para que todos


adquirieran esa preciosa colección. De esta manera, cuando
visitaba a personas importantes, dejaba primero escuchar el
mensaje del obispo, y la gente adquiría con gusto. Cuando le
entregué la colección al obispo, él me presentó al sacerdote que
era su canciller, y él mismo le presentó la colección diciéndole:
‘Cada capítulo tiene una motivación magnífica y es muy útil
para catequizar’. El canciller adquirió la colección y la pagó al
contado para recibirla en seguida”.

¿Qué Dicen Los Lectores De Nuestras Revistas?

Un padre de familia dijo: “Yo antes era un empedernido


fumador y bebedor, pero llegaron ustedes con la revista Vida
Feliz y me enseñaron a vivir de nuevo. Ahora, gracias a Dios, ya
no fumo ni bebo alcohol, cuido mejor a mi familia, y en mi casa
reina la verdadera felicidad”.

Un odontólogo dijo: “Me agrada la revista Vida Feliz por


sus buenos artículos instructivos. Cuando la dejo sobre la mesa
de las revistas en la sala de espera, es la única que se llevan. Se ve
que el público la aprecia”.

En una importante oficina, al serle presentada una


colección de libros, cierta secretaria preguntó: “¿Ustedes son los
representantes de la revista Vida Feliz? Por favor, ¿pueden
suscribirme en forma permanente a esta buena revista? Hace
tiempo que la estoy buscando”.

94
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Estas noticias llegaron desde la Unión Incaica. El


mensaje impreso toca los corazones de manera elocuente, y
despierta interés antes de la llegada del instrumento humano.

95
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO IX.
QUE CONOZCAN POR NUESTRAS INSTITUCIONES

El Congreso de la Unión Austral en 1970

Al celebrarse el congreso de la Unión Austral, los


pastores Elbio Pereyra y Roald Wensell fueron reelegidos para
seguir en los cargos de presidente y secretario-tesorero, junto al
equipo de departamentales. El nuevo presidente de la
Asociación Uruguaya fue el pastor Humberto Cairus. En la
Asociación del Norte Argentino fue designado como presidente
el pastor Carlos Milton Gerber y en la Asociación de Cuyo el
pastor José Tabuenca, quien fuera los últimos ocho años
director del Colegio Adventista del Plata. Los pastores Erwin
Hise y Roberto Gullón fueron reelegidos como presidentes de la
Asociación Paraguaya y de la Asociación Patagónica
respectivamente.

Como secretario-tesorero fueron elegidos José Busso en


Cuyo; Benito Kalbermatter en el Norte; Rubén Cayrus en
Paraguay, Isolino Poelstra en la Asociación Patagónica y
Giordano Vergan en la Asociación Uruguaya.

La Junta Directiva de la Unión Austral también eligió al


pastor Prof. Egil Wensell, que se estaba desempeñando como
director del Instituto Juan Bautista Alberdi, de Misiones,
Argentina, como director del Colegio Adventista del Plata. A su
vez, la Junta Directiva de la Asociación del Norte eligió al pastor
Edwin Mayer como director del Instituto Juan Bautista Alberdi.

96
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Una de las notas más gratas y emotivas fue la ordenación


al ministerio de 13 pastores. Ellos fueron, por orden alfabético:
Warren S. Ashworth, departamental de la Asociación
Patagónica; Pedro Higinio Castillo, pastor de distrito en
Villaguay, Entre Ríos; Elías Benjamín Gómez, redactor de la
Casa Editora Sudamericana; José Ambrosio Luque pastor de la
localidad de Ramírez en Entre Ríos; Carlos Alberto Marsollier,
de la Iglesia de Concordia, Entre Ríos; Pedro Oscar Orue que
de la iglesia de Altamira, Córdoba; Antonio Jorge Mato,
actualmente ayudante del pastor de la Iglesia Central de
Montevideo; Alberto Pereira, que ejercía su ministerio en la
zona sur del Paraguay, con asiento en la ciudad de Encarnación;
Julio Oscar Peverini, a cargo de la obra pastoral y evangélica en
Posadas, Misiones; Néstor Arnaldo Sand que desempeñaba sus
responsabilidades de pastor y evangelista en Resistencia, Chaco;
Víctor Arturo Schulz, pastor de la Iglesia de Salta y del distrito
de Jujuy; Pedro Daniel Tabuenca, director médico del Sanatorio
Adventista del Plata; y Gilberto Treves, pastor de distrito con
sede en Rosario del Tala, Entre Ríos.

No era común que un médico —como es ahora el caso


del Dr. Pedro Daniel Tabuenca— fuera investido como pastor.
La dedicación de este facultativo a las actividades de la iglesia y
sus relevantes dotes personales eran sido motivo para que se
diera ese paso.

La música instrumental y el canto fueron notas


destacadas que no sólo embellecieron las diversas reuniones del
congreso sino que también tuvieron un efecto elevador muy
notable. Descollaron por su calidad artística y por la efusión con
que actuaron, el trío Ecos de las hermanas Ramos, de Villa
97
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Libertador San Martín, Puiggari, Entre Ríos, y el solista


Francisco Priano, de la misma procedencia.

El lema adoptado por la Unión Austral para su próximo


cuadrienio fue La Unión Austral para Cristo. Un pueblo, un
Evangelio, un mandato. Otro acuerdo se refiere a la puesta en
práctica del plan de mayordomía que figura en el libro Principios
sobre Mayordomía.

El Sanatorio Adventista del Plata prestó gratuitamente


un útil servicio médico a los delegados. Los mayores de 35 años
tuvieron a su disposición profesionales que, mediante un
análisis de sangre, comprobaron su colesterolemia (cantidad de
colesterol en la sangre) y algunos otros datos referentes a tensión
arterial, peso, etc. Los resultados de ese examen fueron
acompañados por algunas indicaciones sobre régimen de vida y
de alimentación aconsejables según lo comprobado por el aná-
lisis y ios demás datos obtenidos

Días Memorables

El pastor H. J. Peverini relata que el 18 de octubre de


1969 y los días que lo precedieron y siguieron inmediatamente
fueron extraordinarios para la Misión Peruana del Sur. El
pastor Luis Alaña, presidente de la misión, y su junta directiva,
habían programado con mucha anticipación, para ese fin de
semana, la dedicación de una cantidad de capillas y la
realización de un gran número de bautismos. Además de la
mayoría de los pastores de la citada misión, participaron en esas
ceremonias cuatro pastores de la Unión Incaica y el pastor

98
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Roberto R. de Azevedo, director de Relaciones Públicas de la


División Sudamericana.

Peverini tuvo la dicha, con el pastor Geraldo


Boekenkamp, nuevo tesorero de la Unión Incaica, de ser
asignados al distrito de Umuchi, o la Piedra Partida. Desde
Juliaca, a unos 4.000 metros de altura, adonde volaron desde la
costa, viajaron con el hermano Rodolfo Steger, gerente de la
Clínica Americana, en una camioneta de esa institución,
guiados por el director del distrito, el pastor Rubén Flores.

El pastor Stahl había recorrido esas altiplanicies en una


mula, o a pie; y como él, también otros misioneros. El altiplano,
en esa zona, tiene sus atractivos inconfundibles: la diversidad y
austeridad de sus paisajes; las costumbres características de sus
habitantes, de viviendas primitivas, vestimentas típicas de gran
colorido, y de disposición taciturna y nostálgica; una fauna
dominada por la elegante llama; y su lago encantador, elevado y
profundo, de límpidas aguas cristalinas, el legendario Titicaca.
Pero para los obreros su mayor atractivo estaba en el origen
heroico y el desarrollo de la fe y esperanza adventista entre sus
pobladores.

En 1916, antes que el pastor Stahl se encontrara con el


cacique Calixto Pariapasa e hicieran el convenio de la piedra
partida, en un viaje a Occopampa le vendió una Biblia a Baltasar
Mamani. Entonces era un delito leer la Biblia. Pero Mamani no
podía cometerlo, porque no sabía leer. Tampoco había en
Occopampa alguien que pudiera leérsela. ¿No hablaría el Libro?
El noble Baltasar caminaba 25 kilómetros cada viernes, con la
Biblia escondida en un paquete, hasta Umuchi, donde había un
99
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

hombre que sabía leer y estaba dispuesto a hacerlo. Mamani


escuchaba la lectura y los comentarios.

Después de algunos meses el pueblo descubrió “el


pecado” de Baltasar Mamani y de su lector, y lo denunció al
juez. También el juez viajó hasta Umuchi, pero no para hacerse
leer la Biblia, sino para conminar al culpable y comprometerlo
por escrito a no seguir leyendo el Libro prohibido, so pena del
más severo castigo. Desde entonces Mamani nunca encontró al
lector un viernes en su casa. Siempre se le informaba que no
estaba. ¿Quizá se escondía? Pero su contribución anterior no fue
estéril, y Mamani no se desanimó.

Pasaron los meses y la semilla de la verdad dio


abundante fruto. El grupo de creyentes que surgió en
Occopampa fue luego una influyente congregación de
adventistas del séptimo día. Y Umuchi, centro del importante
distrito misionero que lleva su nombre, es un monumento al
amor de Dios y al poder de su Evangelio. Contaba en el 70 con
tres iglesias y 22 grupos organizados, con 1.800 miembros; ocho
escuelas primarias con doce maestros, y 25 capillas propias,
algunas de respetable tamaño, como la Iglesia de Umuchi
mismo y la de Jacantaya.

En el distrito de Umuchi se esperaba dedicar diez


capillas en 1969, y otras diez en 1970. En la Misión Peruana del
Sur pudieron dedicarse 38 el fin de semana del 18 de octubre.
Eran capillas sencillas, de paredes de adobes bien revocadas, y de
techo de zinc, con bancos, plataforma, púlpito y otras
comodidades. Y fueron construidas en gran parte por cuenta de
los hermanos de la localidad.
100
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Causó extraña emoción y regocijo el encontrar capillas y


congregaciones adventistas a pocos kilómetros unas de otras en
los alrededores del Lago Titicaca. Y más aún, el notar que el
número de fieles continuaba creciendo.

Los dirigentes visitantes le expresaron al pastor Rubén


Flores la satisfacción que les produjo, cuando visitaron el
distrito de Santa Cruz, en el departamento de Cajamarca,
territorio de la Misión Peruana del Norte, constatar que a pesar
de los problemas creados por un grupo activo de disidentes ya
habían sido bautizadas más de cien personas ese año.

—Y en el suyo —le preguntaron a Rubén Flores—,


¿cuántos bautizaron este año? —Cuatrocientos treinta y uno —fue
la respuesta.

El 18 de octubre último el pastor Boekenkamp bautizó


43 más en Umuchi, y muchos lo serían antes de fin de año. El
total de bautismos de la misión ese fin de semana fue de casi
800. Gracias sean dadas a Dios por estas conquistas del
Evangelio.

Todos los planes o programas de trabajo, ciclos de


conferencias públicas, cursos de La Biblia Habla, La Voz de la
Esperanza y los cursos de la Escuela Radiopostal, y otros,
realizados con amor y perseverancia y con la bendición de Dios,
produjeron alentadores frutos. Y las perspectivas eran
alentadoras.

101
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Despedida de un Viejo Leal

El terremoto que destruyó totalmente la ciudad de


Chillán, en enero de 1939, y que cobró el elevado tributo de
más de 30.000 personas que murieron aprisionadas por los
escombros en la noche más dramática de su historia, también
afectó seriamente a nuestro colegio de Chillán. En la
emergencia, y por falta de recursos, se vio la necesidad de
improvisar un hogar para varones a fin de remplazar el destruido
por el movimiento telúrico, con la esperanza de tener los
recursos necesarios para construir posteriormente un buen
edificio.

Luego de más de 30 años desde aquel entonces, la


estructura provisoria de madera resultó ser definitiva, hasta que
los hermanos de todo el mundo ofrendaron para que el
estudiantado que estaba apretujado (con hasta seis internos en
cada estrecha habitación), tuviera mejores comodidades. Además
del peligro siempre latente de incendio, no tenían lugar
suficiente para quienes deseaban prepararse para ser obreros en
la causa del Señor.

Era de destacar el magnífico espíritu de nuestros jóvenes,


a quienes no les importaba tener que ocupar un baño,
recientemente habilitado, con tal de estar en el colegio.

Al misino tiempo en que tributaron un emocionado


homenaje al viejo edificio de madera, orgullosos de sus
servicios, aprovecharon la ocasión para agradecer, en nombre de
la familia de la Unión Chilena, por la buena y abundante

102
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

ofrenda del segundo trimestre de 1969 que les ayudó a tener un


nuevo edificio de internado.

Que se valore la educación cristiana al punto de pagar


mucho por humildes prestaciones demuestra la consagración de
la hermandad y juventud chilena del 70 a la causa del Señor.

La Obra en Cochabamba, Bolivia.

La obra adventista, establecida en Bolivia por el año


1920, se ha arraigado y extendido. En Pando aún no había
penetrado el mensaje. Luego de estar circunscripta la presencia
al departamento de La Paz por espacio de treinta años, la obra se
esparció principalmente en las ciudades capitalinas, donde ahora
tenemos iglesias debidamente organizadas y prósperas.

Cochabamba, ciudad que tenía más de 200 mil


habitantes, se estaba industrializando rápidamente. Es un centro
comercial, industrial, vial y ferroviario. También están las
oficinas y centros de almacenamiento y refinería del petróleo
que llega desde Santa Cruz por gruesos oleoductos. En esta
ciudad de Cochabamba teníamos el mejor templo adventista de
Bolivia, y tal vez uno de los mejores de la Unión Incaica, de
estilo moderno con una hermosa fachada, con amplios anexos y
mucho espacio para futuros proyectos. Era nuevo, construido en
1963. Situado en una de las arterias principales de esta bella
ciudad, contaba con 350 miembros.

Se habían dictado en Cochabamba algunos ciclos de


conferencias en distintas ocasiones y especialmente cuando se
inauguró el templo ya mencionado. En 1940, no había ni un
103
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

solo adventista. En 1970 la iglesia era atendida por el abnegado


y entusiasta pastor Nicolás de Brun.

El Prof. Rodolfo Quinteros, deseando hacer algo para el


Señor, antes de construir su propia casa, edificó una hermosa
capilla en los terrenos de su propiedad, en uno de los barrios
nuevos de la ciudad. Lamentablemente todavía no estaba
funcionando ningún grupo de hermanos en ese lugar, a pesar de
que la capilla estaba lista. Los hermanos de Cochabamba
también se estaban preparando para el concurso bíblico que se
realizara en todo el país. Un abogado, el Dr. Aníbarro, se
destacó por aprender de memoria varias porciones de la Sagrada
Escritura.

A 22 kilómetros de Cochabamba está nuestro Colegio


Adventista de Bolivia [cuyo director era el pastor Juan B.
Youngberg. Se comunica con la ciudad por una carretera
pavimentada. La influencia del CAB se extendió a todo el país,
pues tiene alumnos de todos los departamentos y en él se
preparan los futuros misioneros que terminarán la obra en
Bolivia.

Un Campo De Experimentación Misionera

Con la creación de un campo de experimentación


misionera en la región adyacente al Centro Universitario
Adventista de Chile, el Departamento de Actividades Laicas de
propuso poner al alcance de los profesores de dicha institución
las herramientas necesarias para que los alumnos de los cursos
superiores añadan experiencia práctica a la instrucción teórica
que recibían en las aulas del colegio. Así fue como la Unión
104
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Chilena creó la Misión Experimental, que abarcaba el territorio


de cuatro provincias chilenas, dividiéndola en once distritos.
Convocado un congreso, de entre los alumnos fue elegido el
cuerpo administrativo compuesto por presidente, secretario-
tesorero, tres departamentales y algunos vocales. Luego la junta
administrativa designó a los pastores y pastores asociados de los
diferentes distritos. La tarea encomendada a los jóvenes
estudiantes fue la de abrir obra en lugares nuevos, confirmar en
la fe a los miembros de las iglesias y grupos ya organizados y,
fundamentalmente, convertir cada iglesia y grupo en una escuela
de preparación y una agencia de servicio a fin de que cada
miembro fuera un activo ganador de almas.

La Unión Chilena y el Colegio asignaron ciertos recursos


para el operativo de esta misión. Los alumnos recibieron crédito
académico por el trabajo que realizaran. Crearon, además, una
unión y una división experimentales que cumplían funciones de
coordinación con las asociaciones en cuyo territorio se
desarrollan las actividades de la Misión Experimental y asimismo
permitirían que los alumnos conozcan, antes de egresar de las
aulas, el mecanismo de la organización de la obra y la
administración de una iglesia mundial.
La mies está madura, y es necesario contar con más
segadores y obreros mejor capacitados para acabar la tarea que
Cristo nos ha encomendado, y es ésta la razón por la cual se
estableció en Chile la Misión Experimental. Innovaciones
organizacionales como aquellas no debieran quedar en el mero
recuerdo. Ninguna organización está exenta de ajustes y mejoras.
Una organización rígida no beneficiará a una misión dinámica.

105
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

CAPÍTULO X.
QUE CONOZCAN POR LOS LAICOS

La Difusión de la Biblia en los 70

Hombres pertenecientes a siete denominaciones, incluso


la Iglesia Católica, realizaron produjeron una nueva traducción
de la Biblia en idioma samoano. Las naves, los pasillos y las
ventanas estaban atestadas por cinco mil personas que trataban
de entrar en la Iglesia Católica de Apia, Samoa Occidental, con
mil asientos donde se celebró la ceremonia de dedicación. La
nueva Biblia se distribuirá en dos ediciones, para ser usada por
los protestantes y los católicos, respectivamente. Ambas
ediciones serán vendidas a la mitad del precio de costo,
subvencionadas por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera.
Samoa Occidental es un país insular del Pacífico —
independiente desde 1962— cuyos 130.000 habitantes,
polinesios en su inmensa mayoría, son casi todos cristianos: hay
un 29 por ciento de católicos, y el resto son protestantes.

Durante el ejercicio comprendido entre el 19 de


noviembre de 1968 y el 31 de octubre de 1969, la Sociedad
Bíblica Argentina tuvo el siguiente movimiento: Biblias
vendidas: 71.743; ejemplares del Nuevo Testamento: 130.110;
porciones de la Biblia: 1.187.169; selecciones bíblicas:
3.080.660. Esto da un total de 4.469.682 unidades.

Durante el mismo ejercicio (19-11-1968—31-10-1969) las


Sociedades Bíblicas Unidas subvencionaron a la Sociedad
Bíblica Argentina con la suma de m$n 80.853.919 (808.539,19
pesos Ley 18.188, el equivalente de algo más de 231.000
106
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

dólares). Esta cantidad ha sido recibida en forma Biblias,


Nuevos Tes tamentos y otras publicaciones enviadas sin cargo
alguno y pagando, además, el costo de los envíos. Esto muestra
que muchísimos evangélicos de países que no son
latinoamericanos saban cuantiosas ofrendas para que otros
recibieran benditos beneficios de la lectura de la

Construye Sombreros y Reconstruye Vidas


El pastor Luis Alaña, presidente de la Misión Peruana
del Sur, relató la historia del hermano Ceferino Bustamante, de
aproximadamente 50 años en ese entonces, de profesión
sombrerero, y también un sabio misionero laico. Ganó muchas
familias completas para la verdad, y organizó grupos grandes y
pequeños. En la comunidad de Vellille, en Cuzco, Perú, ganó 45
almas. Poco después ese grupo había aumentdo a cien miembros
de iglesia. Su ejemplo inspiraba a otros laicos y fue llamado
“comandante de los laicos del sur peruano”.

La receptividad de un lugar debe ser aprovechada al


máximo una vez que se tiene la chance. Los administradores con
fuego de evangelista hacen mucho bien abriendo la obra donde
no hay nada organizado.

Guiados al Conocimiento de la Verdad

El pastor Carlos R. Treptow, a cargo del distrito de Ruta


14 de Misiones hablaba de la buena colaboración de los
hermanos de su distrito en la actividad misionera. Entre las
conversiones que tuvieron se hacía mención de los esposos
Maidana, de la localidad de Teresita, zona de acción misionera
de la Iglesia de Oasis. Durante cierto tiempo, este matrimonio
107
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

recibió estudios bíblicos de los Hnos. Besalón Severo, Pedro


Nuñez y Daniel Osorio. El énfasis que estos activos laicos
ponían al presentar el mensaje adventista parecía no dar
resultado, pues los esposos Maidana continuaban sin decidirse
en favor de la verdad. Frente a esto, nuestros laicos
suspendieron sus visitas al matrimonio citado.
Algún tiempo antes la Sra. Maidana había comenzado a
frecuentar las reuniones pentecostales que se celebraban en un
templo mucho más próximo a su domicilio que el de la Iglesia
Adventista de Oasis. Vez tras vez el pastor pentecostal trató de
persuadir a la Sra. de Maidana a que se uniera a la congregación.
Pero ella no resolvía hacerlo. Prefirió seguir orando a Dios a fin
de que él le indicara cuál iglesia era la verdadera, si la
pentecostal o la adventista.

Una noche, la señora soñó que ella iba a la reunión


pentecostal. En esta ocasión el pastor la instó con más fuerza a
unirse a su iglesia. Ante la insistencia, ella le dijo al pastor que la
Iglesia Adventista era la verdadera, y que si no creía a sus
palabras la acompañara a una reunión adventista. El pastor
pentecostal aceptó la invitación. Después, un día sábado, la Sra.
de Maidana, todos los miembros de la Iglesia Pentecostal y su
pastor, viajaron en un vehículo hasta la Iglesia Adventista de
Oasis. Antes de entrar, el grupo observó desde la puerta a los
adventistas congregados en el interior del templo. Entonces la
Sra. Maidana vio a los adventistas vestidos de blanco y a los
pentecostales de escarlata. Después todos entraron y se sentaron.
Era la hora del sermón y estaba predicando el Hno. Daniel
Osorio. Cuando él terminó de hablar, la Sra. de Maidana había
resuelto ser adventista y no pentecostal.

108
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Hasta aquí el sueño. La Sra. de Maidana se unió a la


Iglesia Adventista mediante el bautismo, y ese mismo día
también se bautizó su esposo, un ex adventista que resolvió
nuevamente estar en paz con Dios inspirado en el ejemplo de su
esposa.
Otra de las personas a quienes el pastor Treptow tuvo el
privilegio de bautizar fue Eliseo Marcks, de El Tigre —localidad
que dista 20 km de Jardín América—, hijo de un fiel miembro de
iglesia ya fallecido.

Antes de morir, el padre llamó a sus hijos y les dio por


última vez algunas recomendaciones que creyó necesarias. Entre
otras cosas les dijo:—Queridos hijos, deseo de todo corazón que
nos encontremos en el reino de los cielos. Entregaos al Señor.
Uníos a la Iglesia Adventista porque ella tiene la verdad
salvadora.

Después de algún tiempo, Eliseo soñó varias veces con su


padre y que éste le hablaba y lo invitaba a aceptar el Evangelio,
prepararse para la segunda venida de Cristo y entregar su vida al
Maestro. Tanto lo impresionó esto, que él y su esposa se
sintieron movidos a estudiar diligentemente las Escrituras, y se
bautizaron ambos.

La semilla parece perdida, pero aunque no se la vea su


poder dura muchos días y cuando menos se lo espera brota el
fruto de la salvación. La persistencia de los laicos y la paciencia
de los que oran por sus parientes se verá así recompensada.

109
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Ecuador, Ayer y Hoy

El pastor Héctor J. Peverini recordaba que en julio de


1907 un hombre llevaba una carga pesada y preciosa, que le
oprimía más que todo el corazón. Era su esposa muerta. La
enterró en un lugar solitario, entre los árboles, cerca de un río,
en las afueras de la ciudad, porque los herejes no teman acceso
al cementerio de Ambato. Y después de un tiempo se retiró del
Ecuador, llevando solamente a sus dos hijitas. Thomas H. Davis,
el primer heraldo de la fe adventista en el Ecuador, llegó con su
familia a Ambato en agosto de 1904. Otros misioneros le
siguieron y permanecieron en ese país después de su partida.
Pero los comienzos de las labores de nuestra iglesia allí fueron
lentos y difíciles.

En 1907 fue bautizado, por el pastor J. W. Westphal, el


primer creyente en Ecuador, C. E. Yepez. En 1911 fue
organizada la Iglesia de la Misión, con siete u ocho miembros. El
sábado 15 de junio de 1912 se organizó la primera iglesia local,
en Quito, con diez miembros, pero por la persecución
demoraron por muchos años la propagación de la esperanza
adventista.

En 1916 había solamente 23 adventistas en el Ecuador;


en 1921, sólo 20; y en 1924, únicamente 17, sin contar a los
misioneros. Las cifras fueron creciendo, pero con mucha
lentitud, hasta llegar en 1931 a 108. Y desde entonces oscilaron
en torno de los 120 durante unos diez años.

Al iniciarse la campaña evangelística dirigida por el


pastor Walter Schubert en Guayaquil en 1950, había 262
110
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

miembros de iglesia en todo el país; pero al terminar el año


1957, después de 53 años de trabajo, había 1.000. El segundo
millar se añadió en sólo 8 años. Y el tercero se alcanzó en marzo
de 1969, en menos de 4 años.

Cuando el pastor Peverini, en su rol de secretario de la


División Sudamericana, visitó Ambato en 1970 no encontró el
menor vestigio de la tumba de la Sra. Davis en el sitio
aproximado donde fue sepultada, pero halló en la ciudad un
cómodo y bonito templo adventista, con su correspondiente
escuela primaria.

En Cuenca, la Roma ecuatoriana, ubicada en las


pintorescas sierras del Ecuador, donde tres años antes no había
adventistas, encontraron una iglesia organizada, integrada
mayormente por miembros que surgieron después de la
campaña de evangelizaron dirigida por el pastor Rubén Pereyra
en 1967. En esa ciudad de los 48 templos y no pocos colegios
religiosos y conventos, aunque en un ambiente de plena libertad
religiosa, más de un estudiante de las Escrituras se decidió a
unirse con la iglesia remanente desoyendo la amonestación de
uno de sus máximos consejeros espirituales: “Hágase comunista,
borracho o ladrón, pero no se haga adventista”.

Quito, la capital de la nación, hablaba también de las


condiciones y posibilidades de hoy en Ecuador. La concurrencia
a las conferencias dictadas por el pastor Arturo Schmidt en 1968
fue admirable. La prensa y la radio se mostraron liberales y
generosas. Los bautismos en Quito fueron ese año 163, y en
todo el país, 494, tantos como miembros de iglesia había el 21
de marzo de 1952, después de 48 años de trabajo.
111
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El pastor Luis Rueda, que dirigía la obra evangelística y


pastoral en la capital del Ecuador, continuó ofreciendo un
programa radial una vez por semana, sin gasto alguno, con una
audiencia numerosa, que no podía ser invitada a estudiar
sistemáticamente las Escrituras, porque no habría cómo
atenderla.

La Clínica Americana, creada y donada por el Dr. W. W.


Stiles en Quito, y atendida por él y un buen cuerpo de
colaboradores, tuvo buen nombre y cumplió una elevada
misión. El Colegio Adventista del Ecuador, en Santo Domingo
de los Colorados estaba en pleno desarrollo. Su construcción se
inició en 1966, tenía en ese entonces 288 alumnos, en una
atmósfera sana de campo, de buena voluntad, abnegación y
trabajo frente a las comodidades limitadas, de afán de
superación y de ideales de servicio cristiano.

La República del Ecuador, con sus casi 6.000.000 de


habitantes de hace 40 años, manifestaba un crecimiento
acelerado. Gracias a la perseverancia de los primeros obreros,
quienes siguieron sembrando ante el aparente fracaso, la obra se
arraigó y fructificó de manera notable.

Bodas de Oro con la Iglesia Adventista

Fueron muchos los hermanos de la Asociación


Bonaerense, de la Asociación de Cuyo y de otras partes que
conocieron al hermano Armando Biaggi. Lo apreciaron por su
extraordinaria actividad en todo lo que sea difundir el mensaje y
cuidar de la grey del Señor.

112
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

En los 70 nuestro hermano cumplió cincuenta años como


miembro de iglesia. Fue bautizado en 1920 en Florida, Buenos
Aires, por el pastor Luis Rojas. Desde entonces militó en
diversos lugares destacándose siempre como un consagrado
predicador laico. Los hermanos de Mendoza, San Martín de
Mendoza, Palmira, San Juan, Villa Mercedes de San Luis;
Morón, Villa Urquiza, Villa Adelina y San Martín en el Gran
Buenos Aires, recuerdan con aprecio cristiano la forma en que
nuestro Armando siempre trabajó en la iglesia prestando sus
servicios desinteresados y cooperando en todo lo que la edifica y
vigoriza.

Cuando estaba cerca de cumplir 75 años de edad, no


estando ya en condiciones de efectuar una obra demasiado
activa en la administración de la iglesia, aún su corazón y sus
oraciones estaban de lado de la verdad y del bien.

Entre los años 1968, 1969 y parte de 1970, a pesar de su


edad avanzada, este veterano luchador preparó a 12 almas para
que se unieran al redil del Señor por medio del bautismo o
profesión de fe. Recibía mucha correspondencia de quienes
apreciaron su espíritu y sus labores. Aún en la vejez podemos
seguir siendo productivos para el reino de los cielos!

La Biblia Habla, pero no Camina

Octelina Duarte de Senn, Instructora bíblica de la Iglesia


Central de Montevideo, Uruguay, comentaba que a unos treinta
kilómetros de la ciudad de Montevideo, había una señorita que
anhelaba tener una Biblia, libro del cual oía hablar en la
audición La Voz de la Esperanza. Escribió preguntando qué
113
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

debía hacer para poseerla. Mientras esperaba la respuesta, oraba


a Dios que le enviara a alguna persona que la orientase para
cumplir su gran anhelo. Dios la oyó y la fue guiando paso a
paso, hasta que llegó a su hogar la anhelada Biblia, dispuesta a
hablarle.

Esta señorita comenzó a estudiar las hojas guías del plan


La Biblia Habla. ¡Cuán feliz estaba al escuchar hablar a la Biblia!
Dedicaba mucho tiempo al estudio del Libro de Dios en forma
personal, aparte del que empleaba en contestar las lecciones. La
madre de esta señorita, una señora muy simpática, no se oponía
a que su hija siguiera lo que su corazón le indicaba, pero en
cuanto a ella misma, tenía sus propias ideas religiosas y de
ninguna manera pensaba cambiarlas pues eran las que le habían
enseñado desde pequeña. Sin embargo escuchaba atentamente
la lectura de la Biblia que su hija hacía en voz alta. Fue pasando
el tiempo. La señorita estaba felicísima al ver que todos sus
interrogantes eran contestados por la Biblia, y se propuso que
seguiría estudiando y obedeciendo al Señor a medida que
comprendiese su voluntad. Su palabra era tan clara, ¿cómo
podría actuar de otra manera?

Un buen día, durante uno de los estudios, la madre


también dijo: “¿Cómo puedo creer otra cosa? Yo también haré
las lecciones contigo, hija, y continuaré escuchando los estudios
semanales, y juntas nos entregaremos al Señor”. ¿Qué había
sucedido? Las verdades de la Biblia la habían convencido.
¿Cómo iba a seguir creyendo las enseñanzas aprendidas desde
pequeña cuando la Palabra de Dios decía lo contrario?
El resultado fue que madre e hija fueron sepultadas en las aguas
bautismales en la Iglesia Central de Montevideo por el pastor
114
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Daniel Iuorno, demostrando así que se entregaban plenamente


a Dios. Manifestaron, además, que estaban dispuestas a llevar el
plan La Biblia Habla a otros hogares que no conocían el amor
de Dios.

“Lo que los seres humanos no podemos hacer con


nuestros argumentos, lo hace la Biblia con sus verdades, todas
ellas inspiradas. Que Dios nos ayude a estar siempre dispuestos a
transportar la Biblia a todo lugar donde haya personas deseosas
de conocerla y escucharla “hablar”. Los resultados se verán en
almas para el reino de Dios”, exhortaba Octelina de Senn.

Campaña Misionera de "Semana Santa"

Durante los días 24 al 29 de marzo, más de 160


predicadores laicos en otros tantos lugares se conectaron con
más de 2.500 personas que oían por primera vez, quizá, el
mensaje bíblico predicado por la Iglesia Adventista. Solamente
en tres lugares (Necochea, San Nicolás y Mar del Plata), se logró
reunir a más de 1.000 interesados. En los templos la asistencia a
las reuniones de evangelismo de “Semana Santa” fue buena, y en
algunos óptima, a pesar de que todas las iglesias celebraban
simultáneamente reuniones de barrio. Los jóvenes misioneros
voluntarios se integraron al plan realizando evangelismo de
“Semana Santa” a través de 17 proyectos de La Voz de la
Juventud.

La Iglesia de Almagro, Buenos Aires, tuvo siete lugares


de predicación bien concurridos. En Ezeiza, en una de las
reuniones de barrio a varios kilómetros de distancia, hubo
noche tras noche más de 40 personas nuevas. En San Martín, a
115
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

pesar de la lluvia del sábado, la gente asistió con paraguas a una


de las reuniones de barrio. En el barrio UTA se reunían entre
40 y 60 personas nuevas cada noche, en una carpa.

La Iglesia de Mar del Plata alquiló dos salones, y junto


con ocho lugares más de predicación alcanzó a más de 350
personas nuevas. En San Nicolás, más de 450 interesados
asistieron a siete reuniones de barrio el viernes de noche. En Los
Polvorines un solo predicador laico tuvo más de 50 oyentes cada
noche.

A partir del sábado 4 de abril, se celebraron en todas las


iglesias y en otros lugares, dirigidas respectivamente por el pastor
y por los predicadores laicos, las reuniones de la segunda etapa:
Investigación Bíblica durante siete semanas. Se esperaba que en
esta serie de reuniones se concretara el interés de muchas
personas nuevas, en la decisión de unirse al pueblo que guarda
los mandamientos de Dios y tiene el testimonio de Jesucristo.

Gracias al impulso que le diera el pastor Belvedere al


evangelismo en Semana Santa, por más de 45 años este evento
fue el puntapié inicial del evangelismo anual en las iglesias
adventistas.

Hágalo Por Teléfono

¿Qué puede hacer por el Señor una profesora que se


levanta muy temprano para estar a tiempo impartiendo sus
clases de la mañana; que al mediodía tiene escasos minutos para
una colación; que por la tarde tiene que seguir dando clases a
116
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

otros grupos de alumnos; que, terminadas las clases, regresa a


casa, cena, y aún tiene mucho trabajo por delante corrigiendo
pruebas y preparando las clases del día siguiente? Alguien diría:
¡Que duerma, pues! Pero el Señor sabe que pese a tener un
programa de trabajo muy recargado, el que es diligente y ama a
su Salvador buscará una oportunidad para hablar del amor
redentor de Jesús a todas las personas. Es más, Jesús siempre
llamó a personas ocupadas.

Tal fue el caso de Luisa de Abós Padilla, miembro de la


Iglesia de Concepción y profesora en un colegio de la zona. El
trabajo y la fatiga no le impidieron compartir su fe, la mayor
riqueza que poseía. De noche tomaba el teléfono, disca algún
número, y a la persona que atendía le decía que tenía mensaje
muy importante para comunicarle. Con frases muy cortas y
directas establecía el contacto, reconocía a los que manifiestaban
interés, y luego proseguía con un plan de estudios bíblicos. La
hermana Abós Padilla estaba feliz al separar esos pocos minutos
de su programa regular de trabajo, y estaba segura de que la
siembra le permitiría una cosecha abundante.

Quien considere que la predicación del evangelio es un


premio y un descanso siempre ahorrará tiempo para la tarea
misonera.

Predicando al Cura de Baradero

La hermana Oliva de Mora cuenta que en Baradero,


provincia de Buenos Aires, Argentina, se veían evidencias de
que el Señor envía a sus hijos a proclamarlo.

117
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Por 1969 ocurrieron una serie de hechos interesantes. Una


señora de alrededor de 70 años, recién llegada al barrio,
comenzó a trabar amistad con una hermana adventista. Vez tras
vez, viéndola efectuar la limpieza de la vereda de su casa, se
acercó para conversar y lo hizo con mucho entusiasmo. Nuestra
hermana pronto supo que la citada señora era la madre del
sacerdote que por entonces tenía a su cargo la parroquia del
lugar, iglesia que estaba situada casi frente a su domicilio. Un
hecho que le llamó la atención fue el frecuente uso que ella
hacía de expresiones como las siguientes: “Usted habla como el
padre [el sacerdote, su hijo], “usted habla de Cristo como nunca
oí hablar igual”, “qué bien habla usted”.

“Al principio me sentí inclinada a dudar de las


intenciones de sus palabras, pero poco a poco fui advirtiendo
que era un alma sincera. Cierta vez me dijo: —Nos vamos a unir
con todos los protestantes, pero no con ustedes. Me pareció
notar en sus palabras un dejo de tristeza, y luego respondí:
—Exacto, señora. Así lo indica la profecía bíblica, y la Sagrada
Escritura nunca se equivoca. ¿Cómo podría equivocarse
Dios?”La señora adventista tuvo la impresión de que su vecina
no entendió sus palabras.

Algún tiempo después conoció al sacerdote quien ya le


había visto varias veces conversando con su señora madre. La
ocasión llegó cuando la hermana Giglia De Marchi la invitó a
que lo visitaran a fin de darle un estudio bíblico ilustrado con
vistas luminosas. Realmente quedó perpleja ante la idea de la
señora De Marchi. “Consideré que era impracticable, pero sentí
que debíamos probar. Así lo hicimos y todo marchó bien.Cristo
nos tomó de la mano y casi sin darnos cuenta estábamos dentro
118
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

de la casa parroquial. El sacerdote había salido en bicicleta poco


antes, pero regresó enseguida y nos saludó con un apretón de
manos. Durante los primeros minutos, la conversación giró en
torno de asuntos que eran de actualidad en Baradero: el gran
aumento del espiritismo, los milagros de una secta llamada
Sanidad Divina, a cuyas reuniones concurrían protestantes y
también católicos —esto había llevado al sacerdote a tener un
altercado con algunos de sus fieles—, y por supuesto, la razón de
nuestra visita: mostrarle al sacerdote y a su madre una serie de
vistas que ilustraban el tan discutido tema del estado de los
muertos”.

La hermana De Marchi explicó las vistas y al final del


estudio bíblico se notó que todo ello le había causado muy
buena impresión. El sacerdote quedó aparentemente
complacido cuando supo que ilustramos con vistas luminosas la
mayor parte de los estudios bíblicos que presentamos en los
hogares. El plan era continuar haciéndolo con el sacerdote y su
madre, volver con otras películas y profundizar sobre otros
temas, especialmente los referentes a las profecías. Y aunque
sabían que ello no sería cosa fácil, confiaban en Dios, quien da
sabiduría y abre el camino para que se guíe a las almas a las
verdades de la Biblia.

No obstante, pronto cambiaron las circunstancias. El


sacerdote fue trasladado, posiblemente debido a su
enfrentamiento con sus superiores y fieles, según se puede
deducir de una nota publicada en un diario local y otras
referencias de fuentes bien informadas. Pero ello no cambió el
propósito de seguir compartiendo la fe con estas dos almas. La

119
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

señora De Marchi decidió enviar a la nueva dirección del


sacerdote un abultado sobre con estudios bíblicos.

Concepción en Marcha

El hermano O. Mainhard, director de las Actividades


Laicas de la Iglesia de Concepción, relató que se habían unido
para evangelizar esta gran ciudad, llevando el mensaje de
salvación a muchos. “Con este fin podemos apreciar que
centenares de hermanos trabajan con gran entusiasmo en todas
las actividades evangelizadoras en favor de la comunidad”, decía
este laico.
En el marco del plan La Biblia Habla se fijaron un
blanco de distribución de mil Biblias en el año 1969. Un grupo
de hermanos ya estaba atendiendo a más de 300 estudiantes.
Otro grupo de 60 carteros misioneros sábado tras sábado
llevaban los cursos Tesoros de Vida y Juvenil de la Escuela
Radiopostal a más de 400 alumnos. Iban aumentando las
inscripciones y más hermanos se unían a las filas de este ejército
de carteros que llevan las buenas nuevas.

Además se habían abierto 7 nuevas filiales de la escuela


sabática en diferentes barrios de la ciudad. Dentro de poco
entraría en funciones una capilla portátil para facilitar la labor
de la predicación en los barrios apartados.

Una iglesia movilizada no tiene techo. ¡Será por eso que


el enemigo lucha tanto por desunirla o distraerla!

120
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

La Filial Rodante

Un grupo de hermanos comenzó a evangelizar cierto


territorio en la ciudad de Concepción con el plan La Biblia
Habla. A falta de un lugar apropiado, reunieron a los
interesados en el ómnibus con el cual un hermano trabajaba los
días hábiles, y allí desarrollaban sucesivamente dos programas de
escuela sabática filial: una para niños y otra para adultos. Al
crecer el interés gracias a esas filiales, los hermanos se
apresuraron en construir una capilla fue inaugurada en octubre
de 1969. Del ómnibus los creyentes fueron trasladados a la
flamante capilla en la cual se organizó una escuela sabática.
Cuatro meses después se organizó con ese grupo una activa
iglesia, con la presencia de los administradores de la asociación
local, representantes de la unión y del director de Escuela
Sabática de la División Sudamericana, el pastor Sergio
Moctezuma. Iglesia, corazón y filiales es una clave que todo
adventista debe entender. Cuando una iglesia tiene una escuela
sabática (corazón) cuyos latidos mueven a la acción a todos los
miembros y gracias a esa actividad surgen muchas filiales.

Una Fecha Memorable

En Chile, desde Arica hasta Punta Arenas, los


predicadores laicos firmaron un pergamino en el cual
estamparon junto a su nombre la cifra que representa la
cantidad de almas que, con la ayuda de Dios, esperaban ganar
durante el año 1970. El trabajo previo con el plan La Biblia
Habla y con los carteros misioneros, y luego el cultivo del interés
mediante las escuelas sabáticas filiales, permitieron ver pronto

121
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

formarse muchos grupos que más tarde se transformaron en


iglesias.

Se recomendaba reunir a los interesados de una zona


determinada y organizar con ellos una escuela sabática filial, y
con ese mismo núcleo poner en marcha un centro de
predicación. Con esfuerzo y constancia, pronto se tendría la
satisfacción de ver surgir un grupo, el que más tarde se
convertiría en una iglesia. Dividiendo la iglesia es como se
multiplican los miembros.

Jubilados En Acción

Suele decirse que la vida plena comienza a los cuarenta,


pero por la actuación de algunos pareciera que en verdad
comenzara a los sesenta años. Tal es el caso del pastor Benjamín
Bustos Flores, quien fue presidente de campo y departamental,
después de jubilarse fue el pastor de La Voz de la Esperanza para
Santiago. Visitaba a todas las personas de la capital chilena que
escribían a la Escuela Radiopostal. Cuando encontraba personas
realmente interesadas las seguía visitando, para confiarlas luego
al cuidado del pastor del distrito correspondiente. El pastor
Bustos atendía personalmente los casos que consideraba más
difíciles. Como fruto de su trabajo, en 1969 logró incorporar a
la iglesia a 16 nuevos conversos.

Una joven alumna del curso Tesoros de Vida, Alicia


Miranda, escribió a la Escuela Radiopostal pues deseaba
sinceramente poner en práctica en su vida los principios
aprendidos mediante las lecciones, pero encontraba la oposición
frontal de sus familiares. Al visitarla el anciano pastor Bustos,
122
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

tuvo la suerte de poder entrevistarse a solas con ella y aprovechó


para animarla a seguir adelante. En otra visita conoció a la
abuela de Alicia quien sirvió de nexo para entrar en
conversación con los padres de la joven. Casi sin darse cuenta
éstos consintieron en que el jubilado les diera estudios bíblicos
en su hogar, y antes de mucho toda la familia descendía a las
aguas bautismales para unirse a la iglesia. Alicia también quería
realizar la misma obra misionera que hacía el pastor Bustos.

La vida es un regalo de Dios, y los misioneros laicos o


pastores no se jubilan nunca del todo!

El veterano pastor Pablo Gómez, de la Argentina,


jubilado a fines de 1969, en febrero de 1970 viajó a Panamá,
meses antes de asistir al congreso de la Asociación General de
Atlantic City. Una semana después de llegar a Panamá comenzó
a colportar. En mayo de 1970 su nombre encabezaba la lista de
colportores de la Misión Panameña habiendo entregado libros
por valor de 972,40 dólares. Cabe destacar que el pastor Gómez
no había dedicado todo su tiempo al colportaje en ese mes, pues
también dirigió con señalado éxito una semana de oración en
un colegio adventista local. Un obrero jubilado que vuelve al
colportaje enaltece el ministerio de las publicaciones.

Por Favor, Váyanse

El pastor Raúl J. Pérez, director de Actividades Laicas y


Publicaciones de la Asociación Paraguaya, se preguntaba “qué
hace el público que asistió a una conferencia cuando al terminar
la misma se le agradece por haber concurrido y se lo invita a
volver la semana siguiente. Generalmente se levanta de sus
123
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

asientos, se queda o no unos momentos a saludar, y luego se va.


Es lo más corriente y también lo más lógico y lo que
corresponde. Tal vez por esa razón en los cursillos sobre
evangelismo público no se dedique ni un par de minutos
al asunto, ni tampoco en los manuales que tratan sobre el tema
aparece algún capítulo titulado “Procedimiento a seguir para
hacer que la gente se vaya a su casa”.

Los predicadores voluntarios no están instruidos sobre el


particular y esa falta de preparación sorprendió al hermano Flor
y le provocó una situación embarazosa. Acababa de finalizar su
conferencia, todo había resultado bien hasta ahí, pero cuando
anunció que había terminado y que esperaba a todos sus oyentes
la semana venidera, comprobó con gran desconcierto que nadie
se movía ni un solo centímetro de su asiento.

Junto con su esposa, que estaba a cargo de los niños que


asistían, Eduardo Flor atendía un hermoso grupo de hermanos
de la campaña en San Vicente (Atyrá), a unos 50 kilómetros de
Asunción. Ambos cumplían un abnegado trabajo y
representaban adecuadamente lo que puede hacer Dios en favor
de las almas con la colaboración de los hermanos laicos. El
hecho de comprender y hablar perfectamente el guaraní les
proporcionó una ventaja en aquella zona donde predomina el
uso de la lengua vernácula que, por otro lado, es la que más
hondo cala en el corazón del generoso pueblo paraguayo.

Precisamente el Hno. Flor estaba comenzando su primer


ciclo de conferencias en idioma guaraní. Cuando se repuso del
primer momento de vacilación, sonrió complacido y con voz
clara y pausada volvió a informar a la concurrencia que la
124
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

reunión había tocado a su fin, que quedaban todos invitados


para la semana siguiente y que tuvieran todos muy buenas
noches. Quedó esperando a que la gente se dispersara pero, con
creciente ansiedad, vio que nadie hacía el menor intento de
retirarse. ¿Qué hacer?

Al llegar, el público había comenzado por ubicarse en el


interior de la capilla, pero pronto ésta resultó chica para
contener a tanta gente y hubo que improvisar un salón al aire
libre para poder dar comodidad a unas 130 personas. Esta cifra
puede parecer pequeña, pero no lo era para aquel lugar de muy
baja densidad de población. En realidad, era de por sí un hecho
inusitado en cualquier parte del Paraguay que asistieran 130
católicos a una capilla protestante. Pero esas personas
escucharon y vieron con interés la conferencia ilustrada con
diapositivas, y ahora, terminado todo y después de haber sido
despedidos ya dos veces, todavía estaban ahí esperando ver y oír
algo más.

“Tuve que decirles por tercera vez que les agradecíamos


su presencia —cuenta el hermano Flor— y que por esa noche
todo había terminado, y ni aun así se decidían a irse. Finalmente
opté por sacar la sábana que usamos como telón para las
diapositivas, guardé la proyectora e hice ademán de irme. Sólo
entonces la gente se dio por enterada y comenzó a dispersarse.
Poco faltó que tuviéramos que pedirles por favor que se fueran,
tal era el interés que demostraban”.

Le preguntaron al hermano Flor cuál era, según su


parecer, la razón de semejante éxito. ¿Cómo fue posible que sin
mayores gastos de propaganda, sólo una humilde invitación
125
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

mecanografiada, y sin equipo de obreros especializados se


lograra ese excelente resultado? ¿Qué se le prometió a la gente
para que asistiera? ¿Había algún premio, algún sorteo? ¿Cuál fue
el resorte oculto en su predicación para que el público escuchara
absorto desde el comienzo hasta el final y para que permaneciera
como clavado en los asientos a pesar de los esfuerzos del orador
para que se fuera?

“El éxito de la reunión, dijo entusiasmado Eduardo Flor,


lo dio Dios, pero se debe al trabajo de los hermanos del lugar
que trajeron a los invitados, y a la valiosa ayuda del colportor
Hernán Monsalvo”. Efectivamente, este último, que ya había
hecho un esfuerzo similar en la misma zona, vislumbró lo
mucho que podría lograrse si se predicara en guaraní. Este
hombre, con su experiencia, resultó una valiosa ayuda para el E.
Flor y fue el alma de la campaña realizada para invitar al
público. Ambos estaban entusiasmadísimos; con la ayuda de
Dios y la colaboración de todos los hermanos del grupo,
emprendieron esfuerzo laico que pronto comenzó a dar frutos:
41 personas inscriptas en el curso de la Escuela Radiopostal.

El éxito de las reuniones del hermano Flor se debe,


según él, a Dios y a la colaboración de los hermanos. Su
modestia no le permite decir que él hizo de su parte lo mejor
posible. Lo ocurrido en San Vicente nos hace recordar la
profecía de Amos 8: 11, y aunque no se cumplió porque hubo
un intrépido hermano laico que sació el hambre y la sed de oír
la Palabra de Dios.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Una Iglesia Trabajadora

La iglesia de San Martín, en la provincia de Buenos


Aires, fue una congregación muy laboriosa, y como consecuencia
de esa actividad, lograba mucho éxito en aspectos diversos de sus
campañas misioneras.
En lo que se refiere a la obra misionera, casi la totalidad
de sus miembros participaron en ella, de una manera u otra,
especialmente involucrados en el plan La Biblia Habla. Se
realizaron grandes esfuerzos en ese sentido, y se efectuaron varias
graduaciones. En una de ellas recibieron sus diplomas 53
personas. En el año 1969, se repartieron 253 Biblias con este
plan, y se corregían más de cien lecciones por semana. Toda esta
tarea dio buenos frutos para la iglesia del Señor. En tres años se
bautizaron 54 personas. También se formó un grupo grande de
adventistas en el barrio de Loma Hermosa, cercano a Campo de
Mayo. Muy pronto esos nuevos miembros de iglesia estaban
ocupados construyendo su capilla.

La Misión en Manos de los Laicos del Paraguay

El pastor Raúl Perez, director de Actividades Laicas en el


Paraguay, testificaba del despertar de un gran fervor misionero
entre toda la hermandad. Las hermanas de la Sociedad de
Beneficencia Dorcas, estaban con las manos llenas de trabajo y
realizaban su abnegada labor en favor de los necesitados en una
manera constante y silenciosa que sin duda alguna trajo
engrandecimiento a la obra de Dios. Los hermanos laicos
estaban como nunca antes dispuestos a dar de su tiempo y de
sus energías para el Señor, y hermosas experiencias estaban
coronando sus esfuerzos.
127
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El hermano Juan Vargas, de Asunción, era un gran


ganador de almas. Aunque no era un gran predicador, mientras
ejercía su profesión de peluquero no pasaba mucho tiempo
antes de que su amable conversación con el cliente tocara los
temas espirituales; y a la postre, el cliente decidía visitar la
iglesia. Así nuestro hermano trajo muchas almas a Cristo.

En Encarnación había además un entusiasta grupo de


hermanos que Dios utilizó provechosamente, entre ellos Carlos
Celano, desde hace varios años anciano de iglesia y brazo
derecho de los diferentes misioneros que la pastorearon. Carlos
se valía de los rollos de láminas para predicar, así ganaba almas y
atendía un grupo de interesados en Mboikaé, en la casa de la
hermana Ezcurra de López. Precisamente esta creyente, aunque
analfabeta, en nueve años ganó nueve almas para Cristo. Su
método era sencillo: cuando oía un pasaje de la Biblia que le
gustaba, marcaba la página y después le pedía a la gente que por
favor le lean en esa página hasta encontrar el texto que le gustó.
Así esas personas se interesaban en la verdad.

Leocadio López fue conocido como un predicador laico


excepcional. En 1970 estaba preparándose para dirigir su
segundo ciclo de conferencias ese año. Luego de predicar en
Zeballos Cué, el interés despertado fue afirmado en una filial
que dirigieron otros hermanos laicos, los esposos Streich. El
grupo de San Vicente fue atendido regularmente ahora por otro
laico, Maximiliano Ferretti, quien suplía su falta de experiencia
con un entusiasmo y una dedicación excepcionales.

Por su parte los jóvenes realizaron un excelente trabajo


con el plan La Biblia Habla. Se destacaron Rafael Navarro y
128
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Alejandro Correa, ambos de 17 años, quienes ganaron a siete


almas. Aunque no hubiera experiencias extraordinarias, cada
cual de una u otra manera estaba haciendo su parte, en la
medida de sus posibilidades, para que el nombre del Señor fuera
glorificado.

Oriol González fue otro predicador laico que por


primera vez está dictó un ciclo de conferencias e investigación
bíblica en idioma guaraní. El mismo financió la propaganda y
las Biblias que usó para su cursillo, que dirigía los miércoles y
domingos y para lo cual tenía que trasladarse en ómnibus dos
veces por semana desde Asunción hasta Piribebuy, a 80 km de
distancia. Allí debía quedar hasta el otro día, porque al finalizar
la conferencia ya no había servicio de ómnibus. El interés
despertado fue tal que organizó y dirigió una escuela sabática
filial, que se celebraba los sábados por la mañana, secundado
por su hija Sira en la atención de los niños.

129
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

EPÍLOGO

Los adventistas del 70 tenían bien en claro que el


mensaje debía ser conocido por todo el mundo, de las maneras
más diversas en las que se pudiera alcanzar a las personas. Para
esto la iglesia diversificó sus esfuerzos, siempre teniendo en
cuenta que el objetivo de cada método era interesar a las
personas en el mensaje de la Biblia.

El mundo no debe conocer la iglesia, sino el mensaje


redentor y verdadero encomendado por Dios a su iglesia
verdadera del fin. Es el mensaje lo que redime, transforma y
convierte a las personas.

En consecuencia, todo esfuerzo por interesar a las


personas que no termina en el ofrecimiento de la Palabra de
Dios, y en la atención de las personas a través de un curso de
estudio bíblico personal o al menos grupal llega a ser
promoción, no evangelización. La iglesia, trabajando así, puede
llegar ser conocida y hasta respetada, pero no crecerá
cuantitativa ni cualitativamente.

Siempre la mies fue mucho mayor a los obreros


disponibles. Eso pasó en tiempos de Cristo, en el 70 y hoy. El
impacto por sí solo no es el verdadero objetivo a seguir. El
objetivo es que las personas interesadas sean confrontadas con el
mensaje de la Palabra de Dios. Si las energías de la iglesia se
concentran en esto, la obra será grandemente estimulada.

Cuando la iglesia se una en este propósito evangelizador,


de manera que su agresividad sea más discipuladora que
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

promocional, podrá terminarse de preparar un pueblo para la


venida del Señor.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

SUPLEMENTO FOTOGRÁFICO

El templo de Rosario del Tala, construido gracias al esfuerzo de


los hermanos de esa localidad y de la iglesia de Obispo Norte

Autoridades inauguran el templo de R. del Tala

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Feligresía de la iglesia de Menque, Chile

Vista exterior del templo de Menque, Chile


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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El Dr. Nolze y demás colaboradoes del dispensario en Córdoba

Vista de la carpa en la que predicó el pastor Daniel Belvedere


en San Nicolás

134
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El alcalde de Camaná promueve las conferencias del


pastor Luis Alaña

El pastor Werner Mayr hablando en la Biblioteca Nacional de


Santiago.

135
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

A la izquierda nueva capilla en Umuchi, con capacidad


para 800 personas.

El pastor Montevilla predicando a las personas convocadas por


su programa de radio

136
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El auditorio reunido por el pastor Montevilla gracias a las


audiciones radiales.

Esperanza Llontoy junto al pastor Francisco Piro

137
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Elías Cajas muestra el libro Hacia la Edad de Oro gracias al cual


se convirtió y unió a la Iglesia Adventista

Público que asistió al plan para dejar de fumar en Córdoba

138
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El Dr. Janetzko y el pastor Enrique Chaij, a cargo del plan para


dejar de fumar.

El pastor Luis Alaña celebra un bautismo en la Misión Peruana


del Sur

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Templo inaugurado en Camaná, Perú

El pastor Eduardo Cayrus celebra un bautismo en la


Misión Peruana del Norte

140
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El pastor Treptow celebra un bautismo numeroso en Oasis,


Misiones
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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Panel de evangelismo en el Congreso de la Unión Austral de


1970, dirigido por los pastores Juan Carlos Viera, Victor
Ampuero Matta, Enoch de Oliveira, Antonio Arteaga, Daniel
Belvedere y el Dr. Oldemar Beskow.

Lancha Luzeiro V

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Parte de las 101 personas bautizadas en el ciclo de Copiapó,


Chile

El pastor Jore Riffel y las hermanas Valverde y Avilés.

143
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Hilda y Luz Rojas, campeonas de la Recolección en la Misión


Peruana del Sur

Aníbal Pittau atiende a una paciente en la lancha Luzeiro V. Su


esposa Erica observa en segundo plano.

144
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El pastor Japas predicando en el ciclo de Madrid

Dres. Iván y Ezequías Losso.

145
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El pastor Julio Momtevilla predicando por radio en Bolivia

Algunas de las almas ganadas por el pastor Montevilla gracias a


la combinación entre radio y evangelismo público

146
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

El pastor Walter Cameron al cierre de sus conferencias en


Los Ángeles, Chile.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Jóvenes jujeños ganados para Cristo por el programa Una Luz


en el Camino y la Escuela Radiopostal

Armando Biaggi, fructífero obrero voluntario, y su esposa María.

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PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Hermana Abós Padilla dando estudios bíblicos por teléfono

Salón de Tocopilla donado por las hermanas Yañez.

149
PARA QUE EL MUNDO CONOZCA

Público reunido en el Embassy Audotitorium escucha la palabra


del pastor Arturo Schmidt

Hermano Carlos Celano predicando en Mboikaé

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