Mexico Barbaro
Mexico Barbaro
Mexico Barbaro
Se nos habla de los yaquis de Sonora, quienes por una radical orden del
presidente Porfirio Díaz eran deportados a Yucatán. Cada mes cientos de familias
eran recogidas para ser enviadas al exilio y nadie sabía qué era de ellas después.
Los yaquis eran personas sumamente trabajadoras y pacíficas y formaban parte
de la nación mexicana hasta que fueron incitados por el gobierno, al querer
quitarles su tierras, a tomar las armas. Esta guerra fue larga y terrible, muriendo
en ella miles de personas; a su término los yaquis que se habían rendido
recibieron territorios en el norte de la República, resultando ser una zona
desierta y uno de los lugares más inhóspitos de América, por lo que se vieron
obligados a mezclarse con pueblos cercanos perdiendo así parte de la tribu yaqui
su identidad. Son estos yaquis pacíficos a los que se aprehende y se deporta a
Yucatán, siendo vendidos en ese lugar y apropiàndose las autoridades del
gobierno del estado de Sonora todos sus bienes, resultando estos yaquis una
gran inversión.
Los norteamericanos que emprenden negocios en México son muy bien tratados.
Las más grandes exigencias de gratificación están compensadas con creces por
los privilegios especiales que luego disfrutan. Para ellos el régimen de Díaz es el
más sabio, el más moderno y el más benéfico, pero para los mexicanos comunes
es un tratante de esclavos, un ladrón, un asesino.
El Presidente, el gobernador y el jefe político son tres clases de funcionarios que
representan todo el poder en el país. Ninguno es responsable de sus actos ante el
pueblo. Es el régimen dictatorial personalista más perfecto que hay en la tierra.
Los elementos represivos de su régimen son: el ejército (máquina de asesinar e
institución de destierro); las fuerzas rurales (policía montada, emplean sus
energías en robar y matar por cuenta del Gobierno) ; la policía ; la acordada
(organización secreta de asesinos); la ley fuga (forma de asesinar muy utilizada);
Quintana Roo, la “Siberia mexicana” (soldados-presos); las cárceles (grandes
horrores –Belén y San Juan de Ulùa-) y los jefes políticos.
Se nos presentan algunas evidencias que para muchos prueban la esclavitud que
había durante el mandato de Porfirio Díaz y que para otros son solo puras
mentiras y que al tratar de comprobarlas acaban aceptando una u otra de estas
mentiras hasta que confiesan que es verdad toda la historia.
Se nos presentan una serie de artículos periodísticos de personas que lo
defienden, pero que al mismo tiempo reconocen algo de lo que escribió Turner
en The American Magazine (los 5 primero capítulos de este libro, pero en forma
mucho más reducida).
Los Estados Unidos son socios en la esclavitud que existe en México. Son
responsables como fuerza determinante de la continuación de esa esclavitud y
los son a sabiendas. Hay muchos norteamericanos dispuestos a probar que la
esclavitud en México es provechosa, han aportado su concurso para que ese
régimen se extienda, le otorgan su apoyo unánime y total a Díaz pues consideran
que es un factor necesario para perpetuar la esclavitud. Estados Unidos ha
mantenido a Díaz en el poder cuando debiera haber caído. El poder policiaco se
ha usado para destruir el movimiento de los mexicanos.
Por medio de la asociación en los negocios, de la conspiración periodística y de la
alianza política y militar, los Estados Unidos han convertido virtualmente a Díaz
en un vasallo político, han transformado a México en una colonia esclava de los
Estados Unidos. Díaz es el Becerro de Oro, los norteamericanos obtienen
utilidades de la esclavitud mexicana y se esfuerzan para mantenerla.
Existe en México un creciente sentimiento antinorteamericano, dado que el
pueblo mexicano es naturalmente patriota.
Existen en México 900 millones de dólares de capital norteamericano lo que
representa una gran amenaza, pues es un buen pretexto para intervenir en
México con la finalidad de proteger su capital y así destruir la última esperanza de
los mexicanos de obtener su existencia nacional independiente, este capital se
encuentra invertido en: el consorcio de cobre, la producción de petróleo crudo, el
azúcar de remolacha, el hule y el negocio de transportes por exprés. El 80% de las
exportaciones mexicanas se hacen a los Estados Unidos y el 66% de las
importaciones provienen también de ahí.
La completa norteamericanizaciòn de los ferrocarriles de México es una de las
amenazas que se mantiene sobre el pueblo para impedir que derroque al
gobierno que le es especialmente favorable.
Este capítulo relata cómo los Estados Unidos han entregado sus recursos
militares y civiles en manos del tirano y con tales recursos lo han mantenido en el
poder. Por el reinado del terror así establecido por los Estados Unidos han
mantenido ahogado un movimiento, que de otro modo, hubiera desarrollado
fuerza suficiente para derrocar a Díaz, abolir la esclavitud mexicana y restaurar el
Gobierno constitucional en México.
Algunos de los procedimientos empleados en la campaña de deportación que
llevó acabo Estados Unidos para ayudar a Díaz fueron: iniciar procesos de
extradición bajo acusaciones de “homicidio y robo”; deportarlos por medio del
Departamento de Migración bajo el cargo de “inmigrantes indeseables” (fue el
más efectivo); secuestros descarados y entregas criminales al otro lado de la
frontera.
En este capítulo también se nos habla de varias historias sobre persecuciones
supresiones de periódicos, las cuales fueron muy comunes durante el gobierno
de Díaz, de hecho eran el pan de cada día.
En general los norteamericanos tienen la opinión de que Díaz es una “muy buena
persona” y que es el hombre más grande del hemisferio occidental, pero los
hechos hablan por sí mismos y lo califican como un hombre misterioso.
Díaz ha gastado millones para tinta de imprenta en los Estados Unidos, en donde
solo se habla maravillas de él. La mayoría de los hombres son vulnerables al
halago y Díaz sabe halagar, es generoso en regalar a los hombres cuya buena
opinión influye en otros.
Díaz se ha dedicado a perturbar la paz mediante una guerra sangrienta contra los
movimientos democráticos respetables del pueblo, pero esto no lo ven los que lo
admiran.
Porfirio cuenta con facultades personales, como genio para la organización,
agudo juicio de la naturaleza humana y laboriosidad, pero estas características
las utiliza para mal. Es inteligente, pero su inteligencia se puede calificar como
criminal al idear métodos para reforzar su poder personal; no tienen nada de
refinamiento ni de cultura. Es sumamente cruel y vengativo y a la vez cobarde y el
pueblo ha sufrido por estas causas.
El General ha demostrado gratitud para algunos de sus amigos, pero al hacerlo
ha exhibido al mismo tiempo su absoluto desprecio por el bienestar público.
Otra de sus principales características es la hipocresía y la falta de patriotismo.
Lo único a lo que se dedicó Díaz fue a entregar a su pueblo al dominio
norteamericano y todo por un beneficio personal, nunca buscó el beneficio
colectivo.