Ensayo Sobre El Perdon
Ensayo Sobre El Perdon
Ensayo Sobre El Perdon
Introducción
También hay quienes piensan que perdonar es olvidar lo ocurrido, o que se tiene que hacer
porque la religión dice que hay que perdonar. Cada una de las ideas anteriores son errores
conceptuales acerca del perdón que están erradas y han sido fundamentadas por la cultura y la
religión, creando una disonancia cognoscitiva entre lo que realmente es el perdón y las
creencias que se tienen acerca del mismo.
Considera que es el sentimiento de paz que va naciendo a medida que el dolor se deja de
tomar personalmente, se va asumiendo la responsabilidad de los sentimientos, y se pasa de
victima a héroe en la historia que dio origen al acto ofensivo. El perdón es experimentar la paz
en el momento presente, El perdón no modifica el pasado, pero cambia el presente. Perdonar
significa que a pesar de estar herido, uno decide lastimarse y afligirse menos.
perdonar no es absolver. No implica borrar la falta como por arte de magia o hacerla a un lado
como si nada hubiera pasado. El hecho queda registrado en la historia y por tal razón el pasado
siempre está vivo de alguna manera en la memoria. La absolución total y radical sólo existe en
la ilusión de lo sobrenatural, en la visión teológica y religiosa.
Coherencia entre lo que se dice y lo que se hace porque de palabra podemos expresar cosas
muy hermosas, y convencer al mundo de que deseamos con toda el alma ponernos en paz con
nosotros mismos y con las personas que ofendimos, pero en la realidad diaria continuamos
actuando con las mismas actitudes y resentimientos que de boca dijimos haber superado. Si no
estamos convencidos del perdón para decir y actuar en consecuencia es mejor abstenernos
mientras no tengamos la seguridad de ser coherentes entre el pensar, el decir y el actuar.
Ser inteligente y actuar inteligente Uno es tan enfermo como los secretos que maneja y si de
alguna manera no los expulsa, estos secretos seguirán corroyendo el alma y los sentimientos.
Cada creencia religiosa tiene sus propios ritos de perdón, ya sea la confesión de boca en la
católica, ante una imagen religiosa, ante la comunidad, en el campo o, como puede sugerirlo o
insinuarlo una sana lógica: Admitir ante Dios, ante otro ser humano y ante nosotros mismos la
naturaleza exacta de los errores que cometidos y con los cuales hayamos ofendido a otros.
Esta ofensa pudo ser de palabra o de acción
Desarrollo
el perdón se contempla en todas las sociedades humanas como una forma que permite la cura
del alma y el progreso espiritual. El que perdona no solo se cura a sí mismo, sino que su alma
entra en paz, teniendo una mayor vitalidad y un claro sentido del para que se vino a esta
existencia. La falta de perdón, quizás es el motor que en la actualidad promueve tantas
enfermedades de índole psicológicas, entre ellas la depresión
En donde sea que nos encontremos existirán personas a nuestro alrededor que con sus
acciones nos dañarán, por ello es importante el saber perdonar; yo creo que perdonar es algo
que hacemos por nosotros mismos y no por la persona que nos ha herido; ya que, al perdonar,
es como poner a un prisionero en libertad y descubrir que el prisionero… eres tú… Por lo tanto,
abarcaré cuál es el significado de perdonar, su importancia y que es lo que nos puede
ocasionar el no poder perdonar a esa persona que nos lastimó.
Una persona que perdona puede recuperarse del daño que sufrió. Está dispuesta a dar una
oportunidad de cambio a quien se lo hizo y construir una vida nueva y creativa. La venganza, el
rencor y el odio son sentimientos que pueden albergarse en nuestro corazón si no
perdonamos.
“Perdonar es el camino de la sanación… es el dejar marchar la dureza que se tenía hacia una
persona; soltando todas esas cosas que abrigábamos contra ésta y soltándola de ese vínculo…
perdonar es un proceso que dura toda la vida y se va recibiendo la gracia en cada momento”.
(Tomado del libro Sanación Intergeneracional, por el padre Robert DeGrandis S.S.J. y Linda
Schubert).
El perdonar no borra el mal hecho, no quita la responsabilidad al ofensor por el daño ni niega
el derecho a hacer justicia a la persona que ha sido herida. Tampoco le quita la responsabilidad
al ofensor por el daño ocasionado… Perdonar es un proceso complejo. Es algo que solo
nosotros mismos podemos hacer…Paradójicamente, al ofrecer nuestra buena voluntad al
ofensor, encontramos el poder para sanarnos… Al ofrecer este regalo a la otra persona,
nosotros también lo recibimos (Robert Enright, marzo de 1995).
Aquí es donde radica la importancia del perdón, es decir, liberarse de todo lo soportado para
seguir adelante. Poner fin al ciclo del dolor por nuestro propio bien y por el bien de futuras
generaciones. Es un regalo que debemos proporcionar a nuestros hijos. Podemos pasar del
dolor a la compasión. Cuando perdonamos, reconocemos el valor intrínseco de la otra
persona.
Y como nos dice Angélica Ahumada de Marroquín: se habla mucho acerca del perdón, pero, en
realidad, ¿Cuántas personas poseen las virtudes para perdonar? Es una decisión, una actitud,
un proceso y una forma de vida. Es algo que damos a otras personas y algo que aceptamos
para nosotros.
El perdón es un acto que involucra tu fuerza de voluntad con el que te das cuenta que está en
tu poder desprenderte de algo que te roba energía o tranquilidad.
Edgar Cayce, cuyo trabajo de vida lo llevó a ser llamado “místico más grande de América y
padre de la medicina holística”, nos dice que las razones por las que las almas se retrasan en su
evolución se relacionan con el odio y el resentimiento, es decir, por no perdonar.
Muchas veces la primera reacción que tenemos cuando alguien nos hizo daño, es hacerle un
daño igual. De eso trata la venganza. Un viejo rey llamado Hammurabi dijo que si alguien nos
quitaba un ojo, nosotros debíamos quitarle el suyo también. Pero Mahatma Gandhi supuso
que, de ser así, todos acabaríamos ciegos. Por eso, renunciar a la venganza es detener una
cadena de males para todos los seres humanos.
El rencor consiste en tener sentimientos de odio por quien nos dañó. Esos sentimientos
ocupan nuestro pensamiento, como si llenáramos una habitación de cosas inútiles que
terminen por echar a perder las partes buenas de la casa. Mediante el perdón hay que tirarlas
poco a poco a la basura. La habitación quedará lista para recibir lo mejor que ofrece la vida.
“Cuando alguien nos lastima, debemos escribirlo en la arena, donde los vientos del perdón
puedan borrarlo, pero cuando alguien hace algo bueno por nosotros, debemos grabarlo en
piedra donde ningún viento pueda borrarlo. Aprende a escribir tus heridas en la arena y grabar
con piedra tus aventuras”.
Conclusiones
Vivir los valores, ¿Tienes el valor o te vale?, Editorial Televisa, pág. 120-127.