Chang 2006
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Chang 2006
Trabajos originales
Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas
RESUMEN
Palabras clave: Neoplasia intraepitelial cervical, infección por virus del papiloma
humano, adolescentes.
En la primera mitad del siglo xx el cáncer cervical invasor era el cáncer más común del
tracto reproductor femenino en EE. UU. Desde 1950 tanto la incidencia como la tasa de
mortalidad han disminuido, de modo que la enfermedad ocupa ahora el segundo lugar
en incidencia después del cáncer de ovario en la población femenina total.1
Cada año se producen en todo el mundo alrededor de 466 000 casos nuevos de cáncer
cervicouterino, que provoca la muerte de 231 000 mujeres por año,1 de las cuales más
de 80 % ocurren en los países en vías de desarrollo.
En el año 1998 la tasa de cáncer de cuello uterino en Cuba fue de 6,6 x 100 000
mujeres. La citología orgánica se realiza en la población femenina de 25 a 59 años que
haya tenido vida sexual activa, con periodicidad cada 3 años. La unidad de detección se
cumple en los Consultorios de Médicos de Familia, en los Policlínicos con Médicos de
Familia o en los Hospitales Rurales que realicen acciones primarias de salud.
La adolescencia fue considerada por largo tiempo como una etapa de tránsito entre la
niñez y la adultez, y, por lo tanto, se le dedicaba escasa atención. En la medida en que
las sociedades se han ido desarrollando, la “adolescencia” ha ido adquiriendo cada vez
mayor importancia; esto está dado, entre otras cosas, por el incremento de años de vida
de los individuos que deberán ser dedicados a la instrucción y el estudio, lo que
prolonga que alcancen su independencia económica y social, por lo que el porcentaje de
población en estos grupos de edades aumenta y se convierte en una cifra importante.
Por todo lo antes expuesto es que se considera actualmente la adolescencia como una
etapa de la vida bien definida con características propias. La Organización Mundial de
la Salud la ha definido de la forma siguiente:
Biológico: progreso del individuo desde el inicio del desarrollo puberal hasta la
madurez sexual y la plena capacidad reproductiva.
Este grupo de población tiene un mayor riesgo de contraer una ITS, dado
fundamentalmente por sus conductas sexuales, aunque algunos de estos factores son
atribuibles a sus características biológicas.
Se conoce que las células de la vagina y el cérvix son más susceptibles a la infección en
la niña y la joven. Estas células y el medio vaginal van a sufrir cambios durante la
adolescencia, los cuales provocan que al final de ese período exista una mayor
resistencia a las infecciones. Esto hace que las adolescentes, sobre todo en los estadios
más precoces, tengan mayor riesgo de contraer una ITS que una mujer adulta cuando
tiene relaciones sexuales con un hombre infestado.5
El cáncer cervical es claramente una enfermedad multifactorial y los virus del papiloma
no son suficientes en sí mismos para la inducción del tumor, siendo necesarios otros
factores y cofactores adicionales como el tabaquismo, algunos microorganismos,
deficiencias nutritivas, antioxidantes, retinoides y de modo muy específico la
deficiencia del sistema inmunológico, algunos de estos al actuar sinérgicamente podrían
en un tiempo de alrededor de 25 años, evolucionar hasta la enfermedad maligna pasando
por las lesiones intraepitaliales.6
Teniendo en cuenta todo lo anterior, los autores decidieron realizar un estudio de las
adolescentes que presentaron neoplasia intraepitelial cervical y sus diversos grados,
atendidas en la consulta de patología de cuello del Hospital Ginecobstétrico “Ramón
González Coro”.
MÉTODOS
RESULTADOS
Tabla 3. Distribución de las pacientes según la edad de las primeras relaciones sexuales
De las infecciones de transmisión sexual (ITS) la más frecuente fue el HPV, que ocupó
65,6 %, no presentaron ITS 28,1 % y presentaron herpes genital simple 6,3 % de las
pacientes.
Fig. 4. Distribución de las pruebas citológicas realizadas a las pacientes.
De las pruebas citológicas realizadas en las pacientes del grupo de estudio 34,4 %
resultaron NIC I y NIC II con el mismo porcentaje, 15,6 % fueron negativas y 9,4 %
NIC III. Solo en 6,3 % no fue realizado dicho proceder.
El resultado de la colposcopia que se expone expresa que 81,3 % fue positivo, 12,5 %
fue negativo y pendiente a realizar 6,3 %
Fig.5. Distribución de las biopsias por ponche realizadas a las pacientes.
En las biopsias por ponches realizadas se encontró que el mayor número de casos fue el
NIC II (28,1 %), NIC I, HPV (12,5 %) y NIC III (6,3 %).
Tabla 7. Distribución del resultado de las biopsias por legrado del canal endocervical en
las pacientes
A 10 pacientes se les realizó cono por asa diatermia y a 8 TDL, quedando bajo
observaciones 8 que no se le impuso tratamiento.
DISCUSIÓN
Una adolescente deberá entrar en la pubertad a más tardar a los 14 años y la edad
máxima para la aparición de la primera menstruación suele considerarse los 15 años
como refieren los doctores Héctor Machado y Jorge Peláez en su Capítulo V del libro
“Ginecología Infanto/Juvenil Salud Reproductiva del Adolescente”.5
Atendiendo a los resultados expuestos en la tabla 3 la edad más frecuente del inicio de
las primeras relaciones sexuales es de 15 años y como se afirma en el Programa de
Diagnóstico Precoz del Cáncer Cervicouterino, los grupos de alto riesgo incluyen
aquellas adolescentes que han comenzado sus relaciones sexuales antes de los 20 años y
de manera marcada las que comenzaron a tenerla antes de los 18 años.4
Por eso es en este grupo de pacientes donde se debe desarrollar al máximo la labor
educativa y preventiva para evitar o modificar los factores de riesgo reproductivo y
preservar la salud reproductiva de las jóvenes y su proyecto de vida.5,7
Según se puede apreciar en la tabla 4 las pacientes tuvieron una frecuencia del número
de las parejas sexuales que oscila entre 2 y 3, aunque este dato no es muy confiable
porque las adolescentes pueden ocultar el número de compañeros sexuales por pena
hacia el personal de salud. Autores nacionales e internacionales plantean que los
múltiples compañeros sexuales son factores de riesgo asociados al desarrollo del cáncer
cervical, lo que coincide con este análisis (Cabezas E. Conferencia del Diplomado de
Ginecología en Infanto Juvenil sobre el Embarazo en la Adolescencia, febrero 2005).1,4,5
De las infecciones de transmisión sexual (ITS) la más frecuente fue el HPV, que ocupó
65,6 %, no presentó ITS 28,1 % y presentó herpes genital simple 6,3 % de las pacientes,
como se muestra en la tabla 5. Entre los factores que determinan la persistencia de la
infección de HPV y su progresión hacia la displasia o carcinoma se encuentra el tipo de
virus y la presencia de cofactores como el estado inmunológico del individuo
(Ministerio de Salud Pública. Infecciones de transmisión sexual. Pautas para su
tratamiento, 2004).
El herpes simple es una infección caracterizada por una lesión primaria localizada y se
conocen 2 tipos el I y el II, por lo general producen síndromes clínicos diferentes, según
la vía de entrada, aunque teniendo en cuenta los tipos de prácticas sexuales ambos
pueden infestar el aparato genital.
La situación actual epidémica de las ITS en combinación con las actitudes y conductas
de los adolescentes en la esfera sexual, convierten esta situación en una bomba de
tiempo. Esto solo puede combatirse con un incremento en la información a los jóvenes,
mientras más preparados estén mejor podrán enfrentar estos riesgos. Cuando logren
reconocer y aceptar los riesgos que afrontan al tener actividad sexual sin protección,
comenzarán a valorar y practicar relaciones sexuales protegidas.5
3. Carcinoma invasivo
4. Otros.
El doctor Joseph A. Jordan de Inglaterra plantea que todas las pacientes con citología
anormal debieran contar con un examen colposcópico cervical (Primer Congreso
Mundial de Colposcopia y Patología Cervical Uterina y Octava Reunión anual. 1973.
Molachino. Establecimiento Gráfico S.A. Rosario. Argentina [Mestwerd. Coplesson y
Jordan]).
En la figura 5 se expresan los resultados de las biopsias por ponches de las pacientes. Es
válido destacar que al igual que los resultados de las pruebas citológicas aquí también
hay un número de pacientes que provienen de otros centros y traen realizado este
proceder que se confirma con las láminas traídas por ellas.
En las biopsias por ponches realizadas se encontró que el mayor número de casos fue el
NIC II (28,1 %), NIC I, HPV (12,5 %) y NIC III (6,3 %). No se tomó muestra en 18,8
% y en 2 casos sí le fue tomada pero está pendiente el resultado. En 15,6 % de los casos
el ponche fue negativo.
En todos los casos que se le realizó biopsia dirigida por ponche presentaron un patrón
colposcópico anormal
Aún quedan casos por realizar colposcopia o está pendiente el resultado de las biopsias
y en otros no se les tomó la muestra.
De los 4 casos que la biopsia por ponche fue HPV en un caso se le realizó cono, vale
destacar que este caso fue uno de los que vinieron con el tratamiento realizado de otro
centro de salud. El resultado de la prueba citológica fue NIC III y al realizarle la biopsia
por cono fue HPV. Tres de los casos se le hizo tratamiento destructivo local (TDL) que
incluye criocirugía o electrofulguración.
De los 4 casos que se le diagnosticó NIC I, por biopsia, 2 de ellos están bajo
observación sistemática, uno se le hizo TDL y otro se trató una leucorrea.
Al igual que Koss “Aunque existan evidencias bastantes favorables que muchas de las
lesiones de bajo grado desaparecen espontáneamente, existen numerosas excepciones a
esta regla” , así se demostró en este estudio.10
En los 9 casos de NIC II, a 4 se les realizó cono, 4 TDL y 1 se mantuvo bajo
seguimiento por observación, además en los 2 casos de NIC III el tratamiento fue cono
por asa diatermia.
Existen todavía casos que están pendientes a la toma de muestra de biopsia o a sus
resultados.
SUMMARY
A descriptive study was conducted in adolescent patients that received attention at the
cervical pathology consultation of “Ramón Gonzalez Coro” Hospital from January 2003
to May 2005. The number of patients ascended to 144 and of them 32 presented
neoplasias. The age group 17–18 was the most common with a frequency referred
bewteen 2 and 3 sexual partners. HPV was the most common sexually transmitted
infection. NCI I and NIC II were the most frequent results of the cytology tests,
corresponding to a higher number of positive colposcopy cases. In the punch biopsies,
NIC II was the common. In most of the cases with high degree lesions the treatment was
conization with diathermic snare. Taking into account the findings of the study, and
without modifying the norms of the National Program for the Early Detection of Uterine
Cerviz Cancer, it is important to conduct cytologic and colposcopic studies in patients
under 25 as long as there are risk factors.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Aires:Ed Med Panamericana; 1995.
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10. Koss LG. The new Bethesda System for reporting results of smears of the
uterine cervix. J Nat Cancer Inst 1990;82:988.
Recibido: 8 de septiembre de 2005. Aprobado: 11 de octubre de 2005.
Dra. Ysis Margarita Martínez Chang. Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas.
Correo electrónico: isis.chang@infomed.sld.cu