Separata - Las Causas y Los Trascendentales Del Ente
Separata - Las Causas y Los Trascendentales Del Ente
Separata - Las Causas y Los Trascendentales Del Ente
Madrid: Palabra
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como el hombre, tiene en el orden substancial no sólo la potencia dirigida
hacia la forma.
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En toda causa segunda real, Dios actúa como Causa Primera
moviéndola, y este divino movimiento es precisamente el fundamento de la
causalidad de las criaturas. Si negamos la causalidad de las criaturas,
negamos su libertad y por tanto su responsabilidad.
La causa instrumental.
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inteligente, mientras que el instrumento material tiene un poder muy
limitado, limitado a su forma. Dios puede también usar a los hombres como
los instrumentos, pero entonces tiene en cuenta su propio poder, su
inteligencia y libertad.
Pero también tiene una acción propia, acorde con su propia forma, por la
cual este instrumento es solamente válido para ciertas acciones. Por
ejemplo, la pluma sólo puede ser usada para escribir, y cuando Dios actúa a
través de los hombres usándolos como instrumentos, respeta su (libre)
naturaleza y personalidad.
También pudiera ocurrir, sin embargo, que Dios usara instrumentos que
son inadecuados o desproporcionados: en tal caso, usa una gracia
extraordinaria. Pero en cualquier caso, es claro que un mínimo de poder
propio siempre es preciso: un animal no puede ser santificado por Dios,
porque es absolutamente incapaz para serlo; pero un hombre puede serlo,
por muy imperfecto que éste sea. Algo del poder propio del instrumento ha
de ser usado para que éste alcance un efecto de la causa eficiente
principal.
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una forma a la materia, determinando con ello también la materia: la causa
formal determina siempre a la causa material.
Todas las cosas apuntan hacia un fin en la naturaleza. Esto nos conduce
a pensar en el último de todos los fines, como hemos de ver en el capítulo
siguiente. El hecho de que todas las cosas tiendan a un fin es lo que nos
proporciona la impresión de que el universo está en orden. “Orden” es la
disposición de las cosas con relación a un fin”. “Universo ordenado” se
dice en griego cosmos, y su opuesto es el caos.
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participado. Pero cualquier cosa que exista por participación debe ser
causada por lo existente por esencia: Dios es el Creador de todas las
cosas.
¿Pero cómo puede alguien negar la evidencia de que “todo lo que llega
a ser, debe llegar a ser por otro”? ¿Cómo pudo Hume arreglárselas para
“refutar” esto? Simplemente diciendo que alcanzamos la idea de causa a
través de los sentidos, viendo cómo ciertos fenómenos siguen
comúnmente a otros. Si aplico la llama al papel, el papel arde. El fenómeno
de encender el fuego es seguido por el fenómeno de prender fuego al
papel. Esto es lo que observamos a través de nuestros sentidos. El
fenómeno X es habitualmente seguido por el fenómeno Y.
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nivel de la esencia: en él distinguimos entre materia y forma (materia y
forma constituyen la esencia). A este nivel, clasificamos los entes en diez
categorías o predicamentos, que son especificaciones de la esencia.
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vez, que la de una flor, siendo ésta última menor que la de un animal; la
unidad de un ejército es menor que la de una familia, es menor que la de un
hombre, y así sucesivamente.
Hay más en las cosas de lo que el hombre pueda “encontrar”, por así
decirlo. El antropocentrismo en la filosofía moderna tiende a efectuar la
mentada reducción.
Los entes no tienen esse por sí mismos, sino sólo por participación. Del
mismo modo, son verdaderos también en la medida en que participan del
principio de todas las perfecciones, que es el esse: mientras más esse
poseen, mayor es su verdad. Así, Dios es la verdad, totalmente repleto de
luz, y perfectamente conocido para sí mismo, y causa de todas las demás
verdades (por esta misma la mentira es intrínsecamente perversa).
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mente divina, y son ellas la causa de la verdad en la mente humana.
Cuando la mente humana se abre a la realidad, se abre a Dios; cuando se
vuelve hacia su interior y hace de ella misma su propio fin, Dios se hace
mínimamente inteligible.
Hay un orden universal en el cual todas las cosas están dirigidas hacia
su perfección y, por tanto, hacia Dios: este bien del universo es denominado
bien de orden.
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Podemos distinguir aquí entre:
La justicia es aquel estado legal por el cual las cosas están organizadas
en buen orden: todos los derechos, deberes están claramente reconocidos
y son facilitados. La ausencia de ley de lugar a tiranías, querellas y guerras.
Y no puede haber ley alguna si ésta no está fundada en la soberanía de
Dios. Estas son las bases de la ética social. Son metafísicas: se basan en
el análisis del ente y del bien.
Por otra parte “bueno” puede ser un nombre: el bien, o la bondad, que es
Dios, la plenitud del ser. Todo mal ha de ser siempre en el bien: es un
accidente. Es una especie de bien que no es todo lo bueno que debiera. No
importa lo mala que sea una cosa, siempre hay en ella bien.
Más vale ser con sufrimiento, que no ser en absoluto. Esto a veces lo
olvidan aquellos que tienen una visión pesimista del mundo. Pero es algo
obvio, si pensamos en lo que significa ser.
El medio para vencer el mal es el bien, hacer las cosas mejores, antes
que destruirlas. Todos los desórdenes sociales resultan de estos fallos en la
comprensión de la realidad.
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Esto nos conduce al mal real, que no es tanto lo que pudiera llamarse
mal físico, sino mal moral. Un mal físico es la ausencia de un bien físico.
Puede ser remediado, pero, estrictamente, no podemos llamar a este mal
necesariamente mal, porque puede que no conozcamos la razón última por
la que existe. Sabemos que es posible que, al final, se convierta en un bien.
Que alguien esté ciego, por ejemplo, es un mal físico, pero puede ser
moralmente muy bueno para esa persona. Los males físicos son relativos.
¿Qué es lo que hace que una cosa sea realmente bella, agradable a los
sentidos? Ciertas cualidades que sólo el entendimiento puede percibir.
Los animales no tienen sentido de la belleza.
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Aunque éste venga a través de los ojos y los oídos, se basa en el ser del
objeto: sólo la inteligencia puede reconocer la bellaza. Estas cualidades,
descubiertas por la inteligencia, son las que siguen:
1) Que hay armonía entre las partes del objeto. “Armonía” es unidad
en la diversidad: orden y disposición relativos a una fin (sonidos y
visiones armoniosos).
1) Hay la más alta armonía: la más grandiosa unidad de ser con la máxima
diversidad de perfecciones;
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