Monografia de Exequatur Original

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1. INTRODUCCION.

El reconocimiento de laudos expedidos en el extranjero, denominado


exequátur, es un procedimiento que debe tramitarse ante el Poder
Judicial, en virtud del mismo se otorga eficacia a la decisión arbitral y el
laudo que la contiene es incorporado al ordenamiento nacional. La
eficacia de un laudo extranjero puede implicar dos procedimientos, por
un lado el reconocimiento, ello es, el exequátur, y por otro lado el
procedimiento de ejecución, que tiene por objeto hacer cumplir lo
ordenado o decidido, el primero es presupuesto para el segundo.

La doctrina nacional y extranjera se ha ocupado del tema en diversos


aspectos, principalmente en lo que se refiere a la aplicación de la
Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias
Arbitrales Extranjeras, suscrita en Nueva York el 6 de julio de 1958, y
que sin lugar a duda, constituye el instrumento internacional de gran
importancia en el desarrollo del arbitraje internacional y en especial a la
circulación entre Estados de los laudos extranjeros.

En esta materia, también se ha tratado acerca de las causales de


denegación del reconocimiento de laudos extranjeros, como es el caso
cuando resulte contrario al “orden público” del Estado en que se
presenta la solicitud.
2. EL EXEQUATOR

En el caso peruano, la legislación civil y procesal civil ha sufrido notables


cambios en esta materia, particularmente en lo relativo al estado y
capacidad de los nacionales. Así, podemos observar que en cuanto a las
normas sobre jurisdicción, el derogado Código de Procedimientos
Civiles, en su artículo 1158°, establecía que «No tienen fuerza en la
República las resoluciones dictadas por un tribunal extranjero, que
instituyan sobre la condición civil, capacidad personal o relaciones de
familia de peruanos o de extranjeros domiciliados en el Perú». En el
caso de los nacionales, la competencia de los tribunales peruanos era
exclusiva, por cuanto el factor de conexión nacionalidad excluía
cualquier posibilidad de conocimiento por parte de otro Estado de
asuntos de esta materia, mientras que en el caso de los extranjeros la
exclusividad sólo operaba en tanto domiciliaran las partes en el país.

Como puede advertirse, la posición nacional era bastante restrictiva para


la admisión de los exequatur, los que en su mayoría eran declarados de
plano improcedentes. El Código Civil de 1984 derogó esta norma,
disponiendo respecto de la competencia internacional directa, esto es
cuando los jueces nacionales conocen de los juicios originados por el
ejercicio de acciones relativas al estado, capacidad y relaciones
familiares; los siguientes criterios:

Por razón del territorio: el artículo 2057° contiene la norma general de


competencia, señalando que los tribunales peruanos son competentes
para conocer de las acciones contra personas domiciliadas en el
territorio nacional. Por razón de la materia: el artículo 2062° instituye dos
casos de competencia facultativa, disponiendo a modo de excepción,
que nuestros tribunales son competentes en estos juicios, aún contra
personas domiciliadas en el extranjero, cuando:

a. El derecho peruano es el aplicable de acuerdo a sus normas de


Derecho Internacional Privado, para regir el asunto. En lo relativo
a este supuesto, debe comentarse que se ha invertido el método
tradicional, al sujetarse la determinación de la competencia del
juez al hecho de que sea su ley la aplicable, cuando lo usual es
establecer primero el tribunal competente y luego la ley que se ha
de aplicar.

b. Prórroga convencional y tácita de la competencia territorial, la que


opera con la condición de que la causa tenga una efectiva
vinculación con el territorio de la República, observándose que el
criterio de la territorialidad se subordina al de la materia.
Vinculación requerida y que se materializa por hechos como la
nacionalidad de alguno de los cónyuges, ser el lugar de
celebración o registro del matrimonio, nacimiento o domicilio de
los hijos habidos de la relación, encontrarse los bienes de la
sociedad conyugal ubicados en el territorio de la República, etc.
Como puede apreciarse, la labor de los magistrados en la
valoración del elemento vinculante con el territorio de la República
y no sólo con la legislación nacional resulta fundamental, por
cuanto de no apreciarse tal vinculación, el órgano jurisdiccional
debe sustraerse del conocimiento de la causa, al encontrarse
frente a un caso de competencia negativa.

Por lo que el Exequatur es el proceso judicial por el que se


reconoce y se da fuerza ejecutiva a una sentencia extranjera.
Este proceso, que en el Perú es no contencioso, no revisa el
fondo de dicha sentencia, si no que enviste a la sentencia
extranjera, tal como ha sido dictada, de los mismos efectos que
tienen las sentencias de los jueces nacionales, sin necesidad de
entrar a la revisión del juicio. Es pues, en principio, una revisión
de formalidades procesales universalmente consagradas, que
garantizan la observancia del debido proceso, reservándose el
orden local un poder de control o de revisión de excepción, antes
de prestarle la fuerza para su cumplimiento, ejerciendo nuestra
judicatura una competencia internacional indirecta. Ya que «lo
que se examina, no es, pues, el litigio, sino la sentencia; mejor
dicho la materia litigiosa en el juicio de reconocimiento es la
propia sentencia.».

El proceso de reconocimiento y ejecución de una sentencia


extranjera se ha de iniciar teniendo en cuenta la vigencia de
normas internacionales (tratados, convenciones) que obliguen al
Perú y al Estado cuyo tribunal emitió la sentencia respectiva, por
lo que resulta ser un régimen obligatorio.

De existir tratado sobre la materia, el proceso se sigue conforme


a los términos del mismo, en atención a que conforme al artículo
2047 del Código Civil los tratados de Derecho Internacional
Privado se aplican prioritariamente sobre el Derecho interno.

2.1. LOS TRATADOS.

Celebrados por el Perú en este rubro son escasos los pocos que nos
vinculan son multilaterales y ninguno bilateral. En estos tratados
multilaterales se observan condiciones o requisitos comunes que se
han de cumplir, así:

 la sentencia debe haber sido expedida por Tribunal competente;


 la sentencia o laudo debe tener carácter de ejecutoriado o calidad de
cosa juzgada;
 la parte contra quien se va hacer valer esa sentencia o laudo debe
haber sido debidamente notificada, a fin de garantizar el derecho de
defensa; y
 no se atente contra el orden público internacional del Estado
receptor.

2.2. PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD.


A falta de tratado sobre reconocimiento y ejecución de sentencia se
ha de tener en cuenta el régimen supletorio de la reciprocidad.
Ello significa que se tendría que observar el principio de Derecho
Internacional Público adaptado al Derecho Internacional Privado, de
reciprocidad o actitud que un Estado adopta por propia voluntad a
falta de norma expresa -en este caso un tratado- en respuesta
simétrica o similar a la ya adoptada por otro Estado. De manera que
las sentencias extranjeras tendrán en el Perú la misma fuerza que en
el Estado de origen respectivo se otorga a las sentencias peruanas.

Esta reciprocidad no requiere ser probada por quien solicita el


exequátur, por cuanto se presume la reciprocidad "respecto a la
fuerza que se da en el extranjero a las sentencias o laudos
pronunciados en el Perú", solo quien la niegue deberá probar su
aseveración, Cabe señalar que el régimen de reciprocidad
establecido en el Perú conlleva a que adicionalmente se cumplan los
requisitos previstos por el artículo 2104 del Código Civil.

Si la sentencia procede de un país en el que no se da cumplimiento a


los fallos de los tribunales peruanos, no tiene fuerza alguna en la
República.

Están comprendidas en la disposición precedente las sentencias que


proceden de países donde se revisan, en el fondo, los fallos de los
tribunales peruanos.

Esta reciprocidad negativa se aplica exclusivamente para las


sentencias que provengan de tribunales ordinarios extranjeros y no
respecto a laudos o sentencias provenientes de tribunales arbitrales
extranjeros, ya que, en dicho supuesto el reconocimiento y ejecución
de laudos arbitrales expedidos en el extranjero que se pretendan
reconocer en el Perú se regularán por las Disposiciones de la Ley
General de Arbitraje.

Se trata de dos supuestos legislativos, el primero de ellos


propiamente referido a la reciprocidad, en cuanto a actuar de la
misma manera como actúa o actuaría el otro Estado en una situación
jurídica determinada, por categoría jurídica p ej. (Divorcio,
sucesiones, obligaciones, quiebra, entre otras), nuestro país actuará
en correspondencia a la actuación del otro Estado -para dicha
categoría jurídica-, pudiendo reconocer una sentencia que provenga
de un territorio extranjero para la categoría jurídica divorcio y
desconocerla para la categoría jurídica sucesiones, en caso de que
la legislación de dicho Estado niegue el reconocimiento de alguna
sentencia proveniente del Perú en dicha categoría jurídica.

El segundo supuesto legislativo se refiere a la posible revisión del


fondo del conflicto, ya que nuestro país, por un principio de soberanía
jurisdiccional, no acepta que un tribunal extranjero revise las
decisiones efectuadas por los jueces nacionales, pues esta revisión
sobre la decisión que puso fin al fondo del asunto implicaría un
sometimiento y una aceptación de una suerte de casación por parte
de un tribunal extranjero respecto a una decisión efectuada por los
tribunales peruanos.

El legislador considera inaceptable que un fallo emitido por los jueces


nacionales que tiene el carácter de cosa juzgada, es decir, inatacable
e inmutable en el territorio nacional, deba pasar por un examen y una
discusión sobre la correcta o incorrecta aplicación del Derecho
aplicable, entendiendo que el proceso de reconocimiento debe tener
como única misión revisar la forma en la cual se desenvolvió el
procedimiento y no inmiscuirse en la revisión del fondo del conflicto,
el cual ya fue analizado por su par extranjero.

3. REQUISITOS PARA EL PROCESO DE EXEQUÁTUR.

Para que las sentencias extranjeras sean reconocidas en la República y


por los tribunales peruanos, se requiere, además de lo previsto en los
artículos 2102 y 2103, lo establecido en el artículo 2104:

a. Que no resuelvan sobre asuntos de competencia peruana exclusiva.

b. Que el tribunal extranjero haya sido competente para conocer el asunto,


de acuerdo a sus normas de Derecho Internacional Privado y a los
principios generales de competencia procesal internacional.

c. Que se haya citado al demandado conforme a la ley del lugar del


proceso; que se le haya concedido plazo razonable para comparecer; y
que se le hayan otorgado las garantías procesales para defenderse.

d. Que la sentencia tenga autoridad de cosa juzgada en el concepto de las


leyes del lugar del proceso.

e. Que no exista en el Perú juicio pendiente entre las mismas partes y


sobre el mismo objeto, iniciado con anterioridad a la interposición de la
demanda que originó la sentencia.

f. Que no sea incompatible con otra sentencia que reúna los requisitos de
reconocimiento y ejecución que haya sido dictada anteriormente.

g. Que no sea contraria al orden público ni a las buenas costumbres.

h. Que se pruebe la reciprocidad.

Quien invoque una reciprocidad convencional o afirmativa debía


probarla. Sin embargo, este criterio ha sido modificado por el Código
Procesal Civil, al señalar en el artículo 838 que se presume que existe
reciprocidad respecto a la fuerza que se da en el extranjero a las
sentencias pronunciadas en el Perú, indicando que corresponde la
prueba negativa a quien niegue la reciprocidad. Este criterio, implica una
carga para el juez, ya que independientemente de la presunción
respecto al solicitante, el juez debe conocer el derecho extranjero y
premunirse de los elementos suficientes, para lo cual deberá utilizar los
mecanismos que el propio Libro Décimo señala, como el solicitar
informes al tribunal extranjero (por intermedio de la vía diplomática) para
asegurarse que en dicho país extranjero se reconocen las sentencias
que provengan del Perú.

No cabe que el juzgador se ampare en la presunción de reciprocidad


para no agotar los recursos necesarios para impedir que se reconozcan
sentencias de Estados extranjeros que no acepten sentencias expedidas
por nuestro país.

4. EJECUCION DE LA SENTENCIA EXTRANGERA.

De acuerdo al artículo 2106, la sentencia extranjera que reúna los


requisitos establecidos en los artículos 2102, 2103, 2104 Y 2105 puede
ser ejecutada en el Perú a solicitud del interesado.

El concepto de ejecución de decisiones extranjeras está referido al


procedimiento que ha de seguirse para conferir eficacia procesal a una
sentencia extranjera. El petitorio de la acción implica dotar a la decisión
foránea de los dos efectos más característicos de una decisión judicial:
el de reconocer la calidad de "cosa juzgada" a lo que fue materia de la
decisión judicial y el de título ejecutivo. El trámite de la ejecución implica
un proceso de transformación de la decisión extranjera en sentencia
peruana.

La nueva ejecutoria surgida del exequátur puede reproducir


íntegramente el fallo de la resolución originaria o puede limitarse a
recoger solo alguno de sus pronunciamientos. Ambas puede resultar
coincidentes o no.

Una vez logrado el exequátur, el interesado tiene expedito el título para


solicitar la ejecución de la decisión judicial con las mismas
características y procedimientos de la ejecución de las sentencias
nacionales.

5. FORMALIDAD DE LA SOLICITUD DE EJECUCION DE SENTENCIA


EXTRANJERA.
La solicitud a que se refiere el artículo 2106 debe ir acompañada de
copia de la sentencia íntegra, debidamente legalizada y traducida
oficialmente al castellano, así como de los documentos que acrediten la
concurrencia de los requisitos establecidos en este título.

Para que el exequátur sea procedente es necesario que la sentencia


extranjera conste en un documento auténtico. La autenticidad no es sino
la calidad que ostenta el acto que ha sido dictado por la autoridad
competente, que es la que tiene facultades como tal según el Derecho
territorial, de lo cual da fe indirectamente la legalización del funcionario
diplomático o consular respectivo; dejando en claro que las
legalizaciones no versan sobre cuestiones de fondo o forma del
documento que legalizan y mal podrían convalidar un documento que
proviniese de las autoridades territoriales carentes de competencia para
el caso.

En el Perú, es suficiente la legalización y traducción de los pertinentes


documentos y, por lo tanto, no se requiere seguir el proceso del
exequátur para la tramitación de exhortos y cartas rogatorias que tengan
por objeto practicar notificaciones, recibir declaraciones u otros actos
análogos.

Otra condición necesaria para que la sentencia surta sus efectos en un


país extranjero es que debe ser traducida por persona autorizada al
idioma oficial respectivo del foro del juez al que se ha recurrido.

 Ejemplo: Es decir, si Ud. está en el extranjero, por ejemplo, en


Estados Unidos, y se ha divorciado en este país, podrá hacer
valer la sentencia de divorcio en el Perú. En el caso no pudiera
viajar, podrá darle un poder a un familiar o a un abogado para que
lo represente en el Reconocimiento de la Sentencia Extranjera de
Divorcio en el Perú. Para el Proceso, de Exequátur deberá contar
con un abogado y deberá adjuntar, los siguientes documentos:

 Copia certificada de la partida de matrimonio extendida por el


Registro Civil Peruano o por el Consulado Peruano. Si ha sido
expedido por el Consulado Peruano, la partida de matrimonio,
deberá estar legalizada por los funcionarios de Legalizaciones del
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú.

 La Sentencia original de divorcio debidamente legalizada ante el


Consulado Peruano. Esta Sentencia deberá estar legalizada por
los funcionarios de Legalizaciones del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Perú.

 La Constancia de Cosa Juzgada o de Archivamiento del Proceso


de Divorcio. Esta Constancia  deberá estar legalizada ante los
funcionarios de legalizaciones del Ministerio de Relaciones
Exteriores del Perú.

 Las Traducciones Oficiales de la Sentencia Extranjera con calidad


de cosa juzgada o de Archivamiento del Proceso de Divorcio. Las
traducciones deberán realizarse en el Perú ante Traductor Público
Juramentado, después que se haya legalizado éstas ante el
Ministerio de Relaciones Exteriores.

 Copia fotostática del DNI del solicitante. La copia deberá estar


legalizada ante el Consulado Peruano.

 Si el interesado, tiene un representante, éste deberá presentar el


Poder Especial debidamente legalizado ante legalizaciones del
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, y con la respectiva
constancia de inscripción en los Registros Públicos. 

6. RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE LAUDOS ARBITRALES


EXTRANJEROS.

Conforme a lo prescrito en el artículo 2111 dispone que deberá regir, en


cuanto sea aplicable, también para resoluciones extranjeras que ponen
término al proceso y, especialmente, para las sentencias penales en lo
referente a la reparación civil.

Tratándose de laudos arbitrales, serán de aplicación exclusiva las


disposiciones de la Ley General de Arbitraje.

El reconocimiento del laudo extranjero consiste en una figura del


arbitraje internacional que consiste en reconocer y ejecutar un laudo que
ha sido dictado en otro país en sede nacional; sin embargo, la falta de
reconocimiento del mismo no constituye la anulación del laudo arbitral
como sí, sino simplemente la falta de aplicación y ejecución del mismo
en sede nacional, lo cual no implicaría en que en otro Estado pueda
reconocerse y ejecutarse el mismo laudo.

Será de aplicación al reconocimiento y ejecución de los laudos arbitrales


dictados fuera del territorio nacional cualquiera haya sido la fecha de su
emisión, siempre que se reúnan los requisitos para su aplicación,
contenidos en la Convención Interamericana sobre Arbitraje Comercial
internacional del 30 de enero de 1975 o la Convención sobre
Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras del
1958, o cualquier otro tratado sobre reconocimiento y ejecución de
laudos arbitrales del cual el Perú sea parte. El tratado a ser aplicado,
salvo que las partes hayan acordado otra cosa, será el más favorable a
la parte que pida el reconocimiento y ejecución del laudo arbitral,
Si bien el Perú es parte de varios tratados sobre la materia los más
importantes son, sin duda alguna, el Convenio sobre Reconocimiento y
Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras (más conocido como
la Convención de Nueva York de 1958) y el Convenio Interamericano
sobre Arbitraje Comercial Internacional (más conocido como el Convenio
de Panamá de 1975), ya que ambos solo regulan el tema del
reconocimiento y la ejecución de laudos arbitrales, a diferencia de los
demás tratados ratificados por el Perú, que siguen el camino equivocado
de aplicar las reglas sobre reconocimiento y ejecución de sentencias
judiciales a los laudos arbitrales.

7. RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN DE LAUDOS EXTRANJEROS


De.leg 1071

 Artículo 74º.- Normas aplicables.

Son laudos extranjeros los pronunciados en un lugar que se halle fuera


del territorio peruano.

Serán reconocidos y ejecutados en el Perú de conformidad con los


siguientes instrumentos, teniendo en cuenta los plazos de prescripción
previstos en el derecho peruano:

a. La Convención sobre el Reconocimiento y Ejecución de Sentencias


Arbitrales Extranjeras, aprobada en Nueva York el 10 de junio de 1958,

b. La Convención Interamericana de Arbitraje Comercial Internacional,


aprobada en Panamá el 30 de enero de 1975, o

c. Cualquier otro tratado sobre reconocimiento y ejecución de laudos


arbitrales del cual sea parte el Perú.

Salvo que las partes hayan acordado algo distinto, el tratado aplicable
será el más favorable a la parte que solicite el reconocimiento y
ejecución de un laudo extranjero.

 Artículo 75º.- Causales de denegación.

Sólo se podrá denegar el reconocimiento de un laudo extranjero, a


instancia de la parte contra la cual es invocada, si esta parte prueba:

a. Que una de las partes en el convenio arbitral estaba afectada por


alguna incapacidad, o que dicho convenio no es válido, en virtud de la
ley a la que las partes lo han sometido, o si nada se hubiera indicado al
respecto, en virtud de la ley del país en que se haya dictado el laudo.

b. Que la parte contra la cual se invoca el laudo no ha sido debidamente


noticiada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales,
o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos-
c. Que el laudo se refiere a una controversia no prevista en el convenio
arbitral o contiene decisiones que exceden sus términos.

d. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales


no se han ajustado al acuerdo celebrado entre las partes, o en defecto
de tal acuerdo, que no se han ajustado a la ley del país donde se
efectuó el arbitraje.
e. Que el laudo no es aún obligatorio para las partes o ha sido anulado
o suspendido por una autoridad judicial competente del país en que, o
conforme a cuya ley, ha sido dictado ese laudo.

También se podrá denegar el reconocimiento de un laudo extranjero si la


autoridad judicial competente comprueba:

a. Que según el derecho peruano, el objeto de la controversia no puede


ser susceptible de arbitraje.

b. Que el laudo es contrario al orden público internacional.

 Artículo 76º.- Reconocimiento.

1. La parte que pida el reconocimiento de un laudo extranjero deberá


presentar el original o copia del laudo, debiendo observar lo previsto en
el artículo 9. La solicitud se tramita en la vía no contenciosa, sin
intervención del Ministerio Público.

2. Admitida la solicitud, la Corte Superior competente dará traslado en


conocimiento de la otra parte para que en un plazo de veinte (20) días
exprese lo que estime conveniente.

3. Vencido el plazo para absolver el traslado, se señalará fecha para la


vista de la causa dentro de los veinte (20) días siguientes. En la vista de
la causa, la Corte Superior competente podrá adoptar, de ser el caso, la
decisión prevista en el numeral 8 del artículo 75. En caso contrario,
resolverá dentro de los veinte (20) días siguientes.

4. Contra lo resuelto por la Corte Superior sólo procede recurso de


casación, cuando no se hubiera reconocido en parte o en su totalidad el
laudo.

 Artículo 77º. Ejecución.

Reconocido, en parte o en su totalidad el laudo, conocerá de su


ejecución la autoridad judicial competente, según lo previsto en el
artículo 68º.

8. CONCLUSIONES.

Como se ha expuesto, el Perú es parte de la Convención de Nueva York


y de otros instrumentos internacionales en el marco del reconocimiento
de laudos extranjeros, en ese sentido se puede afirmar que existe un
ordenamiento jurídico acorde con la práctica de arbitraje internacional en
esta materia.

Podemos afirmar que la ley de arbitraje de conformidad con los


instrumentos internacionales, expresamente reconocidos en la misma,
ha determinado los procedimientos de reconocimiento y ejecución, sin
establecer normas de remisión a otras normas o al Código Procesal
Civil, a ello se agrega que la organización judicial ha señalado
competencia para estos casos de reconocimiento y ejecución en la
jurisdicción comercial (muy reconocida por su función), para el caso de
procedimiento de exequátur y ejecución sobre laudos extranjeros cuyos
procedimientos se tramiten en la ciudad de Lima, capital de la República.

9. BIBLIOGRAFIA

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