Informe Herpes

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VIRUS DEL

HERPES
INFORME

PRESENTADO POR:

RUDDY ARNELLE RODRIGUEZ ADAMES 2018-0018

ASIGNATURA:

PATOLOGIA INFECCIOSA

FACILITADOR:

DR. ARNULFO NUÑEZ


VIRUS DEL HESPES

Los virus herpes simple (virus herpes humano tipos 1 y 2) suelen causar infección
recidivante que compromete la piel, la boca, los labios, los ojos y los genitales. Las
infecciones graves más frecuentes son la encefalitis, la meningitis, el herpes neonatal y,
en pacientes inmunodeficientes, la infección generalizada. Las infecciones
mucocutáneas se manifiestan con un cúmulo de pequeñas vesículas dolorosas sobre una
base eritematosa. El diagnóstico es clínico y puede confirmarse con pruebas de
laboratorio mediante cultivo, PCR (polymerase chain reaction), inmunofluorescencia
directa o pruebas serológicas. El tratamiento es sintomático y la terapia antiviral con
aciclovir, valaciclovir o famciclovir es útil en las infecciones graves y, si se inicia en una
etapa temprana de la enfermedad, puede resultar beneficiosa para las infecciones
recidivantes o primarias.

Hay 8 tipos de herpesvirus que infectan a los seres humanos, dos de los cuales son virus
herpes simple (HSV). Ambos tipos de virus herpes simple, HSV-1 y HSV-2, pueden causar
infección bucal o genital. Con mayor frecuencia, HSV-1 produce gingivoestomatitis,
herpes labial y queratitis herpética. HSV-2 suele producir lesiones genitales.

La transmisión de HSV se produce a través del contacto estrecho con una persona que
dispersa virus en forma activa. El virus se disemina a través de las lesiones, pero esta
excreción viral también puede ocurrir en pacientes sin evidencia de lesión.

Después de la infección inicial, el HSV permanece en estado de latencia en los ganglios


nerviosos, desde donde puede emerger periódicamente y causar síntomas. Lesiones
herpéticas recurrentes precipitadas por:

• Exposición excesiva a la luz solar


• Enfermedades febriles
• Estrés físico o emocional
• Inmunosupresión
• Estímulos desconocidos

Las enfermedades incluyen

Infección mucocutánea (más frecuente), incluyendo herpes genital


Infección ocular (incluyendo queratitis herpética)
Infección del sistema nervioso central
Herpes neonatal
El HSV rara vez causa hepatitis fulminante en ausencia de lesiones cutáneas.

En los pacientes con infección por HIV, las infecciones herpéticas pueden ser bastante
graves. También pueden aparecer una esofagitis progresiva y persistente, colitis, úlceras
perianales, neumonía, encefalitis y meningitis.
Después de un brote de HSV, puede producirse un eritema multiforme, probablemente
debido al desarrollo de una reacción inmunitaria contra el virus.

El eccema herpético es una complicación de la infección por el HSV caracterizado por


enfermedad herpética grave en regiones cutáneas con eccema.

Las lesiones pueden aparecer en cualquier parte de la piel o la mucosa, pero son más
frecuentes en los siguientes sitios:

✓ Boca o los labios (infección perioral)


✓ Genitales
✓ Conjuntiva y córnea

En general, después de un período prodrómico (que dura típicamente < 6 h en la


infección por HSV-1 recidivante) que se manifiesta con hormigueo o prurito aparece un
grupo de pequeñas vesículas tensas sobre una base eritematosa. Los cúmulos pueden
medir entre 0,5 y 1,5 cm, pero pueden coalescer. Las lesiones sobre la nariz, las orejas,
los ojos, los dedos de las manos o los genitales pueden ser bastante dolorosas.

Las vesículas típicas persisten durante algunos días, luego se rompen y se secan
formando una costra delgada amarillenta.

La curación se produce generalmente dentro de 10 a 19 días después de la aparición de


la infección primaria o dentro de 5 a 10 días de la infección recurrente. Las lesiones
suelen curar completamente, pero la aparición de nuevas en el mismo sitio puede
producir atrofia y cicatrices. Las lesiones cutáneas pueden desarrollarse como resultado
de una infección bacteriana. En los pacientes con depresión de la inmunidad celular
debido a infección por HIV u otros trastornos, las lesiones prolongadas o progresivas
pueden persistir semanas o más tiempo. Las infecciones localizadas pueden
diseminarse, en particular en pacientes inmunodeficientes, en los que pueden ser muy
graves.

La gingivoestomatitis herpética aguda suele ser secundaria a una infección primaria por
HSV-1 y se presenta típicamente en niños. Las faringitis herpéticas pueden ocurrir en
adultos y en niños. En ocasiones se debe a HSV-2, transmitido por contacto buco-genital.

El herpes labial suele representar una recidiva del HSV. La enfermedad se manifiesta
con úlceras sobre el borde bermellón del labio o, con mucha menor frecuencia, se
identifican úlceras en la mucosa del paladar duro.

El herpes genital es la infección de transmisión sexual ulcerosa más frecuente en los


países desarrollados. El HSV genital puede ser causado por HSV-1 o HSV-2.

Queratitis por herpes simple La queratitis herpetica (infección del epitelio corneal por
HSV) causa dolor, lagrimeo, fotofobia y úlceras corneales que a menudo tienen un
patrón ramificado.
El panadizo herpético es una lesión eritematosa dolorosa e hinchada del dedo generada
por la inoculación del HSV a través de la piel y es más frecuente entre profesionales
sanitario.

La infección neonatal por HSV aparece en recién nacidos, incluso en hijos de madres sin
antecedentes de infección herpética actual o pasada. Se transmite con mayor frecuencia
durante el parto a través del contacto con secreciones vaginales contaminadas por HSV
y suele deberse a HSV-2.

Infección por herpes simple del sistema nervioso central

La encefalitis herpética aparece esporádicamente y puede ser grave. Las


convulsiones múltiples que aparecen en una etapa temprana de la enfermedad
son características.
La meningitis viral puede ser el resultado de una infección por HSV-2. Suele ser
autolimitada.
La mielorradiculitis lumbosacra, típicamente causada por HSV-2, puede ocurrir
durante la infección primaria o la reactivación de la infección por HSV-2 y puede
provocar retención urinaria o estreñimiento.

Diagnostico

• Evaluación clínica
• A veces, confirmación con pruebas de laboratorio
• Reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en líquido cefalorraquídeo (LCR) y RM
para detectar la encefalitis por HSV

El diagnóstico de la infección por HSV suele ser clínico y basarse en el hallazgo de las
lesiones características.

La confirmación con pruebas de laboratorio puede ser útil, en especial si la infección es


grave, el paciente presenta una inmunodeficiencia o está embarazada o si las lesiones
son atípicas. La prueba de Tzanck (raspado superficial de la base de una vesícula recién
rota teñida con coloración de Wright-Giemsa) a menudo revela células gigantes
multinucleadas en la infección por HSV o por el virus varicela-zóster.

Tratamiento del herpes simple

• En general, se indica aciclovir, valaciclovir o famciclovir


• En caso de queratitis, trifluridina tópica (lo habitual es indicarlo tras una
interconsulta con un oftalmólogo)
• El tratamiento farmacológico de la infección primaria por HSV, incluso si se hace
temprano, no previene la posibilidad de recurrencia.
HERPES ZÓSTER

El herpes zóster es una infección viral que causa una erupción dolorosa. Los herpes
zóster pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Por lo general, parece una sola
franja de ampollas que envuelve el lado izquierdo o derecho del torso.

La causa del herpes zóster es el virus varicela-zóster, el mismo virus que provoca la
varicela. Después de contraer varicela, el virus permanece en el cuerpo de por vida. Años
más tarde, el virus puede reactivarse como herpes zóster.

El herpes zóster no pone en riesgo la vida. Sin embargo, puede ser muy doloroso. Las
vacunas pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar herpes zóster. El tratamiento
temprano puede acortar una infección por herpes zóster y disminuir la posibilidad de
complicaciones. La complicación más común es la neuralgia posherpética. Se trata de
una afección dolorosa que hace que el herpes zóster duela durante mucho tiempo
después de que las ampollas desaparecieron.

Síntomas

Los síntomas del herpes zóster suelen afectar solo una pequeña sección de un lado del
cuerpo. Entre estos síntomas, se pueden incluir los siguientes:

• Dolor, ardor u hormigueo.


• Sensibilidad al tacto.
• Sarpullido rojo que aparece unos días después del dolor.
• Ampollas llenas de líquido que se abren y forman costras.
• Picazón.

Causas

La causa del herpes zóster es el virus varicela-zóster, el mismo virus que provoca la
varicela. Cualquiera que haya tenido varicela puede desarrollar herpes zóster. Después
de recuperarte de la varicela, el virus ingresa en el sistema nervioso y permanece
inactivo durante años.

A veces, el virus se reactiva y se traslada por las vías nerviosas hasta la piel, lo que
produce herpes zóster. Sin embargo, no todas las personas que han tenido varicela
desarrollarán herpes zóster.

Factores de riesgo

✓ Edad. El riesgo de tener herpes zóster aumenta con la edad. El herpes zóster, por
lo general, se produce en personas mayores de 50 años. Y las personas mayores
de 60 años son más propensas a sufrir complicaciones más graves.
✓ Algunas enfermedades. Las enfermedades que debilitan tu sistema inmunitario,
como el VIH o SIDA y el cáncer, pueden aumentar tu riesgo de desarrollar herpes
zóster.
✓ Tratamientos oncológicos. La radiación o la quimioterapia pueden reducir tu
resistencia a las enfermedades y desencadenar el herpes zóster.
✓ Algunos medicamentos. Los medicamentos que previenen el rechazo de
órganos trasplantados pueden aumentar el riesgo de tener herpes zóster. El uso
a largo plazo de esteroides, como la prednisona, también puede aumentar el
riesgo de tener herpes zóster.

Complicaciones

o Neuralgia posherpética. Para algunas personas, el dolor por el herpes zóster


continúa por mucho tiempo después de que desaparezcan las ampollas. Esta
afección se denomina "neuralgia posherpética". Ocurre cuando las fibras de
nervios dañados envían mensajes confusos y exagerados de dolor desde la piel
hacia el cerebro.
o Pérdida de la visión. El herpes zóster en el ojo o a su alrededor (herpes zóster
ocular) puede causar infecciones dolorosas en el ojo que pueden generar pérdida
de la visión.
o Problemas neurológicos. El herpes zóster puede causar inflamación del cerebro
(encefalitis), parálisis facial o problemas de audición o del equilibrio.
o Infecciones en la piel. Si las ampollas del herpes zóster no se tratan
adecuadamente, pueden desarrollarse infecciones bacterianas en la piel.

Prevención

Una vacuna contra el herpes zóster puede ayudar a prevenir esta afección. Las personas
que califiquen deben administrarse la vacuna Shingrix, la cual ha estado disponible en
los Estados Unidos desde que la aprobó la Administración de Alimentos y Medicamentos
en 2017. La vacuna Zostavax ya no se vende en los Estados Unidos, pero es probable que
otros países aún la usen.

La vacuna Shingrix está aprobada y se recomienda para personas de 50 años o más,


incluso para quienes ya hayan tenido herpes zóster. Las personas que han recibido la
vacuna Zostavax anteriormente, o no saben si han tenido varicela, también pueden
administrarse la vacuna Shingrix.

Tratamiento

El tratamiento del herpes zoster se realiza con fármacos antivirales por vía oral o
intravenosa, pero no siempre es necesario tratarlo, ya que se resuelve
espontáneamente en unos 7 días. El tratamiento se indica principalmente en pacientes
inmunosuprimidos, por el riesgo de diseminación del virus a otros órganos.
Referencias Bibliográficas

✓ Drew WL, Buhles W, Erlich KS. Herpesvirus infections (cytomegalovirus, herpes


simplex virus, varicella-zóster virus). How to use ganciclovir (DHPG) and
acyclovir. Infectious disease clinics of North America. 1988 Jun;2(2):495-509.

✓ Mocarski ES, Stinski MF. Persistence of the cytomegalovirus genome in human


cells. Journal of virology. 1979 Sep;31(3):761-75.

✓ Roizman B. The function of herpes simplex virus genes: a primer for genetic
engineering of novel vectors. Proceedings of the National Academy of Sciences
of the United States of America. 1996 Oct 15;93(21):11307-12.

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