Cultura de Paz y No Violencia
Cultura de Paz y No Violencia
Cultura de Paz y No Violencia
La construcción de una cultura de paz y desarrollo sostenible es uno de los objetivos principales del mandato de la
UNESCO. La formación y la investigación para el desarrollo sostenible están entre sus prioridades, así como la
educación para los derechos humanos, las competencias en materia de relaciones pacíficas, la buena gobernanza,
la memoria del Holocausto, la prevención de conflictos y la consolidación de la paz.
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Desde 1945, la UNESCO promueve el derecho a la educación de calidad y los avances científicos aplicados al
desarrollo de los conocimientos y capacidades requeridos para lograr el progreso económico y social y alcanzar la
paz y el desarrollo sostenible.
La cooperación internacional se fomenta a través de programas para gestionar espacios transfronterizos tales como
los sitios del patrimonio mundial, las reservas de biosfera, los geoparques y los recursos hídricos transfronterizos,
además de los programas como “Agua para la Paz” o “Del conflicto potencial al potencial de cooperación” (PCCP).
Las ONU designó a la UNESCO coordinadora del Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua (2013),
destinado a promover una cooperación más estrecha entre los países para dar respuesta al incremento de la
demanda de acceso al agua, al reparto de los recursos y a los servicios de abastecimiento.
Varios proyectos internacionales establecidos bajo los auspicios de la UNESCO tratan de impulsar la solidaridad y la
paz en Oriente Medio gracias a la cooperación científica. Cabe destacar el proyecto SESAME (Centro Internacional
de Radiaciones de Sincrotrón para Ciencias Experimentales y Aplicadas), que es uno de los institutos de
investigación más ambiciosos de Oriente Medio, y la Organización Israelo-Palestina para la Ciencia (IPSO).
En el ámbito de la ciencia, gracias a su mandato intergubernamental y su composición universal, la UNESCO
concentra sus actividades en las preocupaciones a escala mundial que requieren la colaboración de varios países,
como los problemas de gestión de recursos de agua dulce, la salud de los océanos, el cambio climático, las
energías renovables, la prevención de los desastres naturales, la pérdida de biodiversidad, y el refuerzo de
capacidades en ciencia, tecnología e innovación.
Asimismo, se considera que el conocimiento de los derechos y las libertades es una herramienta fundamental que
garantiza el respeto de los derechos de todos. El Programa Mundial para la educación en Derechos Humanos guía
el trabajo de la UNESCO en esta materia.
Preocupada por el avance del racismo, la xenofobia y la intolerancia, la UNESCO considera que la educación es
esencial para fortalecer los fundamentos de la tolerancia y reducir la discriminación y la violencia. El 18 de enero de
2012 vio la luz el proyecto “Enseñar el respeto para todos”, una iniciativa conjunta de la UNESCO, los Estados
Unidos de América y Brasil que trata de concebir un marco pedagógico para luchar contra el racismo y fomentar la
tolerancia adaptable al contexto y las necesidades de cada país.
La UNESCO reconoce igualmente la necesidad de enseñar las lecciones del Holocausto para cimentar el respeto
de los derechos humanos, las libertades fundamentales y valores como la tolerancia y el respeto mutuo. Se anima a
los Estados Miembros de la Organización de las Naciones Unidas a elaborar programas educativos que transmitan
la memoria del Holocausto a las generaciones futuras para evitar que el genocidio se repita. La UNESCO pone a
disposición herramientas pedagógicas y una plataforma educativa para que los centros docentes, los profesores, los
estudiantes y otras partes interesadas tengan acceso a los recursos educativos para perpetuar la memoria del
Holocausto.