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FOJA: 19 .- diecinueve .

NOMENCLATURA : 1. [790]Resoluci ón de Liquidaci ón


JUZGADO : 10 º Juzgado Civil de Santiago
CAUSA ROL : C-20635-2015
CARATULADO : JUAN PABLO GUGLIELMI
ESPOSITO

Santiago, treinta de noviembre de dos mil quince

A fs. 16: Por cumplido lo ordenado.


A fs. 17: Estese al mérito de los antecedentes.
Vistos y teniendo presente:

Primero: Que, corresponde señalar que el hecho económico social del


cual emerge el derecho concursal es la figura de la insolvencia o cesaci ón de
pagos, esto es, “un estado patrimonial vicioso y complejo que se traduce en
un desequilibrio entre su activo liquidable y su pasivo exigible, de modo tal
que coloca a su titular en la incapacidad objetiva de cumplir, actual o
potencialmente, los compromisos que lo afectan” (Derecho Concursal, Del
Procedimiento Concursal de Liquidación Ley N° 20720, Cuarta Edici ón
Actualizada, Juan Esteban Puga Vial).
Precisamente, y conforme se le ha definido, la insolvencia obedece a
un estado patrimonial, una condición del deudor, mas no a un hecho
aislado como puede ser el simple incumplimiento de una obligaci ón, cuya
persecución compulsiva es a través de la ejecución individual. Tratase, en
consecuencia, de un estado tal, que imposibilita a quien le aqueja, remediar
su patrimonio, de lo cual deviene, asimismo, su carácter de permanencia.
Antecedentes respecto de los cuales el juez requiere adquirir convicci ón
acerca de la existencia del desequilibrio apuntado.
De allí que pueda razonablemente concluirse, que para que los
procedimientos colectivos concursales reciban aplicación, necesariamente
debe concurrir una causa, a saber, la situaci ón patrimonial de imposibilidad
de pagar, que de un modo generalizado y perdurable, afecta al patrimonio,
ya sea de una empresa o persona deudora, lo que excede, como se dijo, el
incumplimiento de una obligación.
Segundo: Que, tratándose de la liquidación voluntaria, esto es,
“aquella solicitada por el Deudor”, según le define el art ículo 2 N ° 18 de la
Ley 20.720, la solicitud en tal sentido constituye un hecho revelador del
estado patrimonial que se denuncia crítico, considerándosele, una verdadera
confesión expresa y judicial de cesación de pagos.
Enseguida, cabe hacer presente que no resulta ser suficiente la
confesión del mal estado de los negocios. As í en palabras del tratadista don
Ricardo Sandoval López “no basta con formular la confesi ón del mal estado
de los negocios –de la empresa deudora-, ella debe acreditarla y para tal
efecto tiene que adjuntar, a la solicitud de liquidaci ón voluntaria, los
antecedentes que evidencian el desequilibrio generalizado, permanente e
irremontable entre su activo expresado en la lista de bienes y su pasivo
constituido por el estado de deudas; A lo que se suma también la relación
de sus juicios pendientes , en los que sin duda tendrá la calidad de
demandada”. Continúa señalando que “el hecho de que la empresa deudora
pida su liquidación voluntaria, no significa que el juez est é obligado a
declararla, sino que se requiere que la confesi ón de la cesaci ón de pagos se
ajuste a las normas probatorias para constituir plena prueba del fundamento
de su petición. No debe perderse de vista que en los procedimientos
concursales, tal como en la quiebra, no sólo est á comprometido el inter és
del deudor, sino también el de los acreedores, el de los terceros y el de toda
la comunidad” (Reorganización y Liquidación de Empresas y Personas,
Derecho Concursal, Séptima Edición Actualizada con la Ley N° 20.720).
Tercero: Que así las cosas, como se adelantó, el mandato legal
contemplado en los artículos 115 y 273 de la Ley 20.720 establece
determinados requisitos que la Empresa o Persona Deudora ha de satisfacer
para solicitar su Liquidación Voluntaria, demostrativos de aquel
“desequilibrio generalizado, permanente e irremontable” que le aqueja.
En ese entendido y realizando la revisión que la ley citada dispone, no
se advierte su acreditación, como requisito previo de admisibilidad, desde
que un procedimiento como el descrito, requiere de un modo ineludible, el
estado de insolvencia del deudor en términos generales, que permita
descartar la presencia de un incumplimiento de obligaciones singulares.
Así, aun cuando el solicitante adjunta a su presentación certificados de
deudas de Banco Santander Chile y Banco de Chile, no existe en autos
antecedente alguno que permita a esta magistrado colegir el estado de
insolvencia que se alega, o que permita diferenciar el estado que denuncia,
de un incumplimiento de obligaciones singulares adquiridas con una entidad
bancaria, pues, como se dijo, ningún antecedente existe al respecto, as í
como de su exigibilidad.
Luego, a mayor abundamiento, uno de los indicios que la ley
establece y que resulta ser demostrativo del estado de insolvencia que se
dice padecer, es la existencia de juicios pendientes, lo que no acontece en la
especie, pues además, de enunciarse tan solo la deducci ón de una acci ón
ante el 25° Juzgado Civil de esta ciudad en contra del solicitante –y no la
pluralidad que la norma exige-, al tiempo de formulada la petici ón de
liquidación, no puede considerársele siquiera como “juicio pendiente ” al no
constar su notificación.
De igual modo, en cuanto a las aseveraciones del solicitante en cuanto
a encontrarse cesante y divorciado desde el mes de abril pasado, en nada
altera lo razonado.
Cuarto: Que resta concluir que el solicitante no acredita, de manera
alguna, la situación de insolvencia que debiera sufrir para acceder al
procedimiento en cuestión, atendido especialmente que, de acuerdo a la
actual legislación y de estimarse por el tribunal que concurren los requisitos,
el procedimiento de liquidación ya se habrá iniciado, no existiendo otra
oportunidad que esta para revisar si efectivamente nos encontramos ante un
caso que amerite un procedimiento como el de autos.

Luego, ninguna luz da el solicitante, más allá de su propia


determinación, acerca de encontrarse efectivamente en mora, presupuesto
inicial para una consecuente existencia de deudas, que originan, en
definitiva, el estado de insolvencia tantas veces citado.

Quinto: Que los motivos que preceden conducirán a la decisión de


no dar curso a la solicitud de fojas 6.
Por estas consideraciones, y atendido lo dispuesto en las normas
citadas y además lo prescrito en los artículos 160 y 171 del C ódigo de
Procedimiento Civil, se declara que:

- No ha lugar a la solicitud contenida en lo principal de fojas 6.

Devuélvanse los documentos acompañados, dejando la constancia


respectiva en autos.

Transcurrido el término legal, archívese.

Rol N ° 20.635-2015.-

En Santiago, a treinta de Noviembre de dos mil quince, se notificó por el estado


diario, la resolución precedente.

01573761471879

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