Sustitución Nucleofílica Y Eliminación
Sustitución Nucleofílica Y Eliminación
Sustitución Nucleofílica Y Eliminación
Los haluros de alquilo se convierten fácilmente en muchos otros grupos funcionales. El átomo
del halógeno puede salir con su par de electrones de enlace para formar un ion haluro estable;
decimos que un haluro es un buen grupo saliente. Cuando otro átomo reemplaza al ion haluro,
la reacción es de sustitución nucleofílica. Cuando el ion haluro parte junto con otro átomo o
ion (con frecuencia H+), la reacción es de eliminación. En muchas eliminaciones, se pierde
una molécula de H-X del haluro de alquilo para generar un alqueno. Estas eliminaciones se
conocen como deshidrohalogenaciones, ya que se elimina un haluro de hidrógeno del haluro
de alquilo. Las reacciones de sustitución nucleofílica y eliminación con frecuencia compiten
entre sí. En una sustitución nucleofílica, un nucleófilo (Nuc:-) reemplaza a un grupo saliente
X- de un átomo de carbono, utilizando un par de electrones no enlazados para formar un nuevo
enlace con el átomo de carbono.
En una eliminación, se pierde tanto el ion haluro como otro sustituyente. Se forma un nuevo
enlace pi.
El ion hidróxido ataca la parte posterior del átomo de carbono electrofílico, y aporta un par de
electrones para formar un nuevo enlace. (En general, se dice que los nucleófilos atacan a los
electrófilos, y no al revés. Se observa que la rapidez de reacción se duplica cuando la con-
centración de cualquier reactivo se duplica. Por lo tanto la reacción es de primer orden con res-
pecto a cada uno de los reactivos, y de segundo orden global. La ecuación de rapidez tiene la
siguiente forma:
Para funcionar como un nucleófilo, un ion o molécula debe acercarse a un átomo de carbono
para atacarlo. Los grupos voluminosos del nucleófilo dificultan este acercamiento y
disminuyen la rapidez de reacción. Por ejemplo, el ion ter-butóxido es una base más fuerte
(para abstraer pro- tones) que el ion etóxido, pero el ion ter-butóxido tiene tres grupos metilo
que dificultan cualquier aproximación a un átomo de carbono más “poblado”. Por lo tanto, el
ion etóxido es un nucleófilo más fuerte que el ion ter-butóxido. Cuando los grupos voluminosos
interfieren con una reacción debido a su tamaño, esto se conoce como impedimento estérico.
Otro factor que influye sobre la nucleofilia de estos iones es su solvatación, en particular en los
disolventes próticos. Un disolvente prótico es aquel que tiene protones ácidos, por lo general
en la forma de grupos O-H o N-H. Estos grupos forman enlaces por puente de hidrógeno con
los nucleófilos que tienen carga negativa. Los disolventes próticos, en especial los alcoholes,
son buenos disolventes para las sustituciones nucleofílicas, ya que los reactivos (haluros de
alquilo, nucleófilos, etcétera) tienden a ser muy solubles.
Los aniones pequeños se solvatan más que los aniones grandes en un disolvente prótico, ya que
el disolvente se aproxima más a un anión pequeño y forma enlaces por puente de hidrógeno
fuertes. Cuando un anión reacciona como un nucleófilo, se necesita energía para “quitar” algu-
nas moléculas del disolvente, y romper algunos enlaces que por puente de hidrógeno estabili-
zan al anión solvatado. Se necesita más energía para retirar al disolvente de un ion pequeño
muy solvatado, como el fluoruro, que de un ion grande difuso y menos solvatado, como el ion
yoduro.
Los disolventes apróticos (disolventes sin grupos O-H o N-H) mejoran la nucleofilia de los
aniones. Un anión es más reactivo en un disolvente aprótico porque no está demasiado
solvatado. No hay enlaces por puente de hidrógeno por romper cuando el disolvente debe abrir
paso para que el nucleófilo se aproxime a un átomo de carbono electrofílico. La capacidad de
solvatación relativamente débil de los disolventes apróticos también es una desventaja: los
reactivos iónicos, más polares, son insolubles en di- solventes apróticos simples como los
alcanos.
Los disolventes apróticos polares (son los más adecuados para esta reacción de sustitución)
tienen momentos dipolares fuertes para mejorar la so- lubilidad, aunque no tengan grupos O-
H o N-H para formar enlaces por puente de hidrógeno con aniones. Estos disolventes consiguen
disolver los reactivos, que generalmente son muy polares, pero rodean poco el nucleófilo
dejándole libertad para atacar al sustrato.
Además de los haluros de alquilo, una variedad de compuestos distintos funcionan como
sustratos en reacciones SN2. Para ser un buen sustrato en el ataque de un nucleófilo en una
reacción SN2, una molécula debe tener un átomo de carbono electrofílico con un buen grupo
saliente, y el átomo de carbono no debe tener tanto impedimento estérico para que un nucleófilo
lo ataque.
1. El grupo saliente debe ser un aceptor de electrones para generar una carga parcial positiva
sobre el átomo de carbono y hacerlo electrofílico. Un grupo saliente aceptor de electrones
tam- bién estabiliza el estado de transición con carga negativa. Los átomos de halógenos
son muy electronegativos, por lo que los haluros de alquilo son sustratos comunes en
reacciones SN2. El oxígeno, nitrógeno y azufre también forman enlaces fuertemente
polarizados con el átomo de carbono; con los sustituyentes adecuados, pueden ser la base
de excelentes grupos salientes.
2. El grupo saliente debe ser estable una vez que ha salido con el par de electrones que lo unían
al carbono. Se necesita un grupo saliente estable para que sea energéticamente favorable. El
grupo saliente parte en el estado de transición; un grupo saliente reactivo elevaría la energía
del estado de transición, lo que disminuiría la rapidez de la reacción. Además, la energía del
grupo saliente se refleja en la energía de los productos. Un grupo saliente reactivo elevaría la
energía de los productos, y el equilibrio tendería hacia los reactivos.
Los buenos grupos salientes deben ser bases débiles, por lo que son bases conjugadas de ácidos
fuertes. Los hidrácidos HCl, HBr y HI son fuertes y sus bases conjugadas (Cl-, Br- e I-) son
débiles. Otras bases débiles, como los iones sulfato, sulfonato y fosfato, también pueden ser
buenos grupos salientes. Los iones hidróxido y alcóxido, y otras bases fuertes, son malos
grupos salientes para las reacciones SN2. Por ejemplo, el grupo -OH de un alcohol es un mal
grupo saliente, ya que tendría que salir como ion hidróxido.
Una molécula neutra frecuentemente funciona como el grupo saliente de una especie con carga
positiva. Por ejemplo, si se adiciona un alcohol a una disolución ácida, el grupo hidroxilo se
protona, y entonces el agua es el grupo saliente.
3. Por último, un buen grupo saliente debe ser polarizable para mantener el enlace parcial con
el átomo de carbono en el estado de transición. Este enlace ayuda a estabilizar el estado de tran-
sición y a reducir la energía de activación. La partida de un grupo saliente se parece mucho al
ataque de un nucleófilo, excepto que el enlace se rompe en lugar de formarse. Los nucleófilos
y grupos salientes polarizables estabilizan el estado de transición al lograr más enlaces a
mayores distancias. El ion yoduro, uno de los iones más polarizables, es tanto un buen
nucleófilo como un buen grupo saliente. Por el contrario, el ion fluoruro es un ion pequeño
“duro”. Éste es un nucleófilo débil (en disolventes próticos) y un mal grupo saliente en
reacciones SN2.
Distintos tipos de haluros de alquilo experimentan reacciones SN2 con rapidez muy diferente.
La estructura del sustrato es el factor más importante en su reactividad frente al desplazamien-
to SN2. La reacción ocurre rápidamente con haluros de metilo y con la mayoría de los sustratos
primarios; es más lenta con haluros secundarios. Los haluros terciarios no reaccionan en
absoluto con el mecanismo SN2.
Como hemos visto, la reacción SN2 necesita el ataque de un nucleófilo a la parte posterior de
un átomo de carbono electrofílico. Un átomo de carbono sólo puede tener cuatro orbitales de
enlace llenos (un octeto), por lo que el grupo saliente debe irse cuando el nucleófilo se enlaza
al átomo de carbono. Los electrones del nucleófilo entran en el lóbulo posterior del orbital con
hibridación sp3 del carbono, en su combinación de antienlace con el orbital del grupo saliente
(ya que el OM de enlace ya está lleno). Los electrones en el OM de antienlace ayudan a debilitar
el enlace C-Br cuando el bromo sale. El estado de transición muestra un enlace parcial con el
nucleófilo y con el grupo saliente.
El ataque a la parte posterior literalmente pone al revés al tetraedro del átomo de carbono,
como una sombrilla sorprendida por el viento. En el producto, el nucleófilo asume una posición
estereoquímica opuesta a la posición del grupo saliente originalmente ocupado. A este
resultado se le conoce como inversión de la configuración del átomo de carbono. En el caso
de un átomo de carbono asimétrico, el ataque a la parte posterior genera la configuración
opuesta del átomo de carbono. El desplazamiento SN2 es el ejemplo más común de una
inversión de Walden, un paso (de una secuencia de reacción) donde un átomo de carbono
asimétrico experimenta una inversión de configuración.
Cuando se añade bromuro de ter-butilo a metanol en ebullición, se puede aislar ter-butil metil
éter de la mezcla de reacción. Como esta reacción ocurre con el disolvente actuando como nu-
cleófilo, se conoce como solvólisis (solvo por “disolvente” y lisis que significa “separación”).
Debido a que la rapidez no depende de la concentración del nucleófilo, deducimos que el nu-
cleófilo no está presente en el estado de transición del paso limitante de la rapidez. El nucleó-
filo debe reaccionar después del paso lento. Este tipo de sustitución nucleofílica se conoce
como reacción SN1, por Sustitución Nucleofílica Unimolecular. El término unimolecular
significa que sólo hay una molécula involucrada en el estado de transición del paso limitante
de la rapidez.
El mecanismo SN1 es un proceso de múltiples pasos. El primer paso es una ionización lenta
para formar un carbocatión. La segunda es un ataque rápido sobre el carbocatión por parte de
un nucleófilo. El carbocatión es un electrófilo fuerte; reacciona muy rápido con los nucleófilos,
incluso con los nucleófilos débiles. En reacciones SN1, el nucleófilo por lo general es débil, ya
que sería más probable que un nucleófilo fuerte atacara al sustrato y forzara algún tipo de
reacción de segundo orden.
Los haluros de vinilo y de arilo no experimentan reacciones SN1 o SN2. Una reacción SN1
necesitaría una ionización para formar un catión vinilo o arilo, los cuales son menos estables
que la mayoría de los carbocationes alquilo. Una reacción SN2 necesitaría un ataque posterior
por parte del nucleófilo, lo cual es imposible por la repulsión de los electrones del enlace doble
o del anillo aromático.
La reacción SN1 se lleva a cabo mucho más fácilmente en disolventes polares que estabilizan
los iones. En el paso limitante de la rapidez se forman dos iones, y la ionización ocurre en el
estado de transición. Los disolventes polares solvatan estos iones por medio de una interacción
del momento dipolar del disolvente con la carga del ion. Los disolventes próticos como los
alcoholes y el agua son disolventes todavía más eficaces, ya que los aniones forman enlaces
por puente de hidrógeno con el átomo de hidrógeno del -OH, y los complejos catiónicos con
los electrones no enlazados del átomo de oxígeno del -OH.
Las reacciones SN1 requieren disolventes muy polares que solvaten fuertemente a los iones.
Una medida de la capacidad de un disolvente para solvatar iones es su constante dieléctrica
(e), una medida de la polaridad del disolvente. Observe que la ionización ocurre más
rápidamente en disol- ventes muy polares como el agua y los alcoholes. Aunque la mayoría de
los haluros de alquilo no son solubles en agua, con frecuencia se disuelven en mezclas muy
polares de acetona y al- coholes con agua.
Si un nucleófilo ataca al carbocatión por la parte frontal (la parte que dejó el grupo saliente), la
molécula de producto presenta una retención de configuración. El ataque por la parte
posterior genera una molécula de producto que presenta una inversión de configuración. La
racemización es simplemente una combinación de retención e inversión de la configuración.
Sin embargo, cuando ocurre una racemización, rara vez el producto es totalmente racémico;
con frecuencia hay más inversión que retención de configuración. Cuando el grupo saliente
parte, bloquea de manera parcial la parte frontal del carbocatión. La parte pos- terior no está
impedida, por lo que es más probable que el ataque ocurra ahí.
Los carbocationes frecuentemente experimentan cambios estructurales, conocidos como
reordenamientos, para formar iones más estables. Puede presentarse un reordenamiento luego
de que se ha formado un carbocatión, o puede ocurrir al momento en que el grupo saliente se
va. En las reacciones SN2 no se presentan reordenamientos, ya que no se forman carbocationes
y el mecanismo de un solo paso no da oportunidad a reordenamiento alguno.
Adicionalmente
El nucleófilo participa en el paso lento (el único paso) de la reac- ción SN2, pero no en el paso lento de la SN1.
Por lo tanto, un nucleófilo fuerte promueve la SN2, pero no la SN1. Los nucleófilos débiles no promueven la
reacción SN2; por lo tanto, las reac- ciones con nucleófilos débiles generalmente utilizan el mecanismo SN1 si el
sustrato es secundario o terciario.
La estructura del sustrato (el haluro de alquilo) es un factor importante para determinar cuál de estos mecanismos
de sustitución nucleofílica puede funcionar. Los haluros de metilo y los haluros primarios son malos sustratos
para sustituciones nucleofílicas SN1, ya que no pueden ionizarse fácilmente para formar carbocationes metilo y
primarios de alta energía. Sin embargo, no están realmente impedidos, por lo que son buenos sustratos para la
reacción SN2. Los haluros terciarios están demasiado impedidos para experimentar desplazamientos SN2, pero
pueden ionizarse para formar carbocationes terciarios. Los haluros terciarios experi- mentan sustituciones
nucleofílicas sólo a través del mecanismo SN1. Los haluros secundarios pueden experimentar sustituciones
nucleofílicas por cualquiera de estos mecanismos, según las condiciones.
Una eliminación involucra la pérdida de dos átomos o grupos del sustrato, generalmente con la formación de un
enlace pi. Las reacciones de eliminación con frecuencia acompañan y compiten con las sustituciones nucleofílicas.
Al modificar los reactivos y las condiciones podemos modificar una reacción para favorecer una sustitución
nucleofílica o una eliminación. Primero estudiaremos las eliminaciones por sí mismas, y luego consideraremos a
las sustituciones nucleofílicas y las eliminaciones juntas, para intentar predecir qué productos y qué mecanismos
son probables con un conjunto dado de reactivos y condiciones.
De acuerdo con los reactivos y las condiciones involucradas, una eliminación podría ser un proceso de primer
orden, E1, o de segundo, E2. Los siguientes ejemplos muestran los tipos de eliminaciones que abarcaremos en
este capítulo. Pueden ser por ejemplo:
Eliminación de primer orden (E1):
Como el paso limitante de la rapidez involucra la ionización unimolecular del haluro de alquilo,
la ecuación de rapidez es de primer orden. La rapidez depende sólo de la concentración del
haluro de alquilo y no de la fuerza o concentración de la base.
Rapidez E1 = kr[RX]
La base débil (por lo general el disolvente) participa en el segundo paso rápido de la reacción.
La reacción E1 casi siempre compite con la reacción SN1. Siempre que se forma un carbocatión
éste puede experimentar una sustitución nucleofílica o una eliminación, y el resultado general-
mente es una mezcla de productos. En condiciones ideales, una de estas reacciones de primer
orden genera un buen rendimiento de uno u otro producto. Sin embargo, con frecuencia los
carbocationes intermediarios reac- cionan de dos o más formas y forman mezclas de productos.
Por esta razón, las reacciones SN1 y E1 de los haluros de alquilo no se utilizan frecuentemente
para la síntesis orgánica, aunque se han estudiado con gran detalle para aprender sobre las
propiedades de los carbocationes.
Una eliminación también puede ocurrir bajo condiciones de segundo orden cuando está
presente una base fuerte. Como ejemplo considere la reacción del bromuro de ter-butilo con el
ion metóxido en metanol. Ésta es una reacción de segundo orden, ya que el ion metóxido es
una base fuerte y también un nucleófilo fuerte. Este ion ataca al haluro de alquilo más rápido
de lo que el haluro puede ionizarse para generar una reacción de primer orden. Sin embargo,
no se observa producto de sustitución nucleofílica (ter-butil metil éter). El mecanismo SN2 es
bloqueado debido a que el haluro de alquilo terciario está demasiado impedido. El producto
observado es el 2-metil- propeno, el cual resulta de la eliminación de HBr y la formación de
un enlace doble.
La rapidez de esta eliminación es proporcional a las concentraciones del haluro de alquilo y la
base, lo que produce una ecuación de rapidez de segundo orden. Éste es un proceso
bimolecular, en el que la base y el haluro de alquilo participan en el estado de transición, por
lo que este mecanismo se abrevia como E2, por Eliminación Bimolecular.
En la reacción E2 que acabamos de ver, el metóxido reacciona como una base y no como
nucleófilo. La mayoría de los nucleófilos fuertes también son bases fuertes y, por lo general,
cuando se utiliza una base o un nucleófilo fuerte con un mal sustrato SN2, como un haluro de
alquilo terciario o uno secundario impedido, el resultado es una eliminación. En lugar de atacar
la parte posterior del carbono electrofílico impedido, el metóxido abstrae un protón de uno de
los grupos metilo. Esta reacción ocurre en un paso, y el bromuro sale cuando la base abstrae
un protón.
En el mecanismo general de la reacción E2, una base fuerte abstrae un protón de un átomo de
carbono adyacente al que tiene el grupo saliente. Cuando la base abstrae un protón, se forma
un enlace doble y el grupo saliente se va. Como la reacción SN2, la E2 es una reacción
concertada en la que se rompen enlaces y al mismo tiempo, en un solo paso, se forman nuevos.
Este orden de reactividad refleja la mayor estabilidad de los enlaces dobles muy sustituidos.
La eliminación de un haluro terciario genera un alqueno más sustituido que la eliminación de
un haluro secundario, el cual genera un alqueno más sustituido que un haluro primario. Las
estabilidades de los productos alqueno se reflejan en los estados de transición, con energías de
activación más bajas y con una rapidez mayor para la eliminación de haluros de alquilo que
dan pie a alquenos altamente sustituidos.
La reacción E2 necesita la abstracción de un protón del átomo de carbono cercano que tiene al
halógeno. Si hay dos o más posibilidades, es probable que se formen mezclas de productos. En
la mayoría de los casos la regla de Zaitsev predice cuál de los productos posibles será el
principal, es decir, el alqueno más sustituido.
Al igual que la reacción SN2, la E2 sigue un mecanismo concertado: la ruptura y formación
de enlaces ocurre al mismo tiempo, y la formación parcial de enlaces nuevos disminuye la ener-
gía del estado de transición. Los mecanismos concertados requieren arreglos geométricos es-
pecíficos, para que los orbitales de los enlaces que se están rompiendo puedan traslaparse con
aquellos que se están formando y los electrones puedan fluir sin problema de un enlace a otro.
El arreglo geométrico que necesita la reacción SN2 es la de ataque por la parte posterior, mien-
tras que la reacción E2 necesita un arreglo coplanar de los orbitales.
La siguiente figura muestra dos conformaciones que proporcionan la alineación coplanar ne-
cesaria del grupo saliente, el hidrógeno que parte y los átomos de carbono. Cuando el hidrógeno
y el halógeno son anti entre sí (180°), sus orbitales están alineados. A esto se le llama
conformación anti-coplanar. Cuando el hidrógeno y el halógeno se eclipsan entre sí ( 0°), sus
orbitales nuevamente están alineados. A esto se le conoce como conformación sin-coplanar.
De estas conformaciones, el arreglo anti-coplanar es el que se ve con mayor frecuencia en las
reacciones E2. El estado de transición del arreglo anti-coplanar es una conformación alter- nada
con la base alejada del grupo saliente. En la mayoría de los casos este estado de transición tiene
menos energía que el correspondiente a la eliminación sin-coplanar. El estado de transición
para la eliminación sin-coplanar es una conformación eclipsada. Además de la energía más
elevada que resulta de interacciones eclipsantes, el estado de transición sufre por la
interferencia entre la base atacante y el grupo saliente.
La E2 es una reacción estereoespecífica, ya que diferentes estereoisómeros de la materia prima
reaccionan para dar estereoisómeros distintos del producto. Esta estereoespecificidad re- sulta
del estado de transición anti-coplanar que generalmente está involucrado en la E2.
Un breve resumen:
Esquema de predicción para reacciones SN y E