TUTELA
TUTELA
TUTELA
SEÑOR (A):
JUEZ MUNICIPAL DE IPIALES (REPARTO)
E. S. D.
5. El señ or JAVIER PÉ REZ DE LOS RÍOS ha ejercido actos de señ or y dueñ o tales
como llevar un ingeniero civil para levantar los planos de la casa, propiciar la
visita de un arquitecto para que analice la estabilidad de la misma, asistir a la
Alcaldía Municipal de Ipiales, para que realizaran una inspecció n y verifiquen
el estado del inmueble.
11.Los invasores penetran la casa de habitació n violentando otra vez las chapas y
candados, apoderá ndose del inmueble, se solicita nuevamente apoyo de la
POLICIA NACIONAL para que se retiren y no perturben la posesió n del
inmueble, pero ellos se niegan y de forma grosera manifiestan que no saldrá n
de la vivienda, en ese momento los agentes se retiran y recomiendan que se
inicie las acciones respectivas. Los Agentes de Policía pese a los documentos
de propiedad que presento la administradora indican no saber interpretar la
documentació n retirá ndose del lugar sin solució n alguna pese a la flagrancia
del hecho, nuevamente la señ ora ROCIO PATRICIA ORTEGA fue asistida por la
abogada DRA. FRANCY LORENA BENAVIDEZ.; pese a la flagrancia en que se
encontraban cometiendo el delito de "Invasión de tierras o edificaciones
Artículo 263 del Có digo Penal, LA POLICIA NACIONAL permitió que se queden
en el inmueble. De lo cual se encuentra evidencia de la presencia de los
uniformados
12.Es factible aclarar que el señ or RICARDO FREYRE CHAMORRO alega tener un
contrato de promesa compraventa con una de las hermanas de mi poderdante,
la señ ora MARIA TERESA PÉ REZ DE LOS RIÓ S, sobre el bien
inmueble descrito en los hechos anteriores, el contrato mencionado data de
fecha 25 de marzo de 2003. Se aclara que no existió entrega material del
inmueble al comprador, tal como se demuestra en sentencia de apelació n;
todo esto quiere decir que las partes tienen un conflicto desde hace tiempo
Sentencia que fue apelada, la cual decide el Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá - sala de decisió n civil en fecha 14 de enero de 2010 en la
parte final de la motivació n indica “6. Corolario de todo cuanto hasta acá se ha
dicho es que aquel fallo apelado debe ser modificado en sus ordinales primero y
tercero, a fin de que la resolución declarada sea por incumplimiento de la parte
compradora, y para limitar la restitución de dineros que debe efectuar la parte
vendedora al valor nominal que esta recibiera. Dadas las resultas de la segunda
instancia, no habar condena en costas” a lo cual resuelve: “PRIMERO: modificar
el ordinal “Primero” de la parte resolutiva de la sentencia apelada, de fecha y
origen prenotados, en el sentido de que la resolución del contrato de promesa de
compraventa allí dispuesta, obedece al incumplimiento inicial de los
compradores de los compradores, RICARDO FREYRE CHAMORRO y la señora
YANETH ESCOBAR NOGUERA.
28.los presuntos actos posesorios de los señ ores RICARDO FREYRE CHAMORRO y
la señ ora YANETH ESCOBAR NOGUERA no fueron ratificados por los testigos,
ROSALBA ESCOBAR, JORGE YOVANNI BRAVO MELO y DAVID JIMMY
DELGADO GUERRERO. Siendo totalmente escasos, cortos, donde no citan que
actos posesorios han realizado los querellados, incluso la señ ora ROSALBA
ESCOBAR NOGUERA falta a la verdad porque es hermana de la señ ora
YANETH ESCOBAR NOGUERA faltando a la verdad en la declaració n que
realiza. Ademá s, que en ningú n momento los testigos logran desmentir los
actos ocurridos los días 4 y 5 de diciembre de 2020, es mas no saben acerca de
los hechos que se suscitaron en esas fechas
31.Por otra parte, referente al contrato de promesa de compraventa que señ alan
los querellados, como se mencionó , ya se encuentra resuelto a travé s de la
jurisdicció n ordinaria civil, en consecuencia, la Inspecció n de Policía
ú nicamente cumple la funció n de volver las cosas a su estado anterior, es
decir, al momento preté rito en que ocurrió la invasió n ilegal al inmueble, su
funció n mas que judicial es preventiva, dejando a las partes en libertad de
acudir al poder judicial para entablar acciones que diriman el asunto en
derecho.
36.Cabe destacar que, al proferir la Resolució n No. 671 del 19 de julio de 2022, la
Alcaldía de Ipiales desconoció lo establecido en la sentencia T-302 de 2011, la
cual señ ala que “en los procesos policivos no se controvierte el derecho de
dominio, de tal suerte que no se tendrán en cuenta, ni se valorarán las
pruebas que tiendan a demostrarlo. Todos los medios de prueba se
aceptan para verificar la perturbación o molestia que obstaculiza el
libre ejercicio de la posesión o la simple tenencia de un bien”, ya que las
pruebas son contundentes en demostrar la invasió n del inmueble de forma
violenta, no existe conflicto de quien tiene la posesió n del inmueble, puesto
que la parte querellada nunca desvirtú o testimonios, fotografías, informe de
la Policía Nacional de los hechos desarrollados el día 4 y 5 de diciembre de
2020, siendo pruebas contundentes.
Es menester indicarle a su despacho que estas pruebas indican que tan solo
viene ocupando de manera ilegal desde el 05 de diciembre de 2020 má s las
testimoniales que no arrojan claridad de la ocupació n que alegan lo
querellados, siendo testimonios falsos.
40.té ngase en cuenta que La Nulidad procesal va directamente ligada con las
irregularidades dentro del proceso, es decir las establecidas en el Artículo
133 del Có digo general del Proceso, pero en las motivaciones que realiza la
alcaldía en segunda instancia no se encuentra enmarcada ninguna nulidad
prevista en el art 133 del CGP, “Nulidad, la supra legal no es de recibo, pues no
hay nulidad por fuera de las causas previstas por el legislador sobre la temá tica
relativa a invocar una nulidad supra legal, derivada de esa puntual discusió n,
en el pasado la Corporació n preciso que: “No es de olvidar que la nulidad es una
figura procesal que tiene sus propios fines legales, entre estos el de especificidad
o taxatividad, conforme al cual no hay nulidad por fuera de las causas
especificas por el legislador”
42.Es de resaltar que la medida policiva debe recaer contra el perturbador del
orden pú blico. En este caso en particular se encuentra probada la
perturbació n por parte de los señ ores JULIAN FREYRE CHAMORRO - YANETH
ESCOBAR NOGUERA quienes realizaron una perturbació n a la posesió n de
forma violenta tal como se probó en el plenario con prueba fotográ fica,
testimonial y documental que no se tuvo en cuenta por parte de la ALCALDIA
DE IPIALES en segunda instancia, pero en este caso en particular recae la
carga contra quien ejerce legalmente sus libertades como lo es el señ or JAVIER
PEREZ DE LOS RIOS.
43.En este momento se encuentra que los querellados JULIAN FREYRE CHAMORRO -
YANETH ESCOBAR NOGUERA está n coaccionando al arrendatario JULIO OSCAR
CABRERA RUANO para que le firmen contratos de arrendamiento a favor de ellos,
quien viene como arrendatario de los locales comerciales del inmueble desde
hace má s de 10 añ os, quien le cancela el arrendamiento al accionante, ademá s
vienen desarrollando obras dentro del inmueble para simular la posesió n del
mismo. Se ve perjudicado por la inoperancia de la POLICIA NACIONAL que en
primer momento expulso a los invasores pero que en un segundo evento
determina dejarlos pese a los testigos presenciales del hecho, ahora
1. ¿la solicitud de tutela sub examine cumple con los requisitos generales de
procedencia de la acción de tutela en contra de providencias judiciales? De cumplirse
tales requisitos,
2.1. Para la procedencia de esta acció n de tutela se debe revisar la cuestió n previa
como lo es las Funciones jurisdiccionales de los inspectores policía según Sentencia T
– 176 -19. “Los inspectores de policía son autoridades administrativas que
excepcionalmente ejercen función jurisdiccional, a la luz de lo previsto por el artículo 116
de la Constitució n Política. En este sentido, la Corte ha reconocido que “cuando se trata de
procesos policivos para amparar la posesión, la tenencia, o una servidumbre, las autoridades
de policía ejercen función jurisdiccional y las providencias que dicten son actos
jurisdiccionales”. En el caso concreto, los tutelantes cuestionan las actuaciones procesales y
el fallo proferido por las autoridades demandadas en el marco del referido proceso de
amparo policivo por perturbació n a la posesió n y a la mera tenencia. Por lo tanto, dada la
naturaleza jurisdiccional de dichas actuaciones y decisiones policivas, esta Sala seguirá la
metodología definida por la jurisprudencia constitucional para resolver los casos de acció n
de tutela en contra de providencias judiciales”.
La Corte en sentencia T-048 de 1995, definió el amparo policivo contenido en el Código de Policía como: “(…)
un mecanismo preventivo dirigido a restablecer el poder de hecho que el poseedor o tenedor ejerce sobre un bien
inmueble o mueble, o específicamente en una servidumbre (arts. 125 y 128), sin que importe en cada caso
concreto la valoración jurídica relativa al derecho real o personal que el actor pudiera tener (propiedad, uso,
usufructo, servidumbre, arrendamiento, etc.). En el "amparo policivo" no se discute ni decide, por tanto, sobre la
fuente del derecho que protege al actor o a sus contradictores (art. 126), por lo que el debate se limita
exclusivamente a preservar o a restablecer la situación de hecho al estado anterior (statu quo) a la perturbación o
a la pérdida de la posesión o tenencia del demandante sobre el bien. Ese es el sentido con que se regula por el
artículo 125 del Código de Policía la figura del amparo. Así se expresa esta norma: "La Policía sólo puede
intervenir para evitar que se perturbe el derecho de posesión o mera tenencia que alguien tenga sobre un bien, y
en el caso de que se haya violado ese derecho, para restablecer y preservar la situación que existía en el
momento en que se produjo la perturbación"”
vía de seguridad, salubridad y estética públicas”. Igualmente, el artículo 125 ibídem, indica que “La policía sólo
puede intervenir para evitar que se perturbe el derecho de posesión o mera tenencia que alguien tenga sobre un
bien, y en el caso de que se haya violado ese derecho, para restablecer y preservar la situación que existía en el
momento en que se produjo la perturbación”. El artículo 126 ejusdem establece que “En los procesos de policía
no se controvertirá el derecho de dominio ni se considerarán las pruebas que se exhiban para acreditarlo”.
Finalmente, prescribe el artículo 127 del citado código que “Las medidas de policía para proteger la posesión
y tenencia de bienes se
mantendrán mientras el juez no decida otra cosa”.” En ese sentido, para este Tribunal: “(…) las autoridades en
ejercicio de la función de policía en los procesos de su competencia, (i) no están facultadas para limitar el
ejercicio del derecho a la propiedad, salvo en temas referidos a la seguridad, salubridad y estética públicas; (ii)
cuando se presenta perturbación de la posesión o a la mera tenencia que alguien detenta sobre un bien, tales
autoridades están facultadas para restablecer y preservar la situación en las condiciones que existían en el
momento de producirse la perturbación; (iii) el amparo policivo en estos casos, busca garantizar el ejercicio
normal de la posesión o a la simple tenencia que una persona ostenta sobre bienes muebles o inmuebles o de los
derechos reales constituidos sobre éstos, impedir y remover las situaciones de hecho que lo obstaculicen y
mantener el statu quo hasta tanto la controversia sea decidida por la autoridad respectiva. Es decir, las medidas
proferidas tienen carácter y efectos provisionales, en razón a que permanecen hasta que el juez competente
resuelva el fondo de la controversia; (iv) en los procesos policivos no se controvierte el derecho de dominio, de
tal suerte que no se tendrán en cuenta, ni se valorarán las pruebas que tiendan a demostrarlo. Todos los medios
de prueba se aceptan para verificar la perturbación o molestia que obstaculiza el libre ejercicio de la posesión o
la simple tenencia de un bien, y, (vi) la posesión en los términos de las normas analizadas debe entenderse como
la tenencia material de un bien determinado con ánimo de señor y dueño.”
2.2. Defecto procedimental:
Se presenta este defecto cuando el juez que dictó la sentencia se alejó del
procedimiento que correspondía, esto es, cuando se aparta de manera arbitraria de
las “formas propias del juicio” en el cual se dictó la sentencia. Este defecto tiene
sustento constitucional en los artículos 29 y 228 de la Constitució n. El error
procedimental que se evidencia debe tener una repercusió n trascendental en la
decisió n que se tomó y no puede ser atribuido al accionante en tutela. En la presente
acció n de tutela se encuentra que en segunda instancia la alcaldía de Ipiales se aleja
totalmente del procedimiento La Alcaldía de Ipiales emite un acto administrativo sin
motivació n, sin tener en cuenta las pruebas obrantes en el expediente por parte de la
parte querellante, sin bases jurídicas e incurriendo en arbitrariedades que favorecen
la perturbació n a favor de los querellados. Se aparta totalmente de la funció n policiva,
del respectivo procedimiento bajo ese entendido se resalta la siguiente sentencia “SP580-
2019 Radicación n.° 498t5— El amparo a la posesión, además, corresponde al ejercicio de la función
de policía y se orienta a «preservar y mantener el orden público policivo frente a manifestaciones
que puedan perturbar el orden y la tranquilidad ciudadana». (T302-11). Por su parte, las autoridades
policivas en ejercicio de la función en los procesos de su competencia, «están facultadas para
restablecer y preservar la situación en las condiciones que existían en el momento de producirse la
perturbación; (iii) el 12 CASACIÓN 49875 SANDRA MILENA GODOY POLAMA amparo policivo en estos
casos, busca garantizar el ejercicio normal de la posesión o a la simple tenencia que una persona
ostenta sobre bienes muebles o inmuebles o de los derechos reales constituidos sobre éstos, impedir
y remover las situaciones de hecho que lo obstaculicen y mantener el statu quo hasta tanto la
controversia sea decidida por la autoridad respectiva. Es decir, las medidas proferidas tienen
carácter y efectos provisionales, en razón a que permanecen hasta que el juez competente
resuelva el fondo de la controversia» (T-302- 11).
Es claro que con la decisió n de segunda instancia se beneficia a los perturbadores
JULIAN FREYRE CHAMORRO - YANETH ESCOBAR NOGUERA no se garantiza el
ejercicio normal de la sana posesió n del señ or JAVIER PEREZ DE LOS RIOS, por el
contrario, se deja dentro de la propiedad a los invasores ilegales pese al material
probatorio, a que se obro con diligencia y dentro del debido proceso.
Se presenta este defecto cuando el juez que dictó la sentencia, no contó con un
sustento probatorio que fundamentara las consecuencias jurídicas que establecían
las normas aplicables. La Corte Constitucional ha identificado dos tipos de
dimensiones en el presente defecto: (i) Una negativa, la cual se configura cuando el
juez niega la prá ctica de una prueba esencial, valora una prueba de manera
arbitraria, irracional o caprichosa o no valora una prueba fundamental. (ii) Una
positiva, la cual se configura cuando el juez valora pruebas determinantes que no
debieron serlo por estar mal recaudas o ir en contra de la Constitució n. Dentro de las
situaciones que pueden configurar un defecto fá ctico está n:
(i) La omisión en el decreto y practica de pruebas.
(i) Dimensión negativa, la cual se configura cuando el juez niega la práctica de una
prueba esencial, valora una prueba de manera arbitraria, irracional o caprichosa o no
valora una prueba fundamental.
Es menester indicarle a su despacho que estas pruebas indican que tan solo viene
ocupando de manera ilegal desde el 05 de diciembre de 2020 má s las testimoniales
que no arrojan claridad de la ocupació n que alegan lo querellados, siendo
testimonios falsos. Desconoce el testimonio del señ or JAIME EDUARDO HUALPA
HIDALGO quien fue la persona que llamo a la administradora acerca de la invasió n
ilegal que estaba siendo objeto el bien inmueble; es de resaltar que tambié n fue la
persona que vivió en la propiedad desde el día 23 de mayo de 2009 hasta el día 01
de agosto de 2020 mediante contrato de anticresis que fue cancelado por el señ or
JAVIER PEREZ DE LOS RIOS por valor de VEINTE MILLONES DE PESOS
($20.000.000) pruebas que se encuentran dentro del expediente.
“Sentencia T645-2015 - CARACTERIZACION DEL DEFECTO FACTICO COMO CAUSAL
ESPECIFICA DE PROCEDIBILIDAD DE LA ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS
JUDICIALES
La Corte ha establecido que el defecto fáctico se configura cuando: i) existe una omisión en el decreto
de pruebas que eran necesarias en el proceso; ii) se da una valoración caprichosa y arbitraria de las
pruebas presentadas; o iii) no se valora en su integridad el material probatorio. Así mismo puntualizó
que el defecto estudiado tiene dos dimensiones, una positiva y otra negativa. La primera se presenta
cuando el juez efectúa una valoración por “completo equivocada” o fundamenta su decisión en una
prueba no apta para ello y la segunda cuando omite o ignora la valoración de una prueba
determinante o no decreta su práctica sin justificación alguna”.
Este defecto se presenta cuando la sentencia no cuenta con los fundamentos fá cticos
o jurídicos que le otorgan legitimidad. En algunos casos basta con una breve
motivació n, en otros eventos es necesario pronunciarse sobre todos los supuestos
fá cticos y jurídicos debido a la complejidad del asunto.
- No existe motivació n desconocimiento doctrinario, normativo y jurisprudencial, la
Alcaldía de Ipiales emite un acto administrativo sin motivació n, sin tener en cuenta
las pruebas obrantes en el expediente por parte de la parte querellante, sin bases
jurídicas e incurriendo en arbitrariedades que favorecen la perturbació n a favor de los
querellados.
Solicito a su despacho se tenga en cuenta Sentencia T645-2015 – “PROCESO POLICIVO-
Procedencia excepcional de tutela cuanto se ha vulnerado el debido proceso Cuando la
administración pública en desarrollo de los procesos policivos desconoce el debido proceso, produce
una decisión que carece de fundamento jurídico-racional y que solo encuentra sustento en el campo
de la arbitrariedad y el capricho del funcionario, situación que genera a su vez, un nivel injustificable
de desprotección en los ciudadanos destinatarios de lo resuelto por la entidad pública.
NATURALEZA JURÍDICA DEL AMPARO POLICIVO. PROCEDENCIA EXCEPCIONAL DE LA
ACCIÓN DE TUTELA. Esta Corporación ha considerado que el poder de policía tiene como finalidad
mantener el orden público y la convivencia ciudadana a través de la expedición de normas de
carácter general y la imposición de medidas individuales. En otras palabras, busca evitar perjuicios
individuales, o colectivos, provocados por desórdenes, actos perturbatorios, afectación de la salud y
la higiene públicas. No obstante, lo anterior, la Corte ha establecido las diferencias entre el poder, la
función y la actividad de policía. En efecto, la sentencia C-241 de 2010, manifestó: “Es así como la
Corte Constitucional ha señalado unos límites precisos al ejercicio del poder y la función de policía en
un Estado democrático de derecho: (i.) Debe someterse al principio de legalidad; (ii.) Debe tender a
conservar y restablecer el orden público; (iii.) Las medidas que se adopten deben ser proporcionales
y razonables, no pueden traducirse en la supresión absoluta de las libertades o en su limitación
desproporcionada; (iv.) no pueden imponerse discriminaciones injustificadas a ciertos sectores; (v.) la
medida policiva debe recaer contra el perturbador del orden público, pero no contra quien
ejerce legalmente sus libertades, y (vi.) las medidas policivas se encuentran sometidas a los
correspondientes controles judiciales. Aspectos que de antemano impiden que el ejercicio del poder
de policía atente contra los derechos fundamentales, entre ellos, el derecho al debido proceso”.
“Según las normas citadas, las autoridades en ejercicio de la función de policía en los
procesos de su competencia, (i) no están facultadas para limitar el ejercicio del
derecho a la propiedad, salvo en temas referidos a la seguridad, salubridad y estética
públicas;
(ii) cuando se presenta perturbación de la posesión o a la mera tenencia que alguien
detenta sobre un bien, tales autoridades están facultadas para restablecer y preservar
la situación en las condiciones que existían en el momento de producirse la
perturbación; (iii) el amparo policivo en estos casos, busca garantizar el ejercicio normal
de la posesión o a la simple tenencia que una persona ostenta sobre bienes muebles o
inmuebles o de los derechos reales constituidos sobre éstos, impedir y remover las
situaciones de hecho que lo obstaculicen y mantener el statu quo hasta tanto la
controversia sea decidida por la autoridad respectiva. Es decir, las medidas proferidas
tienen carácter y efectos provisionales, en razón a que permanecen hasta que el juez
competente resuelva el fondo de la controversia; (iv) en los procesos policivos no se
controvierte el derecho de dominio, de tal suerte que no se tendrán en cuenta, ni se
valorarán las pruebas que tiendan a demostrarlo. Todos los medios de prueba se
aceptan para verificar la perturbación o molestia que obstaculiza el libre ejercicio de
la posesión o la simple tenencia de un bien, y, (vi) la posesión en los términos de las
normas analizadas debe entenderse como la tenencia material de un bien determinado
con ánimo de señor y dueño.” Sentencia T-302 de 2011. MP: Juan Carlos Henao
Pérez.
V. FUNDAMENTOS DE DERECHO
Fundamento mi acció n en lo establecido en los artículos 86 de la Constitució n política
y decretos reglamentarios 2591 de 1991.
VI. PRETENSIONES
SEGUNDO: REVOCAR la Resolució n No. 671 del 19 de julio de 2022 emitida por
ALCALDÍA MUNICIPAL DE IPIALES (Nar), que la decisió n de segunda instancia, violo
el artículo 29 de la Constitució n Política de Colombia, las causales gené ricas de
procedibilidad, no valoro las pruebas presentadas en el proceso las cuales no fueron
valoradas en su oportunidad procesal, se genera con el fallo de segunda instancia un
beneficio econó mico, enriquecimiento sin justa causa a los querellados en este caso
vencida ya que ella causa el dañ o que da producto a esta sentencia y demostrada en
los fallos de segunda instancia.
VII. JURAMENTO
Para los efectos del Art. 38 del Decreto ley 2591 de 1991, manifiesto bajo juramento
que no he impetrado acció n de amparo sobre los mismos antecedentes facticos, objeto
y mismas pretensiones o petició n similar ante ninguna autoridad judicial competente.
VIII. MEDIOS DE PRUEBAS
PRUEBA DE OFICIO
Solicito a su despacho se ordene copia íntegra del expediente de querella policiva No
2021 – 001 que se encuentra en la inspecció n segunda de policía de Ipiales.
IX. ANEXOS
X. NOTIFICACIONES
Accionados: