Columna Vertebral

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Columna vertebral

También conocida como columna raquídea o más abreviadamente raquis, es un largo

tallo óseo, situado en la línea media y parte posterior del tronco, está formada por una serie de

huesos discoideos y superpuestos denominados vértebras. La columna vertebral está formada

por hueso y tejido conectivo; la médula espinal a la cual rodea y protege, formada también por

los tejidos nervioso y conectivo con una longitud de alrededor de 71 cm en promedio en los

varones adultos y 61 cm en promedio en las mujeres adultas, tiene un mecanismo muy dúctil, a

la vez posee cierta rigidez y flexibilidad, es fuerte y posee la acción de palanca. Además, sostiene

la cabeza y sirve como punto de inserción para las costillas, la cintura pelviana y los músculos de

la espalda y de los miembros superiores. Durante las primeras etapas del desarrollo, existen 33 o

34 vértebras. Cuando el niño crece, varias vértebras sacras y coxígeas se fusionan. Por lo tanto,

en general el esqueleto adulto tiene 26 vértebras.

Se distribuyen del siguiente modo:

7 vértebras cervicales, en la región del cuello.

12 vértebras torácicas, por detrás de la cavidad torácica.

5 vértebras lumbares, que sostienen la región inferior de la espalda.

1 sacro, que está formado por cinco vértebras sacras fusionadas.

1 coxis, que en general está formado por cuatro vértebras coxígeas fusionadas.

Las columnas cervical, torácica y lumbar son móviles, mientras que las del sacro y del

coxis no lo son.

Las vertebras se clasifican en 2 grupos:

Libres (v. cervicales, v. torácicas y v. lumbares) y las articuladas (v. sacra y v. coxis)

Características comunes de las vértebras libres

En toda vértebra encontramos esencialmente: una masa compacta que forma su parte

anterior, llamada cuerpo vertebral, un agujero o más bien un conducto situado inmediatamente

detrás del cuerpo, denominado agujero o conducto vertebral, y una zona llamada macizo
apofisario formado por: una prolongación media llamada apófisis espinosa, colocada detrás del

agujero, dos prolongaciones laterales en dirección transversal, las apófisis transversas, otras

cuatro prolongaciones, dos a cada lado, en dirección más o menos vertical, las apófisis

articulares, dos porciones planas o láminas, que se extienden de las apófisis espinosas a las

articulares y por último, dos porciones delgadas o pedículos, que unen el cuerpo vertebral a toda

o parte de la masa apofisaria.

Cuerpo vertebral: corresponde a la parte mas anterior y voluminosa de la vertebra, tiene

la forma de un cilindro con dos caras, una superior y la otra inferior formada por tejido

compacto y es ahí donde descansara el disco intervertebral. Tanto la una como la otra presentan

en su centro una superficie acribillada de pequeños agujeros donde penetraran los conductos

venosos, que conducen sangre del cuerpo de la vertebra hacia las venas longitudinales de la

columna.

Macizo apofisario

Apófisis transversa (2): dirigidas lateralmente, cada apófisis transversa tiene una base,

que la une a la vértebra, un vértice, que es libre, dos caras anterior y posterior, por ultimo dos

bordes, superior e inferior.

Apófisis articular (4): hay 2 superiores y 2 inferiores, se articulan con las vértebras

suprayacentes y subyacentes.

Apófisis espinosa (1): nace en la unión de las láminas, se dirige hacia abajo y atrás, más

ancha por adelante (base), que por atrás (vértice); impar y situada en el plano mediano.

Laminas vertebrales (2): placas óseas planas y cuadriláteras que se unen hacia delante y

afuera con las apófisis transversas y sus pedículos. Al unirse hacia atrás en la línea media se

forma las apófisis espinosas que se fusionan para formas el conducto vertebral. Su borde

superior e inferior es rugoso y prestan inserción al ligamento amarillo

Pedículos (2): pequeñas laminillas cuadriláteras óseas muy delgadas que se encuentran a

cada lado del agujero vertebral. se extienden desde la base de las apófisis transversas y
articulares hasta la parte posterior y lateral del cuerpo vertebral. Sus bordes superior e inferior

describen dos curvas opuestas por su convexidad, que se ensanchan en sus extremos. Estas

escotaduras se corresponden con las de las vértebras suprayacentes y subyacentes, formando los

forámenes intervertebrales o agujeros de conjunción, que dan paso a los nervios espinales

Agujero o foramen vertebral

Comprendido entre la cara posterior del cuerpo de la vértebra y la apófisis espinosa,

lateralmente por los pedículos y las apófisis articulares. el agujero vertebral tiene la forma de un

triángulo, cuyos ángulos, más o menos redondeados, tienden a darle la forma circular. Los

agujeros vertebrales, superponiéndose, forman en su conjunto un largo conducto, el conducto

raquídeo, en el cual se alojan la medula espinal y sus anexos.

Características comunes de cada región vertebral

Vertebras cervicales:

Cuerpo; es prolongado en sentido transversal: su diámetro frontal es casi doble de su

diámetro anteroposterior o sagital. Lo que más particularmente caracteriza el cuerpo de una

vértebra cervical es: la presencia, en los dos extremos laterales de su cara superior, de dos

pequeñas eminencias de dirección anteroposterior, que se designan con el nombre de ganchos o

apófisis semilunares y la presencia, en los dos extremos laterales de la cara inferior, de dos

escotaduras, simétricamente colocadas.

Agujero vertebral: es grande y tiene una forma triangular. La base de este triángulo, que

corresponde al cuerpo de la vértebra, es mucho más extensa que la altura del mismo. su

diámetro transverso es casi el doble que su diámetro anteroposterior; corresponde a la

intumescencia cervical de la médula espinal. La forma de estas vértebras está adaptada a su

movilidad: apófisis articulares poco encajadas, foramen vertebral amplio y numerosas

rugosidades para inserciones musculares.

Apófisis transversas: se hallan situadas por delante de las apófisis articulares y de los

pedículos. posee 2 porciones; una anterior (corresponde a una costilla) y una posterior (dirigida
hacia afuera y rodea el agujero transverso, que es la característica esencial de las vértebras

cervicales).

Su base presenta un agujero, el agujero transverso, destinado a dar paso a la arteria

vertebral, acompañada de una vena y de un nervio (nervio de Eranqois-Eranck). la formación de

los agujeros transversos sería determinada por las venas vertebrales. El vértice de las apófisis

transversas termina por dos eminencias o tubérculos, generalmente muy distintos, que se

designan por su situación con los nombres de tubérculo anterior y tubérculo posterior. El

tubérculo anterior, ascendente, da inserción al músculo recto anterior mayor y al músculo largo

del cuello. El posterior, descendente, da inserción a los músculos espinales transversos.

La única vertebra cervical que carece de agujero transverso es la 7ma vertebra cervical

porque muchas veces se encuentra cerrado o atrofiado.

Apófisis espinosas: prismáticas y triangulares, están inclinadas hacia abajo y hacia atrás.

La apófisis espinosa es corta, Su borde inferior presenta un profundo canal y su vértice se

bifurca formando dos tubérculos, uno derecho y otro izquierdo: son las apófisis bituberculosas.

Apófisis articulares:

están situadas en los extremos del macizo apofisario al que se conectan la lámina, el

pedículo y la apófisis transversa. Presentan dos carillas articulares: una superior, inclinada hacia

atrás, hacia arriba y ligeramente en dirección medial, y una inferior, orientada hacia abajo y

hacia adelante. Se articulan con las apófisis correspondientes de las vértebras suprayacentes y

subyacentes.

Apófisis unciformes: son típicas de las vértebras cervicales. Su cara medial se continúa

con la cara superior del cuerpo y se relaciona con el disco intervertebral; la cara lateral rugosa se

relaciona con la arteria vertebral. Su base se implanta en el cuerpo; el borde superior es convexo

de adelante hacia atrás.

Laminas: Las láminas son regularmente cuadriláteras, Llevan una dirección oblicua

hacia abajo y atrás. Su cara anterior está inclinada hacia adelante; su cara posterior, orientada
en sentido inverso. El borde superior descendente hacia la apófisis espinosa se une al del lado

opuesto. Por adelante y hacia lateral, se continúa con el borde superior de la apófisis articular

superior. El borde inferior, romo, se continúa medialmente atrás con el opuesto. Por sus

extremos posteriores, las láminas se unen en el plano mediano, donde se constituye la apófisis

espinosa. Su extremo anterior y lateral se continúa con la columna ósea que sostiene los

procesos articulares.

Vertebras torácicas:

Cuerpo: es redondeado, más voluminoso cuanto más abajo se lo considere. Las caras

laterales del cuerpo vertebral presentan un canal circunferencial y, por delante de los pedículos,

dos fositas costales, superior e inferior, cerca de los bordes del cuerpo. Con las fositas homólogas

de las vértebras suprayacente y subyacente, estas forman un ángulo entrante, cuyo vértice

corresponde al disco intervertebral en el que se aloja la cabeza costal.

El canal de la circunferencia es bien marcado, su diámetro anteroposterior y lateral son

casi iguales, por eso se puede decir que tiene forma cilíndrica.

Pedículos: Los pedículos unen aquí el cuerpo vertebral a la masa ósea» de la cual se

desprenden-en divergencia las apófisis transversas y las articulares.

tienen un borde superior ligeramente cóncavo, mientras que su borde inferior presenta

una fuerte escotadura de acuerdo con la inclinación de las láminas y de la apófisis espinosa.

Laminas: son cuadriláteras; su diámetro transversal (anchura) y su diámetro vertical

(altura) son aproximadamente iguales.

Foramen vertebral: El agujero raquídeo es relativamente pequeño y tiene una

disposición irregularmente circular.

Apófisis espinosa: se inclina en gran manera hacia abajo, como queriéndose aproximar a

la vertical. Es muy larga, de forma prismática triangular y, además, no está bifurcada en su

vértice, como la apófisis espinosa de la vértebra cervical

Apófisis articulares: Las apófisis articulares superiores se levantan verticalmente por


encima de la base de las apófisis transversas; sus carillas miran hacia atrás y un poco hacia

fuera; entre las dos existe una profunda escotadura, de forma triangular, cuyo vértice, más o

menos redondeado, corresponde al origen de la apófisis espinosa. En cuanto a las apófisis

articulares inferiores, casi podría decirse que no existen, puesto que están reducidas a simples

carillas articulares que apenas sobresalen, situadas en la cara anterior de las láminas y que

miran hacia delante y un poco hacia dentro.

Apófisis transversas: Las apófisis transversas arrancan de la vértebra algo por detrás del

pedículo: desde allí se dirigen oblicuamente hacia fuera y atrás. Presentan un vértice más. o

menos redondeado y, en la cara anterior de este vértice, una pequeña carilla articular destinada

a articularse con la tuberosidad de la costilla correspondiente.

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