01 - Popper - La Logica de La Investigacion Cientifica Capx 85
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01 - Popper - La Logica de La Investigacion Cientifica Capx 85
DE LA
INVESTIGACION
CIENTIFICA
ESTRUCTURA Y FUNCION
EL PORVENIR ACTUAL DE LA CIENCIA
La corroboración 257
*' Las «inferencias deductivas que van de un nivel a otro más bajo» son, natu·
ralmente, explicaciones (en el sentido del apartado 12); y de ahí que las hipótesis de
nivel superior sean explicativas con respecto a las de nivel inferior.
•• Convendría advertir que lo que quiero decir cuando hablo de experimento
crucial es un experimento ideado para refutar una teoría (si es posible), y, más en
particular, aquél que se pretende aporte una decisión entre dos teorías en competencia
al refutar (al menos) una de ellas -sin demostrar por eso la otra, desde lueg()--
(.,éanse, asimismo, la nota 1 del apartado 22 y el apéndice *IX).
La corroboración 259
pesor del depósito crece con el número de capas, y cada capa nueva
corresponde a una teoría más universal que las situadas debajo de
ella. Como resultado de este proceso, es posible que el crecimiento
de la ciencia llegue a alcanzar ideas que antes se encontraban flotando
en regiones metafísicas más altas, con las que establece contacto y las
hace asentarse. Tenemos ejemplos de estas ideas en el atomismo, en
la idea de un «principioll físico -o elemento último- único (del
cual se deriven todos los demás), en la teoría del movimiento terres-
tre (al cual se opuso Bacon como ficticio), en la antiquísima teoría
corpuscular de la luz, y en la teoría de la electricidad como fluido
(que ha revivido en forma de la hipótesis del gas de electrones de la
conducción metálica). Todos estos conceptos e ideas metdísicos pue-
den haber ayudado, incluso en sus formas más primerizas, a ordenar
la imagen del mundo que tiene el hombre, y, en algunos casos, han
llevado a predicciones con éxito. Pero una idea de este tipo adquiere
ciudadanía científica solamente cuando se la presenta en forma fal·
sable: esto es, sólo cuando se ha hecho posible decidir empíricamente
entre ella y otra teoría rival.
Mi investigación ha seguido y rastreado las diversas consecuencias
de las decisiones y convenciones que habíamos adopta,do al comenzar
este libro, en particular del criterio de demarcación. Mirando hacia
atrás, podemos tratar ahora de tener, por fin, una panorámica de la
imagen de la ciencia y de la investigación científica que ha surgido.
(Me refiero no a una imagen de la ciencia como fenómeno biológico,
como instrumento de adaptación o como método de producción en
rodeo, sino "a sus aspectos epistemológicos.)
La ciencia no es un sistema de enunciados seguros y bien asen·
tados, ni uno que avanzase firmemente hacia un estado final. Nuestra
ciencia no es conocimiento ( episteme): nunca puede pretender que
ha alcanzado la verdad, m siquiera el sustituto de ésta que es la
probabilidad.
Pero la ciencia tiene un valor que excede al de la mera super-
vivencia biológica; no es solamente un instrumento útil: aunque no
puede alcanzar ni la verdad ni la probabilidad, el esforzarse por el
conocimiento y la búsqueda de la verdad siguen constituyendo los mo·
tivos más· fuertes de la investigación científica.
N o sabem,os: sólo podemos adivinar. Y nuestras previsiones están
guiadas por la fe en leyes, en regularidades que podemos des-cubrir
-descubrir-: fe acientífica, metafísica (aunque biológicamente ex·
plicable ). Como Bacon, podemos describir la propia ciencia contem·
poránea nuestra -«el método de razonar que hoy aplican ordinaria·
mente los hombres a la Naturaleza>>- diciendo que consiste en o:anti·
cipaciones, precipitadas y prematurasll, y en «prejuiciosll '1.
Pero domeñamos cuidadosa y austeramente estas conjeturas o o:an·
ticipacioneSJl nuestras, tan maravillosamente imaginativas y audaces,
por medio de contrastaciones sistemáticas: una vez que se ha pro·