Tratamiento RCIU
Tratamiento RCIU
Tratamiento RCIU
a) Enfoque Multidisciplinario
potencial genético de crecimiento fetal. La evolución del peso fetal durante el embarazo sigue la
distribución normal, considerándose anormal cuando se encuentra por debajo del percentil 10 o
por encima del percentil 90 para una determinada edad gestacional. Aquellos fetos que muestran
un crecimiento por debajo del percentil 10 se denominan como fetos pequeños para su edad
gestacional (PEG). Los PEG tienen tres tipos de patrones que responden a diferentes etiologías:
patología.
○ Fetos pequeños por insuficiencia placentaria: son el 25 % de los PEG. Son los
PEG. Este grupo incluye las infecciones fetales, síndromes genéticos, cromosomopatías,
pobre, evidencian cambios de adaptación a nivel circulatorio, que siguen una secuencia en la
observado en los pequeños para edad gestacional donde el resultado perinatal es normal, no hay
signos de adaptación y son de tipo constitucional. Por esta razón los manejos son diferentes.
situación permanece, el feto se adapta con una modesta disminución en la tasa de crecimiento y
gastará más energía en la circulación placentaria, sin compromiso a largo plazo (32,33). A
medida que se hace crónica la injuria, los mecanismos de adaptación fetal incluyen disminución
del crecimiento somático, del tamaño del hígado y de los depósitos de grasa. Cuando estos
cascada de cambios que pueden ser detectados clínicamente (32) y que discutiremos a
continuación.
Arterias uterinas: A medida que la placenta invade la decidua del miometrio, las arterias
encuentran bien establecidos al finalizar el primer trimestre, momento en el cual puede iniciar el
seguimiento con Doppler de este vaso que en un embarazo normal muestran una onda con flujo
vascular se refleja en el incremento del flujo en diástole .Una onda anormal se caracteriza por
altos índices de pulsatilidad y puede encontrarse alterada en presencia de una arteria umbilical
fetos que tienen peso adecuado, es más pronunciada en el tercer trimestre de la gestación, por lo
que la persistencia de alteraciones en las arterias uterinas en el final del embarazo tiene un
impacto negativo en el desenlace del mismo (36,37). Cuando es evaluada en fetos que crecen por
debajo del percentil 10 y que se encuentran a término, puede ser de utilidad como predictor de
resultados adversos durante el trabajo de parto (estado fetal no satisfactorio, acidosis neonatal)
(38).
adversos es de 37,7% con especificidad de 70%, valor predictivo positivo de 91,8 y valor
Arteria umbilical: Ha sido uno de los primeros vasos arteriales en ser estudiados en los
evidencia indica que su evaluación y seguimiento mejora los resultados perinatales con una
que se encuentran en relación con pobres pronósticos perinatales, principalmente el flujo reverso
que puede presentarse cuando el lecho capilar placentario se encuentra reducido en más del 50%
resultados fetales adversos es de 64,4% con una especificidad de 80%, valor predictivo positivo
flujo de fin de diástole y finalmente en casos más severos flujo inverso en el final de diástole,
demanda de oxígeno como el cerebro, miocardio y glándulas suprarrenales (40), esto resulta en
oligoamnios por disminución del flujo sanguíneo renal y cambios a nivel de la circulación
cerebral que se caracterizan por el aumento de la velocidad de fin de diástole. Esto se cuantifica
tiempo que ocurren los cambios descritos previamente en la arteria umbilical, lo que se conoce
como el fenómeno de redistribución de flujo La medición del flujo de la arteria cerebral media es
RCIU de inicio tardío; los casos en los que se encuentra un IP alterado tienen 6 veces más riesgo
medición de este vaso es de 7,7% con especificidad de 90%, valor predictivo positivo de 87,5% y
neonatal, bajos puntajes de APGAR, valores de pH de sangre del cordón, cesáreas por
sufrimiento fetal y otras complicaciones, es calculada por una división entre los índices de
representa la interacción de las alteraciones del flujo sanguíneo cerebral que se manifiestan como
reconocido esta relación como el indicador más sensible y específico para la detección de
arteria cerebral media o el IP de la arteria umbilical cuando se usan por separado (39,41,42).
fetos tienen un menor pH en sangre de cordón (7.17 vs 7.25 p<0,001), mayores admisiones a UCI
neonatal (11,25% vs 5,6% p<0,03) (43,44). La sensibilidad de esta medida para la detección de
Ductus venoso: La evaluación del ductus venoso refleja el estado fisiológico del
ventrículo derecho e incluye dos picos de onda: el primero de ellos refleja la sístole ventricular, el
segundo pico refleja el llenado pasivo en la diástole ventricular (34,41). La onda a corresponde a
la contracción auricular en la diástole y ante el compromiso hemodinámico del feto, esta onda
presenta cambios como flujo ausente o reverso (45,46). Estos cambios se encuentran relacionados
con el aumento de la poscarga del ventrículo derecho y falla cardiaca derecha ocasionada por
hipoxia del miocardio, y se ha documentado en fetos con RCIU asociándose a tasas de mortalidad
aumentadas (45,46). Se ha demostrado que los flujos en el ductus venoso se vuelven anormales
solo en estados avanzados de compromiso fetal (38). Flujos ausentes o reversos en la onda a se
asocian con mortalidad perinatal independientemente de la edad gestacional al momento del parto
con un riesgo del 40-100% en RCIU temprano; en el 50% de los casos estos cambios preceden la
Istmo aórtico: Este vaso refleja el balance entre la impedancia del cerebro y el sistema
diastólico, y en casos más severos flujo reverso en diástole siendo un signo de deterioro avanzado
(38,48). Es por esto que la monitorización del patrón de flujo a este nivel puede jugar un papel
como el ductus venoso (cuando hay alteraciones a este nivel, ya hay acidemia y necrosis
miocárdica) (49-52).
información importante del estado hemodinámico. La evaluación de los tractos de salida permite
obtener información que permite el cálculo del gasto cardiaco. En fetos normales, el ventrículo
derecho contribuye con aproximadamente el 60% del gasto cardiaco, pero en fetos con RCIU, se
invierte esta proporción, siendo mayor el aporte del ventrículo izquierdo ya que se debe aumentar
gestación con una mortalidad mayor del 90%. B. Entre 26 y 28 semanas con tasas de mortalidad
entre 30-40%. C. Mayor de 28 semanas, que en estos casos la mortalidad disminuye a menos del
10% (51,53). La clasificación del Doppler en estadíos de acuerdo a la historia natural de los
menor por lo que la fase de descompensación se da con cambios mínimos (54). Estos fetos tienen
peores resultados perinatales por lo tanto deben diagnosticarse y tratarse a tiempo (54). Los
principales marcadores que indican pobre pronóstico perinatal son alteraciones en el Doppler de
El seguimiento debe incluir la arteria cerebral media y arteria umbilical con el fin de
cerebro placenta alterada o Doppler de arterias uterinas patológico) el control es cada semana.
Ante la evidencia de vasodilatación cerebral se hace el control 2 veces por semana y además se
cerebro/placenta (percentil <5), en otro 20% se puede encontrar alteración de la arteria cerebral
media (percentil <5) y en 20% se pueden encontrar signos de insuficiencia placentaria que se
manifiestan en la cara materna (Doppler de arteria umbilical percentil >95), cada uno de estos
La evaluación en los RCIU tempranos se puede realizar con pruebas que marcan
alteraciones crónicas como son el Doppler de arterias uterinas, de arteria umbilical y cerebral
El control de los fetos que presentan signos de insuficiencia placentaria, debe ser
crónicos (38).
(vasodilatación cerebral) el control debe realizarse 2 veces por semana, evaluando marcadores
agudos (ductus venoso, registro cardiotocográfico computarizado) además de función cardiaca
(38,59,60,61).
Ante signos de acidosis como patrón de flujo reverso en arteria umbilical, alteración en
los flujos venosos o alteraciones en el registro cardiotocográfico, el control debe ser más
frecuente, realizándose cada 12-24 horas e incluyendo por lo menos dos pruebas agudas
(38,60,61).
En cuanto al momento del parto en fetos con restricción del crecimiento precoz, la
decisión se debe tomar con base a los diferentes escenarios clínicos: A. Cuando hay insuficiencia
placentaria severa (flujo diastólico ausente de arteria umbilical o flujo reverso en el istmo
aórtico): finalizar la gestación en semana 34, la vía del parto en estos casos es la cesárea electiva,
estos fetos tienen reserva placentaria limitada y no toleran el estrés que produce el parto, lo que
encuentren signos de acidosis (flujo diastólico reverso en la arteria umbilical, IP del ductus
venoso percentil>95) el riesgo de muerte a las 30 semanas es mayor que los riesgos que trae
consigo la prematuridad, por lo tanto estas gestaciones se terminan en esta semana (38). C. En los
fetos en los que se encuentra alteración en los flujos venosos antes de las 30 semanas o con alta
las 28 semanas, la tasa de supervivencia es muy baja (menos del 50%), por lo tanto, la decisión
patrón de desaceleración en el monitoreo. La vía del parto en estos casos es la cesárea ya que
utilizada en el diagnóstico y seguimiento de los fetos con RCIU, identificándose cada vez más
marcadores tempranos que brindan información pronóstica que debe ser utilizada para disminuir
los resultados adversos a corto y largo plazo, siendo la relación cerebro/placenta el marcador que
actualmente mejor se correlaciona con este tipo de resultados. La propuesta actual de realizar un
protocolo de seguimiento y manejo basados en la clasificación del RCIU por estadios brinda
tratamiento teniendo en cuenta el estado de salud del bebé y el mes de embarazo de la futura
enfermedad que padezca la madre y asegurarse de que lleva una dieta saludable y nutritiva, con
una ganancia adecuada de peso. A algunas mujeres les indican que guarden cama para descansar
La meta siempre consistirá en mantener al bebé seguro dentro del vientre materno durante
el máximo tiempo posible. De todos modos, los profesionales de la salud suelen recomendar
provocar el parto si el bebé ha dejado de crecer o presenta otros problemas. Cuando el estrés
asociado al parto vaginal se considere demasiado arriesgado para el bebé, se deberá acudir al
BIBLIOGRAFÍA:
-Pimiento Infante, L. M., & Beltrán Avendaño, M. A. (2015). Restricción del crecimiento
-Sepúlveda, S. E., Crispi, B. F., Pons, G. A., & Gratacos, S. E. (2014). Restricción de
-Scacchi, M. S., Van der Velde, J., Vergara, R., Rivas, M. E., Analis, S., & Mautino, P. L.
(2020). Restricción de crecimiento intrauterino. Rev. Hosp. Mat. Inf. Ramón Sardá, 1(5).
-Valenti, E. A., Avila, N., Amenabar, S., Zanuttini, E., & Crespo, H. (2017). RCIU
[Internet].
(2020). Modelo predictivo de restricción del crecimiento intrauterino usando Doppler de arterias