Estatutaria
Estatutaria
Estatutaria
ASISTENCIA MILITAR-Alcance
ASISTENCIA MILITAR-Límites
Las Fuerzas Militares, en ningún caso podrían usar su capacidad bélica en contra
de la ciudadanía; por el contrario, al ejercer la asistencia militar se sujetan a las
reglas, principios, límites y deberes que el ordenamiento determina para adelantar
la actividad y los medios de policía, pues reitérese, la asistencia militar se
constituye en un apoyo a la
Policía para concretar sus funciones y su objeto, en ese sentido todos los límites,
principios y deberes que le son exigibles a la policía, allí le serán exigibles a quien
apoya dicha labor.
FUNCION DE POLICIA-Limitaciones
ACTIVIDAD DE POLICIA-Límites
sean ajenas a las mayorías ocasionales y, (iii) es necesario que los temas claves
para la democracia tengan mayor debate y consciencia de su aprobación, por lo
que deben corresponder a una mayor participación política”.
Magistrado Sustanciador:
JOSÉ FERNANDO REYES CUARTAS
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Los ciudadanos Julián Esteban Fajardo Ruiz y otros (D-14303) 1; Edier Esteban
Manco Pinera (D-14305); María Guadalupe Ramos Correa (D-14307); la Comisión
Colombiana de Juristas (D-14317)2; y Felipe Hernando Cubillos y otro (D-14319) 3,
en ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad consagrada en los artículos
241 y 242 de la Constitución, demandaron el artículo 170 de la Ley 1801 de 2016,
“Por la cual se expide el Código Nacional de Seguridad y Convivencia
Ciudadana”.
1 Karolay Vásquez Pérez, Danna Katherine Bohórquez Castro, Daniel Esteban Urrego Forero, José Arturo
Mogollón Mora, María Paula López Sandoval, Ángela Daniela Aguilar García, Valentina Benavides
Pantoja y Sarín Sofía Pacheco Viveros.
2 Gustavo Gallón Giraldo, Julián González Escallón, Sibelys Mejía Rodríguez, Juan Ospina y David
Fernando Cruz, respectivamente director, coordinador, abogada y abogados del área de incidencia
nacional de la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ).
3 José Arvey Camargo Rojas.
5
CONGRESO DE LA REPÚBLICA
tomará la decisión. La asistencia militar se regirá por los protocolos y normas especializadas
sobre la materia y en coordinación con el comandante de Policía de la jurisdicción.
Expediente D-14317
Primer cargo. El artículo 170 de la Ley 1801 de 2016 viola el literal e) del
artículo 152 de la Constitución Política por tratarse de un contenido reservado a
ley estatutaria, como lo es la regulación de los estados de excepción, y por ende
el artículo 153 y el numeral 6 del artículo 214
11. En cuanto a las facultades que otorgan ambas figuras, explicaron que mientras
la conmoción interior tiene unas potestades amplias pero definidas, la asistencia
militar no, en tanto “solo establece la disposición de las fuerzas militares ante el
hecho generador, pero no indica el contenido de la asistencia, ni su alcance, sus
límites temporales y materiales, ni sus controles, entre otros”5.
4 Demanda P.10.
5 Para los demandantes, la falta de esos contenidos supone una amplitud en su uso dentro del cual se
pueden subsumir facultades propias de la conmoción interior. Además, esto es problemático porque
establecer una “asistencia” implica que las Fuerzas Militares asuman funciones que normalmente no se le
confían y que están en cabeza, en situaciones ordinarias, de otras autoridades, como las de policía. En
7
12. Por otro lado, pusieron de presente que, la conmoción tiene términos explícitos
y prohibiciones expresas, mientras que la asistencia militar carece de estos
elementos, diferencia que es fundamental, “pues la ausencia de estos elementos de
regulación legal implica que la asistencia militar tiene un rango de ejercicio mucho
más amplio en términos temporales y materiales, y que la prohibición implícita
estaría en que los límites constitucionales de las funciones de las fuerzas militares
se moverían sin control”6.
13. Señalaron que mientras la declaración y las medidas consecuentes que se toman
dentro de la conmoción interior tienen un control automático, integral y posterior
por parte de la Corte Constitucional, así como la expedición de reglas sobre su
operación, la asistencia militar supone una habilitación legal que tiene un
mecanismo de control mucho más lento, como es el judicial rogado, dentro de la
jurisdicción de lo contencioso administrativo.
14. Así mismo, aseguraron que mientras el cuerpo de policía actúa como una
guardia cívica de convivencia, las Fuerzas Militares están constitucionalmente
dispuestas para la defensa de la soberanía, “las amenazas externas e internas que
amenacen con debilitar o eliminar el orden institucional” . En su parecer, “no tener
claro que la policía y las fuerzas militares son distintas lleva a concluir que el
Gobierno puede imponer el orden incluso a través de un cuerpo especializado en la
defensa armada de la nación. Lo anterior es completamente incompatible en
términos estructurales con un modelo democrático y constitucional moderno”7.
15. Finalmente, señalaron que los contenidos del artículo 170 demandado son
propios de la reglamentación de los estados de excepción, así como su desarrollo,
por lo que estarían sujetos a un procedimiento legislativo distinto de aprobación, y a
un control judicial previo o automático de la Corte Constitucional. Por lo tanto, al
vulnerar la reserva estatutaria por regular contenidos materiales de la conmoción
interior y a su vez eludir el control constitucional, el artículo 170 es
inconstitucional.
16. Los actores precisaron que aun si la asistencia militar está instituida para
circunstancias excepcionales por consagración legal, estas circunstancias no tienen
un límite fijado por la misma ley u otro instrumento que permita razonablemente
determinar a qué se refiere la norma con “excepcional”, o “protocolos y normas
especializadas sobre la materia”. Al respecto, aclararon que “otro sería el caso si la
norma previera que la asistencia militar únicamente puede darse en el marco de un
estado de excepción, o si la ley 1806 de 2016 tuviera carácter estatutario”8. A su
juicio, “el artículo en su más llano entendimiento permite al presidente utilizar a
otras palabras, “lo que permite esta figura es una suerte de delegación a las fuerzas militares, por
imposibilidad, incapacidad o necesidad, pero ante circunstancias que no son ordinariamente de su resorte
o sobre las que la ley no les asigna competencia”. Demanda P.12.
6 Ibídem.
Demanda P.13.
7 Demanda P.13.
8 Escrito de corrección. P.3.
8
18. De otro lado, afirmaron que el artículo 170 debió estipular claramente si era
aplicable o no a un escenario derivado de las protestas, en tanto “[a]l no hacerlo, la
intervención resulta irregular, afecta el ejercicio del derecho y debió tramitarse por
medio de una ley estatutaria”11. Finalmente, aclararon que las expresiones
contenidas en los artículos 22 y 149 de la ley 1801 de 2016 deberían ser declaradas
inconstitucionales, o al menos entendidas de tal forma que la asistencia militar no
pueda utilizarse cuando se trate de casos en los que la ciudadanía ejerce su derecho
a la protesta.
19. En primer lugar, señalaron que la asistencia militar establece unos criterios con
un amplio contenido: la alteración de la seguridad y la convivencia supone la
posibilidad de utilizar la figura de asistencia militar a aquellas situaciones en las
que manifestaciones de la protesta motivan su aplicación. A su juicio, “esta
posibilidad, antes que un mantenimiento del orden constitucional, lo subvierte.
Pues la protesta, al ser una de las garantías fundantes del ordenamiento jurídico
está consagrada y protegida por la Constitución, y las intervenciones que se
realizan sobre el ejercicio de este derecho en condiciones ordinarias y no
excepcionales las debe adelantar la Policía como un cuerpo civil”12. En
consecuencia, en condiciones ordinarias, sin la activación de los estados de
excepción, el supuesto de “grave alteración de la seguridad y la convivencia”
cuando se aplica a la gestión de la protesta subvierte el orden constitucional y por
ende no seguiría los fines que propone el artículo 217 para las Fuerzas Militares.
20. Acto seguido, indicaron que los estados de excepción suponen un mecanismo
constitucional para afrontar situaciones que pueden afectar gravemente el orden. Su
diseño permite una concentración de poderes de carácter transitorio en cabeza del
9 Ibídem.
10 Escrito de corrección. P.4.
11 Escrito de corrección. P.5.
12 Escrito de corrección. P.7.
9
21. Por último, señalaron que la Constitución establece las labores primordiales de
las Fuerzas Militares, las cuales, aunque son amplias, tienen un parámetro de
interpretación y aplicación claro: normas imperativas de derechos humanos y los
derechos fundamentales de los ciudadanos. Sostuvieron que “en el escenario de la
asistencia militar en casos de protesta, contraviene el orden constitucional en la
medida en que no puede verificarse, al menos como parámetro general, cómo un
cuerpo militar puede defender la soberanía, la independencia o la integridad del
territorio sirviendo como medida represiva frente a ciudadanos que tienen el
derecho constitucionalmente protegido a manifestarse”14. Aclararon que las Fuerzas
Militares pueden servir como un apoyo a los cuerpos de policía, pero ello no los
capacita, al menos no en términos de la orientación institucional, para reemplazar
en todos sus aspectos a la policía nacional. Por otro lado, y de acuerdo con el
artículo 2° de la Constitución, mencionaron que el Estado está conformado para
proteger los derechos, honra y bienes de los ciudadanos y las Fuerzas Militares no
podrían usar su capacidad bélica en contra de la misma ciudadanía que es el cuerpo
político que soporta su mandato a través de la Constitución.
“(i) La asistencia militar no puede adoptarse para que las fuerzas militares enfrenten a la
población civil ni para contener o neutralizar las movilizaciones sociales y los derechos de
reunión, manifestación y protesta, en los cuales debe priorizarse el diálogo y, en casos
extremos, recurrir a la Policía si se trata de una vulneración o amenaza intensa de un
derecho fundamental, cuya protección sea de mayor importancia que la del derecho de
reunión y manifestación;
(ii) Esta medida solo autoriza el empleo de las fuerzas militares en circunstancias
excepcionales, en relación con operativos que permitan realizar las movilizaciones sociales
removiendo los obstáculos externos para llevarlas a cabo, o en situaciones de emergencia o
calamidad pública, tales como terremotos o incendios, para auxiliar a la población civil
con sus efectivos y sus equipos, sin emplear armas de fuego o instrumentos de agresión o
que puedan causar daño a la ciudadanía.”
Expediente D-14319
23. Los ciudadanos Felipe Hernando Cubillos Soto y José Arvey Camargo Rojas
demandaron el artículo 170 de la Ley 1801 de 2016, por la presunta vulneración de
los artículos 189-4, 213, 214-6, 217, 218 y 241-7 de la Constitución Política y el
artículo 16 de la Ley Estatutaria 137 de 1994.
25. Por otra parte, indicaron que la figura de la asistencia militar elimina la
obligación constitucional de declarar el estado de conmoción interior según lo
señalado en el artículo 213 de la Carta. En dicho escenario, “el Presidente puede
hacer uso del poder militar con las consecuencias negativas que en cuanto a la
restricción de derechos fundamentales ello implica, lo que desarrollaría sin los
controles y limitaciones que son propios de los Estados de Excepción”17.
Mencionaron que, según el tenor gramatical de la norma demandada, la facultad
presidencial de mantener o reestablecer el orden público goza de una protección
desmedida, “la cual puede desarrollarse de forma incontrolada, sin la obligación
de rendir cuentas y sin la claridad de establecer qué afectaciones a los derechos
fundamentales se pueden originar”18.
16 Demanda. P.10.
17 Ibídem.
18 Demanda. P.11.
19 Demanda P.14. Los demandantes hicieron referencia a las sentencias C-285 de 2004, C-063 de 2005,
C-593 de 2005, C-117 de 2006, C-789 de 2006, C-179 de 2007, C-742 de 2012, C-435 de 2013 y C-128
de 2018.
11
que consagra el artículo 170 de la ley 1801 de 2016, el cual faculta al Presidente
para usar la fuerza militar de forma discrecional y sin control alguno”20.
27. Además, presentaron un análisis de proporcionalidad en sentido estricto de la
medida contenida en la norma demandada. Al respecto, señalaron que, si bien la
figura de la asistencia militar puede perseguir un fin legítimo como el
mantenimiento o restablecimiento del orden público, es una medida que carece de
necesidad, ya que el ordenamiento constitucional ha dispuesto para ello la actuación
de la fuerza policial, como se desprende del artículo 217 de la Constitución. En ese
orden de ideas, no es necesario para tal fin la fuerza militar, en cuyo caso, se estaría
en una situación anormal que daría lugar a un estado de conmoción interior
(artículo 213 C.P.)21.
28. Así mismo, consideraron que la asistencia militar no es adecuada por cuanto
para el mantenimiento o restablecimiento del orden público deben utilizarse los
poderes constitucionales ordinarios de policía. Igualmente, aseguraron que la
medida es en sentido estricto desproporcionada, “pues con la misma se ponen en
jaque importantes principios constitucionales, tales como el principio democrático
al limitar la actuación de alcaldes y gobernadores, la naturaleza de la fuerza
policial civil y la fuerza militar especialmente en lo concerniente a sus finalidades
primordiales, el check and balances o principio de separación de poderes ya que la
figura elude el control político, jurídico e internacional que se hace a los Estados
de Excepción, y especialmente los derechos fundamentales de los ciudadanos, pues
claro es que con la militarización para mantener o reestablecer el orden público se
afectan sin ningún control, derechos constitucionales como la protesta, reunión,
libertad de expresión, locomoción, circulación, información, entre otros”22.
29. Aclarado lo anterior, los accionantes presentaron los cargos que fundamentan su
demanda, los cuales son un desarrollo de las consideraciones generales previamente
señaladas. La Sala hará referencia únicamente a los cargos primero, tercero y
cuarto, que fueron admitidos:
30. Según los actores, el artículo 170 demandado es contrario a los artículos 189-4,
213, 214-6, 217, 218 y 241-7 de la Constitución Política y el artículo 16 de la Ley
Estatutaria 137 de 1994, porque a través de la asistencia militar se elude la
obligación de declarar el estado de conmoción interior cuando las circunstancias
fácticas así lo impongan, ello por cuanto23:
20 Ibídem.
21 Demanda P.17.
22 Demanda. P.18.
23 Demanda. P.24.
12
ii) El artículo 213 constitucional, pues ante las situaciones fácticas que perturban el
orden público y ante la insuficiencia de los poderes ordinarios de policía para
conjurarlos, no sería obligatorio declarar el estado de conmoción interior para
utilizar la Fuerza Militar en la conservación o el restablecimiento del orden público.
iv) El artículo 218 constitucional, pues es la Policía Nacional como cuerpo armado
de naturaleza civil quien debe encargarse del mantenimiento del orden público
interno, sin la asistencia o colaboración de las Fuerzas Militares, situación que en
caso de presentarse daría lugar a una circunstancia excepcional que rompe la regla
constitucional general y que, por ende, debe dar lugar a declarar un estado de
conmoción interior.
31. Por otro lado, señalaron que la asistencia militar carece de control político, lo
cual es problemático si se tiene en cuenta, además, que la norma no establece la
temporalidad de dicha figura. Así mismo, estimaron que la asistencia militar
tampoco consagra ninguna clase de control jurídico, pues si bien en principio podría
tener un control por parte de la jurisdicción contenciosa administrativa, “ello no es
coherente con el orden constitucional vigente, en razón a que como ya se ha
explicado, la asistencia militar procede ante situaciones excepcionales donde las
atribuciones ordinarias de policía son insuficientes, lo que debe dar lugar a una
declaratoria de Estado de Conmoción Interior, cuyo control de forma automática,
correspondería a la Corte Constitucional”24. Finalmente, cuestionaron que a través
de la figura de la asistencia militar se pueden restringir y hasta suspender derechos
fundamentales, sin cumplir con la obligación de avisar a los organismos
internacionales.
32. Los accionantes señalaron que la Ley 1801 de 2016 creó la figura de la
asistencia militar, la cual “además de lo estipulado en dicho artículo no tiene otro
desarrollo legislativo en sus particulares, facultades y limitaciones”25. Por eso
resaltaron que esa normatividad busca suplir la ausencia de contenido a través de
una remisión genérica y abstracta a los protocolos y normas especializadas sobre la
materia, generando dos posibles alcances. El primero es que, si se entiende que los
protocolos y normas especializadas son tratados internacionales en materia de
derechos humanos, así como leyes estatutarias que regulen derechos fundamentales,
se estaría afirmando que la figura se asemeja a un estado de excepción o que busca
la restricción de derechos, lo cual predicaría su inexequibilidad. El segundo implica
que, si la remisión a protocolos y normas especializadas se entiende en favor de
actos reglamentarios u otras normas legislativas, es necesario resolver los siguientes
interrogantes:
24 Demanda. P.25.
25 Demanda. P. 30.
13
33. Concluyeron que al no existir una remisión directa a normas específicas que
permitan al ciudadano dimensionar y entender el alcance de la asistencia militar, se
hace el uso de esta figura violando el principio de legalidad.
34. Los actores aseguraron que es evidente, como puede colegirse del Decreto 575
de 2021, que a través de la asistencia militar se restringen o afectan derechos
fundamentales, pues para mantener o reestablecer el orden público se vulneran
principios como la libertad de locomoción, circulación, reunión, protesta, expresión,
entre otros. Bajo ese entendido, si la asistencia militar debe ser utilizada para
mantener o reestablecer el orden público con la implicación que ello tiene para los
derechos fundamentales, la misma debió ser tramitada a través de una ley
estatutaria, tal y como lo ordena el artículo 152 literal a) de la Constitución.
26 Demanda. P. 33.
27 Demanda. P. 35.
28 Demanda P.36
29 Demanda. P.4.
30 Ibídem.
14
36. A continuación, se presenta un cuadro que ilustra en resumen los cargos que
fueron admitidos según los autos proferidos por el despacho del magistrado
sustanciador:
CARGOS ADMITIDOS
Admisión parcial. Auto 7 Corrección. Auto 30
Demanda Cargo
de junio de 2021 de julio de 2021
Primer cargo. El artículo 170 viola el literal e)
del artículo 152 de la Constitución por tratarse
de un contenido reservado a ley estatutaria, Admitido N/A
como lo es la regulación de los estados de
excepción.
Segundo cargo. El artículo 170 viola el artículo
37 y el literal a) del artículo 152 de la
Constitución por establecer un contenido Corregido. Cargo
Inadmitido
D-14317 reservado de ley estatutaria relacionado con el admitido.
derecho fundamental a reunión, manifestación y
protesta.
Tercer cargo. El uso de la figura de asistencia
militar vulnera el modelo constitucional de
organización de la fuerza pública y confunde las Corregido. Cargo
Inadmitido
atribuciones constitucionales entre el artículo admitido.
217 y 218 superiores lo que también afecta los
fines del Estado
Primer cargo. La asistencia militar viola el
régimen constitucional establecido para el Admitido N/A
Estado de Conmoción Interior.
Segundo cargo. La asistencia militar viola los No presentó
estándares internacionales para el Inadmitido corrección. Cargo
mantenimiento del orden público. rechazado.
D-14319 Tercer cargo. La asistencia militar implica
violación a la cláusula general de reserva de ley Admitido N/A
y tipología legislativa
Cuarto cargo. La asistencia militar fue
establecida en el ordenamiento jurídico bajo una
Admitido N/A
ley ordinaria, cuando debía consagrarse a través
de ley estatutaria.
IV. INTERVENCIONES
34 No presentó una solicitud concreta en su intervención; sin embargo, en su escrito señaló que “no
considera que el artículo 170 de la Ley 1801 de 2016 sea inconstitucional”. P. 8.
35 La Universidad Externado de Colombia explicó que en el marco del pluralismo que la caracteriza,
envía dos intervenciones con sentidos diferentes.
17
39. Indicó que la Constitución delimita las funciones de las autoridades que
pertenecen a la Fuerza Pública y que, según lo ha señalado la Corte Constitucional,
si bien la misión de las Fuerzas Militares no es equiparable con la que desarrolla la
Policía Nacional, esto no implica que aquellas no tengan por función básica
garantizar el pleno ejercicio de los derechos y libertades por parte de los asociados.
A su juicio, “el orden constitucional que las fuerzas militares deben proteger, no
solo se limita a preservar la estructura democrática del país y la seguridad frente a
amenazas externas, sino que comprende el deber de participar activa y eficazmente
en la defensa de los derechos de los asociados, lo cual le impone actuar de manera
coordinada con la Policía Nacional, de conformidad con los artículos 113 y 209 de
la Carta Política”37.
40. Sostuvo que la asistencia militar es acorde con los artículos 189, 303 y 315 de
la Constitución, pues es un instrumento que le permite al presidente de la República
coordinar los componentes de la Fuerza Pública para responder de forma temporal,
excepcional y oportuna ante hechos graves que puedan afectar la estabilidad del
país.
41. Consideró que si bien, por regla general, el uso de la fuerza para asegurar la
convivencia y la seguridad ciudadana corresponde de manera exclusiva a la Policía,
en virtud de los principios de colaboración armónica y coordinación, es posible que
pueda ser apoyada de manera excepcional por las Fuerzas Militares, “quienes en
todo momento deben respetar los derechos y las libertades que establecen la
Constitución, las leyes, así como los tratados y convenios internacionales”38. Ello
significa que la validez constitucional de la asistencia militar impone que las
Fuerzas Militares se sometan a las reglas que rigen de ordinario la actividad de
Policía. Manifestó que la propia norma limita la figura, porque consagra la
temporalidad y excepcionalidad de esta y exige la subordinación a los protocolos,
procedimientos y normas especializadas.
42. Por otro lado, señaló que de la comparación de las figuras de conmoción
interior y asistencia militar se tiene que las condiciones para declarar la primera de
ellas revisten mayor gravedad, pese a la similitud en la redacción de ambos
instrumentos, pues “la asistencia militar se encuentra principalmente orientada a
que las fuerzas militares apoyen a las autoridades y cuerpo de policía frente a
hechos o situaciones que si bien no son suficientes para la declaratoria de un
estado de excepción, desbordan la capacidad de acción de la Policía Nacional”39.
43. Explicó que la asistencia militar es una figura independiente que se aplica en
diferentes contextos, en los cuales no siempre se tiene eventual relación con
derechos fundamentales, y si así fuere, en su aplicación estos siempre deberán ser
respetados. En todo caso, continuó, al ser una decisión de carácter discrecional por
parte del presidente de la República, debe ser adecuada a los fines de la norma y el
acto administrativo que la disponga es susceptible de suspensión provisional y de
declaratoria de nulidad ante el Consejo de Estado.
37 P. 4.
38 P. 5.
39 P. 7.
19
deben ser ejercidos de forma pacífica, por lo que la necesidad de la asistencia militar
surge cuando durante el ejercicio de esos derechos se presentan hechos de violencia
de nivel tal que atenten contra el pleno ejercicio de los derechos y libertades de los
ciudadanos. Además, la normatividad referente a la figura que se cuestiona “no tiene
como objetivo la regulación integral, estructural y completa de un derecho
fundamental, ni se refiere a la afectación o el desarrollo de los elementos
estructurales de alguna prerrogativa concreta”40.
VI. CONSIDERACIONES
Competencia
40 P. 9.
41 P. 20 texto de la intervención.
20
7. No obstante, el inciso 3º del artículo 6º del Decreto 2067 de 1991 dispone que
la Corte se pronunciará de fondo sobre las normas acusadas y “podrá señalar” en la
sentencia las que a su juicio “conforman unidad normativa” con aquellas otras que
se declaren inconstitucionales. Bajo ese entendido, la figura de la unidad normativa
“le permite a la Corte, en determinadas circunstancias, extender su decisión a otras
normas u apartes normativos que inicialmente no fueron demandados”46. Lo
anterior, por cuanto “no es posible pronunciarse respecto de una norma
expresamente demandada, sin referirse también a la constitucionalidad de otras
disposiciones con las cuales se encuentra íntimamente relacionada”47.
“i. Cuando un ciudadano demanda una disposición que no tiene un contenido deóntico claro
o unívoco, de manera que para entenderla y aplicarla es imprescindible integrar su contenido
normativo con el de otro precepto que no fue acusado. Esta causal busca delimitar la materia
objeto de juzgamiento, en aras de que este Tribunal pueda adoptar una decisión de mérito que
respete la integridad del sistema.
ii. En aquellos casos en los que la norma cuestionada está reproducida en otras disposiciones
del ordenamiento que no fueron demandadas. Esta hipótesis pretende evitar que un fallo de
inexequibilidad resulte inocuo y es una medida para lograr la coherencia del sistema jurídico.
iii. Cuando el precepto demandado se encuentra intrínsecamente relacionado con otra norma
que, a primera vista, presenta serias dudas sobre su constitucionalidad. Para que proceda la
42 La intervención la suscribe Heidi Abuchaibe, defensora delegada para los Asuntos Constitucionales y
Legales de la Defensoría del Pueblo.
43 P. 17.
44 Ibídem.
45 Sentencia C-163 de 2021.
46 Ibidem.
47 Sentencia C-634 de 2012. Reiterada en la sentencia C-163 de 2021.
21
integración normativa en esta última hipótesis es preciso que concurran dos circunstancias:
(a) que la disposición demandada tenga estrecha relación con los preceptos que no fueron
cuestionados y que conformarían la unidad normativa; y (b) que las normas no acusadas
parezcan inconstitucionales”48.
12. Por último, como se dijo en precedencia, la Sala considera que integrar la
unidad normativa en casos en los que, además, los cargos no se relacionan con las
normas que se pretenden integrar, generaría una afectación al acceso a la
administración de justicia porque se extendería una decisión de constitucionalidad
con efectos de cosa juzgada sobre disposiciones que se pueden demandar en el
futuro con cargos autónomos dirigidos contra la respectiva disposición.
Metodología de la decisión
13. Claro lo anterior y con relación a los cargos admitidos, la Sala procederá a
resolverlos, según los núcleos temáticos que los conforman. En ese sentido, se
48 Sentencia C-539 de 1999. Reiterada en las sentencias C-043 de 2003, C-603 de 2016 y C-163 de 2021.
49 Sentencia C-163 de 2021.
22
agruparán de manera inicial los cargos que se presentaron por los demandantes y se
estudiaran bajo el siguiente esquema:
14. Para esos efectos la Corte procederá con: i) un breve análisis respecto del
alcance de la norma que se demanda; y posteriormente, ii) descenderá a los cargos
en concreto.
Ley 1801 de 2016 Texto original del proyecto de ley n°. 99 de 2014 en
Senado y n° 256 de 2014 en Cámara
Artículo 170. Asistencia militar. Es el instrumento legal
que puede aplicarse cuando hechos de grave alteración de Artículo 214. Apoyo militar excepcional. Cuando
la seguridad y la convivencia lo exijan, o ante riesgo o hechos de grave alteración de la seguridad y la
peligro inminente, o para afrontar emergencia o calamidad convivencia lo exijan, o ante riesgo o peligro inminente,
pública, a través del cual el Presidente de la República, o para afrontar emergencia o calamidad pública, el
podrá disponer, de forma temporal y excepcional de la Presidente de la República, podrá disponer, de forma
asistencia de la fuerza militar. No obstante, los temporal y excepcional del apoyo de la fuerza militar. No
gobernadores y Alcaldes Municipales o Distritales podrán obstante, los gobernadores y alcaldes municipales o
solicitar al Presidente de la República tal asistencia, quien distritales podrán solicitar al Presidente de la República
evaluará la solicitud y tomará la decisión. La asistencia tal apoyo, quien evaluará la solicitud y tomará la
militar se regirá por los protocolos y normas decisión. La actuación de apoyo se regirá por los
especializadas sobre la materia y en coordinación con el protocolos y normas especializadas sobre la materia y en
comandante de Policía de la jurisdicción. coordinación con el comandante de policía de la
jurisdicción.
Parágrafo. En caso de emergencia, catástrofe o calamidad
pública, la asistencia militar se regirá por los Parágrafo. En caso de emergencia, catástrofe o
procedimientos y normas especializadas, bajo la calamidad pública, el apoyo militar se regirá por los
coordinación de los comités de emergencia y oficinas procedimientos y normas especializadas, bajo la
responsables en la materia. coordinación de los comités de emergencia y oficinas
responsables en la materia.
19. Como se evidencia en la titulación original del artículo 214 del proyecto de
ley n°. 99 de 2014 en Senado y n° 256 de 2014 en Cámara, que dio vida al actual
artículo 171 de la Ley 1801 de 2016, la norma fue consagrada como un “apoyo
militar excepcional” brindado por las Fuerzas Militares a la Policía Nacional (cfr.
Congreso de la República, Gaceta n° 554 de 2014). Pese a que la titulación del
artículo varió, el antecedente legislativo es útil a fin de establecer la interpretación
histórica de la norma.
21. De allí que, como puede verse, la asistencia militar pueda ser calificada como
un medio material de policía en concordancia con lo dispuesto en el artículo 149.15
de la Ley 1801 de 201657, de aplicación excepcional conforme a lo establecido en
los artículos 2258 y 170 ejusdem. Así, en atención a lo estipulado en la ley, los
medios materiales de policía son instrumentos utilizados para el desarrollo de la
56 Dicho informe de conciliación se aprobó en ambas Cámaras. Cfr. Congreso de la República, Gacetas
n° 440 y 441 de 2016.
57 “ARTÍCULO 149. MEDIOS DE POLICÍA. Los medios de Policía son los instrumentos jurídicos con que cuentan
las autoridades competentes para el cumplimiento efectivo de la función y actividad de Policía, así como para la
imposición de las medidas correctivas contempladas en este Código. (…) Los medios materiales son el conjunto de
instrumentos utilizados para el desarrollo de la función y actividad de Policía. Son medios materiales de Policía:
(…) 15. Asistencia militar.”
24
24. Dado lo anterior, la asistencia militar se delimita por los mismos límites que
todos los medios de policía que tienen por objeto el cumplimiento efectivo de la
función y actividad de Policía. En ese sentido, tal y como se desarrollará al
momento de abordar los cargos, pero que se estima oportuno enunciar en este
acápite, el instrumento de asistencia militar se restringe de modo directo por: (i) el
58 “ARTÍCULO 22. TITULAR DEL USO DE LA FUERZA POLICIAL. La utilización de la fuerza
legítima corresponde de manera exclusiva, en el marco de este Código, a los miembros uniformados de la
Policía Nacional, de conformidad con el marco jurídico vigente, salvo en aquellos casos en los que de
manera excepcional se requiera la asistencia militar.”
59 Al respecto, la Corte ha señalado que “[l]as atribuciones estatales en materia policiva se ejercen
mediante tres clases de facultades: (i) el poder de policía, (ii) la función de policía, y (iii) la actividad de
policía. Cada una de estas competencias es ejercida por diferentes entidades del Estado, así: el poder de
policía lo ejerce el Congreso de la República, de manera excepcional lo hacen las asambleas y los
concejos; la función de policía es la gestión administrativa concreta de las autoridades de la rama
ejecutiva; y la actividad de policía es la que realiza el cuerpo de policía para aplicar materialmente las
medidas dispuestas en ejercicio del poder y la función de policía.” Cfr. Sentencia C-211 de 2017.
60 La Corte ha indicado que “[l]a función de Policía está supeditada al poder de Policía y consiste en la
gestión administrativa concreta del poder de Policía. Supone el ejercicio de competencias concretas
asignadas por el poder de Policía a las autoridades administrativas de Policía. Su ejercicio corresponde,
en el nivel nacional, al Presidente de la República. En las entidades territoriales compete a los
gobernadores y a los alcaldes, quienes ejercen la función de Policía dentro del marco constitucional,
legal y reglamentario.” Cfr. Sentencias C-223 de 2017 y C-600 de 2019.
61 Esta Corporación ha considerado que “la actividad de Policía es la ejecución del poder y de la función de Policía en un
marco estrictamente material y no jurídico, correspondiendo a la competencia del uso reglado de la fuerza, que se encuentra
necesariamente subordinada al poder y a la función de Policía.” Cfr. Sentencias C-117 de 2006, C-223 de 2017 y C-600 de 2019.
62 Sentencia C-391 de 2017. Cfr. Sentencia C-600 de 2019.
25
25. Aunado a ello, tal herramienta cuenta con “los protocolos y normas
especializadas sobre la materia”, que constituyen lineamientos logísticos de
actuación estatal, entre los cuales a la fecha se encuentran: la Política Marco de
Convivencia y Seguridad Ciudadana65 expedida por el Gobierno Nacional y el
Manual Fundamental del Ejército Apoyo de la Defensa a la Autoridad Civil 66 que
dispone la definición, los propósitos, las características funcionales y las tareas
primarias del apoyo del Ejército a las autoridades civiles.
26. Se concluye entonces que, los propósitos principales de tales tareas de apoyo
consisten fundamentalmente en salvar vidas, restaurar los servicios esenciales,
mantener o restaurar la ley y el orden, proteger la infraestructura y propiedad
(pública y privada), apoyar el mantenimiento o restauración del Gobierno local,
configurar el ambiente operacional para el éxito interagencial y apoyar la
recuperación social del territorio67.
27. Los demandantes coincidieron en señalar que el artículo 170 de la Ley 1801
de 2016 es contrario a los literales a) y e) del artículo 152 de la Constitución, pues
63 En la sentencia del 28 de noviembre de 2018, emitida en el caso Alvarado Espinoza y otros Vs. México, la Corte
Interamericana reiteró que “el mantenimiento del orden público interno y la seguridad ciudadana deben estar primariamente
reservados a los cuerpos policiales civiles.” Al respecto, también indicó que “el Estado debe brindar recursos sencillos y
expeditos para denunciar la violación de los derechos humanos, así como tales denuncias deben ser ventiladas ante la
jurisdicción ordinaria y no militar, las cuales deberán ser efectivamente investigada y, en su caso, sancionados los responsables.”
Y, precisó los criterios que deben tenerse en cuenta en aquellos casos que las fuerzas armadas “intervengan en tareas de
seguridad”, cuya participación debe ser:
a) Extraordinaria, de manera que toda intervención se encuentre justificada y resulte excepcional, temporal y restringida a lo
estrictamente necesario en las circunstancias del caso;
b) Subordinada y complementaria, a las labores de las corporaciones civiles, sin que sus labores puedan extenderse a las facultades
propias de las instituciones de procuración de justicia o policía judicial o ministerial;
c) Regulada, mediante mecanismos legales y protocolos sobre el uso de la fuerza, bajo los principios de excepcionalidad,
proporcionalidad y absoluta necesidad y de acuerdo con la respectiva capacitación en la materia, y
d) Fiscalizada, por órganos civiles competentes, independientes y técnicamente capaces.
64 Sentencia C-128 de 2018. En ese sentido, en sentencia C-391 de 2017, la Corte ratificó que “el mismo
Código Nacional de Policía y Convivencia establece unos parámetros que sujetan el accionar de las
autoridades de policía. En efecto, las autoridades están sometidas al principio de legalidad, en esta
medida les está vedado actuar al margen de los procedimientos prescritos en la ley, ya que todo exceso
será sancionado (…).”
65 Disponible en https://id.presidencia.gov.co/Documents/191220-Politica-Marco-Convivencia-
Seguridad-Ciudadana.pdf.
66 Disponible en
https://www.dicoe.mil.co/recurso_user/doc_contenido_pagina_web/800130633_4/458767/
mfe_3_28_apoyo_de_la_defensa_a_la_autoridad_civil.pdf
67 Ibídem.
26
32. Visto lo anterior, la Sala estima pertinente hacer alusión, en primer lugar, a la
jurisprudencia de la Corte Constitucional sobre la cláusula de la reserva de ley
estatutaria en los dos escenarios planteados por los accionantes, para luego
pronunciarse sobre el cargo formulado.
33. Esta Corporación ha señalado que la reserva de ley estatutaria implica, por
expresa definición constitucional, que algunas materias se encuentran sometidas a
requerimientos especiales de aprobación legislativa. Se trata de aquellas áreas o
ámbitos de regulación que tienen una importancia particular en la realización de los
fines del Estado y la vigencia efectiva de la Carta Política. El artículo 152 de la
Constitución identifica tales materias y el artículo 153 las sujeta a un especial
procedimiento, a saber: i) aprobación de la mayoría absoluta de los integrantes de
cada cámara, ii) trámite en una sola legislatura y iii) control previo de
constitucionalidad antes de su sanción68. Sobre el particular, la Corte ha sostenido
lo siguiente:
“Los artículos 152 y 153 de la Constitución impusieron la regulación legal cualificada de las
materias de mayor trascendencia para el Estado Social de Derecho, pues no sólo señalaron el
contenido material de los asuntos que deben ser reglamentados mediante ley estatutaria, sino
también establecieron un trámite de formación de las mismas más riguroso en cuanto a la
aprobación por mayorías especiales y a la revisión constitucional previa a la sanción,
oficiosa y definitiva. Así, la delimitación de las leyes estatutarias se inspiró en los artículos
19.2 de la Constitución Alemana y 53, numeral 1, de la Constitución Española, según los
cuales corresponde al legislador cualificado (mediante leyes orgánicas) el desarrollo de
materias estructurales para la organización y funcionamiento del Estado y de la sociedad”69.
35. Según lo dispuesto en el artículo 152 superior, las materias sujetas a reserva de
ley estatutaria son: i) los derechos y deberes fundamentales, así como los
procedimientos y recursos previstos para su protección; ii) la administración de
justicia; iii) la organización y el régimen de los partidos y movimientos políticos, el
estatuto de la oposición y las funciones electorales; iv) las instituciones y
mecanismos de participación ciudadana; v) los estados de excepción; y vi) la
igualdad electoral entre los candidatos a la Presidencia de la República.
36. Dado que en el asunto objeto de estudio, los demandantes aseguran que la
norma se circunscribe a dos de las materias mencionadas, esto es, a los derechos
fundamentales y a los estados de excepción, la Sala hará una breve mención
particular a cada una de ellas según se desarrolla a continuación.
37. Respecto del literal a) del artículo 152 de la Constitución, esto es, los
derechos y deberes fundamentales de las personas y los procedimientos y
recursos para su protección, esta Corporación ha señalado que es una norma de
68 Sentencia C-074 de 2021.
69 Sentencia C-756 de 2008.
70 Sentencia C-756 de 2008. Reiterada, entre muchas otras, en las sentencias C-818 de 2011, C-902 de
2011, C-053 de 2019, C-370 de 2019 y C-127 de 2020.
28
38. Lo anterior significa que las leyes estatutarias no fueron creadas para regular
“en forma exhaustiva y casuística todo evento ligado a los derechos
fundamentales”74. Es por esa razón que la Corte desarrolló una serie de criterios que
permiten determinar cuándo una materia relacionada con derechos fundamentales
debe ser regulada a través de una ley estatutaria, so pena de ser inconstitucional por
un vicio de competencia75:
(iii) Mediante ley estatutaria se regula únicamente el núcleo esencial del derecho
fundamental, los aspectos inherentes al mismo, sus principios y estructura76.
71 Ver, entre otras, las sentencias C-013 de 1993, C-037 de 1996, C-251 de 1998, C-162 de 1999, C-
1338 de 2000, C-307 de 2004, C-1233 de 2005, C-126 de 2006, C-180 de 2006, C-319 de 2006, C-713 de
2008, C-902 de 2011, C-370 de 2019, C-015 de 2020, C-022 de 2021.
72 Entre muchas otras, pueden consultarse las sentencias C-013 de 1993, C-370 de 2006, C-370 de 2006,
C-910 de 2004 y C-162 de 2003.
73 Sentencia C-756 de 2008.
74 Sentencia C-013 de 1993. Reiterada en la sentencia C-022 de 2021.
75 Ver sentencias C-646 de 2001, C-756 de 2008, C-818 de 2011, C-035 de 2015, C-204 de 2019, C-370
de 2019, C-127 de 2020 y C-022 de 2021. Por ejemplo, se destaca que en la sentencia C-204 de 2019 se
expusieron los siguientes criterios que permiten identificar si una norma debe ser tramitada o no mediante
una ley estatutaria: “(i) que efectivamente se trate de derechos y deberes de carácter fundamental; (ii) que
el objeto directo de la regulación sea el desarrollo del régimen de derechos fundamentales o un derecho
fundamental en sí mismo; (iii) que la normativa pretenda regular, de manera integral, estructural y
completa, un derecho fundamental; o (iv) que verse sobre el núcleo esencial y los principios básicos del
derecho o deber, es decir, que regule los aspectos inherentes al ejercicio del derecho; y (v) que se refiera a
la afectación o el desarrollo de los elementos estructurales del derecho, esto es, que consagre límites,
restricciones, excepciones y prohibiciones que afecten la estructura general del derecho, como elementos
cercanos a su núcleo esencial.”
76 Sobre este punto, es preciso recordar que la Corte ha entendido el concepto de núcleo esencial
como “(…) aquellas facultades o posibilidades de actuación necesarias para que el derecho sea
reconocible como pertinente al tipo descrito, sin las cuales el derecho se desnaturalizaría. Igualmente, se
ha dicho que el núcleo esencial se refiere a los intereses jurídicamente protegidos como núcleo y médula
del derecho. Se puede entonces hablar de una esencialidad del contenido del derecho, para hacer
referencia a aquella parte del contenido del mismo que es absolutamente necesaria para que los intereses
29
39. Ahora bien, en cuanto al literal e) del artículo 152 de la Carta, sobre los
estados de excepción, es preciso recordar que el constituyente de 1991 quiso hacer
frente a los abusos cometidos bajo la figura del estado de sitio vigente en la
Constitución de 1886 estableciendo un estricto régimen regulatorio de los estados
de excepción. De ahí que la propia Carta de 1991 dispusiera la promulgación de
una Ley Estatutaria de Estados de Excepción – LEEE- (Ley 137 de 1994) donde se
establecieran los controles judiciales y las garantías para proteger los derechos, de
conformidad con los tratados internacionales (art. 214 C.P.)79.
41. Así las cosas, la cláusula de reserva de ley estatutaria hace referencia a la
regulación sistemática o parcial de los tres estados de excepción definidos
directamente por la Carta Política, tal y como se deriva de: (i) el capítulo 6 de la
Carta Política, correspondiente a los estados de excepción, (ii) el artículo 214.2
superior que señala que una ley estatutaria regulará las facultades del Gobierno en
los estados de excepción; (iii) el artículo 153 superior, según el cual la aprobación,
modificación o derogación de las leyes estatutarias exigirá la mayoría absoluta de
los miembros del Congreso y deberá efectuarse dentro de una sola legislatura; (iv)
jurídicamente protegibles, que dan vida al derecho, resulten real, concreta y efectivamente protegidos. De
ese modo, se rebasa o se desconoce el contenido esencial cuando el derecho queda sometido a
limitaciones que lo hacen impracticable, lo dificultan más allá de lo razonable o lo despojan de la
necesaria protección”. Sentencia C-620 de 2001. Reiterada en la sentencia C-022 de 2021.
77 Sentencia C-748 de 2011. Cfr. Sentencia C-022 de 2021.
78 En sentencia C-870 de 2014, la Corte concluyó que: “la jurisprudencia constitucional ha mantenido un criterio
restrictivo sobre la exigibilidad de la cláusula de reserva de ley estatutaria frente a los procedimientos y recursos
previstos para la protección de los derechos fundamentales (CP art. 152.a), los cuales pueden ser tanto de
naturaleza judicial como administrativa. Así se ha reclamado dicho trámite: (i) cuando se pretende establecer la
estructura básica de uno de tales mecanismos de protección; o (ii) cuando se regula de manera integral un
procedimiento o recurso dirigido al amparo de los derechos fundamentales, siempre que se trate de un medio
necesario e indispensable para asegurar su conservación; o (iii) cuando se produce un desarrollo legal que directa e
inmediatamente tenga por objeto diseñar o impactar en un mecanismo de defensa de un derecho iusfundamental; o
(iv) cuando la materia objeto de regulación se refiere a aspectos trascendentales de la estructura y funcionamiento
de los medios previstos para salvaguardar uno de los citados derechos, incluyendo la definición del régimen de
competencias”.
79 Cfr. Sentencia C-156 de 2011.
80 Cfr. Sentencias C-184 de 2020 y C-040 de 2020.
30
el artículo 58 de la Ley 137 de 1994 y la sentencia C-174 de 1994, que precisan que
“de acuerdo con la Carta, las leyes estatutarias única y exclusivamente pueden ser
modificadas, reformadas o derogadas por otra del mismo rango”.
50. De la lectura del referido artículo se desprende que no se trata de una norma
que regule derechos fundamentales, en tanto tal no es su objeto directo o
finalidad. Al respecto, se debe recordar que, según la reiterada jurisprudencia de
esta Corporación, el literal a) del artículo 152 de la Constitución es una norma de
interpretación restrictiva, pues de no ser así, se anularía la competencia del
legislador ordinario si se tiene en cuenta que, directa o indirectamente, toda
regulación se refiere o tiene relación con un derecho fundamental.
52. Ahora, los accionantes plantean que el artículo 170 acusado permitiría limitar
el ejercicio de ciertos derechos fundamentales, pues para mantener o reestablecer el
orden público se vulneran principios como la libertad de locomoción, circulación,
reunión, protesta, expresión, entre otros.
54. En este punto, resulta pertinente recordar que una interpretación aislada del
literal a) de la Carta, en los términos sugeridos por los demandantes, “conduciría al
absurdo de dejar sin sentido la facultad del legislador ordinario para expedir
códigos contemplada en el artículo 150 de la Constitución”82. Así las cosas, si bien
es cierto, esta norma como muchas otras insertas en el ordenamiento jurídico, en su
aplicación, pueden tener incidencia en derechos fundamentales -piénsese por
ejemplo en los códigos Penal y de Procedimiento Penal-, en tales eventos, y en caso
de que la incidencia sea negativa, ello obedecería a una aplicación indebida de la
norma; situaciones todas estas que escapan del control abstracto de
constitucionalidad y que se circunscriben, por el contrario, a otros escenarios
normativos que no son de competencia de esta Corporación.
55. De otra parte, la Sala Plena encuentra que no le asiste razón a los demandantes
al sostener que la disposición demandada es contraria al literal e) del artículo 152
superior referente a los estados de excepción.
56. Los actores indicaron que existen semejanzas entre las figuras de conmoción
interior y asistencia militar, lo que podría permitir su uso de manera intercambiable
con la consecuencia de que la activación de la asistencia militar adolecería de
prohibiciones expresas, y carecería de un control de constitucionalidad automático
y de un control político. Además, pusieron de presente que los contenidos del
artículo 170 demandado son propios de la reglamentación de los estados de
excepción, así como su desarrollo, por lo que estarían sujetos a un procedimiento
legislativo distinto de aprobación.
Asistencia militar. Art. 170, Ley 1801 de 2016 Estado de conmoción interior. Art. 213 C.P
Es el instrumento legal que puede aplicarse cuando En caso de grave perturbación del orden público que
hechos de grave alteración de la seguridad y la atente de manera inminente contra la estabilidad
convivencia lo exijan, o ante riesgo o peligro institucional, la seguridad del Estado, o la
inminente, o para afrontar emergencia o calamidad convivencia ciudadana, y que no pueda ser
pública. conjurada mediante el uso de las atribuciones
ordinarias de las autoridades de Policía, el
El Presidente de la República, podrá disponer, de Presidente de la República, con la firma de todos los
forma temporal y excepcional de la asistencia de la ministros, podrá declarar el Estado de Conmoción
fuerza militar. No obstante, los gobernadores y Interior, en toda la República o parte de ella, por
Alcaldes Municipales o Distritales podrán solicitar al término no mayor de noventa días, prorrogable hasta
Presidente de la República tal asistencia, quien evaluará por dos períodos iguales, el segundo de los cuales
la solicitud y tomará la decisión. requiere concepto previo y favorable del Senado de la
República.
La asistencia militar se regirá por los protocolos y
normas especializadas sobre la materia y en Mediante tal declaración, el Gobierno tendrá las
coordinación con el comandante de Policía de la facultades estrictamente necesarias para conjurar las
jurisdicción. causas de la perturbación e impedir la extensión de sus
efectos.
En caso de emergencia, catástrofe o calamidad pública,
la asistencia militar se regirá por los procedimientos y Los decretos legislativos que dicte el Gobierno podrán
normas especializadas, bajo la coordinación de los suspender las leyes incompatibles con el Estado de
comités de emergencia y oficinas responsables en la Conmoción y dejarán de regir tan pronto como se
materia. declare restablecido el orden público. El Gobierno
podrá prorrogar su vigencia hasta por noventa días más.
60. Según el texto normativo general en el que se encuentra inserta esta figura, es
claro, como se indicó previamente que, se desarrolla en el ámbito de la actividad
y las órdenes de policía, razón por la cual el uso de esa institución debe sujetarse a
los límites establecidos frente a su ejercicio en el ordenamiento jurídico y
reconocidos por la jurisprudencia de este Tribunal83. Además, la asistencia militar
83 Sentencia C-128 de 2018. En ese sentido, en sentencia C-391 de 2017, la Corte ratificó que “el mismo
Código Nacional de Policía y Convivencia establece unos parámetros que sujetan el accionar de las
autoridades de policía. En efecto, las autoridades están sometidas al principio de legalidad, en esta
medida les está vedado actuar al margen de los procedimientos prescritos en la ley, ya que todo exceso
será sancionado (…)”.
34
63. En dicha providencia se explicó, además, que en relación con las facultades
otorgadas al Presidente durante el estado de conmoción interior, el constituyente i)
determinó el espacio físico en el que puede declararse, indicando que procedía en
todo el territorio nacional o en una parte de él; ii) señaló el término durante el cual
podía estar vigente la declaratoria, limitándolo a 90 días prorrogables por dos
períodos iguales y sometiendo la última prórroga al concepto previo y favorable del
Senado de la República; iii) indicó que las facultades conferidas eran las
estrictamente necesarias para conjurar las causas de la perturbación del orden
público e impedir la extensión de sus efectos y iv) habilitó al Presidente para dictar
decretos legislativos, que pueden suspender las leyes incompatibles con el estado
de conmoción interior, que dejan de regir tan pronto se declare restablecido el
orden público pero cuya vigencia se puede prorrogar hasta por 90 días más con
autorización del Senado.
64. De igual forma, hizo alusión a los requisitos formales y materiales para la
declaratoria de la conmoción interior. En cuanto a los requisitos formales, explicó
que el constituyente los condicionó a: i) la expedición de un decreto que debe ser
suscrito por el presidente de la República y todos los ministros; ii) debe tratarse de
un decreto motivado; iii) debe indicarse el ámbito territorial; y iv) el ámbito
temporal de la declaratoria. Respecto de los requisitos materiales, aseguró que se
cumplen cuando se reúnan los presupuestos establecidos en el artículo 213 de la
Carta, a los que se hizo alusión en los párrafos anteriores.
67. Como lo mencionó este Tribunal en la sentencia C-040 de 2020, las facultades
de limitación de derechos fundamentales durante estados de conmoción interior
previamente enlistadas son de interpretación restrictiva, y se puede acudir a ellas
siempre en condiciones de estricta necesidad y proporcionalidad.
72. Al respecto, resulta relevante recordar lo señalado por esta Corporación sobre
la proporcionalidad entre las medidas y la gravedad de los hechos en el marco del
estado de conmoción interior:
“Como se ha hecho referencia en varias oportunidades, uno de los límites que existen a las
medidas de excepción es el de su condición de especificidad y exclusividad frente a la
amenaza que motivó la declaratoria, características expuestas a propósito del principio
de proporcionalidad y necesidad en el Pacto Internacional y la Convención Americana.
En este sentido, el ejercicio de las facultades debe centrarse únicamente en aquellas
tareas que sean indispensables para conjurar el hecho perturbador, aplicando además
entre las facultades extraordinarias las que resulten menos gravosas en términos de
protección de derechos y garantías.
La proporcionalidad entre la grave perturbación del orden público y las medidas
adoptadas para conjurarla, como límite constitucional del estado de conmoción interior,
plantea la necesidad de mantener una relación de equilibrio entre el presupuesto fáctico
invocado y las herramientas jurídicas desplegadas para superarlo. Ese equilibrio es
prioritario pues escapa a la racionalidad del Estado constitucional la realización de
esfuerzos desmesurados para obtener un mínimo beneficio en el ámbito del orden público
de cuyo restablecimiento se trata”90 (Resaltado fuera del texto original).
74. En ese sentido, las diferencias más notables entre el estado de excepción de la
conmoción interior y la asistencia militar, corresponden a:
75. De ese modo, si bien es cierto de la lectura de los artículos 107 de la Ley 1801
de 2016 y 213 de la Constitución se desprenden algunos parámetros comunes que
le otorgan una similitud a ambas figuras, ello no puede conducir a la conclusión
que surge de la equiparación pretendida por los demandantes, pues no toda
alteración del orden público o riesgo de afectación a la seguridad y la convivencia
conlleva a la declaratoria de un estado de excepción como la conmoción interior.
76. Nótese cómo, a diferencia de los múltiples y estrictos requisitos que previó el
constituyente para declarar un estado de conmoción interior, la asistencia militar es
una función material de policía que no admite tal nivel de excepcionalidad. Estas
diferencias son las que permiten precisamente que el estado de conmoción interior
no se instrumentalice al punto en que se convierta en la regla general, ni se
confundan ambas figuras como erróneamente lo plantean los demandantes.
80. Por un lado, en tanto no versa sobre componentes mínimos o elementos que
hagan parte del núcleo esencial de algún derecho fundamental en concreto, y
93 Algunos constituyentes (María Teresa Garcés Lloreda, Alfredo Vásquez Carrizosa, Jesús Pérez
González Rubio, y Gustavo Zafra Roldán, entre otros) propusieron que se incluyera un artículo en el que
se prohibiera, de manera expresa, otorgar a autoridades militares facultades para juzgar civiles. Sin
embargo, en la exposición de motivos de la propuesta presentada el 20 de febrero de 1991, se alertó
respecto de los efectos de permitir la intervención de Fuerzas Militares en asuntos de seguridad ciudadana
y de alteraciones al orden público interno. En particular, indicó que la Constitución de 1886 trataba de
igual manera los estados de guerra y los de conmoción interior, sin hacer ninguna distinción, de manera
que en ambos casos resultaban aplicables las reglas del “derecho de los ejércitos” para controlar la
situación de orden público. Lo anterior, suponía el control y vigilancia permanente sobre las personas,
entidades, partidos y reuniones públicas y, en ese sentido, generaba una limitación excesiva e injustificada
de los derechos fundamentales de los ciudadanos. No obstante, no se consagró ninguna disposición sobre
la materia. Cfr. Gacetas Constitucionales No. 9, de 19 de febrero de 1991; 10, de 20 de febrero de 1991;
20, de 12 de marzo de 1991; y 103, de 20 de junio de 1991. Por su parte, Eduardo Espinosa Faciolince
manifestó que la reforma a los Poderes de Emergencia y Estado de Sitio, debía dirigirse a redefinir el
concepto de orden público y, de esa manera, establecer límites a la acción coactiva y represora del Estado,
sin que hiciera una propuesta concreta respecto de las facultades de las Fuerzas Militares, en el marco de
los Estados de Conmoción Interior.
94 En especial, incluyó disposiciones sobre: (i) la prohibición de juzgamiento de civiles por parte de
jueces o tribunales militares; (ii) la posibilidad de que cualquier persona natural o jurídica solicite ante un
juez el amparo de un derecho constitucional vulnerado; (iii) el derecho a recurrir la orden de detención
ante un juez, con el fin de que se decida sobre la legalidad del arresto; y (iv) la exigencia de que exista un
Procurador de Derechos Humanos encargado de tramitar las quejas que se interpongan por los ciudadanos,
en contra de cualquier autoridad pública.
39
82. Sobre este particular los demandantes señalaron que la Ley 1801 de 2016 creó
la figura de la asistencia militar, la cual “además de lo estipulado en dicho artículo
no tiene otro desarrollo legislativo en sus particulares, facultades y limitaciones”95.
Por eso resaltaron que esa normatividad busca suplir la ausencia de contenido a
través de una remisión genérica y abstracta a los protocolos y normas
especializadas sobre la materia, generando dos posibles alcances.
95 Demanda. P. 30.
96 Demanda. P. 33.
97 Demanda. P. 35.
40
86. Pues bien, a este respecto debe indicarse que, como se desarrolló al abordar el
alcance de la norma, “los protocolos y normas especializadas sobre la materia” se
constituyen en lineamientos logísticos de actuación estatal -entre los cuales a la
fecha se encuentran: la Política Marco de Convivencia y Seguridad Ciudadana 99
expedida por el Gobierno Nacional y el Manual Fundamental del Ejército Apoyo
de la Defensa a la Autoridad Civil100 que dispone la definición, los propósitos, las
características funcionales y las tareas primarias del apoyo del Ejército a las
autoridades civiles-, no tienen por objeto una regulación de la materia, pues esta
debería desarrollarse en las “normas” sobre la materia.
98 Demanda P.36
99 Disponible en https://id.presidencia.gov.co/Documents/191220-Politica-Marco-Convivencia-
Seguridad-Ciudadana.pdf.
100 Disponible en
https://www.dicoe.mil.co/recurso_user/doc_contenido_pagina_web/800130633_4/458767/
mfe_3_28_apoyo_de_la_defensa_a_la_autoridad_civil.pdf
41
cumplimiento de la misión y los objetivos institucionales del personal de la institución y, por esa
vía, de las funciones constitucionales y legales de la Entidad.
84. Debe advertirse, en todo caso, que conforme a lo anterior, en la medida en que
son emitidos mediante actos administrativos, los protocolos a los que hace referencia la
regla demandada se someten a la Ley y a la Constitución, tanto en su forma de
producción como en su contenido. En modo alguno pueden considerarse la
concreción de una competencia normativa desregulada que, en un Estado de
derecho, no puede existir. Dichos instrumentos tienen por objeto aspectos
operacionales específicos de los uniformados (de los que no se ocupa el Legislador),
pero no por ello, pueden ser contrarios a normas jerárquicamente superiores. Por la
misma razón, la Corte coindice con el Ministerio de Justicia y del Derecho, en que son
susceptibles de control ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo.” Negrillas
fuera del texto original
88. Así las cosas, al tratarse de lineamientos logísticos, estos no están suplantando
la competencia legislativa, ni ordinaria, ni estatutaria -regulación de derechos
fundamentales-.
101 Específicamente, plantearon los siguientes condicionamientos: “En caso de que la primera pretensión no sea
acogida, se solicita en subsidio que, conforme al tercer cargo, declare la constitucionalidad condicionada del
artículo 170 de la ley 1801 de 2016 por vulnerar los artículos 2º, 217 y 218 de la Constitución Política, en el
entendido de que, de conformidad con lo señalado por la H. Corte en las sentencias C-223 de 2017 y C-281 de 2017:
(i) La asistencia militar no puede adoptarse para que las fuerzas militares enfrenten a la población civil ni para
contener o neutralizar las movilizaciones sociales y los derechos de reunión, manifestación y protesta, en los cuales
debe priorizarse el diálogo y, en casos extremos, recurrir a la Policía si se trata de una vulneración o amenaza
intensa de un derecho fundamental, cuya protección sea de mayor importancia que la del derecho de reunión y
manifestación;
(ii) Esta medida solo autoriza el empleo de las fuerzas militares en circunstancias excepcionales, en relación con
operativos que permitan realizar las movilizaciones sociales removiendo los obstáculos externos para llevarlas a
cabo, o en situaciones de emergencia o calamidad pública, tales como terremotos o incendios, para auxiliar a la
población civil con sus efectivos y sus equipos, sin emplear armas de fuego o instrumentos de agresión o que puedan
causar daño a la ciudadanía.”
42
Análisis del cargo por violación de las funciones constitucionales de las Fuerzas
Militares y de Policía (arts. 217 y 218 C. Pol.) y los fines del Estado (art. 2º
superior)
96. Para este Tribunal, “el concepto de policía, en su acepción más general,
consiste en el conjunto de potestades y funciones estatales dirigidas a la
preservación del orden público y la convivencia pacífica entre las personas” 103. Sin
embargo, este debe estudiarse de manera concomitante con las definiciones de
poder, función y actividad de policía.
100. Por su parte, las Fuerzas Militares conformadas por el Ejército Nacional, la
Armada Nacional y la Fuerza Aérea Colombiana, como cuerpos armados del
Estado cuentan con “cuatro finalidades primordiales, a saber, la defensa de (i) la
soberanía, (ii) la independencia, (iii) la integridad del territorio y, justamente, (iv)
la defensa del orden constitucional (Art. 217, CP). Por tanto, las Fuerzas Militares
encuentran su sustento y su razón de ser en una Carta Política que constituye una
República democrática, participativa, pluriétnica y multicultural, fundada en el
respeto a la dignidad humana y a los derechos fundamentales que de ella se
derivan, así como el respeto al ambiente y la naturaleza en general”108.
102. Lo anterior no es óbice para que otras circunstancias que no hayan sido allí
contempladas y que surjan dentro del ámbito de sus facultades puedan avalarse en
virtud de los principios de coordinación y colaboración armónica entre entidades
públicas para el adecuado cumplimiento de los fines del Estado consagrados en el
artículo 209 superior. Sin embargo, este Tribunal ha sido enfático en proscribir la
posibilidad de que las Fuerzas Militares sustituyan a la Policía Nacional y
pretendan desarrollar de forma exclusiva las labores tendientes a garantizar la
convivencia y garantía ciudadana, pues está claro que, constitucionalmente, la
Policía es la institución llamada a restablecer la convivencia y velar por su
conservación112.
116 Cfr. Caso Montero Aranguren y otros (Retén de Catia) Vs. Venezuela, supra, párr. 78, y Caso Cabrera
García y Montiel Flores Vs. México, supra, párrs. 86. Asimismo: CFR. Consejo de Consejo de Europa.
Asamblea Parlamentaria, Recomendación 1713 (2005), Doc. 10972, supra, párrs. 9, 23, 27 y 31; Comisión
Interamericana de Derechos Humanos. Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos,
OEA/Ser.L/V/II, Doc. 57, 31 de diciembre de 2009, párr. 105, y Declaración pericial de Alejandro
Madrazo Lajous rendida el 19 de abril de 2018 (expediente de prueba, Affidávits, f.30968)
117 CFR. Caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México, supra, párr. 86, y Caso Osorio Rivera y
familiares VS. Perú. Supra, párr. 122.
118 CFR, Caso Nadage Dorzema y otros Vs. República Dominicana. Fondo de Reparaciones y Costas.
Sentencia de 24 de octubre de 2012. Serie C No. 251, párr. 80. Asimismo: Cfr. CIDH, Informe del Grupo
de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas. Misión a México, 20 de diciembre de 2011, supra, PÁRR.
91; ONU, Informe del Relator Especial sobre la Tortura, 29 de diciembre de 2014, supra, párr. 81 inciso
g), y Recomendaciones a México por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos
Humanos, Visita oficial al país en octubre de 2015, marzo de 2016, supra, Recomendación 5.
119 Cfr. Inter alia: ONU: Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley.
Aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su Resolución 34/169, de 17 de diciembre
de 1979; Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de las Armas de Fuego por los Funcionarios
Encargados de Cumplir la Ley. Adoptados por el 8º Congreso de la ONU. La Habana, Cuba, del 27 de
agosto al 7 de septiembre de 1990; Corte IDH: Caso Nadege Dorzema y otros Vs. República Dominicana,
supra. Párrs. 81 a 82, 85 y 267, y Caso J. Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 17 de abril de 2015. Series C No. 275, párr. 330, y CIDH. Informe sobre Seguridad
Ciudadana y Derechos Humanos, supra, párrs. 114 y 117.
120 Cfr. ONU. Conjunto de principios actualizado para la protección y la promoción de los derechos
humanos mediante la lucha contra la impunidad, E/CN.4/2005/102/Add.1, 8 de Febrero de 2005.
Principios 35 (c) y 36 (c); Informe del Relator Especial sobre la promoción de la verdad, la justicia, la
reparación y las garantías de no repetición, Pablo de Greiff, A/72/523, 12 de octubre de 2017, párr. 54, e
Informe de dicho Relator Especial y del Asesor Especial del Secretario General sobre la Prevención del
Genocidio, A/HRC/37/65, 6 de junio de 2018, párrs. 41 a 48. Asimismo, Cfr. Declaración rendida ante la
Corte por el perito Federico Andreu Guzmán en la Audiencia Pública el 26 de abril de 2018.
121 Como se evidencia en la titulación original del artículo 214 del proyecto de ley n°. 99 de 2014 en
Senado y n° 256 de 2014 en Cámara, que dio vida al actual artículo 171 de la Ley 1801 de 2016, la norma
fue consagrada como un “apoyo militar excepcional” brindado por las Fuerzas Militares a la Policía
Nacional (cfr. Congreso de la República, Gaceta n° 554 de 2014). Pese a que la titulación del artículo
varió, el antecedente legislativo es útil a fin de establecer la interpretación histórica de la norma.
122 A partir de una lectura sistemática de la norma examinada conforme el contexto en el que se
encuentra inserta, se colige que la asistencia militar es un medio material de policía en concordancia con
lo dispuesto en el artículo 149 de la Ley 1801 de 2016, de aplicación excepcional conforme a lo
establecido en los artículos 22 y 170 ejusdem.
46
108. Sobre el particular, y pese a que puede ser reiterativo, la Sala estima necesario
insistir en que, la jurisprudencia constitucional, en el marco de las normas
consagradas en la Ley 1801 de 2016, ha enfatizado que “a efecto de evitar el
ejercicio arbitrario de la autoridad, (…) toda función pública está sometida a los
valores, principios y derechos consagrados en el Estatuto Superior,
particularmente a los principios de legalidad, debido proceso, transparencia,
responsabilidad, eficiencia y eficacia; como también a los principios que establece
el Código Nacional de Policía y Convivencia para esta clase de asuntos,
vinculándolos con el objeto del Código (art. 1º), la autonomía del acto y del
procedimiento de policía (art. 4º), los principios del Código (art. 8º) y los deberes
de las autoridades de policía (art. 10º)”124.
109. De ahí que, en primer lugar, reitérese, se encuentran los límites derivados del
derecho internacional de los derechos humanos. Conforme a los instrumentos
internacionales de derechos humanos ratificados por Colombia, como la
Convención Americana o el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
que hacen parte del bloque de constitucionalidad (art. 93), los Estados tienen el
deber no sólo de respetar sino también de garantizar los derechos humanos a todos
los habitantes de sus territorios125, lo que implica precisamente la obligación del
123 Recuérdese que incluso en el ámbito de sus funciones militares constitucionales, esta fuerza está
obligada a aplicar el principio de distinción del derecho internacional humanitario que “obliga a las
partes del conflicto a distinguir entre combatientes y civiles, y a su vez, a distinguirse a sí mismas de los
civiles. La Corte ha señalado que del principio de distinción se derivan al menos las siguientes cinco
reglas: ‘(1) la prohibición de dirigir ataques contra la población civil’ (…)” Cfr. Sentencia C-281 de
2017.
124 Sentencia C-391 de 2017. Cfr. Sentencia C-600 de 2019.
125 Ver los artículos 1º de la Convención Interamericana y 2° del Pacto internacional de Derechos
Civiles y Políticos.
47
112. Asimismo, la conservación del orden público debe sujetarse a los “principios
contenidos en la Constitución y por aquellas finalidades vinculadas a la
preservación de ese orden (seguridad, salubridad, tranquilidad), como condiciones
para el libre ejercicio de las libertades democráticas”135.
iv) las medidas que se tome deben ser proporcionales y razonables, y no pueden
traducirse en la supresión absoluta de las libertades, o en su limitación
desproporcionada;
v) no pueden imponerse discriminaciones injustificadas a ciertos sectores;
vi) la medida policiva debe recaer contra el perturbador del orden público, pero
no contra quien ejerce legalmente sus libertades, y
vii) las medidas policivas se encuentran sometidas a los correspondientes
controles judiciales137.
“1. Que el ejercicio de los derechos y libertades sean garantizados y respetados en el marco
de la Constitución y la ley. 2. El cumplimiento de los deberes contenidos en la
Constitución, la ley y las normas que regulan la convivencia. 3. El respeto por las
diferencias y la aceptación de ellas. 4. La resolución pacífica de los desacuerdos que
afecten la convivencia. 5. La convergencia de los intereses personales y generales para
promover un desarrollo armónico. 6. prevalencia de los valores sociales de solidaridad,
tolerancia, responsabilidad, honradez, respeto, bondad, libertad, justicia, igualdad,
fraternidad, lealtad, prudencia y paz.”
119. Por último, el artículo 9 de la Ley 1801 de 2016 estipuló la garantía del
ejercicio de la libertad y los derechos de los asociados 143, al tiempo que reguló los
deberes de las autoridades de policía144, entre los que se destacan el respeto de los
142 Sentencia C-128 de 2018. En ese sentido, en sentencia C-391 de 2017, la Corte ratificó que “el
mismo Código Nacional de Policía y Convivencia establece unos parámetros que sujetan el accionar de
las autoridades de policía. En efecto, las autoridades están sometidas al principio de legalidad, en esta
medida les está vedado actuar al margen de los procedimientos prescritos en la ley, ya que todo exceso
será sancionado (…).”
Artículo 8.
143 Artículo 9: “Ejercicio de la libertad y de los derechos de los asociados. Las autoridades
garantizarán a las personas que habitan o visitan el territorio colombiano, el ejercicio legítimo de los
derechos y las libertades constitucionales, con fundamento en su autonomía personal, autorregulación
individual y social.”
144 Artículo 10: “Deberes de las autoridades de Policía. Son deberes generales de las autoridades de
Policía: 1. Respetar y hacer respetar los derechos y las libertades que establecen la Constitución Política,
las leyes, los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por el Estado colombiano. 2.
Cumplir y hacer cumplir la Constitución, las leyes, las normas contenidas en el presente Código, las
ordenanzas, los acuerdos, y en otras disposiciones que dicten las autoridades competentes en materia de
convivencia. 3. Prevenir situaciones y comportamientos que ponen en riesgo la convivencia. 4. Dar el
mismo trato a todas las personas, sin perjuicio de las medidas especiales de protección que deban ser
brindadas por las autoridades de Policía a aquellas que se encuentran en situación de debilidad
manifiesta o pertenecientes a grupos de especial protección constitucional. 5. Promover los mecanismos
alternativos de resolución de conflictos como vía de solución de desacuerdos o conflictos entre
particulares, y propiciar el diálogo y los acuerdos en aras de la convivencia, cuando sea viable
legalmente. 6. Recibir y atender de manera pronta, oportuna y eficiente, las quejas, peticiones y reclamos
de las personas. 7. Observar el procedimiento establecido en este Código, para la imposición de medidas
50
120. Ahora bien, la asistencia militar cuenta con “los protocolos y normas
especializadas sobre la materia” conforme lo dispuesto en el artículo 170
demandado. Debe clarificarse que esto son lineamientos logísticos que en todo
caso no constituyen una regulación del uso de la herramienta de apoyo frente al
respeto de los derechos humanos. Actualmente se cuenta con la Política Marco de
Convivencia y Seguridad Ciudadana145 expedida por el Gobierno Nacional,
consagra un acápite referido a la asistencia militar, conceptualizándola como una
figura jurídica excepcional cuya activación puede ocurrir en determinadas
situaciones, bajo la coordinación de los comités de emergencia y los oficiales
responsables en la materia. Determina que esa institución “está sujeta a estrictos
requisitos derivados de la norma y del marco jurídico del uso de la fuerza que
contempla el derecho internacional y el ordenamiento jurídico interno”146.
121. Asimismo, refiere que “solo podrá mantenerse siempre que sea estrictamente
necesaria para enfrentar los hechos de grave alteración de la seguridad y la
convivencia, el riesgo o peligro inminente o la emergencia o calamidad pública.
Una vez se haya superado la situación que justificó la asistencia, ésta debe
concluir” .
122. De igual modo, fue expedido el Manual Fundamental del Ejército Apoyo de la
Defensa a la Autoridad Civil147 que dispone la definición, los propósitos, las
características funcionales y las tareas primarias del apoyo del Ejército a las
autoridades civiles. En ese documento se relata que dicha colaboración se provee
en situaciones de crisis, emergencia o grave perturbación del orden público, en
relación con los siguientes supuestos: “apoyo a las instituciones civiles nacionales
encargadas de hacer cumplir la ley”, “apoyo para atender incidentes químicos,
biológicos, radiológicos y nucleares (QBRN)”, “apoyo en incidentes internos sin
importar la causa, el tamaño o la complejidad” y otros apoyos designados.
123. Se destaca que los propósitos principales de tales tareas de apoyo consisten
fundamentalmente en salvar vidas, restaurar los servicios esenciales, mantener o
restaurar la ley y el orden, proteger la infraestructura y propiedad (pública y
privada), apoyar el mantenimiento o restauración del Gobierno local, configurar el
ambiente operacional para el éxito interagencial y apoyar la recuperación social del
territorio148.
correctivas. 8. Colaborar con las autoridades judiciales para la debida prestación del servicio de justicia.
9. Aplicar las normas de Policía con transparencia, eficacia, economía, celeridad y publicidad, y dando
ejemplo de acatamiento de la ley y las normas de convivencia. 10. Conocer, aplicar y capacitarse en
mecanismos alternativos de solución de conflictos y en rutas de acceso a la justicia. 11. Evitar al máximo
el uso de la fuerza y de no ser esto posible, limitarla al mínimo necesario.”
145 Disponible en https://id.presidencia.gov.co/Documents/191220-Politica-Marco-Convivencia-
Seguridad-Ciudadana.pdf.
146 Ibídem.
Ibídem.
147 Disponible en
https://www.dicoe.mil.co/recurso_user/doc_contenido_pagina_web/800130633_4/458767/
mfe_3_28_apoyo_de_la_defensa_a_la_autoridad_civil.pdf
Ibídem.
148 Ibídem.
51
iv) La Corte no concluyó que la Constitución prohíbe, per se, que las Fuerzas
Militares lleven a cabo operaciones de “control” o “contención”.
128. De igual forma, ocurre con lo resuelto en la sentencia C-223 de 2017, teniendo
en cuenta que los mandatos examinados en esa oportunidad no coinciden con la
temática que ocupa este pronunciamiento. En este punto, la Corte resolvió si: i)
la regulación del derecho de la reunión (arts. 47 a 75 de la Ley 1801 de 2016) era
violatoria de la reserva de ley estatutaria; ii) la autorización a las autoridades
municipales para reglamentar las condiciones y requisitos de desarrollo del derecho
de reunión (art. 48 ib.) infringía la reserva de ley establecida en el artículo 37 de la
C. Pol; y iii) la facultad de los alcaldes para dictar mandamiento escrito para el
registro de domicilios o de sitios abiertos al público desconocía el derecho
fundamental a la inviolabilidad del domicilio.
129. Nótese que las problemáticas constitucionales abordadas por este Tribunal en
aquel pronunciamiento se enfocan claramente en la afectación en concreto de
derechos fundamentales puntuales, por lo que se trata de esferas de regulación
diferentes del Código de Policía y Conveniencia Pacífica y las consideraciones allí
extendidas no son aplicables frente al análisis que se realiza del artículo 170
ejusdem, por medio del cual se adoptó la asistencia militar como herramienta de
apoyo a la Policía Nacional. Esto por cuanto, la disposición en cita no contiene
ningún elemento descriptivo puntual que lo relacione con la protesta u otro derecho
de carácter fundamental.
130. En todo caso, la Sala aclara que las anteriores aseveraciones no desdicen, ni
desnaturalizan los pronunciamientos que la Corte Constitucional haya efectuado en
materia de protesta social y derecho de reunión en el ámbito de la Ley 1801 de
2016, en tanto el parámetro descriptivo de la norma examinada en el asunto de la
referencia no contiene alusión alguna al ejercicio de tal derecho. Y en ese sentido,
los condicionamientos que se introdujeron en el pasado a las normas estudiadas en
esas oportunidades hacen transido a cosa juzgada y se encuentran actualmente
insertos en esas disposiciones normativas.
134. Por último, la Corte es enfática en reiterar que bajo el régimen constitucional
vigente está proscrito el ejercicio arbitrario de la autoridad. Al respecto, se ha
señalado por este Tribunal Constitucional que “a efecto de evitar el ejercicio
arbitrario de la autoridad, (…) toda función pública está sometida a los valores,
principios y derechos consagrados en el Estatuto Superior, particularmente a los
principios de legalidad, debido proceso, transparencia, responsabilidad, eficiencia
y eficacia”154, con el fin de que sus decisiones sean razonables y proporcionales155.
136. De ese modo, los fines del Estado consagrados en el artículo 2º superior
imponen que todas las autoridades de la República están constitucionalmente
instituidas para proteger la vida, honra, derechos y libertades de todas las
personas residentes en el país158. Este mandato es de obligatorio e inexcusable
cumplimiento sin perjuicio de que no se haya plasmado expresamente en los
diversos textos legales que les confieren competencias. En esa medida, ningún
servidor público puede sustraerse al respeto y garantía de los derechos humanos,
los derechos fundamentales y el estatuto superior.
137. Bajo tal contexto, el principio de proporcionalidad funge como una verdadera
prohibición de exceso, la cual corresponde a “la limitación del uso del poder
público de cara a las libertades fundamentales” 159. Este Tribunal ha señalado que
el método de aplicación del principio de proporcionalidad es la ponderación 160,
cuyo objeto es sopesar “por una parte, las medidas y los fines estatales y, por otra
parte, la afectación de parámetros formales o materiales consagrados en la
Constitución”161.
139. Por tanto, frente al mandato examinado, colige la Corte que las Fuerzas
Militares, al ejercer la asistencia militar se sujetan a las reglas, principios, límites y
deberes que el ordenamiento determina para adelantar la actividad y los medios de
policía, pues reitérese, la asistencia militar se constituye en un apoyo a la Policía
para concretar sus funciones y su objeto, en ese sentido todos los límites, principios
y deberes que le son exigibles a la policía, le serán exigibles a quien apoya dicha
labor. Como se expuso, esta competencia de asistencia militar no escapa al ámbito
del principio de proporcionalidad y, en consecuencia, este se erige como un bastión
en la actuación de toda autoridad pública en aras de la proscripción de los excesos,
extralimitaciones y arbitrariedad.
140. No existe entonces autoridad alguna que pueda sustraerse al respeto y garantía
de los derechos humanos, los derechos fundamentales y el estatuto superior. Por
tanto, las Fuerzas Militares, en ningún caso podrían usar su capacidad bélica en
contra de la ciudadanía; puesto que están instituidas para proteger la vida, honra,
derechos y libertades de todas las personas residentes en el país.
141. Por tanto, las Fuerzas Militares, en ningún caso podrían usar su capacidad
bélica en contra de la ciudadanía; por el contrario, al ejercer la asistencia militar se
Síntesis de la decisión
143. A partir de una lectura sistemática, esta Corporación advirtió que la asistencia
militar se encuentra inserta dentro del denominado medio material de policía, en
concordancia con lo dispuesto en el artículo 149 de la Ley 1801 de 2016, de
aplicación excepcional conforme a lo establecido en los artículos 22 y 170 del
mismo cuerpo normativo. Además, se desarrolla en el ámbito de la actividad y las
órdenes de policía, razón por la cual el uso de esa institución debe sujetarse a los
límites establecidos frente a su ejercicio en el ordenamiento jurídico nacional, en el
bloque de constitucionalidad y los reconocidos por la jurisprudencia de este
Tribunal. Asimismo, la asistencia militar debe regirse logísticamente por los
protocolos y normas especializadas sobre la materia y en coordinación con el
comandante de Policía de la jurisdicción, todo lo cual, a su vez, reitérese, debe
sujetarse a los principios, funciones y objeto de la norma general en la que se
encuentran insertos, esto es, el Código de Policía.
144. Frente al primer cargo relativo a la reserva de ley estatutaria, la Sala Plena
encontró que, contrario a lo señalado por los demandantes, el artículo 170 de la Ley
1801 de 2016 no desconoce el literal a) del artículo 152 de la Constitución, ello por
cuanto la disposición examinada no versa sobre componentes mínimos o elementos
que hagan parte del núcleo esencial de algún derecho fundamental en concreto, de
manera que no es posible dilucidar de su contenido la regulación específica de
principios o estructura, inherentes a esa clase de derechos. Así, aunque la norma
podría efectivamente tener alguna incidencia en el ejercicio de los derechos
fundamentales indicados por los accionantes, ello obedecería a una aplicación
indebida de la norma; situaciones todas estas que escapan del control abstracto de
constitucionalidad y que se circunscriben, por el contrario, a otros escenarios
normativos que no son de competencia de esta Corporación.
militar, dado que, al ser un medio de policía su ejercicio se limita por todas las
normas que les son propias y que se encuentran contenidas en el Código de Policía.
Desde luego previo al cumplimiento de todos los límites constitucionales y de
derecho internacional vinculante.
147. En lo que concierne al segundo cargo, esto es, la posible vulneración de las
competencias constitucionales fijadas en los arts. 217 y 218 superiores, así
como la transgresión de los fines del Estado (art. 2º C. Pol.), la Corte concluyó
que, las Fuerzas Militares de manera temporal y en virtud de la invocación
excepcional de la medida de asistencia militar, pueden apoyar las actividades de
policía en pro de la restitución de la convivencia y, por ende, del orden
constitucional, cuando se presenten “hechos de grave alteración de la seguridad y
la convivencia lo exijan, o ante riesgo o peligro inminente, o para afrontar
emergencia o calamidad pública”. Es así como la concurrencia de las Fuerzas
Militares en apoyo de la Policía Nacional materializa los principios de colaboración
y coordinación de entidades públicas consagrados en el artículo 209 superior y, no
infringe ni confunde las competencias determinadas en los artículos 217 y 218
constitucionales. Reiteró, en todo caso, la Corte que ello no habilita a las Fuerzas
Militares a “suplantar” en sus funciones a la Policía Nacional.
148. En ese sentido, la Sala reiteró que todos los límites, principios y deberes que le
son exigibles a la policía, allí le serán exigibles a quien apoya dicha labor, a saber:
i) límites derivados del derecho internacional de los derechos humanos:
Convención Americana y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; ii)
límites constitucionales: derechos fundamentales y componentes requeridos para la
preservación del orden público (seguridad, salubridad, tranquilidad), principio de
legalidad, proporcionalidad, razonabilidad; y iii) límites legales: fines de la
convivencia (art. 7 Ley 1801 de 2016); los principios fundamentales (art. 8 ib.), la
garantía del ejercicio de la libertad y los derechos de los asociados (art. 9 ib.), los
deberes de las autoridades de policía (art. 10 ib.).
149. Se concluyó entonces que las Fuerzas Militares están instituidas para proteger
la vida, honra, derechos y libertades de todas las personas residentes en el país.
Finalmente, determinó la Sala que, bajo el régimen constitucional colombiano no
existe autoridad alguna que pueda sustraerse al respeto y garantía de los derechos
humanos, los derechos fundamentales y el estatuto superior.
150. Con todo, la Corte concluyó que no era procedente la solicitud de modulación
formulada por la parte accionante con miras a que la norma examinada fuera
condicionada en los términos de las sentencias C-281 de 2017 y C-223 de 2017.
Dejando además a salvo el contenido de las referidas providencias dado que se trata
del análisis de dos normas distintas.
VII. DECISIÓN
RESUELVE
57
Asistencia antidemocrática
Síntesis
La asistencia militar permite que el Presidente, por
iniciativa propia o por solicitud de mandatarios
locales, ordene a las Fuerza Militares intervenir en
la recuperación del orden público. Esta facultad es
peligrosa para el régimen constitucional, pues se
trata de una figura afín a los estados de excepción,
pero no cuenta con los mismos controles. Además,
desdibuja la naturaleza cívica de la Policía y
conduce a una confusión entre esta y las Fuerzas
Militares, cuya misión se asocia a la defensa de la
integridad y la soberanía. La asistencia militar, en
fin, amenaza la libertad de expresión, la protesta
social y la movilización ciudadana.
La posición mayoritaria
6. Así, durante extensos períodos del siglo XX, los días de estado de sitio
fueron -aproximadamente- tantos o más que los días de vigencia del régimen
ordinario. Lo excepcional se hizo norma, entre otras razones, por la
inexistencia de límites temporales al estado de sitio y la ausencia de
controles efectivos a decisiones que se consideraban políticas y, por lo tanto,
ajenas al escrutinio judicial. La separación de las ramas del poder público -en
especial, entre la Ejecutiva y la Legislativa- se difuminó hasta volverse
ilusoria. La legislación dictada en aquellos paréntesis al régimen
constitucional se tornó permanente, se dictaron códigos y se legisló en todas
las materias posibles, por vía de excepción. El poder del Presidente, enorme
ya en un régimen presidencialista, se mostró incontenible. La libertad de
expresión, la manifestación y la protesta social, que nutren y dan sentido a la
democracia, sufrieron restricciones desproporcionadas, al igual que las
garantías a la libertad personal.
163 Sobre la naturaleza paradojal de los estados de excepción, como una suspensión del derecho para la
preservación del derecho, y figuras políticas (o en el margen entre la política y el derecho) imposibles de ser
aprehendidas por el Derecho, véase Homo Sacer I,II, Estado de excepción, de Giorgio Agamben. Adriana Hidalgo
Editora, Buenos Aires, 2005.
62
12.Como puede verse, ambas figuras operan cuando se presenta una grave
alteración al orden público; y ambas confieren un poder (o varios poderes)
especiales al Presidente de la República. Pero, en contraste con los límites y
controles que la Constitución de 1991 impuso al uso del estado de excepción,
incluidos los temporales, al igual que los controles de carácter político y
judicial, definidos en el texto constitucional y desarrollados por vía
estatutaria y la jurisprudencia constitucional, la asistencia militar ingresa en
una ley ordinaria, y opera prácticamente sin límites ni controles efectivos
cuando se implementa, dado que está sometido a protocolos administrativos
y a la coordinación entre fuerzas militares y comandantes de policía.
13.Así, aunque el artículo 170 de la Ley 1801 de 2016 habla de una figura
transitoria, no establece el alcance de este concepto, y la regulación se remite
a normas dictadas por la fuerza pública. Por lo tanto, tras la asistencia militar
resuenan los ecos marciales del estado de sitio.
Conclusión
La asistencia militar es hermana y heredera del estado de sitio. Pero este último es
objeto de serias sospechas en el régimen constitucional, acompañadas de controles
temporales, políticos y judiciales, mientras aquella trasegará, amenazando al
régimen democrático, carente de controles eficaces, con la bendición del Legislador
(en la Ley 1801 de 2016) y la Corte Constitucional (en la Sentencia C-100 de
2022).
64
Así las cosas, con la asistencia militar se retrocede en uno de los grandes avances
de la Constitución Política de 1991 para la democracia colombiana. La voluntad
inequívoca de concebir los estados de excepción como mecanismos
extraordinarios, pero limitados y sujetos al control por parte del Derecho; en lugar
de percibirlos como la paradójica suspensión del Derecho para la preservación del
Derecho.164 La asistencia militar vuelve ahora como ese paréntesis, indeterminado e
incontrolable, donde se confunden lo militar y lo cívico, que se pretendió erradicar
del pacto constituyente de 1991.
Un problema constitucional de estas dimensiones no se soluciona, por supuesto,
indicando que existen las normas constitucionales y los tratados de derechos
humanos, y confiando su aplicación a aquellas instituciones que tienen en su poder
el monopolio de la fuerza estatal, como lo proponen las conclusiones de la
Sentencia C-100 de 2022, de la cual me aparto.
Fecha et supra