553-Texto Del Artículo-Gonzalez Faus y Otros
553-Texto Del Artículo-Gonzalez Faus y Otros
553-Texto Del Artículo-Gonzalez Faus y Otros
ISSN 2215-602X
Pensamiento
Revista Teológica de la Universidad Bíblica Latinoamericana
Teología de la liberación:
legado y desafíos para y desde el siglo XXI
Pensamiento
Revista Teológica de la Universidad Bíblica Latinoamericana
Editorial SEBILA
Universidad Bíblica Latinoamericana, UBL
Apdo 901-1000, San José, Costa Rica
Tel.: (+506) /2283-8848/2283-4498
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Director
ANGEL EDUARDO ROMÁN-LÓPEZ DOLLINGER
Edición de texto
ADRIANA NOEMÍ SALVADOR
Diagramación
LUIS CARLOS ÁLVAREZ MEJÍAS
Esta obra está bajo una licencia de
Creative Commons
ISSN 2215-602X
200
Vida y Pensamiento. - Vol. 43, No. 1
San José, C.R.: Universidad Bíblica Latinoamericana, 2023.
ISSN: 2215-602X
1. Ciencias teológicas 2. Ciencias bíblicas 3. Pastoral
Publicaciones periódicas
Teología de la liberación:
legado y desafíos para y desde el siglo XXI
Vida y Pensamiento
Universidad Bíblica Latinoamericana
Año 2023, Vol. 43, No. 1
Institución que da continuidad
a las labores educativas iniciadas
por el Seminario Bíblico
Latinoamericano desde 1923.
Presentación
Abstract: The influence of classical liberation theology has been relevant not
only for the processes of social transformation in Latin America, but also for
higher theological education. This theological approach emerged in a specific
Latin American conjuncture, characterized by the struggle between capitalism and
socialism. It is currently present in the different theologies that accompany social
movements in their struggles for social justice. To ensure that these theologies
are coherent with the struggles of our peoples, it is necessary that theological
institutions identify the challenges of the new contexts and social movements.
It is also important to review the epistemic foundations of classical liberation
theology and, above all, to verify the relevance of its theological method. These
aspects are addressed in this presentation, as part of the celebration of 100 years
of commitment to theological education at the Latin American Biblical University.
Introducción
E 1
n esta presentación de apertura a la Cátedra Juan A. Mackay del
año 2023, la cual se desarrolla en el marco de los 100 años de
trabajo teológico de la Universidad Bíblica Latinoamericana
(UBL) , quiero hacer algunas reflexiones sobre el tema de la Cátedra:
La teología de la liberación. Aportes y desafíos para y desde la educación teológica
en América Latina y El Caribe. Este tema es producto de diversas
reflexiones realizadas por el Consejo Universitario de la UBL durante
la organización de la Cátedra. Nuestro objetivo fue cuestionar –
en el buen sentido de la expresión– el impacto de la teología de la
liberación en la educación teológica latinoamericana y en las actuales
teologías de la liberación. Estas reflexiones se centran en la teología
clásica de la liberación2, la cual se formó hace aproximadamente 50
años, precisamente en la mitad del camino teológico recorrido por la
UBL. Por esa razón, en el contexto de la Cátedra, quiero reflexionar
sobre las bases epistémicas y metodológicas de la teología clásica de
1 Estos 100 años comenzaron con la Escuela Bíblica de Capacitación para Mujeres, fundada
por la misionera Susana Strachan en 1922. En 1923 se constituyó en el Instituto Bíblico de
Costa Rica y en 1941 en el Seminario Bíblico Latinoamericano. Desde 1997 se consolidó
como la Universidad Bíblica Latinoamericana, con el respectivo reconocimiento estatal
del Consejo Nacional de Enseñanza Superior Universitaria Privada (CONESUP) de Costa
Rica. Cf. Edgar Salgado García, “El Seminario Bíblico Latinoamericano en la historia de
la educación a distancia en Costa Rica”, en La educación a distancia y virtual en Costa Rica.
El desafío de incorporar tecnologías en la enseñanza universitaria, ed. por Claudio Rama y Nury
Bonilla (San José: UTN, 2017), 81-96.
2 Con la expresión teología clásica de la liberación me refiero al movimiento teológico que se
formó y consolidó en Latinoamérica gracias a dos factores: 1) el contexto sociopolítico de las
décadas de 1960 y 1970, y 2) las reflexiones teológicas que resultaron del Concilio Vaticano
II, de las conferencias del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y de algunas
conferencias y movimientos protestantes. La referencia más conocida de este enfoque es el
libro de Gustavo Gutiérrez, Teología de la liberación. Perspectivas (Lima: CEP, 1971).
1. Emergencia histórica de
la teología latinoamericana
de la liberación
5 Cf. Walt Whitman Rostow, Las etapas del crecimiento económico: un manifiesto no comunista, 2a
ed. (México: Fondo de Cultura Económica, 1963); Estrategias para un mundo libre (Buenos
Aires: Troquel, 1966).
6 Cf. Raúl Prebisch, Dinâmica do desenvolvimento Latino-Americano (Rio de Janeiro: Fundo
de Cultura, 1964); Transformação e desenvolvimento: a grande tarefa da América Latina (Rio de
Janeiro: Fundação Getulio Vargas, Serviço de Publicações, 1973).
7 Cf. Helio Jaguaribe, “La asistencia técnica extranjera y el desarrollo nacional”, en La
dominación de América Latina, ed. por José Matos Mar (Buenos Aires: Amorrortu, 1968),
7-54; Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, “Dependencia y desarrollo en
América Latina”, en La dominación de América Latina, ed. por José Matos Mar (Buenos
Aires: Amorrortu, 1968), 143-180; Fernando Henrique Cardoso y Francisco Correa
Weffort, “Ciencias y conciencia social”, en América Latina, dependencia y subdesarrollo, ed.
por Antonio Murga Frassinetti y Guillermo Boils, 2a ed. (San José: EDUCA, 1975),
27-54; Theotonio Dos Santos, “La crisis de la teoría del desarrollo y las relaciones de
dependencia en América Latina”, en La dependencia político-económica de América Latina, ed.
por Helio Jaguaribe et al., 12a ed. (México: Siglo XXI, 1980), 141-187.
8 Cf. Pierre Furter, “De la dominación cultural al desarrollo cultural”, en De la Iglesia y la
sociedad, ed. por Rubem Alves et al. (Montevideo: Tierra Nueva, 1968), 111-134; Julio
Barreiro, “Dominación, dependencia y ‘desarrollo solidario’”, en De la Iglesia y la sociedad,
ed. por Rubem Alves et al. (Montevideo: Tierra Nueva, 1968), 107-110; Gonzalo Castillo,
“La liberación, el nuevo nombre de la paz”, en De la Iglesia y la sociedad, ed. por Rubem
Alves et al. (Montevideo: Tierra Nueva, 1968), 112.
11 Cf. José Comblin, El poder militar en América Latina (Salamanca: Sígueme, 1975); “La nueva
práctica de la iglesia en el sistema de la seguridad nacional. Exposición de sus principios
teóricos”, en Liberación y cautiverio: debates en torno al metodo de la teología en América Latina, ed.
por Enrique Dussel y Enrique Ruiz Maldonado (México: Encuentro Latinoamericano de
Teología, 1976), 155-176.
Por otro lado, los movimientos sociales eran muy diferentes a los
actuales, tanto en las formas y niveles de organización, como en el
compromiso que asumieron con la transformación social12. Algunos
de esos movimientos buscaban la reivindicación de sus derechos
sociales y políticos a través de organizarse alrededor de su sector de
pertenencia en la producción, servicio o consumo. Otros movimientos
sociales buscaban suprimir el sistema capitalista e implementar el
socialismo, organizándose en grupos armados o subversivos. Para la
teología actual y para la formación teológica, no se trata de intentar
explicar si los movimientos sociales del pasado eran más o menos
fuertes que los actuales, sino de tener claro que, actualmente, los
desafíos sociales requieren nuevas formas de organización social
y nuevos proyectos de transformación social. Es sobre esta base
donde la formación teológica puede y debe seguir contribuyendo a la
transformación social a través de la construcción de nuevas teologías
de la liberación, las cuales deben ser coherentes con las luchas
presentes de los movimientos sociales.
12 Cf. Susan Eckstein, ed., Poder y protesta popular: movimientos sociales latinoamericanos (México:
Siglo XXI, 2001); Mónica Bruckmann y Theotonio Dos Santos, “Los movimientos
sociales en América latina: un balance histórico”, en Seminario Internacional REG GEN:
Alternativas Globalização (8 al 13 de octubre de 2005), ed. por UNESCO (Rio de Janeiro:
UNESCO, 2005).
3. El método teológico de
la teología de la liberación
ensayos preliminares y bibliografía, 5a ed. (Bogotá: Nueva América, 1995); Para una ética de la
liberación latinoamericana, 2a ed. (Buenos Aires: Siglo XXI, 2014).
sirven para hacer la mediación teológica son las ciencias bíblicas. Por
último, en el tercer paso, conocido como actuar, los instrumentos
para hacer la mediación teológica son de índole pastoral, y por ello
están representados por las diferentes áreas de la teología práctica.
Si durante esos tres pasos no está presente la mediación teológica,
entonces, es posible que el método no sea pertinente para la teología,
entendida esta como disciplina científica14.
Conclusiones y desafíos
Bibliografía
Abstract: Faced with the question of the past and present of liberation theology,
the author evaluates what is definitive in this movement, the elements with which
it has fertilized the Church and theology and how it can and should be completed
in new contexts. Based on the central works of the first years of TL, he highlights
history - particularly the reality of those who suffer - as a place of revelation and
liberation as a permanent utopia. He affirms the validity of TL in the face of
the reality of suffering and the preferential option of God for the poor, which
assumes a Christological character. In his critical assessment, the author highlights
an excessive initial optimism and the need to address personal liberation along with
structural. For the author, liberation theology should not only renew itself but also
take up again the initial fire that propelled it.
1 Algunos textos que pueden consultarse son: “Una tarea histórica: de la liberación a la
apocalíptica”, Sal Terrae 83 (1995): 717-728; “¿Qué queda de la Teología de la Liberación?”,
Revista Latinoamericana de Teología 93 (2014): 307-313; “Presentación de la Teología de la
Liberación”, en Re-encantos y Re-encuentros. Caminos y desafíos actuales de las Teologías de la
Liberación, ed. por Daylíns Rufín Pardo y Luis Carlos Marrero (La Habana: Centro Oscar
Arnulfo Romero, 2017), 4-13.
1. ¿Qué es?
Esta rápida ojeada a sólo diez títulos pone de relieve una síntesis que
cabe en cuatro puntos:
son las víctimas inocentes de la historia. Toda otra teología que pretenda
hablar de Dios al margen del dolor de los sufrientes es una teología de
la que hay que “liberarse” porque se parece a la teología “de los amigos
de Job” que pretendían desentenderse del dolor del inocente y hacerle
culpable de su sufrimiento, creyendo que, con ello, defendían a Dios.
Pero que, en realidad, como dice el mismo Yahvé al final de la obra
“[…] no habéis hablado bien de mí, como mi siervo Job” (42,7)2.
2 Para las referencias bíblicas se emplea la quinta edición de la Biblia de Jerusalén (Bilbao:
Desclée de Brouwer, 2019).
3º. Por eso mismo es una teología inevitablemente conflictiva. Para los
poderes de este mundo y sus imperios, pero también para la misma
Iglesia: porque en hacer de los pobres el centro de su reflexión sobre
sí misma se juega la Iglesia el ser o no ser verdadera Iglesia de Cristo.
Esta afirmación puede parecer muy radical, pero Juan Pablo II la
retoma en el n.º 8 de la Laborem Exercens (en la fidelidad a los pobres se
juega la Iglesia su fidelidad a Cristo3); y también había sido anunciada
por Juan XXIII en los albores del Concilio Vaticano II cuando afirmó
que el verdadero ser de la Iglesia era ser “Iglesia de los pobres”4.
3 “La Iglesia está vivamente comprometida en esta causa, porque la considera como
su misión, su servicio, como verificación de su fidelidad a Cristo, para poder ser
verdaderamente la ‘Iglesia de los pobres’” Juan Pablo II, Carta encíclica Laborem Exercens,
n.° 8 (Roma, 1981).
4 “La Iglesia se presenta como ella es y quiere ser: la Iglesia de todos pero hoy más que
nunca, como la Iglesia de los pobres” Juan XXIII, Radiomensaje del 11 de septiembre
de 1962, citado por Eloy Bueno de la Fuente, Eclesiología (Madrid: Biblioteca de Autores
Cristianos, 1998), 42.
5 Remito al capítulo “La teología de la liberación como segunda reforma de la Iglesia”
en El Factor Cristiano (Estella: Verbo Divino, 1994). Anteriormente publicado como “La
Teología de la Liberación como segunda reforma de la Iglesia”, Revista Catalana de Teología
XV/1 (1990): 139-153.
6 Cf. Ignacio Ellacuría “El pueblo crucificado. Ensayo de soteriología histórico”, en Cruz
y Resurrección. Presencia y anuncio de una Iglesia nueva, ed. por Gustavo Gutiérrez (Ciudad de
México: Centro de reflexión teológica Servir, 1978), 49-82.
Por eso Monseñor Romero tituló una carta pastoral como “La Iglesia,
cuerpo de Cristo en la historia”9, enriqueciendo así la definición
que dio de la Iglesia católica el Concilio Vaticano II: “Sacramento” de
salvación, tal como lo presenta la Constitución Lumen Gentium n.° 1, al
convertirla en sacramento “histórico”. Y volviendo la Iglesia de cara a
la historia humana en lugar de vivir de espaldas a ella.
7 Cf. Jon Sobrino, Liberación con espíritu. Apuntes para una nueva espiritualidad (San Salvador:
UCA Editores, 1987).
8 Cf. Tomás de Aquino, S. Th. I q. 1 a. 7, en Gerhard L. Müller, Dogmática. Teoría y práctica de
la teología (Barcelona: Herder, 2009), 16.
9 Cf. Oscar Romero, Cartas pastorales y discursos de Monseñor Oscar A. Romero (San Salvador:
Centro Monseñor Romero, 2007), 39-66.
10 Cf. Jon Sobrino, El principio misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos crucificados (Santander:
Sal Terrae, 1992).
11 Frase citada de forma destacada en el informe sinodal del 2010 de las Iglesias luterana y
reformada de Francia: “Solidaires au nom de Jésus-Christ. Quand l’Église reconnaît sa
vocation diaconale”. Cf. Isabelle Grellier, “La diaconie: du pain, du soin, de la fraternité,
pour les pauvres et pour l’Église”, Cahiers de l’Atelier 530 (2011): 31.
12 Cf. Gustavo Gutiérrez, Teología de la liberación. Perspectivas (Salamanca: Sígueme, 1972).
2. ¿Qué queda?
15 Jorge Debravo, Antología mayor (San José: Editorial Costa Rica, 1988), 81.
16 Debravo, Antología mayor, 87.
17 Congreso Continental de Teología celebrado en São Leopoldo/RS (Brasil) del 7 al 11 de
octubre de 2012.
18 “[…] la opción preferencial por los pobres está implícita en la fe cristológica en aquel Dios
que se ha hecho pobre por nosotros, para enriquecernos con su pobreza” Benedicto XVI,
Discurso inaugural de la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (Aparecida,
2007).
3. Examen de conciencia
4. A modo de conclusión
22 Estaban más presentes al principio, por ejemplo: Gustavo Gutiérrez, Beber en su propio pozo.
En el itinerario espiritual de un pueblo (Lima: CEP, 1983).
23 Cf. Martín Lutero, La libertad cristiana (Buenos Aires: La Aurora, 1983).
24 Se trata, evidentemente, de textos en que la palabra tiene un sentido global, no sólo
sentidos particulares como cuando desea ser liberado de este cuerpo mortal o de la
esclavitud social.
Apéndice 1
¡De qué manera tan sencilla se nos dice dónde está Dios, cómo
hay que darle culto, cuál es el significado de Jesucristo y por qué la
primacía de los pobres! Y ¿no es eso lo mismo que intenta decir la
TL? Por eso la verdadera pregunta no es esa pregunta de si queda algo
de ella, sino si nosotros hemos sido fieles o infieles a esa llamada de
Dios. Porque excusas para eso son muy fáciles de encontrar, como la
que presentaré en el apéndice siguiente.
Apéndice 2
Cuando hablas de “los pobres” y de la opción radical por ellos, casi nunca
falta la objeción interrogativa del que comenta: “Bueno, claro, pero ¿quiénes
son los pobres? Porque en realidad pobres lo somos todos”. Como cantaría
Luis Guitarra: “Cansado, Señor, vengo cansado” de oír esa argumentación.
Pues bien, sin duda existe una pobreza económica y una pobreza
ontológica. Pero es hora de que sepamos que cuando la Biblia habla
de los pobres se refiere a la pobreza económica. Nuestra pobreza
ontológica es designada en la Biblia de modo más bien positivo: como
“la imagen de Dios” que siempre tiende a identificarse con el modelo,
como cuando Miguel Ángel golpea a su Moisés y le grita: “¡habla!”. O
como el heredero que aún no posee la herencia que le corresponde.
La lengua catalana tiene una expresión que me parece muy apta para
cerrar estas reflexiones: “Tant de bo”. No se trata de un “ojalá”
genérico como dice su traducción castellana, sino de una razón muy
objetiva de ese deseo: “¡Qué bueno sería!”. Porque sería magnífico
si aquella especie de travesura del Dios niño contribuyera a madurar
nuestra fe, siempre todavía demasiado infantil.
Bibliografía
Gerald West**
* Este artículo fue publicado originalmente en Rethinking Marxism, vol 32, no. 1 (2020): 41-65.
Abstract: In 1987 the South African biblical scholar Itumeleng Mosala was the first
black theologian from either the United States or South Africa to argue that the Bible
was intrinsically a site of class struggle. Mosala’s argument recognized the value of
redaction criticism, which Mosala extended to include an ideological recognition
of the class sectors engaged in ideological contestation, providing him an entry
point into the ideological contestation inherent within the biblical text. Likewise,
Marxist sociological categories, particularly notions around mode of production,
gave Mosala resources with which to assign a particular class identity to a particular
redacted “voice.” This essay reflects on Mosala’s contribution and its significance
thirty years later, particularly in the South African context, and considers Mosala’s
use of Marxist concepts such as “mode of production,” his understanding of the
relationship between biblical text and interpretive context, and his “prophetic”
warnings about working with an ideologically uncontested Bible.
1 David Jobling (2005) ofrece una incisiva reflexión de un biblista no sudafricano sobre el
análisis de Mofokeng.
secular’” –o, como diría Marx en El Capital–, para analizar “el núcleo
terrenal de las nebulosas creaciones de la religión” (Rehmann 2013,
7-8). Según Rehmann, Marx se aleja de la crítica de la religión, pero
“retoma el modelo de la crítica de la alienación religiosa y lo aplica
a las formas seculares de la ideología”, en particular “la crítica del
mercado capitalista ‘fetichizado’ y sus relaciones de producción
subyacentes” (Rehmann 2013, 8). Como señala Rehmann (2013, 8),
en los Manuscritos económicos y filosóficos, “Marx sostiene que el producto
del trabajo se aleja de los trabajadores y se enfrenta a ellos como un
poder extraño, como en la religión. El verdadero Dios de la sociedad
burguesa es el dinero, observa; domina a los seres humanos, que se
inclinan ante él, y degrada a los dioses tradicionales convirtiéndolos en
mercancías”. En El Capital, señala Rehmann, Marx recurre de nuevo a
la Biblia5 ilustrando la omnipotencia del dinero con una referencia, en
latín, al libro del Apocalipsis combinando los versículos 17,13 y 13,17,
y argumentando que la sociedad burguesa ha entregado su poder y
autoridad a la “bestia”.
5 Para un análisis detallado de cómo Marx y el marxismo han abordado la Biblia, véase el
trabajo en curso de Boer 2003, 2005, 2007a, 2007c.
3. Las
iglesias independientes africanas
como lugares de lucha interpretativa
Invoco el análisis de Mosala (1996, 47) sobre las AIC porque a continuación
se pregunta si existe “una forma particular de apropiación de la Biblia que
refleje esta manera sub-culturalmente distintiva de ‘manejar’ la materia
6 Una máxima de las teologías de la liberación sostiene la teología como reflexión crítica
(el segundo texto) sobre la praxis de la vida (el primer texto). Véase Gutiérrez (1973, 6) y
Bonino (1975, 61).
7 Mosala (1986a, 98-9) expone un argumento similar con respecto a las “religiones
tradicionales africanas”.
Lo que nos lleva entonces a las voces de las propias clases explotadas,
pues como reitera Mosala (1989a, 153), “la tarea de una hermenéutica
bíblica de la liberación es ir detrás de los discursos dominantes hasta
los discursos de las comunidades oprimidas para enlazar con luchas
afines”. Sin embargo, de forma un tanto extraña, ni Coote ni Mosala
postulan una capa “textual” distintiva para las clases explotadas.
Siempre están sólo re-presentadas. Pero si utilizamos las nociones
redaccionales de la investigación evangélica del Nuevo Testamento,
podemos plantear una capa “textual” oral a cuya transcripción
11 Achille Mbembe (2001, 16) utiliza este término para hablar del “tiempo africano”.
12 Mosala (1989b, 103-22) ofrece un amplio análisis de “las condiciones materiales” del libro
de Miqueas.
Las ideas de la clase dominante son en cada época las ideas dominantes,
es decir, la clase que es la fuerza material dominante de la sociedad, es
al mismo tiempo su fuerza intelectual dominante. La clase que tiene a
su disposición los medios de producción material, controla al mismo
tiempo los medios de producción mental, de modo que, en términos
generales, las ideas de quienes carecen de medios de producción
mental están sometidas a ella (Mosala 1989a, 153; citando a Marx y
Engels 1970, 64).
Mosala tenía claro que, para ello, “un enfoque teóricamente sólido e
ideológicamente claro del texto de la Biblia es un requisito previo”
(1989a, 153). El análisis marxista conceptualizado en el método
“materialista” de Mosala (1989a, 103) ofrece el concepto focal “modo
de producción” a la teología negra sudafricana. Mosala utilizó una
analogía de método para poner en diálogo los modos de producción
africanos (los modos de producción comunal, tributario y capitalista)
con los antiguos modos de producción bíblicos (los modos de
producción agrícola y tributario; 69-99, 103-121). La respuesta
de Mosala a la pregunta de Terry Eagleton (1978, 11) sobre cómo
debemos facilitar “el conflictivo paso entre texto y lector” implica
desatar “las fuerzas de lucha que cada uno aporta en el encuentro con
el otro”, “concediendo prioridad metodológica a la ubicación socio-
ideológica y al compromiso del lector” (Mosala 1989a, 123, 124).
13 Para un ejemplo detallado de la contestación ideológica entre libros bíblicos, véase West
(2019).
6. Co-optación ideológica
tras la liberación
Conclusión
Mofokeng (1988, 38) sostiene que existe una larga historia dentro
de la iglesia de “las personas más débiles, desatendidas, pobres
y marginadas”, que reconocen “la utilidad de la Biblia como libro
con un mensaje de supervivencia, resistencia y esperanza”, dándoles
“una razón para esperar un futuro diferente y creer en su derecho
a una existencia humana decente”. Lo que su suspiro nos ofrece,
reconoce Mofokeng, es una praxis histórica que es “un nuevo tipo
de lucha (...) a saber, la lucha por la Biblia o, para ser más precisos,
la lucha por el control de la Biblia” (Mofokeng 1988, 39). Aunque
Mofokeng identifica este “nuevo tipo de lucha”, Mosala (1989a, 192)
ofrece las herramientas marxistas con las que analizar cómo leer la
Biblia “al revés”, reconociendo la forma final de la Biblia como la
forma del opresor (Mofokeng 1988, 28), que representa la ideología
de los sectores socioeconómicos dominantes dentro de un modo de
producción histórico particular.
15 El lema “libertad económica en nuestra vida” ha sido utilizado tanto por la Liga Juvenil del
CNA como por el partido político de más reciente creación Economic Freedom Fighters (EFF).
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for Southern Africa 51: 27–36.
Tutu, Desmond. 1979a. “Black Theology/African Theology: Soulmates
or Antagonists?”. En Black Theology: A Documentary History, 1966–1979,
editado por G. S. Wilmore y J. H. Cone, 385–392. Maryknoll, N.Y.:
Orbis.
___________. 1979b. “The Theology of Liberation in Africa”. En African
Theology en Route: Papers from the Pan-African Conference of Third World
Theologians, editado por K. Appiah-Kubi y S. Torres. Maryknoll, N.Y.:
Orbis.
Ivone Gebara*
Abstract: The author addresses the climate crisis and its implications for thinking
about the place of human beings, theology and religions in the world. She points
* Religiosa católica. Es Doctora en Filosofía por la Pontifica Universidad Católica de São
Paulo y Doctora en Ciencias de la Religión por la Universidad Católica de Lovaina.
Investigadora independiente. Contacto: ivonegebara@gmail.com
out that the crisis of anthropocentrism, that is, the premise of the centrality of
human beings, must challenge us to think about human life, theology, religious
traditions and relationships in a different way. It develops three key elements in the
face of this crisis and its patriarchal logic: interdependence as a way of perceiving
reality, the depatriarchalization of theology, dogmas and religious institutions, and
the return to the simplicity of life. She proposes the path of transgression that
promotes life, in the style of Jesus and the prophetic tradition: the transgression of
the law, the status quo, of that which kills.
Introducción
1 Langdon Gilkey, Nature, Reality and the sacred. The nexus of Science and Religion (Minneapolis:
Fortress, 1993).
Hemos vivido largos siglos creyendo que los seres humanos son
el centro y ápice de la creación del universo, y que todo converge
para ellos. Y, lentamente, nuestros ojos se están abriendo y estamos
dándonos cuenta de que solamente somos una especie entre las
muchas que hay, y que nuestra especie se tornó la mayor depredadora
de nuestro hábitat vital y, por consiguiente, depredadora de nosotros
mismos. Esto nos saca del centro del mundo y de la pretensión de que
a nosotros es dado el buen dominio de la tierra.
¿Al final quién somos? ¿Ya no somos más los mismos hijos/as de
Dios? ¿De qué Dios? ¿Y por qué eses Dios sigue en silencio frente a
tantos crímenes?
2. La
interdependencia como nueva
percepción del planeta y de nuestras acciones
Ahora vivimos un tiempo de escuchar las voces de los ríos, de las florestas,
de los pueblos nativos, de los que nuestro sistema excluyente mata y sigue
esclavizando. Una nueva consciencia lenta y difícil empieza a emerger.
Es como una pequeña flor que nace en medio a grandes piedras. El
riesgo de morir sin aire es grande, pero la esperanza que despierta es un
aliento. Un sentimiento de inseguridad nos asola pues nos damos cuenta
de la continuidad de los proyectos de ganancia destructiva que, sin duda,
siguen más fuertes; pero algo en nosotros nos dice que hay que intentar
otro camino, que hay pequeñas posibilidades de cambio.
Una brisa suave nos toca y se acerca a nuestro hoy. Empieza a tomar
cuerpo en nuestros cuerpos en el presente. También una consciencia
mayor de la contribución de cada yo a un proceso de cambio colectivo
empieza a crecer lentamente. Nos damos cuenta de que de nada sirve
apuntar el dedo a lo que el otro no hace si yo tampoco hago de mi
parte, mi responsabilidad, mi contribución en la construcción de
relaciones de justicia. De nada sirve denunciar la sequilla si no intento
abrir un pozo colectivamente.
La teología es parte integrante de este drama humano. Por eso hay que
cambiar, probablemente, desde fuera de las instituciones religiosas,
quizás denudarse incluso de sus propios nombres religiosos, de ese
logos pretensioso que llamo de logos metafísico que quiere ubicarse
arriba de otros logos. Este parece ser un reto fundamental que debería
ocuparnos, ocupar a nosotras que buscamos respuestas a algunas de
nuestras cuestiones en las muchas teologías.
3 Ivone Gebara, Caminhos para compreender a teologia feminista (São Paulo: Recriar, 2023);
Ensayo de antropología filosófica. El arte de mezclar conceptos y plantar desconceptos (Estella: Verbo
Divino, 2020).
¡Cambiar! ¿Qué es cambiar? Si tenemos frío, hay que buscar el sol para
calentarnos. Si no hay sol, hay que buscar una frazada y cubrirnos. Si
tenemos hambre, hay que buscar el alimento. Cambiar es buscar una
situación mejor para vivir. Y este proceso es continuo en nuestras
vidas de animales y vegetales. Por eso, hay que buscar sentidos más
allá de la dogmática patriarcal, más allá de su metafísica que se quiere
una verdad inmutable.
5. Volver a la sencillez e
interdependencia de la vida
Breve conclusión
No hay conclusión. Hay que seguir los caminos sabiendo que la fuerza
para cada paso nace de nosotras, de los otros, del dolor, del amor, del
sol, de la luna, de las aguas, de los vientos, de los vivientes en sus más
distintas formas. Todo se mantiene junto como el derecho y el revés
de un mismo tejido, para que la vida siga su curso en nosotras y más
allá que nosotras/os. Finalmente, todo se mantiene en Dios, fuerza
vital en la cual somos.
Bibliografía