El Vampiro de Turcios

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Isis Fabiola Torres-20222001617

El vampiro (1910) plantea ciertos rechazos hacía los cambios que surgían en la
Centroamérica de ese momento, recurre a elementos propios de la tradición europea
(cuya sociedad se encuentra evidentemente más avanzada) para demostrar el desacuerdo
con progresos que tocan tierras locales. Froylan Turcios parece introducirse en la obra a
través del personaje principal y exponer sus propios pensamientos respecto a cuestiones
evolutivas. El primer rasgo que es oportuno discutir es el porqué del título, a qué se
refiere exactamente con el vampiro y cuál es el simbolismo que se le da a este dentro de
la novela.

Para concentrarse en ello es necesario trasladarse a sus orígenes, que tienen lugar en la
cultura inglesa en la cual se le representa como una “persona” que al morir vaga por el
mundo como una especie de carácter viviente y se alimenta de sangre que chupa de
otros individuos vivos, esas descripciones se encuentran presentes en mitos y leyendas
que servían para personificar aquello que era de carácter malévolo, pero no tenía una
explicación lógica más allá del daño que causaba. Eso permite hacer una desviación al
plano psicológico en donde Carl Jung expone que estos personajes eran utilizados para
representar la sombra, que es parte del inconsciente colectivo y representa los deseos
humanos reprimidos, encarnando la maldad, el lado salvaje del hombre y su conflicto
permanente con normas sociales y religiosas.

En la cultura popular el personaje de esta estirpe con mayor acogida es Drácula,


creación de Bram Stocker, cuya naturaleza podría servir como representación de un
tirano burgués que se aprovecha de sus subordinados y “chupa” su vitalidad desde lo
alto de su cargo, además de mostrarse como un hombre refinado y de muy alta
categoría, si se hace una comparación con el vampiro de Turcios es clara la diferencia,
comenzando por el hecho de pertenecer al orden eclesiástico lo que pone en evidencia el
propósito de dicho personaje, el autor pretende mediante él realizar un reclamo a los
órdenes religiosas y su fanatismo extremo que sólo se convierte en una fachada para
tapar sus verdaderos propósitos.

El padre Félix es descrito por Luz como un ser cuyos comportamientos se asemejan a
un ser infernal. “Ayer me horririzó con sus ruegos viles y bestiales… Desapercibime de
que la iglesia hallábase vacía y las puertas cerradas… El salió de repente del
confesionario con los ojos como si fueran orbitas y la lengua colgante.” (p.17) Se podría
considerar una especie de proyección fantástica, pero tomando en cuenta el arquetipo de
muchacha que engendra Luz nos llevaría a un sentido diferente, en donde el padre se
convertiría en un acosador sexual que necesita la presencia de su víctima para
mantenerse revitalizado, en otras palabras busca chupar su inocencia para poder
revitalizar su espíritu, es debido a ello que se puede deducir que cuando Luz era visitada
por el padre se encontraba muy enferma “Tenía en mis manos una de las de Luz, pálida
y ardiente; y contemplaba su rostro… con los labios entreabiertos y los cabellos en
desorden” (p.15).

Esto remite a otro aspecto que es esencial detenerse a valorar, Turcios tuvo mucha
influencia de Edgar Allan Poe, de Lord Byron y otros autores cuya literatura podría
enmarcarse dentro del romanticismo oscuro1, por lo tanto, no sería sorpresa encontrar
referencias hacía esas obras ubicadas dentro de ese subgénero; además de una clara
influencia del estilo gótico ubicada no sólo en la figura del vampiro sino en la
ambientación plagada de un estilo colonial, si bien aquí no hay castillos la casa es el
mayor referente de un elemento gótico que se complementa en la presencia de una vida
aristocrática, plagada de secretos y confabulaciones por detrás. Siguiendo con el hilo de
la novela de Stocker dentro del vampiro se pueden encontrar sutiles influencias,
retomando el personaje de Luz, y su historial con la actividad vampírica, todo aquel que
haya leído Drácula puede vincularla con Lucy, quien fue debilitándose poco a poco
debido a las visitas del conde, tal y como le sucede a Luz cuando ve al padre Félix,
además de que ambas mueren al final a manos del ente que las acecha.

Esa no es la única referencia que podemos encontrar que alude a la figura del vampiro,
textualmente se presenta dentro del libro un fragmento de Ligeia, el cual es dicho en una
de las tertulias que Rogerio y Luz tienen, para quienes han leído el cuento puede ser
más fácil captar el matiz de referencia, pero para quienes no es conveniente aclarar que
al final la protagonista de ese cuento se convierte en vampiro. Los personajes de Luz y
Rogerio podrían considerarse los más importantes desde un punto de vista que se
manifiesta en dos vertientes, el desdén hacia la modernidad o el progreso parece ser el
punto central y se despliega en primer lugar al arquetipo de mujer que conforma Luz, el
autor utiliza los estándares de la femme fragile, se dice que tiene “boca pura y

1
el romanticismo oscuro se fija en el misterio sombrío y el escepticismo sobre la
condición humana.
encendida”, “manos fabulosamente blancas y finas” y “su aire grave de silencio y de
misterios hacían de ella una criatura excepcional y casi divina”.

Más adelante cuando están en la playa y Luz observa un grupo de muchachas que se
bañan en trajes de baño y demuestra su rechazo hacía ellas, colocando entre ambas una
barrera “no puedo creer que entre estas jóvenes que ahí exhiben su impudor y yo…
exista algo en común” (p.86). Aquí se instaura una negativa hacía el progreso en donde
las mujeres dejen la línea conservadora y experimenten otro tipo de situaciones que
permita que haya una liberación de su individualidad.

En segundo lugar, Rogerio demuestra aislamiento hacía el progreso de las grandes


metrópolis, prefiere mantenerse encerrado en su casa de La Antigua que salir a visitar
ciudades en donde hay “maneras vulgares y costumbres plebeyas.” Este personaje al
llevar la batuta de la narración parece ser de índole autobiográfica en algunos momentos
en el sentido de poseer elementos que hacen pensar al lector si los pensamientos de él
no son más que el reflejo del mismo Froylan Turcios ante posturas o nuevas corrientes.
Por ejemplo, la arquitectura de la ciudad para Rogerio es un punto importante puesto
que recalca que es mucho mejor que otras cuyo desarrollo se ha mostrado de manera
gradual “Esbeltas columnatas, arcos atrevidos, labrados encajes de piedra, fragmentos
arquitectónicos que fueran orgullo del más suntuoso museo, se ven aquí destrozados sin
piedad por la crasa ignorancia de la plebe o por la rapaz avaricia de los jefes políticos”
(p.55). En resumen, Luz y Rogerio son fieles a la idea de preservar lo que ya se tiene y
se ve amenazado por la modernidad.

La estructura de la narración es un aspecto en el que se debe hacer hincapié,


comenzando por la extensión de los capítulos, que en un inicio son breves pero desde el
capítulo veinticinco su tamaño va aumentando, a este punto no es sorpresa entender que
muchos de los elementos de la obra tienen que ver con los gustos literarios propios de
Froylan Turcios como lector, es por ello que se puede hacer una comparación con la
estructura narrativa utilizada por Stocker en Drácula la cual es epistolar, si bien en El
Vampiro no se presenta de la misma forma, el que esté contada desde la primera persona
le permite a la historia tener atisbos de ese estilo. La novela de Turcios tiene muchos
matices en los que se puede ahondar y sacar varias conclusiones. Son evidentes sus
toques románticos, pero a través de la prosa y el uso del lenguaje se pueden apreciar
ligeros tintes modernistas.
Bibliografía

Dussaillant, C. (2012). El decadentismo visto desde Centroamérica:" El vampiro"(1910)


de Froylán Turcios. Hispamérica, 41(123), 103-109.

Dussaillant, C. (2018, February). Vampiros en La Antigua: asedios de la modernidad


centroamericana. In IV Congreso Internacional de Letras.

Loreto, C. P. (2021, 18 febrero). Conocer, aceptar e integrar nuestra sombra.

CentroLoretoCharques.

https://www.centropsicologicoloretocharques.com/post/conocer-aceptar-e-

integrar-nuestra-sombra

Turcios, F. (1910). El vampiro. Tip. nacional.

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