Tema 5
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auto. Sólo si el Ministerio Fiscal lo solicita, el Juez de Instrucción podrá declarar que la
instrucción es compleja y el plazo podrá prolongarse hasta 18 meses.
Pasado 1 mes desde la incoación, el Juez instructor dará parte de las causas que impiden su
conclusión. Una vez iniciado el proceso penal no podrá seguirse pleito por el mismo hecho,
debiendo éste quedar suspendido hasta la resolución definitiva de la causa criminal.
Transcurridos los plazos de instrucción, el Juez habrá de dictar el auto de conclusión del
sumario. La incoación de la instrucción penal produce la interrupción de la prescripción de los
delitos y la prejudicialidad suspensiva en todo proceso que verse sobre los mismos hechos y en
cualquier otro orden jurisdiccional.
La investigación propia del Ministerio Fiscal es siempre prejudicial y debe cesar en cuanto
tenga conocimiento de que un Juez está investigando los mismos hechos. Mientras esto no
suceda, el Fiscal puede practicar por su cuenta las mismas diligencias de investigación que
prevé la LECrim, excepto las que sean limitativas de derechos fundamentales, para las que
necesitaría autorización judicial.
→ La CE se refiere a la Policía Judicial en el art. 126 para hacerla dependiente de los Jueces, de
los Tribunales y del Ministerio Fiscal y para asignarle las funciones de averiguación del delito y
descubrimiento y aseguramiento del delincuente. Integran la Policía Judicial las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado y las policías autonómicas.
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→ Esta investigación previa de la Policía Judicial está formada por las diligencias de
prevención que comprenden la toma de testimonios personales, la recogida y custodia de
efectos, objetos y pruebas del delito, la documentación de las actuaciones y la información de
derechos a víctimas e investigados. En cuanto la investigación sea puesta bajo control del
Ministerio Fiscal o del Juez de Instrucción, cesarán las diligencias de prevención policiales. El
resultado de la investigación de la Policía Judicial se recogerá en un atestado.
B. Incoación de oficio.
El Juez de Instrucción puede acordar de oficio la apertura de una instrucción en cuanto tenga
conocimiento por sí mismo de la comisión de un hecho con apariencia delictiva. Las formas a
través de las cuales puede acceder a dicho conocimiento son el rumor, la notoriedad o la
flagrancia.
C. La denuncia.
→ La denuncia es un acto de información realizado bien por la víctima o el perjudicado, bien
por un testigo, acerca de la comisión de un delito público realizado. Se trata una declaración
de conocimiento, porque el denunciante únicamente informa sobre los hechos, sin obligación
de aportar prueba que los acredite, ni de asumir la posición de parte acusadora en el proceso
que pueda incoarse con motivo de esa denuncia. Queda a salvo, en todo caso, la posible
responsabilidad penal del denunciante por denuncia falsa.
La denuncia puede formularse ante cualquier autoridad, bien sea policial, fiscal o judicial.
Quien la reciba será el encargado de realizar las diligencias iniciales para la comprobación de
los hechos denunciados.
→ La forma de la denuncia puede ser escrita u oral. El denunciante siempre habrá de estar
identificado, lo que plantea el problema de la validez y eficacia de la denuncia anónima.
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D. La querella.
→ La querella se basa en una declaración de voluntad del querellante, por lo que éste afirma
la acción penal, con el contenido puramente procesal que corresponde a esta fase inicial.
Tiene legitimación activa para ser querellante: el Ministerio Fiscal; la víctima, el perjudicado o
el ofendido por el delito; y cualquier ciudadano español siempre que se trate de un delito
público. El querellante popular y el extranjero deberán ofrecer la constitución de fianza.
La querella deberá ser siempre escrita e ir firmada por Abogado y Procurador con poder
bastante y tendrá que consignar el órgano competente; los datos del querellante y del
querellado; la narración de los hechos delictivos; y las diligencias de investigación y cautelares
que considere pertinentes.
→ La querella interrumpe la prescripción del delito siempre que en el plazo de 6 meses desde
su presentación el Juez de Instrucción dicte una resolución motivada que atribuya al
querellado o denunciado su posible participación en los hechos.
E. El atestado policial.
→ Cuando la Policía recibe una denuncia o tiene conocimiento de un hecho delictivo, debe
realizar unas primeras diligencias de prevención lo sucedido cuyas circunstancias y resultados
se recogen en un atestado. El atestado irá firmado por los funcionarios que lo redacten y se
ofrecerá que lo firmen a los testigos y peritos que hayan declarado ante la Policía.
La Policía entregará el atestado policial al Juez de Instrucción y remitirá una copia al Ministerio
Fiscal. En el plazo de 24 horas deberá dar cuenta a uno u otro de la comisión del delito, sin
cesar en las diligencias que estuviera practicando. Cuando el hecho delictivo no tuviera autor
conocido y las diligencias practicadas en las 72 horas posteriores a la apertura del atestado no
hubieran producido resultado alguno, la Policía no enviará el atestado al Ministerio Fiscal ni a
la autoridad judicial, salvo que se lo reclame uno u otro o que verse sobre delitos contra la
vida, la integridad física, la indemnidad y libertad sexuales o de corrupción. El denunciante será
informado previamente de esta posibilidad.
El atestado policial sólo tiene el valor de una denuncia, por lo que deberá ser ratificado en
juicio oral por los funcionarios que lo redactaron para que adquiera condición de prueba apta
para desvirtuar la presunción de inocencia. Hay ciertas diligencias policiales que pueden tener
la condición de prueba preconstituida, cuando no fuera posible su reproducción en el juicio
oral.
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4. DILIGENCIAS DE INVESTIGACIÓN EN LA FASE DE INSTRUCCIÓN
A. Consideraciones iniciales.
→ La fase de instrucción tiene como finalidad verificar la existencia de los hechos denunciados
con apariencia de delito e identificar a sus posibles responsables. En definitiva, son diligencias
que sirven para decidir si es procedente abrir juicio oral o archivar la causa.
→ Son admisibles ante el juicio oral, pero con carácter excepcional, las pruebas anticipadas y
preconstituidas. Las anticipadas son las que las partes solicitan en sus escritos de acusación o
defensa para que se practiquen previamente al comienzo del juicio oral, pero ante el Tribunal
juzgador, cuando crean que no podrán ser realizadas durante las sesiones del juicio. Las
preconstituidas son las que se practican ante el Juez de Instrucción, porque se teme que no
podrán ser reproducidas en el juicio oral o porque el declarante es menor de 14 años o
persona con discapacidad necesitada de protección, debiendo practicarse con la máxima
contradicción y quedar documentadas de tal manera que sea posible su introducción en el
juicio oral mediante su lectura o reproducción.
Las diligencias de investigación pueden ser acordadas de oficio por el Juez de Instrucción o
instadas por el Ministerio Fiscal y las partes personadas, en cualquier momento de la fase de
instrucción. Salvo que medie declaración de secreto, las partes intervendrán en la práctica de
las diligencias de investigación. En caso de que el sujeto investigado sea una persona jurídica,
podrá designar a un representante para que intervenga en la práctica de diligencias de
investigación o prueba anticipada, junto con el letrado defensor.
→ La inspección ocular consiste en el reconocimiento que se lleva a cabo del lugar del delito,
cuando haya dejado vestigios o pruebas materiales de su perpetración. Esta diligencia se
documenta en un acta, que reflejará las circunstancias del lugar y del hallazgo de las pruebas,
pudiendo ordenar el Juez a la Policía Judicial o al Médico Forense que conserven y analicen las
muestras recogidas. También se hará mención a las personas que estuvieran en el lugar, a las
que tomará declaración separadamente.
Si el delio no dejó huellas o vestigios, el Juez hará constar en el acta la causa de su ausencia y
tomará declaración a los testigos sobre el modus operandi y, si fuera procedente, sobre la cosa
sustraída.
→ La LECrim regula una serie de actuaciones judiciales y policiales bajo la rúbrica del cuerpo
del delito que recaerán sobre:
- Las armas, efectos e instrumentos, que se hallen en el lugar del crimen, en poder del reo o
en otro lugar.
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- La persona o cosa objeto del delito.
El Juez de instrucción ordenara que se tome declaración a los testigos del hecho o a los que
pudieran tener información sobre lo sucedido y que se practiquen los informes periciales
pertinentes.
Si el delito fuera de lesiones, los médicos que atiendan a la persona herida deberán informar
de los hechos al Juez de Instrucción y de cuanto sea de interés para la investigación. Y si el
delito fuera de hurto, robo o estafa, y no hubiera testigos directos, se recabarán antecedentes
de la víctima y se investigará si ésta se hallaba en posesión previa de las cosas objeto del
delito. Se practicarán las diligencias necesarias para determinar el valor de las cosas o daños
cuando fuera determinante de la calificación del delito.
→ Las primeras actuaciones investigadoras pueden y deben ser realizadas directamente por la
Policía sin esperar a recibir instrucciones del Juez o del Ministerio Fiscal. Especial vigilancia
debe observarse por la Policía en estos trámites iniciales con la cadena de custodia. Según la
jurisprudencia del TS las irregularidades en la consignación o en la conservación de los efectos
recogidos por la Policía plantea un problema de fiabilidad probatoria.
→ Cabe que se proceda a la identificación de una persona no sólo a través del reconocimiento
de sus rasgos físicos, sino también de su voz o de otras características personales.
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documento más relevante para determinar la incidencia del comportamiento previo del
sospechoso en la extensión de la futura sanción penal.
El ADN se almacena en una base de datos de la Policía, pero no se puede utilizar cuando se
quiera, pues la toma de muestras de ADN se tiene que tomar cuando haya una posible relación
con un determinado delito, y sea necesaria la prueba de ADN. Además, esta base de datos
también sirve para comprobar si el ADN de cierta persona ya está registrado en dicha base.
→ La toma de declaración al encausado es imprescindible para que éste pueda conocer los
hechos que se le atribuyen y para que pueda defenderse de manera efectiva, exculpándose o
explicando los hechos.
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incumbe a todo español o extranjero que resida en España, quien tiene la obligación de
concurrir y declarar ante el Juez de Instrucción. Esa obligación tiene varias excepciones:
- Están exentos de concurrir y declarar el Rey, la Reina, sus consortes, el Príncipe Heredero
y los Regentes, así como las personas con estatuto diplomático.
- Están exentos de concurrir, pero no de declarar, pudiendo hacer por escrito, el
Presidente y los miembros del Gobierno, los Presidentes de las Cámaras, del TC y del
Consejo General del Poder Judicial, así como el Fiscal General del Estado y los Presidentes
de las CCAA.
- Están exentos de concurrir, pero no de declarar, pudiendo hacerlo en su despacho o sede
oficial, los Diputados y Senadores, Magistrados del TC y Vocales del Consejo General del
Poder Judicial, Fiscales de Sala, entre otros.
- No tienen obligación de declarar el cónyuge o persona con análoga relación de
afectividad, ascendientes, descendientes y hermanos del encausado, así como su abogado.
Tampoco podrán ser obligados a declarar los sacerdotes y ministros de culto; los
funcionarios públicos, cuando los hechos fueran secretos o cuando estuvieran sometidos a
la obediencia debida; y los incapacitados física o moralmente.
C. La declaración de la víctima.
→ Algunas disposiciones en la LECrim confieren a la declaración de la víctima ciertas
especialidades:
- Prevén que tal declaración sea el momento procesal oportuno para que la Policía o el
Letrado de la Administración de Justicia ofrezca a la víctima el derecho a personarse y a
ejercer la acción civil, junto a la penal.
- La víctima podrá hacerse acompañar por su representante legal y por una persona de su
confianza, salvo que el Juez de Instrucción acuerde otra cosa respecto de esta última.
- La victima será llamada a declarar sin dilaciones injustificadas y el menor número posible
de veces.
- La víctima tiene derecho a evitar todo contacto directo con el investigado.
- Si la víctima es menor de edad o con discapacidad necesitada de especial protección, su
declaración podrá ser grabada para su posterior reproducción en el juicio oral, en calidad
de prueba preconstituida.
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→ Debe destacarse que, de la misma manera que la declaración del imputado es una
diligencia de investigación y, al mismo tiempo, un medio de defensa, la declaración de víctima
u ofendido, además de una diligencia investigadora, es o puede ser una alegación de parte
acusadora.
D. El careo.
Cuando los testigos o los encausados entre sí, o aquellos con éstos, se contradijeran sobre
hechos relevantes de la instrucción, el Juez podrá ordenar que se careen, es decir, que
libremente opongan sus versiones para aclarar las contradicciones. El contenido del careo se
reflejará en acta extendida por el Secretario. Se trata de una diligencia basada en la
inmediación.
E. El informe pericial.
→ Si el Juez de Instrucción precisara conocimientos científicos o artísticos sobre hechos o
circunstancias relevantes en el sumario, designará 2 peritos. También hará esta designación
cuando deban tasarse cosas o daños. Tras su designación, los peritos deben concurrir al
llamamiento judicial y realizar la pericia encargada.
Cuando el informe pericial vaya a tener valor similar al de prueba preconstituida el querellante
y el encausado tienen derecho a recusar a los peritos designados judicialmente; designar, cada
uno y a su costa, un perito que participe en la pericia; y estar presentes durante las
operaciones periciales, haciendo las observaciones que consideren oportunas.
→ Sólo pueden recibir esa protección los testigos o peritos que, en relación con procesos
penales, y a criterio del Juez de Instrucción, corran peligro grave en su persona, libertad, o
bienes, o de su familia. En función de la gravedad de ese riesgo, el Juez podrá conceder al
testigo o perito alguna o varias de las siguientes medidas: sustituir en la causa su identidad y
demás datos personales por un número u otra clave; impedir su identificación visual durante la
práctica de diligencias; fijar la sede del Juzgado como domicilio de notificaciones. En todo caso,
se prohibirá la toma de imágenes del protegido.
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También se podrá asignar protección policial al perito o testigo, incluso después de terminado
el proceso a, excepcionalmente, acordar el cambio de identidad y la concesión de ayudas
económicas para cambio de residencia o lugar de trabajo.
Las resoluciones dictadas para la protección de testigos o peritos son recurribles en reforma o
súplica.
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